INTRODUCCIÓN
En torno al concepto de comunicación científica (CC) existe cierta variedad de definiciones en la literatura.1) Los autores de esta investigación consideran muy acertada la ofrecida por Medina Borges:2 “conjunto de procesos de presentación, transmisión e intercambio de información científica en la sociedad humana; constituye el mecanismo principal de existencia y desarrollo de la ciencia”.
De este modo, la CC puede hacerse efectiva por dos vías3 que no son mutuamente excluyentes: una formal -mediante libros, publicaciones seriadas, entre otros medios escritos-, que democratiza el saber y la cultura; y una informal -incluye la presentación en eventos científicos como ejemplo por excelencia, aunque no es el único-, que constituye la forma predominante y preferida de los científicos, y en la cual casi siempre se da un flujo infocomunicativo más efectivo.
El insuficiente ejercicio de la CC en profesionales cubanos de las ciencias de la salud ha sido debidamente identificado por otros investigadores4 en el pasado; no resulta incongruente, pues, que igual panorama se haya documentado5,6) en estudiantes. Específicamente en el contexto de la comunidad estudiantil de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (UCMH), los autores de este estudio han aportado evidencias de tan acuciante problemática en varias investigaciones.7,8,9
Al analizar estos temas, resulta ineludible abordar el papel del Movimiento de Alumnos Ayudantes (MAA) “Frank País”, que aunque nació como resultado de la necesidad de apoyar la docencia en la Educación Superior cubana,10 actualmente constituye también un precursor de la actividad investigativa, así como de la consecuente comunicación de sus resultados desde que los estudiantes se encuentran en su etapa de pregrado.11
En virtud de ello, los miembros del MAA de la Facultad “Victoria de Girón”, de la UCMH, en los últimos años han sido objeto de dos investigaciones,12,13) dirigidas a la caracterización de su actividad investigativa. Sin embargo, también posee notable interés el estudio de la comunicación de los resultados investigativos derivados de la mencionada actividad, en torno a las principales formas que los alumnos ayudantes (AA) emplean con este fin: la publicación en revistas científicas estudiantiles y la participación en eventos científicos.
El objetivo de la presente investigación es caracterizar la práctica de la comunicación científica en alumnos ayudantes de la Facultad de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”.
MATERIAL Y MÉTODO
Tipo de estudio y contexto
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en la Facultad de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, perteneciente a la UCMH.
Población y muestra
Del total de estudiantes que, en 2022 se encontraban declarados como AA en la citada facultad por resolución del decano, se delimitó una población de 198 sujetos mediante los siguientes criterios de selección: poseer más de un curso académico de antigüedad en el MAA, pertenecer a la carrera de medicina o de estomatología, y ser de nacionalidad cubana.
Con un error máximo aceptable de 5 %, un porcentaje estimado de la muestra de 50 % y un nivel deseado de confianza de 95 %, se calculó una muestra de 131 individuos. Se empleó un muestreo probabilístico estratificado, según la metodología propuesta por Hernández-Sampieri y otros.14) Los estratos quedaron conformados del siguiente modo, de acuerdo con los años académicos: tercero (n= 40), cuarto (n= 53) y quinto (n= 38).
Variables
Se estudiaron las variables: sexo (masculino o femenino), carrera (medicina o estomatología), año académico (primero, segundo, tercero, cuarto, quinto o sexto), especialidad de la ayudantía y antigüedad en el MAA “Frank País” (en cursos terminados).
En cuanto a la práctica de la CC, las variables incluidas fueron:
Autoevaluación de la importancia de la investigación científica en la formación profesional: muy importante, medianamente importante o poco importante.
Autoevaluación de la preparación en investigación científica: excelente, buena, regular o mala.
Incorporación a un proyecto de investigación: sí o no.
Pertenencia al grupo científico estudiantil (GCE): sí o no.
Interés por practicar la investigación científica en el posgrado: de forma exclusiva, transversalmente a otras actividades o ninguno.
Participación en las jornadas científicas estudiantiles (JCE): sí o no.
Número de trabajos presentados en las JCE.
Tenencia de publicaciones científicas: sí o no.
Número de publicaciones científicas.
Tipologías de informe escrito que han presentado en las JCE: revisión, investigación original, presentación de caso o ninguno.
Nivel de participación más alto alcanzado como ponente en las JCE: facultad, universidad o nacional.
Premios obtenidos en las JCE: número de premios relevantes, destacados o menciones, en caso de haber alcanzado alguno.
Conocimiento de las revistas científicas estudiantiles cubanas de Ciencias Médicas: revistas que refieren conocer, de las 13 que son patrocinadas por la Federación Estudiantil Universitaria, según el Registro Nacional de Publicaciones seriadas (http://seriadas.sld.cu).
Recolección, procesamiento y análisis de la información
Entre el 31 de julio y el 10 de agosto de 2022, se aplicó de forma telemática, mediante la plataforma Formularios de Google, una versión modificada del cuestionario de Vera-Rivero y otros15) sobre la CC de los resultados investigativos en AA.
Las respuestas del cuestionario se exportaron a una hoja de trabajo de Microsoft Excel 2016. Los datos fueron sometidos a un procesamiento estadístico descriptivo.
Para determinar la existencia de asociación estadística entre variables categóricas, se empleó el test exacto de Fisher-Freeman-Halton, con significación estadística para p< 0,05. Se utilizó el programa estadístico IBM SPSS 28.0.1.1.
Los datos de esta investigación se encuentran disponibles en el repositorio Figshare.16
Aspectos éticos
Se respetó lo refrendado en la Declaración de Helsinki.17 Se contó con la aprobación del Comité de Ética Institucional. Todos los participantes del estudio dieron su consentimiento a formar parte de él con base en su conocimiento sobre la naturaleza voluntaria de hacerlo, sus objetivos y su relevancia. Fue protegido el anonimato de los datos personales de los sujetos estudiados.
RESULTADOS
Las féminas (n= 90; 68,7 %), de la carrera de medicina (n= 122; 93,1 %) y que cursan el cuarto año académico (n= 53; 40,5 %) predominaron. Las ayudantías más frecuentes correspondieron a las especialidades de cirugía (n= 19; 14,5 5 %), medicina interna (n= 18; 13,7 %), cardiología (n= 12; 6,2 %) y neurocirugía (n= 11; 8,4 %).
El 87 % de los AA refirió haber participado en las JCE y 16,8 % reportó poseer publicaciones científicas. Ambas variables se asociaron de forma estadísticamente significativa (p< 0,05) con la antigüedad la pertenencia al GCE; además, la primera también se asoció a la antigüedad en el MAA “Frank País” (p< 0,001), y la segunda, a la incorporación a un proyecto de investigación, con p= 0,003 (tablas 1y2).
Variables | Test exacto de Fisher-Freeman-Halton | |||||
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(n= 114; 87 %) |
(n= 17; 13 %) |
|||||
No. | % | No. | % | |||
Antigüedad en el MAA “Frank País” | 1 curso | 27 | 23,7 | 13 | 76,5 |
|
2 cursos | 49 | 43 | 4 | 23,5 | ||
3 cursos | 38 | 33,3 | 0 | 0 | ||
Autoevaluación de la importancia de la investigación científica en la formación profesional | Muy importante | 93 | 81,6 | 13 | 76,5 |
|
Medianamente importante | 21 | 18,4 | 4 | 23,5 | ||
Poco importante | 0 | 0 | 0 | 0 | ||
Autoevaluación de la preparación en investigación científica | Excelente | 3 | 2,6 | 0 | 0 |
|
Buena | 38 | 33,3 | 9 | 52,9 | ||
Regular | 55 | 48,2 | 6 | 35,3 | ||
Mala | 18 | 15,8 | 2 | 11,8 | ||
Incorporación a un proyecto de investigación | Sí | 22 | 19,3 | 0 | 0 |
|
No | 92 | 80,7 | 17 | 100 | ||
Pertenencia al GCE | Sí | 37 | 32,5 | 0 | 0 |
|
No | 77 | 67,5 | 17 | 100 | ||
Interés por practicar la investigación científica en el posgrado | De forma exclusiva | 6 | 5,3 | 1 | 5,9 |
|
Transversalmente a otras actividades | 97 | 85,1 | 14 | 82,4 | ||
Ninguno | 11 | 9,6 | 2 | 11,8 |
Leyenda: JCE: jornadas científicas estudiantiles; MAA: Movimiento de Alumnos Ayudantes; GCE: grupo científico estudiantil. *Estadísticamente significativo.
|
|
|||||
---|---|---|---|---|---|---|
Antigüedad en el MAA “Frank País” | 1 curso | 4 | 18,2 | 36 | 33 |
|
2 cursos | 9 | 40,9 | 44 | 40,4 | ||
3 cursos | 9 | 40,9 | 29 | 26,6 | ||
Autoevaluación de la importancia de la investigación científica en la formación profesional | Muy importante | 20 | 90,9 | 86 | 78,9 |
|
Medianamente importante | 2 | 9,1 | 23 | 21,1 | ||
Poco importante | 0 | 0 | 0 | 0 | ||
Autoevaluación de la preparación en investigación científica | Excelente | 0 | 0 | 3 | 2,8 |
|
Buena | 12 | 54,5 | 35 | 32,1 | ||
Regular | 9 | 40,9 | 52 | 47,7 | ||
Mala | 1 | 4,5 | 19 | 17,4 | ||
Incorporación a un proyecto de investigación | Sí | 9 | 40,9 | 13 | 11,9 |
|
No | 13 | 59,1 | 96 | 88,1 | ||
Pertenencia al GCE | Sí | 13 | 50,9 | 24 | 22 |
|
No | 9 | 40,9 | 85 | 78 | ||
Interés por practicar la investigación científica en el posgrado | De forma exclusiva | 0 | 0 | 7 | 6,4 |
|
Transversalmente a otras actividades | 22 | 100 | 89 | 81,7 | ||
Ninguno | 0 | 0 | 13 | 11,9 |
Leyenda: JCE: Jornadas Científicas Estudiantiles; MAA: Movimiento de Alumnos Ayudantes; GCE: grupo científico estudiantil. *Estadísticamente significativo.
Mientras más cursos de antigüedad en el MAA “Frank País” poseían los estudiantes, presentaban un mayor número promedio de trabajos en las JCE. Sin embargo, tal comportamiento no fue igual con respecto a las publicaciones científicas (Figura 1).
También pudo advertirse que mientras más cursos permanecieron en el MAA “Frank País”, los educandos incursionaron con mayor frecuencia en todas las tipologías de informe escrito, con predominio de los trabajos de revisión (Figura 2).
De los 114 AA que habían participado en eventos científicos, 22,8 % había ascendido al nivel de universidad en las JCE, mientras que solo 0,9 % pudo ser ponente a nivel nacional. En relación con los premios obtenidos, 28,9 % había alcanzado premios relevantes; 27,2 %, premios destacados; y 36,8 %, menciones. El restante 42,1 % nunca había sido galardonado.
Las revistas científicas estudiantiles de Ciencias Médicas que más refirieron conocer fueron Revista 16 de abril (61,1 %), Gaceta Médica Estudiantil (36,6 %) y SCALPELO (26,7 %), como se muestra en la Figura 3.
DISCUSIÓN
La ciencia, como sistema de creación de nuevos conocimientos basados en evidencias, teorías y saberes avalados mediante la investigación, inexorablemente necesita de la CC. Solo a través de esta se difunden los resultados científicos y se genera el enriquecedor e indispensable intercambio entre los creadores del contenido y sus destinatarios.2
En el contexto de la Educación Médica Superior cubana, las JCE constituyen uno de los eventos científico-técnicos rectores del ciclo de actividades científicas que tienen lugar durante el año académico. Estas proveen a los estudiantes un inmejorable espacio para la presentación de sus resultados investigativos, así como para el intercambio académico con sus colegas y con expertos. Por ello, devela una fortaleza para el MAA de la facultad la participación de casi 90 % de los sujetos incluidos en este estudio, al menos en una ocasión. Aunque los autores no descartan la existencia de genuinas motivaciones en los AA en torno a la presentación de trabajos investigativos en las JCE, consideran necesario destacar que tan elevado porcentaje puede tener su origen en el hecho de que uno de los criterios de permanencia en el MAA está relacionado con el mantenimiento de una activa labor científico-investigativa.18,19,20,21
La publicación de artículos científicos durante la etapa de estudios de pregrado continúa alzándose como un escollo en el desarrollo de la ciencia universitaria cubana. El presente trabajo evidenció lo anteriormente expresado y, además, se suma a otros artículos que han visibilizado el citado fenómeno.8,22 Sin embargo, estas observaciones no atentan contra el interés de los encuestados hacia la práctica investigativa y la posterior comunicación de sus resultados. De este modo, tales variables mostraron asociación estadísticamente significativa con la antigüedad en el MAA “Frank País”, la incorporación a un proyecto de investigación y la pertenencia al GCE.
Castro-Rodríguez23 sostiene que una mayor producción científica por parte de los estudiantes del pregrado mejora sus habilidades de CC, con el consecuente efecto beneficioso de esto para los estudios de posgrado, como los programas de maestrías y doctorados, en los cuales estas competencias deberían estar ya formadas y en condiciones ideales para su profundización.
Se ha aludido al año académico del estudiante como un indicador indirecto de su evolución científica al transitar por el pregrado.24 En el presente estudio, las evidencias apoyan parcialmente la enunciada relación, pues a medida que los educandos cursaban mayor año, presentaban un número más elevado de trabajos investigativos, lo cual puede sugerir una posible evolución científica, pero no resulta suficiente para afirmarla, pues solo considera el aspecto cuantitativo de la producción científica y no tiene en cuenta su calidad.
El hecho de que pocas de estas investigaciones culminaran en una publicación científica, también genera interrogantes en torno a si realmente se trata de estudiantes que han progresivamente fortalecido su formación en investigación científica, o si solo se está en presencia de educandos que, por otras causas -mejor gestión del tiempo, creación de redes de investigación, estrechamiento del vínculo con los tutores, acumulación de experiencia en la presentación de trabajos en eventos científicos, mejor conocimiento de las normas que rigen estos, entre otras-, han logrado incrementar el número de trabajos que presentan en las JCE.
Corrales-Reyes y otros25) destacan algunas limitantes que explican la baja publicación de resultados científicos en estudiantes de ciencias de la salud, como la falta de tiempo por la sobrecarga académica, el deterioro en las habilidades científicas debido a un mayor tiempo ocupado en actividades docente-asistenciales y la falta de apoyo familiar. En el contexto de la UCMH, Piñera-Castro y otros8) demostraron la influencia deletérea del insuficiente conocimiento de metodología de la investigación y de redacción científicas, el deficitario asesoramiento de los tutores, la escasa disponibilidad de tiempo para esta actividad y la poca estimulación a quienes la practican.
El informe escrito de una investigación constituye un tipo de discurso que coadyuva a un propósito final de comunicación: la difusión científica.26 En el presente estudio se observó una tendencia a la presentación de trabajos de revisión, lo cual Magariño-Abreus y otros27 atribuyen a la falta de conocimientos de aspectos metodológicos relacionados con la investigación, el no seguimiento de líneas investigativas que culminen en la resolución de un problema de salud determinado y la relativa facilidad que ofrece la elaboración de manuscritos de esta tipología, en comparación con las investigaciones originales. Estos últimos, como su nombre lo sugiere, reportan resultados originales derivados del proceso investigativo, de modo que constituyen el núcleo de la información científica que se difunde. El hecho de que, en la medida que aumentó la antigüedad en el MAA, también lo hizo el número de este tipo de trabajos, pudiese ser tomado como indicio de madurez científica, la cual es indudablemente necesaria para la ejecución de investigaciones originales y la posterior comunicación de sus resultados.
No solo se comunica el saber científico de forma escrita; también la vertiente oral ocupa un cimero lugar en la CC. Esta es una forma que, con elevada frecuencia, emplean los miembros de la comunidad científica para socializar oralmente, y de manera exacta y fluida, los resultados obtenidos en el proceso de investigación.28) Según Kosslyn,29 tres pautas definen la CC oral: la conexión con la audiencia, el direccionamiento y mantenimiento de la atención y la promoción de la compresión y la memoria.
Esta forma de CC estuvo casi omnipresente en los eventos científicos de los estudiantes de la Educación Superior cubana hasta el advenimiento de la COVID-19, la cual generó un replanteamiento de las bases de este proceso e hizo germinar el empleo creativo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para su realización a distancia.
En la etapa pos-COVID-19, se ha reinstaurado paulatinamente la presentación oral en los eventos científicos estudiantiles cubanos, así como su significativo rol en el desarrollo de los mismos, independientemente de su naturaleza competitiva, en cuyo caso la CC oral puede aportar hasta 40 % del resultado final y evalúa aspectos como el dominio del tema abordado, la coherencia y suficiencia de la exposición, el ajuste al tiempo reglamentado, el uso correcto y la calidad de los medios auxiliares, así como la defensa ante las preguntas del auditorio.
Al respecto, los resultados obtenidos en este estudio indican que, si bien la presentación en las JCE ha sido considerablemente alta en cuanto a su número, no lo ha sido tanto en torno a su calidad, pues a medida que ascendía el nivel de competitividad del evento, descendía tanto la participación como la obtención de premios y el rango de estos. Estos resultados, además de ser tomados como una alarma, han de imponer un reto tanto a los propios AA de la facultad como a los actores -tutores, metodólogos, miembros del GCE, entre otros- involucrados en su formación en investigación científica, con especial énfasis en la CC como etapa final de este proceso.
En cuanto a las revistas analizadas, fueron observados distintos niveles de reconocimiento entre los estudiantes. Era de esperar que Revista 16 de abril fuese la líder en este sentido; algunos de los motivos son: su antigüedad -más de 6 décadas-, su rol como órgano de difusión científica de la UCMH, su amplio prestigio en la comunidad universitaria cubana y su posicionamiento en bases de datos de prestigio internacional.
Murillo y otros30 declaran aspectos que influyen en el reconocimiento de las revistas científicas, como los márgenes de tiempo para el proceso de evaluación y la periodicidad, aunque ello no se corresponde con lo reportado con Piñera-Castro y otros9) en un estudio bibliométrico que evaluó los tiempos medios de aceptación y publicación de las revistas científicas estudiantiles, en el que las mejores fueron, respectivamente, Universidad Médica Pinareña e Inmedsur -revistas que, en el presente trabajo, fueron de las menos reconocidas por los estudiantes. Por otra parte, el uso estratégico de las redes sociales y académicas también puede contribuir decididamente a que las revistas científicas ocupen lugares de preferencia entre sus potenciales contribuyentes, más allá del impacto que estas posean. En definitiva, los autores consideran que sería de interés estudiar los factores asociados al nivel de reconocimiento de las revistas científicas estudiantiles por los miembros de la principal beneficiaria de sus servicios y destinataria de sus contenidos: la comunidad cubana de estudiantes de la Educación Superior.
Al tener un diseño transversal, esta investigación posee entre sus limitaciones la de que estudia el objeto en cuestión en un solo momento temporal y no permite estudiar la evolución de un mismo grupo de sujetos a lo largo de un periodo determinado, lo cual puede resultar de notable interés. Además, no fueron incluidos otros eventos y revistas científicas a través de los cuales los AA también pueden comunicar la ciencia producida.
CONCLUSIONES
En los AA de la FCM “Victoria de Girón” la práctica de la CC se caracteriza por una notable presentación de los resultados investigativos en las JCE, pero una escasa publicación de los mismos en revistas científicas. Mejores resultados se asociaron con un mayor tiempo de antigüedad en el MAA, la incorporación a proyectos de investigación y la pertenencia al GCE.