INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el envejecimiento de la población ha aumentado de forma sostenida. En Cuba, este proceso es acelerado, y constituye el principal problema demográfico; al cierre de 2021, se estimó que los adultos mayores representaban el 21,9 % de la población.1 A partir de esta tendencia en la demografía internacional, la Asamblea General de las Naciones Unidas declara el período 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable; y pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzar una campaña mundial de lucha contra el edadismo.2
El edadismo hacia los adultos mayores o viejismo, hace referencia a los estereotipos negativos, prejuicios y conductas discriminatorias basados en la edad cronológica avanzada. Se trata de un problema generalizado de derechos humanos y salud pública, que se ha filtrado en muchas instituciones y sectores de la sociedad; convirtiéndose en esquemas funcionales que dirigen las actuaciones de la población respecto a los adultos mayores.2 Se estima que una de cada dos personas del mundo, es edadista.3)
Los estereotipos negativos sobre la vejez estructuran las bases cognitivas del edadismo hacia el adulto mayor. Engloban un sistema de percepciones y creencias sesgadas, parcialmente contrastadas con la realidad, o que no se corresponden con los hallazgos científicos sobre el envejecimiento.2) Ello ha conllevado a una representación desfavorable de la vejez como etapa asociada a la enfermedad, al deterioro físico y cognitivo, y a la disminución de intereses vitales4 y a una estigmatización de los adultos mayores como grupo supuestamente homogéneo que depende de atención, que representa una carga para el gasto en atención social y de salud, y un obstáculo para el crecimiento económico.3)
Estos estereotipos viejistas operan de forma implícita y esencialmente inconsciente4 y son aceptados por diferentes grupos etarios, incluyendo a los propios adultos mayores.2,4 Constituyen un importante determinante social del envejecimiento saludable a nivel individual y poblacional; numerosos estudios han demostrado sus efectos adversos en el estado físico y mental, en el funcionamiento neurocognitivo y en la longevidad.2 Asimismo, como profecía de auto-cumplimiento, propician que los adultos mayores se comporten de acuerdo con la imagen fundamentalmente negativa que existe de la vejez y predicen, por ejemplo, los comportamientos de riesgo para la salud.2,4
Precisamente por ello, en el Primer Informe Mundial sobre el Edadismo, la OMS señala la necesidad de comprender los determinantes de esta perniciosa amenaza contemporánea, como un requisito previo para reducirla; y hace un llamado a recopilar datos en todos los países, especialmente en los de bajos y medianos ingresos.2 En Cuba existe una comprensión limitada de los estereotipos viejistas y su relación con factores sociodemográficos individuales.
Las investigaciones nacionales publicadas sobre el tema, además de emplear tamaños muestrales pequeños, no han aportado resultados concluyentes y homogéneos entre sí. Algunas señalan que la percepción de la vejez y el adulto mayor está estructurada de contenidos con diversas connotaciones (positivas, negativas y neutrales),5,6,7 y otras corroboran la necesidad de trabajar sobre las valoraciones negativas al respecto, en el imaginario social.8,9,10
Por lo tanto, este primer estudio del tema con alcance nacional tiene como objetivo describir los estereotipos negativos hacia la vejez en la población cubana y sus posibles relaciones con factores sociodemográficos individuales.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, descriptivo y transversal, desde diciembre de 2021 a mayo de 2023.
El Universo estuvo constituido por todos los ciudadanos cubanos residente en el país con una edad superior o igual a los 18 años cumplidos (N aprox = 9 421 951).1
El muestreo fue probabilístico aleatorio simple; y se empleó la fórmula de tamaño muestral (nivel de confianza= .99),11 la cual arrojó la necesidad de trabajar con una muestra mínima de 1 067 personas. Finalmente, un total de 3 159 sujetos participaron en la investigación, asegurándose la normalidad muestral.
Para la conformación de los grupos de edades, se tomó como referente la periodización bio-psico-social del desarrollo humano.12)
Instrumentos de evaluación y variables
Cuestionario sociodemográfico ad hoc: se empleó para colectar datos sociodemográficos individuales: edad (edad cronológica expresada en años); sexo (registro de sexo biológico -masculino/femenino-); nivel más alto de escolaridad completado (Educación Primaria, Educación Secundaria Básica, Educación Técnica Profesional -Obrero Calificado/Técnico Medio-, Educación Media Superior, Educación Técnica Media Superior y Educación Superior); y situación laboral/estudiantil (estudiante, trabajador, estudiante y trabajador, o sin vínculo laboral/estudiantil). Incluyó 2 preguntas sobre la frecuencia de contacto con adultos mayores dependientes (aquellos que necesitan la ayuda de una tercera persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria) y no dependientes; con cuatro opciones de respuestas (1=a diario, 2=frecuentemente, 3=esporádico y 4=ninguno).13
Cuestionario de Estereotipos Negativos hacia la Vejez (CENVE): cuestionario autoadministrado, frecuentemente utilizado en poblaciones hispanohablantes para la medición del componente cognitivo del edadismo hacia los adultos mayores. Se compone de 15 frases de contenido negativo y estereotipado sobre la vejez, con una escala tipo Likert de 4 opciones de respuesta para expresar el grado de acuerdo con tales afirmaciones.14 Sus autoras recomiendan emplearlo mediante una solución de tres factores: salud (ítems 1, 4, 7, 10 y 13), motivacional-social (ítems 2, 5, 8, 11 y 14), y carácter-personalidad (ítems 3, 6, 9, 12 y 15). La puntuación para cada factor oscila entre 5 y 20 puntos y la puntuación general oscila entre 15 y 60 como puntaje máximo. Puntuaciones altas indican un elevado nivel de estereotipos negativos hacia la vejez y viceversa.
Estudios psicométricos han señalado la invarianza de medida escalar por sexo y grupo de edad del CENVE,15 y una consistencia interna alta del instrumento; pero sugieren su utilización a partir de una solución unifactorial.15,16,17 Atendiendo a la ausencia de investigaciones publicadas que exploren la estructura interna del CENVE, y ofrezcan sus normas de calificación en la población cubana; se asumieron ambas soluciones factoriales. Los coeficientes alfa de Cronbach obtenidos en el presente estudio indicaron un nivel de consistencia interna muy satisfactorio para el CENVE total (α= .89), elevado para el factor salud (α= .73), y moderado para los factores motivacional-social (α= .69) y carácter-personalidad (α= .67). Se determinaron niveles bajos, moderados y altos de estereotipos viejistas generales y por factor, según las medias obtenidas del análisis de los datos aportados por los participantes.
Procedimientos estadísticos
Se procesaron los datos mediante el SPSS 25.0 para Windows. La normalidad muestral se analizó a través de la prueba de Kolmogorov-Smirnov [D(100); p> 0,01]; con valores que indicaron normalidad en la distribución para las variables de estudio.18
Se realizaron análisis descriptivos de frecuencia. Se utilizó la prueba T para muestras independientes con el propósito de comparar los resultados intergrupales con arreglo al sexo de los participantes (nivel de significación p<.05). Se calcularon los tamaños de efecto a partir de la d de Cohen: d ≥ .2 (pequeño), d ≥ .5 (mediano) y d ≥.8 (grande).19
La existencia o no de diferencias según los grupos de edad, fue analizada a través del análisis de varianza de una vía (ANOVA de un factor) (intervalos de confianza= .95). Los tamaños de efecto fueron calculados empleando eta cuadrado parcial (Ƞ 2 parcial ), atendiendo a los valores: ≥. 01 (pequeño); ≥. 06 (mediano) y ≥. 14 (grande).20 El coeficiente de correlación de Pearson fue empleado para determinar la existencia de relación entre las variables de estudio.
Procedimientos éticos e investigativos
La investigación forma parte de la Iniciativa Cubana en Salud Cognitiva (CogniciON), adjunta al Centro de Bienestar Universitario (CBU) de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV). El proyecto investigativo fue aprobado por el Comité de Ética de la UCLV. Se tuvo en cuenta la Declaración de Helsinki en estudios con seres humanos.21
El CENVE es un instrumento de libre acceso, por lo que no fue necesario solicitar la autorización de sus autoras. Se empleó un modelo de cuestionario basado en la web a través del software gratuito Google Forms ® . En una vista de página única fue incluido el Consentimiento Informado, el cuestionario sociodemográfico ad hoc y el CENVE. Para la recolección de los datos, se elaboró un mensaje de difusión que informaba sobre las particularidades del estudio, y contenía el enlace de acceso a la participación (https://forms.gle/LQUuYRKEBDRLbeaf9). Este fue publicado en las redes sociales de la Sociedad Cubana de Psicología, del CBU de la UCLV, y de varias universidades cubanas.
RESULTADOS
La muestra quedó constituida por 3 159 participantes, con edades comprendidas entre 18 y 84 años (M=27,71; DE=12,33). Fueron principalmente jóvenes (68,8 %), y del sexo femenino (65,3 %). Alrededor de 93,1 % de la muestra presentaba altos niveles educativos; y eran mayormente estudiantes (60,2 %). Más de 50 % se relacionaba diariamente con adultos mayores no dependientes. (Tabla 1).
Variables | Indicadores | No. | % |
---|---|---|---|
Grupo etario | Juventud (≥18; ≤25 años) | 2173 | 68,8 |
Adultez (≥26; ≤65 años) | 927 | 29,3 | |
Adultez mayor (≥66 años) | 59 | 1,9 | |
Sexo | Femenino | 2 064 | 65,3 |
Masculino | 1 095 | 34,7 | |
Nivel más alto de escolaridad completado | Educación Primaria | 7 | 0,2 |
Educación Secundaria Básica | 31 | 1 | |
ETP - Obrero Calificado | 3 | 0,1 | |
ETP - Técnico Medio | 74 | 2,3 | |
Educación Media Superior | 1 654 | 52,4 | |
Educación Técnica Media Superior | 103 | 3,3 | |
Educación Superior | 1 287 | 40,7 | |
Situación laboral/estudiantil | Trabajador | 1 177 | 37,2 |
Estudiante | 1 901 | 60,2 | |
Sin vínculo laboral o estudiantil | 81 | 2,6 | |
Provincia de residencia | Pinar del Río | 181 | 5,7 |
Artemisa | 148 | 4,7 | |
Mayabeque | 106 | 3,4 | |
La Habana | 482 | 15,3 | |
Matanzas | 197 | 6,2 | |
Cienfuegos | 287 | 9,1 | |
Villa Clara | 674 | 21,3 | |
Sancti Spiritus | 171 | 5,4 | |
Ciego de Ávila | 200 | 6,3 | |
Camagüey | 97 | 3,1 | |
Las Tunas | 101 | 3,2 | |
Holguín | 120 | 3,8 | |
Granma | 147 | 4,7 | |
Santiago de Cuba | 152 | 4,8 | |
Guantánamo | 80 | 2,5 | |
Municipio Especial Isla de la Juventud | 16 | 0,5 | |
Frecuencia de contacto con adultos mayores dependientes | Diariamente | 626 | 19,8 |
Frecuentemente | 861 | 27,3 | |
Esporádicamente | 1 134 | 35,9 | |
Nunca | 538 | 17 | |
Frecuencia de contacto con adultos mayores no dependientes | Diariamente | 1 656 | 52,4 |
Frecuentemente | 1 044 | 33 | |
Esporádicamente | 396 | 12,5 | |
Nunca | 63 | 2 |
Nota: ETP (Educación Técnica Profesional)
Los análisis de frecuencia de los puntajes generales y por cada factor del CENVE, indicaron principalmente niveles moderados de estereotipos negativos hacia la vejez; que alcanzaron más de 50 % en algunos casos, (Tabla 2).
Factores | Niveles de estereotipos | M | DE | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bajo | Moderado | Alto | ||||||
No. | % | No. | % | No. | % | |||
Salud | 974 | 30,8 | 1447 | 45,8 | 738 | 23,4 | 12,12 | 3,1 |
Motivacional-social | 907 | 28,7 | 1506 | 47,7 | 746 | 23,6 | 10,4 | 3 |
Carácter-personalidad | 920 | 29,1 | 1722 | 54,5 | 517 | 16,4 | 12 | 3,1 |
|
711 | 22,5 | 1681 | 53,2 | 767 | 24,3 | 34,8 | 8,1 |
Nota: M (media de las puntuaciones totales); DE (desviación estándar).
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0,01; tamaño de efecto mediano) en cuanto a la edad y la presencia de estereotipos viejistas. Los participantes más jóvenes mostraron niveles más elevados de estereotipos negativos hacia la vejez. (Tabla 3).
Grupos de edades | ANOVA 1 Factor | ||||
---|---|---|---|---|---|
M | DE | F | Sig. | Ƞ2 parcial | |
Juventud (≥18; ≤25 años) | 35,23 | 7,6 | |||
Adultez (≥26; ≤65 años) | 34,03 | 9 | 7,4 | ,00 | ,9 |
Adultez mayor (≥66 años) | 33,98 | 1,3 |
Nota: Fr (frecuencia); M (media); DE (desviación estándar); Sig.
(nivel de significación); Ƞ2 parcial (tamaño de efecto).
Fueron encontradas diferencias estadísticamente significativas (p<0,01; tamaño de efecto mediano) en cuanto al sexo y la presencia de estereotipos negativos hacia la vejez. Se observaron mayores niveles de estereotipos viejistas en el sexo masculino. (Tabla 4).
Masculino | Femenino | Prueba T | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
No. | % | M | DE | No. | % | M | DE | T | Sig. | |
1 095 | 34,7 | 36,06 | 7,6 | 2 064 | 65,3 | 34,22 | 8,3 | 6,08 | ,00 | ,5 |
Nota: Fr. (frecuencia); M (media); DE (desviación estándar); Sig. (nivel de significación); d (tamaño de efecto)
Los niveles de estereotipos negativos hacia la vejez correlacionaron de modo inverso y fuerte con la edad de los participantes, evidenciando un mayor nivel de estereotipos en los participantes más jóvenes. El nivel de escolaridad correlacionó de manera inversa y fuerte con el nivel de estereotipos viejistas: se observaron menos estereotipos en participantes con niveles de escolaridad más altos. Por último, fueron encontradas correlaciones inversas y fuertes entre los niveles de estereotipos y el vínculo con adultos mayores dependientes. De esta manera, presentaron menos estereotipos negativos hacia la vejez aquellos participantes que establecen un contacto más periódico con adultos mayores sin independencia funcional. (Tabla 5).
Variables | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
---|---|---|---|---|---|---|
1- Edad | - | |||||
2- Nivel de escolaridad | ,346** | - | ||||
3- Situación laboral/estudiantil | ,658** | ,398** | - | |||
4- Frecuencia de contacto con adultos mayores dependientes | -,010 | -,040* | ,017 | - | ||
5- Frecuencia de contacto con adultos mayores no dependientes | -,039* | -,015 | -,021 | ,060** | - | |
6- Estereotipos negativos hacia la vejez | -,063** | -,150** | -,024 | -,116** | ,031 | - |
Nota: *(La correlación es significativa al nivel de .05); **(La correlación es significativa al nivel de .01)
DISCUSIÓN
La existencia de niveles moderados de estereotipos negativos hacia la vejez ha sido documentada en varias investigaciones. Estudios con muestras no representativas de las poblaciones chilena,22 española,14,16,23 y portuguesa,17 también han reportado niveles intermedios de estereotipos viejistas. Una reciente investigación llevada a cabo en 57 países reveló que, cuanto mayor era la proporción de adultos mayores en un país, menor era el edadismo presente en sus ciudadanos.3
Las posiciones intermedias obtenidas en cada uno de los factores del CENVE, marcan una diferencia con varios estudios internacionales, que han encontrado al factor salud significativamente más afectado;24,25,26,27 y han señalado un predominio de estereotipos viejistas relacionados con aspectos biológicos como la pérdida y la enfermedad.28 Esta discrepancia pudiese explicarse por el comportamiento elevado de la esperanza de vida saludable en el país;1,3) así como por la contribución de diversas iniciativas cubanas a la promoción de una imagen más positiva de la salud en la vejez.
Por otra parte, estudios latinoamericanos,29,30 y europeos,16,17,23,31 han encontrado relaciones entre altos niveles educativos y la presencia de menos estereotipos viejistas; lo cual resulta coherente con los hallazgos de la presente investigación. Asimismo, se ha señalado que estos estereotipos pudiesen disminuir a medida que aumenta la trayectoria universitaria,24 y presentan variaciones en dependencia del tipo y nivel de la formación académica superior.22,32 Particularmente, se ha indicado que la educación en envejecimiento constituye un factor relevante del componente cognitivo del viejismo.33
En cuanto a las diferencias intergeneracionales de los estereotipos viejistas, los estudios han generado resultados contradictorios; dados por relaciones directas, curvilíneas o no significativas con la edad de los participantes.16,17,30,31,33 No obstante, varias investigaciones internacionales también han encontrado relaciones inversas entre los estereotipos negativos hacia la vejez y la edad, e informan sobre su incidencia en la población más joven.15,34,35 Asimismo, estudios nacionales han develado la presencia de estos estereotipos en estudiantes de Enfermería, y de Ciencias Sociales.8,9
Con base en la Teoría de la Identidad Social, se pudiese explicar que los jóvenes perciban a la vejez en términos más negativos, por no pertenecer al grupo de la tercera edad.36 Por otro lado, se ha señalado que probablemente las personas más jóvenes muestren mayores temores hacia el proceso de envejecimiento, interiorizando los estereotipos viejistas existentes en la sociedad.34
En lo que respecta al sexo, los hallazgos de los diferentes estudios resultan heterogéneos. Algunos han indicado que el sexo no constituye una variable que se relacione significativamente.13,17,22,23,24,29,30,31,34,37,38 En cambio, otros han obtenido resultados similares a los encontrados en la población cubana: una mayor incidencia de estereotipos negativos hacia la vejez en participantes de sexo masculino.15,35
Estas contradicciones entre los estudios, requiere una profundización sobre el tema mediante investigaciones con enfoque de género que permitan contrastar, entre otros elementos, el rol de cuidador(a), ejercido tradicionalmente por la mujer.37 En Cuba se ha corroborado la feminización del cuidado de los adultos mayores con distintos grados de dependencia.39
Finalmente, estudios han indicado una menor incidencia de estereotipos viejistas en personas que interactúan con adultos mayores no dependientes;13,37 y un predominio de tales estereotipos en quienes se relacionan con adultos mayores dependientes.28 Contrario a estos hallazgos, la presente investigación señala una asociación entre el contacto con adultos mayores sin independencia funcional y menores niveles de estereotipos viejistas. Esto puede deberse a la construcción de una perspectiva más humanista y conservadora sobre los adultos mayores dependientes, sustentada en un contacto de calidad; lo cual se ha descrito como un sólido determinante del viejismo.40
El presente estudio aporta una descripción de los estereotipos viejistas en uno de los países más envejecidos de América Latina y a nivel mundial. Es el primero del tema con alcance nacional y representatividad muestral, que arroja resultados generalizables a la población cubana en edades superiores o iguales a los 18 años. No obstante, dicha extrapolación debe realizarse con cautela; pues los participantes fueron principalmente jóvenes y del sexo femenino. Otra limitación del estudio concierne a la exploración del nivel de formación/conocimiento sobre envejecimiento y sus posibles relaciones con los estereotipos negativos hacia la vejez. Por último, los datos analizados están sujetos a las limitaciones propias de las técnicas de recolección de información on line.
CONCLUSIONES
En sentido general, los estereotipos negativos hacia la vejez resultaron moderados en la población cubana. Ser joven y del sexo masculino constituyeron factores asociados a niveles superiores de estereotipos viejistas. Mientras que, tener un alto nivel educativo y establecer un contacto periódico con adultos mayores dependientes, se relacionó con una menor incidencia de estereotipos negativos hacia la vejez.