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Revista Cubana de Reumatología
versión On-line ISSN 1817-5996
Rev Cuba Reumatol vol.15 no.1 La Habana ene.-abr. 2013
ARTÍCULO ORIGINAL DE INVESTIGACIÓN
El síndrome de hiperlaxitud articular en la práctica clínica diaria
The hyperlaxness syndrome to articulate in practice daily clinic
José Pedro Martínez Larrarte I, Ricardo Suarez Martín II, Francisco Menéndez Alejo III
I MSc, Especialista en 2do Grado en Reumatología. Laboratorio central de líquido cefalorraquídeo LABCEL. Facultad de medicina Dr. Miguel Enríquez. Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. La Habana, Cuba.
II MSC, Especialista en 1er Grado en Medicina Interna y 2do Grado en Reumatología. Centro de Reumatología. Hospital Docente Clínico Quirúrgico 10 de Octubre. Facultad de medicina 10 de Octubre. Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. La Habana, Cuba.
III MSC, Especialista de 2do Grado en Reumatología. Hospital General Docente Aleida Fernández Chardiet. Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. La Habana, Cuba.
RESUMEN
La hiperlaxitud articular, y sus manifestaciones clínicas que dan lugar al s índrome de hiperlaxitud articular, es una de las afecciones que más frecuente se presentan en la consulta médica, sin embargo, en la práctica diaria es poco diagnosticada, restringiendo el planteamiento médico a alguna de las expresiones locales que en esta entidad se desarrollan, en este trabajo planteamos algunas de la explicaciones que dan lugar a su cuadro clínico, sus criterios diagnósticos y las formas terapéuticas de afrontarlo, esperando ayudar en su comprensión.
Palabras clave: hiperlaxitud articular, síndrome de hiperlaxitud articular, hipermovilidad articular.
ABSTRACT
The hyperlaxness articulate, and its clinical declarations that give place to the hyperlaxness articulate syndrome , it is one of the complaints that more frequent appear in the medical consultation, nevertheless, in practice daily is little diagnosed, restricting the medical exposition to some of the local expressions that in this entity develop, in this work we raise some of the explanations that give place to its clinical picture, its diagnostic criteria and the therapeutic ways of confronting it, hoping to help in its comprehension.
Keywords: hyperlaxness articulate, hyiperlaxness articulate syndrome, joint instability, joint hypermobility.
INTRODUCCIÓN
El número de enfermedades sistémicas que atiende el especialista de reumatología en la consulta externa fluctúa entre un 25 a un 50 % dependiendo del nivel de salud en que se encuentre. En el otro grupo clasificarían afecciones derivadas de profesiones laborales, las enfermedades reumáticas producto de accidentes de diverso índole, los reumatismos degenerativos, los reumatismos de partes blandas generalizados como la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, y los localizados como las tendinitis, bursitis y radiculitis; además, una entidad no siempre bien interpretada el síndrome de hiperlaxitud articular (SHA).1
DESARROLLO
Este síndrome consiste, en manifestaciones clínica dolorosas del sistema osteomioarticular; que pueden ser generalizadas o no, y acompañarse de signos inflamatorios y degenerativos articulares, derivados de tener mayor elasticidad articular que la población media general; es decir, ser hipermóvil o hiperlaxo, para lo cual existen diferentes grupos de criterios diagnósticos, sugiriendo el uso de algunos de ellos como los de Beighton PH Tabla 1, o los de Jaime Rotes Querol Tabla 2 para su diagnóstico.2,3
PATOLOGÍA
Esta entidad nosológica, está relacionada con diferentes alteraciones en las fibras de colágeno, que forma parte del tejido conectivo, donde se sostienen las células que dan lugar a las estructuras de los diferentes órganos del cuerpo.
En la patología de la misma se han observado diferentes relaciones de proporciones anormales del colágeno tipo I y III, fibras colágenas de menor diámetro que las normales, y las fibras elásticas presentan anormalidad en más del 50 %, consistente en fragmentación, microcalcificaciones y acumulaciones de depósitos granulo-filamentosos en la matriz intersticial.
Estos elementos explican, que muchas veces sus manifestaciones clínicas pueden presentarse en otros órganos y sistemas.4,5
MANIFESTACIONES DEL SISTEMA OSTEOMIOARTICULAR (SOMA)
Es bueno aclarar, que tener mayor elasticidad, o mayor ángulo de movimiento articular que la media de los individuos normales, no significa estar enfermo; de hecho, una parte significativa de los hiperlaxos no presentaran mayor frecuencia de manifestaciones musculo esqueléticas que el resto de la población; e inclusive, en algunos deportes como la gimnasia, o manifestaciones culturales como el ballet, escoge a sus discípulos cuando presentan cierto nivel de hiperlaxitud articular.
Pero debemos tener claro, que flexo-extender las articulaciones más allá del ángulo fisiológico natural, si no llega a ser controlado voluntariamente por la musculatura estriada, predispone la zona a un estrés articular y músculo tendinoso, que no lo presentan los que no poseen esta cualidad, dejando el terreno predispuesto para que surjan distensiones músculo tendinosas yuxtarticulares, y compresiones de la membrana sinovial, así como sometimiento de apoyos direccionales no fisiológicos a las superficies articulares, que comprometen el funcionamiento normal de estas, tanto de la superficie ósea, como del resto de los elementos que forman parte de una articulación, pudiendo dar lugar a dolor e inflamación de todas las estructuras implicadas en estos movimientos.
Formando parte del cuadro clínico de SHA es frecuente encontrar artralgias, mialgias, crujidos articulares, luxaciones y subluxaciones, tendinitis recidivantes, cervicalgias, lumbalgias, dolor de espalda, entre otras manifestaciones del SOMA, que pueden hacerse crónicas y muy limitantes.
Con el paso del tiempo, las articulaciones suelen volverse inestables, propiciando la aparición temprana de cambios degenerativos articulares, y predisponer el terreno a la osteoartrosis temprana. [Tabla 3]
A pesar de ser una entidad con una elevada frecuencia en la consulta clínica, fluctuando entre un 10 a un 40 % según la raza, sexo y edad de los enfermos que consultan por dolor, y posiblemente la más común causa de dolor en la especialidad de reumatología, poca veces es diagnosticada desde el inicio, debido a que no se presenta con manifestaciones clínicas alarmantes, no tener exámenes de laboratorio o de imagen específico para definirla y al poco valor que se le da a la misma; teniendo de fondo, muchos de los diagnósticos de tendinitis, bursitis o artrosis temprana, un SHA.7-9
Es por eso muy significativo, que entre los primeros elementos que debemos explorar en un paciente que acuda a la consulta de reumatología con dolores generalizados, son los signos clínicos que puedan hacernos sospechar que se trata de un individuo hiperlaxo, para lo cual utilizamos los criterios diagnósticos antes mencionados, pues existen grandes posibilidades que se trate de un SHA.
OTRAS MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Estos pacientes suelen presentan además hiperlaxitud en otras estructuras como en la piel, tubo digestivo, globos aculares, arterias y venas, o en cualquier órgano donde exista tejido colágeno que funciona como mecanismo de sostén celular.10,11
Además de los signos y síntomas osteomioarticular mencionados, pueden presentar otras manifestaciones clínicas derivados de cualquiera de las zonas afectadas,Tabla 5 lo que ha dado lugar a el criterio de Brighton, al evaluar otros tejidos afectados y sumarlo a los criterios de hiperlaxitud de Beighton,Tabla 1 ayudando de esta forma a precisar más el diagnostico de SHA cuando existan dudas en pacientes con más de 16 años.12,13
De igual forma, tanto la hipermovilidad articular, como el Síndrome de hiperlaxitud articular, con frecuencia se encuentran formando parte del cuadro clínico de las enfermedades hereditarias del tejido conectivo.
Entre estas entidades, que incluyen afecciones en los tegumentos, tejido de sostén como músculos y huesos y fibras colágenas tenemos: el síndrome de Marfán, la osteogénesis imperfecta y especialmente con el síndrome de Ehlers Danlos (SED);14-16 del cual, algunos autores consideran indistinguible de la variante Hipermóvil, que coincide con el tipo III de la clasificación anterior. [Tabla 4]
COMPLICACIONES
Pero el problema va más allá de lo considerado hasta el momento. Si en un paciente que hayamos identificado un SHA, observamos que es obeso, y además, recogemos en el interrogatorio que lleva una vida sedentaria, y que está próximo o clasifica en la tercera edad, evidentemente estas condiciones agravaran el SHA; que aun pudiera empeorar, en los caso que desempeñan labores que los obligue a mantener postura corporales no fisiológicas por tiempo prolongado; como sucede con los barberos, peluqueras, estibadores, o editores y diseñadores que trabajen ante una computadora durante muchas horas, entre otros.17
Es facial comprender, que un paciente que presenta un SHA y desarrolle además, una enfermedad inflamatoria articular como la artritis reumatoide, sería un enfermo doblemente complicado.18
A todo lo anterior podemos sumarle, que por lo general, los medicamentes de uso habitual para tratar manifestaciones dolorosas e inflamatorias articulares, no tienen en el SHA, todos los efectos beneficiosos que se ven en otras entidades reumáticas.19,20 [Tabla 5]
TERAPÉUTICA
El tratamiento debe ir dirigido a prevenir los síntomas y complicaciones asociadas a esta entidad, mejorar el dolor y desarrollar y fortalecer la musculatura estriada de todo le organismo para facilitar la estabilización de las articulaciones.
La prevención de las manifestaciones clínicas y las complicaciones de esta entidad merita de mucha paciencia por parte del equipo de asistencia. Es fundamental que el enfermo comprenda, como y cuál es el origen de sus síntomas, y de esta forma hacerlo partícipe de manera activa en su tratamiento.21,22
Se necesita de su voluntad, cuando se trate de modificar algunos elementos en su estilo de vida, como dormir y sentarse en posiciones fisiológicamente adecuadas, disminuir el peso corporal o no llegar al sobrepeso nunca; de igual forma se hace necesario orientar cuáles son las profesiones o tareas laborales adecuadas por las que debe optar y las que debe evitar siempre que existan las posibilidades.
Con frecuencia el uso de medidas fisioterapéuticas como el frío y el calor, masajes, electroacupuntura y reposo, resuelven la evolución favorable de las manifestaciones dolorosas.23,24
Para atenuar el dolor una vez que este se ha establecido, se debe preferir el uso de analgésicos como la dipirona o el acetaminofén; no obstante, cuando se desarrollan procesos inflamatorios como tendinitis, bursitis o artritis, se hace necesario el uso de los aines, incluso recurrir a los esteroides de manera local en infiltraciones, con los que se logran afectos beneficiosos transitorios e inmediatos, que facilitan pasar a actividades musculares rehabilitadoras.25
El ejercicio, es el puntal fundamentales del tratamiento, este debe dirigirse a fortalecer la musculatura estriada de manera general y de manera particular a los músculos estabilizadores de articulaciones que soportan peso, como en los miembros inferiores o columna vertebral. Estos deben realizarse de manera activa y de forma regular, para desarrollar o devolver la fuerza y el tono a la musculatura estriada que conservan las articulaciones en su posición fisiológica; es la forma más adecuada de atenuar los movimientos articulares sobrepasados y sin control que se presentan en estos pacientes. En este sentido es recomendable la natación o el ciclismo. Los deportes extremos, en exceso y de combate deben evitarse.26,27
CONCLUSIONES
La hipermovilidad articular y el SHA como manifestación clínica de la misma, si bien no la consideramos una enfermedad grave en todo el contexto de esta palabra, si podemos catalogarla de una complicada situación de salud, que en ocasiones se torna muy difícil de controlar sus síntomas.
Es común que antes de pensar en un SHA, se planten diagnósticos como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, los que frecuentemente suelen acompañar el SHA. Menos usual, pero de mayor significado de gravedad desde el punto de vista del error, sucede cuando en primera instancia se plantean entidades sistémicas como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico. Es preciso tener en cuenta que, ante distensiones tendinosas habituales, radiculitis reiteradas o procesos degenerativos en edades tempranas, se hace necesario valorar la posibilidad de estar ante un paciente con SHA.
Para concluir pensamos que identificar de manera habitual la hipermovilidad articular, y el SHA no resulta una tarea difícil, siempre que lo tengamos presente en el pensamiento clínico, lo cual ayudaría a evitar sus complicaciones y la tardanzas diagnósticas, y solucionaría un por ciento nada despreciable de casos que se atienden regularmente en la práctica médica diaria.
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Los autores refieren no tener conflicto de intereses.
Recibido: 8 de febrero de 2013
Aprobado: 20 de marzo de 2013
Contacto para correspondencia: Dr. José Pedro Martínez Larrarte. E-mail: jpmtzl@infomed.sld.cu
Laboratorio central de líquido cefalorraquídeo (LABCEL). Ramón Pinto No 202. 10 de Octubre. La Habana, Cuba.