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Humanidades Médicas
versión On-line ISSN 1727-8120
Rev Hum Med v.10 n.3 Ciudad de Camaguey sep.-dic. 2010
CÁTEDRA
La Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey en el proceso de fortalecimiento de valores desde el proyecto educativo estudiantil
La Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey en el proceso de fortalecimiento de valores desde el proyecto educativo estudiantil
Mercedes Bartutis Romero,I Rosa Aguirre del Busto,II Graciela López-Chávez Martínez,III Zulma María Antúnez VelozIV
I. MsC en Ciencias de la Educación, Licenciada en Filosofía, profesora auxiliar de la Universidad Médica de Camagüey Carlos Juan Finlay.Carretera Central Oeste, CP.70100, AP 144, Camagüey, Cuba. E.Mail mbr@iscmc.cmw.sld.cu
II. MsC en Trabajo Social, Licenciada en Filosofía, profesora auxiliar de la Universidad Médica de Camagüey "Carlos Juan Finlay".
III. Licenciada en Filosofía, profesora Asistente de la Universidad Médica de Camagüey "Carlos Juan Finlay"
IV. Licenciada en Filosofía, profesora Instructora de la Universidad Médica de Camagüey "Carlos Juan Finlay"
RESUMEN
Dentro del proceso de Universalización de la Educación Superior cubana, el fortalecimiento de valores constituye un desafío para las universidades. En este trabajo se aborda la necesidad de perfeccionar el proyecto de trabajo educativo de la brigada estudiantil, mediante el protagonismo de los educandos, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
Palabras clave: valores sociales; estudiantes; Facultades, Medicina; Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey
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ABSTRACT
Within the Universalization process of the Cuban Higher Education, the strengthening of values represents a challenge for universities. This paper deals with the necessary improvement of the educational work project of the group, in which students play a leading role, at the Faculty of Medicine of the Medical University of Camagüey.
Keywords: social values; students; Schools, Medicine; Medical University of Camagüey
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INTRODUCCIÓN
La idea de que la Universidad cumple significativas funciones sociales, en la producción, distribución, intercambio y consumo de conocimientos, pero sobre todo en una perspectiva más general, está llamada a fomentar el desarrollo sostenible del territorio y el país en un contexto de creciente complejidad del entorno social, nacional e internacional. A tono con estas transformaciones se puede aseverar, que la Educación Médica Superior cubana se implica cada vez más en un proceso revolucionario de modificaciones profundas, donde todo el colectivo laboral desempeña un papel protagónico.
Al valorar que el entorno universitario cubano ha desenvuelto una tradición de casi tres siglos en la participación directa de los cambios más trascendentales que ha vivido el país y con mayor fuerza, en los últimos cincuenta años de Revolución, es pertinente significar, que en correspondencia con los desafíos que implican una época de continuos cambios, los docentes y educandos se encuentren apropiadamente preparados para satisfacer su encargo social.
En estas nuevas condiciones la labor educativa adquiere una gran importancia y un carácter complejo en el modelo de hombre que la sociedad desea formar. El contenido del trabajo educativo está determinado por los objetivos y tareas planteadas por la escuela, objetivos que definen los métodos, medios y formas organizativas que adquiere el mismo, según las características específicas del centro en que se realiza. Así esta labor educativa en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey se corresponde con los objetivos del modelo de egresado que la sociedad quiere formar.
Para su realización, es necesario el esfuerzo coherente y coordinado del colectivo de profesores encargados de unificar el conjunto de factores que inciden en el proceso de la formación integral de la personalidad del estudiante, donde es fundamental el proceso de educación en valores.
La formación de valores es una prioridad a considerar por parte del Ministerio de Educación de Cuba, por eso está incluida dentro de las direcciones fundamentales de su estrategia, junto a las asignaturas priorizadas, la vinculación del estudio con el trabajo, la teoría con la práctica, la interrelación con las organizaciones políticas y de masas, así como el trabajo preventivo.
El grado de complejidad de esta problemática exige a los profesores que trabajan en la Educación Médica Superior, la necesidad de perfeccionar las vías y formas para desarrollar el trabajo educativo encaminado a la formación de valores; así como su capacitación. De ahí la importancia de organizar y planificar el trabajo educativo en estas instituciones.
Todas estas ideas con respecto al trabajo educativo y la relación Universidad-Sociedad corroboran la necesidad de proyectos educativos que favorezcan el fortalecimiento del sistema de valores humanos, contribuyendo de ese modo a enriquecer el trabajo educativo.
Por eso, el objetivo de la investigación está orientado a ponderar las experiencias de un colectivo de investigadores sobre el proceso de fortalecimiento de valores, desde el proyecto educativo estudiantil de la brigada, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
DESARROLLO
Abordar brevemente la historia de las transformaciones producidas en la Universidad, como institución encargada por excelencia de generar profesionales con un pensamiento crítico y de largo alcance, para el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros pueblos, se considera un momento imprescindible de esta aproximación, teniendo en cuenta que la misma es un actor determinante en la cristalización de una idea propia de país o nación, proceso que se remonta a varios siglos atrás en la civilización occidental.
Diversas han sido las reflexiones realizadas sobre el papel desempeñado por las universidades en su devenir histórico, funciones que se relacionan con las condiciones económicas y sociales de las diferentes sociedades. Su función social, a pesar de ser amplia, se puede concretar en su aspecto de formación de profesionales. Al respecto se plantea: “[…] formar ciudadanos responsables y comprometidos; proporcionar los profesionales que la sociedad necesita, desarrollar la investigación científica, conservar y trasmitir la cultura enriqueciéndola con el aporte creador de cada generación, actuar como memoria del pasado y atalaya del futuro, constituir una instancia crítica y neutral basada en el rigor y el mérito, que pueda ser por todo ello vanguardia a todas las escalas de solidaridad intelectual y moral.”1
Dentro de esa función social de la Universidad está incluida la enseñanza y desarrollo de la cultura; por lo que ésta no puede ser una institución cerrada, sino que debe estar al servicio de la sociedad, respondiendo a sus exigencias y necesidades, contribuyendo a la solución de los problemas que existan y sean de su competencia.
Entre las necesidades a las que la Universidad debe dar respuestas, también está la adaptación a la sociedad de la información y de las tecnologías; dando lugar a la interconexión de las distintas esferas de la vida humana; además del análisis de su impacto en los diferentes ámbitos de la ciencia, la tecnología, la economía y el mundo del trabajo; la atención a la diversidad de los estudiantes y la preocupación por alcanzar la excelencia académica.
“Otras de estas necesidades, es la preocupación por la dimensión ética en la formación universitaria y no puede abordarse de forma aislada, sin confundirse, ni identificarse con una «ética aplicada» relativa a la profesión del futuro titulado o titulada. Sólo a través de un cambio en la cultura docente del profesorado y de la institución universitaria será posible tal integración ética. El tratamiento pedagógico de lo ético en el ámbito universitario no es sólo cuestión de una modificación en el plan de estudios o de la incorporación de una nueva materia. Es, sobre todo, un cambio de perspectiva en relación con lo que hoy representa lograr un buen nivel de formación universitaria, y con lo que debería significar el compromiso con lo público de una universidad que pretende formar buenos profesionales y buenos ciudadanos y ciudadanas.”2
El aspecto relacionado con la formación ética de los profesionales ha adquirido una significación extraordinaria, sobre todo, a partir de los profundos cambios que han ocurrido en el mundo, desde lo económico, político, ideológico, en el desarrollo científico-técnico, que demandan de las universidades la necesidad de atender con urgencia el problema de los valores humanos en la formación profesional. Ello implica promover en los estudiantes un sistema de valores éticos profesionales, valores políticos, estéticos, ecológicos, así como su compromiso con la sociedad.
Con relación al reto que tienen las universidades, la Educación Superior ha de emprender la transformación y la renovación más radical, de forma que la sociedad contemporánea, que en la actualidad vive una profunda crisis de valores, pueda trascender las consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones de moralidad y espiritualidad.
En Cuba, desde fines del siglo XVIII, ilustres cubanos comenzaron a luchar por transformar y modernizar los estudios universitarios. Ellos comprendieron que la Educación Superior necesitaba ser reformada y debía dar respuestas a las necesidades sociales, pero sus ideas lograron algunas modificaciones; pero al triunfar la Revolución, en enero de 1959, fue que se llevaron a cabo transformaciones radicales en la Educación cubana, especialmente en la Educación Superior, incluyendo la Educación Médica.
Respecto a este proceso de cambios, se expresa: “En enero de 1962 el gobierno revolucionario realiza la reforma universitaria, importante momento histórico que permite determinar las tendencias de la Educación Superior en Cuba en estos años y mediante lo cual, entre otros aspectos, se modificó el régimen de gobierno universitario, se reorganizó las estructuras de las universidades, se inició el desarrollo de investigación científica y se crearon nuevas carreras.”3
Al comenzar los cursos para trabajadores a inicio de los años 70 ocurre un proceso de transformaciones dirigido a un nuevo incremento del acceso a la Educación Superior. En el curso 1976-1977 existía, al menos, una institución de educación superior en 10 de las 14 provincias del país, con especial énfasis en las universidades médicas y pedagógicas. En este periodo se crean unidades docentes para propiciar una mayor integración de la docencia, la producción y la investigación, así como filiales y sedes universitarias.
A finales del año 1979 se introduce la educación a distancia para los que tenían el doce grado, ampliando, de esta forma, las fuentes y vías de acceso a los estudios universitarios. A partir de 1980 se incrementa la red de Centros de Educación Superior y la matricula universitaria se eleva a 310 000 en el curso 1986-1987.
Desde el año 2001 ha tenido lugar una nueva etapa en la Educación Superior cubana, que se refiere al proceso de Universalización que se está realizando y que redimensiona y enriquece la misión de la Universidad, poniéndola a tono con las nuevas exigencias planteadas por los cambios ocurridos en el mundo y especialmente en Cuba, desde la década del 90, donde se realizaron varias reformas económicas que influyeron en todas las esferas de la sociedad.
En el II Taller Nacional “La Universidad en la Batalla de Ideas”, efectuado los días 17 y 18 de enero del 2002, el Comandante en Jefe, en una intervención medular desarrolla un conjunto de aspectos esenciales en la concepción de lo que debía ser la municipalización y explicó como estas transformaciones elevarían cualitativamente la calidad de vida del ciudadano cubano.
En relación con este proceso se refiere: “La Universalización de la Educación Superior, como parte consustancial del proceso de Universalización de los conocimientos, se ha desarrollado en Cuba durante todos estos años y constituye la extensión de la Universidad y de sus procesos sustantivos a toda la sociedad a través de su presencia en los territorios, permitiendo alcanzar mayores niveles de equidad y de justicia social en la obtención de una elevada cultura integral de los ciudadanos.”4
Algunas de las transformaciones ocurridas con la Universalización son las siguientes: cambios en las instituciones universitarias tradicionales o sedes centrales e incorporación de nuevas sedes, aulas universitarias o micro universidades pedagógicas en todos los municipios del país. Todo ello ha permitido un incremento de nuevas fuentes de ingreso y tipos de cursos para estudios universitarios. De esta forma se inserta a la Universidad de forma revolucionaria y transformadora en La Batalla de Ideas que se está llevando a cabo en el país, como una forma de enfrentar las agresiones del imperialismo norteamericano, no es a través de las armas, sino mediante las ideas que son un poderoso instrumento que poseen las clases revolucionarias para llevar a cabo transformaciones sociales.
En estas condiciones, el desafío de este nuevo modelo pedagógico está en lograr que los estudiantes que provienen de diferentes programas, asimilen los estudios universitarios con responsabilidad y compromiso social, lo que se expresará en su sistemática dedicación al estudio, se hace más complejo el proceso docente educativo y se impone a los docentes la tarea de prestar una mayor atención a las diferencias individuales de los estudiantes y recibir una mayor preparación para enfrentar el proceso de educación en valores de los mismos.
También, la Universidad Médica ha estado inmersa en estos procesos de cambios. Desde agosto de 1961 se creó el Ministerio de Salud Pública y se produjo la reapertura de los estudios de Medicina, que se habían detenido desde 1956 por decisión del Consejo Universitario, ante la brutal represión de la dictadura policíaco-militar de Fulgencio Batista en la Universidad de La Habana. Se modifica el Plan de estudios vigente desde 1940 y se inicia un proceso ininterrumpido de perfeccionamiento de la Educación Médica Superior que no se ha detenido hasta la actualidad.
Se pueden mencionar algunos momentos relevantes, entre 1961-1962, se disminuye un año de estudio de la carrera y se añade el año de internado. En 1962 se inaugura la segunda Facultad de Medicina en Santiago de Cuba y la tercera en Santa Clara, en 1966. Se sustituyen cátedras por departamentos y aparecen nuevos espacios docentes: Psicología Médica, Metodología y Estadística, Organización de la Salud Pública e Historia de la Medicina. Son disciplinas que se introducen y que conforman las primeras transformaciones que se realizaron en los primeros planes de estudio.
La radicalización del proceso revolucionario y la renuncia pública de los estudiantes al ejercicio de la medicina privada en 1963, junto a los cambios protagonizados por el claustro profesoral, permitieron que se llevaran a cabo una gran reforma en los estudios médicos superiores iniciada desde enero de 1962.
Es imprescindible señalar que una fortaleza de los estudios médicos superiores, desde su concepción inicial en esta etapa, lo constituyó la comprensión de la unidad entre asistencia, docencia e investigación, integrando la práctica médica a todo el sistema docente y éste, a su vez, al asistencial. Se utilizaron para ello variadas formas, pero sobre todo aquella que emerge de la educación en el trabajo.
La universidad médica se independiza de las universidades y se profundiza un proceso de extensión de la Educación Médica Superior al interior del país, antecedente directo del actual desenvolvimiento de la Universalización de los estudios médicos superiores.
En 1980 se produce un salto cualitativo con la aplicación del programa del médico y la enfermera de las 120 familias y en la segunda mitad de la década de 1980 están creados cuatro Institutos Superiores de Ciencias Médicas en el país: Santiago de Cuba, Villa Clara, Camagüey y Ciudad de La Habana, 21 facultades de Medicina, una de posgrado y el Instituto Superior de Ciencias Médicas en el Hospital Militar Dr. Luis Díaz Soto.
Si bien desde 1978 se prioriza explícitamente la atención primaria, pues habían sido creadas las policlínicas integrales en 1970, desde 1986 se fundamenta la necesidad de la formación de médicos de familia, para luego ampliar éstos espacios de formación docente a las policlínicas, como escenario más cercano a la comunidad, con las tres especialidades básicas de Medicina Interna, Obstetricia y Pediatría.
Como parte del perfeccionamiento del proceso de Universalización, a partir del curso 2009-2010 se introducen nuevos cambios para el Sistema de Educación cubano, incluyendo la educación médica, han cambiado los requisitos para el ingreso a la Educación Superior: se comenzó a aplicar las indicaciones del descuento ortográfico y redacción en todas las carreras, y los estudiantes que soliciten ingresar deberán realizar las pruebas de ingreso. Se presta especial importancia a asignaturas de formación general: Matemática, Historia, Español y Marxismo-Leninismo, que prácticamente habían ido desapareciendo.
Estos cambios, unidos a las aspiraciones de Cuba de construir una sociedad socialista, en un entorno caracterizado por una política hostil del imperialismo norteamericano hacia el país, desmembramiento del campo socialista y desenvolvimiento de la globalización neoliberal como otra forma de explotación, utilizada por los países capitalistas desarrollados hacia los países subdesarrollados, distancian en alguna medida a Cuba, de las transformaciones que estaban ocurriendo en el entorno internacional, relacionadas con los retos que debería asumir la Universidad en los finales del siglo XX e inicios del XXI.
Fortalecimiento de valores desde el proyecto educativo de la brigada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey
En este centro existe una gran diversidad de investigaciones y tesis de maestrías que han enriquecido el trabajo educativo de su colectivo de profesores, en particular, los profesores guías, como educador por excelencia, designado a la atención de un grupo o brigada, para atender las diferencias individuales en el proceso docente-educativo y la formación y consolidación de valores durante un largo período de su formación.5
Para el diseño del Proyecto Integral de Trabajo Educativo a nivel de brigada por parte del profesor guía y los demás profesores del equipo de investigación, se ha tenido en cuenta la propuesta metodológica para el diseño del proyecto integral del trabajo educativo, donde se define “proyecto de trabajo educativo como un sistema lógico, secuencial de habilidades profesionales relacionadas entre sí, con enfoque interdisciplinario, necesarias para fortalecer la labor del personal docente responsabilizado en el proceso formativo, con el objetivo de diseñar el proyecto educativo donde se incluyan acciones con la intervención de los factores que participan en el proceso de socialización del individuo, en coordinación armónica con la brigada de estudiantes y el colectivo pedagógico de año, que presuponga la formación integral de la personalidad acorde con el modelo del profesional en una determinada institución educativa.6
En el contexto de la Universalización, el proyecto educativo de la brigada constituye un importante instrumento de trabajo para el profesor guía, que le permite organizar todo un sistema de influencias educativas a través de la actividad y la comunicación con los estudiantes, sobre la base de un adecuado diagnóstico individual, psicopedagógico y sociopolítico posibilitándoles realizar compromisos individuales y colectivos en correspondencia con la misión de la institución, sus intereses y características personológicas; tiene como fundamento integrar todas las estructuras: docente, investigativa, extensionista, asistencial, política y administrativa, teniendo en cuenta las nuevas condiciones histórico-sociales que imponen la Universalización de la Educación Superior, con las particularidades de los territorios, en aras de lograr un profesional formado en el compromiso de ofrecer su servicios con alta calidad, altruismo y solidaridad.5
El diseño del proyecto educativo de la Brigada A2 del primer año, de la Facultad de Medicina, fue realizado teniendo en cuenta las habilidades planteadas en la propuesta metodológica mencionada anteriormente y en base a las insuficiencias planteadas a partir diagnóstico psicopedagógico y sociopolítico, realizado al iniciar el curso escolar 2009-2010, en el que se incluyeron preguntas relacionadas con la composición familiar de personalidades de la cultura y la literatura, con cualidades y valores importantes que deben reunir los profesionales de la salud. Las habilidades que se tuvieron en cuenta para diseñar el proyecto son:
- Realizar el diagnóstico psicopedagógico y sociopolítico.
- Determinar las dificultades a partir de los resultados del diagnóstico.
- Formular los objetivos específicos para eliminar las dificultades.
- Realizar una adecuada caracterización del grupo en los planos sociológico, ideopolítico y académico.
- Diseñar el Proyecto Integral de Trabajo Educativo, con la participación activa y protagónica de la Brigada, liderado por el equipo de trabajo educativo, que lo componen el presidente de la Brigada y el secretario general de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Asimismo, determinan los valores a trabajar en correspondencia con:
- Los resultados del diagnóstico y la caracterización.
- El modelo ideal social a formar.
- Las necesidades, intereses, motivaciones y fines del sujeto.
Los estudiantes operacionalizan el trabajo con los valores, para lo cual:
- Definen el contenido que expresa el valor.
- Determinan los rasgos cualitativos que caracterizan la manifestación de tal valor, expresando las cualidades, actitudes y conductas.
- Seleccionan métodos, procedimientos, técnicas para fomentar determinados valores a través de las actividades que realizan.
Las dificultades detectadas en el diagnóstico psicopedagógico y sociopolítico se expresan a continuación:
- Desconocimiento de hechos significativos de la historia de Cuba,
- Insuficiente conocimiento de cualidades necesarias que deben reunir los profesionales de la salud.
- Estudiantes que no supieron diferenciar cualidades de los valores.
- Poco conocimiento de personalidades relevantes en diferentes esferas de la sociedad.
Con el propósito de eliminar estas deficiencias se plantearon los siguientes objetivos:
- Profundizar en el conocimiento de la Historia de Cuba.
- Valorar por parte de los estudiantes cualidades importantes que deben poseer los profesionales de la salud.
- Investigar sobre personalidades relevantes en la esfera de la Medicina, la cultura, la política, etc.
Además, la formación del capital humano en esta esfera, presupone un profundo trabajo político-ideológico, que contribuya al compromiso de los especialistas con el proceso de trasformaciones revolucionarias, que tienen lugar en Cuba, América Latina y otras regiones, en las que Cuba presta su colaboración.
Es vital, entonces, profundizar en la memoria histórica, para concientizar, desde un contexto latinoamericano y tercermundista, la necesidad de un ejercicio de la medicina, que implique un nivel real de accesibilidad e inclusión en los programas de desarrollo social, de las grandes mayorías empobrecidas y excluidas, a partir de modelos privados e inhumanos, impuestos al mundo por el imperialismo hace ya mucho tiempo.
Este objetivo se desarrolla a través de los turnos de reflexión y debate, espacio que debe redoblar su dimensión como tribuna formativa, posibilitando desde una óptica revolucionaria, el intercambio de ideas, criterios, entre los estudiantes y con las brigadas estudiantiles, potenciando el desarrollo de valores como: el patriotismo, el internacionalismo, el antiimperialismo, el altruismo, el espíritu de sacrificio, la responsabilidad, la honestidad y la consagración, que son fundamentales para el modelo de egresado que la sociedad cubana necesita.
Parte de los conocimientos previos adquiridos por los estudiantes en su vida cotidiana, debe vincularse al trabajo con los valores, con acontecimientos nacionales e internacionales, con determinadas conductas que contribuyan a realizar la autorreflexión, el debate, las valoraciones y que esto incida en la formación y modo de actuación del estudiante. Se realiza a través de un debate guiado por estudiantes previamente seleccionados, con la utilización de técnicas y donde prevalezca el protagonismo estudiantil. Es el marco apropiado para que los estudiantes interactúen con los factores de la institución.”7
En esos turnos se debatieron reflexiones de Fidel, personalidades de la cultura, la literatura, discursos de dirigentes políticos y otras personalidades que han desempeñado un papel protagónico en la Batalla de Ideas que se lleva a cabo en la sociedad cubana actual. Entre las reflexiones analizadas estuvo Cristianos sin Biblias, donde los estudiantes fueron capaces de realizar valoraciones con respecto a la los valores y principios de los profesionales de la salud en Cuba. En otra reflexión, Conciencia tranquila, relacionada con una empresa dedicada a la producción de equipos médicos, los estudiantes analizaron la actitud asumida por parte del Gobierno norteamericano, que no permite que ninguna empresa comercie con Cuba e impone sanciones a los que no respeten su voluntad, comentaron lo expresado por Fidel cuando señaló: “No le cerraremos el paso a ninguna firma que desee producir y comerciar tecnologías médicas. Aceptaremos gustosamente cualquier rectificación. La humanidad tiene problemas muy serios que enfrentar. Ojalá no se produzca un desastre con nuestra especie y muchos podamos tener la conciencia tranquila por haber realizado el máximo esfuerzo para evitarlo.”8
Además, varios estudiantes investigaron sobre la vida de personalidades como el famoso médico cubano Carlos Juan Finlay, la importancia que tiene para Cuba la actividad política del Mayor Ignacio Agramonte, la significación para los profesionales de la salud del humanismo de Ernesto Che Guevara y la trascendencia de la vida de José Martí. Se valoró la importancia de hechos históricos tales como el día 24 de Febrero que tiene mucha significación para Cuba, ya que se reinicia una nueva etapa de las guerras por la independencia nacional. Se profundizó en el conocimiento de la vida de Amalia Simoni, esposa de Ignacio Agramonte, a través de una visita a la Quinta Simoni donde ella vivió.
El Proyecto educativo de la Brigada, se concretó en las acciones siguientes:
Dimensión curricular:
- Se realizó el compromiso estudiantil de asistencia y puntualidad a clases.
- Se chequearon los resultados de las evaluaciones sistemáticas, parciales y finales.
- Los estudiantes participaron en los encuentros de conocimientos de varias asignaturas.
- Análisis de las diferentes fechas históricas en el marco del programa de Filosofía y Salud.
- Participación de los estudiantes en la Jornada Científico-Estudiantil con trabajos que avalan la calidad del centro de Educación superior en que estudian.
Dimensión sociopolítica:
- Se investigó sobre algunas personalidades de la cultura, la medicina y literatura.
- Debatieron el código de ética médica y algunas reflexiones de Fidel relacionadas con los profesionales de la salud.
- Investigaron valores como el humanismo, la responsabilidad, la consagración, el internacionalismo, la honestidad y el patriotismo.
- Realizaron la guardia estudiantil todos los meses.
- Participaron en varias actividades políticas para conmemorar diferentes fechas históricas.
- Participaron en actividades de defensa de la Patria.
- Se realizaron visitas sistemáticas a la residencia estudiantil, para atender la disciplina y comportamiento de los mismos.
Dimensión de extensión universitaria.
- Se realizaron tres reuniones de padres durante el curso para intercambiar con los mismos sobre comportamiento y situación académica de sus hijos.
- Se realizó la campaña de higienización en la comunidad, por parte de los estudiantes en dos etapas, para contribuir a eliminar enfermedades que azotan a Cuba.
- Visitaron varios museos: Ignacio Agramonte, Quinta Simoni, Casa Natal Ignacio Agramonte.
- Participaron en la actividad por el 17 de noviembre que es el Día del Estudiante.
- Participación de familiares en el concurso “La familia más creativa”, que se realizó el Día del Estudiante
- Participaron en la Tertulia Finlay realizada como homenaje a esta gran personalidad de la medicina cubana.
- Obsequiaron objetos a la comisión evaluadora en el proceso de Acreditación de la carrera de Medicina.
- Divulgaron actividades del trabajo educativo de la facultad, a través de la radio y la televisión.
- Brindaron información al colectivo estudiantil sobre las tradiciones y cultura de Ghana.
- Realizaron actividad en el grupo por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.
- Participaron en la inauguración de los juegos interfacultades y en varias actividades deportivas.
- Participaron en el festival de artistas aficionados a nivel de base y provincial.
- Se realizaron tres reuniones de padres durante el curso para intercambiar con los mismos sobre comportamiento y situación académica de sus hijos.
CONCLUSIONES
La Educación Médica Superior cubana se implica cada vez más en un proceso revolucionario de modificaciones profundas, donde todo el colectivo laboral desempeña un papel fundamental, incluyendo aquellos actores que aparentemente no tienen que ver en forma directa con la docencia.
El tema de los valores es de una importancia vital y sobre todo a partir de la introducción del nuevo modelo pedagógico que amplió el acceso de estudiantes a carreras universitarias hasta el curso 2008-2009.
Para cumplir con el objetivo esencial de la sociedad cubana de formar profesionales con una preparación integral, es necesario perfeccionar los métodos y formas de realizar el trabajo educativo por parte de los profesionales responsabilizados con esta tarea. El proceso de Universalización de la Educación Superior en Cuba confirma la necesidad de incorporar a la familia de los estudiantes a los proyectos educativos para la formación de sus hijos.
La investigación realizada expresa las experiencias de un colectivo, para contribuir al proceso de fortalecimiento de valores desde el proyecto educativo de la brigada en la facultad de Medicina de la universidad médica camagüeyana, donde se trazaron acciones por parte de los estudiantes en correspondencia con las dimensiones curricular, sociopolítica y de extensión universitaria, respondiendo a sus necesidades e intereses. En la elaboración de este proyecto los estudiantes desempeñaron un papel protagónico, orientados por el equipo de investigación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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3.Benítez Cárdenas F,Hernández Gutiérrez DE,Pichs Herrera B.El impacto de la Universalización de la educación Superior en el proceso educativo.Innovación educativa 2006;6(30):3.
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5. Lafaurié Ochoa Y, Garrido Lena L, Figueredo LLera R, Cossio Figueroa RN, González Juan F, Rodríguez Flores M. Manual Metodológico para el Trabajo Educativo y la Extensión Universitaria. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Médicas, 2009. P. 9, 16
6. Socarrás Sánchez S. Propuesta metodológica para el diseño del proyecto educativo en la Universidad Médica Camagüeyana. Camaguey, Cuba: 2008, p14, 15-26.
7. Socarrás Sánchez S. Manual cómo el profesor guía puede perfeccionar el trabajo educativo. Universidad Médica de Camaguey, Cuba: 2009, p.35
8. Castro F. Reflexiones. Disponible en http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2009/09/10/reflexiones-de-fidel-la-conciencia-tranquila/
Recibido: 12/06/2009
Aprobado: 20/07/2010
Mercedes Bartutis Romero. Msc en Ciencias de la Educación, Licenciada en Filosofía, profesora auxiliar de la Universidad Médica de Camagüey Carlos Juan Finlay.Carretera Central Oeste, CP.70100, AP 144, Camagüey, Cuba. E.Mail mbr@iscmc.cmw.sld.cu