Señor Director:
La leptospirosis afecta a millones de personas en el mundo, es considerada como una de las enfermedades "olvidadas o desatendidas" según la Organización Mundial de la Salud. Esta enfermedad se ha asociado con el síndrome hemorrágico pulmonar y con las catástrofes atmosféricas naturales o desequilibrios ambientales.1)
En Cuba, el Programa Nacional de Prevención y Control de la leptospirosis tiene entre sus objetivos reducir la incidencia en la morbilidad y mortalidad por esta enfermedad en el país. Durante los últimos años la leptospirosis ha afectado y provocado brotes vinculados fundamentalmente a adversidades climáticas, lo que demuestra las dificultades que enfrenta el sistema en cuanto a su vigilancia clínica, epidemiológica y microbiológica.2)
En el país la enfermedad se ha caracterizado por su comportamiento endemo-epidémico.3 La provincia de Pinar del Río, aunque ha mantenido un comportamiento al descenso, a pesar de confirmarse casos en todos los municipios, sigue siendo la enfermedad zoonótica de mayor difusión. La tendencia del número de enfermos ha sido a la disminución durante los últimos años, se mantiene el territorio como uno de los de mayor riesgo del país. Minas de Matahambres, San Luis, Sandino y Consolación del Sur, han sido los municipios de mayor morbilidad por leptospirosis en los últimos tres años, asociados en su mayoría a las labores agrícolas vinculadas con el cultivo del arroz, además de otros factores como es el incremento de las lluvias, los altos índices de infestación por roedores y el aumento de la crianza y/o convivencia con animales en las viviendas (cerdos, perros, bovinos etc)
Desde el punto de vista clínico, es un padecimiento que se presenta tanto en humanos, como en animales con una amplia gama de signos y síntomas que la confunden con otras enfermedades infecciosas de desarrollo agudo (4). Por tal razón ante un paciente con un síndrome febril agudo inespecífico siempre se bebe pensar en esta patología y hacer uso del método epidemiológico, un interrogatorio encaminado a la busca de factores de riesgo y el antecedente de contacto con roedores y vacunación.
Sin embargo, como nación tropical, se ve periódicamente amenazado por la aparición de situaciones epidémicas atribuibles a las diferentes serovariantes de la enfermedad en sus distintas regiones geográficas.
La vacunación empleada en Cuba no brinda inmunidad para todos los serogrupos existentes. Se ha reportado mayor incidencia de Ballum que de Pomona y Canícola, y se considera que la vacunación tiene una eficacia cercana al 80 %, lo que le confiere aun mucha valía.5
Es esencial resaltar que el médico y la enfermera de la familia tienen una amplia participación en las actividades del Programa Nacional de Prevención y Control de la leptospirosis, que se resumen en ingreso hospitalario de los casos sospechosos, identificación de nuevos grupos de riesgo, dispensarización del personal expuesto, control de foco, quimioprofilaxis con doxiciclina, vacunación a grupos de riesgo (población comprendida de 15 a 64 años), búsqueda activa de casos febriles. La eliminación del reservorio junto al personal de veterinaria comprende básicamente las siguientes acciones: desratización, saneamiento canino, vacunación de animales domésticos, detección de animales domésticos portadores y enfermo, tratamiento de animales domésticos portadores y enfermos. La capacitación del personal médico y paramédico, la atención médica oportuna y con calidad de los casos sospechosos y la educación sanitaria.
Durante el último cuatrimestre del año aumenta los casos sospechosos de leptospirosis y con ello la posibilidad de que la enfermedad este presente, por tanto, ante de cualquier paciente con un síndrome febril agudo hay que tener presente esta patología, por la variedad de sus cepas, la vacuna solo brinda inmunidad para tres serogrupos, por presentar un cuadro clínico florido.