Introducción
La tripanosomiasis americana, mejor conocida como Enfermedad de Chagas, es una infección parasitaria hística y hemática que se presenta principalmente en Suramerica.1 Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente, 6 millones de personas están infectadas en países de Latinoamérica lo que ocasiona problemas sanitarios, económicos y sociales.2 La enfermedad es transmitida por insectos hematófagos; en Colombia las tres especies de triatominos vectores son: Rhodnius prolixus, Triatoma maculata y Panstrongylus geniculatus de hábitos preferentemente domiciliario, peridomiciliario y silvestre respectivamente; Rhodnius prolixus es el principal vector en Colombia, Venezuela y algunos países de América Central.3
Esta enfermedad presenta factores de riesgo epidemiológico asociados a la pobreza y malas condiciones de las viviendas, principalmente en las áreas rurales. Se afirma que estos vectores poseen diferentes mecanismos de adaptación que posibilitan su alimentación hematófaga en seres vivos que habitan en diferentes ambientes, así como el incremento de presencia domiciliaria.4
En estudios realizados en Colombia, se ha estimado que alrededor de 5 % de la población está infectada y cerca de 20 % se encuentra en bajo riesgo de adquirir la infección. Además, se cree que los factores climáticos y la altura sobre el nivel mar determinan la presencia de los triatominos en ciertas regiones del país.4
Además de la infección vectorial, el Mal de Chagas puede transmitirse en forma vertical durante el embarazo, por transfusión sanguínea en ausencia de tamizaje, por órganos trasplantados o por ingestión de alimentos contaminados. En su fase aguda, la Enfermedad de Chagas tiene tratamiento y en la fase crónica, donde se afectan el corazón (hasta 30 % de los casos) y el tubo digestivo (hasta 10 %), este tratamiento también puede moldear su evolución.5
La Enfermedad de Chagas representa un problema de salud pública y la mejor forma para cuantificar su magnitud real es a través de los indicadores epidemiológicos tradicionales: seroprevalencia, enfermedad clínica, mortalidad y presencia de vectores. Estos indicadores permiten obtener estimativos confiables de línea base, pero son insuficientes para impactar sobre los programas de control.6
El conocimiento de la seroprevalencia de la infección es muy importante para que se pueda cuantificar la dimensión de la endemia en la población. Localmente debe conocerse el comportamiento de la enfermedad en términos de morbi-mortalidad, ya que la repercusión clínica de la infección puede variar de forma importante en las diferentes regiones geográficas y condiciones epidemiológicas.6
En el departamento del Meta al igual que en el resto del país hay vacíos importantes sobre detección temprana de casos agudos y el acceso al diagnóstico entre otros aspectos. En esta región se encuentra el principal foco de R. prolixus silvestre asociado a palmas nativas como Attalea butiraceae, Maximiliano elegans y Mauritia flexuosa y a la palma africana, Elaeis guineensis.7
El objetivo de este estudio fue determinar la seroprevalencia de la infección por Trypanosoma cruzi y factores asociados en población del municipio de Cumaral, Meta, Colombia.
Material y Métodos
Se realizó un estudio descriptivo de tipo transversal, en el cual se recolectaron sueros en el período comprendido entre enero y febrero de 2019.
La población la conformó toda persona habitante del municipio de Cumaral por más de seis meses y que habitara en área urbana o rural. Cada una de las personas firmó un consentimiento informado; para los menores de edad el consentimiento lo firmó el acudiente; luego se procedió a llenar una encuesta diseñada para el estudio. En los criterios de inclusión no se estableció un rango de edad. No hubo criterios de exclusión.
El total de personas a enrolar en el estudio se obtuvo con el programa EPIDAT versión 4.2 (OPS-OMS) sobre la base de un universo de 18,020 habitantes, con un error de muestreo de 5 % y una prevalencia del evento de 1 % para un total de individuos de 373.
El estudio se llevó a cabo en el municipio de Cumaral, uno de los 29 municipios del Departamento del Meta, Colombia, el cual está ubicado a 4°16´10´´ N 73°29´11´´O y a 452 msnm. La población cuenta con 18,020 habitantes, la temperatura promedio es de 25,80 C, la humedad relativa es de 83 %, y alcanza valores de 93 % en la época lluviosa y de 56 % en la época seca; la cobertura vegetal permite clasificar al municipio como medianamente deforestado, con una densidad poblacional de 24 habitantes por km2. La actividad pecuaria y sobre todo la deforestación en el área, han favorecido la abundante proliferación de palmas reales en los potreros y áreas cercanas a las viviendas.
Las muestras de sangre fueron tomadas por personal técnico y profesional, capacitado para tal fin por el Laboratorio Departamental de Salud Pública (LDSP) del Meta; se tomaron 5 cm de sangre total mediante venopunción, la cual fue procesada para detección de anticuerpos IgG anti Tripanosoma cruzy mediante el método de ELISA de extractos totales (Primera prueba); a los positivos se les realizó prueba confirmatoria por ELISA recombinante; los resultados dudosos fueron enviados al Instituto Nacional de Salud para su confirmación mediante la determinación de anticuerpos IgG anti T. cruzi por inmunofluorescencia indirecta en suero.
Los datos fueron recolectados en el desarrollo de un trabajo de campo con fines epidemiológicos, mediante un formato prediseñado con la información de las características de los participantes. Estos fueron exportados a una hoja de Excel para su tabulación y análisis.
Las variables del estudio incluyeron información demográfica de los participantes, e información de la vivienda. El desenlace fue el resultado positivo para la prueba.
Para el análisis de la información se utilizó el paquete estadístico Prism versión 8.2.1 para MacOS. Se utilizaron medidas de estadística descriptiva, que indican la frecuencia y proporción de las variables categóricas, así como la distribución y dispersión de las cuantitativas; se realizó la valoración de la asociación de las variables con el desenlace, mediante el empleo de la prueba de Fisher en el caso de las categóricas y de Mann-Whitney en el caso de las cuantativas.
Este estudio cuenta con el aval ético del comité de la Universidad de Córdoba. A cada paciente se le explicó el estudio y se siguieron estrictamente las normas éticas de la Declaración de Helsinki. Este estudio se rigió por las normas técnicas, científicas y administrativas para la investigación en salud del Ministerio de Salud de Colombia, según la Resolución 008430 del 4 de octubre de 1993. Para tal efecto se consideró como de riesgo mínimo, por lo cual, una vez se les invitó a participar, se solicitó que firmaran el consentimiento de cada participante, previa explicación de los elementos constitutivos del proyecto, los riesgos y su importancia; no se realizó ningún tipo de oferta de beneficio económico ni de otro tipo para participar. El estudio protegerá el anonimato y la intimidad del individuo identificándolo con un código interno y no será dada a conocer a terceros bajo ninguna circunstancia.
Resultados
Se recolectaron los datos de 328 sujetos, entre los cuales 61,9 % fueron mujeres. La edad promedio fue de 39 ( 20 años, si bien se encontraron sujetos entre 2-87 años. Las características de los participantes se revelan en la Tabla 1.
Cerca de la mitad de los sujetos fueron de procedencia urbana, aunque en algunos casos, en la base de datos no se registró esta variable (14,9 %). El nivel de escolaridad fue predominantemente el nivel de secundaria (44,2 %). El número de habitantes por casa fue 4,4 ( 2 en promedio.
En la tamización de la prueba para Chagas del presente estudio, fueron positivos solamente 2,7 % de los evaluados.
Al contrastar los sujetos con resultado positivo con los negativos, se observa que no hubo diferencias significativas, salvo por la edad (Tabla 2). Los sujetos positivos tuvieron una mediana de edad mayor (63 vs 35 años). No hubo tampoco diferencias en las respuestas a las preguntas realizadas entre los sujetos con resultado positivo o negativo.
Discusión
La Enfermedad de Chagas es una infección parasitaria transmitida por vectores.8 Se calcula que cerca de 8 millones de personas están infectadas en las Américas. Las manifestaciones a largo plazo son cardíacas y gastrointestinales, y pueden conducir a la muerte del paciente. La enfermedad afecta 21 países en América Latina.9
Además de la transmisión vectorial también se puede presentar la transmisión oral o en algunas ocasiones mediante la transfusión de sangre de portadores provenientes de áreas endémicas.10 Estas suelen ser regiones tropicales y subtropicales boscosas, entre ellas, áreas peri-domiciliarias de regiones de México,10 Argentina,11 Brasil,12 y Colombia.13 Otra forma puede ser la transmisión congénita a través de madres infectadas.14,15
A pesar de ello, las comunidades indígenas en Bolivia, aunque ya conocen la asociación entre la picadura del vector y la enfermedad, no han incorporado prácticas de prevención y siguen conviviendo con altas tasas de infestación.16
En Chile, por otro lado, se ha encontrado que las oscilaciones atmosféricas relacionadas con los fenómenos climáticos tienen gran importancia con la presentación anual de la enfermedad.17
Otros estudios han realizado pesquisas en la comunidad a fin de evaluar la infestación del artrópodo por el parásito (66,6 %),13 como en el caso del Departamento de Córdoba, especialmente la ciudad de Montería.13 En contraste, el presente estudio evaluó la seroprevalencia de títulos de anticuerpos contra el parásito en población en riesgo.
La importancia de esta detección está dada debido a que la enfermedad, en su fase crónica, asintomática, tiene una progresión hacia manifestaciones cardíacas (20-30 %),18 o gastrointestinales (15-20 %; megacolon o megaesófago).19 También es información útil al evaluar la efectividad de las estrategias terapéuticas en las comunidades con prevalencia alta de la enfermedad.20
De esta manera, otro estudio similar de seroprevalencia en la población, pero realizado en el Norte de la Argentina, encontró un valor de 24,7 % (más alto en mujeres que en hombres) en mayores de 14 años. (21) Si bien la prevalencia fue más alta en los mayores de 29,5 años (37,54 vs 14,41 %; OR 3,5657; 2,5073-5,0709; p<0,001). De la misma forma, fue mayor en niños de madres que no alcanzaron la educación secundaria (7,83; 1,99-30,85). En el presente estudio también se encontraron diferencias en el resultado de seroprevalencia según el nivel educativo.
Otros factores de importancia encontrados en el estudio argentino fueron: el estado de la vivienda, conocer el vector, declarar la presencia de este dentro de la casa, la escolaridad de la madre en los menores de edad, serología positiva de la madre, haber recibido transfusiones.21 Algunos de estos aspectos fueron explorados en el presente estudio, como el estado de la vivienda, pero de forma más minuciosa, y entre ellos el material de las paredes fue el que se encontró con mayor significación.
Estas inequidades en los determinantes sociales relacionados con los hogares, los bienes y el nivel socio-económico fueron estudiados también en comunidades argentinas.22 En el presente estudio no se incluyeron variables para determinar el nivel socio-económico de los sujetos.
El estudio tiene limitaciones por su diseño descriptivo y el número de casos positivos; aún así brinda utilidad al dar a conocer las condiciones en que viven los habitantes del municipio, además de ayudar a detectar casos de esta enfermedad.
Conclusiones
Al ser entregados los resultados al ente territorial se permitió el tratamiento de los casos además de generar los datos necesarios al municipio, quien se había trazado como meta la tamización de la población. Con la información sobre condiciones de vivienda y conocimiento acerca de la enfermedad se espera contribuir a las decisiones de las autoridades de salud para disminuir la morbimortalidad causada por esta enfermedad.