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Conrado
versión On-line ISSN 1990-8644
Conrado vol.14 no.62 Cienfuegos abr.-jun. 2018
ARTÍCULO ORIGINAL
CRISIS DE LA ESCUELA RURAL, UNA REALIDAD SILENCIADA Y SU LUCHA PARA SEGUIR ADELANTE
CRISIS OF THE RURAL SCHOOL, A SILENCED REALITY AND ITS FIGHT TO FOLLOW FORWARD
Ruth Garofalo García
Universidad Laica Vicente Rocafuerte. Guayaquil. República del Ecuador.
RESUMEN
El presente artículo intenta exponer la situación socio cultural y educativa en un entorno rural en relación con la modernidad y exigencias del siglo XXI apoyado en resultados precedentes que se obtuvieron a través de un estudio realizado en una zona rural del cantón Chimbo de la provincia de Bolívar en Ecuador, donde existe de manera notoria, un conjunto de necesidades educativas susceptibles de atención gubernamental. Se precisan las concepciones y acciones que se requieren para cambiar dicha realidad lo que advierte las consecuencias de las limitaciones que en ella subyacen relacionadas con los recursos pedagógicos existentes que obstaculiza el proceso de enseñanza - aprendizaje que allí se desarrolla.El resultado en general está basado en diferentes fuentes y la combinación de métodos asociados a la sistematización de la experiencia de la autora en el trabajo que se ha desplegado en aras de perfeccionar el proceso de enseñanza aprendizaje que se desarrolla en las zonas rurales en el contexto ecuatoriano.
Palabras clave: Adaptación curricular, contexto socio cultural, áreas rurales, destrezas y habilidades.
ABSTRACT
This article tries to expose the socio-cultural and educational situation in a rural environment in relation to the modernity and demands of the XXI century supported by previous results that were obtained through a study conducted in a rural area of Chimbo canton of the province of Bolivar in Ecuador, where there is a well-known, a set of educational needs susceptible to government attention. The conceptions and actions required to change this reality are specified, which warns of the consequences of the limitations that underlie it related to the existing pedagogical resources that hinder the teaching - learning process that takes place there. The overall result is based on in different sources and the combination of methods associated with the systematization of the author's experience in the work that has been deployed in order to improve the teaching-learning process that takes place in rural areas in the Ecuadorian context.
Keywords: Curricular adaptation, socio-cultural context, rural areas, skills and abilities.
INTRODUCCIÓN
Hoy en día en el mundo contemporáneo globalizado, los modelos de producción, los cambios socio culturales, así como el acontecer diario, exigen un modelo educativo que forme individuos con las habilidades que la sociedad moderna demanda. ¿Pero qué se ha hecho para lograr este objetivo? Hay que recordar que la sociedad industrial busca formar modelos de ciudadanos que únicamente estén preparados para producir, para desempeñar un empleo o una profesión basándose en la transmisión de conocimientos. Este modelo es el que se ha seguido durante años y que actualmente sigue llevándose a cabo.
La educación para muchas personas que habitan en zonas marginales y rurales, ha sido desatendida, intentando lograr una educación de calidad y excelencia. Sin embargo, existe un sin número de factores que influyen de manera negativa en el desarrollo de las habilidades necesarias para poder integrarse en una sociedad competitiva y culturalmente desarrollada, tales como la selección y el procesamiento de la información, la autonomía, la capacidad de tomar decisiones, el trabajo en grupo y la polivalencia. Estos contextos sociales son imprescindibles para el desenvolvimiento en el campo de trabajo, actividades culturales y vida social en general.
Este artículo tiene como objetivo analizar las características de un sistema educativo rural en relación con las exigencias de una sociedad integral y competitiva, así como reflexionar sobre las exigencias que requieren de parte de los docentes para enfrentar con efectividad las funciones educativas en zonas rurales.
DESARROLLO
En la década de los 70 se genera, con el avance tecnológico, la sociedad de la información, que no busca crear modelos de personas para el desarrollo de un empleo, sino que prioriza el dominio de habilidades. La sociedad de la información requiere de una educación integral intercultural para dar las mismas oportunidades a todos los estudiantes, así como valores para enfrentarse a la vida cotidiana. También debe basarse en la utilización de las habilidades comunicativas para que los individuos sean más participativos, reflexivos y críticos. Ante esta información la cuestión es ¿qué deben hacer los docentes para formar individuos para la sociedad moderna?
Desafortunadamente en algunos países y en especial en Ecuador, las reformas educativas son propuestas por quienes no se desempeñan en el ámbito docente, por consiguiente, no se tiene idea de los modelos educativos propuestos a nivel internacional y de los resultados de estos. Seguramente es por ello, que las propuestas gubernamentales no han reflejado resultados positivos para los propósitos de educación o tal vez, la cuestión radica en que los docentes no están preparados para enfrentar los problemas educativos en un ambiente rural. Así como los árboles crecen por años desde la fortaleza de sus propias raíces, algo naturalmente regular ocurre con la subsistencia de un proceso vivo como es la educación, donde se requiere adaptaciones curriculares relacionadas a su propio contexto, para que los cimientos estén fortalecidos y a la larga no se derrumben por un mal enfoque educativo.
La preocupación de muchas entidades educativas y gubernamentales que aspiran a mejorar el sistema educacional en zonas rurales ha dejado de ser una opción, siendo abandonadas progresivamente tales propuestas de mejoras, que en muchas ocasiones han sido desatendidas, olvidadas y archivadas en el tiempo y espacio (Noro, 2016).
Las necesidades educativas y pedagógicas en los entornos escolares en el Ecuador, están contempladas en todos los ámbitos y contextos que conforman la geografía ecuatoriana.
La educación rural es desatendida debido a los escasos recursos económicos que se destinan para el bienestar educativo; la poca inversión y atención, así como los recursos financieros que se otorgan para cubrir las necesidades educativas de las zonas alejadas de las áreas urbanas, son cantidades irrisorias, lo que imposibilita cumplir con los estándares propuestos por los organismos internacionales de un sistema educativo acorde a las exigencias del Estado, que permita mejorar la calidad de vida y formar seres competitivos que contribuyan a la producción de un país en vías de desarrollo (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2004).
La Constitución de la República del Ecuador en su Art. 26, plantea que la educación es un derecho ineludible e inexcusable para todos los individuos que componen la sociedad y que es un deber del Estado satisfacer todas las frágiles situaciones que padecen sus habitantes. Las necesidades forman parte de la política pública y de la inversión estatal, que debe garantizar la igualdad e inclusión social y las condiciones indispensables y adecuadas para el buen vivir, teniendo todo el derecho, condiciones y responsabilidad de participar en el proceso.
Sin embargo, a pesar de que organismos internacionales de educación y la Constitución de la República estipulan en sus artículos como deber invertir y financiar para atender las necesidades de los educandos en una educación de calidad y calidez, la sociedad se enfrenta a otra realidad, en la que todas las aspiraciones de una educación igualitaria están dormidas en las páginas de un sin número de leyes y reglamentos que poéticamente están codificados.
En las zonas rurales del Ecuador, asistir a las escuelas puede ser todo un desafío; cada día miles de niños y jóvenes caminan varios kilómetros para asistir a sus clases. En este contexto de condiciones adversas, maestros y alumnos luchan por mejorar el rendimiento académico, evitar la repetición y el abandono. Muchas de estas instituciones educativas tienen todavía la categoría de unidocentes, lo que significa que las clases son impartidas por un solo profesor que son los encargados de la instrucción de todas las asignaturas del subnivel elemental hasta medio y superior.
A pesar del sacrificio y de la buena voluntad del maestro este se encuentra con ciertos factores que impiden brindar una enseñanza con profesionalidad y eficacia, debido a los atrasos de tiempo para llegar a su lugar de destino. A pesar de los cambios climáticos que se presentan de acuerdo a la naturaleza de las dos estaciones en la localidad estudiada las lluvias son implacables en los seis meses del año deteriorando de manera progresiva los senderos y perdiéndose en su totalidad las vías para poder llegar a los diferentes planteles educativos ubicados en los senderos rurales.
Este fenómeno climático no garantiza que los niños de estas zonas lleguen a tiempo a los centros educativos, sorteando cualquier problema relacionado con el clima a tal punto de arriesgar sus vidas.
A ello se une la falta de preparación y capacitación de los docentes reflejado en los últimos exámenes previos a la obtención de un puesto de trabajo, esto ahonda cada vez la crisis en la que se debate la calidad de un sistema educativo en estas zonas olvidadas del Ecuador. La ayuda que recibe esta comunidad silenciada es insuficiente, los programas estatales no llegan con facilidad a ellos como son la incorporación de tecnología para el desarrollo hacia la investigación y los de alimentación escolar, entre otros.
Las políticas establecidas por las autoridades encargadas de cubrir las necesidades primarias de estos sectores han llegado gota a gota, y en tiempos separados, lo cual ha ocasionado que los resultados de aprendizaje, no sean los que el Estado aspira para niños y adolescentes que anhelan un presente y futuro provechoso, ya que los adultos que habitan en estos lugares a duras penas han cumplido con la educación primaria; sus destrezas, habilidades de comprensión, análisis de problemas, se torna complicada en cuanto se enfrenta a uno de ellos.
Aún cuando la educación es una fuente inagotable para el progreso y el surgir de las sociedades en todo su ámbito y contexto; no siempre se logran las aspiraciones de cada generación las cuales deben ser complacidas por los organismos encargados de brindar servicios acordes a la era vivida.
De acuerdo a estas consideraciones, la sociedad debe regirse por ciertos parámetros que ya están estipulados por los organismos que dirigen el buen vivir o el vivir bien; para ello se considera que, uno de los únicos pilares que permite cumplir este fin o meta es la educación impartida equitativamente en todos sus ámbitos y contextos, dado que el grito silencioso de las sociedades no atendidas y que están olvidadas por no considerarlas como prioridad en sus programas, no escatima el incumplimiento que rige la sociedad del conocimiento.
Las escuelas primarias de los recintos que pertenecen a la parroquia Telimbela utilizan los programas educativos implementados para todos; los gobiernos seccionales no han destinado un programa exclusivo en el cual se traten aprendizajes que abarquen asignaturas propias para las áreas rurales, para que los objetivos y fines educativos sirvan para el progreso de sus habitantes, evitando que los niños y jóvenes abandonen la agricultura por el esfuerzo de trabajo que ocasiona cultivar la tierra y lo poco lucrativo que resulta la venta de estos productos a comerciantes intermediarios.
Paulo Freire, uno de los más grandes filósofos que Latinoamérica ha concebido, fue precursor y gran defensor de la educación rural. En uno de sus múltiples escritos manifiesta que la capacitación técnica, que no es adiestramiento animal, jamás puede estar disociada de las condiciones existenciales de los campesinos, de su visión cultural, de sus creencias debe partir del nivel en que se encuentran y no de aquel, que el agrónomo juzga deberían estar.
Por lo tanto según su argumento, el currículo y sus prácticas deben estar inspiradas en su contexto y cultura. El educador que se enfrenta con niños, jóvenes y adultos que a lo largo de su vida han estado rodeados de naturaleza y de sus enseñanzas subjetivas, tendrán que desarrollar un cúmulo de habilidades y competencias que se acoplen a su entorno, de esta forma lo analizan Castillo & Cabrerizo (2011), en las competencias específicas que un educador social debe desarrollar:
ü Diseñar planes programas, proyectos y actividades de intervención socioeducativa en diversos contextos.
ü Diseñar y desarrollar procesos de participación social y desarrollo comunitario
ü Gestionar y coordinar entidades y equipamientos de acuerdo a los diferentes contextos y necesidades.
ü Asesorar en la elaboración de planes, programas y proyectos y actividades socioeducativas.
ü Diseñar e implementar procesos de evaluación de programas, agentes, ámbitos y estrategias de intervención socioeducativa. (p. 15)
Según los autores mencionados, la educación social no es un enfoque sustancialista, sino que trata de abarcar un todo en un contexto en el cual el sistema está disuadido de sus fines y objetivos; por lo tanto, el educador debe estar capacitándose constantemente con la finalidad de romper paradigmas y visualizar un mejor porvenir para estos individuos que están prestos a adquirir nuevos saberes, buscando el desarrollo de las comunidades.
La metodología del docente no solamente requiere tener un bagaje de conocimientos para motivar en los estudiantes el interés por descubrir nuevos aprendizajes. Es necesario que el maestro esté presto a adaptarse a los cambios para poder bajar los niveles de desigualdad; la existencia de un código deontológico para los profesionales de la Educación Social es necesaria, ya que esta profesión plantea muchos riesgos éticos por razón de la condición social de las personas a quienes presta sus servicios y orienta la labor de unos profesionales que suelen trabajar con las personas de especial vulnerabilidad, introduciéndose en un mar inimaginable de distinguir lo verdadero de lo falso, ya que su razón está vulnerada por la crisis que vive la sociedad en la cual está el docente prestando sus servicios.
Ante estos enfoques deontológicos, el unidocente se convierte en administrador, director, docente, líder de la institución educativa y de toda una comunidad, que relativamente es vulnerable, desprotegida y olvidada; su labor requiere de una ética vertical arraigada a principios y valores, donde la confianza de la comunidad rural está depositada en él, lo que hace que su labor social y de servicio esté comprometida de manera moral y profesional.
La educación Contemporánea debe estar basada en los cuatros pilares propuestos por la Comisión Internacional para el siglo XXI, (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 1996), presidida por Jacques Delors a petición de la UNESCO, donde se expone que: la educación tenga sus cimientos en estos cuatros pilares, aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Cada uno de estos pilares son esenciales para la formación integral y competente de los individuos alrededor de su vida cotidiana social, así como cultural. A través de esta propuesta se pretende formar competencias entendidas estas como el movimiento de conocimientos para resolver situaciones cuestionables. Estas incluyen en un saber que es conceptual, un saber procedimental y el saber ser, que es actitudinal.
Es por ello que los docentes en este mundo contemporáneo deben desarrollar nuevas competencias y habilidades para dar una respuesta adecuada a la reciente demanda que la sociedad hace a la educación. Como docentes, se debe ser competentes para llevar a cabo las finalidades educativas que se proponen en los niveles nacional, internacional y estatal como también para los objetivos de los contenidos de enseñanza en nuestras aulas.
Los profesores son quienes tienen la misión de desarrollar estas competencias en los estudiantes, desde luego que esta no será una tarea fácil, el docente debe comprometerse y consolidarse con el quehacer educativo, cambiando progresivamente el comportamiento de la visión estudiantil. Ante esta difícil problemática cobra especial relevancia también la inclusión educativa como sistema potencializado para el desarrollo rural.
Una escuela inclusiva parecería ser aquella en la que todos los individuos poseen el mismo derecho a una educación holística y competitiva con todos los recursos pedagógicos y tecnológicos que el Estado Ecuatoriano incluye dentro de sus leyes y responsabilidades netas de la oferta pública; según establece la LOEI (República del Ecuador. Presidencia de la República, 2014) por lo que es necesario que el actual Sistema Educativo rompa los esquemas que ocultan la verdadera situación de la educación en las áreas rurales, en la que se evidencian configuraciones didácticas tradicionales para construir alternativas igualitarias que aporten al desarrollo de una comunidad silenciada.
Los programas y currículos establecidos en el Sistema Educativo Ecuatoriano son exclusivamente inclusivos para el sector urbano, puesto que se acoplan fielmente a su contexto (no se espera algo diferente, ya que el currículo está realizado en su mayoría por profesionales que viven en la urbanidad desde niños o ya nacieron dentro de este entorno), lo cual hace excluyente al ambiente rural, cuyo contenido ha sido establecido desde hace muchos años por los organismos encargados de preparar dichos programas.
Los modelos educativos para que lleguen a ser inclusivos deberían estar seleccionados de forma minuciosa para que cumplan con la finalidad, que es educar para el progreso y para una mejor calidad de vida; por lo tanto, se tendrían que adecuar la labor orientadora a cada contexto concreto, al disponer de procedimientos para priorizar funciones y tareas, así como seleccionar los modelos de intervención más adecuados
En Ecuador la nueva política define la igualdad como inclusión y la desigualdad como exclusión, a pesar de que ambos conceptos necesitan de alguna explicación adicional. La inclusión se refiere, en su sentido más amplio, a la ciudadanía, a los derechos civiles y políticos, como una realidad en sus vidas. También se refiere a las oportunidades y a la participación en el espacio público. En una sociedad en la que el trabajo sigue siendo vital para la autoestima y el nivel de vida, el acceso al trabajo es un contexto importante para tales oportunidades.
La finalidad de acoplamiento de los sistemas educativos a los diferentes ambientes o contextos es disminuir la migración de los campesinos a las grandes ciudades, los cuales vienen atraídos por el afán de progreso y de cierta propaganda manifestada implícitamente por los que ya han migrado, abandonan los campos, los cultivos, los animales y llegan a la ciudad a incrementar el número de personas con una baja calidad de vida, que pasan a formar parte de las personas de escasos recursos económicos, muchas veces se acrecienta el número de delincuentes, vendedores ambulantes, prostitución, trata de personas, indigentes, entre otros.
Por todo lo anteriormente analizado se consideran las siguientes ventajas y desventajas en la educación rural.
Entre las principales ventajas se encuentran:
· Relaciones sociales más provechosas entre estudiantes, padres de familia y maestros.
· El educador puede realizar tutorías personalizadas por el reducido número de estudiantes.
· El educador puede realizar tutorías personalizadas por el reducido número de estudiantes.
· Alumnos con edades diferentes integrados en la misma aula, conformándose grupos heterogéneos en el cual el aprendizaje que comparten vienen de diferentes experiencias, resultando muy provechos en el ámbito social.
· Maestros con visiones holísticas, amplio conocimiento de los problemas de los alumnos, padres de familia y comunidad en general.
Entre las principales desventajas se encuentran:
· Desconocimiento en el manejo de la tecnología y de sus aportes al aprendizaje.
· Escaso acceso a los recursos didácticos y pedagógicos de los cuales gozan las áreas urbanas.
· Falta de acceso a servicios públicos como agua potable y alcantarillado.
· Acceso de los estudiantes a los Centros Educativos por caminos precarios y lodosos.
· Horarios cortos de los estudiantes dentro de la institución debido a las inclemencias de la naturaleza.
· Insuficientes conocimientos de los beneficios que produce el cultivo adecuado y tecnificado de las tierras por desconocimiento y una educación direccionada a la producción agrícola.
Tomando en cuenta estas consideraciones se concluye, que una educación apropiada y acorde a las necesidades rurales, sería un eje potencializador que beneficiará a todos los individuos que habitan en estos lugares, lo que evitará la migración forzosa de niños, jóvenes y adultos a las grandes ciudades, acrecentando el número de pobladores, cuya ocupación es la venta informal, niños callejeros y mendigos.
CONCLUSIONES
Al hilo de las concepciones y acciones que se requieren para cambiar dicha realidad es posible advertir las limitaciones de los recursos pedagógicos que complica el proceso de aprendizaje que conllevan a hacerlo desde el enfrentamiento con la vida misma; debido a que el sistema educativo actual que se fomenta en las áreas urbanas no se relaciona con las necesidades educativas de la población rural, dando como resultado la complejidad de la asimilación de estos mecanismos no acordes a su realidad.
El desinterés evidenciado por parte de las entidades gubernamentales para el desarrollo educativo comunitario, promueve la exhortación del financiamiento de nuevas partidas presupuestarias para incrementar el número de docentes en las unidades educativas rurales que permitan que los niños y adolescentes cuenten con una educación acorde a las necesidades de la comunidad.
Los resultados obtenidos en una una comunidad rural permiten inferir la importancia inobjetable sobre la calidad de educación la cual requiere ser atendida por parte de las autoridades gubernamentales que se han mantenido cegadas a la realidad educativa de un entorno apartado de las esferas sociales; por otra parte, en muchas ocasiones existen unidades educativas donde resulta complejo que la comunidad cuente con recursos educativos modernos por factores ambientales y geográficos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Sarrionandia, G. E. (2006). Educación para la inclusión o educación sin exclusiones. Madrid: Narcea Ediciones.
Recibido: Octubre de 2017.
Aprobado: Diciembre de 2017.
Ruth Garofalo García
E-mail: rgarofalog@ulvr.edu.ec