INTRODUCCIÓN
Es de suma relevancia establecer en la formación de pregrado el desarrollo de la investigación y en vínculo estrecho con el desarrollo de las habilidades clínicas que exige el proceso de formación del egresado dela carrera de Medicina. Para el futuro desempeño profesional, el graduado debe dominar los saberes inherentes a la búsqueda permanente de información científica lo cual, además, repercute en un empleo efectivo de las habilidades clínicas que a su vez debe desarrollar.
A nivel global la investigación científica se ha expandido progresivamente, sin embargo, la cantidad de médicos que participan en esta actividad ha reducido su número debido a la creciente sobrecarga de trabajo de la práctica misma y en la progresiva especialización disciplinar que por defecto tiende a excluir como prioridad la formación específica en investigación científica.1,2
En el transcurso de la formación e, los médicos al investigar no solo perfeccionan la toma de decisiones diagnósticas, sino que también mejoran el modo de brindar las orientaciones terapéuticas y los cuidados a los pacientes.3
En el contexto chileno, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y la Academia Chilena de Medicina (ACM) definen como requisito en el perfil de egreso de un médico general, competencias asociadas a habilidades de investigación. 4,5 Conscientes de esta necesidad, en Chile se han llevado a cabo reformulaciones educativas fundamentales en las escuelas de Medicina, tendientes a rediseñar curricularmente los planes de estudios y optimizar las prácticas de enseñanza-aprendizaje, con la idea de formar profesionales receptivos a los cambios demográficos y sanitarios, con altos estándares de calidad. 6
Este rediseño declara importantes avances enfocados en el desarrollo balanceado tanto de habilidades clínicas como de habilidades investigativas en la formación de futuros médicos.(6) Por lo tanto, los objetivos de esta revisión se centraron en consultar y analizar literatura científica para establecer la importancia de la formación de habilidades de investigación en el pregrado, además de determinar cuáles son aquellas habilidades y atributos que deben estimularse durante el proceso de formación de un futuro médico.
Para ello, se realizó una revisión de tipo descriptiva de la literatura con el fin de identificar los tópicos pertinentes que se relacionen con los lineamientos del presente trabajo. Se han revisado las siguientes bases de datos; PubMed, ERIC (Education Resources Information Center) y Scielo. Los criterios de selección de los trabajos escogidos se encuentran determinados por los objetivos de este escrito y su calidad a través de una lectura crítica.
DESARROLLO
Aproximación a la investigación para médicos en formación
La manera en que la universidad forma a sus futuros investigadores determina su permanencia profesional a largo plazo; para Ortega-Loubon, Zúñiga-Cisneros, Yau, Castro, Barría-Castro, Lalyre, Silva, Rodríguez-Barría et. al.,7 resulta una característica distintiva axial y contribuye al potencial científico de un país. En tanto, Bayat y Salehiniya8 señalan que el acercamiento de los estudiantes a la investigación desde inicios de pregrado, no solo contribuye a infundir entusiasmo hacia esta actividad, sino que además promueve la mejora en sus desempeños individuales y colectivos, incrementando su rendimiento académico, mejorando su percepción de eficacia personal y académica, junto con fomentar su motivación de continuar estudios de postgrado que les habiliten como investigadores, presupuesto con el que coinciden Russell, Hancock y McCullough.9
Para el Comité de Educación Superior de la Academia Chilena de Medicina,5 el acercamiento a la investigación promueve habilidades tales como: análisis crítico, habilidades de investigación, comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo, todas ellas asociadas a la práctica clínica e inciden directamente en ellas (5). Al respecto, como competencia clínica, Slater,10) invita a promover una sensibilidad investigativa en los estudiantes como una competencia ligada siempre a la construcción del conocimiento científico
Se han revisado 18 mallas curriculares de las escuelas de Medicina adscritas a la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH) que representan más del 80 % de las escuelas de medicina a nivel nacional. En el procedimiento se ha corroborado la importancia que las casas formadoras han dado a este tópico, evidenciando que todas las escuelas han insertando asignaturas relacionadas con investigación: estadística, epidemiología, metodología investigativa o unidades de investigación dentro de la formación pre clínica (primeros años de formación). En sus plataformas virtuales de difusión informan además actividades tales como: congresos y conversatorios de estudiantes, foros de investigación con investigadores destacados, tutorías, mentorías, programas de inmersión y ayudantías de investigación.5
El inculcar un espíritu de investigación, constituye un principio del Comité de Educación Superior de la Academia Chilena de Medicina.5) Mientras que Laidlaw, Aiton, Struthers y Guild2 señalan que tiene un efecto directo en la promoción de al menos siete habilidades y atributos específicos relacionados con el desempeño profesional médico aún cuando se considere o no en su actividad laboral. Dentro de estos atributos y habilidades se señalan:
Curiosidad y mente inquisitiva.
Visión global y conocimiento básico.
Análisis crítico y capacidad de síntesis.
Posicionamiento de la evidencia científica a base de la práctica profesional.
Ética y gobernanza en la comprensión integral de los dilemas éticos y límites bajo los cuáles mueve su práctica.
Capacidad para trabajar en equipo.
Capacidad de comunicar asertivamente.
Incorporar estas habilidades a la investigación como un eje del desarrollo profesional, garantiza que se potencien mejores resultados a corto, mediano y largo plazo, tanto a nivel académico, como profesional.11
Una forma de operacionalizar la promoción de este espíritu investigativo, se logra si en las mallas curriculares se adopta el término de formación para la investigación para referirse al conjunto de acciones orientadas a favorecer la apropiación y desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias en investigación para que, tanto estudiantes como profesores, puedan desempeñarse con éxito en actividades productivas asociadas a la investigación científica. De esta manera se prepara el terreno para escalar a espacios de desarrollo tecnológico, emprendimiento e innovación en el sector académico, público o privado.12
Formación en investigación en estudiantes de pregrado
En medicina humana la toma cotidiana de decisiones frente a los consultantes se realiza considerando los lineamientos de la medicina basada en evidencia. En este contexto, de acuerdo con Cruz-Vargas y Alatrista,13 el estudiante necesita dominar nociones al menos básicas de cómo apropiarse de las herramientas dadas por la investigación para poder aplicarlas en la solución de los dilemas propios de la práctica de su futura profesión.
Al decir de Bausela Herreras,14 la investigación formativa está centrada en promover el desarrollo de competencias investigativas a través del acercamiento de los estudiantes a actividades específicas que estimulan el pensamiento analítico, reflexivo, crítico y metacognitivo. Teniendo esto en cuenta, Miyahira15 considera que los estudiantes con talento, disposición y motivación por investigar deben ser en primera instancia descubiertos, guiados y formados en un ambiente académico que valore estas habilidades y facilite las condiciones de continuidad y desarrollo de estas habilidades en el transcurso de toda su formación.
En este ambiente, la investigación formativa exige al académico facilitador, adoptar estrategias de enseñanza y metodologías diversas que resalten el carácter complejo, dinámico y progresivo del conocimiento investigativo como una cualidad a la base de las habilidades clínicas. 15
En un estudio realizado por Chang y Ramnanan16 se evaluó la actividad de investigación de estudiantes de pregrado de Medicina y se reveló que tenían una actitud positiva y de apertura a la actividad de investigación, del mismo modo, estuvieron a favor de que forme parte de sus planes de estudio, ya sea de manera obligatoria o electiva. El principio que sustentó su participación, se erige sobre el presupuesto de que al aplicar el conocimiento del aula a las experiencias del mundo real, percibieron que podrían acortar la brecha entre lo académico y la aplicación práctica optimizando sus propias competencias profesionales.
Restrepo17 advierte que es importante hacer una distinción entre lo que es la investigación formativa y la investigación científica. Si bien no son excluyentes, la primera está vinculada al pregrado y a la especialización médica, y la otra es más propia de la continuación de estudios de maestría o doctorado.
El proceso de formación del estudiante es continuo y permanente, se gesta en el pregrado y se sistematiza en el posgrado, de ahí que el desarrollo de las habilidades investigativas condiciona un exitoso y más seguro desempeño debido a que pertrechan al individuo de los conocimientos necesarios que lo habilitan para la búsqueda de soluciones, mientras que el dominio de las habilidades clínicas garantiza la toma de decisiones certeras dadas la naturaleza y complejidad del momento frente al paciente. Ambos dominios se desarrollan en estrecha relación y se alcanzan en la medida en que se logre la planificación y ejecución del proceso de formación a partir de la correspondencia entre los propósitos y metas a corto, mediano y largo plazo, sobre la base de un proyecto bien concebido desde lo curricular.
CONCLUSIONES
La literatura reafirma la idea de que la investigación formativa es una actividad clave en el avance de las ciencias e incide directamente en las habilidades clínicas. Se configura como una estrategia de enseñanza-aprendizaje que promueve la validación del método científico como lineamiento necesario a la base de cualquier respuesta disciplinar definida.
El incorporar más o menos la investigación formativa en las mallas curriculares y al quehacer del estudiante, depende por un lado del perfil de egreso que cada escuela quiera establecer y por otro de la planificación estratégica que el centro formador proponga para lograrlo.
La sensibilidad hacia la investigación desde lo formativo como competencia de egreso en un perfil médico, pareciera estar inserta en todo el continuo de la formación independientemente de la declaración o no de ella desde lo curricular.
Si el análisis se rige exclusivamente en la revisión de mallas curriculares, las asignaturas relacionadas directamente con la investigación o promoción del espíritu investigativo quedarían sub-representadas. Por esta razón se hace necesario ahondar en el currículum indirecto u oculto recabando información desde aquellas actividades e iniciativas propias que nacen tanto desde el mundo académico como desde los propios estudiantes, que permitan relevar la importancia de la investigación formativa al servicio de las competencias profesionales asociadas a las habilidades clínicas.