Introducción
Las enfermedades musculoesqueléticas son las causas más frecuentes de incapacidad en el mundo, lo que afecta gravemente la capacidad de las personas para desarrollar sus actividades habituales. Estas enfermedades figuran, entre las dolencias cuyo tratamiento es más costoso, debido a la atención a largo plazo que requieren, y consumen una media del 3 % del producto interno bruto total de los países desarrollados.1
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los trastornos musculoesqueléticos (TME) como problemas de salud del aparato locomotor que abarcan: músculos, tendones, esqueleto óseo, cartílagos, ligamentos y nervios. Los individuos pueden presentar desde molestias leves y pasajeras hasta lesiones irreversibles y discapacitantes, muchas de ellas causadas o intensificadas por el trabajo.
La OMS señala como factores que influyen en el desarrollo de TME los siguientes: ejercer demasiada fuerza, manipulación manual de cargas por periodos prolongados, manipulación de objetos de manera repetida y frecuente, trabajar en posturas perjudiciales, esfuerzo muscular estático, inactividad muscular, movimientos repetitivos, exposición a vibraciones, factores ambientales, riesgos físicos y factores psicosociales.2
El dolor musculoesquelético es un problema que afecta de forma creciente y universal a todos los sectores y ocupaciones. Las personas con dolor intenso reducen su rendimiento laboral seis veces más que las personas que no padecen dolor o lo padecen leve o moderada.3
Los TME son de gran preocupación en materia de seguridad y salud ocupacional, ya que no solo afectan la salud de los trabajadores, sino también de su entorno.4
Estas afecciones corresponden al 80% de los usuarios de servicios de fisioterapia ambulatorios, siendo el dolor el síntoma de consulta más frecuente.5 Teniendo en cuenta que los TME constituyeron durante el año 2016 la primera causa de consulta fisiátrica en el Hospital Militar Mario Muñoz de la provincia de Matanzas, se decidió realizar esta investigación con el objetivo de describir el comportamiento del proceso rehabilitador de los pacientes con este diagnóstico, para orientar futuras acciones preventivas y terapéuticas.
Materiales y método
Se llevó a cabo un estudio descriptivo, longitudinal y prospectivo en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Militar de Matanzas ¨Mario Muñoz Monroy¨, desde julio 2017 hasta diciembre de 2017. El universo estuvo constituido por los pacientes con diagnóstico de TME remitidos a la consulta de Medicina Física y Rehabilitación de dicho centro.
Las variables estudiadas fueron las siguientes:
Trastorno musculoesquelético diagnosticado: según diagnóstico previo realizado por especialista de ortopedia que lleva a cabo la remisión médica (cervicalgia, sacrolumbalgia, epicondilitis, tendinitis de muñeca, tendinitis rotuliana, dorsalgia, tendinitis del manguito de los rotadores y otros). En la categoría otros se incluyeron: tendinitis aquileana, epitrocleitis, tenosinovitis de quervain y tendinitis bicipital.
Duración de la crisis dolorosa: tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas dolorosos (según lo referido por el paciente) hasta el alta fisiátrica (el alta fue dada en ausencia de síntomas dolorosos y de incapacidad funcional).
Presencia de vínculo laboral: según lo referido por el paciente.
Incapacidad laboral asociada al TME: según tiempo de incapacidad laboral avalado por certificado médico.
Inicio del tratamiento fisiátrico:
Precoz: 10 o menos de 10 días transcurridos entre el inicio de los síntomas y el comienzo de la fisioterapia.
Tardío: más de 10 días transcurridos entre el inicio de los síntomas y el comienzo de la fisioterapia.
Cantidad de sesiones de tratamiento fisiátrico: cantidad de sesiones transcurridas hasta la alta médica
Los pacientes fueron valorados por el fisiatra en la consulta y recibieron el tratamiento rehabilitador protocolizado en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Militar de Matanzas para el TME específico diagnosticado. Al culminar 10 sesiones de tratamiento los pacientes fueron valorados nuevamente por el fisiatra determinando la alta médica o continuidad del tratamiento rehabilitador.
Los datos fueron recolectados en una planilla confeccionada al efecto, la cual incluyó las variables a estudiar, luego fueron procesados por el sistema Excel 2010. Los resultados se presentan en números absolutos y porcientos, exponiéndose en tablas y figuras. Se contó con el consentimiento de los pacientes para ser incluidos en el estudio.
Resultados
En los pacientes estudiados el TME más frecuente fue la sacrolumbalgia, presente en 57 de ellos (22,4 %), seguido de la cervicalgia en 51 (20,1 %) y la epicondilitis en 36 (14,2 %). El menos frecuente fue la tendinitis del manguito de los rotadores, que afectó sólo a 17 pacientes (6,7 %). (Tabla 1)
Trastorno Muscoesqueléticos | Pacientes | % |
---|---|---|
Sacrolumbalgia | 57 | 22,4 |
Cervicalgia | 51 | 20,1 |
Epicondilitis | 36 | 14,2 |
Tendinitis muñeca | 30 | 11,8 |
Tendinitis rotuliana | 23 | 9,1 |
Dorsalgia | 19 | 7,5 |
Tendinitis del manguito de los rotadores | 17 | 6,7 |
Otros | 21 | 8,2 |
Total | 254 | 100 |
La duración media de la crisis dolorosa asociada a los TME fue de 14 días. En el gráfico 1 se puede observar que la más extensa fue para la cervicalgia (19 días), seguida de la tendinitis del manguito de los rotadores (17 días) y la sacrolumbalgia (15 días). La duración media más corta correspondió a la tendinitis rotuliana y la bicipital (9 días).
De los 254 pacientes incluidos en el estudio, 213 se encontraban laboralmente activos (83,8 %) y de ellos 138 (64,7%) presentaron incapacidad laboral asociada al TME.
En la tabla 2 podemos observar que los diagnósticos que afectaron en mayor medida la capacidad laboral fueron la sacrolumbalgia, donde de 51 pacientes laboralmente activos, 42 (77,7%) presentaron incapacidad asociada; en el caso de la cervicalgia, 49 pacientes contaban con vínculo laboral y 37 se vieron temporalmente incapacitados (75,5%). El diagnóstico con menor afectación en el desempeño laboral fue la tendinitis rotuliana, donde de 21 pacientes que trabajaban sólo 7 (33,3%) presentaron períodos de incapacidad por esta causa.
Trastorno Muscoesquelético | Pacientes Laboralmente activos | Incapacidad laboral | |
---|---|---|---|
No | % | ||
Sacrolumbalgia | 51 | 42 | 77,7 |
Cervicalgia | 49 | 37 | 75,5 |
Epicondilitis | 36 | 15 | 41,6 |
Tendinitis muñeca | 27 | 11 | 40,7 |
Tendinitis rotuliana | 21 | 7 | 33,3 |
Dorsalgia | 17 | 11 | 64,7 |
Tendinitis del manguito de los rotadores | 15 | 8 | 53,3 |
Otros | 18 | 7 | 38,8 |
En 89 pacientes (35 %) el inicio del tratamiento fisiátrico fue precoz y en 165 (65 %) el mismo se inició de forma tardía.
La distribución de pacientes según cantidad de sesiones de tratamiento fisiátrico necesarias se muestra en la gráfico 2. En 67 (75,3 %) de los pacientes con un inicio precoz de la fisioterapia fueron necesarias 10 o menos sesiones de tratamiento, en 18 (20,2 %) de 11 a 20 sesiones y en 4 (4,5 %) más de 20.
De los pacientes con un inicio tardío de la fisioterapia, 84 (50,9 %) necesitaron 10 o menos sesiones, 70 (42,4 %) de 11 a 20 sesiones y 11(6,7 %) más de 20.
Discusión
Los TME más frecuentes en los pacientes estudiados fueron la sacrolumbalgia y la cervicalgia. Estos resultados coinciden con estudios realizados por otros investigadores.6
La sacrolumbalgia es una de las afecciones que con más frecuencia afecta el sistema osteomioarticular.7 Se estima que el 80% de la población la sufrirá en algún momento de su vida, es la enfermedad más costosa entre los 30 y los 60 años y una de las primeras causas de invalidez en los países industrializados y no industrializados.
En Cuba es un síntoma bastante frecuente en la consulta de atención primaria y tiene repercusiones socioeconómicas y laborales que cada vez más tienden a incrementarse.8
La cervicalgia constituyó el TME con duración media más prolongada. Esta entidad es considerada actualmente un serio problema de salud.9 Los músculos del cuello, salvo durante el reposo en cama, están sometidos a una contracción constante, incluso durante los períodos en que la persona permanece sentada, los músculos pertenecientes al cuello continúan con alto tono contráctil ejecutando movimientos o modificando postura.10
En el presente estudio los diagnósticos que afectaron en mayor medida la capacidad laboral fueron la sacrolumbalgia, seguida por la cervicalgia. Otros autores han encontrado resultados similares. En una investigación,11 llevada a cabo en Cataluña, se estudió una muestra amplia de más de 600.000 episodios de incapacidad laboral temporal por TME y fueron también estas algias vertebrales las de más frecuente presentación.
Los TME son las disfunciones más comunes relacionadas al trabajo,12 constituyen la primera causa de incapacidad temporal y suponen un alto costo económico derivado de la asistencia sanitaria y la pérdida de productividad de las empresas.13
En la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo llevada a cabo en España, el 74% de los trabajadores afirmó tener alguna molestia atribuible a posturas y esfuerzos derivados del trabajo remunerado.14
La Organización Internacional del Trabajo establece que las consecuencias de la sobrecarga muscular en las actividades laborales dependen del grado de carga física que experimenta un trabajador en el curso de un trabajo muscular, del tamaño de la masa muscular que interviene, del tipo de contracciones (estáticas o dinámicas), de la intensidad y de características individuales.15
Los pacientes con un inicio precoz de la fisioterapia necesitaron como promedio menos sesiones de tratamiento. Los agentes físicos actúan mediante uno o más tipos de energía que aportan al organismo y de esta manera influyen sobre los procesos biológicos, por lo que pueden contribuir a disminuir el tiempo de evolución, desinflamar, estimular la regeneración del tejido o disminuir el dolor.16
En el presente estudio la sacrolumbalgia fue el diagnóstico más frecuente y con mayor incapacidad laboral asociada. La afección con la duración media más extensa fue la cervicalgia. La mayor parte de los pacientes se incorporó tardíamente al tratamiento fisiátrico, por lo que debe trabajarse en la atención primaria de salud para lograr una incorporación precoz de los pacientes con TME a la rehabilitación.