Introducción
El carácter humanista se expresa en el quehacer de la Universidad en la dimensión educativa, al dotar a los estudiantes de cualidades que los conviertan en profesionales creativos e independientes, preparados para asumir su autoeducación durante toda la vida. Constituye la clave para comprender que el proyecto de la universidad cubana no se estructura solo para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral, sino que su perfil se modela en la formación de un profesional íntegro, al centrar su atención fundamentalmente en el desarrollo de su personalidad, para que sirva con sencillez y modestia y se desempeñe con éxito; por ello que constituyen un aspecto significativo de su formación básica la conciencia y el compromiso social como prioridad principal.
En Cuba, la formación del profesional y su enfoque humanista constituye una exigencia del propio proyecto social socialista que se construye, implícito en el Plan de Estudios E y el Modelo del Profesional al que se aspira formar en las carreras. Lastres (2020) considera la necesidad de una formación que vincule estrechamente la universidad y el contexto social, que potencie los conocimientos para el desempeño profesional en relación con las exigencias actuales y futuras; todo a partir de la interacción entre los sujetos y la construcción de significados y sentidos, que ponen en juego sus recursos personales y la integralidad formativa.
Se aspira al crecimiento y enriquecimiento material y espiritual del hombre superando la fragmentación y el aislamiento. Sánchez & Pérez (2017), expresó:
La aspiración máxima del humanismo en la educación es la formación integral de la personalidad del ser y su plena realización como ser humano, y el cultivo de la sensibilidad para desarrollar sus verdaderas potencialidades creadoras, lo que puede lograrse por medio del proceso de enseñanza aprendizaje (p. 3).
Por ende, se reafirma que en los profesionales de la educación no basta el dominio de la especialidad, ni el conocimiento de los móviles esenciales por los que ha discurrido el pensamiento humano en sus expresiones filosóficas, económicas y sociopolíticas. No basta con dominar la historia de la pedagogía o las tendencias pedagógicas contemporáneas, ni instruir el pensamiento, es necesario educar la sensibilidad y el sentimiento, cultivar la sensibilidad para no quedarse limitados en el reino del finito conocimiento.
El término "formación humanista", según Mendoza (2011), sugiere integralidad, sensibilidad, estilo de pensamiento y actuación, espiritualidad; en este caso, tiene como centro de reflexión, la formación del profesor, que implica penetrar en la naturaleza del proceso de formación de la cultura y la personalidad.
El humanismo y su formación como problemática ha sido analizada por autores, tales como: Hernández & Infante (2015); García, Corrales et al. (2015); Pogolotti (2016); Rodríguez (2018); Lastres (2021), quienes analizan la problemática de la formación humanista desde un enfoque axiológico. Significan la moral y los valores como elementos consustanciales a la esencia de los seres humanos. Otros autores como: Vizcaíno, C., Lasluisa, E., Montoya, J. y Ferrer, E. (2016); Alonso, Martínez y Domínguez (2019), plantearon la necesidad de pensar en la formación humanista hacia el interior de la Universidad, adaptada a las condiciones histórico-concretas y expresaron la importancia del vínculo de la Universidad con la sociedad.
En relación con lo anterior, el objetivo de este artículo es socializar los resultados de la evolución histórica del proceso de formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia de la Universidad de Granma.
Métodos y materiales
Entre los métodos teóricos utilizados se encuentran los siguientes:
Análisis y crítica de fuentes, para revelar los aspectos esenciales de las fuentes consultadas, tales como: Modelo del Profesional, estrategia de la carrera, proyectos educativos, planes metodológicos, actas de colectivos de carrera y año, expedientes escolares, trabajos científicos, seminarios nacionales y resultados de otras investigaciones que han incursionado en este proceso, así como para constatar los datos provenientes de las técnicas empíricas utilizadas en la investigación. Integra, a manera de procedimientos, los métodos del pensamiento lógico siguientes: inducción-deducción, análisis-síntesis y el tránsito de lo abstracto a lo concreto.
Histórico-lógico: durante el estudio de la evolución histórica del proceso de formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia.
Se emplearon, además, los siguientes métodos y técnicas del nivel empírico:
Análisis documental: propició el análisis de los documentos normativos para identificar las condiciones del trabajo educativo.
Observación: a los diferentes procesos universitarios, con el fin de constatar cómo se manifiesta la formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia.
Como procedimiento metodológico se utilizó la triangulación de datos, métodos y teorías, para contrastar e integrar la información que aportan las fuentes consultadas y los métodos utilizados, en consonancia con los paradigmas seleccionados, lo que permite construir una visión global y detallada de cada experiencia particular.
Resultados
Los antecedentes más directos de la formación de docentes de la Licenciatura en Marxismo-Leninismo e Historia se encuentran en los procesos de formación de profesores especializados en Geografía-Historia, Marxismo-Leninismo y Humanidades. A partir de 1976 se reordena el sistema de formación docente y se crean los Institutos Superiores Pedagógicos como universidades independientes adscriptas al Ministerio de Educación. En 1977 inicia la Licenciatura en Educación como modalidad de formación de los profesores en especialidades únicas para toda la Educación Media (Básica y Superior) mediante el Plan de Estudio A, con cuatro años de duración. En este contexto, se implementa la carrera de Licenciatura en Educación en Historia y Ciencias Sociales.
En 1982 se pone en vigor el Plan de Estudio B, con cinco años de formación y surge la carrera de Licenciatura en Educación, en la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, con el propósito de formar profesores en ambas especialidades. Este será el punto de partida para el estudio de la evolución histórica del objeto y el campo de esta investigación. Se determinó como período el comprendido entre 1982-2021, bajo el criterio de estudiar la trayectoria de la formación humanista de los estudiantes de la carrera.
Para la periodización prima el criterio del análisis de los hitos más relevantes que han influido en la estructura de la carrera y las condiciones en que esta se ha desarrollado, por lo que se considera distinguir tres etapas fundamentales:
Primera Etapa (1982-1989). La formación humanista durante el surgimiento y desarrollo de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia.
Segunda Etapa (1990-2008). La formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia en la década de 1990 y su posterior desarrollo.
Tercera Etapa (2009-2020). La formación humanista durante la reapertura y perfeccionamiento de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia.
Para el análisis de las etapas se seleccionaron los siguientes indicadores:
Intencionalidad formativa humanista en el Plan de Estudio de la carrera.
Trabajo educativo para la formación humanista en la carrera.
Trabajo metodológico en la carrera.
Los indicadores se determinaron a partir de los rasgos que caracterizan la evolución del proceso educativo en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia, desde el objeto y el campo de la presente investigación. Además, se valoraron las condiciones histórico-sociales concretas en cada etapa; se tiene en cuenta que en ellas se reflejan los principales proyectos asumidos y que estos se relacionan con la concepción de hombre y sociedad a la que se aspira, elementos que han incidido en el perfeccionamiento constante del Sistema Nacional de Educación, así como en las transformaciones educativas más sustanciales de la carrera.
Primera Etapa (1982-1989). La formación humanista durante el surgimiento y desarrollo de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo Leninismo e Historia
En los Institutos Superiores Pedagógicos del país, en el año 1982, surgió la carrera pedagógica de Marxismo-Leninismo e Historia, lo que constituye el hito en esta etapa, debido al proceso de perfeccionamiento del nivel superior de educación. El objetivo era formar profesores para ambas especialidades, que asumieran la docencia y la labor político-ideológica en la Enseñanza Media General. Como resultado de estos cambios, y debido a este perfeccionamiento, entró en vigor el Plan de Estudio B, con cinco años de formación. Dichos planes abogaban por un sistema de formación que integra la práctica con la docencia.
Un nuevo fundamento científico-pedagógico caracterizaría al proceso educativo en el nuevo Plan de Estudio dirigido a las universidades, al distinguir en su diseño elementos importantes como: el modelo del especialista, la derivación de los objetivos y la interrelación de las disciplinas. Sin embargo, este plan presenta un carácter reproductivo, pues el rol del docente se fundamenta en la transmisión de saberes y las relaciones entre profesor y estudiante adolecen de la armonía funcional comunicativa necesaria para la óptima formación y desarrollo de conocimientos, habilidades, valores y modos de actuación, en función del bienestar del ser humano.
El trabajo metodológico en la carrera durante esta etapa en los marcos intra y extrauniversitarios carece, en su mayoría, de enfoque sistémico y de una planificación intencionada, lo que limita una adecuada dirección del proceso de formación humanista en la carrera.
Prevalece la proyección y la práctica en la labor educativa de dicha carrera. Existe entre profesor y alumnos buenas relaciones interpersonales; el primero es la autoridad docente y no se involucra con fuerza en los aspectos afectivo-volitivos del grupo. Además, aunque comienzan a tratarse términos como "formación de valores humanistas", no existe en esta etapa claridad acerca de los aspectos educativos del proceso de enseñanza-aprendizaje, ni del proceso formativo respecto al humanismo.
El trabajo pedagógico se desarrolla de la forma siguiente: trabajo docente-metodológico, científico-metodológico y preparación metodológica. La relación de estos elementos con la coherente aplicación del enfoque en sistema de los componentes del proceso educativo, permite elevar la calidad en la formación de los estudiantes de la carrera. Sin embargo, el trabajo en los diferentes colectivos técnicos está encaminado, principalmente, al aspecto cognitivo, en el que se planifican diversas actividades docentes y extradocentes, como: visitas a museos, lugares históricos e instituciones económicas.
De las características de la etapa se desprende como regularidad: la prevalencia de una intencionalidad académica en los Planes de Estudio de la carrera.
Segunda Etapa (1990-2008). La formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia en la década de 1990 y su posterior desarrollo
En la década del 90 del siglo XX ocurren cambios importantes en los principales aspectos de la vida económico y político-social del país. La Educación Superior también sufre las consecuencias provocadas por el derrumbe del campo socialista, el recrudecimiento del bloqueo económico, la actitud amenazadora de los círculos de poder norteamericanos hacia Cuba y, por consiguiente, el deterioro del modelo económico y social.
En 1990 se instaura el Plan de Estudio C, el cual presupone el hito de esta etapa; este es adecuado en 1992, a partir de un diagnóstico sobre la preparación de los docentes, con el objetivo de reforzar los principios y objetivos de su formación.
Los Panes de Estudio puestos en vigor en el curso 1992-1993, para todas las carreras, se sustentaron en principios básicos para la formación del personal pedagógico: aseguramiento de una sólida y verdadera preparación político-ideológica, formación y reforzamiento de la motivación profesional, formación en el trabajo y para el trabajo, sólida preparación pedagógica y psicológica, formación cultural de los estudiantes y el dominio de los contenidos que se trabajan en el nivel para el que se preparan, flexibilidad suficiente que posibilite ampliar o modificar el plan cuando resulte necesario.
En la carrera, se adoptaron los tres tipos de actividades que, en su organización y dinámica interna, le permiten la apropiación de los modos de actuación profesional, enmarcadas en los tres componentes básicos del proceso educativo: el académico, el laboral y el investigativo. Se conciben como componentes importantes de los nuevos planes, tanto en el Modelo del Profesional como en el diseño de las disciplinas, no solo la asimilación de conocimientos y el desarrollo de habilidades profesionales, sino también las concepciones y valores humanistas. Se aboga entonces por el tránsito de una "pedagogía participativa" a una "pedagogía comprometida", donde el estudiante, en aras de cumplir los objetivos sociales y de resolver los problemas sociales, se va desarrollando como individuo y va creándose.
El siglo XXI se caracteriza, en sus inicios y a la luz de la Batalla de Ideas, por la aplicación del nuevo modelo de Secundaria Básica, con la creación de la carrera de Profesor General Integral (PGI) de Secundaria Básica en el año 2001 y el inicio de la Universalización de la Educación Superior en el año 2002, introducida de forma masiva en las carreras pedagógicas, lo que conduce a una nueva transformación en el modelo de formación docente.
En los cursos 2002-2003 y 2006-2007 se realizaron adecuaciones en estos planes de estudio como resultado de la validación en su estructura y componentes. No se modificó la concepción del Modelo del Profesional, aunque los objetivos por años se variaron a partir del cambio que se realizó en la estructuración de los módulos y asignaturas.
En el 2003, con una nueva modificación de los planes de estudio de todas las Licenciaturas en Educación y la definición de una nueva estructura de carreras pedagógicas, se creó la carrera de Licenciatura en Educación en la especialidad Humanidades, que abarcaba dentro de su área de conocimientos las disciplinas Historia y Marxismo-Leninismo, abiertas después en perfiles terminales por asignaturas, a partir del año 2007 hasta la reapertura de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo en septiembre de 2009.
La determinación de los problemas profesionales en las carreras pedagógicas se hace de acuerdo con las necesidades actuales y perspectivas del perfeccionamiento del sistema nacional de educación. Se expresa en términos de contradicciones que se producen entre:
La formación de valores, actitudes, normas de comportamiento en el aula y el contexto escolar y social, su correspondencia con el deber ser del comportamiento ciudadano y los ideales revolucionarios de la sociedad socialista cubana.
El diagnóstico y caracterización del escolar y su grupo, del entorno familiar y comunitario y el diseño de estrategias educativas.
La utilización de los diferentes recursos del lenguaje para la comunicación efectiva de la lengua materna.
La utilización de la investigación científica para la proyección de soluciones en la práctica educativa, como vía de autoperfeccionamiento profesional.
La dirección del proceso educativo, en general y del proceso de enseñanza-aprendizaje en lo particular, con un enfoque político-ideológico y científico-humanista y la necesidad del desarrollo de las potencialidades individuales de los escolares, la familia y la comunidad.
Las tareas principales que tiene que cumplir como profesional son: la dirección de la educación de la personalidad de los educandos y del aprendizaje desarrollador en el marco del sistema nacional de educación.
Este enfoque se instrumenta a partir de la puesta en vigor de los proyectos educativos, los que se convierten en la principal estrategia de cada carrera. El colectivo de carrera, pese a contar con este instrumento para la labor educativa, continúa con la tendencia a priorizar lo académico en detrimento de la necesaria integralidad, tanto en su proyección como en la relación con otros componentes.
Los elementos formativos quedan implícitos en acciones que en su mayoría continúan generales y carecen, además, de independencia y originalidad, pues se planifican de forma vertical en detrimento de la creatividad. Pese a que algunas acciones contribuyen de forma indirecta o tangencial a la formación de concepciones y modos de actuación que expresan respeto hacia la dignidad del ser humano, su planificación no se realiza con intencionalidad, al exaltar la importancia del conocimiento y minimizar la forma de actuar de los hombres, así como las relaciones que entre estos se establecen.
El trabajo metodológico del colectivo de carrera se encuentra regido por el proyecto educativo de la carrera, del que se derivan los proyectos educativos de año y los planes de trabajo metodológico de las disciplinas y asignaturas; le proporciona a la concepción un adecuado carácter de sistema. Sin embargo, pese a lo declarado en el Modelo del Profesional, las acciones encaminadas a la formación de convicciones y modos de actuación continúan en su generalidad en el marco de lo cognitivo.
Se manifiesta falta de coherencia y sistematicidad en el aspecto educativo, derivado del carácter academicista de las actividades planificadas y ejecutadas. Es válido aclarar que, por el contenido mismo de la carrera, las actividades que se materializan inciden en la formación humanista de forma implícita.
Este Plan de Estudio C prevé, entre sus premisas fundamentales, el incremento continuo de la calidad y la pertinencia en la formación integral de los estudiantes y fortalecer la unidad entre la instrucción y la educación; para ello proyecta: lograr mayor nivel de esencialidad en las disciplinas, perfeccionar el vínculo entre los componentes del proceso educativo, potenciar el protagonismo estudiantil y fortalecer la formación humanista.
De las características de la etapa se desprende como regularidad: aunque se modifican los planes de estudio, los elementos formativos quedan implícitos en acciones que en su mayoría continúan generales; carecen de independencia las acciones encaminadas a la formación de convicciones y modos de actuación humanista y estos continúan en su generalidad en el marco de lo cognitivo.
Tercera etapa (2009-2021). La formación humanista durante la reapertura y perfeccionamiento de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia
El hito de esta etapa lo marca la reapertura de la carrera en el curso 2009-2010. En este curso escolar se realizaron dos adecuaciones al plan de estudio, una al plan de ingreso y otro al de tránsito, que consistieron fundamentalmente en ampliar la docencia con carácter intensivo en las sedes centrales a los dos primeros años e incrementar la docencia universitaria presencial entre ocho y doce horas en las Universidades de Ciencias Pedagógicas (UCP) o en las Sedes Universitarias.
La formación de profesionales de esta especialidad se reinicia en dicho curso por orientación del Comité Central del PCC, con el fin de formar un profesional que se caracterice por una sólida preparación política e ideológica, para dar respuesta a las necesidades de preparación de la sociedad cubana. Más tarde, en el curso 2010-2011, como parte del proceso de elaboración e implementación del Plan de Estudio D, se reinicia la formación de profesores de Marxismo-Leninismo e Historia con una duración de cinco años y una nueva concepción curricular conformados por un currículo básico, propio y optativo-electivo. Desde su surgimiento, la carrera tiene como invariantes las áreas de conocimiento de Historia y Marxismo-Leninismo, asignaturas de formación pedagógica general y el componente laboral e investigativo. Su encargo social es la formación de profesionales altamente calificados para dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Sociales en la Enseñanza Media.
La experiencia de más de siete años de aplicación de los planes de estudio D vigentes, con un modelo de formación de perfil amplio en el pregrado (ya asumido desde los planes de estudio C), revela que se ha logrado un incremento en la calidad del proceso docente-educativo, avalado por los resultados de las acreditaciones de carreras e instituciones, de los informes docentes y de los balances de cumplimiento de los objetivos del área de formación; así como una colaboración más estrecha con el sector de la producción y los servicios, en aras de conseguir una mayor pertinencia de las carreras. En este nuevo nivel de desarrollo alcanzado, se han detectado una serie de aspectos en el diseño y ejecución del plan D que no están en correspondencia con la realidad actual del país y del entorno mundial, entre las que se pueden señalar que:
En el diseño de los planes de estudio de algunas carreras no se precisó el eslabón de base de la profesión y los problemas más generales y frecuentes que en él se presentan, lo que incidió en la determinación no adecuada de algunos de los objetivos y contenidos realmente necesarios para la formación del profesional de perfil amplio.
La insuficiente articulación entre el pregrado y el posgrado, lo que se manifiesta fundamentalmente en que los contenidos de los planes de estudio de las carreras trascienden, en general, el objetivo de formar profesionales de perfil amplio.
El poco aprovechamiento de la flexibilidad de los actuales planes de estudio, debido fundamentalmente a la escasa cultura institucional que se posee en este sentido.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje todavía prevalece la didáctica tradicional, utilizándose métodos, medios y formas organizativas que no favorecen el papel activo de los estudiantes en su proceso de formación.
El objeto de trabajo del Licenciado en Educación Marxismo-Leninismo e Historia, según el plan D es la dirección del proceso educativo mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador, tiene la misión de contribuir al gradual desarrollo y formación integral de la personalidad de las nuevas generaciones. El Plan de Estudio D fue más flexible y dinámico que los anteriores. Este plan se encuentra estructurado con un enfoque en sistema y está integrado por el Modelo del Profesional, el Plan de Estudio y los Programas de la Disciplina. El Modelo del Profesional recoge en su cuerpo uno de los problemas profesionales de la carrera: la dirección del proceso educativo con un enfoque científico y humanista.
El trabajo metodológico del colectivo de carrera se encuentra regido por el proyecto educativo de la carrera, del que se derivan los proyectos educativos de año y los planes de trabajo metodológico de las disciplinas y asignaturas, lo que le proporciona a la concepción un adecuado carácter de sistema. Sin embargo, pese a lo declarado en el Modelo del Profesional, las acciones encaminadas a la formación de valores, convicciones y modos de actuación humanistas, continúan en su generalidad en el marco de lo cognitivo. Se manifiesta falta de coherencia y sistematicidad en el aspecto educativo, derivado del carácter academicista de las actividades planificadas y ejecutadas.
La función docente-metodológica contiene las tareas dirigidas a que el educador en formación llegue a dominar las acciones esenciales de la docencia y de la preparación metodológica del contenido de la profesión, que lo prepara para dirigir el proceso educativo en general, y el de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas que imparte en particular, con un contenido educativo humanista. Incluye tareas encaminadas a preparar al futuro educador para que pueda brindar ayuda en el proceso de desarrollo de la personalidad de sus educandos.
El curso 2016-2017 inicia con la implementación del Plan de estudio E para todas las carreras pedagógicas, la puesta en práctica de diferentes transformaciones: la duración del período de formación inicial en cuatro años, disminución del número de disciplinas, asignaturas y, consigo, el número de horas presenciales y de exámenes por semestre. El profesional que se forma en la carrera de Licenciatura en Educación Marxismo- Leninismo e Historia asume el proceso docente-educativo que se materializa en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas del ciclo histórico y las asociadas con el Marxismo Leninismo en la Educación Secundaria Básica y Media Superior (técnica y profesional, preuniversitaria y de adultos), en función de su formación humanista, martiana, marxista-leninista y fidelista; además de transmitir cultura, tiene la responsabilidad de transmitir valores morales.
La concepción en el Plan del Proceso Docente E favorece un proceso de enseñanza-aprendizaje activo, en el cual se sitúa al estudiante en el centro de la actividad docente; se garantiza el tránsito a niveles superiores de desarrollo, de acuerdo con sus potencialidades individuales; propicia la independencia, la autorregulación, la autonomía y la autoeducación, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social.
El resultado del desarrollo del sistema de Educación Superior y la situación actual expuesta demanda cambios cualitativos en el diseño de los planes de estudio vigentes, que impliquen el perfeccionamiento del modelo de formación de perfil amplio; se enfoca al logro de una mayor pertinencia de las carreras y universidades a las necesidades y demandas socioeconómicas actuales del país, sobre la base de fortalecer la educación durante toda la vida y la formación integral de los estudiantes, mediante un proceso docente-educativo que priorice el aprendizaje y la formación de habilidades para la gestión del conocimiento. Lo anterior justifica el inicio de un proceso de diseño de una nueva generación de planes de estudio. El Plan de estudio E aborda las premisas siguientes: el proceso de formación continua de los profesionales cubanos, el continuo incremento de la calidad en el proceso de formación y el concepto de formación integral.
El concepto de formación integra la calidad de los recursos humanos, en particular del claustro y de los estudiantes; el aprovechamiento óptimo de la base material; y la adecuada gestión pedagógica y didáctica. La pertinencia es el concepto que caracteriza las relaciones que se establecen entre la universidad y su entorno, y se manifiesta cuando realmente esta responde a los intereses y a las necesidades de su sociedad. Es preciso que cumpla su función preventiva, de anticipación global, que permita a la Educación Superior desempeñar un papel activo en el seno de la sociedad.
Según el nuevo Plan de Estudios E, las bases conceptuales que deben concretarse en los documentos rectores son: el perfeccionamiento del modelo de formación de perfil amplio; lograr mayor articulación del pregrado y el posgrado; conseguir una efectiva flexibilidad curricular; elevar el grado de racionalidad en el diseño de los planes de estudio; alcanzar mayor nivel de esencialidad en los contenidos de las disciplinas; obtener una integración adecuada entre las actividades académicas, laborales e investigativas; fortalecer la formación humanista en todas las carreras. La concepción de educación en la que se ha de sustentar el modelo de formación es humanista, lo que supone la formación de un ideal humano.
Discusión
Se trata de concebir un proceso de formación continua para los profesionales, incrementar la calidad e integralidad en su formación. Esto posibilitó que el plan metodológico del año 2019-2020 se cumpliera según se concibió; sin embargo, aún persisten limitaciones que merecen ser atendidas, lo que se constata en las insuficiencias siguientes:
La sistematización de alternativas para la gestión del proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas que componen la disciplina, en función del autodesarrollo del profesional en formación.
La sistematización de acciones para la implementación de evaluaciones integradoras que conduzcan al autodesarrollo de los estudiantes.
La integración de las dimensiones curricular e ideopolítica, en función del fortalecimiento de la labor educativa.
El propósito fundamental de la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia es: formar un profesional integral, capaz de ser revolucionario, comprometido con la formación integral de adolescentes y jóvenes; fundamentar su práctica en las concepciones contemporáneas de las Ciencias Pedagógicas; perfeccionar los procesos de diagnóstico, dirección, orientación; utilizar los métodos de la investigación científica educativa; concretar transformaciones educativas en el nivel de enseñanza donde se desempeñe.
Los objetivos generales a los que debe responder la formación de un profesional de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, según el Modelo del Profesional, son:
Promover actitudes revolucionarias, patrióticas y antiimperialistas de los educandos, como parte de la educación integral de los mismos, desde los fundamentos de la política social y educacional de la Revolución cubana.
Dirigir el proceso pedagógico, en correspondencia con las normas de la ética profesional y el dominio del contenido de la especialidad, atendiendo a los objetivos y características de cada nivel de educación, las instituciones y los sujetos participantes.
Orientar los contenidos históricos y sociopolíticos para la comprensión de los procesos sociales de cada época, atendiendo a sus relaciones reales y múltiples conexiones existentes.
Proyectar soluciones a los problemas profesionales desde los fundamentos que aportan las Ciencias de la Educación y el contenido de la especialidad.
Perfeccionar continuamente su preparación en función de su formación cultural, ideológica y científica, que le permita actuar en correspondencia con las exigencias sociales, científicas, tecnológicas y de la profesión.
Incidir en los restantes agentes socializadores, especialmente la familia, a partir del establecimiento de relaciones de cooperación para el logro de la coherencia en el sistema de influencias educativas en los educandos.
Dirigir el proceso de formación vocacional y profesional de los educandos, atendiendo a las necesidades de la sociedad cubana actual.
El egresado de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia concreta sus modos de actuación en un sistema de habilidades profesionales pedagógicas, para la adecuada dirección de esos procesos, que favorezca la preparación de los adolescentes y jóvenes en y para la vida y considerando en su proceso pedagógico las exigencias y condiciones histórico-sociales concretas en que la sociedad socialista cubana actual.
De las características de la etapa se desprenden como regularidades que los nuevos planes de estudio y el Modelo del Profesional dirigen su intencionalidad hacia la formación humanista del profesional en formación e integran la concepción martiana de preparar al hombre para la vida, la esencia humanista del Marxismo como concepción científica del mundo, de desarrollar desde muy temprano la personalidad humana en los estudiantes de la carrera.
La interpretación e integración de todos los documentos analizados permiten determinar las siguientes regularidades en el Proceso de Formación Humanista en los estudiantes de la carrera Marxismo-Leninismo e Historia de la Universidad de Granma:
No se utilizan suficientemente las potencialidades formativas en el proceso educativo para lograr la formación humanista de los futuros profesionales, reflejándose en el comportamiento humano de los estudiantes.
En el aspecto educativo hay un predominio de la formación cognitiva sobre las acciones realizadas para mejorar el desarrollo humano.
La valoración integral de los resultados arrojados en la investigación científica permite al autor asumir, con carácter concluyente, que en el período analizado existen insuficiencias en la proyección pedagógica que integre de manera coherente y contextualizada los contenidos de la formación humanista para garantizar un pensar y actuar donde se articule el modo de actuación profesional.
El análisis realizado acerca de la evolución histórica del proceso de formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia, permite determinar las siguientes tendencias:
La intencionalidad formativa humanista en los Planes de Estudio de la carrera evoluciona desde la existencia de un Plan de Estudio con insuficiencias en la concepción de los objetivos, en cuanto a la formación humanista, con la concurrencia de una distancia entre lo educativo y lo instructivo, hasta la presencia de otros más flexibles y dinámicos, que conciben una formación más integral e intencionada; aunque con manifestaciones teórico-prácticas que limitan la formación humanista.
El trabajo educativo para la formación humanista en la carrera ha transitado desde el insuficiente tratamiento educativo en el proceso de formación hasta un enfoque integral, con la presencia de proyectos educativos, aunque persiste la falta de sistematicidad en las acciones y el carácter academicista de las actividades, lo que ha limitado la correcta formación humanista.
El trabajo pedagógico en la carrera evidencia evolución en la planificación, coherencia e intencionalidad para la formación humanista, con el perfeccionamiento de estrategias pedagógicas, que aún presentan insuficiencias en la sistematización del proceso de formación humanista.
El estudio y análisis de la evolución histórica del proceso de formación humanista en la carrera Licenciatura en Educación Marxismo-Leninismo e Historia reveló que: la formación humanista en esta carrera ha transitado por tres etapas en su desarrollo, en las que se evidencia una lenta evolución respecto a la intencionalidad, coherencia y sistematicidad con que se conciben las acciones encaminadas a este fin en el diseño de la carrera, los proyectos educativos y los planes metodológicos, pues continúan las manifestaciones de insuficiencias en la teoría y la práctica de este proceso educativo. Díaz-Canel (2020) supone conceder una alta prioridad a la formación y retención del potencial humano, en los más diversos campos del conocimiento y a la educación continua de la población.
La formación humanista constituye uno de los retos de la educación en todos los niveles, por lo cual se hace evidente la necesidad de la ruptura con los esquemas tradicionales. González (2010) afirma que la "formación humanista" debe encaminarse hacia:
La participación activa del estudiante en su aprendizaje, en los procesos de comunicación y cooperación a partir del trabajo en equipo, en el cual todos pueden aprender de todos; al potenciar el desarrollo de un pensamiento crítico y reflexivo que propicie el acercamiento cognitivo y afectivo con el objeto cognoscente para el desarrollo de determinadas actitudes y conductas (p. 22).
Para llevar a cabo la formación humanista, a partir del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el caso particular de la literatura, es importante que el profesor facilite la información objetiva; pero a la vez, gradualmente, aumente la participación, la reflexión, el debate, las relaciones interpersonales de los estudiantes, de manera tal que favorezca la formación y desarrollo de criterios propios, la adquisición de argumentos para debatir y poder realizar generalizaciones en las cuales se impliquen las predisposiciones a una determinada actuación en situaciones y contextos concretos.
La formación humanista ha de entenderse no solo en términos de conocimientos relacionados con la historia de la humanidad, el proceso de la cultura universal y nacional, los conceptos y categorías que permitan la apreciación de las manifestaciones artístico-literarias, la actualización en el área sociopolítico y económica, sino también en el enjuiciamiento, la valoración crítica, en asumir el legado cultural.
Se debe tener presente que el fin último de la educación no es la perfección en las tareas de la escuela, sino la preparación para la vida; no la adquisición de hábitos de obediencia ciega y de diligencia prescrita, sino una preparación para la acción independiente.