La Enfermería en el siglo XX enfrentó grandes retos y desafíos que marcaron el camino a seguir no solo desde el punto de vista práctico sino también ético. Diversos sucesos históricos, políticos, demográficos, culturales, económicos y tecnológicos han condicionado la práctica profesional de Enfermería hasta la actualidad.
Por solo rememorar algunos de estos relevantes sucesos donde los enfermeros han estado presentes, recordamos los enfrentamientos para conseguir justicia y conciencia social en las dos guerras mundiales donde las enfermeras de hospitales de campañas desempeñaron un papel crucial en la salvaguarda de millones de vidas gracias a su dedicación y cuidados. Se le añade a ello, los conflictos raciales, los movimientos de liberación nacional en Latinoamérica y África, los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki que tantas vidas cobraron y cómo sus consecuencias perduran hasta nuestros días. Sucesos que de algún modo se relacionan con otro evento importante que ha mediado en la cobertura, disponibilidad y calidad de la asistencia sanitaria de Enfermería a la población mundial: los grandes fenómenos migratorios de las regiones Centro y Sur de América hacia el Norte del continente u otras regiones del mundo en la búsqueda de mejores oportunidades salariales y condiciones laborales de profesionales y técnicos de la salud.
Otro desafío asumido por los enfermeros fueron los cambios en las políticas sanitarias, la introducción de mejoras en hospitales, en las tecnologías sanitarias, el redireccionamiento de la Medicina enfocada en el diagnóstico hacia las prácticas preventivas y con ello, el fortalecimiento de las destrezas de Enfermería en la comunidad dirigiendo los cuidados hacia grupos humanos vulnerables.
Una función esencial ha desempeñado, en este cambio de políticas sanitarias, el desarrollo de las nuevas tecnologías para la información y las comunicaciones (NTIC), particularmente, en la creación de capacidades para la innovación y el aprovechamiento de los registros de Enfermería como fuentes de datos para estudios sistemáticos más rigurosos que ofrezcan los sustratos para la construcción de nuevos conocimientos sobre la salud humana a través de la relación que establece con el entorno donde vive o trabaja.
Todos estos eventos han insertado a la Enfermería en un mundo globalizado con grandes retos desde la teoría hasta la práctica, al hacerse esta una profesión que se ejerce en un entorno multidisciplinario y socialmente complejo.
En tal sentido, se plantea que las condiciones de la práctica profesional se transforman a diario por los efectos del desarrollo tecnológico, los sistemas de comunicación, la situación epidemiológica con la aparición de enfermedades reemergentes, los cambios demográficos de la población y otros problemas relacionados con la pobreza. Se le añaden las costumbres, creencias, valores, actitudes e historias de vida de las personas que están rodeadas de símbolos que han de tenerse en cuenta durante la interacción, puesto que estos elementos forman parte de la cultura.1)
Siguiendo esta lógica, el cuidado profesional de Enfermería centra su atención en el diagnóstico y el tratamiento de problemas de salud mediante el empleo de conocimientos de estudios sistemáticos. Es así como el cuidado de calidad debe contemplar el conocimiento científico y este debe analizarse desde una perspectiva holística de forma que el escenario de la atención pueda articularse con el contexto social, económico y legal, y favoreder la adopción de la mejor decisión sobre el cuidado que se brinda a las personas.2,3)
Ese cuidado ético, profesional y de calidad está muy relacionado con la formación de enfermeros con un enfoque humanista. Los enfermeros en el actual tejido global deben ser excelentes cuidadores, perceptivos ante los estados de bienestar y problemas de salud de las personas y suficientemente capaces para ofrecer cuidados en diferentes contextos socioculturales empleando el pensamiento crítico, las competencias para la comunicación y el uso de las NTIC.
En el marco del Día Internacional de la Enfermería, mayo de 2015, la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) llamó a formar más enfermeras en América Latina y el Caribe para prestar una asistencia cualificada, y abordar las inequidades en su distribución y su migración.4)
Silvia Cassiani, asesora regional de Enfermería y Técnicos en Salud de la OPS/OMS señaló en ese encuentro que "las enfermeras son un recurso humano importante para la salud". Afirmó que la Enfermería cubre 80 % de las necesidades de la atención y constituye 60 % de la fuerza laboral en salud, razones que encuentra más que suficiente para resaltar la necesidad de que los países hagan mayores esfuerzos para formar más profesionales, distribuirlos según las necesidades de la población y hacer todo lo posible para retenerlos en sus puestos de trabajo.4)
Tedros Adhamon Ghebreyesus, Director General de la OMS, en el informe llamado “Enfermería y Partería en la historia de la OMS 1948-2017”, declaró que las enfermeras y las parteras constituyen la columna vertebral del nivel primario de atención del sistema sanitario, afirma que son profesionales invaluables y héroes invisibles del sector de la salud.5)
En tal sentido, el Concilio Internacional de Enfermeras con el Burdett Trust for Nursing (UK), ha lanzado la campaña internacional Nursing Now 2020, cuyo propósito se centra en visibilizar a los técnicos y profesionales de la salud resaltar su liderazgo y contribución a la mejora de los cuidados de salud que brinda a la población. El programa señala que los avances en el gremio de Enfermería (estatus y perfil profesional) influyen positivamente en la salud, la igualdad de género y el desarrollo económico. Se reconoce a las enfermeras como factor decisivo de cambio para mejorar la calidad de vida de la sociedad y motor hacia la cobertura sanitaria universal y la salud para todos.5)
La Enfermería es una ciencia, disciplina que coexiste en los espacios asistenciales de salud con otras profesiones sanitarias donde el trabajo en equipo resulta vital, pues requiere la colaboración entre profesionales ya bien en su práctica o su cultura; de ahí que haya diferencias sustanciales entre la práctica Médica y de Enfermería; con frecuencia se suele decir que los médicos curan y las enfermeras cuidan, aun cuando las investigaciones aportan información que refuta lo anterior y defiende que las enfermeras no solo emplean la experiencia acumulada de su praxis, también incorporan las evidencias científicas en la solución de problemas de salud de los pacientes. Por ello es trascendental que se derriben las murallas que limitan la participación de la Enfermería donde se deciden las políticas sanitarias de los países.
Estas valoraciones apoyan el reconocimiento de la existencia de dos áreas fundamentales de desarrollo profesional en Enfermería: la asistencial y la docente investigativa; ámbitos donde no deberían existir barreras o limitaciones, pues es precisamente en la práctica clínica donde se concretan los datos que emergen como evidencias científicas. La evidencia nace en y de la práctica asistencial y a ella retorna nuevamente.
Por otra parte, los recursos humanos del gremio enfrentan otras problemáticas que afectan a la Enfermería en la contemporaneidad: largas jornadas, salarios que no se corresponden con las actividades laborales, insuficiente estimulación, inadecuadas condiciones laborales, poco tiempo para la superación y escaso reconocimiento social de los practicantes de la Enfermería, aspectos que contribuyen al desgaste físico y emocional de los profesionales y, por ende, al abandono de la profesión.4) El abandono profesional influye en la disponibilidad y la calidad de la atención sanitaria, así como en las relaciones del enfermero con las personas sujeto del cuidado, por lo que desvirtuan la atención a aquellas situaciones que generan preocupación, ansiedad y angustia en las personas y/o su familiar.
La OMS calcula que para alcanzar en 2030 el Objetivo Tercero del Desarrollo Sostenible relacionado con la Salud y el Bienestar, se requerirán al menos nueve millones de enfermeras y parteras. Consideración que parte del reconocimiento de que uno de los retos de la Enfermería es cubrir o satisfacer la necesidad del personal; África y el Sudeste de Asia son las regiones del mundo con menos enfermeros.6)
Razones por las que invertir en el personal de Enfermería podría ser, según la OMS, una enorme contribución a la expansión de la cobertura sanitaria universal de forma rápida, rentable y con elevada calidad. Sería una oportunidad única para que los Estados y gobiernos muestren qué tanto valoran a sus enfermeros no desde el discurso sino desde acciones concretas que provean a los servicios sanitarios de los recursos humanos en calidad y cantidad para satisfacer las necesidades de salud de los países.5,7)
Al momento de redactar este Editorial, el mundo no había sido afectado por la COVID-19 que azotó lastimosamente a la región asiática, luego a Europa para posteriormente extenderse a casi la totalidad de las naciones. No obstante, es justo, pertinente y oportuno resaltar el papel de todos los profesionales, técnicos y trabajadores de la salud por su entrega, valentía, sacrificio invaluable y dedicación al enfrentar episodios dolorosos como la muerte de personas con los recursos disponibles.
Especialmente, resaltamos la labor del personal de Enfermería, quienes con su profesionalidad, ingenio, perseverancia y consagración siguen estando en la primera fila y velan por la continuidad de los cuidados en las dimensiones (biológica, psicológica, espiritual y social) de los enfermos vulnerados por esta temible pandemia, sin olvidar aquellos enfermeros que hoy se encuentran desarrollando acciones educativas promoviendo prácticas saludables e implementando intervenciones salubristas enfocadas en la prevención y control de la propagación de la COVID-19 en las comunidades y barrios, quienes también ofrecen atención a las familias de las personas enfermas/fallecidas y a miembros de grupos vulnerables.
Los enfermeros como parte del ejercicio profesional deben articular lo sano con lo bello de las personas; por ello, los enfermeros, integrantes activos del mundo complejo y globalizado, tendrán la tarea de contribuir al bienestar de la sociedad no solo desde la efectividad y la eficacia de sus intervenciones sino desde el compromiso de favorecer un ambiente saludable para el ejercicio de la profesión y disfrutar aquello que resulta agradable en su práctica profesional.
Felicitamos a los técnicos y profesionales del gremio de la población global que están en permanente lucha por un mundo mejor, donde los nuevos conocimientos y su introducción en la práctica clínica contribuyen a la justicia social, solidaridad y unidad entre los hombres en la búsqueda del bienestar biológico, psicológico, social y espiritual de la humanidad.
Congratulaciones que llegan en el Bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, precursora de la Enfermería Moderna, por lo cual la OMS ha declarado 2020 como Año Internacional de la Enfermera y la Partera, con el ánimo de reivindicar la contribución que hacen los enfermeros y parteras a la salud!!!