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Revista Habanera de Ciencias Médicas

versión On-line ISSN 1729-519X

Rev haban cienc méd v.6 n.4 Ciudad de La Habana oct.-nov. 2007

 

Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana (ISCM-H)

Facultad de Ciencias Médicas General Calixto García Iñiguez

 

HONOR A QUIEN HONOR MERECE: DR. ENRIQUE NUÑEZ DE VILLAVICENCIO Y PALOMINO

 

*Lic. Angela Rivero Suárez. Teléfono: 879-7997 angeriyu@infomed.sld.cu

**Lic. Esther de la Caridad Díaz Vázquez. ester.diaz@infomed.sld.cu

 

*Instructora de idioma Inglés. FCM Gral. Calixto García Iñiguez

**Asistente de idioma Inglés. FCM Finlay-Albarrán.

 

RESUMEN

El doctor Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino (1872-1916) fue uno de los más ilustres profesionales en el campo de la Medicina y Cirugía, Tuvo un papel importante no solo en el desarrollo de las nuevas técnicas quirúrgicas, sino también como jefe de la Sanidad y Beneficencia de Cuba, tanto en la actividad civil como en la militar. El Dr. Núñez escribió muchos artículos relacionados con la Medicina, la Cirugía gineco-obstetra y modernizó el viejo Hospital Núm. 1 en el actual Calixto García, Esta revisión bibliográfica tiene como objetivo divulgar su vida y obra para que sirva como paradigma a los estudiantes de Medicina.

Palabras clave: Cirujano Núñez y Palomino, Hospital Calixto García, Secretario de Sanidad y Beneficencia.


INTRODUCCION

Cuba, a lo largo de su Historia, ha tenido y tiene personalidades de las Ciencias Médicas, que aportan la misma relevancia en el ámbito nacional e internacional. Ellas, a su vez, han permitido que la Historia de la Medicina cubana goce de un merecido prestigio, no sólo por el valioso legado que han aportado como científicos, sino también por su valor humano y por ser en gran mayoría hijos fieles y amantes defensores de su Patria. Muchos fueron los médicos que hicieron dejación de sus comodidades para ayudar a la causa de la independencia.

Cuba se siente orgullosa por tener galenos que no vacilaron en alistarse en las gloriosas filas del Ejercito Libertador y estuvieron dispuestos a ofrendar hasta sus vidas por una noble causa.

La participación de los médicos en la Guerra del 95 fue más notable y por ello Martí la llamaría la Guerra de los Médicos. Basta mencionar entre ellos a Joaquín Albarrán, Guiteras Gener, Gabriel Casuso, Emiliano Núñez y Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino. A este último, ilustre cirujano gineco obstetra, destacado investigador y publicista, quien desempeñara una importante función como Secretario de Sanidad y Beneficencia de la República (1913-1916), se enrolara en las filas del Ejército Libertador e ideara la modernización del viejo Hospital Núm., en el actual Hospital Calixto Garcia Iñiguez, va dedicado este trabajo, en el que se abordan algunos de los hechos más notorios de su vida y obra.

Estos deben ser más divulgados porque a pesar del esfuerzo que han realizado algunos autores como César Rodríguez Expósito, Gregorio Delgado García, José Angel López del Valle, Luis Rodríguez Molina, entre otros, para publicar aspectos de la vida y la obra del Dr. Núñez y Palomino, la difusión de su fructífera labor ha sido escasa, lo que justifica el limitado conocimiento de esta personalidad.

Como bien refleja el historiador Gregorio Delgado García en su libro En los Dominios de Esculapio : “El doctor Núñez constituye unas de las personalidades más importantes en la historia de la medicina cubana, no solo por haber sido cirujano eminente, iniciador de numerosas técnicas quirúrgicas en nuestro medio, de haber realizado una destacada labor docente y ser autor de una abundante bibliografía científica, sino también porque cuando la palabra encendida de José Martí llamó a los cubanos a cumplir con su deber en defensa de la patria, entonces naciente, no vaciló en abandonar una acomodada y holgada posición económica y social y arriesgar su brillante futuro en la cirugía cubana, para formar filas en el Ejército Libertador, dar días de gloria a la sanidad militar mambisa y después en la paz, con el mismo espíritu patriótico desempeñar importantes cargos en la sanidad nacional hasta culminar su labor como el más honesto y creador de los Secretarios de Sanidad y Beneficencia y Ministro de Salubridad y Asistencia Social en nuestro período histórico república liberal burguesa.” 1

Se pretende a través de este artículo profundizar sobre su labor como patriota, cirujano, e higienista, para que las nuevas generaciones de médicos se apropien de su quehacer y comprendan por qué el Dr. Enrique Núñez y Palomino debe ser un paradigma a seguir dentro de las Ciencias Médicas en nuestro país.

FORMACION Y PRIMEROS PASOS DENTRO DE LA MEDICINA

El Dr. Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino, nació en 1872, el 16 de enero, en Madruga, hace 135 años. Alcanza el bachillerato en 1886 y se caracterizó por ser un alumno brillante desde los primeros momentos de su vida como estudiante. Sigue los pasos de su padre, el Dr. Emiliano Núñez de Villavicencio –quien en aquel tiempo dirigía el Hospital San Felipe y Santiago, devenido posteriormente Hospital Reina Mercedes y matrícula en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana. Al año siguiente, ingresa como alumno externo en el hospital que dirigía su padre, donde sobresale por su afán de observación, sobre todo en las intervenciones quirúrgicas, a cuya especialidad se inclina desde el principio.

Fueron sus maestros en Cirugía los doctores: Gabriel Casuso y Francisco Domínguez Roldán, quienes como dice uno de sus biógrafos “...estos dos profesores fueron los que formaron el andamiaje de sus profundos conocimientos médicos, los que pusieron la primera piedra de esa gran obra que más tarde habíamos de admirar...” . 2

Realizó una importante e intensa práctica quirúrgica en ligaduras, amputaciones y desarticulaciones con el profesor Domínguez Roldán y con el profesor Casuso, con quienes adquirió su gran dominio como cirujano-ginecológico.

Era un estudiante con una tenacidad extraordinaria y aún antes de graduarse escribía artículos científicos que evidenciaban su seguridad en el estudio de la Medicina, los que publicaba en la revista El Progreso Médico que dirigía su propio profesor Casuso; entre ellos se destacaron, dos trabajos cuyos títulos fueron “Decolación del Húmero por lesión Traumática” y “Pénfigo Agudo”. En los que ya sobresalen la agudeza de sus afirmaciones y lo certero de su diagnóstico.

En 1893 se gradúa de Licenciado en Medicina, y alcanza Premio Extraordinario; le da prioridad a su autopreparación y profundización de conocimientos; no abre ese año una consulta y decidió conveniente viajar a los Estados Unidos de Norteamérica, para observar en los distintos hospitales todo lo nuevo relacionado con su profesión. El mundo de la Medicina lo mantiene todo el tiempo tan absorto, que ni el ritmo tumultuoso de la vida neoyorquina lo desconcentró de su principal objetivo.

A 135 años de su nacimiento, muchas de sus investigaciones se mantienen vigentes y otras resultaron ser la base de modernos descubrimientos. Uno de sus aportes fue el trabajo sobre la “Extirpación de la vejiga” en 1895, y el trabajo acerca de “Consideraciones Clínicas sobre la Seroterapia de la Difteria ”.

Su ocupación por la Medicina, no lo alejó de la colaboración en el clandestinaje por el supremo ideal de ver a Cuba libre de todo tipo de opresión. Cuando se sigue con algún detenimiento la vida científica del doctor Enrique Núñez, se puede llegar a pensar que toda ella la ocupaban sus múltiples tareas asistenciales y docentes, y la producción de su importante bibliografía, pero nada más alejado de la verdad. El hogar de los Núñez de Villavicencio, era un verdadero centro de patriotismo donde se conspiraba activamente por la independencia de Cuba y lo eran también el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, bajo la dirección de don Emiliano, la clínica privada del doctor Casuso y la Escuela Práctica de Medicina de La Habana , de la que casi la totalidad de sus profesores salieron para la guerra o para el exilio revolucionario.

PARTICIPACION EN LAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA

Al iniciarse la Guerra del 95, el Dr. Enrique Núñez viaja a los Estados Unidos de Norteamérica, alegando una “misión científica”, que en realidad era de carácter revolucionario. Cumplió el propósito de ese viaje con todo éxito y se le destina a otras actividades revolucionarias en la ciudad, pero como su anhelo era incorporarse a las fuerzas que luchaban en la manigua, se enrola en Nueva York en la Junta Revolucionaria.

En abril de 1897, llega a Banes. Ya en la manigua, vibra de fervor patriótico, deseando entrar en acción en el campo de batalla al servicio supremo de la patria naciente. Fue destinado a formar parte del Estado Mayor del General. Calixto García Iñiguez, aunque lo que más ansiaba era ser soldado y estar en el campo de batalla. Calixto García lo nombra Jefe de Sanidad Militar del Segundo Cuerpo.

Participó en las batallas de la provincia de Oriente y entre sus combates figuran la toma de Victoria de Las Tunas y el paso de la Trocha de Júcaro a Morón, acciones estas, dirigidas por el General Mario García Menocal.

Alcanzó por su brillante actuación, el grado de Coronel de la Sanidad del Ejército Libertador y aunque ostentaba con orgullo ese título, jamás hizo alarde de ello y siempre enarbolaba el otro, adquirido en la Universidad de La Habana. Un interesante testimonio del doctor Luís Rodríguez Molina, fundador de la Cátedra de Enfermedades de las Vías Urinarias es el siguiente: “Conocimos a Núñez cuando llegaba de la revolución con su grado de coronel. Y no lo oímos hablar más de la guerra, sino cuando en sus clases de Patología Quirúrgica nos hablaba de los aparatos de fractura que improvisaba con los lomos de yaguas, y de sus métodos de tratamiento en campaña […]. Hombre corpulento, de continente agradable, que predisponía en su favor, de cara sonriente y sonrosada, de mirada penetrante. Cuando hablaba lo hacía en voz baja, y después quedaba mirando fijamente a la persona que lo oía, como queriendo observar el efecto que habían hecho sus palabras. De andar pausado, contrastaba con la actividad que imprimía en todo lo que ponía su mano. De una fácil comprensión, temible en la polémica, rápido en la riposta manejaba la ironía con una habilidad sin igual. Al explicar en clase hablaba rápidamente, como si su palabra se empeñase inútilmente en seguir el curso vertiginoso de su imaginación […]. Dotado de una gran memoria se le veía con asombro hacer citas extensas de fechas y de autores con gran facilidad […] escribía mejor que hablaba.'' 3

Mantuvo una organización perfecta al frente de los Servicios de la Sanidad Militar del Ejército Libertador durante su actuación en la Guerra del 95. Pese a las dificultades que tenían estos tipos de ejércitos, logró llevar la Hoja Clínica de 334 casos que hubo de tratar personalmente en un período de 3 años de vida en la manigua. Esa disciplina y organización le permitieron una mejor realización de su misión médica. Cuánto respeto sentía por su profesión y sus pacientes, cuánto amor les profesó, cuánto humanismo desplegó cotidianamente en todo lo que hacía.

Otras de sus labores durante la Guerra de Independencia que hay que destacar es la expresada por el doctor Eugenio Sánchez Agramonte, Director del Cuerpo de Sanidad Militar del Ejército Libertador de Cuba, quien dice:

“ Visto el resultado negativo de las innumerables clases de virus vaccinal que recibían de las ciudades y del exterior, en las epidemias variolosas desarrolladas en 1897, el Ejército de Oriente, motivó la creación de un Centro de Vacuna Animal por los médicos mayores, doctores Gonzalo García Delta y Enrique Núñez, con los recursos facilitados por los comunicantes del Mayor General Calixto García en 1898. Sus resultados fuero extraordinariamente buenos, obteniéndose una disminución rápida de la terrible epidemia.” 2

Cuando se dispuso que el General García Menocal, saliera con una nueva Columna Invasora con las fuerzas que marchaban para La Habana , se designó como personal sanitario al médico mayor Dr. Enrique Núñez, y como ayudante al capitán dentista Dr. Ignacio Weber, con practicantes correspondientes.

Sus experiencias de la guerra como médico cirujano, las expuso admirablemente en un trabajo presentado en la Sociedad de Estudios Clínicos de la Universidad de La Habana , titulado “Consideraciones sobre la Intervención Quirúrgica en las heridas producidas por armas de fuego”, que dedicó a la memoria de los muertos cubanos en la guerrilla. En este trabajo realizó un estudio comparativo entre los heridos de la vida civil, donde el médico cuenta con los medios necesarios y en la cirugía de guerra, perteneciendo a un ejército regular con servicios de instrumental, medicamentos ambulatorios, ambulancias, etcétera; y en un ejército que carece de lo indispensable para la debida atención.

Con los pocos recursos que contaron siempre, dos jóvenes profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana hicieron verdaderas proezas en la cirugía de campaña, que hoy despiertan la mayor admiración en los estudiosos de la historia médica militar cubana; los coroneles Francisco Domínguez Roldán y Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino y en la Isla , el Maestro de la cirugía cubana, el también profesor universitario Raimundo G. Menocal y G. Menocal. 

El Dr. Núñez fue delegado a la Asamblea de Representantes de Santa Cruz del Sur y formó parte de la misma por el Quinto Cuerpo del Ejército. En la sesión celebrada el 14 de noviembre de l898 presentó junto a Hugo Roberto y Domingo Lecuona una moción que fue aprobada, disponiendo “Que la Asamblea declarase cerrado el escalafón del Ejército el 24 de agosto último.” 2 para que aquellos que nada hicieron durante la guerra no se aprovecharan de los cambios a partir del desarme del Ejército.

En la sesión del 21 de febrero de l899 presentó la siguiente moción:

“ La Revolución Cubana Victoriosa en su lucha contra España, aún no ha terminado su obra. Crimen de lesa patria cometerían los representantes del pueblo levantado en armas en pro de la independencia si abandonan el campo considerando finalizado los propósitos que motivaron la guerra prolongada y que por fortuna vemos terminada.” 2

El 11 de marzo de l899 presentó su renuncia que jamás fue explicada y fue posiblemente por el estado ambiental que había surgido en Cuba de honda división y el propósito de destituir al Generalísimo Máximo Gómez a quien él admiraba mucho y respetaba más, pero también ya había pronosticado el poco o ningún caso que el Gobierno Interventor hacía de la Asamblea.

LABOR EN LA REPUBLICA

Luego de 3 años colaborando con el Ejército Libertador, se incorpora de nuevo a la vida civil realizando su labor como médico en el Hospital Reina Mercedes. Desempeñó numerosos cargos en la Sección de Higiene Especial, vocal de la Junta Municipal de Sanidad y Presidente de la Comisión de Higiene. Fue profesor de la Cátedra de Patología Médica en la Escuela de Medicina

Y coincidimos plenamente con el siguiente testimonio del Dr. José Angel López del Valle, profesor titular de Higiene y Legislación Sanitaria que decía: “Era todo un profesor. Tenía vocación decidida por la enseñanza, facilidad de palabras, belleza en la exposición de las ideas y una gran cultura médica. Médico y pedagogo valioso, analizaba el valor intelectual de sus alumnos y aquilataba, con espíritu justo, los méritos de cada uno de ellos. Llegó a formar escuela y sus antiguos discípulos recuerdan con amor, al maestro afable y cariñoso, que se esforzaba por inculcarles sus conocimientos y que si en las horas de exámenes era inflexible, procedía con la mayor justicia.” 4

Muchos y significativos fueron sus aportes a la Medicina y, en especial, a la Cirugía como: la extirpación de la vejiga, la ligadura del ganglio superior del primer simpático cervical y la inyección intrarraquídea de cocaína, la modificación del plegamento intrabdominal de los ligamentos redondos, operaciones conservadoras en caso de inversión uterina, enucleación de fibromas, implantación de uréter en la vejiga y de ambos en el recto, etcétera.

Presentó, el 19 de enero de 1899, en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, tres casos de esplecnotomía, por hipertrofia y ectopia del bazo, que fueron las segundas realizadas en Cuba.

En 1904, informa en la Revista Médica de Cuba la primera prostatectomía transversal realizada con gran éxito. La Academia de Ciencias le otorga el Premio Presidente Gutiérrez por su trabajo “ La Cirugía en las manifestaciones

filariesicas”, considerado este, el más completo que se había escrito sobre el asunto.

En 1900, practicó 250 operaciones con solo 7 defunciones; en 1901, fueron realizadas 425 operaciones con 6 defunciones.

En 1904, fundó una clínica privada para mujeres, la cual tuvo mucho éxito y, en 1906, viaja a Francia para profundizar en el manejo de la técnica que hubo de aprender al principio de su Carrera.

El Dr. Núñez de Villavicencio Palomino ingresa oficialmente a la Academia de Ciencias el 29 de mayo de 1907 y ocupa el sillón vacante en la Sección de Medicina, Cirugía y Veterinaria, puesto alcanzado, no solo porque le respaldaban una ejecutoria de excepción como médico publicista de significativa labor académica, sino también por su práctica médica en la vida civil y en el desempeño de importantes cargos oficiales, asumidos por oposición, unas veces, y otras, por designación expresa de médicos distinguidos.

La protección profesional del médico fue su preocupación principal. Acusó al Estado y a los centros regionales de una competencia desleal, propugnando la ley de colegiación, como base para que los servicios de asistencia médica de las sociedades mutualistas fueran solamente para aquellos que no tuvieran medios de fortuna y para que el médico no fuera más una víctima de la explotación.

El 30 de septiembre de 1910, su noble propósito lo virtualizó en una moción presentada en la Academia de Ciencias solicitando que se auspiciara la celebración de una magna asamblea médica para unir a todos los profesionales en el sistema sindical. Propuso esta idea también en el Primer Congreso de la Prensa Médica , con un trabajo titulado “ La Prensa Médica y los Intereses Profesionales”, en el que insistió sobre la necesidad de la colegiación médica.

Para nada el conformismo hubo de caracterizar algún rasgo de su personalidad, pero sí, lo acompañó siempre un espíritu de revolucionario, de fe y convencimiento de que sí se podía; por eso defendía lo que creía, con fuerza y sin desmayar, además de ser hombre de una honestidad y valentía política para respetar.

En 1913, fue designado Secretario de Sanidad y Beneficencia bajo la presidencia del General Mario García Menocal, demostrando condiciones excepcionales para el cargo; experiencia adquirida en el Cuerpo de Sanidad del Ejército Libertador y en los anteriores gobiernos como vocal de la Junta de Sanidad y la Comisión de la Higiene Especial.

Todo cargo que desempeñó, cada papel que se le asignó, lo realizaba con responsabilidad y seriedad, y lo defendía con tanta fuerza que era digna de admirar su actitud.

Cuando tomó posesión de la Secretaría hizo la siguiente declaración a los periodistas: “El nuevo gobierno se propone levantar el crédito de la administración cubana, propender el desenvolvimiento de la riqueza pública y procurar el bienestar de todas las clases sociales. A este ultimo propósito socialista de nuestro gobierno hemos de contribuir especialmente en provecho de la clase médica y del pueblo.” 2

Priorizó la atención del niño y el adulto mayor al:

- Organizar los servicios de la higiene infantil.

-Crear el asilo Menocal.

- Fundar los consultorios centrales de higiene infantil.

- Inaugurar el dispensario infantil del Hospital Mercedes.

- Fundar la colonia de defensa sanitaria infantil en el campamento de Triscornia y bajo su protección estatal se crearon innumerables instituciones privadas en pro de la niñez desvalida.

- Fundar la primera colonia de verano con capacidad para 400 niños, seleccionados entre lo más necesitados y los bancos de leche para suministrar alimentos básicos a niños enfermos de acuerdo con sus necesidades y prescripciones facultativas

-Establecer las medidas preventivas de los males que afectaban la infancia complementándolo con una enérgica campaña de vigilancia sobre el abasto de leche para evitar la adulteración muy frecuente por mercaderes sin escrúpulos. .Como es evidente, la corrupción y el delito no tenían cabida en ningún lugar donde él trabajara.

No le dio tregua al problema de la prostitución, viejo conflicto social que afectó tanto la moral como la higiene del país y fue resuelto con su energía habitual. Combatió este flagelo de modo tan drástico y decisivo que se deroga el sistema de la prostitución reglamentada, haciendo desaparecer la “Zona de Tolerancia”. Recibió muchas críticas al respecto, pero él estaba convencido de su proceder. No eliminó las causas que lo originaban, pero las atenuó e hizo desaparecer su legalización.

Afrontó la epidemia de Peste Bubónica sin vacilación, adaptando importantes medidas para controlar el mal; clausuró almacenes pese a las protestas de los comerciantes, dispuso la clausura de manzanas infestadas y prohibió el tráfico de mercancías y tránsito de personas en ellas. Inundó las manzanas de agua para ahogar las ratas, ya que las pulgas que vivían en estas eran las transmisoras de la enfermedad. El triunfo fue rotundo, pudo controlar la misma, y se adoptaron medidas en los comercios para prevenirla.

Este fue el problema sanitario más importante, que confrontó demostrando una vez más que sólo tenía compromisos sociales con el pueblo y su bienestar.

Muchos cambios que beneficiaron el saneamiento del país y la moral del pueblo marcaron su sello distintivo durante su mandato. Un periodista dijo de forma muy certera que: “la época de esplendor de la Sanidad fue la del Dr. Enrique Núñez , porque la salud pública es ley suprema. Casi se llegaba a la manía sanitaria. Las investigaciones domiciliarias, la vigilancia en los alimentos, las fumigaciones, las petrolizaciones, vacunaciones periódicas, colocó así a nuestro país entre los primeros por su salubridad” . 2

Otras de las medidas adoptadas como Secretario de Sanidad y Beneficencia, fue la restricción de la venta de fármacos narcóticos, las llamadas “drogas heroicas”, para cortar el aumento de la narcomanía y el auge de los que explotan tal negocio. Se estableció un control estatal de las drogas que se importaban y se comenzó a regular la expedición de recetas médicas.

Entre los conflictos contra empresas norteamericanas radicadas en Cuba, figuraba el de la Coca Cola , que fue clausurada por sus grandes concentraciones de cafeína y ácido fosfórico industrializado y se decomisaron 1000 libras de los mismos. Ante esta actitud los Estados Unidos intervinieron, pero debido a los informes técnicos a su favor, la Secretaría de Sanidad no cedió, no se vendió el producto hasta que el doctor dejó de pertenecer a la Secretaría , y además, utilizaron el producto con la etiqueta que informaba las reales concentraciones de las diferentes sustancias que contenían.

El Dr. Núñez ideó la transformación del Hospital Núm. Uno, el cual contaba con pabellones de madera y su aspecto era muy desolador, ello hizo que este incansable y batallador Secretario se propusiera modernizarlo llamándolo, Hospital General Calixto García. Según el Dr. López del Valle “...esto constituyó su obra cumbre, su Obra de Piedra”.4

Planificó y discutió con los arquitectos acerca de la reconstrucción, ofreció toda su experiencia para que fuera un buen hospital. Distribuyó los pabellones por especialidades y formuló una propuesta a la Junta Nacional de Sanidad de los nombres que debería llevar cada pabellón, cada sala, cada servicio.

Su obra se concretó aunque no pudo verla terminada. La Revolución y el pueblo le estarán siempre agradecidos por la existencia de tan importante hospital.

Esta proyección fue más allá y planeó la creación de otros, como:

•  -Hospital de niños con 250 camas.

•  -Hospital para tuberculosos con 400 camas.

•  -Manicomio en cada capital provincial con 400 camas.

•  -Asilo Nacional para Ancianos con 400 camas.

•  -Ampliación del Hospital Reina Mercedes con 400 camas.

Estos objetivos no se llevaron a vías de hecho por los altos créditos que se necesitaban para los mismos.

A la edad de 44 años, en tierras norteamericanas, sufre un accidente automovilístico y se lesiona una pierna; como era diabético, se le formó un grave absceso que se intervino quirúrgicamente y tuvo grandes complicaciones al presentársele una infección que le provoco la muerte.

El 15 de septiembre de 1916, Cuba pierde a uno de sus valiosos hijos: soldado de la guerra, médico cirujano, no sólo de manos hábiles, sino también creador de nuevas técnicas quirúrgicas y gobernador constructivo que dejó una excepcional obra de carácter sanitario. Fue un hombre polémico, combatiente y combativo, no huía de la lucha sino la enfrentaba con valor y decisión.

El presidente de la República , mayor general Mario García Menocal, en su carta pública dada ha conocer en la prensa escribió. “Conocí íntimamente a Enrique. En la guerra y en la paz, nos unieron vínculos de acendrado afecto. Fuimos además colaboradores en difíciles empeños. Su muerte me tiene profundamente impresionado. En mi concepto, Cuba ha perdido uno de sus grandes hijos. El pueblo entero esta evidenciando su dolor, y en medio de la desgracia, me alienta un tanto, la máxima manifestación de tristeza de todos los cubanos, conscientes de lo que pierde la patria. Aunque hizo mucho, Enrique prometía más. Profesionalmente era una reputación y como ciudadano, una profunda esperanza para la patria.” 5

Existe un monumento dedicado a él en la parte trasera del Hospital Calixto García.

 

CONCLUSIONES

El Dr. Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino fue precursor en Cuba de los Servicios Estatales de Protección a la Infancia y la Atención a la Vejez , mejorando los asilos y creando salas especiales para el cuidado de los ancianos.

Su concepción humanitaria era esencial en el perfil de su profesión, teniendo en cuenta la prevención sanitaria y por ello no permitía oposición alguna, aún con los intereses mercantiles afectados.

Estuvo al frente de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia desde 1913 hasta 1916 y confrontó los grandes problemas de la política con su interés creador y prejuicios ambientales, pero supo enfrentar su cargo con dignidad de manos limpias sin debilidad ni tibiezas para sostener las prerrogativas sanitarias por encima de todo lo que se le oponía a su labor. Fue acusado de excesos, de abuso de cargo, de inflexibilidad administrativa, todas esas actitudes tenían siempre el mismo denominador común del bien público en beneficio de las grandes masas que en definitiva era lo que importaba al recto funcionario.

El Dr. Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino dejó en su obra aportes para la Medicina tanto civil como militar que cobran vigencia, así como su proceder en la actividad investigativa, actitud que sirve como paradigma a seguir por los médicos de todos los tiempos. Su afán por adquirir más conocimiento y cultura lo hizo un hombre libre, capaz de defender sin vacilar en lo que creía.

ABSTRACT: Dr. Enrique Nuñez de Villavicencio y Palomino a paradigm to be follow.

Dr. Enrique Nuñez de Villavicencio y Palomino (1872-1916) was one of our the most outstanding professionals in the fields of medicine and surgery. He played an important role not only in the development of new surgical techniques, but also as a Secretary of Health care and Welfare of Cuba both in civil and military activities. Dr. Nuñez wrote many scientific articles related to Obstetrics, Gynecology and Surgery and he had also the great idea of turning the old and former Number One Hospital of Havana into the present Calixto Garcia Hospital . This bibliographic review has the purpose of divulging Enrique's life and work to as a paradigm to be follow by medicine students.

Key words: Surgeon Núñez y Palomino, Calixto Garcia Hospital , Secretary of Health. (1913-1916)

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 

1. Delgado García G. En los dominios de Esculapio. Cuaderno de Historia de la Salud Pública. 1998;84.

 

2. Rodríguez Expósito C. Cuadernos de Historia de la Salud Pública Enrique Núñez y Palomino. La Habana : Editora Ciencias Médicas. 1968;38:13, 18, 23, 35, 37,49.

 

3.  Rodríguez Molina L. Elogio póstumo al Dr. Enrique Núñez y Palomino. Discurso de recepción como académico de número. Anal. Academia Ciencias Médicas. Fis. La Habana: 1918;55:252-321.

 

4.  López del Valle J. El Dr. Enrique Núñez. Asclepios. Oct. 1 1916 ;2(10):433-439.

 

5.  García Menocal D. Carta sobre la muerte del Dr. Enrique Núñez. Diario de la Marina .1916 Sept. 20.

 

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

 

- Delgado G. Historia de la enseñanza superior de la medicina en Cuba. Cuaderno Historia de la Salud Pública. 75; 1990.

- Delgado G., Sotolongo F. Apuntes para una historia del Hospital General Calixto García. La Habana: 1992.

- Heres Hevias V. M. Expediciones llegadas a Cuba para la Revolución del 95. Rev. Bohemia . 42 (9): 56-60 y 214-216; (12): 513-514; 1950 feb 26.

-López del Valle JA. Desenvolvimiento de la Sanidad y Beneficencia en Cuba, durante los últimos dieciséis años (1899-1914). Bolina Oficina Sanidad Beneficencia. 12(6): 702-727; 1914.

- Rodríguez C.: Dr. Enrique Núñez y Palomino. En el cincuentenario de su muerte (1872-1916). Cuaderno Historia Salud Pública. 38; 1998.

- Rodríguez Expósito C. Cuadernos de Historia de la Salud Pública Enrique Núñez y Palomino. La Habana : Editora Ciencias Médicas;Vol.85:128-45; 1968.

- Rodríguez Molina L. F. Elogio póstumo al Dr. Enrique Núñez y Palomino. Discurso de recepción como académico de número. Anal Academia Ciencias Médicas Física Naturales. (55): 292-321; 1918.

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