Introducción
El cáncer constituye una de las principales causas de morbimortalidad en todo el mundo, de allí que sea considerado un verdadero problema de salud en todas las regiones. Cerca del 5 % de la enfermedad se localiza en la cavidad bucal y representa una entidad nosológica verdaderamente compleja, con importantes implicaciones sanitarias y socioeconómicas. Algunos estudios epidemiológicos la sitúan entre los diez primeros tipos de cáncer, esto significa que anualmente se diagnostican como promedio 300 000 casos nuevos. También se plantea que se producen aproximadamente 8,3 muertes por 100 000 habitantes al año y representa poco más de 400 000 fallecimientos. Se ubica en el sexto lugar dentro de las principales causas de muerte. (1,2)
El Anuario Estadístico de Salud del año 2015, reporta que en ese año se produjeron 783 muertes por cáncer en cavidad oral y orofaringe, lo que representó 34 fallecimientos menos que el año anterior, para una tasa de mortalidad de 7,0 por cada 100 000 habitantes. Esto conllevó a ocupar el onceno lugar dentro de todas las neoplasias malignas, lo que concuerda con estadísticas de países del primer mundo. 3
Es más común en pacientes de 50 años en adelante y, en muchos países, es más frecuente en hombres que en mujeres. Es una enfermedad multifactorial, en la que el tabaco y el alcohol juegan un papel muy importante, pero se puede prevenir al evitar los factores de riesgo pertinentes, así como acudir a revisiones anuales al dentista. 4,5 Otros factores de riesgo para la aparición del cáncer bucal y que son compartidos por muchos investigadores son: la edad del paciente, irritación crónica producida por dientes filosos o prótesis mal adaptadas, mala higiene bucal, avitaminosis A, C y E y los compuestos químicos empleados en algunas profesiones (níquel, textiles, ácido sulfúrico), así como las infecciones por el Virus del Papiloma Humano que es lo más novedoso. 6,7
En Cuba, el cáncer es la segunda causa de muerte para todos los grupos de edad, únicamente superada por las enfermedades del corazón. El cáncer bucal ocupa el sexto lugar entre todas las localizaciones de las neoplasias. (8
El Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la Población en Cuba, contiene el Programa de Detección de Cáncer Bucal (PDCB), que a su vez integra el Programa de Control de Cáncer. El Ministerio de Salud Pública cubano en 1986 dispuso con carácter oficial el PDCB, que tiene como objetivos la disminución de la morbilidad y mortalidad del cáncer bucal. Se estableció así, que al seguir la metodología de examen de la cavidad bucal, se examinen a todos los pacientes que acudan en la atención primaria a la consulta de Estomatología o en pesquisajes a la población en busca de alteraciones del complejo bucal.9,10 En la cavidad bucal las lesiones pueden afectar la mucosa del carrillo, el reborde alveolar superior o inferior, las encías, el paladar duro y blando, la lengua y el suelo de la boca, estas dos últimas localizaciones son unas de las más frecuentes y por tanto las que más motivan consultas médicas, cirugías, tratamientos oncológicos y muertes.11 El piso de boca constituido solo por tejidos blandos y carentes de planos de referencia ósea, representa una de las regiones más delicadas de la cavidad oral. Es un espacio que contiene a las glándulas salivales sublinguales, conducto excretor de la glándula submaxilar, así como elementos vasculares y nerviosos muy importantes. Los planos anatómicos son más difíciles de identificar, por lo tanto un conocimiento muy preciso de la anatomía local resulta indispensable.12,13 Su presentación, las particularidades e implicaciones pronosticas que reviste el asiento de lesiones a este nivel, obligan a que las autoridades de salud presten gran interés, partiendo de profundizar en su comportamiento dentro de la población, para de esta manera perfeccionar los protocolos de atención y prevención de la enfermedad.14,15 Esta investigación pretende caracterizar a la población con cáncer de suelo de boca atendidos en el Hospital María Curie de la provincia Camagüey en un periodo de 7 años, analizando las variables sociodemográficas: edad, sexo, factores de riesgo asociados, sintomatología clínica y características anatomoclínicas de las lesiones.
Material y métodos
Se realizó un estudio observacional descriptivo y retrospectivo, con el objetivo de caracterizar a la población con cáncer en suelo de boca, en pacientes atendidos en consulta externa del servicio de cabeza y cuello del Hospital Oncológico María Curie de la provincia Camagüey, en el período de enero del año 2011 a enero de 2018.
Se estudiaron las variables: edad, sexo, factores de riesgo, sintomatología clínica y características anatomoclínicas de las lesiones. El universo de estudio quedó constituido por todos los pacientes con cáncer en suelo de boca, atendidos en el servicio de dicho hospital en el período de estudio y que además cumplieran los criterios de inclusión y exclusión. La cifra ascendió a un total de 34 pacientes.
Se realizaron las revisiones de las historias clínicas de los pacientes con este diagnóstico. Luego la información se vació en una ficha de recolección de datos diseñada y llenada por los autores. Se dividió en 5 grupos etarios: 30 ≥ 39 años, 40 ≥ 49 años, 50≥ 59 años, 60 ≥ 69 años, 70 o más años de edad. El sexo se determinó según sexo biológico descrito al nacer en masculino o femenino y los factores de riesgo que se describieron en las historias clínicas fueron: tabaquismo, alcoholismo y prótesis defectuosas. Estos criterios fueron incluidos según la apreciación del especialista en Cirugía Máxilo Facial.
Posteriormente estos datos fueron procesados estadísticamente. Los datos se procesaron en una Computadora Pentium IV a través del procesador estadístico SPSS (Statistic Package for the Social Science) versión 10.0 para Windows.
Resultados
El cáncer de suelo de boca apareció principalmente en el grupo de 60-69 años con el 41,17 % de los casos estudiados, el sexo masculino representó el 76,47 % de los pacientes. (Tabla 1).
En cuanto a la presencia de factores de riesgo se encontró un predominio del tabaquismo, con un 73,52 %; de esta manera casi la totalidad de los pacientes con esta enfermedad fumaban. (Tabla 2).
Como se pone de manifiesto en la Tabla 3 se encontró un predominio de pacientes que referían dolor en la primera consulta, con un 47,05 %, seguido en frecuencia por los que se encontraban asintomáticos, con un 26,47 %, que acudieron por ser remitidos de otros niveles de atención. Conocer las características y formas clínicas en las que se puede presentar un cáncer oral, es muy importante para el profesional de la salud en general, pero sobre todo para los estomatólogos de todas las especialidades. En cuanto a las características anatomoclínicas de presentación de los tumores de suelo de boca, la mayoría correspondió a lesiones ulceradas; con un 35,29 %, seguido de las exofíticas para un 23,52 %. (Tabla 4).
Discusión
Se reconoce que el cáncer oral es más frecuente en hombres, lo que tiene que ver con una mayor expresión en estas personas de los principales factores de riesgo de la enfermedad, en este caso el hábito de fumar y el alcoholismo, que son problemas de salud, donde los hombres no han dejado de tener el papel protagónico. (11, 16)
En Cuba una investigación realizada en el Hospital General Docente "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso" de Santiago de Cuba, que incluyó a 28 pacientes con cáncer bucal, observó que el 53,5 % de los mismos eran hombres y en el mismo centro primó la edad de 50-69 años con un 50 %. 17 Pérez Delgado 18 encontró un predominio de afectados que se hallaban en la quinta década de la vida. Ceola Schneider 19 en Brasil, señala que el 81,6 % de los afectados eran hombres con una media de edad de 57,1 años. Gouvêa Campêlo;20 en el estado de Paraíba, reporta un 80 % de hombres afectados, con una media de edad de 62,59 años. Verdecia Jiménez21 en Holguín en un estudio de mortalidad, señaló que el mayor número de fallecidos fue en el sexo masculino con un 77 % y 77,3 % en los años 2002-2006 y 2007-2011; así como de las edades de 70-79 años.
El hábito de fumar es uno de los riesgos más encontrado dentro de la población y su frecuencia está en ascenso entre hombre y mujeres, pero sobre todo en estas últimas. Su asociación al cáncer oral puede ser directa sobre la mucosa oral dada por la exposición de la mucosa al calor mantenido de la combustión del cigarrillo, también por los efectos a este nivel de los cancerígenos contenidos en el humo. Además se debe a los efectos de la absorción de estos, cuando se inhala el humo del cigarrillo. Una vez en el torrente sanguíneo, son capaces de interactuar con el ADN y generar cambios a nivel celular.(16,22,23,24)
Es importante señalar que existen otros factores que pueden condicionar la aparición de esta enfermedad y que en muchos casos pueden evitarse con un seguimiento estomatológico adecuado, este es el caso de prótesis mal ajustadas, obturaciones y dientes en mal estado, que muchas veces no se toman en cuenta y no se exploran a la hora de confeccionar las historias clínicas.11,14 Momares DB,25 en Chile halló un 63,5 % de enfermos con cáncer de suelo de boca en fumadores y un 52,1 % eran bebedores habituales. Un estudio en Brasil reporta que el 66 % eran fumadores y tomaban bebidas alcohólicas con frecuencia.20 Escalona Veloz,17 en un estudio en Santiago de Cuba reportó que el 89,2 % de los pacientes con esta enfermedad consumían alcohol asociado al hábito de fumar. Pérez Delgado,18 señala que más del 90 % de los cánceres a este nivel se asocian al consumo de cigarrillos. Se han propuesto varios mecanismos oncogénicos del alcohol: actúa como factor químico irritativo local, provoca una disminución del índice inmunitario, facilita la absorción de otras sustancias cancerígenas por su efecto cáustico sobre la mucosa bucal y su oxidación a acetaldehído, un cancerígeno que interfiere con la síntesis y reparación del ADN. Cuando es alto el consumo de alcohol, el citocromo P450 2E1, también convierte el etanol en acetaldehído con producción de especies reactivas de oxígeno y después el acetaldehído se transforma en acetato por aldehído deshidrogenasas. 16
En general se reconoce que la enfermedad inicialmente es prácticamente asintomática y se mantiene así por más tiempo en las zonas de la cavidad oral menos expuesta, tal es el caso del suelo de la boca y de lesiones que mantienen integra la mucosa. Esto justifica la necesidad de realizar exámenes periódicos de la cavidad oral y de educar al paciente para que realice el autoexamen bucal, además de acudir al estomatólogo ante cualquier lesión sospechosa que detecte. De esta manera se conduciría al diagnóstico precoz de esta terrible enfermedad y a su tratamiento oportuno.
Sidrón Antón26 por su parte, reportó que el sangramiento bucal fue el síntoma más referido en los pacientes con lesiones malignas, lo que no coincide con este estudio. Miranda Tarragó 27 en un estudio en Cuba encontró una mayor frecuencia de pacientes asintomáticos con un 65 %. El hecho que el profesional sea capaz de diferenciar desde el punto de vista clínico los diferentes tipos de lesiones y su posible malignidad, posibilita el diagnóstico y tratamiento temprano del cáncer oral, lo que ofrece inmejorables garantías de cura de la enfermedad y mejores tasas de supervivencias de los enfermos. Según la investigación realizada por Soler Presas28 predominaron las formas exofíticas con una frecuencia que supera el 70 %. Una investigación en Brasil también encontró un predominio de lesiones ulceradas en toda la cavidad oral, con un 58,7 % y en su localización en el suelo de la boca la cifra de este tipo de lesiones, fue ligeramente inferior pero siempre predominante, con un 52,3 %.29 Varios estudios de cáncer de lengua reportan también una mayor frecuencia de lesiones ulceradas.
Se llegó a las siguientes conclusiones: predominó las edades por encima de los 60 años al igual que el sexo masculino, la población mostró una adicción marcada al tabaquismo y al alcoholismo. El dolor constituyó el principal síntoma en la primera consulta y las lesiones del tipo ulceradas fueron las más frecuentes.