Introducción
El desarrollo de un adecuado autoconocimiento vocacional constituye un elemento central dentro de la construcción del proyecto de vida en la etapa formativa de todo estudiante. Tal como señala Spranger (2022), la falta de claridad respecto a los intereses, valores y habilidades personales tiene una incidencia directa en la capacidad de trazarse metas, tomar decisiones y planificar la trayectoria educativa y laboral. Asimismo, Gericke (2022) advierte efectos negativos sobre la motivación y rendimiento académico. En consecuencia, déficits en las competencias de autoconocimiento durante la etapa escolar pueden desencadenar en jóvenes problemas de orientación, incertidumbre hacia el futuro e incluso casos de deserción. Por ello, la relevancia tanto teórica como práctica de abordar la relación entre estas variables en estudiantes de institutos técnicos, puesto que aporta conocimientos científicos al mismo tiempo que brinda orientaciones para mejorar la praxis educativa de dichas instituciones en beneficio del bienestar de los alumnos.
El autoconocimiento vocacional es abordado desde diversas perspectivas teóricas relacionadas con la orientación educativa y laboral. Así, Samiee & Naghavi (2021) lo conceptualiza como la capacidad de una persona para evaluar de forma realista sus características, intereses, valores y habilidades en relación a diferentes campos ocupacionales. Por su parte, Picard et al. (2015) enfatizaron que implica no solo el reconocimiento de fortalezas y debilidades, sino también cómo se gestionan. En la teoría del desarrollo de carrera de Super (1963) citado en Ormaza-Mejía (2019), el autoconocimiento es fundamental en la exploración inicial de preferencias. Mientras que Holland (1997) sitúa el autoconocimiento de intereses y preferencias como paso previo a la identificación de un tipo vocacional determinado -Conocimiento personal; entorno laboral y autoconcepto-. Como se observa, diversos especialistas coinciden en la importancia de construir un adecuado sentido de las motivaciones y atributos individuales antes de determinar una orientación o decisión vocacional específica, que permita trazar luego un proyecto formativo o laboral realista.
El concepto de proyecto de vida ha sido definido por distintos autores dentro del campo educativo y la orientación vocacional. Así, Romero & Juárez (2006) lo caracterizaron como el planteamiento de metas que una persona se traza con respeto a su vida personal, educativa y profesional. Por su parte, Brumshtein et al. (2010) lo asociaron a la visión de futuro y expresión de una identidad vocacional. Desde la perspectiva de Molea et al. (2000) implica una dirección, un conjunto de aspiraciones y la ruta para lograrlo. Mientras que para Schnettler et al. (2023) además conlleva la realización de elecciones sobre la base de un previo autoconocimiento personal. Como se observa en estas conceptualizaciones, el proyecto de vida representa la proyección de la imagen futura de sí mismo y las decisiones para materializar esta visión, a partir de motivaciones y atributos individuales. Su desarrollo durante la etapa formativa permite dotar de sentido el itinerario académico y ocupacional de los estudiantes.
Uno de los modelos más influyentes para evaluar el autoconocimiento vocacional es el de Holland (1997) que distingue orientaciones vocacionales tipo realista, investigador, artístico, social, emprendedor y convencional. Como advierten Zamanillo et al. (2023) una adecuada claridad de las personas sobre sus intereses y preferencias en estas áreas, facilita luego concretar decisiones académicas y laborales para su proyecto de vida. En esta línea, (de Abreu et al., 2019) halló que los jóvenes con perfiles definidos según el modelo RIASEC exhiben mayor capacidad para trazarse metas, así como voluntad de sentido, elección y responsabilidad sobre su futuro. Así se evidencia el rol mediador del autoconocimiento de rasgos vocacionales en áreas realista, investigadora, artística, social, emprendedora y convencional, entre la exploración inicial y la posterior construcción del proyecto vital de los estudiantes.
Más allá de su rol en el bienestar individual, el adecuado desarrollo del autoconocimiento vocacional y proyecto de vida en los estudiantes tiene también un impacto colectivo en la sociedad. Como señala Tonon (2021) incide en una mejor inserción y desempeño laboral futuro de los jóvenes, impactando positivamente la productividad de las organizaciones. También Gomez & Royo (2015) evidenciaron menor conflictividad psicosocial y mejor convivencia escolar en adolescentes con metas y visiones claras de sí mismos. Incluso Lanuza et al. (2022) halló correlatos entre proyectos vitales estructurados en estudiantes y menores índices delictuales. Como se observa en estos antecedentes, la investigación del fenómeno trasciende lo individual y adquiere una dimensión socio-comunitaria, en la medida que repercute sobre una diversidad de aspectos de la vida en sociedad.
En la revisión de investigaciones previas relacionadas, se pueden distinguir algunas líneas que han abordado dimensiones específicas del autoconocimiento vocacional bajo el modelo de Holland (1997) como son los intereses vocacionales de tipos realista (R), investigador (I), artístico (A), Social (S), emprendedor (E) y convencional (C); mientras que otros estudios se han enfocado en componentes del proyecto de vida personal, libertad de elección y voluntad de responsabilidad. Trabajos como los de Schnettler et al. (2015) y Otero-Lopez et al. (2021) se enmarcan en la primera línea sobre perfiles RIASEC; y los de Li et al. (2020) y Palfai et al. (2011) en la segunda respecto a dimensiones de sentido vital basadas en Frankl citado en de Carvalho & Moreira-Almeida (2023). Esta categorización permite orientar la discusión de hallazgos en torno a tópicos específicos de las variables de interés abordadas en literatura previa.
El presente estudio tiene como objetivo determinar el nivel de correlación existente entre las variables autoconocimiento vocacional y proyecto de vida en los alumnos de un instituto de la región Ica, Perú, durante el año 2024. La interrogante que guía la investigación es ¿qué relación existe entre el autoconocimiento vocacional de los tipos Holland y las dimensiones de sentido vital de Frankl en la muestra de estudiantes técnicos? Resulta oportuno estudiar dicha asociación debido a las repercusiones que ambos constructos ejercen en las trayectorias académicas y laborales futuras de los jóvenes. Se plantea como hipótesis que, a mayor claridad de los estudiantes sobre sus intereses y preferencias vocacionales, mayor capacidad para desarrollar un proyecto de vida estructurado.
Desarrollo
El enfoque de la investigación fue cuantitativo de tipo básico con alcance correlacional (Gonzáles et al., 2020), según un método hipotético-deductivo y un diseño no experimental (Hurtado et al., 2023). La población fueron 170 estudiantes, de la cual se extrajo una muestra no probabilística de 24 estudiantes. La recolección de datos se realizó mediante la técnica de encuesta, utilizando como instrumentos dos cuestionarios validados, uno sobre autoconocimiento vocacional de 30 preguntas con escala Likert -1 mínimo a 5 máximo-, y otro sobre Proyecto de vida de 26 preguntas Likert con igual escala (Cisneros-Caicedo et al., 2022). Para el análisis de los datos se empleó estadística no paramétrica, calculando el Coeficiente de Correlación R de Spearman entre las variables medidas en la muestra de 13 estudiantes (Alban et al., 2020). Determinar la correlación existente contribuirá a establecer en qué medida el nivel de autoconocimiento de los intereses vocacionales se relaciona con la capacidad para estructurar un proyecto de vida por parte de los estudiantes del instituto técnico.
El enfoque de la investigación fue cuantitativo de tipo básico con alcance correlacional (Gonzáles et al., 2020), según un método hipotético-deductivo y un diseño no experimental (Hurtado et al., 2023). La población fueron 170 estudiantes, de la cual se extrajo una muestra no probabilística de 24 estudiantes. La recolección de datos se realizó mediante la técnica de encuesta, utilizando como instrumentos dos cuestionarios validados, uno sobre autoconocimiento vocacional de 30 preguntas con escala Likert -1 mínimo a 5 máximo-, y otro sobre Proyecto de vida de 26 preguntas Likert con igual escala (Cisneros-Caicedo et al., 2022). Para el análisis de los datos se empleó estadística no paramétrica, calculando el Coeficiente de Correlación R de Spearman entre las variables medidas en la muestra de 13 estudiantes (Alban et al., 2020). Determinar la correlación existente contribuirá a establecer en qué medida el nivel de autoconocimiento de los intereses vocacionales se relaciona con la capacidad para estructurar un proyecto de vida por parte de los estudiantes del instituto técnico.
En la tabla 1, la matriz de correlaciones revela asociaciones significativas entre las variables de autoconocimiento vocacional, proyecto de vida, voluntad de sentido, libertad de elección y voluntad de responsabilidad. En particular, se destaca una correlación positiva y significativa entre el autoconocimiento vocacional y el proyecto de vida (Rho = 0.555, p = 0.003), sugiriendo que aquellos con un mayor autoconocimiento vocacional tienden a tener una conexión más fuerte con sus proyectos de vida. Además, se observan correlaciones significativas entre la voluntad de sentido y la libertad de elección (Rho = 0.947, p < 0.001) y entre la libertad de elección y la voluntad de responsabilidad (Rho = 0.797, p < 0.001). Estas relaciones resaltan la interconexión entre la búsqueda de significado, la libertad de elección y la disposición a asumir responsabilidades. En general, la matriz de correlaciones proporciona una visión integral de cómo estas variables se relacionan entre sí, destacando patrones significativos que podrían ser fundamentales para comprender aspectos importantes del desarrollo personal y la toma de decisiones.
Nota. Autoconocimiento vocacional (AV) Conocimiento personal (C.P.); entorno laboral (E.L) y autoconcepto (A.C); proyecto de vida (P.V); Voluntad de Sentido (V.S.); Libertad de Elección (L.E.); Voluntad de Responsabilidad (V.R.).
En la figura 1, las correlaciones que ha proporcionado, hago el siguiente análisis: El Conocimiento Personal (C.P.) tiene una correlación positiva fuerte con Autoconocimiento Vocacional (0.92) y Proyecto de Vida (0.72), lo cual indica que, a mayor conocimiento personal, mejor autoconocimiento vocacional y claridad en el proyecto de vida. El Conocimiento Personal también se correlaciona positivamente con Voluntad de Sentido (0.68), Libertad de Elección (0.61) y Voluntad de Responsabilidad (0.49). Esto sugiere que, el conocimiento de uno mismo facilita encontrarle sentido a la vida, tomar decisiones libres y asumir responsabilidades. El Entorno Laboral tiene su correlación más fuerte con Autoconocimiento Vocacional (0.80) y Voluntad de Sentido (0.77). Un buen entorno de trabajo parece favorecer el descubrimiento vocacional y otorgar sentido al quehacer laboral. El Autoconcepto se correlaciona fuertemente con Conocimiento Personal (0.64) y Autoconocimiento Vocacional (0.80), lo que indica que la imagen que uno tiene de sí mismo está vinculada con el conocimiento personal y vocacional. Asimismo, parece haber una interrelación entre varios factores personales (conocimiento de sí mismo, autoconcepto, orientación vocacional) con dimensiones existenciales (sentido, libertad, responsabilidad) y la influencia del contexto laboral. Promover el autoconocimiento ayudaría a la realización personal y profesional.
En los estudios revisados, se abordaron diversas temáticas relacionadas con la, evaluación de instrumentos, desarrollo de registros de datos, influencia de docentes en proyectos profesionales de estudiantes universitarios, y la asociación entre hábitos alimentarios y calidad de vida en estudiantes universitarios. Picard et al. (2015) se dedicaron a la validación de un instrumento para medir problemas relacionados con la indecisión en estudiantes universitarios francófonos. Aunque no se presenta un instrumento específico, comparte la preocupación por variables como el autoconocimiento vocacional y el proyecto de vida, brindando una perspectiva más amplia del desarrollo personal. De manera similar, Romero & Juárez (2006) desarrollaron un registro de este enfoque más clínico, la matriz de correlaciones se adentra en variables relacionadas con la toma de decisiones y el desarrollo personal, proporcionando una perspectiva más orientada hacia aspectos psicológicos. Ambos estudios abordan aspectos del bienestar, pero con enfoques y contextos diferentes. Asimismo, de Abreu et al. (2019) investigaron la influencia de docentes en proyectos profesionales de estudiantes universitarios. Para ello, Tonon (2021) identificó una relación positiva entre el acceso a la universidad y la calidad de vida. La matriz de correlaciones, aunque también aborda la calidad de vida, se enfoca en variables como autoconocimiento vocacional y proyecto de vida, ofreciendo una perspectiva más individualizada del bienestar. Lanuza et al. (2022) estimaron la asociación entre hábitos alimentarios y calidad de vida en estudiantes universitarios chilenos. Aunque hay cierta convergencia en la temática del bienestar, la matriz de correlaciones se adentra en variables más abstractas relacionadas con la toma de decisiones y el desarrollo personal.
Conclusiones
Existe una correlación positiva y estadísticamente significativa entre el autoconocimiento vocacional y el desarrollo de un proyecto de vida estructurado en estudiantes. Las dimensiones que componen la noción de proyecto de vida -voluntad de sentido, libertad de elección y voluntad de responsabilidad- se hallan estrechamente vinculadas entre sí en los estudiantes. El autoconocimiento vocacional se relaciona de forma directa y significativa también con cada una de las dimensiones de proyecto de vida analizadas.
Recomendaciones, implementar intervenciones educativas que promuevan el autoconocimiento vocacional, para fortalecer la claridad y convicción de los estudiantes sobre su proyecto de vida. Desarrollar programas de orientación vocacional y construcción de proyecto de vida, considerando la interrelación entre sus diversos componentes de sentido vital. Fomentar desde etapas tempranas la exploración de intereses, valores y habilidades en los estudiantes, para sentar bases que faciliten su proyección y toma de decisiones futuras.