Introducción
La sobrecarga académica, las labores diarias y el reducido tiempo para el esparcimiento durante la etapa universitaria pueden conllevar al desarrollo de un agotamiento emocional conocido como “Síndrome de Burnout Académico”.
El agotamiento emocional, la despersonalización y el logro personal reducido que puede ocurrir entre las personas fue inicialmente observado en trabajadores relacionados a las Ciencias de la Salud y principalmente se asocia con una amplia variedad de síntomas que van desde la fatiga, pérdida de la función cognitiva hasta los trastornos psicosomáticos.1 Estos síntomas pueden conducir al agotamiento emocional y la insensibilidad, lo cual resulta en la pérdida de profesionalismo y la desconexión del trabajo.2
En los estudiantes se ve reflejado como un agotamiento emocional (debido a demandas educativas), cinismo (indiferencia/actitud apática hacia las actividades académicas) y bajo valor profesional (conciencia de ineficacia como estudiante).3 En la carrera de Odontología, los estudiantes se ven expuestos a múltiples actividades académicas que incluyen: horas teóricas continuas, prácticas de laboratorio luego de las horas teóricas, prácticas preclínicas diarias, atención clínica de pacientes y rotaciones prácticas por servicios hospitalarios que en su conjunto se manifiestan como un exceso de carga de trabajo para cubrir las necesidades educativas, lo cual es combinado con la falta de tiempo para el ocio, la familia y los amigos. De esta forma, se genera un escenario propicio para la aparición del Síndrome de Burnout dentro de las escuelas de Odontología.
Estudios previos sobre el Síndrome de Burnout entre estudiantes de Medicina reportan frecuencias entre el 10% a más del 75% de aparición.4,5,6 En estudiantes de Odontología se reportan altas frecuencias, los valores mayores se encuentran en alumnos de los primeros años de estudio.7,8
Una explicación es que los estudiantes de las Ciencias de la Salud suelen dedicar al menos 40-60% de su tiempo a la formación profesional y atención de pacientes lo cual puede conllevar a desarrollar un agotamiento emocional.9 Su presencia tiene un impacto negativo a nivel personal (mayor riesgo de ideación suicida, depresión y ansiedad, dificultades interpersonales), a nivel profesional (cuidado del paciente comprometido, mayores errores médicos, menor satisfacción con la carrera, bajo rendimiento y mala calidad de vida), y en el nivel académico (se correlaciona con pensamientos de dejar el curso); de ahí la importancia de estudiar este síndrome.10
Su estudio se ha realizado a través de distintos cuestionarios, tales como el Maslach Burnout Inventory (IMB)11 Inventario Oldenburg para Burnout,12 el Burnout Measure13 y el Inventario Copenhagen para Burnout.14 El más utilizado mundialmente es el IMB que fue diseñado especialmente para evaluar el agotamiento, sus ítems se encuentran escritos de forma general por lo que se pueden aplicar a cualquier población. Su uso en el campo de la Odontología no es muy difundido y se ha centrado principalmente en odontólogos especialistas y egresados.
La presente investigación tiene como objetivo describir las características del agotamiento emocional a través del IMB en una muestra de estudiantes de una Facultad de Odontología durante el año 2018.
Material y Métodos
Se diseñó un estudio transversal, descriptivo que encuestó a 139 (80% de los matriculados) estudiantes de la Escuela Académica Profesional de Odontología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú durante los meses de abril-junio de 2018.
El cálculo del tamaño muestral se realizó a través de la estimación de frecuencias tomando en consideración un nivel de significancia del 5%, una proporción esperada de casos del 50% y un error del 0,05. La selección de los encuestados se realizó a través de un muestreo aleatorio simple por números aleatorios tomado como marco muestral el registro de los 230 estudiantes matriculados desde el segundo hasta el quinto año de estudios.
Se incluyó a todos los estudiantes matriculados durante el periodo 2018-I y que se encontraban estudiando labores académicas y clínicas dentro de la Facultad de Odontología. De esta forma, se excluyeron a los estudiantes del sexto año (internado) debido a que se encontraban cursando sus prácticas clínicas dentro de los ambientes hospitalarios fuera de la facultad. También se excluyeron a los estudiantes de primer año por estar estudiando cursos generales fuera de la Escuela Académica Profesional de Odontología y no encontrarse permanentemente en la Facultad.
El método de recolección de datos utilizado fue la encuesta a través de un cuestionario estructurado. Se utilizó el Inventario Maslach para el Burnout que presenta 15 ítems agrupados en tres dimensiones: agotamiento emocional, cinismo y eficacia académica reducida. El cuestionario plantea en sus cinco primeras preguntas (1-5) la dimensión relacionada al agotamiento emocional, las preguntas que van del 6 al 10 se relacionan con la dimensión de cinismo (despersonalización) y las últimas cinco preguntas se relacionan con los logros personales. Las categorías se expresaron en escala Likert con seis puntuaciones que variaron desde 0 (nunca) hasta 6 (diariamente).
Las puntuaciones fueron unidimensionales y variaron desde cero (menor intensidad del constructo) hasta 90 (mayor intensidad del constructo). La versión en español utilizada para el presente estudio fue la que utilizaron y validaron Simancas-Pallares y cols.9 y que fue traducida por Mafla y cols.15
La puntuación para la dimensión “agotamiento emocional” fue: 10 o menos (agotamiento de bajo nivel), entre 11 y 17 (agotamiento moderado), 18 o más (agotamiento de alto nivel).
Para la dimensión “despersonalización” fue 3 o menos (agotamiento de bajo nivel), entre 4 y 6 (agotamiento moderado), 7 o más (agotamiento de alto nivel). Para la dimensión “logro personal” fue 19 o menos (agotamiento de alto nivel), entre 20 y 24 (agotamiento moderado), 25 o más (agotamiento de bajo nivel). Un puntaje alto en las dos primeras secciones y un puntaje bajo en la última sección se consideraron como indicios de Síndrome de Burnout.
Los estudiantes seleccionados participaron libremente firmando un consentimiento informado escrito. Los investigadores fueron los encuestadores la cual fue autoadministrada y demoró entre 3-5 minutos en ser rellenada por completo.
El vaciado de datos fue realizado con el paquete estadístico Spps v 21.0. Se utilizó promedios y desviaciones estándar para valorar cada reactivo. La consistencia interna del cuestionario se realizó a través de la prueba alfa de Cronbach. La comparación de la percepción de cada dimensión del ambiente entre distintos años de estudio se realizó a través de la prueba Kruskall-Wallis. Aceptamos un nivel de significancia de 0.05 para refutar una hipótesis nula.
Resultados
57 (41%) estudiantes encuestados fueron del sexo femenino, 34 (24,5%) pertenecieron al segundo año de estudios, 41 (29,5%) al tercer año, 29 (20,9%) al cuarto y 35(25,2%) al quinto año. El promedio de edad de los encuestados fue de 21,98 ± 1,98 años con un mínimo de 18 y un máximo de 31. La consistencia interna del cuestionario evaluado a través del coeficiente alfa de Cronbach fue de 0,736.
Las frecuencias encontradas para cada ítem según año de estudio y que presentaron diferencias significativas entre años de estudio se encuentran en la tabla 1.
El promedio de los puntajes obtenidos para toda la muestra fue de 49,75 ± 9,57 con un mínimo de 29 y un máximo de 71. (Tabla 2).
En la figura 1 se muestra las barras de error de la media encontrada para las puntuaciones según año de estudio. Se encontró una mayor puntuación del Síndrome de Burnout en los estudiantes de quinto año.
Al evaluar las puntuaciones por dimensiones se encontró un puntaje de 16,78 ± 7,62 para el agotamiento emocional, 10,19 ± 4,49 para el cinismo y 22,78 ± 4,9 para los logros personales (Tabla 3).
Respecto a la puntuación total del cuestionario y al agotamiento emocional los estudiantes de quinto año evidenciaron diferencias significativas con los demás años; respecto al cinismo los estudiantes de tercer año evidenciaron diferencias significativas sobre los de quinto y segundo año (Figura 2).
Discusión
La progresión de los resultados sobre el agotamiento emocional encontrado en el presente estudio refleja que es posible que el Síndrome de Burnout aparezca desde muy temprano en estudiantes de Odontología y se agudice durante la introducción de los cursos clínicos. Esto se debe a que la atención de los pacientes requiere de una gran concentración que en muchas ocasiones genera cansancio, desgaste emocional, pérdida de interés hacia los pacientes y el ambiente, los cuales pueden crear actitudes defensivas y/o agresivas que facilitan la desmotivación profesional y el alejamiento de otras actividades diarias. La aparición del desgaste emocional puede ocurrir por la falta de experiencia y seguridad que tiene el estudiante al realizar un tratamiento, también por la sobrecarga de actividades, y finalmente por la desmotivación tanto en el ámbito académico como en el laboral.
El presente estudio encontró un nivel de agotamiento emocional moderado entre los estudiantes de Odontología. Esto se explica porque los estudiantes se encuentran sometidos a periodos prolongados de actividades académicas durante el día; actividades que involucran teorías, prácticas, atención de pacientes, imposición de trabajos, exigencias administrativas que requieren de esfuerzos de su parte; además en la mayoría de ellos, la adaptación al sistema es largo lo que conlleva a la aparición de estrés y agotamiento durante la vida universitaria.
En la carrera de Odontología el estrés aumenta a medida que los años de estudio avanzan; a diferencia de otras áreas como Medicina Humana que suele disminuir con el avance de los cursos.16 Es común encontrar que el agotamiento emocional sea más frecuente en los estudiantes de primer año, principalmente porque es el momento donde enfrentan diversos cambios en su vida: dejan sus círculos sociales, desarrollan nuevas amistades, se preocupan por las finanzas y se enfrentan a inseguridades respecto a sus capacidades. Todos estos factores estresantes pueden reemplazarse por una carga de trabajo pesado constante y una falta de tiempo para relajarse, por lo cual los niveles de estrés al finalizar el año son mayores que al comienzo de este.17,18
Se conoce que la organización académica de una carrera profesional puede ser considerada como una situación estresante y agobiante para un alumno;19) en el caso de los de Odontología, la distribución del plan de estudios se ordena en semestres para los cursos teóricos y prácticos mientras que las actividades clínicas de atención a pacientes se realiza de forma anual sin interrupción.
Esta organización es más flexible durante los primeros años de estudio y se vuelve más compleja y saturante a medida que los estudiantes llegan al último año. Es común encontrar que los de los últimos años demuestren un mayor grado de exigencia y de agotamiento;20 en nuestra investigación se encontró que los del último año evidenciaron el mayor agotamiento emocional con valores cercanos al Síndrome de Burnout.
Nuestros resultados concuerdan con trabajos que señalan que los educandos que inician los cursos clínicos son los que más estrés presentan;16,21 una etapa que puede modificar drásticamente la motivación por la carrera de Odontología, debido a que puede ocasionar el gusto por la profesión; pero un disgusto por la forma de aprenderla.16
A los estudiantes de los últimos años se les demanda mayor autonomía en su aprendizaje, mayor exigencia de los dominios procedimentales y actitudinales, esto suele ser percibido por ellos como estresante y causa de agotamiento.22
En algunos trabajos se ha encontrado que el año, los cursos y el plan de estudios pueden ser considerados como factores de riesgo para la aparición de Burnout académico.19 También se ha encontrado que los alumnos de los primeros años evidencian signos de Burnout académico dado que se considera un período de transición de las expectativas idealistas hacia la práctica cotidiana.23
Respecto a la dimensión “cinismo” se encontró un nivel de agotamiento alto. Esto es reflejo de falta de entusiasmo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para un alumno de Ciencias de la Salud, el proceso académico dentro las aulas no suele ser motivador; sin embargo, las actividades clínicas representan un factor altamente estimulante y agradable porque es el campo donde refleja sus competencias procedimentales y actitudinales.
Sin embargo, en el campo de la Odontología el exceso de actividades clínicas y la exigencia de procedimientos para lograr “aprobar” un curso saturan al estudiante y, en ocasiones, el contacto continuo con los pacientes puede conllevar a generar cansancio físico, emocional, cognitivo y aislamiento social.19 Si se combina el exceso de actividades clínicas más las actividades teórico-prácticas se prepara el escenario ideal para la aparición de agotamiento emocional.
En otros estudios, se ha encontrado que respecto a las prácticas clínicas, alrededor del 50% las realizaban paralelamente a la cátedra y laboratorios, lo que conlleva a una sobre exigencia académica dada por el número de horas necesarias para el cumplimiento de sus obligaciones.19
Acorde con la puntuación total y las dimensiones evaluadas no se podría otorgar indicios de la presencia del Síndrome de Burnout entre los estudiantes de Odontología; sin embargo, sí se han reflejado signos de agotamiento emocional, los que ya habían sido encontrados por otros estudios.24,25 La mayoría plantea que la sobrecarga de cursos es un riesgo para desarrollar un estrés prolongado y, por ende, agotamiento físico.
Recomendamos que si se desea disminuir los signos y aparición del agotamiento emocional el estudiante debe organizar un ritmo de trabajo acorde con sus necesidades y expectativas, dedicar parte del tiempo libre que se posea a la realización de actividades que les satisfagan (deporte, música, ocio, etc.).
Las consecuencias de no lidiar con los signos del Síndrome de Burnout implican la provocación de trastornos ansiosos y que aumenten el ausentismo laboral o estudiantil, disminución de su productividad y eficacia. Repercusiones que se deben tener en cuenta, puesto que se trata de estudiantes que dedican tiempo para el cuidado y tratamiento de pacientes, se dificulta la atención de forma tranquila y se modifica la orientación empática.26
Nuestro trabajo no está exento de limitaciones tales como: no se encuestó a estudiantes del último año debido a que sus prácticas las realizan en hospitales. Este grupo también debería ser analizado puesto que tienen un mayor tiempo de contacto con los pacientes.
Tampoco se pudo analizar a la totalidad de la población estudiantil debido a que muchos de ellos no devolvieron las encuestas, las devolvieron incompletas o no desearon participar en la investigación; recomendamos indagaciones que logren abarcar poblaciones mayores e incluso comparar puntuaciones entre estudiantes de Medicina Humana, Obstetricia, Enfermería y todas las profesiones relacionadas con las Ciencias de la Salud.
Conclusiones
Se concluye que según los puntajes encontrados el nivel de agotamiento emocional es moderado en los estudiantes de Odontología y que este aumenta a medida que avanzan los años de estudio y se agudiza, principalmente, en la transición de los cursos teórico-prácticos hacia los cursos y exigencias clínicas de atención a los pacientes.