Introducción
Sin lugar a dudas uno, de los principales problemas de salud que afrontan hoy los países desarrollados y en vías de desarrollo son las enfermedades no transmisibles (ENT), determinadas por complejos procesos como la transición epidemiológica, la globalización y los determinantes sociales de la salud. Estos últimos, sobre todo, han traído consigo importantes cambios en los modos y estilos de vida de las poblaciones, que asociados a factores genéticos han conferido al paciente una alta predisposición de riesgo metabólico, así como un elevado riesgo aterosclerótico, que se expresa en una alta morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.1,2
Este entramado de riesgos está determinado por la asociación de algunas variables, entre las que se encuentra la medición de la cintura abdominal y los niveles de triglicéridos en ayunas, marcadores de la adiposidad intraabdominal y de la disfunción del tejido adiposo, así como de las anormalidades metabólicas presentes en las personas con cintura abdominal por encima de los parámetros establecidos como normales.3,4 La asociación de ambas variables se ha denominado fenotipo hipertrigliceridemia cintura abdominal alterada (fenotipo HTGCAA). Se trata de un fenotipo clínico que ha mostrado relación con otros parámetros del síndrome metabólico y del estado de prediabetes; además, se ha planteado que constituye un factor predictor de la diabetes mellitus tipo 2 y del riesgo cardiovascular de origen metabólico.5,6
En Cuba se han publicado pocos artículos sobre el tema en específico, recientemente, un trabajo que tomó como base el sistema de vigilancia para las ENT de la ciudad de Cienfuegos que integra la Iniciativa CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades no Transmisibles) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha permitido reportar que la prevalencia del fenotipo HTGCCA es elevada.7 Sin embargo, no se conoce con claridad la relación existente entre el fenotipo HTGCAA y el resto de los factores de riesgo cardiometabólicos en la población, tema de gran importancia, pues ayudaría a trazar políticas con el fin de prevenir las complicaciones cardiovasculares secundarias a problemas metabólicos mayores.
El objetivo de esta investigación es determinar la asociación del fenotipo hipertrigliceridemia cintura abdominal alterada con los principales factores de riesgo cardiovasculares.
Material y Métodos
Se elaboró un estudio descriptivo correlacional con 1 108 personas adultas entre 15-74 años de ambos sexos. Esta población de estudio estuvo constituida por todas las personas incorporadas en el marco de la segunda medición del estudio CARMEN II (Conjunto de Acciones para Reducir las Enfermedades Crónicas no Transmisibles) en la ciudad de Cienfuegos a las cuales se le realizó perfil lipídico.
Para la selección de la muestra de la segunda medición de CARMEN se usó unmétodo probabilístico trietápico, en las diferentes etapas del muestreo seincluyeron los distritos, las áreas y secciones censales (constituidaspor 5 y 7 casas); a partir de las casas elegidas aleatoriamente seseleccionaron las personas.
Esta muestra quedó conformada por 2 400 personas del total de la población entre 15 y 74 años del área urbana de la ciudad. Para más información sobre las investigaciones del estudio CARMEN Cienfuegos y sobre el método de muestreo que se ha utilizado en todas las mediciones, se puede revisar el artículo (An efficient sampling approach to surveillance of non-communicable disease risk factors in Cienfuegos, Cuba).8
A todas las personas se les realizó la encuesta CARMEN en sus domicilios, por personal entrenado de la Oficina Territorial de Estadísticas (encuestadores profesionales). Las mediciones antropométricas y de presión arterial, así como la toma de muestra sanguínea, se realizó en el consultorio médico de la familia más cercano a sus casas por enfermeras entrenadas y certificadas por el equipo de investigación y por personal técnico de laboratorio certificado, teniendo siempre como requisito para la toma de sangre principal el ayuno de 12 horas.
El procesamiento de la muestra sanguínea se realizó en el equipo ELIMAT del laboratorio del Centro de Especialidades Ambulatorio (CEA), institución adjunta al Hospital General Universitario “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” de Cienfuegos, Cuba.
Las variables estudiadas fueron: sexo, color de la piel, edad, cintura abdominal, triglicéridos en sangre, fenotipo hipertrigliceridemia cintura abdominal alterada, hipertensión arterial, diabetes mellitus, actividad física, estado nutricional, colesterol total, colesterol HDL y tabaquismo.
La medición de la circunferencia de cintura abdominal se efectuó con el sujeto de pie, en el punto medio entre el reborde costal inferior y la cresta ilíaca, sin comprimir la piel con la cinta de medida y efectuando la lectura al final de una espiración normal. Se consideró una circunferencia de cintura abdominal alterada cuando los valores fueron iguales o superiores a 102 cm en los hombres e igual o superior a 88 cm en las mujeres, tal como establece el III reporte del National Cholesterol Education Program (NCEP III).9
Se determinaron los niveles de triglicéridos mediante el método colorimétrico por espectrofotometría, con controladores Elitrol I y II, calibrador Elical-2, todos pertenecientes a la firma Elitech. Fueron clasificados según los criterios del (NCEPIII) en:
Se consideró un individuo con o sin fenotipo cintura abdominal alterada (fenotipo HTGCAA), atendiendo a los criterios siguientes:
Sin fenotipo HTGCAA: cuando los valores de cintura abdominal fueron inferiores a 102 cm en los hombres y 88 cm en las mujeres y los valores de triglicéridos inferiores a 1,7 mmol/l (150mg/dl).
Con fenotipo HTGCAA: cuando los valores de cintura abdominal fueron iguales o superiores a 102 cm en los hombres y 88 cm en las mujeres y los valores de triglicéridos iguales o superiores a 1,7 mmol/l (150mg/dl).4
Edad
Para el análisis la edad se recodificó esa variable a dicotómica considerando el punto de corte los 45 años.
Hipertensión arterial
Se consideró a todo paciente que refirió ser hipertenso y llevar tratamiento o que presentó cifras de tensión arterial (TA) iguales o superiores a 140 y/o 90 mmHg.10
Diabetes mellitus
Se tuvieron en cuenta los criterios diagnósticos actuales. Se consideró una persona diabética cuando expresó que fue diagnosticada de esta enfermedad por un médico y que llevaba tratamiento, o cuando los valores de glucemia en ayunas en el estudio fueron iguales o superiores a 7 mmol/l (126 mg/dl).11
Actividad física
La actividad física, como variable politómica, se construyó a partir del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ), que forma parte de la encuesta CARMEN, se consideraron los criterios establecidos por Gómez y col. que han sido revisados y aplicados por nuestro grupo de trabajo:12,13
Inactivos: personas que no habían caminado o realizado otra actividad física de intensidad moderada o vigorosa los últimos siete días, durante al menos 10 minutos seguidos.
Activos: personas que habían caminado o realizado otra actividad física de intensidad moderada, con una duración acumulada de al menos 30 minutos al día, en esfuerzos mínimos de diez minutos seguidos, durante cinco días o más en los últimos siete días, o habían realizado actividades vigorosas con una duración acumulada de al menos 20 minutos seguidos durante tres días o más en los últimos siete días.
Estado nutricional
Para el cálculo del índice de masa corporal (IMC) se utilizó la fórmula:
Relación peso en Kg /talla en m2
Para clasificar los diferentes grados de obesidad se recurrió a los criterios establecidos por Garrow: normopeso (IMC= 20-24,9 kg/m2), obesidad grado I o sobrepeso (IMC= 25-29,9 kg/m2), obesidad grado II (IMC= 30-39,9 kg/m2), obesidad grado III (IMC >= 40 kg/m2).
Colesterol total y colesterol HDL
Se determinaron los niveles de colesterol total mediante el método colorimétrico por espectrofotometría con controladores Elitrol I y II, calibrador Elical-2, todos pertenecientes a la firma Elitech. Fueron analizados según los criterios establecidos por el NCEP:9
Normal: < 200 mg/dl (< 5,2 mmol/l).
Riesgo: 200-239 mg/dl (5,2-6,1 mmol/l).
Patológico: iguales o superiores a 240 mg/dl (=> 6,2 mmol/l).
Índice aterogénico (IA)
Correspondiente a la relación colesterol total/colesterol HDL, fue evaluado siguiendo los criterios:
Colesterol no HDL
El colesterol no HDL se obtuvo de la resta de la cifra del colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL o colesterol) a la cifra del colesterol total. Un nivel de colesterol no HDL es de menos de 130 miligramos por decilitro (mg/dL) o 3,37 mili moles por litro (mmol/l).14
Análisis de datos
Se construyó una base de datos en Microsoft Access para introducir y validar los datos, los que fueron analizados utilizando los programas SPSS 25 y Epidat 4. Los resultados se presentan en tablas y figuras mediante frecuencias relativas y absolutas.
Considerando que se trató de un estudio transversal, se estudió la asociación entre los diferentes factores de riesgo (modificables y no modificables) y el fenotipo cintura abdominal alterada hipertrigliceridemia, así como la magnitud en que ésta se expresó, a través de la medida de asociación razón de prevalencia de exposición con sus intervalos de confianza del 95 % de Katz, ecuaciones 1 y 2.
Ecuación 1 Razón de prevalencia (RP)
Ecuación 2 IC 95% de la Razón de prevalencia (RP)
También se realizó un análisis de varianza ANOVA de un factor, para comparar los niveles de colesterol no HDL en función de los diferentes niveles de fenotipo cintura abdominal alterada-hipertrigliceridemia. Se fijó un nivel de significación estadística de p=0,05.
Consideraciones éticas
El protocolo de estudio recibió aprobación del Comité de Ética de la Investigación y el Consejo Científico de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Los participantes firmaron declaraciones de consentimiento informado cuando se inscribieron, antes de la visita al consultorio médico para las mediciones antropométricas y toma de la muestra de sangre.
Resultados
El análisis de factores de riesgo no modificables permitió observar una asociación estadísticamente significativa del fenotipo HTCAA con el sexo femenino RP:2,31 (1,65-3,22), y con una edad superior a los 45 años, RP: 2,92 (2,06-4,12), no fue así en relación con el color de la piel. (Tabla 1).
Por otro lado, en relación con los factores de riesgo modificables no bioquímicos, se observó una asociación directa e incrementada entre el aumento del peso, medido a través del IMC y la condición de tener el fenotipo RP 9,27 IC 95% (4,87-17,67) y 19,24 IC (10,22-36,21), respectivamente. También se encontró una fuerte asociación con las condiciones de HTA, RP de 2,96 IC 95% (3,22-3,95) y diabetes mellitus RP de 2,30 IC 95% (1,73-3,06). (Tabla 2).
El colesterol HDL bajo no mostró una asociación significativa con el fenotipo; sin embargo, sí se observó una fuerte asociación con el incremento de los niveles de colesterol y con el índice aterogénico, superando en más de 2 veces al de referencia en ambos casos. (Tabla 3).
El análisis de los datos también evidenció un incremento lineal y estadísticamente significativo (p=0,000), en los niveles de colesterol no HDL entre las personas sin fenotipo y las que tenían la presencia de la combinación de una cintura abdominal alterada y niveles altos de triglicéridos, o sea, los de fenotipo TGCAA. (Figura).
Discusión
En la fisiopatología del fenotipo HTGCAA se imbrican alteraciones en el metabolismo glucolipídico, estados proinflamatorios y protrombóticos. El vínculo entre todas ellas se atribuye a la resistencia insulínica (RI), favorecida por el aumento de ácidos grasos libres, muchas veces relacionado con el sobrepeso y la obesidad.6,7
Existe una estrecha relación, cada vez más conocida, entre los trastornos del metabolismo, la obesidad, la diabetes mellitus, la disfunción del endotelio vascular y la hipertensión arterial (HTA) y como consecuencia de todo ello, los problemas que afectan a órganos vitales como el corazón, el cerebro, los riñones y los propios vasos sanguíneos, que resultan ser la base de la gran mayoría de estas alteraciones.9,15
El análisis de esta interrelación es importante, dado que varios estudios han demostrado que la obesidad, específicamente la visceral, está asociada a la presencia de adipocitocinas elevadas e insulinorresistencia, y dentro de sus consecuencias está la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular.16,17
Los resultados del estudio muestran que la presencia del fenotipo HTGCAA es el doble en las mujeres con respecto a los hombres. Estos resultados se asemejan a los de otros informes que evidencian una frecuencia del fenotipo mucho mayor en las mujeres; sin embargo, difieren del estudio realizado por Arsenault y colb. en el 2010, en el cual no se observaron diferencias entre ambos géneros.6,17,18,19,20
La relación entre el fenotipo HTGCAA y el sexo femenino ha sido atribuida a factores importantes como el embarazo, la diabetes mellitus gestacional, la preeclampsia, el uso de anticonceptivos hormonales, la menopausia y el síndrome de ovario poliquístico,21,22 los cuales también pueden tener un impacto en la frecuencia y características del síndrome metabólico en las mujeres. Por otro lado, existen investigaciones que plantean que la mayor frecuencia entre las mujeres puede deberse a un estatus socioeconómico diferente, actividades relacionadas con el trabajo y la percepción cultural de la imagen corporal.23
En ese sentido, otros autores24,25 han reportado la pertinencia del fenotipo HTGCAA como herramienta para evaluar riesgo de enfermedad coronaria, ya que su presencia presupone un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular en ambos sexos. De igual forma, se ha determinado su asociación con HTA, diabetes mellitus tipo 2 y otros riesgos bioquímicos de enfermedad cardiovascular.
En este trabajo se consideran otros factores de riesgo cardiovascular, tales como la obesidad y el sobrepeso, la inactividad física, el hábito de fumar y las cifras elevadas de colesterol total, se encontró asociación entre estos y la presencia del fenotipo HTGCAA, que ha sido reportada por otros autores que han considerado esta relación como predictora de enfermedad cardiovascular.23,24,25,26,27 Específicamente, la obesidad y el sobrepeso se presentan como factor determinante para el desarrollo del fenotipo HTGCAA. Los sujetos con el fenotipo HTGCAA presentaron obesidad global evaluada por IMC, la cual se asocia con aumento de la grasa visceral; esto se puede explicar por la fuerte correlación entre el IMC y el ICC (índice cintura cadera), que se considera una medida simple de la obesidad abdominal y puede reflejar mejor la acumulación de grasa intraabdominal.6,9,17 Otro factor a tener en cuenta es la inactividad física, cuya asociación con riesgos como la obesidad, dislipidemia, HTA, DM tipo 2 está probada, y por ende, con el fenotipo HTGCAA.28,29,30
A la luz de los conocimientos actuales sobre la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular, es importante determinar los factores de riesgo en la población. Existe una tendencia a la sobre ingestión de calorías y la alimentación no saludable (ingestión de comidas rápidas y ricas en grasas saturadas), lo que asociado a la insuficiente práctica de actividad física, favorece el desarrollo de la obesidad, los trastornos de los lípidos y por consiguiente la aparición del fenotipo HTGCAA en la población.
El reconocimiento de que el fenotipo HTGCAA es un conglomerado de riesgos exige que ante todo paciente que lo presente, se intensifique la búsqueda de otros riesgos cardiovasculares y de DM tipo 2, esto es un paso importante para la prevención primaria de ambas enfermedades que puede realizarse a través de intervenciones preventivas tempranas en el entorno escolar, laboral e institucional, para estimular a la población a adoptar estilos de vida saludables, especialmente aumentando la actividad física, reduciendo la carga de contenido energético de alimentos y bebidas y disminuyendo el consumo de grasas saturadas.
A pesar de que los resultados son muy interesantes y válidos, no se puede dejar de mencionar que el estudio tiene algunas limitaciones, dadas por el hecho de no considerarse otras variables antropométricas como los pliegues cutáneos, la medición del papel de la actividad física de forma categórica, en físicamente activos e inactivos, que es lo que permite hacer un estudio epidemiológico de estas características, y no de manera continua (MET-minutos/semanas). El diseño de estudio transversal no es el más adecuado para evaluar factores causales, por lo cual se necesitarán estudios longitudinales prospectivos para tener una mejor idea de la capacidad predictiva de estimar el riesgo, evaluando la unión de la cintura abdominal alterada y el incremento de los triglicéridos en sangre.
También es importante considerar que la muestra que se utilizó es menor que la que se obtuvo desde el punto de vista teórico para la medición de CARMEN, sin embargo, se hicieron pruebas a posteriori, comparando las características de la población incorporada en este estudio con la muestra original y no se observaron diferencias significativas desde el punto de vista estadístico. Estos aspectos, aunque no afectan las conclusiones, son buenos señalarlos pues siempre influyen en una mayor precisión en los resultados.
Conclusiones
El estudio muestra que existe una mayor prevalencia del fenotipo HTGCCA entre las mujeres desde edades muy tempranas (35 años), así como su relación con importantes factores de riesgo cardiovascular. Además, apoya el criterio de que la medición de la circunferencia de la cintura abdominal junto a los niveles de triglicéridos pudiera ser un buen criterio para evaluar el riesgo cardiovascular y cardiometabólico. Ello sería menos complejo y menos costoso que los actuales criterios para estimar este riesgo de manera individual y a nivel de población y permitiría implementar medidas preventivas en grupos de riesgo para desarrollar DM tipo 2 y enfermedad cardiovascular.