INTRODUCCIÓN
El envejecimiento es un fenómeno multifactorial, que afecta todos los niveles de organización biológica. Cada vez resultan más comunes las investigaciones acerca de este tema causado por el notorio aumento de la población de adultos mayores, con un interés tanto nacional como internacional.
El número de personas que en el mundo rebasa la edad de 60 años, aumentó de 400 millones en la década del 50, a 700 millones en la década del 90; por lo que se estima para el año 2025 alrededor de 1 200 millones de ancianos en todo el mundo.1,2
En la actualidad el envejecimiento se ha convertido en un problema global y Cuba no escapa a esta situación. De acuerdo a las estadísticas oficiales disponibles del Anuario Estadístico de Salud 2018, el 20,4 % de los cubanos tiene 60 años y más de edad; dato que posiciona al país como el primero más envejecido de América Latina.
Se calcula que el porcentaje para el 2030 sea de 30,3, lo que representa tres millones 304 685 adultos mayores y más de un millón de octogenarios para el 2050, los que representará entonces casi el 10 % de todos los cubanos, según las proyecciones del Centro Latinoamericano de Demografía.3
Villa Clara se encuentra entre las provincias más envejecidas de Cuba, según el informe de la Dirección Provincial de Salud al cierre del 2017, la provincia cuenta con una población de adultos mayores que representa alrededor del 23,6 % general de la población.4 Estas cifras alertan sobre la importancia de trazar estrategias necesarias para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, quienes, debido al ritmo de vida, las condiciones actuales y las enfermedades propias de esta edad, evidencian un deterioro integral de la salud.
En este sentido, las investigaciones vigentes no solo se orientan a caracterizar a las personas en función de su edad, sino a la búsqueda de soluciones terapéuticas para las dificultades que se enfrentan en este período. Numerosos estudios dirigidos a buscar estrategias que permitan una mayor funcionabilidad e independencia de los adultos mayores, han determinado que las funciones cognitivas que compromtidas al envejecer, se pueden fortalecer a través de programas de Estimulación Cognitiva como alternativa de tratamiento psicológico.5,6,7
En la actualidad, estudios en varios países, han obtenidos resultados favorables sobre la estimulación cognitiva en adultos mayores. Sin embargo, la mayoría de estas intervenciones están dirigidas a la estimulación específica de la memoria u otras funciones de manera individual, por lo que se pierde la posibilidad de estimular el funcionamiento cognitivo global y la prevención del deterioro propio del envejecimiento; de ahí la importancia de implementar un sistema de acciones integral que sea aplicable a los adultos mayores que están institucionalizados.
En la provincia de Villa Clara las instituciones de salud presentan dificultades para replicar estos estudios, aún cuando existe la disponibilidad de profesionales y recursos. Es por ello, que la presente investigación persigue determinar el efecto que tiene la estimulación de las funciones cognitivas en adultos mayores.
MÉTODOS
Se realizó una investigación cuantitativa, con un diseño experimental, de tipo pre-experimento con pre-prueba y pos-prueba, en un solo grupo. El estudio lo constituyó la Casa de Abuelos # 1 de Santa Clara, cuyo universo estuvo comprendido por 44 adultos mayores institucionalizados. La selección de la muestra se realizó mediante el empleó un muestreo no probabilístico mediante los criterios de estar entre las edades de 60 y 85 años con visión y audición normal o corregida, no presentar alteraciones psico-afectivas que repercuten sobre el funcionamiento cognitivo, ni trastornos psiquiátricos a nivel psicótico. y no presentar enfermedades neurodegenerativas o secuelas de accidente vascular encefálico, quedando la muestra integrada por 18 adultos mayores.
Se emplearon como métodos empíricos el análisis de documentos, las historias clínicas, la entrevista psicológica semiestructurada al paciente, y la observación participativa. Se utilizaron la Escala de Depresión Geriátrica. Y la Batería de Evaluación Neuropsicológica Breve en español (NEUROPSI).
En el estudio se utilizaron las variables edad, nivel escolar y funciones cognitivas, dentro de las cuales se tomaron en cuenta la orientación, atención y concentración, memoria (codificación y evocación), lenguaje (denominación, repetición, comprensión y fluidez verbal semántica y fonológica), lectura, escritura y funciones ejecutivas.
Descripción de la intervención
En una primera etapa, se recogió el consentimiento informado de los adultos mayores a participar en el estudio. Luego se comenzó con la revisión de las historias clínicas y se realizó la evaluación inicial del grupo de estudio, de manera individual en varias sesiones, mediante la aplicación de la entrevista semiestructurada, la Escala de Depresión Geriátrica y la Batería Neuropsicológica Breve (según sus siglas en inglés NEUROPSI).
En la segunda etapa se comenzó la aplicación de la estimulación cognitiva, con un total de 20 sesiones, implementadas dos veces por semana con una duración de una hora cada una. La estimulación incluyó tareas de orientación, atención, lenguaje, memoria (memoria a corto plazo y memoria a largo plazo, lectura, escritura, y funciones ejecutivas.
En la tercera etapa se realizó la reevaluación de las funciones cognitivas de los sujetos en estudio, con el objetivo de evaluar los efectos de la estimulación cognitiva.
El efecto de la estimulación de las funciones cognitivas de manera general, se evaluó de la siguiente forma: efecto positivo (mejoría estadísticamente significativa entre 19 y 27 de las funciones o tareas evaluadas), efecto medianamente positivo (mejoría significativa entre 10 y 18 funciones o tareas), efecto negativo (mejoría estadísticamente significativa entre uno y nueve de las funciones o tareas).
Para el análisis de los resultados se utilizó el Paquete Estadístico para Ciencias Sociales en su versión 20 (SPSS v.20), en específico la prueba no paramétrica de Wilcoxon para dos muestras relacionadas (pre-intervención y pos-intervención), con el objetivo de comparar dos mediciones y determinar que la diferencia no fue al azar, sino demostrada estadísticamente. Fue empleado el nivel de significancia para Ciencias Sociales 0,05, en el cual si p>0,05 indica Diferencias no significativas (N/S), mientras que si p ≤ 0,05 indica diferencias significativas (S).
Se solicitó a los participantes, luego de brindar la información pertinente sobre el estudio y la posibilidad de abandonarlo si lo deseaban, el consentimiento informado para su participación en la investigación.
Se respetaros los principios de la ética para este tipo de estudios con participación de personas, que previamente recibieron una explicación adecuada para su comprensión, se les hizo saber el motivo del estudio y que no se produciría ningún tipo de intervención invasiva corporal además, sus datos serían preservados y los resultados solo se utilizables en eventos científicos.
RESULTADOS
De ellos nueve del sexo masculino y nueve del sexo femenino, lo que hace que la muestra sea homogénea en cuanto a esta variable sociodemográfica. La muestra de sujetos abarcó por igual la mitad por cada sexo. El nivel escolar predominante fue el nivel secundario para un 44,4 %. (Tabla 1)
Variables | n=18 No % | |
---|---|---|
Sexo | ||
Femenino | 9 | 50,0 |
Masculino | 9 | 50,0 |
Nivel escolar | ||
Primario | 3 | 16,6 |
Secundario | 8 | 44,4 |
Técnico Medio | 5 | 27,7 |
Superior | 2 | 11,1 |
Edad | ||
60-69 | 5 | 27,7 |
70-79 | 4 | 22,2 |
80-85 | 9 | 50,0 |
Fuente: Entrevista psicológica semiestructurada a los adultos mayores.
Los resultados demostraron que los niveles de orientación temporal, espacial y personal, no cambiaron con respecto a la pre y pos intervención.
Sin embargo, en la atención se observó una diferencia significativa en la tarea de dígitos en regresión, antes y después de la estimulación cognitiva (z=-3,162, p=0,002), cambio que ocurrió en 10 sujetos, mientras que ocho mantuvieron los mismos valores en ambas mediciones.
La memoria verbal espontánea (memoria inmediata o a corto plazo), tuvo una variación importante en 12 sujetos, resultado estadísticamente significativo (z=-3,464, p=0,001).
Se produjeron transformaciones en el lenguaje, las que se identificaron en las tareas de comprensión (z=-2,714, p=0,007), fluidez verbal semántica (z=-3,419, p=0,001) y fluidez verbal fonológica (z=3,313, p=0,001). La lectura también tuvo cambios significativos (z=-2,236, p=0,025).
Las funciones ejecutivas (conceptual) mostraron cambios reveladores en las tareas de semejanzas (z=-2,646, p=0,008) y cálculo (z=-2,000, p=0,046). Las funciones ejecutivas motrices manifestaron transformaciones importantes en las tareas de posiciones de la mano derecha (z=-2,333, p=0,020), movimientos alternos (z=-2,646, p=0,008) y reacciones opuestas (z=-2,646, p=0,008). (Tabla 2)
DISCUSIÓN
El estudio permitió identificar las funciones cognitivas que más se encontraron afectadas en los adultos mayores y las que se modificaron con la estimulación cognitiva.
La orientación no mostró efectos significativos respecto a las dos etapas de implementación de la estimulación cognitiva, lo cual significa que el total de los sujetos se encontraron orientados en tiempo, espacio y persona. Estos resultados demuestran que la orientación es uno de los procesos que más se conserva en el envejecimiento. Estos resultados coinciden con la investigación realizada por Segura Cardona A y col.,8 donde la orientación fue una de las funciones que más se conserva en los adultos mayores.
La atención, sin embargo, mostró mejorías estadísticamente significativas en la tarea de dígitos en regresión. Esto se transcribe en mejorías, sobre todo, en la atención focalizada y selectiva. La tarea de detección visual no mostró cambios significativos. Los autores del estudio, consideran que se debió en gran parte a las limitaciones de estímulo de la tarea en forma grupal, ya que exige que los sujetos identifiquen una señal o figura dentro de un conjunto de elementos similares. Asimismo, el cálculo no ofreció mejorías significativas, ya que este es un proceso complejo donde confluyen varios factores entre los que se encuentran la capacidad atencional, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento, los cuales se presentan disminuidos en la tercera edad.9
La memoria inmediata a su vez, mostró efectos estadísticamente significativos después de la estimulación, los cambios más relevantes se observaron en la memoria verbal. Se demostró la efectividad de la estimulación sobre esta función, la cual está sujeta a alteraciones en los adultos mayores, lo que disminuye el volumen de información evocada a corto plazo; por lo tanto, se plantea que, mediante estimulación cognitiva, es posible aumentar el volumen de dicha información y mejorar el rendimiento cognitivo global de los adultos mayores. A diferencia del estudio de revisión realizado por Bruderer Hofstetter M, y col., donde la memoria verbal no sufrió modificaciones luego de la intervención realizada en más de tres estudios.10
Por otro lado, en el lenguaje las tareas de comprensión y fluidez verbal (semántica y fonológica), mostraron efectos significativos después de la estimulación cognitiva. Estos resultados coinciden con Rodríguez Martínez M y col.,11 y Fernández Ballesteros R y col., en sus investigaciones.12 Los autores consideran que los datos obtenidos concuerdan con los supuestos teóricos que explican, que el lenguaje es una de las funciones que más se conserva en el adulto mayor, así como una de las más favorecidas según la estimulación o el entrenamiento que se aplique.13,14
En la lectura existieron diferencias estadísticamente significativas, observadas en su modificación en cinco sujetos y la conservación de la función. Estos resultados confirman que la lectura, a pesar de ser un proceso cognoscitivo complejo en el cual confluyen otros procesos como el lenguaje, la memoria operativa, funciones visuales, la atención, y otros; puede ser estimulada de manera que permita a los adultos mayores conservar o mejorar esta función y propiciar mejorías en la realización de actividades de la vida diaria como leer la prensa, cartas, documentos personales y otras actividades.
Sin embargo, es importante señalar que, en la propia función de la lectura, en la tarea de escritura no se observaron efectos significativos con respecto a ambas mediciones. Esto se debe a que este proceso guarda relación con el grado de escolaridad que alcanza la persona en las enseñanzas primaria y secundaria básica. En los adultos mayores de la presente investigación, predominó el nivel de escolaridad secundario, seguido del nivel técnico medio, quienes demostraron conservar mayormente la escritura, lo que pudiera explicar dicho resultado. Resultados que coinciden con otros estudios realizados donde se explora la misma función.15
Por el contrario, las funciones ejecutivas si mostraron efectos estadísticamente significativos en cinco de las siete tareas evaluadas. Las tareas de semejanza, cálculo, posiciones de la mano derecha, movimientos alternos y reacciones opuestas, ofrecieron cambios con respecto a la primera evaluación. Esto permite afirmar que la estimulación cognitiva resultó efectiva para mejorar y conservar las funciones ejecutivas en los adultos mayores en estudio.
Esta función es una de las habilidades cognitivas más sensibles al proceso del envejecimiento y los cambios que se producen en las capacidades nombradas están asociados con la degeneración de la sustancia blanca frontal subcortical y de los ganglios basales. Esto trae consigo dificultades en el control inhibitorio, planeación, secuenciación, flexibilidad mental, concentración, entre otros.16,17 Estos resultados coinciden con otras investigaciones realizadas en adultos mayores.18,19
Como se pudo observar, la memoria de evocación o memoria a largo plazo mostró efectos significativos en las tareas de memoria verbal espontánea, memoria verbal por claves y memoria verbal por reconocimiento. Las tareas de memoria visuoespacial, no tuvo cambios con la estimulación como se puede apreciar por las variaciones de las puntuaciones medias. Los autores consideran que esto está relacionado con los cambios que se producen en la tercera edad como la pérdida de la memoria a largo plazo que, según algunos autores, parece no estar relacionada con la capacidad para almacenar información, sino con la habilidad para recuperarla.20
Por consiguiente, resulta necesaria la realización de tareas de estimulación para entrenar las funciones visuoespaciales, al no producirse variación en su rendimiento, puesto que no fue suficiente estímulo para favorecer la plasticidad cerebral y el aprendizaje en esta función. También exige una aplicación más individualizada que permita a los adultos mayores realizar las tareas con mayor esfuerzo cognitivo.
Estos resultados de manera general, imponen un reto a los profesionales de la Psicología y otras ciencias afines que trabajan directamente en la atención a los adultos mayores, para realizar acciones de entrenamiento, orientación y superación en el ámbito profesional que estimulen el desarrollo o conservación de las funciones cognitivas en los ancianos, debido a la significación práctica que tiene este tipo de intervención en la autonomía de estos pacientes. Así como promover estas acciones en cualquier ámbito de trabajo de manera individual y grupal, en aras de proveer una mejor percepción de la calidad de vida y prevenir el progreso de enfermedades asociadas a esta etapa del desarrollo.