Introducción
Son pocos los centros de salud que reportan casos de pacientes con úlceras por presión (UPP), debido a que se considera, entre otras causas, que su aparición puede deberse a malos procedimientos sanitarios, lo que traería consecuencias en la evaluación de la institución. Se establece que en el 95 % de los casos estas úlceras son potencialmente evitables1 si se aplican correctamente las indicaciones para su tratamiento; sin embargo, la presencia de las UPP resulta constante y su prevalencia tiene niveles considerables en todo el mundo.
En un estudio piloto realizado en 5947 pacientes en 25 hospitales de cinco países europeos, la prevalencia de las UPP fue de 18,1 %, con afectaciones mayores en el sacro y los talones.1
La úlcera por presión afecta de forma local a la piel y los tejidos subyacentes. Esta se origina por la presión, las fuerzas de cizallamiento, la fricción o una combinación de todas las mencionadas,2 y los procedimientos básicos para su tratamiento están establecidos, los cuales, no en pocos casos, producen dolor en el paciente. Los trocánteres, las áreas anatómicas del hueso isquión, los calcáneos y el sacro son las regiones donde con mayor incidencia se presentan las UPP; también, en la región anterior de la cabeza, pero realmente son poco frecuentes.
Sin embargo, los métodos convencionales no siempre resuelven el problema, y la búsqueda y aplicación de nuevos tratamientos ha sido una constante en la labor de los investigadores para lograr cicatrizaciones en corto tiempo, sin dolor y de manera no invasiva.
En este artículo se presentan los resultados de la aplicación de la estimulación eléctrica en el tratamiento de una UPP localizada en la región occipital.
Presentación del caso
Paciente chilena de 56 años de edad, que padece de diabetes mellitus no especificada y presenta cetoacidosis diabética. Ingresó en la Clínica San Juan de Dios de Santiago de Chile el 31 de marzo de 2020, debido a la presencia de un cuadro de dolor abdominal en el hipocondrio derecho, asociado con un episodio de vómito, que evolucionó con disnea.
Del estudio inicial se obtuvo la presencia de una taquicardia de 130 ppm aproximadamente y en el examen de laboratorio se obtuvo ácido láctico (4,1 mmol/L), leucocitos (18 000), PCR (10 mg/L), potasio (3,9 mmol/L), lo que permitió determinar que la paciente presentaba un cuadro compatible con cetoacidosis diabética severa e hiperglicemia sostenida. A pesar de presentar buenas condiciones generales, estar bien perfundida e hidratada y no tener lesiones en la piel, ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado grave y necesitó reanimación por metas.
Para la infección tuvo tratamiento empírico de piperacilina/tazobactam, vancomicina y aciclovir y durante 10 días recibió respiración artificial. Finalmente se observó pérdida de sensibilidad y de reflejos en las cuerdas vocales, con parálisis completa bilateral y edema local.
La permanencia en cama, casi sin movilidad alguna, provocó la aparición de una UPP en la región occipital, con dimensiones superficiales aproximadas de 10 x 5 cm y un 100 % de tejido esfacelo. Los restos inflamatorios y necróticos de tejidos fueron extirpados para facilitar la limpieza quirúrgica y la cicatrización de la lesión.
A través del Programa de Procesamiento de Imágenes (ImageJ),3 que permite la medición del área y el perímetro, se obtuvo un área superficial inicial de la úlcera de 64,04 cm2 y un perímetro de 36,04 cm.
La paciente recibió tratamiento postural, se le aplicó hidrogel y se mantuvo con gasa elástica Eslastomull, pero no se observaron resultados satisfactorios y se decidió la aplicación de la estimulación eléctrica.
Aplicación de la estimulación eléctrica
El tratamiento de la UPP se realizó con el empleo del estimulador eléctrico Stimul W®, desarrollado por investigadores de Combiomed, Tecnología Médica Digital,3 centro de investigación-producción y comercialización cubano.
Stimul W® es un estimulador eléctrico con dos canales de salida, utilizado con el objetivo de prevenir y acelerar la cicatrización de úlceras dérmicas de diversa etiología. Patentado y registrado en Cuba y en otros países, emplea pulsos bifásicos simétricos con frecuencia de 40 Hz, una duración de 300 µs para cada pulso, a través de dos canales de salida independientes. El tratamiento resulta no invasivo e indoloro, y se aplica a través de electrodos autoadhesivos desechables.
Este equipo médico se ha empleado en el tratamiento de diversas úlceras de diferentes etiologías, como úlceras varicosas, úlceras del pie diabético y otras, además de las UPP. En más de dos décadas de aplicación de este tipo de tratamiento en las UPP, de un total de 1260 úlceras tratadas, se ha logrado la cicatrización en 1191, lo que implica una efectividad cercana al 89 %.4,5,6
La figura 1 muestra los resultados alcanzados en 672 pacientes portadores de 714 UPP -hubo algunos con más de una úlcera- en diferentes zonas del cuerpo, durante las pruebas de campo realizadas con el estimulador mencionado. Los tiempos de cicatrización oscilaron entre los 21 y 49 días, según el tamaño, el grado y el estado de la úlcera, con un promedio de efectividad de 95,25 % para este tipo de lesión.
Se aplicó este tratamiento en las zonas que comúnmente han sido referidas por la literatura internacional; sin embargo, no se tenían referencias del uso de esta técnica en pacientes que presentaran UPP en la cabeza, específicamente en la zona occipital. De ahí el estudio de este caso para comprobar si la estimulación eléctrica también era efectiva en la zona antes referida y si el tiempo de cicatrización se incluía dentro del rango alcanzado en las restantes lesiones tratadas, situadas en otras zonas del cuerpo humano.
Evolución del tratamiento con estimulación eléctrica
El tratamiento con estimulación eléctrica comenzó el 15 de mayo de 2020. Durante el tiempo de hospitalización se le aplicaron dos sesiones diarias de 30 minutos cada vez y después de su salida del centro hospitalario comenzó a recibir el tratamiento de manera ambulatoria, con una sesión diaria, también de 30 minutos.
Se seleccionaron las opciones terapéutica y sincrónica en el estimulador, con valores en la escala de 8 (aproximadamente 1,5 mA) en los dos canales (4 electrodos adhesivos), y ajuste de la intensidad de estimulación hasta lograr un efecto sensitivo. La posición de los electrodos de los canales de estimulación en cada una de las sesiones de tratamiento aplicadas se muestra en la figura 2, donde las numeraciones de los electrodos corresponden al canal de estimulación al cual están conectados en el estimulador. Obsérvese que los electrodos se colocan en la zona sana de la piel, lo más cercanos posible a la lesión. La piel de esta zona se rasura como parte de la preparación para el tratamiento y para garantizar una correcta conexión entre el estimulador y el paciente.
A los 11 días de iniciado el tratamiento se observaron mejorías significativas relacionadas con la cicatrización de la lesión: la úlcera pasó a ser de grado I, el tejido de granulación alcanzó un 98 % de toda el área de la lesión, no existía tejido necrosado y las dimensiones superficiales habían disminuido de manera sensible: longitud (5,5 cm) y anchura mayor y menor (entre 1,8 y 0,5 cm respectivamente).
Al transcurrir un mes de iniciado el tratamiento resultaba notable la disminución de las dimensiones de la UPP y el mejoramiento general de la lesión. Se observó que la longitud disminuyó a 3 cm y solamente existió un valor de anchura de 1,5 cm. Mediante el programa ImageJ se obtuvo un área de 10,129 cm2 y un perímetro de 15,49 cm.
Finalmente, al transcurrir 42 días de iniciado el tratamiento se consideró por los especialistas que la úlcera estaba cicatrizada. Más del 98 % del área de la úlcera estaba en proceso de epitelización y el 2 % restante, aproximadamente, presentaba tejido de granulación (Fig. 3). No obstante, el tratamiento continuó hasta que no quedaron vestigios de la lesión.
La granulación ocurrió a los 11 días de iniciado el tratamiento y la epitelización a los 38 días, con una velocidad promedio de cicatrización de 13,5 cm2/semana.
El resultado reafirma la efectividad de la aplicación de la estimulación eléctrica en el tratamiento de las UPP.
Discusión
No se conocen evidencias internacionales de la aplicación de la estimulación eléctrica en una UPP localizada en la zona occipital. En el caso de Cuba, las únicas referencias sobre este tipo de tratamiento son las publicadas por Combiomed, en alusión al empleo de Stimul W®.4,5,6,7
El hecho de que existan pocos competidores con este equipo médico, diseñado y fabricado en Cuba, y que los resultados de su aplicación como tratamiento efectivo contra las úlceras de diversa etiología han resultado muy satisfactorios, unido a lo obtenido en este caso único, permiten establecer una alternativa valiosa para el tratamiento de estos tipos de lesiones.
El resultado permite considerar que el procedimiento aplicado con el empleo de la estimulación eléctrica es efectivo para lograr la cicatrización y, al mismo tiempo, acelerar este proceso. Además, proporciona una alternativa más para lograr el efecto esperado en regiones del cuerpo que podrían ser motivos de riesgos ante el paso de la corriente.