INTRODUCCIÓN
El trastorno afectivo bipolar (TAB) es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la alternancia de episodios afectivos como la depresión, la manía o la hipomanía, que se alternan con periodos de estabilidad clínica o eutimia.1
Los primeros casos de episodios bipolares fueron descritos en el siglo II después de la era común por Arateus de Capadocia, posteriormente Kraepelin, reporta las psicosis maniacodepresivas entre 1904 y 1921.2
Se estima que en la actualidad el TAB afecta a más del 1 % de la población mundial, independientemente de su nacionalidad, raza o estatus socioeconómico1 y se ha afirmado que la prevalencia de seis meses es de aproximadamente el 0,5 % de la población, la edad de comienzo estaría alrededor de los 20-25 años, y en un 25 % de los casos se diagnostica antes de los 17.3
En España la tasa de prevalencia anual es del 1,5 %. En cuanto al género, las mujeres suelen tener más episodios mixtos y depresivos, el hombre se caracteriza por reiterados episodios maníacos de mayor duración, donde la frecuencia de padecerlo es dos veces más elevada en mujeres que en hombres.4
Ha sido precisamente la alta prevalencia de los trastornos del estado de ánimo en la población general, que hoy por hoy se consideraba infraestimada por los sistemas de clasificación, lo que ha motivado al Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5) a adoptar una perspectiva dimensional.5
En Cuba, existen escasas investigaciones relacionadas con los aspectos epidemiológicos de esta enfermedad.6 Por su elevado impacto a nivel ocupacional, funcional y social está considerada como una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial. Además, su complejo curso clínico declina una inminente dificultad diagnóstica, acompañado de un complicado tratamiento psicofarmacológico. (4
La presente investigación tuvo como objetivo caracterizar a los pacientes con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en el Hospital Psiquiátrico Provincial “Luis Ramírez López” del municipio Guantánamo, provincia de Guantánamo, en el año 2021.
Universo
El universo lo constituyeron 41 pacientes diagnosticados con trastorno afectivo bipolar según el Departamento de Registros Médicos y Estadísticas del Hospital Psiquiátrico Provincial “Luis Ramírez López”, todos cumplieron los criterios de inclusión.
Criterios de inclusión
Se trabajó con 40 pacientes conformado por aquellos mayores de 18 años de edad, con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar. Se excluyeron aquellos con historias clínicas incompletas.
Variables y recolección de datos
Se revisaron las historias clínicas de los pacientes y se recogieron en un formulario diseñado por los autores, estos datos incluyeron las siguientes variables: la edad, el sexo, procedencia, raza, tipo de episodio al ingreso, escolaridad, estado civil y hábitos tóxicos.
Procesamiento estadístico
Para el procesamiento y análisis de la información se creó una base de datos en una hoja de cálculo de Microsoft Excel 2016 y a partir de estos se llenaron las tablas. A través del paquete estadístico SPSS 23,0; se obtuvieron los indicadores descriptivos, así como los totales y los porcentajes.
Aspectos éticos
Para la realización de la presente investigación se solicitó la aprobación por parte del Comité de Ética Médica y de Investigación del Hospital Psiquiátrico Provincial “Luis Ramírez López” del municipio Guantánamo, provincia de Guantánamo, en el año 2021, toda la información obtenida se utilizó únicamente con fines científicos y se tuvieron en cuenta los principios éticos dictados en la II Declaración de Helsinki.
RESULTADO
En la distribución de los pacientes según la edad, se observó el predominio del grupo etario mayor de 60 años lo que representa 30 %, seguido del grupo de 31 a 40 años para un 25 %. La edad media de pacientes con trastorno afectivo bipolar fue de 49,3 años, en la distribución por sexo, se observaron mayor número de casos féminas con 34 pacientes para 85 %, 26 pacientes proceden de zona urbana para un 65 % y la raza mestiza fue representativa con 30 pacientes para un 75 %.
Tabla 1. Pacientes con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar según edad, sexo, procedencia y raza. Hospital Psiquiátrico Provincial “Luis Ramírez López”. Guantánamo, en el año 2021.
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Fuente: Historia Clínica
Se constató que 24 pacientes para un 60 % del total de pacientes, son del sexo femenino con el diagnóstico de TAB en episodio maniaco al ingreso.
Tabla 2. Pacientes con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar según sexo y tipo de episodio al ingreso.
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Fuente: Historia Clínica
Se puede apreciar según el tipo de escolaridad que primó el nivel preuniversitario con un 47,5 %, y el estado civil al ingreso hospitalario en su mayoría fue de pacientes solteras con un 65 %.
Tabla 3. Pacientes con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar según escolaridad y estado civil.
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Fuente: Historia Clínica
Dentro de los hábitos tóxicos se puede apreciar la alta incidencia de pacientes bajo el consumo de café con un 37,5 %.
DISCUSIÓN
Según la OMS, alrededor de 450 millones de personas en el mundo viven afectadas por un trastorno mental o de la conducta, además las afecciones mentales se encuentran entre las principales causas de discapacidad.4 Un estudio realizado por Méndez CJI y Lara TH,7 notificó que el grupo más afectado comprende el de adulto joven, lo que discrepa de lo publicado, pues en este estudio incidió la población mayor de 60 años, aunque los adultos jóvenes no estuvieron muy por debajo de cifras significativas, esto demuestra la importancia de lograr en la población una adecuada salud mental en todas las edades sobre todo en las edades extremas de la vida.
En cuanto al sexo estos resultados (tabla 1) coinciden con los publicados por Ovejero García S,8 en su tesis doctoral y con Gago Velasco B,9 donde predominó el sexo femenino, y difiere de lo reportado por Latorre Cabero R,10 quien refiere que no parece haber diferencia en cuanto al sexo en los pacientes diagnosticados con TAB.
Según Gago Velasco B,9 las mujeres presentan con más probabilidad ciclos rápidos, síntomas depresivos y estados mixtos, y tienen patrones de comorbilidad que difieren de los de los hombres, lo que las posiciona en un nivel de riesgo para esta enfermedad y justifica que en la presente investigación incide el sexo femenino con TAB en episodio al ingreso maniaco, lo que coincide con lo informado en el estudio realizado por Valdivieso-Jiménez G,3 donde el sexo femenino predominó en todos los grupos, con 63,5 % para la fase maniaca.
Yanchaliquín CD,11 en su tesis plantea que el 76,7 %, se consideran mestizos y el 23,3 % blancos, lo que se asemeja a lo reportado, los autores consideran que la raza es algo que varía según la etnia de cada población en estudio.
Ovejero García S,8 plantea en su tesis, en cuanto al estado civil que, la mayoría de la muestra estaban casados y el 32,2 % de los pacientes tenían un nivel de estudio, de educación primaria, y solo el 9,2 % tenía estudios superior, muy divergente de lo reportado, lo que denota que en esta población el estado civil soltero y el nivel educacional elevado estuvieron de manifiesto, pues esto demuestra que estas personas pueden desarrollar una vida independiente, asociarse a buenas fuentes de trabajo que le permitan llevar una vida adecuada en cambio por los estados de ánimo tan inestables a los que ellos se enfrentan se les dificulta llevar una relación amorosa duradera.
En este estudio observamos cómo el consumo de café como hábito tóxico ha desplazado a las otras sustancias dañinas que históricamente han azotado a la humanidad en disimiles enfermedades. El café como droga psicoactiva tiene la capacidad de aumentar el estado de ansiedad en estos pacientes que ya cuentan con una predisposición a la ansiedad propia de su enfermedad.
Según Cruzado L, et al.,12 describe que se han reportado casos en el cual el consumo excesivo de cafeína en un paciente sin y con diagnóstico previo de TAB alcanzaron etapas de verdadera manía, lo que representa un hábito tóxico modificable y altamente controlable en estos pacientes para mejorar su calidad de vida y evitar las crisis propias del TAB.