INTRODUCCIÓN
La depresión es una de las condiciones de salud mental más frecuentes, y en la actualidad genera la mayor carga de enfermedad en el mundo.(1
Se describe como un estado psíquico en el cual se tienen desagrados, tristeza, culpa, lentitud psíquica y motora. Generalmente, se tiene pocos deseos de alimentarse, baja autoestima. Las personas con depresión pueden ser pesimistas llegar a tener ideas suicidas, en dependencia del grado de la depresión.2
Según la organización mundial de la salud (OMS): “el paciente con depresión presenta tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, cansancio y falta de concentración”.3)
Su presentación clínica puede ser variada, desde cuadros leves hasta graves. Estando descritas ciertas características asociadas a la depresión de difícil manejo, como número de síntomas, cronicidad, necesidad de hospitalización, recurrencia de episodios, riesgo suicida, otras comorbilidades psiquiátricas entre otras; que retardan la recuperación.4
La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, biológicos y psicológicos. Por ejemplo, los que se ven afectados por enfermedades físicas graves entre ellas enfermedades crónicas o cáncer, pueden sufrir depresión. Jugando también los determinantes sociales un papel importante en la prevalencia de la depresión.5
Es de vital importancia el diagnóstico adecuado del episodio depresivo en pacientes hospitalizados, ya que se encuentran variables perjudiciales para la adherencia teniendo como referente trastornos emocionales como ansiedad, depresión, desesperanza. Los cuales afectan la evolución de la enfermedad debido al efecto que desarrollan en la adherencia terapéutica, pudiendo complicar el cuadro orgánico y el estado emocional de los pacientes.6
Se han realizado varios estudios y publicaciones por años aceptando la presencia de síntomas depresivos provocando una discapacidad superior a la descrita de enfermedades medicas comunes como son la diabetes, artritis, hipertensión y parecida a la desarrollada por las enfermedades cardiovasculares.7
En la actualidad el manejo terapéutico de la depresión ha presentado numerosas y profundas dificultades, incrementándose aún más debido al descenso de la practica psicoterapéutica, incluyendo a pacientes y profesionales. Se debe trabajar más para el desarrollo de esta terapia de gran utilidad siendo muy utilizada en muchas partes del mundo evidenciándose resultados positivos en investigaciones y publicaciones recientes, por lo que se hace muy importante analizar este fenómeno, principalmente con la terapia cognitivo conductual, siendo la indicada en la depresión.
Se define la terapia cognitiva conductual, como una intervención o tratamiento psicológico utilizada en varios trastornos psíquicos, destacándose la depresión. El modelo terapéutico es esencial cuando se ven involucrados trastornos de personalidad, estresores psicosociales, intentando cambiar las creencias y los pensamientos que llevan al paciente a tener esta enfermedad, desarrollando el pensamiento lógico y racional de su situación y sus posibles respuestas. Se debe prestar atención al uso excesivo en las técnicas conductistas debido a la variabilidad de los diagnósticos y al número y la intensidad de sus síntomas, lo que se recomienda un fortalecimiento mayor de la terapia, y reducir el número de abandonos y con esto aumentar la cantidad de personas que se benefician de la terapia.8
Por lo que la presente investigación tiene como principal objetivo determinar la efectividad de la terapia cognitiva conductual en el episodio depresivo leve y moderado en pacientes hospitalizados en el Hospital General Docente Abel Santamaría Cuadrado durante julio 2020 y junio 2021.
MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva y transversal en pacientes hospitalizados con diagnóstico de episodio depresivo leve y moderado en el Hospital General Docente Abel Santamaría Cuadrado de la ciudad de Pinar del Río en el periodo comprendido de julio 2020 a junio 2021. El universo y la muestra coinciden y está constituido por 94 pacientes con episodio depresivo leve y moderado con necesidad de intervención psicológica durante el proceso de hospitalización. Se excluyeron de la muestra aquellos pacientes con diagnósticos por intoxicaciones y trastornos psiquiátricos.
Como fuentes de información fueron revisadas las historias clínicas de los pacientes estudiados, donde se incluyen los enfermos hospitalizados con 60 años y más, en ellos se realizó la identificación de los síntomas y su gravedad, así como la mejoría de la sintomatología más frecuente en ambos diagnósticos, dentro de los que se citan la disminución de la atención y concentración, perdida de la confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad, ideas de culpa e inutilidad, siendo las complicaciones más frecuentes, la cronificación de los síntomas, recaídas, cambios emocionales, cambios del estado de humor, disminución de los síntomas depresivos y disminución de la ansiedad.
Se cumplieron de forma estricta los principios éticos establecidos en las normas relacionadas con el manejo de historias clínicas. Se siguieron los principios éticos básicos de beneficencia, no maleficencia, justicia y respeto a las personas. Se respetaron los principios de la bioética según lo establecido en la declaración de Helsinki para la realización de estudios investigativos en seres humanos.
RESULTADOS
En la distribución de pacientes según sexo y edad hubo predominio del grupo de edades en más de 60 años. Así como el sexo femenino para un 63,7 %. (Tabla 1)
Edad al diagnóstico (años) | Sexo | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Masculino | Femenino | |||||
No. | % | No. | % | No. | % | |
20-29 | 6 | 16,6 | 7 | 12,06 | 13 | 28,66 |
30-39 | 3 | 8,33 | 8 | 13,8 | 11 | 22,13 |
40-49 | 6 | 16,6 | 12 | 20,7 | 18 | 37,3 |
50-59 | 8 | 22,2 | 15 | 25,9 | 23 | 48,1 |
60 y mas | 13 | 36,1 | 16 | 27,6 | 29 | 63,7 |
Total | 36 | 38,2 | 58 | 61,7 | 94 | 100 |
Fuente: historia clínica
En la revisión que relaciono la disminución de los síntomas y los criterios clínicos de repercusión se observó que la perdida de la atención y concentración, pérdida de confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad fueron los más encontrados con el 100 % y 97,87 % respectivamente. La disminución de la perdida de atención y concentración fue observada en el total de los casos. (Tabla 2).
Fueron poco frecuentes las complicaciones del episodio depresivo presentadas, la cronificación de los síntomas predominó con dos casos, lo que representó el (1,72 %). (Tabla 3)
DISCUSIÓN
Destaca en el perfil sociodemográfico como la mayoría de los participantes son del sexo femenino, lo que coincide con publicaciones recientes donde la prevalencia de trastornos depresivos es más elevada en las mujeres.9
La depresión en la mujer es dos veces más frecuente que en los hombres, siendo la etapa reproductiva la de mayor incidencia de 25 a 44 años de edad. Destacándose entre los factores asociados conflictos intrafamiliares y psicodramas en la niñez. (10
Se percibe una gran prevalencia de trastornos depresivos en la población en general como en un elevado número de pacientes psiquiátricos y de mayor incidencia en pacientes con otras enfermedades. Teniendo gran coincidencia los datos presentados en investigaciones reciente,7) siendo mayor la prevalencia en las edades de más de 60 años, en el estudio realizado.10
Entre muchos de los problemas señalados por los investigadores se destacan el modo en el que se estructuran los síntomas depresivos, vinculados con diversas enfermedades y sus síntomas acompañantes en esta edad y en otras culturas. Por lo que se considera desarrollar investigaciones teniendo presente estos criterios.
En muchos estudios se ha podido confirmar como la cantidad de los síntomas que caracterizan la depresión pueden cambiar según el contexto donde se desenvuelva el sujeto. Además de verse la presencia de relaciones con algunas variables sociodemográficas y de salud, como la importancia de la sociedad en las normas, las costumbres, los estilos de vidas estando muy vinculado con el estrés y la depresión en varios contextos. (11
La depresión es la consecuencia de interacciones complejas entre factores sociales, biológicos y psicológicos. siendo, los que se ven afectados por enfermedades físicas graves entre ellas enfermedades crónicas o cáncer, pueden sufrir depresión. Jugando también los determinantes sociales un papel importante en la prevalencia de la depresión.5
Entre los síntomas más destacados que presenta la persona deprimida se encuentran baja autoestima, perdida de la vitalidad, perdida del disfrute de actividades que anteriormente le eran placenteras, pérdida del apetito, perdida de la atención y concentración, presencia de ideas pesimistas y hasta llegar a tener ideas suicidas en dependencia del grado de la depresión.(2
La terapia cognitivo conductual (TCC), Es la estrategia de intervención clínica más utilizada y con mejores resultados en todo el mundo. Opera sobre las conductas, los pensamientos, las emociones y las respuestas fisiológicas disfuncionales del paciente.
La psicoterapia es de un valor fundamental cuando están presentes estresores psicosociales, dificultades interpersonales o trastornos de personalidad.8
La terapia antidepresiva depende en gran medida de la intensidad y de las características de la depresión sobre la base de los aspectos siguientes.
- Terapia psicológica: es la más empleada en la actualidad. Según su fundamentación psicológica, es la terapia cognitivo conductual. como una intervención o tratamiento psicológico utilizada en varios trastornos psíquicos, destacándose la depresión. El modelo terapéutico es esencial cuando se ven involucrados trastornos de personalidad, estresores psicosociales, intentando cambiar las creencias y los pensamientos que llevan al paciente a tener esta enfermedad, desarrollando el pensamiento lógico y racional de su situación y sus posibles respuestas. Se basa en el cambio de estilo de interpretación del mundo por parte del paciente afectado de depresión.12
A través de la clínica psiquiátrica y psicológica y a la gran variabilidad de síntomas característicos de la depresión y diferenciándolo de todo lo que se excluye muchos pacientes revelan depresión, síntomas de ansiedad, frustración, relacionados con su salud física y con el deseo de abandonarlo todo, siendo fácil identificar malestares físicos como irritabilidad, ansiedad, desanimo, humor depresivo, llanto, apatía y mucho más grave, deseo de morir y suicidio. entre los síntomas somáticos más destacados se presentan perdida de reactividad emocional a acontecimientos y circunstancias ambientales placenteras, perdida marcada del apetito, trastornos del sueño, pérdida de peso si el episodio se prolonga más de un mes, perdida marcada de la libido interfiriendo todos en el bienestar orgánico y emocional de paciente.6
Se considera de vital importancia el conocimiento y manejo de la terapia cognitiva conductual, si se conoce que las variables que afectan la adherencia tenemos la presencia de trastornos emocionales como ansiedad y depresión además del estado de desesperanza. Los cuales interfieren en la evolución de la enfermedad por el efecto que provoca en la adherencia a los tratamientos, pudiendo complicar la sintomatología orgánica e impactar nuevamente en el estado orgánico y emocional del paciente.6
Se concluye que resultó efectiva la terapia cognitiva conductual en pacientes con diagnóstico de episodio depresivo leve y moderado disminuyendo la mortalidad y comportamientos asociados. La terapia cognitiva conductual se muestra como una intervención efectiva en pacientes con diagnóstico de episodio depresivo leve y moderado en la Institución hospitalaria.