INTRODUCCIÓN
El mundo actual se encuentra en medio de una crisis de gran trascendencia. La pandemia de la COVID-19 supone un reto incalculable para los sistemas económicos, políticos y sanitarios de los países de todo el orbe, independientemente del nivel de desarrollo de cada uno.
A inicio del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que la enfermedad desarrollada por el SARS-CoV 2 (síndrome respiratorio agudo severo, por sus siglas en inglés) tiene un comportamiento pandémico debido a su rápida extensión por varias regiones del planeta y la elevada morbimortalidad asociada a ella.1
La literatura reporta, en un estudio realizado en 30 hospitales pediátricos de España, 2 que el 60 % de los casos positivos requirió hospitalización. Los diagnósticos más frecuentes fueron: infección de vías aéreas superiores (34 %), fiebre sin foco (27 %), neumonía probablemente viral (15 %), neumonía bacteriana (5 %), bronquiolitis (12 %), diarrea y vómito (5 %).
Por su parte, Castagnoli3 reportó la primera revisión sistemática de artículos publicados entre el 1 de diciembre de 2019 y el 3 de marzo de 2020, en que todos los estudios fueron en población china, excepto uno efectuado en Singapur. Se confirmó el diagnóstico en 1 065 pacientes: 444 menores de 10 años y 553 entre 10 y 19 años. La mayoría de los pacientes estaban asintomáticos o con síntomas respiratorios leves: fiebre, tos seca, fatiga.
La COVID-19 ha generado un impacto por su rápida propagación. Apenas a poco más de un año de iniciada 190 países y 30 territorios la han reportado. Según datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba, 4 hasta el 30 de mayo del 2021 se reportaron 170 millones 898 mil 903 casos confirmados y 3 millones 553 mil 972 fallecidos, para una letalidad de 2,08.
En la región de las Américas se informa la confirmación de 68 millones 264 mil 365 casos, el 39,94 % del total de casos reportados en el mundo y 1 millón 668 mil 647 fallecidos para una letalidad de 2,44.
Desde el 11 de marzo del 2020, cuando se declara el primer caso positivo en Cuba, hasta el 30 de mayo del 2021 se acumulaban 142 mil 266 pacientes diagnosticados con la enfermedad y 958 fallecidos. 4
Como se puede observar, la dispersión ha sido en corto período de tiempo y muy acelerada en la mayoría de los países de latinoamérica. En esta área geográfica se supera el millar de contagiados, con una alta tasa de letalidad asociada, entre otros factores, a las condiciones económicas y sanitarias precarias en muchas de estas naciones, que conllevan a mantener una vigilancia estricta debido a la preocupación constante por el aumento exponencial de los contagios.
Los autores consideran que ante la falta de tratamiento curativo y vacunas específicas, parece fundamental fortalecer las acciones de promoción y prevención de salud, que incluyen medidas de higiene, distanciamiento físico, reducción de contactos y estrategias de aislamiento y vigilancia no solo de los sintomáticos sino también de pacientes asintomáticos que constituyen el nicho silente de trasmisión del virus en la comunidad.
Después de transcurrido un año desde el inicio de la pandemia en Cuba, se han realizado varias investigaciones de la enfermedad en la edad pediátrica. Sin embargo, en la provincia de Cienfuegos no se han realizado publicaciones científicas que aborden las características no solo de los niños confirmados sino también de los contactos de casos positivos y sospechosos.
Con el propósito de describir las características clínicas y epidemiológicas de los niños contactos, sospechosos y confirmados con COVID-19 en Cienfuegos, durante el primer año de la pandemia, se realizó este estudio.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal en la provincia de Cienfuegos. El horizonte temporal fue desde marzo del 2020 hasta abril del 2021. El universo de estudio quedó constituido por los 1 823 pacientes, menores de 18 años clasificados como contactos, sospechosos y confirmados con COVID-19 en el período de estudio, procedentes de la comunidad y de los centros de aislamiento. Los criterios de inclusión fueron: menores de 18 años y que fueran residentes en la provincia de Cienfuegos. Como criterio de exclusión: historias clínicas que no aportaran los datos suficientes. Se incluyó el 100 % de los pacientes.
Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, asistencia a instituciones, municipio de residencia, meses de hospitalización, categoría de la hospitalización (sospechosos, contactos y confirmados), manifestaciones clínicas, comorbilidades, fuente de infección y evolución.
Para determinar la asistencia a instituciones se distribuyeron los pacientes según: casa de cuidadora, círculos infantiles, escuelas según nivel escolar y no asiste a aquellos que por su edad se mantienen en su casa.
La categoría de la hospitalización (sospechosos, contactos y confirmados) se determinó por la sintomatología, el nexo epidemiológico y las pruebas confirmatorias:
Contacto: las personas que han tenido contacto con un paciente confirmado o sospechoso de COVID-19, en los últimos 14 días de forma que se considere que ha tenido una exposición con riesgo de infección.
Sospechoso: paciente que presenta manifestaciones clínicas sugestivas de la enfermedad COVID-19 (fiebre, tos seca, disnea gradual u otra manifestación respiratoria, decaimiento, malestar general, cefaleas, diarreas, pérdida del olfato y/o gusto) teniendo en cuenta la situación epidemiológica.
Confirmado: paciente que resulte positivo al estudio virológico: El diagnóstico de la enfermedad fue definido por la reacción de la cadena de polimerasa en tiempo real (PCR-RT, por sus siglas en inglés) positivo para los genes E y P del SARS-CoV-2 en secresiones del tracto respiratorio, realizado por hisopado nasal por personal especializado, con o sin sintomatología.
Se consideró, para la fuente de infección, la distribución según confirmado autóctono o importado. La evolución clínica se clasificó como favorable o desfavorable.
La información se obtuvo del registro estadístico, de la encuesta epidemiológica y las historias clínicas individuales realizadas durante la hospitalización, donde se reflejaron todos los datos obtenidos de la entrevista médica al paciente y sus familiares, el examen físico y los exámenes complementarios realizados.
Con los datos seleccionados se creó una base de datos con auxilio del programa SPSS (versión 21.0, español), para su procesamiento y análisis. Se utilizó el cálculo de las frecuencias absolutas y relativas.
Los resultados se presentan en valores absolutos y porcentajes.
El estudio es presentado en correspondencia con las normas internacionales estandarizadas para reportar estudios observacionales (STROBE). 5
Entre las limitaciones del estudio están las propias de un estudio transversal, al contar con solo la sugerencia de relaciones sin su cálculo estadístico. Sin embargo, es un reporte inicial que muestra las consecuencias de la pandemia y a su vez aporta la información clínica adquirida durante la atención de los pacientes como una herramienta útil y necesaria para el manejo óptimo de la pandemia.
La investigación fue aprobada por el comité de ética de la investigación y consejo científico de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
RESULTADOS
De la población total menor de 18 años de Cienfuegos (N=81 314), fueron estudiados 1 823 pacientes para el diagnóstico de la COVID-19, procedentes de la comunidad y de los centros de aislamiento. El 9 % tuvo PCR-RT positivo para este grupo poblacional. (Figura 1).
Cerca de la mitad de los pacientes estudiados fueron contactos de casos confirmados a la COVID-19 (894/1 823). (Tabla 1).
El 31 % de los niños tienen entre 5 y 9 años de edad. Más del 50 % de los confirmados corresponde a los adolescentes. Existió un discreto predominio del sexo masculino (51,5 %). Cerca del 16 % de los estudiados no asisten a una institución escolar (se incluyen las casas de cuidadoras).(Tabla.2)
Al analizar la distribución por las categoría de la hospitalización según municipio de procedencia se constató que el municipio cabecera (Cienfuegos) aporta el mayor número de pacientes (52 %). Sin embargo, en correspondencia con la tasa de incidencia el municipio de Palmira mostró la mayor tasa, seguido de Cienfuegos y Rodas. (Tabla 3).
Se pudo apreciar un incremento del total de casos en el primer cuatrimestre del año 2021, tanto en confirmados, en contactos, como en sospechosos, lo que refleja la compleja situación epidemiológica en la provincia (Figura 2).
En relación con la distribución de los pacientes según resultados de PCR-RT y las variables clínicas, se comprobó que los niños asintomáticos predominaron en ambos grupos de estudio (54 % y 74 %). La fiebre se presentó como el síntoma más referido, seguido de la secreción nasal y la tos, tanto para PCR-RT negativos como para los positivos. La alergia fue la enfermedad asociada más referida en ambos grupos: PCR-RT negativo (6 %) y PCR-RT positivo (12 %), seguida del asma bronquial. De los pacientes confirmados a la COVID-19, el 18 % presentó al menos una comorbilidad (29/160). (Tabla 4).
En la serie estudiada, en el 100 % de los niños confirmados con la enfermedad se determinó la fuente de infección, solo el 3,8 % (6/160) fueron importados. La evolución clínica fue favorable. En los confirmados no se presentaron complicaciones y no existieron fallecidos en el período analizado.
DISCUSIÓN
Los autores de la investigación consideran oportuno destacar que en Cuba, desde el inicio de este año, se han fortalecido las medidas de vigilancia epidemiológica en correspondencia con la tensa situación sanitaria internacional. Se ha establecido un mayor control a viajeros, un incremento del control de focos epidémicos, la intensificación de las acciones de educación para la salud, se han implementado nuevos protocolos de actuación para cada una de las situaciones clínicas, se han ampliado los centros para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, así como los centros de aislamiento para los pacientes contactos y sospechosos. Todas estas medidas encaminadas a minimizar los efectos negativos en la población, con énfasis en el aislamiento estricto.
En la serie estudiada se ratifica que, más del 90 % de los pacientes (contactos y sospechosos) se hospitalizaron como medida de prevención para evitar la propagación de la epidemia, datos estos similares a otros estudios.6,7
Está bien documentado que el SARS-CoV-2 infecta a personas de todas las edades, con mayor riesgo de enfermedad grave en mayores de 60 años, especialmente aquellos que tienen enfermedades asociadas.8,9
En la edad pediátrica, algunos autores reportan una mayor frecuencia de confirmados en adolescentes masculinos,10,11,12, sin embargo, otros reportan superioridad en mayores de cinco años y sexo femenino.13,14
Particularmente en la provincia de Cienfuegos, los adolescentes representaron más del 50 % de los confirmados. Es de destacar que, por las características propias de la edad, tienen una menor percepción de riesgo y se encuentran con más frecuencia en actividades extrahogareñas, lo que explica posiblemenente los resultados obtenidos. Existió un predominio ligero del sexo masculino, similar a otros estudios. 10,11,15
El aumento evidente de los pacientes hospitalizados (contactos, sospechosos y confirmados) en el primer cuatrimestre del año 2021 está en correspondencia con lo ocurrido en el país. El Ministerio de Salud Pública de Cuba describe un incremento de los casos confirmados en todas las provincias, con el consiguiente aumento de los pacientes en aislamiento hospitalario como medida de prevención y para disminuir la trasmisibilidad del virus. 4
La sintomatología de esta enfermedad es variable. Los pacientes asintomáticos predominaron en la serie estudiada. En Cuba se reporta queel 48,8 % de los diagnósticados son asintomáticos.4 Otras investigaciones describen resultados similares 3,16,17,18. Dentro de los síntomas más frecuentes en nuestro estudio se encontró la fiebre, la secreción nasal y la tos, similar a lo reportado en otras publicaciones. 2,18,19
La literatura describe que padecer de enfermedades crónicas es un factor de riesgo para desarrollar las formas graves de la enfermedad. Se ha reportado las enfermedades pulmonares como el asma bronquial, la bronquiectasia, la fibrosis quística, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (preferentemente en los adultos), entre otras, como comorbilidades que predisponen a los pacientes a desarrollar un cuadro clínico que transite de forma rápida de las fases iniciales a las formas graves y/o críticas hasta la muerte. (16,18,19) En los pacientes objeto de estudio, se observó un predominio de la alergia y el asma bronquial, sin embargo, estas condiciones premorvidas no constituyeron factores de riesgo para el agravamiento clínico.
Sobre la base de lo anterior, resulta esencial contar con investigaciones científicas que revelen las características no solo de los pacientes confirmados sino también de los pacientes en vigilancia, los contactos de confirmados y los sospechosos de la enfermedad.
Se concluye que el poder conocer el estado real del problema de salud al que se enfrenta hoy la humanidad en todos los niveles (global, regional, territorial) y en el esfuerzo de los estudios como este, local, permite evaluar de manera constante los fenómenos que pueden favorecer a la elevada dinámica de trasmisión. Es evidente la utilidad de la continua vigilancia epidemiológica en cada nivel de atención de salud, la cual debe guiar siempre a la prevención y acción oportuna, siendo imperativo la generación de más estudios para conocer la complejidad de las características de la enfermedad tratada, así como la generalidad de su impacto. Frenar la propagación del nuevo coronavirus es una prioridad, en la que el aislamiento de contactos, sospechosos y confirmados es la piedra angular.