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Revista Habanera de Ciencias Médicas
versión On-line ISSN 1729-519X
Rev haban cienc méd v.9 n.4 Ciudad de La Habana oct.-nov. 2010
SEMBLANZA
Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
Facultad de Ciencias Médicas General Calixto García
Sergio Rabell Hernández. Destacado médico internista cubano, iniciador de los cuidados intensivos en el país
Sergio Rabell Hernández. Outstanding cuban internist pioneer of intensive care in the country
Olga Piera Rosillo,1 Sergio Rabell Piera2, Olga Rabell Piera3, María SRdel Carmen Amaro Cano4
1Doctora en Ciencias Médicas. Profesora Titular y Consultante. olga.piera@infomed.sld.cu
2Especialista en Medicina Legal. rabell@infomed.sld.cu
3Auxiliar. orabell@infomed.sld.cu
4Auxiliar y Consultante. amaro@infomed.sld.cu
RESUMEN
Sergio Antonio Rabell Hernández (1933-2000) artemiseño, de origen social obrero, se vinculó al Directorio Revolucionario 13 de Marzo y al Movimiento 26 de Julio desde el golpe de Estado de Fulgencio Batista. Al triunfo de la Revolución, se incorporó a las Milicias Universitarias y concluyó sus estudios de Medicina en la Universidad de La Habana en 1960. Cumplió su Servicio Social Rural en Imías, Baracoa. A su regreso a la capital, se vinculó al hospital General Calixto García, donde permaneció hasta el final de sus días. En este hospital, desarrolló toda su actividad profesional como especialista de Medicina Interna e Intensiva, su actividad docente desde Instructor hasta Profesor Titular y su actividad política como Secretario General del núcleo de su área y Secretario del Comité de Dirección del Partido Comunista de Cuba del Hospital. Sus responsabilidades asistenciales y docentes, y su activa militancia revolucionaria no le impidieron continuar su superación profesional y alcanzó la categoría de Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna y Doctor en Ciencias Médicas. Su permanente y mantenida contribución al desarrollo científico, la elevación de la calidad asistencial, la labor educativa y la construcción del socialismo en su patria, le hicieron merecedor de varias distinciones y reconocimientos nacionales y extranjeros. El 22 de abril de 2000 dejó de existir físicamente el prestigioso profesor de Medicina Interna, compañero y amigo e insigne iniciador de los cuidados intensivos en Cuba.
Palabras clave: Cuidados intensivos, personalidades, Revolución, Cuba.
ABSTRACT
Sergio Antonio Rabell Hernandez (1933-2000), born in Artemisa and with working class roots, joined the March-13th Revolutionary Directory and the July-26 Movement since Batista's coup d'etat (1952). When the Revolution triumphed, he enrolled in the University Militia Units and finished his medicine studies at Havana University in 1960. Then he rendered his rural social service in Imias, Baracoa. After such period, he came to work at Calixto Garcia Hospital in Havana, where he stayed until his death. In this hospital, he developed his whole professional life, as a specialist of Internal and Intensive Medicine, as a medicine tutor from the lowest to the highest teaching rank of Professor and as a political leader. He was General Secretary of the Communist Party local in his working area, and later on the Secretary of the Directive Committee in the hospital. His medical and teaching workload, as well as his active party militancy did not stop him from professional upgrading. He became a Specialist of Internal Medicine, First and Second Degree; he also reached a PhD Degree in Medicine. Because of his persistent and permanent contribution to the medical scientific development and the improvement of the quality of health care; also because of his educational endeavor and his work in the building of socialism in his homeland, he deserved to be acknowledged and awarded on several occasions in the country and abroad. On April 22, 2000, the outstanding professor of Internal Medicine and pioneer of intensive care services in Cuba passed away.
Key words: intensive care, personalities, Revolution, Cuba.
INTRODUCCIÓN
El doctor Sergio Rabell Hernández nació el 26 de septiembre de 1933, en Artemisa, Pinar del Río, un mes después de la caída del tirano Gerardo Machado, en el seno de una familia obrera. Su padre fue trabajador ferroviario y su madre costurera. Cursó sus estudios primarios en Artemisa y el Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de El Vedado, en el que disfrutaba de sus horas libres con la práctica del béisbol, deporte en el que jugó la posición de pitcher.
A partir del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, con apenas 19 años de edad, se vinculó como miembro activo del Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio, con la distribución de propaganda, además de cumplir con responsabilidad las otras tareas que se le asignaron como el acuartelamiento durante la huelga general del 9 de abril, dirigida por Faustino Pérez.
Al triunfo de la Revolución, se incorporó a todas las actividades del proceso e integró de inmediato las Milicias Universitarias. En 1960, concluyó los estudios de Medicina en la Universidad de La Habana y, un año después, inició la actividad laboral en la región de Imías, Baracoa, en cumplimiento del Servicio Médico-Social Rural. Al producirse el ataque mercenario a Playa Girón, permaneció en el hospital de Imías, por orientación de la unidad militar del territorio. Se inició así su triple competencia y desempeño profesional, profesoral y revolucionario.
DESARROLLO
A su regreso a la capital se vincula al hospital General Calixto García, donde permaneció hasta el final de sus días. Se le confirió la categoría docente de Instructor de Propedéutica Clínica y Medicina Interna en 1964 y, al año siguiente, recibió el título de Especialista de Primer Grado en Medicina interna. En el mismo hospital permaneció acuartelado durante la Crisis de Octubre. Posteriormente, participó en varias movilizaciones ante amenazas de invasión y ocupó su lugar asignado en Santo Domingo y Santa Clara, en la antigua provincia de Las Villas y en el Reparto Aldabó de la capital. Por su ejemplar conducta en las Milicias Nacionales Revolucionarias, recibió en 1998 un merecido reconocimiento por haber cumplido más de 20 años como Jefe de pelotón.
Su compromiso social le hizo simultanear sus tareas asistenciales y docentes con las políticas. Fue Secretario General del núcleo del Partido Comunista de Cuba (PCC) de su área y Secretario del Comité de Dirección a nivel de todo el hospital durante el período 1968-1972. Por su sentido de la responsabilidad en estas tareas, resultó electo en varias oportunidades delegado a las Asambleas Municipales y Provinciales del PCC, y representó a la organización partidista de base como delegado al Primer Congreso del PCC.
Fue un gran entusiasta de los trabajos voluntarios, tanto en el hospital, la Facultad y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), organizados en jornadas dominicales, movilizaciones de fines de semana y en los Bon de 15 días, junto a los estudiantes y los trabajadores. Participó en los chequeos médicos del Reparto Alamar, cuando comenzaron las microbrigadas, y en Camagüey, cuando se inició el plan de la Escuela al Campo.
Su activa militancia revolucionaria no le impidió continuar su superación en el aspecto profesional. En 1964, alcanzó la categoría de Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna y, al año siguiente, por la Resolución Núm. 3 del 27 de junio de 1985, la Comisión Nacional de Grados Científicos de la República de Cuba lo reconoció como Candidato a Doctor en Ciencias Médicas. En 1989, logró la categoría docente de Profesor Titular de Medicina Interna y, en 1992, la categoría científica de Doctor en Ciencias Médicas.
De modo permanente, se preocupó por mantenerse actualizado en la especialidad de Medicina Interna en general y en la de Cuidados Intensivos en particular, lo que fue miembro de diversas Sociedades Científicas de la Salud, como la Sociedad Cubana de Medicina Interna, de la que era miembro titular y las Sociedades Cubanas de Cardiología y Alergología, de las que era miembro numerario. Perteneció igualmente al Grupo Nacional de Medicina Interna y fue también miembro de la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos del Adulto.
Por otra parte, varias Sociedades Internacionales le acogieron como miembro efectivo, tales como Asmología, Medicina Interna de Nicaragua, Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Medicina Crítica y Terapia Intensiva. Fue, asimismo, Miembro Honorario de la Sociedad de Cuidados Intensivos de Trujillo, Perú.
Entre 1964 y 1998, participó en 35 eventos científicos, en los que impartió 7 conferencias magistrales, integró 12 mesas redondas y 4 paneles de discusión, presentó 2 posters y un tema libre e impartió un curso pre-jornada de distress respiratorio agudo. Este fue el tema más tratado por Rabell y, en orden de dedicación, están el fallo multiórgano y el infarto agudo de miocardio, seguidos de la insuficiencia renal aguda y el politrauma.
Como parte de su superación científica y de actualización de conocimientos, participó en un entrenamiento de Medicina Interna y Hematología en Suecia, en 1968, y Cuidados Intensivos en España, en 1970. Entre 1974 y 1986, asistió como delegado al I Congreso Mundial de Cuidados Intensivos (Inglaterra), al II Congreso Mundial de Cuidados Intensivos (Francia), al XIII Congreso Nacional de Medicina Interna (RDA) y al Congreso Nacional de Medicina Interna (Nicaragua).
Fue en varias oportunidades, asesor de Cuidados Intensivos en Nicaragua durante la década del 80; en Perú en 1995 y, al año siguiente, en México como coordinador de los cursos ACLS, ATLS, con el Estado Mayor Presidencial.
Su observación inteligente a lo largo de los años de ejercicio profesional, le permitió aportar sus conocimientos y experiencias, registrados en publicaciones nacionales como las Normas de Medicina Interna (1968 y 1975), Normas de Cirugía (1976), actuar como asesor en la elaboración del protocolo para el manejo del infarto agudo del miocardio y la elaboración del Texto de Cuidados Intensivos de Enfermería (1978) y el texto provisional para la Formación de Técnicos Medios de la Salud (1982), así como los textos de actualización en Terapia Intermedia y el Manual de Procedimientos Diagnósticos y de Tratamiento en Medicina Interna.
Entre las responsabilidades asumidas por Sergio Rabell, como evidencia de su compromiso social y su sentido de pertenencia al hospital universitario, ocupó allí los cargos de jefe de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde 1972 hasta 1981, en que asumió la jefatura de la Sala Clínica Altos hasta 1985, año en el que regresó a la UCI como jefe de servicio hasta 1989, en que se le asignó la responsabilidad de la docencia en la misma unidad, que desempeñó hasta su fallecimiento.
Su permanente y mantenida contribución al desarrollo científico, la elevación de la calidad asistencial, la labor educativa y la construcción del socialismo en su patria, le hicieron merecedor de condecoraciones como las Medallas XX Aniversario, 28 de septiembre de los CDR, Trabajador Internacionalista, Comandante Manuel Piti Fajardo por 25 años de servicios en el sector salud, XX años de Servicios en el MININT, XXV años del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara, por la Educación Cubana, "José Tey" y "Frank País", entre otras distinciones y reconocimientos.
En cumplimiento de las enseñanzas martianas de que Patria es humanidad, brindó ayuda solidaria a las víctimas del terremoto ocurrido en Perú, en 1970. En reconocimiento a estos méritos se le otorgó la Orden "Hipólito Unanue" y la Medalla "Comendador de la Orden del Sol", por atender al presidente de Perú Velazco Alvarado, como parte del equipo médico que lo asistió.
Más tarde prestó también ayuda médica a las víctimas del terremoto en Nicaragua,en 1972; a las personas afectadas por las inundaciones provocadas por el ciclón que afectó a Honduras, en 1974, y a los heridos graves en Luanda, durante la guerra de Angola, en 1976. En el Libro Secreto de Generales consta un escrito del General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín que expresa:
En esos momentos el compañero Raúl Castro se encontraba de visita en
Angola y solicitó al Comandante en Jefe que enviara a un especialista en
vías respiratorias y mandaron al profesor Sergio Rabell. Recuerdo que las pocas veces que recobré el conocimiento en esos días estaban junto a mí los doctores Pura Avilés y Rabell y la enfermera Mayra Abreu, quienes posteriormente, me contaron que me mantuvieron vivo a base de punciones al pulmón para extraerme flemas y sangre que producto de las costillas fracturadas, se alojaban en el pulmón y no me dejaban respirar.
Años después tuvo también una participación activa como parte del equipo que atendió al combatiente Orlando Pérez Quintosa, víctima de un grupo de antisociales en su intento de salir ilegal del país por la Base Náutica de Tarará.
CONSIDERACIONES FINALES
Profesional de elevada competencia, que ostentaba altas categorías docentes y científicas, era al propio tiempo un hombre sencillo y modesto. Podía, además, -cualidad poco común- alternar o compartir con alumnos y compañeros y ser al propio tiempo exigente y afable. Tenía un fino sentido del humor y disponía de una capacidad especial para satirizar y realizar crítica contra lo mal hecho. Emanaba gran simpatía personal que hacía disfrutar a colegas, compañeros, amigos y discípulos de su compañía. Era aceptado como líder en las tareas asistenciales, docentes, administrativas y políticas.
Su alto espíritu de consagración y entrega a la profesión que eligió por vocación, le hicieron ganarse el afecto y admiración de sus colegas y alumnos, y ser ejemplo para las nuevas generaciones.
El 22 de abril de 2000, falleció, con 66 años de edad, el prestigioso profesor doctor Sergio Rabell Hernández, insigne internista e iniciador de los cuidados intensivos en Cuba. Su deceso dejó un gran vacío, pues con él se fue el médico competente, el profesor ejemplar, el dirigente político, el compañero y el amigo.
FUENTES CONSULTADAS
- Expediente Docente de Sergio Rabell Hernández.
- Entrevista con su esposa e hijos.
- Vivencias de una de las autoras, de los años de labor profesional y política conjunta.