Introducción
La complejidad de la labor educativa en las condiciones actuales ha acentuado las necesidades de la escuela para transitar de las reminiscencias del modelo pedagógico tradicional, hacia formas innovadoras que ubiquen realmente al estudiante como un ente activo en el proceso educacional. La acentuación de los problemas generados por la emergencia sanitaria provocada por la COVID 19, ha motivado el pensamiento de los educadores en esa dirección (Mateus, Sola, Cabrera, Ugalde & Novominsky, 2022). Lo anterior alcanza una dimensión particular en la formación de los profesionales de la Educación desde asignaturas que contribuyen a suplir las carencias en el desarrollo de la cultura pedagógica, desde el tratamiento de las corrientes y tendencias educativas. En ese sentido, la promoción de estrategias que promuevan el aprendizaje activo se puede convertir en un imperativo del proceso docente.
Al mismo tiempo, los reiterados llamados a transformar la institución escolar realizados por profesionales de la Educación, instituciones especializadas como la UNESCO, así como conferencias y reuniones internacionales, plantean la urgencia de abordar los cambios sustanciales en la Educación. En ese sentido, se registran diversas visiones para lograr una educación de calidad, equitativa, inclusiva y a lo largo de vida. A su vez, en la formación docente la aplicación de estrategias activas implica inducir el desarrollo de procesos de preparación profesional desde la metacognición, de modo que los futuros docentes sean capaces de aplicar tales procederes metodológicos en el ejercicio pedagógico en la escuela (Navarro y Navarro-Montaño, 2023).
La formación de personal docente ha sido entendida como un proceso complejo con diversas dimensiones. En particular, la formación inicial registra características singulares por su incidencia en la preparación cultural básica de los nuevos docentes. En ello inciden las variadas tendencias en el proceso educativo en consonancia con el contexto social cambiante y contradictorio.
En ese orden, las tendencias educativas se han reconocido como un conjunto de ideas y postulados de marcada incidencia en la orientación de la labor pedagógica en una dirección particular. Una de esas tendencias se percibe en el uso diversificado de estrategias innovadoras en el proceso de formación permanente de profesionales de la Educación. En ese sentido, la valoración de los estudios desde el punto de vista teórico, evidencia que el tratamiento de las estrategias educativas se ha jerarquizado en las proyecciones innovadores en el contexto pedagógico, tanto desde estudios con carácter de antecedente hasta las publicaciones más recientes.
Diversos autores han abordado determinados rasgos de las estrategias didácticas en la formación de docentes desde hace décadas. Algunas indagaciones se han concentrado en el análisis del proceso didáctico y la incorporación de estrategias en la enseñanza y el aprendizaje de las asignaturas del área pedagógica para la formación de docentes. En ese sentido, se han sintetizado consideraciones relacionadas con la presencia de los enfoques pedagógicos tradicionales y la necesidad de incorporar estrategias didácticas innovadoras de manera significativa. Así, por ejemplo, se ha insistido en la importancia de la capacitación profesoral en didáctica universitaria, como vía para poner en práctica estrategias docentes adecuadas en la investigación (Serna, 2024).
Otra tendencia se percibe en la intensificación en el uso de estrategias educativas en la universidad con apoyo de las Tecnologías de la Información. Ello resulta evidente pues el fortalecimiento del proceso de enseñanza aprendizaje ha ocupado un lugar significativo desde hace varios años en las estrategias educativas, dirigidas al diseño de situaciones educativas con enfoque innovador en la universidad con el apoyo de las nuevas tecnologías.
Álvarez-Álvarez y Pascual-Díez (2019) expusieron el marcado interés en el estudio de las estrategias en torno a la lectura empleadas en la formación inicial del profesorado. Ello les permitió concluir que se utilizaba una variedad de métodos y actividades complementarios desde una propuesta innovadora y práctica, contribuía a propiciar el acercamiento de los futuros docentes a la lectura y la literatura. Al mismo tiempo, aporta diversas técnicas teórico-prácticas que permiten incentivar positivamente la lectura en sus alumnos.
También se ha prestado atención a las estrategias en el aprendizaje colaborativo de los alumnos universitarios de las carreras pedagógicas como experiencia innovadora. Para ello, se ha partido de la idea básica de mejorar la calidad de la enseñanza desde actividades que permitan lograr el nivel protagónico del educando. Para ello se han tenido en consideración las concepciones del aprendizaje activo en el marco de ambientes y escenarios que faciliten la autorregulación por los estudiantes en su proceso formativo. Con el desarrollo de un taller de resolución de conflictos con el empleo de un auto informe, se midieron determinadas dimensiones, como las habilidades sociales, el procesamiento grupal, la interacción cara a cara y la interdependencia positiva, que fueron las más valoradas.
De igual manera, diversos estudios evidencian la tendencia a la preparación de los docentes para el uso de estrategias educativas en la escuela. En particular, resulta interesante la utilización de recursos y estrategias innovadores para la enseñanza y aprendizaje de la Historia desde la gamificación y las tecnologías en la interacción oral en lengua extranjera inglés en estudiantes. En ese mismo orden, se ha insistido en la importancia del estudio de la Historia Local desde las Ciencias Sociales para el desarrollo de la Educación Ciudadana destacando su connotación fundamental, según Calvas, Espinoza y Herrera (2019).
Un aspecto cardinal en la labor educativa ha ocupado la labor investigativa, como la meta de elevar el rendimiento académico de los alumnos. Igualmente, ha alcanzado relieve indagatorio la necesidad de revalorizar los aportes de la pedagogía crítica en relación con el currículo y su potencial contribución a la resignificación del aprendizaje significativo en la educación básica.
Se ha considerado que el conocimiento y aplicación de la pedagogía crítica, puede incentivar el pensamiento crítico de los educadores y, al mismo tiempo, favorecer en los educandos el desarrollo de habilidades que potencien el planteamiento y resolución de problemas. Para lo anterior, se han utilizado talleres de estrategias pedagógicas que permiten desarrollar las capacidades de los docentes, en función de cumplir con lo estipulado en el currículo nacional y favorecer el pensamiento creativo de los estudiantes, como constructores de su propio conocimiento, lo que contribuye a elevar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Aspectos de carácter actitudinal han ocupado la atención de investigadores, sobre todo de quienes se refieren a estrategias en las prácticas pedagógicas que fomenten la convivencia escolar en los centros educativos. Se tomó como base la mediación tecnológica y la lúdica como estrategias de solución.
Autores como González y Huerta (2019) describieron la experiencia académica del aula invertida, aplicada como estrategia en una asignatura universitaria. Su intención ha sido incentivar la utilización y elaboración de recursos educativos al estudiar de forma experimental las estrategias didácticas de corte innovador y otras estrategias tradicionales en la enseñanza de estudios sociales. Se tuvo en cuenta la opinión de los alumnos sobre dichas estrategias mediante la intervención didáctica en clase y con ello hizo se lograron las necesarias reflexiones de los docentes frente a los retos de la innovación educativa.
A su vez, el asesoramiento psicoeducativo puede ser una de las prácticas innovadoras y estrategias en el proceso áulico. Para ello, se consideran variables de carácter metodológico que inciden en el aprendizaje de los estudiantes. Esas metodologías docentes se basan en pilares como la innovación constante, el trabajo colaborativo y la diversificación de estrategias, teniendo en cuenta las necesidades educativas en el proceso docente.
Igualmente, en un análisis de estrategias metodológicas que realizan los educadores con enfoque innovador, Fernández (2020)abunda en el apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, con la intención de favorecer el aprendizaje cooperativo de los estudiantes de Educación Superior que se forman como docentes. Por su parte, el Observatorio de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico de Monterrey, ha realizado diversas aproximaciones al tema de la influencia de la COVID 19 en la educación universitaria. Así, por ejemplo, se ha resumido que en los primeros meses de 2020 las medidas llevadas a cabo ante la rápida propagación del coronavirus reflejaron la realidad inequitativa que viven muchos estudiantes en el aprendizaje fuera de las aulas.
En ese contexto, Casasola (2020) reconoció el rol de la didáctica en los procesos de enseñanza y aprendizaje en la universidad en general. Al mismo tiempo, se ha argumentado la importancia de la modelación de la gestión educativa, a partir de programas de aprendizaje de forma virtual en la universidad (Briceño, Correa, Valdés y Hadweh, 2020). También se ha valorado la aplicación de estrategias que favorecieron el tránsito del estudiante.
A su vez, López (2019) documentó experiencias docentes a partir de diversas metodologías educativas innovadoras. Algunas de esas metodologías aplicadas al campo de la docencia teórica, han incluido el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje servicio.
Lo anterior se acentúa desde el acercamiento al estudio de las principales corrientes y tendencias pedagógicas desde el siglo XVII hasta la actualidad. En ese sentido, son significativos importantes aportes de pensadores como Juan Amos Comenio (1592 1670) considerado uno de los fundadores de la ciencia de la Pedagogía. En particular, en la obra cumbre de Comenio, Didáctica Magna (2004), se sentaron las bases de la Educación más contemporánea, refiriéndose entre otros temas a la importancia de la formación de los maestros. También en el presente trabajo se tuvieron en cuenta los aportes expresados en algunas de sus obras- de reconocidos pensadores como Francis Bacon (1561 - 1626), Jean J. Rousseau (1712-1778), John Locke (1632-1704), John Dewey (1859-1952), María Montessori (1870-1952), Jean Piaget (1896-1980), Lev Vygotsky (1896-1934,) y Paulo Freire (1921- 1997), entre otros.
En ese contexto, resulta evidente que determinados postulados de la denominada pedagogía tradicional, estructurada desde el siglo XVII con la institucionalización de la escuela, mantienen su vigencia en el presente. Ese modelo pedagógico que pone el énfasis en la educación en valores (Bacon, 2002) y en aspectos relevantes de la filosofía de enseñanza (Locke, 2020), tiene su basamento principal en la transmisión de conocimientos de manera directa y autoritaria por parte del profesor. La labor de enseñar se centra en lograr la memorización y la repetición de información casi absoluta por parte del alumno. También se caracteriza por la rigidez en la estructura del acto docente, la limitada participación de los estudiantes y un sistema de evaluación dependiente de exámenes escritos u orales como instrumentos casi únicos para medir el aprendizaje de los estudiantes a través de determinadas escalas de calificación.
A su vez, el docente es considerado como la autoridad máxima en el aula ejerciendo el control absoluto sobre el proceso de enseñanza. Los estudiantes son percibidos como receptores pasivos de conocimiento y se espera que sigan las instrucciones del profesor sin cuestionar las estrategias utilizadas. Este enfoque educativo que, ha sido ampliamente criticado desde hace varios siglos por su falta de adaptación a las necesidades individuales de los estudiantes (Rousseau, 2023), limita la comprensión del contenido y provoca el desestimulo en cuanto al desarrollo de la creatividad y el despliegue del pensamiento crítico.
A lo largo de los años, ha surgido un conjunto de enfoques pedagógicos de carácter alternativo, que han pretendido superar las limitaciones de la pedagogía tradicional y promover un aprendizaje más activo y significativo. De esa manera, en el contexto de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, se desarrolla el modelo de la pedagogía activa, escuela activa o escuela nueva, como un enfoque educativo que se apoya en la participación y el protagonismo del estudiante en su propio proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo, busca fomentar la autonomía, la creatividad y el pensamiento crítico de los estudiantes promoviendo su desarrollo integral (Dewey,1975). En una escuela activa, el estudiante es considerado como el centro del proceso educativo y se le brinda la oportunidad de explorar, experimentar y descubrir el conocimiento de manera activa (Montessori, 2023). Se fomenta el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la reflexión.
También el rol del profesor en la escuela activa es el de facilitador y guía, en lugar de ser la autoridad máxima en el aula. El profesor brinda orientación, apoyo y recursos a los estudiantes, pero también les da libertad para tomar decisiones y explorar sus propios intereses. La evaluación se basa en la observación continua del progreso y el desarrollo de los estudiantes, en lugar de centrarse únicamente en exámenes y calificaciones. Igualmente, se valora el proceso de aprendizaje y se busca que los estudiantes adquieran habilidades y competencias más allá de los conocimientos teóricos. La escuela activa busca promover un aprendizaje significativo, participativo y centrado en el estudiante, fomentando su desarrollo integral y preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo actual (Rodríguez & Ries, 2023). No obstante, las limitaciones del amplio movimiento desarrollado en las primeras décadas del siglo XX, dio lugar al surgimiento de nuevas opciones en el proceso educativo (Barrera, 2024).
Tendencias como el conductismo incorporaron determinados aspectos positivos en las concepciones pedagógicas, a la vez que provocaron la acentuación de algunos aspectos negativos. En ese sentido, el desarrollo de la corriente teórica del cognitivismo a mediados del siglo XX centró su atención en el estudio de los procesos mentales y cognitivos -como la percepción, la memoria, el pensamiento y el aprendizaje- y también consideró que el conocimiento se adquiere a través de la interacción entre las personas y con su entorno. A la vez, postuló que los procesos mentales internos son fundamentales para el aprendizaje y la comprensión.
El cognitivismo se basó en la idea de que los seres humanos son entes activos que procesan la información que reciben del entorno a través de estructuras mentales, como esquemas y representaciones. Estas estructuras mentales influyen en cómo se percibe, interpreta y recuerda la información y también en cómo se utiliza para resolver problemas y tomar decisiones. En el ámbito educativo, el cognitivismo ha tenido una significativa influencia, a partir de su incidencia en los aportes teóricos para entender cómo se produce el aprendizaje y cómo se pueden mejorar los procesos de enseñanza (Piaget, 2015). Se han desarrollado estrategias y técnicas de enseñanza tomando como base la metacognición, el aprendizaje significativo, el uso de organizadores previos y la enseñanza de estrategias de aprendizaje.
Igualmente, el constructivismo como corriente teórica dentro de la psicología y la educación, sostiene que el conocimiento no se transmite de manera pasiva, sino que se construye activamente por parte del individuo, a través de su interacción con el entorno y su experiencia personal. El aprendizaje es un proceso activo en el que el individuo construye su propio conocimiento a partir de sus experiencias, ideas previas y reflexiones. Se considera que cada persona tiene una visión única del mundo y que el conocimiento es subjetivo y personal.
El constructivismo enfatiza la importancia del aprendizaje significativo, con sentido y relevancia para el individuo desde la zona de desarrollo próximo y a través de procesos como la mediación pedagógica (Vygotsky,1978). Se busca que el aprendizaje sea contextualizado y relacionado con la vida y con las experiencias del estudiante. De esa manera podrá aplicar y transferir lo aprendido a situaciones reales. En el ámbito educativo, el constructivismo ha tenido una significativa influencia en la forma de concebir la enseñanza y el aprendizaje. Desde esas concepciones se promueve el uso de estrategias pedagógicas que fomenten la participación del estudiante, como el trabajo en grupo, la resolución de problemas, el aprendizaje basado en proyectos y el uso de recursos y tecnologías que permitan la construcción del conocimiento (Benítez-Vargas, 2023).
De igual manera, la pedagogía crítica como la corriente educativa surgida a finales de los años 1960 y principios de los años 1970 (Freire, 1970), cuestiona las estructuras de poder en la sociedad y se presenta como una respuesta a las desigualdades sociales y a la reproducción de la dominación y la opresión en el sistema educativo. Esa corriente, también denominada pedagogía liberadora, se concentra en la idea de que la educación no puede ser neutral, pues promueve el compromiso político y social para alcanzar la necesaria justicia social y la equidad. Se enfoca en proponer la liberación del individuo frente a situaciones como el racismo, el sexismo, la homofobia y la discriminación de clase, entre otros (Fernández & Prieto, 2023).
En ese marco, la corriente pedagógica impulsada por Paulo Freire y otros pedagogos pretendió empoderar a los estudiantes, fomentando su pensamiento crítico, su conciencia social y su capacidad para actuar de manera transformadora en la sociedad. Con ello se incentiva la participación protagónica de los estudiantes en el proceso educativo. A su vez, la pedagogía crítica cuestiona los métodos tradicionales de evaluación y favorece la evaluación formativa, que se centra en la valoración cualitativa de los resultados de aprendizaje y las competencias de los educandos, más que la clásica nota en la calificación final del examen tradicional.
En correspondencia con los extraordinarios cambios globales a finales del siglo XX y en los inicios del siglo XXI, se ha extendido el uso de las denominadas pedagogías emergentes, conceptualizadas como enfoques educativos en pleno desarrollo y evolución, que surgen como respuesta a cambios y desafíos como el conectivismo derivado del extraordinario despliegue de las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación. Con el aprovechamiento del potencial de dichas tecnologías se puede enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje, facilitando el acceso a la información, la comunicación y la creación de contenidos (Pérez-Pérez, 2024).
Esas nuevas pedagogías, que tienen en cuenta la idea de que la educación debe estar en constante evolución y adaptarse a las necesidades y demandas de la sociedad actual, se caracterizan por su flexibilidad en función de los diversos ambientes de aprendizaje y su centralización en las capacidades del estudiante. Con ellas se promueve la participación, la creatividad y la colaboración del educando con la definida intención de superar los modelos tradicionales de enseñanza y aprendizaje. Su propósito se dirige a explorar nuevas formas de educar que resulten más relevantes y significativas para los estudiantes.
De esa manera, las pedagogías emergentes incluyen diversas estrategias para lograr el aprendizaje de los educandos. En particular, el aprendizaje basado en proyectos se propone como objetivo principal que el estudiante construya su saber desde la realización de proyectos o tareas prácticas que posibiliten aplicar los conocimientos teóricos y las habilidades en situaciones de aprendizaje estrechamente relacionadas con la realidad. También se aplican estrategias apoyadas en el aprendizaje colaborativo, mediante el fomento del trabajo en equipo y la colaboración entre los educandos. Con ello se facilita el proceso de intercambio de ideas, la resolución de problemas y el aprendizaje coordinado y mutuo.
Otra estrategia se pronuncia por el aprendizaje personalizado, considerando la necesidad de tener en cuenta los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje de cada alumno. En definitiva, se pretende adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante. A su vez, el aprendizaje significativo se retoma desde el propósito de lograr que el aprendizaje sea relevante y de significación en la cultura de los educandos. De ahí que ese aprendizaje se relaciona con los intereses, las experiencias y los contextos de vida de los alumnos como seres sociales.
Teniendo en cuenta lo anterior, resultó conveniente formularse interrogantes sobre ¿cómo contribuir al desarrollo de la cultura pedagógica de los docentes en formación? ¿Qué aspectos deben ser abordados en el contenido de estudio de las principales corrientes pedagógicas? ¿Cómo poner en práctica estrategias que favorezcan el aprendizaje activo y significativo del contenido de dichas corrientes pedagógicas? ¿Cómo enfocar el estudio de la obra de los principales autores? Para ello, el presente trabajo se encaminó a valorar algunas de las estrategias en el estudio de las corrientes pedagógicas con enfoque activo y crítico en la formación de docentes.
Se consideró que dichas propuestas pueden resultar de vital importancia si se tiene en cuenta la necesidad de preparar a los futuros docentes para provocar el salto cualitativo que se espera en el proceso educativo con el uso intensivo de diversos recursos, incluidas las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación. Ello ha obligado a pensar creativamente en los métodos y técnicas de la docencia actual sobre las corrientes pedagógicas, lo que ha provocado una verdadera revolución en las estrategias docentes para alcanzar los objetivos previstos.
Materiales y métodos
Atendiendo a las necesidades y características de la investigación educativa (González Rivera, 2023), el proceso investigativo se planificó como una propuesta metodológica dirigida a desarrollar estrategias desde el enfoque de la activación para el estudio de las corrientes pedagógicas en la formación docente. El escenario escogido fueron las carreras de Educación Inicial y Educación Básica en la Universidad Politécnica Salesiana, sede Guayaquil, durante 6 períodos lectivos comprendidos entre 2017 y 2023.
De esa manera, desde una concepción eminentemente cualitativa se combinaron métodos teóricos como el análisis y la síntesis en la fundamentación de la investigación referida a las problemáticas relacionadas con el estudio de las principales corrientes pedagógicas y las tendencias en las estrategias actuales en la formación docente. Lo anterior se apoyó en la revisión de fuentes bibliográficas en plataformas digitales y otros textos sobre las tendencias educativas y las corrientes pedagógicas en diversos contextos.
De igual manera, se aplicaron métodos empíricos como la observación del proceso de formación docente, así como encuestas y entrevistas a 86 estudiantes y 14 profesores de las carreras de Educación como informantes claves en temas relacionados con las corrientes pedagógicas. También se trabajó con los resultados de la actividad educativa desde el estudio de las corrientes pedagógicas.
Se planificó una secuencia de pasos en la propuesta metodológica con el fin de contribuir al desarrollo de la cultura pedagógica en la formación de los futuros educadores. Esos pasos incluyeron la definición del problema de investigación a partir de la interrogante dirigida a ¿cómo contribuir al desarrollo de la cultura pedagógica de los docentes en formación desde el estudio de las corrientes pedagógicas principales relacionadas con el modelo pedagógico tradicional, la escuela activa, el cognitivismo, el constructivismo y pedagogía crítica, entre otras? Esta cuestión es de importancia capital en la preparación de los educadores para enfrentar la actividad docente con enfoque activo y transformador.
La revisión de la literatura sobre las corrientes pedagógicas y las tendencias más actuales permite identificar los enfoques y métodos utilizados por otros investigadores. Ello favorece a su vez, la fundamentación de estrategias activas para el estudio de las corrientes pedagógicas como variante de la propuesta metodológica, así como identificar a través del diagnóstico las posibles insuficiencias en el conocimiento de las corrientes pedagógicas.
Lo anterior condujo a la necesidad de proyectar estrategias encaminadas a la solución de las carencias detectadas en el aprendizaje de las corrientes pedagógicas, como base de la cultura profesional del futuro docente.
Las estrategias en la dirección del proceso de aprendizaje de los estudiantes de las carreras pedagógicas se planificaron atendiendo a los principios de la profundización y la sistematización en el contenido de las principales corrientes y tendencias en la historia de las ideas pedagógicas. De esa manera, en los componentes personales del proceso de conocimiento de las estrategias se consideró que los estudiantes ocuparían el rol protagónico en la aprehensión de los rasgos fundamentales de cada corriente pedagógica y de los principales autores relacionados con cada una de las posiciones más significativas a lo largo de la historia de la pedagogía. A su vez, el docente de la asignatura tendría un rol marcado en la facilitación del proceso. Para ello puntualizaría los aspectos fundamentales y la orientación de las tareas y actividades que conduzcan al conocimiento de los elementos esenciales de cada tendencia y su aplicación en la práctica pedagógica.
Los objetivos previstos se dirigieron hacia la valoración general de las principales ideas en el desarrollo de los modelos pedagógicos derivados de la evolución de las corrientes y tendencias. En ese sentido, se concibió el estudio de las principales características de la pedagogía tradicional, la escuela activa o escuela nueva, el cognitivismo y el constructivismo, así como la pedagogía crítica y las pedagogías emergentes, entre otras.
Junto a ello, se valorarían los aportes de algunas de las principales personalidades en cada momento significativo en la historia de esas corrientes. Ello incluye al acercamiento a la vida y obra de autores insignes como el ya mencionado Comenio con su obra monumental Didáctica Magna. También se estudiaron las ideas de Pestalozzi, Locke, Rousseau, Dewey, Montessori y Paulo Freire, entre otros.
Se previó el uso de métodos activos y participativos de modo que los docentes en formación se convirtieran en agentes directos en la construcción de su propio aprendizaje. Para ello se pondrían en práctica estrategias diversas que incluyeran el trabajo con textos, la elaboración de mapas conceptuales, el debate, el aprendizaje cooperativo y colaborativo, el aula invertida, así como variantes de la gamificación, entre otras. También se consideró la utilización de una variedad de recursos que incluyeron el uso del Ambiente Virtual de Aprendizaje Cooperativo (AVAC) de la universidad, el cine, la visita educativa a los museos, la redacción de textos, la confección de medios como diapositivas y otros.
Desde el enfoque cualitativo de la investigación la población participante incluyó a la totalidad de los estudiantes, que representaron el 100% de los alumnos de las carreras de Educación. Ello permitió acompañar la valoración cualitativa con los datos que aportó el promedio de los resultados de las tareas planificadas en el aprovechamiento de las actividades evaluativas sistemáticas y el ejercicio evaluativo intermedio y final.
A su vez, la evaluación se previó desde la aplicación de estrategias que combinaran variantes individuales y colectivas, así como la revisión del desempeño de cada estudiante en las diversas formas de docencia utilizadas. También la valoración de los procesos de estimación del cumplimiento de los resultados y logros de aprendizaje en el desarrollo del conocimiento, habilidades y valores en relación con las corrientes pedagógicas en la etapa intermedia y final.
La duración del curso para estudiar las Corrientes pedagógicas se extendió a 64 horas de trabajo docente en cada semestre. Para su ejecución, se utilizaron medios y recursos como el ambiente virtual de aprendizaje cooperativo (AVAC) de la universidad, TIC, computadora, videos, pizarra, libros y publicaciones periódicas, entre otros. La bibliografía de referencia se seleccionó entre textos vinculados directamente al objeto de estudio (las corrientes pedagógicas) y publicados en su mayoría en los últimos cinco años.
Resultados
La estrategia partió de la definición de los propósitos generales del curso y los objetivos de cada tema a desarrollar. Derivado de lo anterior, se planificó la estructuración del contenido, los métodos, la evaluación, los medios o recursos y la bibliografía fundamental a utilizar. La aplicación de la estrategia prevista se inició con la disertación del docente sobre los rasgos generales de la pedagogía tradicional, sus principales promotores y la vigencia de sus postulados. La valoración insistió en las bondades y los aspectos críticos de ese modelo. A su vez, se mencionaron los aportes de algunos de los principales autores, como Comenio, Pestalozzi, Rousseau, Locke, entre otros.
A continuación, se orientó la tarea 1 que incluyó una actividad dedicada a la elaboración de un cuadro sinóptico sobre varias características del modelo pedagógico tradicional y consideró la explicación de cada una de las características principales, de manera sintetizada. Esa tarea concebida como trabajo individual, se propuso el acercamiento a la pedagogía tradicional y sus rasgos más significativos en un primer nivel de aproximación.
A su vez, la actividad subsiguiente de profundización se dedicó a la elaboración de un conjunto de diapositivas sobre la vida y obra de personalidades destacadas en la historia de la pedagogía desde el siglo XVII, en que se conforma la escuela como institución social, hasta el siglo XIX, como Juan Amos Comenio, Rousseau y Pestalozzi. Para ello se asignó a cada grupo, conformado por afinidad entre los estudiantes, la tarea de profundizar en aspectos significativos de la vida y obra de esos autores insignes.
En ese marco, el trabajo en equipos sobre la actividad se complementó con la exposición oral de los principales hallazgos en la bibliografía actualizada y seleccionada en buscadores como Google académico en Internet. Las diapositivas elaboradas se ubicaron por los alumnos en la plataforma de la asignatura en el AVAC de la universidad.
Por su parte, la tarea No. 2 consistió en la preparación para realizar un taller en el aula sobre aspectos fundamentales de la pedagogía tradicional. Se problematizó acerca de sus principales aportes en el proceso educativo, relacionados con el tema de los valores y la insistencia en la aprehensión del contenido desde la aplicación de metodologías directivas.
También se debatió sobre aquellos aspectos que requieren de una reflexión docente para lograr el protagonismo estudiantil en el proceso de aprendizaje, evitando la reproducción simple del contenido desde una posición educativa centrada en el conocimiento y la rigidez en la función directiva del docente. Los estudiantes manifestaron ejemplos de la aplicación de ese modelo en la actividad educativa actual. El 90 % de los estudiantes reconoció la necesidad de transformar la realidad actual de la escuela, que en muchos casos continúa lastrada por el modelo tradicional.
En la siguiente unidad de estudio se propició la comparación con otras tendencias educativas. En la explicación introductoria del docente la denominada escuela nueva o escuela activa se presentó como un cambio revolucionario de gran envergadura en los modelos educativos, con el fin de formar un ciudadano pragmático y capaz de responder a las necesidades de la sociedad maquinizada. Se mencionó a figuras destacadas como J. Dewey, María Montessori, Decroly y otros. A continuación, con la tarea 3 se inició el estudio de esas nuevas concepciones pedagógicas surgidas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, bajo la influencia del ideario educativo heredado de etapas anteriores.
Por consiguiente, la primera actividad de la tarea 3 consistió en redactar un sistema de ideas básicas con su argumentación, acerca de la pedagogía activa como resultado de la lectura e interpretación de textos seleccionados en plataformas virtuales. Esa actividad de profundización en el tema se realizó de forma individual a partir de la localización de fuentes actualizadas en las plataformas de Internet, principalmente Google académico y la biblioteca digital de la universidad. Se debían consultar resultados de investigación de docentes, así como tesis de titulación de pregrado y postgrado. La segunda parte de la actividad fue un interesante debate comparativo en torno la pedagogía tradicional y la pedagogía activa. El 93 % de los estudiantes fueron capaces de valorar objetivamente el avance que significó la escuela activa respecto a la escuela tradicional.
La siguiente tarea consistió en la elaboración de un informe individual sobre una película de corte educativo siguiendo la guía de aspectos indicados en el aula. Ese filme refleja la actuación transformadora de una docente frente a la situación desfavorable de una institución educativa para niños en desventaja social. Los informes de los estudiantes destacaron aspectos tales como: la predisposición positiva de la educadora para transformar la realidad del proceso docente, la aplicación de métodos y técnicas de activación del aprendizaje de los alumnos como sujetos del sistema educativo, la afectividad en la metodología aplicada, así como otros aspectos significativos.
A su vez, en la tarea 4 se dedicó un espacio a la preparación de los estudiantes para la exposición sobre la destacada pedagoga María Montessori, en el aula. Desde el estudio de fuentes actualizadas en las plataformas digitales, los alumnos redactaron un texto sobre las ideas principales de la importante educadora.
En la unidad No. 3 se profundizó en el estudio de las corrientes derivadas de las nuevas concepciones pedagógicas bajo la influencia de las teorías en el campo de las ciencias sociales y la Psicología a principios del siglo XX. La explicación introductoria del docente recalcó los cambios en la manera de concebir los procesos de enseñanza y aprendizaje, a tono con los puntos de vista de determinados teóricos de la psicología. La tarea 5 fue un taller en el aula sobre cognitivismo y constructivismo. Previamente, se realizó la búsqueda de información en fuentes académicas reconocidas.
A su vez, la tarea 6 se ejecutó mediante la modalidad de taller, a partir de la labor individual en la redacción de un texto sobre la base de un mapa conceptual presentado por el profesor en el aula. Ese ejercicio de análisis y síntesis permitió la ejercitación de procesos lógicos esenciales dentro de las competencias a desarrollar por un docente y concluyó con la elaboración de un glosario de conceptos principales.
La siguiente unidad abordó contenidos de vital importancia en la cultura pedagógica de los educadores, referidos a la pedagogía crítica. El docente puntualizó aspectos claves en torno a la conceptualización de dicha concepción pedagógica, recalcando sus propósitos de la llamada liberación del individuo de todo tipo de opresión. La mención de su fundador Paulo Freire (Freire, 2022), con su obra Pedagogía del oprimido (1970) y otros textos, permitió la aproximación a otros importantes autores de esa tendencia.
La tarea 7 se dirigió, mediante el trabajo en grupos, al reforzamiento de aspectos claves, a partir de preguntas ontológicas con la indicación de redactar un artículo sobre la Pedagogía crítica. Para ello se respondieron interrogantes como: ¿Qué es la pedagogía crítica?, ¿Cuándo surgió?, ¿Quién fue su fundador? También se solicitó indagar en relación con la explicación de características principales de la pedagogía crítica y sus autores destacados. Finalmente, se requirieron ejemplos sobre cómo desarrollar la pedagogía crítica en el aula.
A manera de comparación, en la tarea 8 se instó a redactar un cuadro sobre la relación entre las corrientes pedagógicas anteriores y la pedagogía crítica, así como incorporar varias fuentes bibliográficas actualizadas de Google académico y otras bases de datos. La actividad concluyó con la exposición en el aula.
En la terminación de este proceso de acercamiento a las principales corrientes pedagógicas, el docente puntualizó aspectos esenciales de las denominadas pedagogías emergentes. Se tuvo en cuenta su surgimiento en las últimas décadas como metodologías y estrategias en plena evolución y desarrollo a partir de la intensificación del uso de la Tics en la docencia. Esas pedagogías han sido reseñadas en diversas publicaciones (Espinel-Bernal 2024).
Para la profundización en el tema se solicitó a los alumnos en la tarea 9 la elaboración en equipo de un video sobre las pedagogías emergentes. Para ello se debía dar respuesta a preguntas relativas a aspectos cardinales sobre la conceptualización y surgimiento. También se insistió en la explicación de varias modalidades de las pedagogías emergentes y del contenido de fuentes actualizadas sobre el tema. Finalmente, se expusieron ejemplos sobre cómo se puede desarrollar las pedagogías emergentes en el aula.
Discusión
El diagnóstico de los conocimientos sobre las corrientes pedagógicas realizado mediante encuestas y entrevistas evidenció marcadas insuficiencias en el acercamiento teórico y práctico (89%). Se demostró la existencia de serias limitaciones para la definición conceptual de las principales corrientes de pensamiento en la historia de la pedagogía (82 %). De igual manera, el conocimiento de los rasgos característicos de la Pedagogía tradicional y su contradicción esencial con la escuela activa se presenta como un significativo vacío en la cultura de los docentes en formación (91%).
Igualmente, el diagnóstico inicial puso de manifiesto carencias significativas en el conocimiento de los rasgos esenciales de las corrientes cognitivistas y constructivistas, así como la influencia de la psicología (79 %). Al mismo tiempo, se demostró las limitaciones en cuanto a la Pedagogía crítica con sus proyecciones en cuanto a la liberación del individuo y las limitaciones de la pedagogía bancaria (84%). De igual manera, alcanzan dimensiones de consideración el escaso conocimiento de las pedagogías emergentes, como tendencias actuales en el desarrollo del proceso docente (85%).
En ese sentido, es realmente alarmante el desconocimiento de la vida y obra de personalidades muy destacadas en la historia de las ideas pedagógicas (92%). Fue revelador el insuficiente desconocimiento de la vida y obra de figuras como Juan Amos Comenio, John Locke, J. J. Rousseau, Francis Bacon, entre otros, como representantes de las transformaciones educativas desde el siglo XVII hasta el siglo XIX. De igual manera, son prácticamente ausentes en la cultura pedagógica nombres como J. Dewey, M. Montessori, Decroly, Freinet y otros.
El diagnóstico también demostró el escaso conocimiento de representantes del cognitivismo y el constructivismo como Piaget, Ausubel, Vygotsky entre otros. Igual situación se presentó en el saber sobre el papel de Paulo Freire y otros destacados autores de la pedagogía crítica.
Con el estudio bibliográfico de variadas fuentes documentales y el diagnóstico de los resultados docentes, se proyectaron estrategias educativas con enfoque activo para favorecer el aprendizaje significativo de las corrientes pedagógicas en la actualidad educativa. La propuesta metodológica se inscribió bajo la denominación de estrategias activas para el estudio de las corrientes pedagógicas en la formación docente, a partir del objetivo general encaminado a incrementar la cultura pedagógica de los profesionales en formación. Los temas por desarrollar incluyeron las corrientes pedagógicas y sus rasgos característicos a lo que se integraron los aspectos fundamentales de la vida y obra de los principales pedagogos a partir del siglo XVII. La metodología se rigió por los preceptos establecidos en la normativa interna vigente en la Universidad. Se desarrolló mediante conferencias, debates, trabajo en equipos, trabajo colaborativo y trabajo autónomo.
Un aspecto de debate en la concepción curricular de la asignatura se presentó en la estructuración de los contenidos. Desde la teoría de las corrientes pedagógicas se evidenció una atención limitada en el tratamiento de las principales personalidades en la historia de la Educación. Ese aspecto afecta el conocimiento sistematizado de las ideas básicas de la pedagogía en cada época histórica. De igual manera, un aspecto a considerar se manifiesta en la crítica radical a autores como Juan Amos Comenio (Comenio, 2004) desde posiciones que niegan casi absolutamente los aportes de dichos pensadores en el avance de la pedagogía como ciencia de la Educación.
La profundización en el tema de las Corrientes pedagógicas implicó la necesidad de enriquecer el programa de la asignatura vigente con la incorporación del estudio de aspectos significativos de la vida y obra de los principales pensadores en el área de la Educación desde el siglo XVII. El tratamiento de los aportes de Comenio y otros autores resulta un aspecto clave en la formación de la cultura pedagógica de los nuevos docentes (Benítez-Vargas, 2023).
Se puede concluir que las estrategias educativas con enfoque activo y transformador requieren de la profundización en sus fundamentos teóricos, a partir de la aproximación a fuentes actualizadas sobre el tema. En ese marco, la formación docente exige el desarrollo de la cultura pedagógica de los futuros educadores en aspectos esenciales de la historia de las principales corrientes pedagógicas.
El estudio de la evolución y los rasgos esenciales de la pedagogía tradicional, la escuela activa o nueva, el cognitivismo y el constructivismo, así como la pedagogía crítica y las pedagogías emergentes, constituye una necesidad en la preparación académica de los docentes en formación. De esa manera, en el estudio de las corrientes pedagógicas en la formación de docentes, la aplicación de estrategias activas y desarrolladoras favorece la preparación de los educadores para asumir la labor educativa con enfoque creativo y transformador.