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Revista Habanera de Ciencias Médicas
versión On-line ISSN 1729-519X
Rev haban cienc méd vol.12 no.1 Ciudad de La Habana ene.-mar. 2013
EDITORIAL
Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Facultad de Ciencias Médicas "Julio Trigo López". Departamento de Crecimiento y Desarrollo Humano.
Departamento de crecimiento y desarrollo humano: más de cuatro décadas monitoreando el crecimiento de los niños cubanos
Department of human growth and development: more than four decades to monitor the growth of Cuban children
Mercedes Esquivel Lauzurique
Doctora en Medicina. Especialista Segundo Grado en Pediatría. Doctor en Ciencias Médicas. Investigador Titular. Departamento de Crecimiento y Desarrollo Humano. FCM Julio Trigo López. Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. mesqui@infomed.sld.cu
El gobierno revolucionario, desde el mismo momento de la toma del poder en 1959, manifestó la voluntad política de dar la más alta prioridad a la atención de la salud del pueblo; para cumplir este cometido emprendió un plan acelerado de ampliación y perfeccionamiento de los servicios de salud, dándole dentro de ellos la mayor atención a la salud materno-infantil.
Durante el primer decenio,1959 a 1968, se realizaron numerosas tareas encaminadas a resolver los aspectos más deficitarios de la organización y ampliar los servicios existentes, se incrementó aceleradamente la cobertura de la asistencia médica y se emprendieron numerosas campañas de inmunización y saneamiento; ya al iniciarse el segundo decenio, 1969 a 1978, muchas actividades dispersas se concentraron y consolidaron en programas más amplios con el objetivo de lograr mayor eficacia por medio de acciones integradas de salud y, entre ellos, se destacó el Programa de Reducción de la Mortalidad Infantil, que tenía como meta principal reducir la mortalidad de los niños menores de 1 año en 50%, en el término de un decenio.
En el marco de este programa de carácter integral, que abarcaba todos los aspectos de la salud del niño, se proyectó que, conjuntamente con la marcha del programa y el logro de un incremento de la supervivencia de los infantes, se realizaran investigaciones que permitieran profundizar en el conocimiento de todo el proceso de crecimiento y desarrollo desde la concepción hasta la adolescencia, idea promovida por el entonces Jefe del Grupo Nacional de Pediatría y, posteriormente, Ministro de Salud Pública, Dr. José A. Gutiérrez Muñiz.
El interés por estos estudios, también conocidos como estudios auxológicos (de Auxología, ciencia que estudia el crecimiento y desarrollo, término que proviene del griego auxein _ crecimiento_ y logos_ciencia_ y que introdujo un médico francés, Paul Godin), se inició desde hace más de 300 años y se basa en el reconocimiento de que es esta una de las formas más útiles de evaluar el estado de salud, nutrición y bienestar general de los individuos y poblaciones. De este modo, desde la década del 70 del pasado siglo, ha sido una práctica permanente del sistema de salud cubano la ejecución de investigaciones antropométricas masivas y periódicas de los niños y adolescentes con el objetivo de monitorear los cambios y tendencias de su crecimiento.
Ya, en 1972, después del establecimiento en el país de una red nacional de servicios de salud accesible y gratuita para toda la población, de haber erradicado la poliomielitis, el tétanos del recién nacido y la difteria, y alcanzar una mortalidad infantil, al terminar ese año, de 35 por mil nacidos vivos, se estimó que las condiciones estaban dadas para llevar a cabo un Primer Estudio Nacional de Crecimiento y Desarrollo.
Inicialmente, fue designado el Grupo Nacional de Pediatría para realizar la investigación; sin embargo, al crearse el Instituto de la Infancia, institución presidida por Ing. Vilma Espín Guillois para la atención integral de las edades preescolares, se consideró que era esta la institución idónea para ejecutar una investigación tan compleja. De este modo, en su estructura organizativa, se creó la Vicepresidencia de Investigaciones y, dentro de ella, la Dirección de Crecimiento y Desarrollo Humano, entidad organizativa a la que se le asignó como objeto social la planificación y ejecución de las investigaciones en este campo y, por ende, la realización del estudio nacional. Al frente de esta dirección y de la investigación, se designó al Profesor José R. Jordán, quien fuera el investigador principal del estudio y dirigiera el colectivo de investigadores que participaron en él; para ello, realizó un entrenamiento en el Instituto de la Salud del Niño de Londres, uno de los centros de mayor prestigio en esta materia, cuyo director era el Profesor James Tanner, autoridad mundial de la Ciencia del Desarrollo Humano, quien tuvo a su cargo la asesoría del estudio al que calificó, una vez terminado, como uno de los más completos realizados en esta esfera en cualquier país.
Dentro del trabajo de la dirección se incluyó, además, la ejecución de estudios longitudinales y otras investigaciones de carácter transversal del crecimiento infantil en poblaciones específicas, con vistas a complementar la información del estudio nacional y así disponer de un conocimiento exacto de las características y tendencias de este indicador que, a diferencia de la morbilidad o mortalidad refleja, de manera directa y positiva, el estado de salud y nutrición de los niños y adolescentes.
Integraron la Dirección de Crecimiento y Desarrollo especialistas de diferentes disciplinas: pediatras, antropólogos y matemáticos; el resultado fue la formación de un grupo de trabajo que con el transcurrir del tiempo ha alcanzado una alta especialización y calificación. En 1979, se decidió que el grupo pasara a formar parte del Instituto de Desarrollo de la Salud y, posteriormente, en 1989, se trasladó, como Departamento de Crecimiento y Desarrollo Humano, a la Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana donde radica hasta este momento.
En Cuba se realizaron, en 1972 y 1982, dos estudios nacionales de crecimiento y desarrollo que incluyeron 51 177 y 29 759 niños y adolescentes de todas las provincias del país; posteriormente, dadas las condiciones económicas en la década del 90, no se siguieron realizando estudios nacionales pero sí se continuó la ejecución de investigaciones más limitadas, algunas de ellas de carácter provincial, entre las que se destacan los estudios efectuados en Ciudad de La Habana en 1993 (N=4352), 1998 (N=4316) y 2005 (N=3935) y la investigación realizada en Guantánamo en el 2002 (N=2465). Las premisas en las que se ha basado el diseño muestral de estos estudios, el uso de equipos de alta precisión y rigurosamente calibrados, el minucioso trabajo de recogida de la información por parte de personal especialmente entrenado y controlado sistemáticamente y la similitud en la validación, procesamiento y análisis de los resultados han asegurado la confiabilidad y comparabilidad de estas investigaciones.
Los resultados de estos estudios constituyen la única información disponible en el país, con representatividad y precisión adecuadas, sobre las características del desarrollo físico de la población infantil y adulta en Cuba y sus modificaciones como resultado de las variaciones en las condiciones de vida de la población; de ellos proceden también los patrones de referencia que se utilizan en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud para valorar la situación nutricional de los niños, adolescentes y adultos. Entre los múltiples resultados de interés que han brindado estas investigaciones están los relacionados con el incremento secular de la talla de la población cubana: en los estudios efectuados en La Habana desde los inicios del siglo pasado se ha podido observar que entre 7 y 13 años se ha producido un incremento promedio, a cada una de esas edades, de 1,2 cm por década para ambos sexos en los últimos 85 años; otro resultado de interés lo constituye el incremento de la adiposidad que ha tenido lugar en las últimas décadas y que tiene importantes implicaciones para la salud, ya que es conocido el papel que tiene el acúmulo de grasa corporal en la morbimortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles.
Por la información de que dispone el nivel científico y la experiencia de trabajo de los integrantes del departamento, este brinda docencia superior de postgrado a través de cursos nacionales e internacionales, tutorías y asesorías a tesis de grados científicos, maestrías, diplomados y terminación de especialidades, así como participación en tribunales y comisiones de grados científicos. También ha iniciado actividades de desarrollo tecnológico, empleando la Informática para la elaboración de softwares educativos destinados al incremento y la actualización de los conocimientos de los profesionales de la salud en la esfera de crecimiento y desarrollo.
El departamento fue Centro Colaborador de la OMS en Crecimiento y Desarrollo Infantil desde 1985 hasta el 2003; posteriormente, pasó a la categoría de Institución de Excelencia participando hasta el 2007 en los Talleres Anuales de Centros Colaboradores OMS e Instituciones de Excelencia Científica auspiciados por la OPS en el país. Los investigadores que lo integran han obtenido diversos premios y distinciones del Ministerio de Salud Pública, la Academia de Ciencias de Cuba y el Ministerio de Educación Superior y varios de ellos obtuvieron sus grados científicos por sus aportes en este campo; por su reconocimiento en esta línea de investigación también han realizado labores de asesoría técnica en otros países de América Latina.
En conclusión, este Departamento ha monitoreado el crecimiento de los niños y adolescentes cubanos durante más de cuatro décadas y alertado a las autoridades correspondientes acerca de los cambios del estado de salud y nutrición de esa población medidos a partir de este indicador y sobre sus posibles consecuencias en términos de morbilidad y mortalidad; los resultados de su trabajo en todos estos años han confirmado lo que expresara el profesor Jordán en la década del 70:
Los estudios antropométricos cobrarán creciente interés en los próximos decenios y nos pondrán en guardia sobre problemas tales como la obesidad y sus consecuencias desfavorables para la salud. Hemos llegado a la etapa en la cual no solo debemos "medir enfermedad" sino que, al mismo tiempo, es necesario dedicarnos a "medir salud". 1
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Jordán J. y cols. Desarrollo Humano en Cuba. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 1979, p. 2.
Recibido: 1 de noviembre de 2012.
Aprobado: 20 de diciembre de 2012.