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Introducción
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció el nivel de pandemia global a causa de la extensión por los cinco continentes de la enfermedad COVID-19, provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. En pocos días, muchos países, incluido Cuba, pasaron a la fase sanitaria epidemiológica y establecieron la cuarentena social.
Durante más de un año, la pandemia ha generado serias consecuencias para la vida social, económica, familiar y laboral de los cubanos. Particular impacto ha tenido esta crisis sanitaria para la cultura, un sector clave para el proyecto de desarrollo del país.
En medio de las adversas circunstancias impuestas por el confinamiento y el cierre casi total de las instituciones socioculturales, múltiples han resultado en todo el país las iniciativas impulsadas, básicamente, a través de las plataformas virtuales, para mantener viva la cultura: conciertos online, visitas guiadas desde redes digitales a museos o recintos patrimoniales, presentaciones virtuales de libros, de obras teatrales, exposiciones, ferias artesanales, concursos y festivales, etcétera. A tono con esta realidad, otros grupos de actores sociales, entre los que destacan los proyectos comunitarios, se vieron en la necesidad de reajustar sus prácticas habituales a las nuevas condiciones.
El redimensionamiento de la gestión de los proyectos comunitarios en el marco de las actuales condiciones de pandemia ha implicado, sin embargo, múltiples retos desde el punto de vista didáctico-metodológico, organizativo, tecnológico, comunicativo, e incluso, conceptual.
Los proyectos comunitarios en Cuba, su concepción cultural en función del desarrollo
La cultura forma parte esencial de la vida de los seres humanos, un marcador de identidad de los pueblos. En su visión actual, como bien universal, es definida como el con junto de rasgos distintivos espirituales y materiales, inte lectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social, y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias (UNESCO, 1982).
Como expresión del sistema social, del desarrollo y autodesarrollo de los seres humanos, del grado de dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, la cultura se inserta en una concepción integradora de desarrollo (Salazar Y., 2018), según la cual todo ser humano tiene derecho a acceder plenamente a ella y, a la vez, participar en forma solidaria de los logros que propicien el bienestar y disfrute de los bienes espirituales y materiales consustanciales a la dignidad humana (PNUD, 2004).
El desarrollo, como bien apuntan Torres et al. (2018) constituye un proceso de construcción social y cambio estructural que, desde un entorno innovador territorial y liderado por los gobiernos locales, desarrolla capacidades para gestionar políticas públicas, estrategias, programas y proyectos orientados a aprovechar recursos endógenos y exógenos, fomentando transformaciones económicas, sociales y naturales en las localidades sobre bases sostenibles, con una activa y protagónica participación ciudadana, en función de elevar la calidad de vida de la población.
Legitimar la cultura como agente indispensable para la gestión del desarrollo (Rodríguez S. et al., 2020), ha implicado, sobre todo, situar a los seres humanos, sus sentimientos, actitudes, valores, prácticas cotidianas e identidades como centro y fin de los procesos de desarrollo (Bugallo, 2016). Esta visión es trascendental para países como Cuba, donde la cultura es valorada como uno de los eslabones fundamentales de la nación, ligada a las prácticas de los individuos, de las instituciones, de los grupos sociales (Juliá, 2016)
En su proyección, la cultura cubana se desmarca de los estrechos márgenes de un hecho artístico determinado, asumiendo un carácter holístico integrador a través de principios básicos como:
La defensa y el desarrollo de la identidad nacional y la vocación universal y profundamente latinoamericana y caribeña.
La conservación y difusión del patrimonio cultural.
El reconocimiento de la diversidad cultural.
El fomento y estímulo a la creación artística y literaria.
El respeto y apoyo al protagonismo y creatividad de las comunidades en la conducción de sus procesos socioculturales.
El papel de la cultura en el impulso y orientación de los procesos socioeconómicos (Ministerio de Cultura de Cuba, 2020).
Desde esta concepción cultural desarrolladora, la mirada se centra en las potencialidades a nivel local y comunitario, allí donde el peso fundamental del cambio recae en la participación ciudadana, y donde la cultura se convierte en elemento impulsor del bienestar espiritual, el fomento de valores, la salvaguardia de las tradiciones y del fortalecimiento de la identidad; donde se redimensiona el papel de las instituciones, los grupos sociales y los individuos en función de la transformación y la práctica social a partir de su capacidad de participar activa y responsablemente en su desarrollo.
Entre la amplia gama de entidades y agentes culturales de mayor protagonismo en el contexto local, destacan los proyectos comunitarios: iniciativas socioculturales sin ánimo de lucro, de carácter participativo, inclusivo y transformador que aglutinan actores de diversas procedencias profesionales y sociales, con el objetivo común de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad a partir de acciones estratégicamente planificadas.
Los proyectos comunitarios suponen el uso racional de recursos humanos y materiales para la producción de bienes o servicios; en general, se caracterizan por:
La dimensión participativa como condición básica de los procesos de gestión.
El carácter sistémico, dialéctico e integral.
La necesidad de ubicar a los actores involucrados como sujetos de sus propias transformaciones.
La estimulación y el desarrollo de capacidades y habilidades.
La potenciación de la dimensión educativa y el desarrollo de valores.
La incorporación de un enfoque con rigor técnico y metodológico.
El reconocimiento y consideración del contexto donde se desarrolla el proyecto.
La articulación con procesos y estrategias de mayor alcance (Juliá et al., 2006, pp. 7-8).
El alcance social de las iniciativas comunitarias se expresa inevitablemente en el mejoramiento de la calidad de vida de los beneficiarios, su bienestar espiritual; en el nivel de implicación de los participantes en aras de la colectividad y el logro de objetivos comunes; en el desarrollo de valores, cambio de actitudes, conductas, modos de ser y estilos de vida.
Hacer armonizar todos los mecanismos y entramados que forman parte de un proyecto comunitario, constituye, sin embargo, una labor compleja, en cuyo desempeño influyen múltiples factores de carácter objetivo y subjetivo, como los que destacan la concepción metodológica de base, la capacidad funcional y creativa de gestión de sus promotores y coordinadores, el nivel de articulación entre los diversos actores sociales, así como la implementación de un sistema de evaluación y sistematización continua del proceso.
El presente artículo tiene como objetivo describir la experiencia desarrollada por el proyecto sociocultural comunitario CreArte: Crecer con las Artes de Pinar del Río, durante más de un año de confinamiento social en Cuba. El estudio se centra en el análisis de la concepción en la que se basó la organización y puesta en práctica de los talleres virtuales "Ilustrando sueños desde casa", los resultados derivados de la práctica y los impactos provocados en los beneficiarios directos e indirectos de este proyecto.
Materiales y métodos
La investigación es de carácter descriptivo y explicativo. Se utilizó como método general el dialéctico, sustentado en el histórico-lógico, el análisis-síntesis y el sistémico-estructural, para valorar los presupuestos teóricos que fundamentan la concepción de los proyectos comunitarios desde el punto de vista cultural y educativo.
De la metodología cualitativa se utilizó el método etnográfico, con el objetivo de
interpretar los comportamientos derivados de la experiencia desarrollada a través de los talleres virtuales, las reacciones de los participantes, sus niveles de implicación en la realización de las acciones promovidas, sus apreciaciones personales y juicios de valor.
Para la obtención de la información se utilizaron como métodos empíricos:
Análisis documental: se revisaron las convocatorias elaboradas para promover los diferentes talleres virtuales; de igual forma, todos los documentos derivados de cada experiencia desarrollada (mensajes compartidos en el grupo WhatsApp, exposiciones colectivas socializadas, artículos periodísticos publicados en la prensa escrita y oral).
Encuesta: aplicada a la muestra seleccionada de los beneficiarios directos e indirectos del proyecto para conocer sus criterios valorativos acerca de la experiencia.
Composición: como parte de cada taller desarrollado, los participantes intercambiaron sus valoraciones a través de composiciones referidas a los momentos vividos y compartidos, sus motivaciones e incentivos durante el proceso de creación de las obras y de interacción en el grupo.
Del método de estadística descriptiva, se utilizó la lógica inferencial para el establecimiento de regularidades y tendencias a partir de la interpretación de la información constatada.
La investigación abarcó cinco etapas fundamentales:
Análisis conceptual del objeto de estudio de la investigación.
Determinación de las bases metodológicas del estudio de evaluación de impacto.
Diseño y aplicación de los instrumentos.
Procesamiento de la información obtenida.
Análisis y valoración de los resultados.
El estudio abarcó como universo los 47 niños, niñas y adolescentes participantes (beneficiarios directos de los talleres virtuales de CreArte), nueve miembros del Grupo Gestor, conformado por los coordinadores principales y los instructores de arte, 34 beneficiarios indirectos del proyecto (23 familiares que servían de puente comunicativo de los talleristas y 17 representantes de la comunidad, de ellos, nueve de instituciones aliadas al Proyecto y ocho artistas asociados a la iniciativa).
La selección de la muestra del estudio fue estimada en un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del 5 %, utilizando la técnica aleatoria estratificada. Formaron parte de la misma un grupo significativo del universo, de los beneficiarios directos del proyecto: 39 niños, niñas y adolescentes participantes; los gestores e instructores (nueve miembros del Grupo Gestor, incluidos los dos instructores); de los beneficiarios indirectos: 21 familiares y los 17 representantes de la comunidad. La amplitud de la muestra estuvo en correspondencia, fundamentalmente, con la disponibilidad de los sujetos a colaborar con la investigación.
Resultados
La información obtenida a partir de la aplicación de los diferentes instrumentos, luego de ser organizada y procesada, derivó en una síntesis descriptiva de la experiencia desarrollada a través de los talleres virtuales "Ilustrando sueños desde casa". En aras de facilitar la comprensión preliminar se presenta una breve referencia a aspectos generales del Proyecto como iniciativa comunitaria.
CreArte: Crecer con las Artes es un proyecto sociocultural comunitario adscrito a la Casa de Cultura "Pedro Junco", con marco legal aprobado en enero de 2016 por acuerdo del Consejo de la Administración Municipal de Pinar del Río. Asimismo, es reconocido como Proyecto Artístico por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y como Grupo de Creación Infantil por el Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC).
Fundamentado en una concepción humanística pedagógica, CreArte parte de la alianza articulada de educadores y artistas (con formación didáctica como instructores), familiares y representantes de la comunidad; todos en función de un objetivo común: contribuir al desarrollo de valores éticos y estéticos en los niños, niñas y adolescentes de la comunidad, a través de talleres de creación artística. Esta concepción se revela a través de preceptos básicos que sustentan su sistema de gestión, organización y funcionamiento.
Para potenciar su desarrollo armónico, continuidad y sostenibilidad como iniciativa comunitaria, CreArte asume como preceptos básicos de su funcionamiento los siguientes:
Consideración del proyecto y sus talleres de creación artística como espacio cultural y educativo desarrollador.
Valoración del arte como herramienta para potenciar el crecimiento personal, el desarrollo de la creatividad, el talento y, sobre todo, los valores humanos.
Respeto a los principios éticos de voluntariedad de los miembros, al carácter inclusivo y sin ánimo de lucro del proyecto, el uso racional de los recursos materiales disponibles.
Reconocimiento al papel protagónico de la familia, a la articulación y sinergias de trabajo con los diferentes actores sociales de la comunidad.
Búsqueda permanente de oportunidades para fomentar la capacidad creadora de los talleristas y promover sus resultados (participación en exposiciones, galas culturales, concursos y festivales).
Apreciación del rol de los instructores de arte por su vocación comunitaria, su formación educativa y ansias de superación profesional.
Propensión a la gestión creativa, la toma colectiva de decisiones y al uso del estilo participativo y dialógico de coordinación.
Defensa de la identidad cultural, respeto a la interculturalidad y la libertad de creación, en correspondencia con el proyecto social de la nación.
En la práctica, CreArte cuenta con dos espacios permanentes de apreciación y creación artística: el taller de dibujo "Ilustrando Sueños" (instructor: Néstor M. de Oca), el taller de grabado "PekeGrafía" (instructora: Odeibys Gato); y un tercero, de carácter básicamente temporal-itinerante: la "Escuela de Verano de CreArte" (Figura 1).
Fig. 1 - Talleres permanentes de CreArte: "Ilustrando sueños", "PekeGrafía" y "Escuela de Verano de CreArte"
Insertado inicialmente en las comunidades "Hermanos Barcón" y "Cuba Libre", de la ciudad de Pinar del Río, y con sede en la Biblioteca Provincial "Ramón González Coro" y el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura "Hermanos Loynaz", CreArte nació y se desarrolló bajo el permanente acompañamiento del Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (CIERIC) en la UNEAC, la Casa de Cultura "Pedro Junco" y el Centro Provincial de Cultura Comunitaria (CPCC).
Asimismo, distingue a CreArte su articulación permanente con importantes instituciones y entidades socioculturales de Pinar del Río, con las que mantiene sólidas alianzas y sinergias de trabajo: la Dirección de Cultura, el Centro Provincial del Libro y la Literatura, el Consejo Provincial de Artes Visuales, el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO), el Palacio de Computación, el Museo Provincial de Historia, el Centro de Estudios de Ciencias de la Educación de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", la Sociedad Cultural "José Martí" y la Dirección Municipal de Educación, entre otras.
Apreciado socialmente por formar parte de la programación cultural sistemática de la Dirección de Cultura de Pinar del Río y por su alto impacto social-comunitario, el proyecto acumula, durante sus cinco años de funcionamiento sostenido, un amplio catálogo de actividades socioculturales desarrolladas, participación en festivales, exposiciones individuales y colectivas, ferias, además de múltiples premios y reconocimientos a nivel local, provincial y nacional.
CreArte ante los desafíos de la COVID-19
Con el inicio de la pandemia en Cuba y el establecimiento de la cuarentena social a partir del 23 de marzo de 2020, la actividad comunitaria de CreArte, por primera vez desde su creación, se detuvo físicamente, quedando restringida en tiempo y espacio real. La búsqueda de alternativas para reanimar el proyecto, en las nuevas condiciones, partió del reclamo de los propios integrantes y sus familias por reiniciar los talleres, además de la certeza de los coordinadores respecto al papel de las artes como factor de resiliencia y herramienta para contribuir al equilibrio emocional de las personas en confinamiento.
Tras explorar múltiples opciones y bajo el asesoramiento del CIERIC, la Casa de Cultura "Pedro Junco" y el CPCC, el 2 de mayo de 2020, a manera de prueba de pilotaje, CreArte lanzó su primera convocatoria a los talleres virtuales "Ilustrando sueños desde casa".
La convocatoria del I Taller "El Duende Pintor" (Figura 2) tuvo carácter abierto e inclusivo y estuvo basada en el cuento del mismo nombre de la reconocida escritora pinareña Nersys Felipe, siguiendo el enfoque didáctico propio de Néstor Montes de Oca de integrar la literatura y las artes plásticas en bien de potenciar al máximo la imaginación y la creatividad de los infantes.
Sin amplios conocimientos previos en el uso de las redes sociales, los promotores de la nueva iniciativa crearon un grupo WhatsApp al que se inscribieron 12 niños y niñas, la mayoría pertenecientes a los talleres habituales del proyecto, en correspondencia con sus posibilidades reales de acceso a internet y uso de las redes sociales.
El impacto que tuvo aquella primera experiencia incentivó la continuidad de los talleres virtuales. El II Taller, "Madre querida" (Figura 3), estuvo dedicado al Día de las Madres. Su convocatoria, además de incluir el cuento del propio Néstor Montes de Oca "El cuadro luminoso", fue coauspiciada por de la Red Iberoamericana de Pedagogía (REDIPE), de gran prestigio internacional, que desde hace años cuenta con varios afiliados, miembros del proyecto.
El hecho de contar con esta nueva alianza estratégica, sin dudas, implicó no solo el respaldo y apoyo de una entidad educativa de prestigio internacional a la concepción educativa de CreArte, sino también un paso importante en la promoción de la convocatoria y los resultados del taller en términos de participantes, a los que se sumaron niños, niñas y adolescentes pertenecientes a otros municipios y localidades de Pinar del Río (Consolación del Sur, Mantua y Herradura), provincias (La Habana, Matanzas, Sancti Spíritus) y países (México, Italia, Canadá, España y Argentina). Como resultado, se ampliaron los límites geográficos habituales del proyecto, se redimensionó el concepto de "comunidad" y se crearon nuevos lazos de interacción, apreciación y creación artística, lo que, sin dudas, favoreció significativamente el clima afectivo de los talleres, los valores y el diálogo intercultural.
El impacto de los dos primeros talleres en términos artístico-creativos trascendió la virtualidad generada en el grupo: trece de las obras resultantes fueron seleccionadas, entre muchas otras a nivel nacional, para formar parte de la galería CREACION-LINE del Museo Nacional de Bellas Artes, en homenaje al Día Internacional de los Museos, suceso que se convirtió en un alto reconocimiento al talento y la creatividad de los talleristas (http://www.bellasartes.co.cu/exposicion/galeria-creacion-line).
El III Taller Virtual, "Nuestro Martí", (Figura 4) estuvo dedicado a la celebración del 125 aniversario de la caída del Apóstol y fue coauspiciado por la Sociedad Cultural "José Martí" de Pinar del Río, institución con la cual CreArte ha mantenido una fuerte alianza desde su fundación, dada la concepción martiana que distingue sus fundamentos teóricos y prácticos como proyecto sociocultural de dimensiones artística y pedagógica. Esta vez la convocatoria incluía como textos de inspiración la historia de Nersys Felipe "Una noche en Nueva York", combinado con el poema "Notas de amor" de Néstor Montes de Oca, dedicado al Ismaelillo.
El desarrollo de este taller marcó pautas importantes, no solo en cuanto al número de participantes, el cual para junio ya había alcanzado la cifra de 37 (muchos de ellos, miembros nuevos del proyecto), sino también en cuanto a la necesidad de definir las formas organizativas y de gestión a asumir en lo adelante respecto al funcionamiento de los talleres virtuales. Como estrategia en este sentido, se propuso la creación de un grupo coordinador, llamado a convertirse en el órgano legítimo de dirección que tendría a su cargo la toma de decisiones en cuanto a la coordinación general de los talleres, la promoción y comunicación, las alianzas y cooperación, la evaluación y seguimiento. Esta propuesta, muy en correspondencia con el carácter colectivo de dirección que siempre caracterizó a CreArte, rápidamente fue aclamada y apoyada por los representantes de las instituciones aliadas y familiares que participaban activamente en el grupo virtual.
El carácter abierto y participativo del grupo coordinador hizo posible la inclusión de miembros como Malena Rodríguez, profesora de la Universidad de La Habana; Mónica Perlingieri, maestra argentina jubilada; Olga Pacheco, trabajadora social mexicana y la española Mercedes Fernández de la Biblioteca Pública de Monachil, Granada, entre otros.
La experiencia inicial, desarrollada durante los tres primeros talleres, sentó las bases necesarias en cuanto a las formas de organización y concepción metodológica general de la iniciativa y también respecto a las estrategias particulares a seguir para cada taller. Los siguientes 11 talleres desarrollados giraron alrededor de temáticas de particular interés cultural y, en cada caso, contó con el apoyo de las instituciones educativas y socioculturales con las que ya existían alianzas consolidadas y otras nuevas que se sumaron felizmente a la iniciativa:
IV Taller, "Mi familia", coauspiciado por la Red Iberoamericana de Pedagogía (REDIPE) y la DVV Internacional (Deutscher Volkshochschul Verband- Instituto de Cooperación Internacional de la Asociación Alemana para la Educación de Adultos) Internacional, dedicado a la familia y el papel que esta juega en nuestras vidas.
V Taller, "Por un mundo mejor", en saludo al Día Mundial del Medio Ambiente, coauspiciado por el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO).
VI Taller, "La amistad y los abrazos", dedicado a la amistad y a los abrazos como expresión física de importante valor humano.
VII Taller, "Entre letras y pinceles" (concurso artístico- literario), coauspiciado por la Biblioteca Provincial "Ramón González Coro" y el Centro Provincial del Libro y la Literatura, dedicado a valorar la importancia del hábito de la lectura, así como a la creación plástica y literaria.
VIII Taller, "Mi amor por los animales", coauspiciado por el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO), dedicado al valor que tienen los animales y la importancia de brindarles protección y afecto para convivir en un mundo de respeto y armonía con la naturaleza.
IX Taller, "Vuelos lilas", dedicado al cumpleaños de la escritora Nersys Felipe (Premio Nacional de Literatura), coauspiciado por el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Organización de Pioneros de Cuba (OPJM).
X Taller, "Redibujemos el mundo", inspirado en un mundo de paz y armonía, de amor y solidaridad, de equilibrio ambiental y de respeto a la diversidad entre los seres humanos.
XI Taller, "Los colores de nuestra América", coauspiciado por la DVV Internacional, dedicado a las tradiciones y raíces de nuestros pueblos, sus fiestas, costumbres culinarias, rituales, cultivos, trajes, íconos y sitios históricos.
XII Taller, "Pintando el mundo color esperanza", coauspiciado por el Canal de la Televisión Territorial Telepinar, sobre el valor de los talleres virtuales de CreArte durante el confinamiento social provocado por la COVID-19.
XIII Taller, "Sueños y nanas", coauspiciado por el Boletín Electrónico "El Bohío", inspirado en la obra de la joven escritora española Guaxara Alfonso González.
XIV Taller, "Fantasías a todo color", coauspiciado por el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO), la Biblioteca Provincial "Ramón González Coro" y el Boletín Electrónico "El Bohío", concebido con la intención de sistematizar, a través de una exposición colectiva, la obra desarrollada por los niñas y niños del Proyecto desde inicios de la COVID-19.
Discusión
Al analizar en detalle la experiencia vivida y compartida durante más de un año y medio a través de los talleres virtuales, revisar los cientos de mensajes intercambiados en el grupo Whatsapp, y tras procesar los criterios expuestos en las encuestas realizadas como parte de la investigación, se constatan como aspectos más relevantes de la iniciativa, los siguientes:
Los talleres virtuales significaron una ruptura con la manera habitual de funcionar CreArte, en cuanto a la frecuencia de interacción de los niños y niñas. Los encuentros del fin de semana en los talleres quedaron reemplazados por "encuentros" virtuales diarios, que en ocasiones tenían lugar varias veces al día, caracterizados por un alto nivel de interactividad no solo desde lo artístico-creativo sino también desde lo personal-familiar. Ello influyó paulatinamente en el desarrollo de una nueva identidad grupal, un sentido de pertenencia al colectivo. Apareció y se consolidó paulatinamente el concepto de "familia de soñadores".
Se ampliaron las manifestaciones artísticas habituales de los talleres de CreArte (dibujo y grabado), abarcando ahora no solo otras modalidades de las artes plásticas como las manualidades, la fotografía y la instalación, sino también otras manifestaciones como la literatura, el teatro, la realización audiovisual.
Cambió el papel de la familia en la vida del proyecto, su nivel de influencia y protagonismo. Una de las primeras experiencias derivadas de la iniciativa fue la necesidad de promover una de modalidad de trabajo desde casa diferente: la grupal, la cual incentivaba la realización de obras colectivas, resultado del trabajo conjunto del niño o niña con otros miembros de la familia.
Mantuvieron siempre un carácter predominantemente participativo sustentado en el intercambio abierto y sincero entre los niños, niñas y adolescentes, también miembros de la familia, todos con voz y voto en la toma de decisiones colectivas referidas al funcionamiento de los talleres. Así, por ejemplo, para definir el tema de cada convocatoria, previamente se abría el dialogo en el chat para conocer los intereses y motivaciones de los talleristas. Entre los criterios de selección más importantes, tomados en cuenta por ellos mismos, estaba la celebración de hechos históricos (natalicio de José Martí), fechas de trascendencia universal (Día de las Madres, Día Mundial del Medio Ambiente), así como motivos de especial connotación y sensibilidad (la familia, la amistad y los abrazos, el amor por los animales).
En cada convocatoria se incluyeron textos literarios de escritores nacionales e internacionales, con el propósito de servir como fuente de inspiración a los participantes y también como incentivo para motivar, a través de la lectura, el análisis y valoración acerca de aspectos esenciales tratados por el autor (a): la amistad, el amor por la naturaleza, por la familia, por los animales, las tradiciones, la historia, la Patria, sus héroes, etcétera.
El grupo WhatsApp creado como espacio fundamental de los talleres virtuales devino plataforma interactiva en la que se fomentaba no solo la creación artística, sino también el conocimiento mutuo y el intercambio entre los talleristas, bajo los principios del respeto y la comprensión mutua. Para ello, siempre que fuera posible se trataba la manera de motivar a los participantes, provocarlos, tanto en su creación artística como en la indagación y profundización sobre el tema elegido, los autores, además de los pasajes interesantes acerca de los cuales pudiesen leer y debatir en el contexto familiar.
Asumido con un enfoque didáctico-pedagógico desarrollador, con carácter flexible, abierto e inclusivo, los talleres no solo previeron la opción de presentación de obras de creación personal, sino también colectiva. Como resultado, en varias ocasiones se logró la realización de obras conjuntas en las que intervenían dos hermanos (Daniela y Dariana; Edwin y Yazmin) dos primos (Nilito y Fabián), niño, niñas y padres (Leonardo y su mamá Graciela; Fabio y su mamá Malena; Trini, su mamá Mónica y su papá Juan).
Se convirtieron en un espacio de intercambio intercultural en el que predominaba un ambiente afectivo entre niños y niñas de los diferentes países, sus familias; siempre con espíritu de aceptación a la diversidad cultural, respeto, comprensión mutua, enfoque de género y equidad.
Además de incentivar la creación artística, los intercambios estimularon los juegos de adivinanzas, mensajes de voz y videos de los propios participantes leyendo poemas, compartiendo ideas y valoraciones de interés colectivo.
Cada taller cerró con la presentación de todas las obras, mostradas en formato de exposición virtual. La publicación en el grupo de este audiovisual, elaborado con modestos recursos tecnológicos, constituyó momento de disfrute, regocijo personal y colectivo, la cual fortaleció el sentido de pertenencia e identidad de cada participante al proyecto.
Cada taller cerró con la presentación de todas las obras mostradas en formato de exposición virtual. La publicación en el grupo de este audiovisual, elaborado con modestos recursos tecnológicos, constituyó momento de disfrute, regocijo personal y colectivo, la cual fortaleció el sentido de pertenencia e identidad de cada participante al proyecto.
En término artístico-creativo, los talleres virtuales incentivaron no solo la realización e intercambio de obras plásticas, sino también literarias como poemas y relatos.
Por azar de la vida A CreArte me integré Fue algo increíble Nunca lo imaginé. Tener amigos a distancia Es algo genial Cuando interactuamos Las manos nos damos. Unidos estamos En el pensamiento Compartimos dibujos Y lindos momentos. La cuarentena Nos hizo distanciar Pero CreArte Lo pudo evitar. Kevin Muñoz
De los 14 talleres virtuales de CreArte derivaron un total de 318 obras. A ellas se suman otras 83 presentadas por los "Ilustradores de sueños" a concursos a nivel provincial, nacional y algunos internacionales, merecedoras de importantes reconocimientos, premios y menciones por parte de entidades como UNICEF, el Consejo Nacional de Casa de Cultura, el Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara (CESAMVC), la UNEAC y la Organización de Pioneros "José Martí", entre otras.
El impacto de los talleres virtuales, sin embargo, no se limita a la dimensión individual de los participantes, abarca sobre todo a la familia, espacio en el que la contingencia epidémica ha conducido a la necesaria revalorización de las relaciones interpersonales. En tal sentido, los talleres virtuales parecen haberse convertido en dinamizadores fortuitos del intercambio afectivo entre los niños, niñas y adolescentes y sus padres, en sano pretexto no solo para diálogos valorativos sobre el arte y la vida, sino para el acercamiento respetuoso y apreciativo entre sí, para el aprendizaje, el divertimiento y el crecimiento personal.
CreArte -reconoce Jarmilka Cándano-, más que un proyecto es una gran familia, donde se cultivan los más hermosos sueños. Nuestros pequeñines se han llenado de alegrías y fantasías y junto a ellos también nosotros. Con la pandemia, CreArte una vez más se reinventó y gracias a las redes sociales nos permitió no solo compartir nuevamente con nuestros amigos de siempre: niños y madres, padres, abuelas, instructores... si no que la familia creció, llegando otras desde otros países, diferente tierra, mismos sueños. Los colores llegan ahora no solo en los dibujos de los niños sino también en todos los matices de poemas, canciones, versos martianos y las mil alegrías compartidas en el chat. Mi hijo Israel David se siente muy feliz de tener tantos amigos y no quiere perderse ningún comentario de ellos, tampoco yo, que una vez más me siento niña y quiero volar en el globo tigremágico de Nilito para ver de cerca el sol de gatos de Trini, vamos Lizt, Amelia, Salet, Maykol, Shaidely...vamos, vamos todos.
Los talleres virtuales han generado un hermoso intercambio lleno de colores y celebración por cada pintura realizada. Es un grupo de soñadores que en estos tiempos de COVID-19 reconforta y hace más llevadero el aislamiento, sobre todo en un momento en el que es difícil sostener la esperanza de volver pronto a los abrazos, a los encuentros, a los festejos… Hace poco fue el cumpleaños de nuestra hija Trinidad. Recibió tanto amor de ese país maravilloso que está lejos, que al final del día sintió que todos estuvieron aquí. El arte derriba fronteras y hermana a los pueblos (Juan Quintana y Mónica Perlingieri) (Figura 5).
Un factor determinante para el buen funcionamiento y desempeño de la iniciativa lo constituye el hecho de fundamentarse en alianzas estratégicas con instituciones y entidades socioculturales y educativas. Ello abarca no solo las articulaciones ya consolidadas anteriormente sino también las nuevas, con organizaciones como CECE, REDIPE, DVV, entre otras. Aunque desafortunadamente durante toda la experiencia nunca se logró un respaldo material de alguna institución en cuanto a facilidades tecnológicas, acceso a internet o materiales artísticos, el papel de las relaciones interinstitucionales resultó relevante y altamente significativo.
Acompañar desde la concepción política pedagógica de la educación popular ambiental - apunta Betty Hernández- ha sido un objetivo primordial del Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO) en su alianza con CreArte. Se ha tejido una relación que ha implicado reforzar sentidos, desatar nudos, compartir amarres desde un tejido humano que ha logrado articular niños, familias y experiencias para ponerlas en diálogo y hacerlas crecer sin fronteras siendo conscientes del alcance de cada acción en el contexto actual. El trabajo mancomunado nos ha permitido construir lógicas para ganar terreno en la sensibilización a instituciones y comunidades con la realidad socioambiental que vivimos, construyendo entre todos, desde el respeto a la diversidad, una vida mejor en el día a día, que multiplica nuestro compromiso de autotransformarnos para así transformar nuestro medio. Han sido meses duros en todos los sentidos y para todas las personas, pero no caló la COVID-19 la visión de CreArte, hoy es un nuevo proyecto, impresionantemente enriquecido y juntos continuaremos aportando por ese mundo mejor que sabemos posible, convencidos de que no es lo mismo una estrella que un millón, razón por la cual no es un proyecto cerrado, sino un sueño abierto en el que hay espacio para muchos. (Figura 6)
En cuanto a la estrategia comunicativa seguida por CreArte, es válido reconocer el importante papel desarrollado por los medios de comunicación masiva a nivel local, con los cuales el proyecto siempre ha mantenido fuertes alianzas: TelePinar, la emisora Radio Guamá y el Periódico "Guerrillero". El seguimiento continuo de estos medios a los talleres virtuales derivó en diferentes trabajos periodísticos dedicados al proyecto y sus protagonistas.
Por su parte, para los gestores de la iniciativa, los talleres virtuales han tenido un significado especial, el alcance de la experiencia supera la idea inicial como alternativa artística y educativa para reanimar el proyecto, su acción comunitaria en condiciones de aislamiento social causado por la pandemia. Su efecto trasciende el casi medio centenar de niños y niñas participantes, y casi el mismo número de familias implicadas: va más allá de las obras realizadas por los talleristas entre las que destacan dibujos, poemas y relatos cortos, o incluso las decenas de premios y menciones otorgados en 20 meses de funcionamiento por importantes entidades culturales como el Consejo Nacional de Casas de Cultura, UNICEF en Cuba, todos como merecido reconocimiento al talento, alto de grado de creatividad, motivación e inspiración artística de los "ilustradores de sueños".
Para los promotores y coordinadores de la iniciativa, la contribución más importante de esta plataforma virtual ha radicado en el ambiente desarrollador, dinámico y creativo impulsado, el cual ha generado niveles altos de motivación por las artes, por el intercambio sincero, espontáneo, respetuoso, a partir de la interacción afectiva entre los participantes.
Cada uno de los ambientes propiciados por Crearte fluye en dirección al bienestar y las raíces fértiles. El proyecto ha dejado bien claro el ánimo que pretende cultivar en niños y familias… ese que aboga por labrar el pensamiento, forjar el carácter sobre la responsabilidad y el respeto, agrandar el alma cobijando sensibilidades y abrir el corazón al amor desde la justicia y la buena fe. Desde este Proyecto nos siguen llegando montones de trazos, colores de ensueño, ingeniosos escenarios, diferentes técnicas y profundas concepciones sobre la coexistencia pacífica entre humanos, plantas y animales; y cada vez, sumando miembros desde otros sitios del planeta. Nuestros pequeños artistas han compartido sus múltiples entornos familiares y sociales, dejando clara la responsabilidad civil y la urgencia de permanecer unidos (Yania Collazo).
Esta nueva forma de continuar CreArte ha abierto la posibilidad de participación a otros niños y jóvenes del mundo a los que les une el gusto por el arte y la ilusión de ser creadores. Solo basta leer durante 5 minutos el grupo de WhatsApp para darte cuenta del buen ambiente que se respira, son niños, jóvenes, padres, artistas y coordinadores entre los que siempre hay palabras de amor, consuelo, ánimo, superación y mucha alegría por ser parte de algo tan bonito. Una de las actividades que se realizan es un juego de adivinación artística en el que surgen conversaciones dignas de ser leídas para entender que estas personitas se convertirán en adultos con grandes corazones. Los talleres que se han llevado a cabo durante la cuarentena y que aún continúan, están dedicados a un tema concreto. Si queréis saber qué es "Ilustrando sueños desde casa", es un lugar donde los sueños pueden hacerse realidad (Mercedes Fernández).
Sin lugar a dudas, resulta difícil poder evaluar todas las dimensiones del impacto de los talleres virtuales "Ilustrando sueños desde casa", promovidos durante 18 meses por el proyecto CreArte. La manera más factible y consistente de hacerlo es a partir de las valoraciones y vivencias de los protagonistas principales de esta experiencia artístico-pedagógica, que difiere por contenido y forma de las maneras tradicionales de desarrollar el trabajo social comunitario e incluso de educar en muchas de las escuelas de estos tiempos. Ellas marcan un camino diferente al conocimiento, al aprendizaje, al crecimiento como seres humanos y como sociedad, y al desarrollo de valores éticos y estéticos.
En sentido general, la pandemia por COVID-19 y las restricciones de aislamiento derivadas de ella, han impuesto un gran reto para todas las dimensiones de la vida actual, incluida la práctica comunitaria. También para CreArte: Crecer con las Artes como proyecto sociocultural comunitario. La iniciativa promovida desde mayo de 2020 a través de los talleres virtuales "Ilustrando sueños desde casa" ha resultado, a todas luces, una respuesta alternativa al confinamiento social, una vía para continuar contribuyendo al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes desde las artes.
La experiencia desarrollada hasta la actualidad ha implicado transformar necesariamente los preceptos básicos de gestión y su concepción metodológica habitual, sin que ello, en ningún caso, signifique desligarse del carácter social comunitario, participativo, voluntario, inclusivo y solidario, ni de sus esencias educativas y culturales en defensa de los principios humanistas y martianos que lo distinguen.
Los impactos alcanzados por esta iniciativa trascienden a los niños, niñas y adolescentes participantes, para los que la experiencia aportó un caudal de emociones positivas y un amplio catálogo de obras artísticas de valor incalculable; los efectos se extienden a las familias, a los propios gestores y a la comunidad toda.
Lo resultados demuestran también el determinante papel de las alianzas interinstitucionales, el rol que juega la articulación de un proyecto comunitario con las entidades culturales y educativas a todos los niveles posibles, principalmente el local regional.
