Introducción
Las afectaciones del sistema osteomioarticular se han convertido en un problema de salud mundial. Su incidencia ha crecido en los últimos años llegando a significar una de las 10 primeras causas de atención médica en el primer nivel de atención de salud. El dolor constituye su principal expresión clínica y su prolongación, por más de 6 semanas, es considerada como dolor crónico.1,2,3
Según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20 % de la población mundial sufre dolor crónico en algún grado relacionado con afecciones del aparato osteomioarticular. Se describe que, en Europa, alrededor de un 5 % de los pacientes que experimentan este tipo de dolor toma opioides para el control del mismo.4,5
En América Latina se reporta que entre el 27 y 42 % de la población padece dolor crónico, cifra que prácticamente duplica la prevalencia global de esta enfermedad. lo que representaría casi el doble de la incidencia. En Ecuador, el dolor crónico, es uno de los problemas de salud más infradiagnosticados y subvalorados es uno de los problemas de salud. Su presencia puede generar afectación de la percepción de calidad de vida y un grado variable de discapacidad funcional.6
Se reporta que entre el 25 y el 30 % de los ecuatorianos acude a consulta médica por causa de dolor crónico osteomioarticular. Se estima que más de 5 millones de personas sufren de dolor crónico osteomioarticular diario; de esta cifra, alrededor del 28,8 % sufre de dolor intenso.6,7
En el Ecuador se ha observado un aumento en la incidencia de casos de dolor crónico osteomioarticular relacionado con afecciones que demandan cuidados paliativos. Según estadísticas proporcionadas por el instituto nacional de estadísticas y censos del Ecuador; la incidencia pasó del 36 % a inicios del año 2010 a 52 % al cierre del año 2018, posicionándose esta patología como la quinta causa de morbilidad en pacientes alrededor de los 30 años.8,9
Varios son los grupos farmacológicos que se utilizan como parte de los esquemas terapéuticos en pacientes con dolor crónico de origen osteomioarticular. Los analgésicos opioides se encuentran dentro de este grupo. Durante la última década el número de pacientes en tratamiento con este grupo farmacológico se ha duplicado, siendo el tramadol uno de los medicamentos más usados.5
Los opioides constituyen fármacos que cumplen un papel fundamental en el manejo del dolor crónico que, al ser usados de manera prolongada, pueden producir eventos adversos como náuseas, vómito, estreñimiento; la acción común de todos los opioides sobre el sistema nervioso central exponen a los pacientes a un efecto sedante, depresor respiratorio y una acción psicoafectiva e hiperalgesia, todo esto combinado con su mal uso y adicción a este grupo de fármacos. Ante estas situación las acciones de enfermería son cruciales para mantener la adherencia farmacológica y para minimizar la aparición de eventos adversos o minimizar su expresión y estragos.5,6
Es por eso que, teniendo en cuenta la elevada presencia del dolor crónico osteomioarticular en la población mundial; los efectos que genera sobre la percepción de calidad de vida y capacidad funcional de los pacientes, la elevada frecuencia de prescripción de analgésicos opioides y de presencia de reacciones adversas a los mismos y el papel que juega el personal de enfermería en este sentido; se decide realizar esta investigación con el objetivo de determinar las principales intervenciones de enfermería en relación a la utilización de la analgesia opioide en pacientes con dolor crónico osteomioarticular.
Métodos
Se realizó una investigación básica, no experimental, descriptiva y transversal consistente en la realización de una revisión bibliográfica con la finalidad de determinar las principales intervenciones de enfermería en relación a la utilización de la analgesia opioide en pacientes con dolor crónico osteomioarticular. La investigación incorporó dentro del universo de estudio la cantidad de 72 documentos relacionados con el tema de investigación, de los cuales XXX formaron parte de la muestra de investigación. Como requisitos para conformar la muestra se tuvo en cuenta la publicación en los últimos 5 años, la relación con el tema de investigación, el aporte de información relevante para el cumplimiento de los objetivos y que constara con un adecuado esquema metodológico sin presencia de sesgos de investigación.
Como tipo de documentos de la revisión fueron incluidos tesis de grado y posgrado, libros de textos, monografías, artículos científicos y cualquier otro documento con información importante para el estudio. Los documentos fueron obtenidos de revistas científicas indexadas en bases de datos regionales (Scielo, Latindex, Redalyc y Lilacs) y de alto impacto (Scopus, PubMed, Medline e Ice Web of Sciencie).
En el caso de documentos que no hubieran estado disponibles en la web, igualmente se procedió a citar y referenciar según la norma establecida para la publicación. Se utilizaron descriptores de salud y operadores booleanos para acercar los resultados de la búsqueda al tema de investigación y optimizar los resultados de la búsqueda.
Cada documento que formó parte de la muestra de investigación fue leído íntegramente para poder exceder a la información relevante. Toda la información recopilada fue homogenizada y organizada en un modelo de recolección de información. Como elemento ético del estudio se respetó el derecho de autor de los documentos seleccionados.
Desarrollo
Las intervenciones de enfermería se definen como actividades positivas de relación entre el usuario y el enfermero, esto permite que se realicen acciones de apoyo, orientación y ejecución de determinadas técnicas en favor del mantenimiento y recuperación de la salud, incluyendo los cuidados paliativos, para una muerte digna. Estás intervenciones son llevadas a cabo por el mismo personal, que van dirigidas a un individuo o un grupo específico de personas que necesiten cuidados y se extienden desde el nacimiento hasta la muerte.10
Se describe que los pacientes con diagnóstico de dolor crónico rara vez logran que el síntoma desaparezca; sin embargo, existe consenso en destacar que el adecuado manejo de enfermería en la administración de analgesia opioide, es fundamental para reducir el dolor en aproximadamente el 30 % de los casos. De esta forma se logra mejorar la capacidad funcional y la percepción de calidad de vida de los pacientes.5,11
El dolor crónico osteomioarticular genera daños en distintos órganos, limitaciones físicas y afectación psicológica. Los pacientes con este tipo de afección experimentan cierto nivel de sufrimiento psicológico que se expresan en una forma particular de depresión y ansiedad, lo cual condiciona mayor afectación a la percepción de calidad de vida y discapacidad funcional.12,13
El propósito de Enfermería es el cuidado, el cual se basa en acciones e intervenciones con un sólido fundamento científico y humanista, que orientan la disciplina y la práctica profesional permitiendo el desarrollo de la profesión, ya que conlleva la interacción de conocimientos que mejoran la práctica enfermera en todas las áreas. El desempeño clínico basado en la evidencia sitúa a las enfermeras dentro de una disciplina profesional que aporta el fundamento para que las intervenciones sean originales e individualizadas.14,15
La actividad de enfermería en el manejo del dolor es sumamente relevante; sin embargo, muchas veces se ha desmerecido este rol en esta área, ya que se observa un cuidado mecanizado, demostrando poco o ningún interés en los cuidados frente al dolor de los pacientes, por lo general se utilizan sólo fármacos para aliviar el dolor y no intentan realizar algún tratamiento diferente al farmacológico. Pues al brindar un cuidado, en el que se realiza un adecuado control de este síntoma se asegura la integridad física, social y psíquica, que eleva la dignidad humana, brindándole al paciente como persona que es, una mejor calidad de vida.13
Una de las actividades fundamentales incluidas dentro del rol de los profesionales de la enfermería en este sentido es la realización de una valoración rigurosa del paciente; esta acción permite identificar elementos fundamentales como son la intensidad del dolor, su localización, tipo de dolor, ritmos horarios y manifestaciones acompañantes. La identificación de estas características permite hacer adecuaciones al esquema terapéutico para acercar más las características farmacocinéticas del fármaco al dolor del paciente; de esta forma se potencializa la acción farmacológica y se maximizan los resultados de su administración.16
La valoración inicial del paciente es fundamental para poder establecer vínculos con el paciente y sus familiares que permiten profundizar el nivel de conocimiento de los pacientes acerca de la afección que genera el dolor; de igual manera posibilitan que este entienda, comprenda y acepte de mejor manera su enfermedad. De esta forma también se logra una mejor interpretación y evaluación respecto a su vida, experiencias, expectativas, sentimientos y manejo emocional. Todos estos elementos permiten una mejor adaptación a los constantes cambios en estilos de vida que se deben incorporar en su proceso de adaptación a la enfermedad diagnosticada.17
La evaluación inicial de una persona que presenta dolor crónico osteomioarticular, además de una anamnesis detallada y una exploración física exhaustiva, requiere la identificación de las posibles causas y control de la intensidad del dolor con un instrumento apropiado y preciso, utilizando escalas de autoevaluación que permitan una mejor interpretación de las situación real del paciente.9
Uno de los problemas más frecuentemente identificados en que el personal de enfermería se limita únicamente al cumplimiento estricto de la prescripción médica; situación que ha convertido en un hecho mecánico el accionar de los profesionales de la enfermería. De esta forma se desaprovecha el vínculo paciente enfermero que es reconocido como un espacio importante para la identificación de elementos relacionados con su salud física, psicológica y su relación social.13
Adicionalmente es necesario resaltar que dentro de las acciones que deben desarrollarse, desde la perspectiva de la enfermería, con los pacientes que experimentes dolor crónico osteomioarticular, es brindar una atención integral que satisfaga sus necesidades desde todos los puntos de vista; es decir físicas, espirituales, emocionales y de las demás esferas de la vida. Solo de esta forma se brindaran cuidado integral, logrando una verdadera atención holística del paciente.13
Como se ha mencionado anteriormente; existe un elevado porcentaje de personas, que, por distintas razones, viven actualmente con dolor crónico osteomioarticular de grado variable. Su presencia no solo limita sus capacidades físicas, sino también su bienestar psicológico, emocional y su incorporación a actividades sociales que permitan un intercambio con el medio que lo rodea.
El dolor condiciona repercusiones físicas, emocionales y socioculturales por lo que se requiere de un cuidado integral y multidisciplinario de salud, donde el profesional de la enfermería juega un papel fundamental. El tratamiento óptimo del dolor comienza con su evaluación precisa y exhaustiva, que le permite al profesional de salud tratarlo y evitar sufrimientos innecesarios. Esta evaluación debe tener un seguimiento determinado para identificar cambios en la situación identificada inicialmente y una interrelación directa entre el personal de salud y el paciente.18
El divorcio de la comunicación entre los participantes (paciente y equipo de salud) afecta considerablemente la adherencia farmacológica. El profesional de la enfermería es esencial para esclarecer la necesidad de la medicación analgésica opioide prescrita, para identificar cuáles son eventos adversos relacionados con el medicamento y cuales son manifestaciones clínicas de la enfermedad causal; posibilita un esclarecimiento del estado de salud del paciente y facilita la canalización de dudas y demás necesidades del paciente.
Este es un proceso complejo; la tención de enfermería, a pesar de ser importante, no es suficiente por si sola; otros componentes necesarios son la atención médica, la rehabilitación física y mental y la presencia, con acciones precisas, de trabajadores sociales o profesionales de la promoción de salud. De esta forma se expresa más aún la integralidad del servicio de salud en aras de mejorar el estado de salud biopsicosocial de los pacientes.
Conclusiones
Los cuidados de enfermería son fundamentales para lograr una adecuada adherencia farmacológica, así como para identificar, prevenir y mitigar los efectos adversos de esta medicación. Estos incluyen desde el consejo individual y familiar, así como brindar apoyo y soporte y asesoramiento ante la presencia de manifestaciones adversas a los fármacos analgésicos opioides.