INTRODUCCIÓN
La consideración conceptual de postgrado dentro del sistema de superación de la Educación Superior, surge a finales del siglo XIX, aunque sus antecedentes están presentes desde el surgimiento mismo de este nivel de enseñanza. El envejecimiento unido a la producción y generación de los conocimientos, a la introducción de las tecnologías, al progreso científico técnico, al crecimiento acelerado de la ciencia, determinó la necesidad de mantener la educación a lo largo de toda la vida con el propósito de actualizar a los graduados universitarios, en general, y a los docentes, en particular en el mejoramiento de sus competencias didácticas métodos de enseñanzas, y por ende se crean programas de formación postgraduada (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2009).
La Educación de postgrado se considera como un recurso para el mejoramiento sostenido de los indicadores de desarrollo social de un país. En Cuba, la educación postgraduada que tiene como propósito contribuir de manera sistemática a la elevación de la productividad, eficiencia y calidad del trabajo, se desarrolla en dos vertientes fundamentales: la superación continua de los egresados y la formación académica de postgrado, que contempla como formas organizativas la Especialidad, la Maestría y el Doctorado (República de Cuba. Ministerio de Educación Superior, 1996); (República de Cuba. Ministerio de Educación Superior, 2014).
La Maestría en Educación de la Universidad de Cienfuegos, ha obtenido resultados de importancia que le han conferido una posición destacada en el territorio cienfueguero, en el país y en el ámbito internacional (Colombia, Brasil, Ecuador, México, Venezuela). Se le otorgó la categoría de Programa de Excelencia en enero 2006, siendo una de las pioneras en dicha universidad y en el país en obtener tal distinción. En enero del 2014, se sometió el programa a un proceso de evaluación y acreditación por la Junta de Acreditación Nacional y esta dictaminó mantener la categoría de Programa de Excelencia en atención a que ha alcanzado los niveles de calidad establecidos en el Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías en Cuba. (República de Cuba. Ministerio de Educación Superior, 2005)
DESARROLLO
La Maestría en Educación responde a necesidades sociales actuales y perspectivas de la provincia de Cienfuegos, dado el gran número de graduados del nivel superior que trabajan como profesores en las distintas instituciones de educación superior del territorio. Además, son consideradas las demandas del desarrollo científico-tecnológico del país, de la región y de la provincia en relación con el área del conocimiento en que se desarrolla el postgrado, así como las necesidades actuales y perspectivas en la formación de Master en Educación, que permita, a los profesores, un desempeño exitoso, en el campo laboral y científico-investigativo.
El programa ha transitado por ocho ediciones y la eficiencia terminal ha sido exitosa, destacándose en cada versión el ascenso en la aceptación y en el número de aspirantes. Al mismo se han incorporados profesionales de diferentes carreras universitarias: Médicos, Licenciados en Enfermería, en Educación, en Derecho, en Lengua Inglesa, en Contabilidad, en Economía, en Psicología, en Defectología, en Psicopedagogía, en Cultura Física, Ingenieros mecánicos, industriales, promotores de cultura.
De la maestría han egresado, hasta la séptima edición, un total de 233 estudiantes, lo que representa el 93.6 % sobre la totalidad que concluyeron las actividades lectivas. Este resultado ha impactado en el desarrollo humano de sus egresados y, por ende, en la Educación General, Especial y Superior del territorio cienfueguero, cuestión que es reconocida por los organismos y centros donde estos desempeñan su labor educativa. Por otra parte, culminaron el programa catorce estudiantes extranjeros de diferentes países: Colombia, México, Brasil y Ghana, que posibilitó el tránsito de estos al doctorado.
La Maestría mantiene un alto reconocimiento por el nivel científico alcanzado por sus egresados. Del 2007 al 2012 han sido formados, en el Programa de Doctorado Tutelar de Ciencias Pedagógicas, Programa de Excelencia del Centro de Estudio de Didáctica y Dirección de la Educación Superior, nueve doctores egresados de la Maestría en Educación, para un 37, 5 % del total de formados en la etapa señalada. En la actualidad, seis titulados del programa están optando o en proceso de formación doctoral. Por otra parte, ocho masters defendieron sus tesis en el Doctorado Curricular auspiciado por la Universidad de Oviedo y dos en el Doctorado de Innovaciones Didácticas en el Currículo de la Universidad de Granada, España, con excelentes resultados y felicitaciones. Estos resultados muestran que un total de diez y nueve graduados del programa, han obtenido el grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas o en ramas afines.
Las instituciones y organismos de procedencia de los maestrantes y egresados, de forma permanente, reconocen los resultados del Programa de la Maestría, ofrecen apoyo a sus profesionales, colaboran con recursos para el desarrollo con calidad del programa, coadyuvan al proceso de matrícula y permanencia de los estudiantes, facilitan y dan seguimiento a los impactos sociales.
Los resultados de investigación vinculados al programa han impactado en los procesos de desarrollo social y en el avance económico de la provincia y de la región, dado que han estado dirigidos a responder a las expectativas y a dar solución a necesidades de las instituciones y organismos empleadores de los maestrantes.
La Maestría en Educación es referencia para el postgrado. En la Universidad de Cienfuegos, se mantienen estrechos vínculos con diferentes Centros de Estudios de Instituciones de Educación Superior de la provincia y de la nación, mediante la red de redes a través del Consejo Nacional de la Educación Superior en los Municipios, con Universidades de México, Colombia, Ecuador, mediante redes científicas y convenios de colaboración interinstitucionales. Estos convenios con once universidades nacionales y extranjera e instituciones científicas, favorece la movilidad de profesores, el intercambio académico y científico con otras comunidades, todo lo cual incide en los procesos de formación de los maestrantes.
En el trabajo se muestra la Estrategia metodológica seguida para la evaluación del impacto de la Maestría en Educación de la Universidad de Cienfuegos, en términos de lograr un cambio sostenible.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías, de la Junta de Acreditación Nacional, en Cuba, ha promovido la necesidad de tener en cuenta el impacto de estos programas como vía para satisfacer las expectativas de la sociedad.
El término impacto, proviene de la voz impactus, del latín tardío. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, lo define como impresión o efecto muy intenso dejado en alguien o en algo por cualquier acción o suceso.
El impacto puede considerarse como un cambio en el resultado de un proceso. Para González (2003), este cambio puede verse en la forma como se realiza el proceso o las prácticas que se utilizan y que dependen, en gran medida, de la persona o personas que las ejecutan.
Para Torres, et al. (2004), los impactos son logros derivados del desarrollo de un programa o proyecto que puede observarse a largo plazo.
Especialistas del CITMA (Quevedo, Chía & Rodríguez, 2008) consideran al impacto de la ciencia y la innovación tecnológica como el cambio o conjunto de cambios duraderos que se producen en la sociedad, la economía, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente, mejorando sus indicadores, como resultado de la ejecución de acciones de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I que introducen valor agregado a los productos, servicios, procesos y tecnologías.
El concepto impacto ha sido objeto de múltiples definiciones en la literatura, pero en esencia lo consideramos como un cambio hacia lo nuevo en el proceso y por tanto en cada una de las etapas que lo integran, y que induce transformaciones significativas y permanentes en la vida de las personas, las instituciones y la sociedad.
Añorga (2004), afirma que, la evaluación del impacto del proceso educativo es integrador, ya que considera los resultados relativos al trabajo pedagógico, el aprendizaje y la evaluación, este concepto plantea que “se entiende por evaluación de impacto el proceso que mide el grado de trascendencia que tiene la aplicación del objeto evaluable en el entorno socio económico concreto, con el fin de valorar su efecto sobre los objetos aplicados y asegurar la selección mejorada de nuevos objetos de evaluación”.(Añorga, 2004, p.4)
Llanio, et al. (2011), expresan que la evaluación del impacto de los procesos de evaluación y acreditación “constituye un proceso dirigido a valorar los cambios significativos producidos en la calidad de los programas evaluados, en el contexto institucional, el contexto social, así como en la mejora de la calidad de los propios sistemas de evaluación y acreditación”. (p. 6)
El impacto debe ser evaluado para conocer cuál es o ha sido la magnitud del cambio logrado, respecto a los objetivos, los procesos y los resultados alcanzados, tanto los inmediatos como los conseguidos a medio y largo plazo, en el ámbito al cual va dirigido el programa (Fernández, 2013).
Para las autoras del trabajo es preciso conceptualizar el impacto cuando éste se vincula a la evaluación de un programa académico. Los cambios consolidados en el tiempo provocan efectos en la institución educativa, en el entorno social en que se desenvuelven, en el desarrollo de un trabajo creador, si éste se asume como el resultado de una participación comprometida de los individuos en el proceso de control y evaluación de su práctica, que conduzca al mejoramiento de la calidad, del bienestar y a la consecución de intereses tanto organizacionales como individuales. Evidentemente éstos son cambios sostenibles, los que hacen evolucionar un programa, siempre hacia la mejora.
La evaluación del impacto de proyectos y de programas, resulta una tarea compleja, ya que medir el impacto es tratar de determinar lo que se ha alcanzado, lo cual generalmente es difícil cuando se trata de evaluar cambios cualitativos.
El programa de la Maestría en Educación se sustenta desde el punto de vista teórico-conceptual en el enfoque histórico- cultural, lo que significa analizar la esencia del desarrollo humano, en la integración hombre-sociedad, que trasciende al análisis en los modos de actuación del profesional, y enriquece el análisis y la crítica que aportan las experiencias educativas cubanas, latinoamericanas y mundiales contemporáneas.
En correspondencia con las teorías pedagógicas más modernas en el contexto internacional la Maestría en Educación se fundamenta, entre otros, en dos pilares conceptuales básicos: la conjugación de la teoría con la práctica y la integración sistémica de los componentes académico, práctico e investigativo, dentro de los procesos de enseñanza aprendizajes. Asimismo, está orientada a la actualización y profundización de los conocimientos en las ramas de la Pedagogía y otras ciencias afines, al desarrollo de las habilidades de investigación, en aras de formar profesionales de la educación comprometidos con su práctica, dispuestos a enfocar sus esfuerzos a la orientación personal y profesional de sus estudiantes y al desarrollo de aspectos socioculturales, en respuesta a los retos de la formación que exige la contemporaneidad.
Los objetivos del programa de la Maestría en Educación se concretan en lograr el impacto del mismo para un cambio sostenible, a partir de una preparación académica-investigativa que posibilite contribuir, con un papel protagónico, a la transformación de la realidad educativa.
Los fundamentos que sustentan el enfoque histórico-cultural desarrollado por Vygotsky, son considerados en el currículo de la maestría a partir de la organización metodológica modular, donde cada módulo se apoya en la concepción teórica y metodológica, de los conceptos de: diagnóstico, zona de desarrollo próximo, niveles de ayuda y situaciones sociales de desarrollo; argumentos que permiten comprender cómo la psiquis tiene un carácter activo en la regulación de la actuación y está determinada histórica y socialmente en su origen y desarrollo, en la medida que se forma y se desarrolla en el proceso de la actividad y de la comunicación que el sujeto establece en el medio socio histórico en que vive.
Desde esta dimensión Vygotsky (1987), asigna un significado especial a las relaciones existentes entre el desarrollo y el aprendizaje, por su repercusión en el diagnóstico de las capacidades intelectuales y en la elaboración de una teoría de la enseñanza aprendizaje, lo cual abre una nueva perspectiva de actuación, y en el contexto del programa de la Maestría en Educación constituye una aportación trascendental en función de la organización de la actividad cognoscitiva de los maestrantes como elemento que promueve un proceso de formación continua desde una dimensión holística cualitativamente superior a los referentes de la formación inicial.
El currículo de la Maestría en Educación tiene una concepción modular, donde cada módulo, está conformado por cursos, que se interrelacionan a través de nódulos de articulación a partir de los contenidos y en su integración les posibilitan a los participantes los conocimientos en las ramas de la Pedagogía, la Psicología, la Metodología de la Investigación Educativa, entre otra. El tránsito de los maestrantes por los diferentes módulos les aporta conocimientos de mayor nivel de profundidad para el ejercicio de la docencia y de la investigación, de su práctica pedagógica, con una dimensión profesional para el desempeño traducida en conocimientos, habilidades, actitudes y valores propios del docente que aspira la sociedad cubana actual, a la luz de las transformaciones educativas que se llevan a cabo.
El programa está centrado en la investigación, como proceso orientado a la producción de nuevos conocimientos y es considerado como eje articulador del currículo, por lo que los cursos que conforman cada uno de los módulos, tributan a los proyectos de tesis de los estudiantes. La estructura del programa, ha sido objeto de procesos evaluación interna y externa, con el propósito de lograr su perfeccionamiento metodológico, para ello se han considerado las crecientes expectativas y necesidades del territorio, la práctica social educativa de sus egresados y las líneas de investigación abordadas en el programa, lo que ha llevado a la realización de cambios para la sostenibilidad, del mismo.
El plan de estudios está orientado hacia la sostenibilidad, ya que se fundamenta en un campo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que garantiza que los maestrantes asuman la profesión con una actitud crítica, creativa, científica y de liderazgo, capacitándolos para la investigación de su práctica profesional, a partir del análisis del contenido teórico-metodológico que abordan los diferentes cursos y de la concepción integradora del módulo.
Los programas de cada curso son esencialmente formativos, en cuanto al desarrollo de las capacidades de comprensión, de profundización y reflexión sobre los fenómenos educativos, tanto en su dimensión teórica como en sus expresiones prácticas, relacionadas, de una parte, con los diferentes campos de acción del maestrante, y de otra, y con el desarrollo de sus habilidades para la investigación, que le permitan proponer alternativas innovadoras en su campo de trabajo.
A partir del desarrollo de las líneas de investigación se consolida un proceso de formación, actualización y perfeccionamiento de los maestrantes, que propicia seleccionar, sistematizar, evaluar, difundir, experiencias innovadoras, en diferentes dimensiones de la gestión educativa, la participación comprometida, de los estudiantes, en el proceso de control y evaluación de su práctica y a la vez que contribuye a la generación, la aplicación y la transmisión del conocimiento, se instaura como un proceso reflexivo y sistemático que sustenta su labor como docente.
Durante la aplicación del programa cada profesor garantiza una adecuada orientación para el desarrollo de las actividades de trabajo independiente de los participantes, promoviendo el ambiente de indagación reflexiva que condiciona un proceso de interacción sistemática entre todos los participantes. Un elemento a destacar es la toma de posición científica, que se desarrolla en el futuro master a lo largo de su proceso de formación, que conduce a la conformación de los fundamentos teóricos, que conforman los pilares esenciales, de la tesis que defenderá, como requisito, para la obtención de su título.
La evaluación del aprendizaje se concibe como un proceso permanente, crítico y prospectivo donde intervienen los actores involucrados. Tiene un carácter cualitativo y formativo orientado a fortalecer los aciertos y a corregir los errores de las actividades de docencia y de investigación, con la finalidad de elevar la calidad del programa. Para tal propósito las actividades lectivas, independientes y evaluativas se realizan desde una perspectiva creativa e innovadora. La evaluación final del aprendizaje en la Maestría, lo constituye la defensa de la Tesis la cual muestra el nivel alcanzado por los maestrantes relacionados con los objetivos previstos en el programa.
El carácter humanista del programa se evidencia en la consideración del maestrante como centro del proceso de formación, al tener en cuenta sus necesidades, aspiraciones, expectativas, motivaciones y en el impacto, de este proceso, en su desarrollo profesional y personal.
Hernández, et al. (2012), precisa que “la pertinencia de un programa de educación de posgrado se relaciona con el impacto que sus aportes generan, por las respuestas que preveé a las necesidades de la economía, la sociedad en el entorno en que se desarrolla, su repercusión y las transformaciones que objetivamente deben producirse en los cursistas, lo que al final se traduce en reconocimiento social”. (p. 4)
Se coincide con dichos autores cuando afirman que, la eficiencia académica de un programa tiene tres dimensiones de impacto que se manifiestan en lo institucional, en lo social y lo personal. En la institucional, como ejecución del programa por la institución de educación superior, en la cual impactan fundamentalmente: los recursos invertidos, los graduados y sus logros alcanzados, la calidad de los resultados académicos, de la ciencia y la técnica en los territorios. En la dimensión social, se manifiesta en la mayor calidad que alcanza el profesional en su desarrollo laboral, en el entorno en que se relaciona, así como los cambios para la mejora que deben generar en su práctica En la dimensión personal, como medida del grado de satisfacción de las expectativas de superación, del crecimiento profesional y científico, en función de las transformaciones realizadas y el prestigio alcanzado en el colectivo donde labora.
Lara, et. al. (2016), alegan que durante la marcha del programa se han generado cambios en el plan de estudio, con el propósito de dar solución a los problemas del entorno, satisfacer los intereses de la sociedad en cuanto a la formación de master en educación, responder a las necesidades de superación personal de los maestrantes, conocer las demandas reales de las instituciones donde laboran y promover su sostenibilidad.
Estrategia metodológica seguida para la evaluación del impacto de la Maestría en Educación
Identificación de las variables y dimensiones para caracterizar el impacto:
Variable 1: El desarrollo del proceso de formación posgraduada, desde la dimensión personal y profesional.
Dimensión personal se consideran los resultados de las evaluaciones académicas durante el desarrollo del programa, la participación en actividades grupales, el compromiso y la responsabilidad con su formación postgraduada, el grado de satisfacción con las actividades programadas, la incidencia del programa en el desempeño, prestigio profesional y producción intelectual.
Dimensión profesional se constatan los cambios en los modos de actuación relacionados con la obtención, actualización, producción, profundización de los conocimientos y aplicación de los mismos para la consecución de la investigación científica.
Variable 2: El impacto de la formación postgraduada, desde la dimensión del desempeño del egresado en la institución educativa.
Dimensión desempeño del master: se reconocen los cambios de categoría docente, los resultados de las evaluaciones anuales, los cambios de funciones, de cargos, la continuidad hacia la formación doctoral, la participación en eventos como ponentes y tribunales, la tutoría de trabajos científicos estudiantiles, la realización de oponencias a trabajos de diplomas y tesis, la ejecución como tutores de trabajos de investigación, la dirección y participación en proyectos de investigación, la elaboración y publicación de artículos, folletos, monografías, programas docentes, guías de estudio, libros de texto, la dirección y/o intervención en el trabajo metodológico de sus colectivos, la impartición de docencia de calidad, la obtención de premios, condecoraciones, reconocimientos, evaluaciones emitidas por sus alumnos, el grado de satisfacción con la formación recibida, la aplicabilidad de los resultados de la investigación en su práctica docente.
Dimensión Institución escolar: se analizan los cambios que los egresados del programa provocan en el contexto de la institución educativa, tales como el número de proyecto de investigación que se realizan, aportes, transformaciones, en el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizajes, colaboración en el trabajo metodológico, en la producción científica e investigativa.
Vías empleadas para garantizar un cambio sostenible del Programa
Perfeccionamiento del programa de acuerdo a las expectativas y necesidades de las instituciones, la práctica social de los maestrantes y el seguimiento a los egresados.
Conservación de la excelencia del claustro y del comité académico.
Selección de los estudiantes de acuerdo a los requisitos establecidos y en atención a las necesidades reales de las instituciones educativas del territorio.
Vinculación de los temas de investigación con los avances de la ciencia, de la tecnología y la sociedad y correspondencias con problemas científicos, del ámbito educativo.
Continuidad de la formación de los egresados en estudios doctorales.
Análisis acerca de la evaluación del impacto de la Maestría en Educación en términos de un cambio sostenible.
Flexibilizar el proceso de formación, a los participantes, pudiendo cursar el programa sin abandonar su trabajo.
Satisfacer las necesidades de formación de los profesionales del territorio a partir de un diagnóstico que revele las carencias de preparación de master en educación.
Seleccionar a los aspirantes al programa en atención a las necesidades reales de la institución a que pertenece y no solo por el deseo personal de superación.
Desarrollar investigaciones que tributen a la solución de los problemas territoriales relacionados con la educación e implementación en la práctica.
Consolidar procesos de enseñanza y aprendizajes que aseguren el incremento de la cultura general de los participantes y su impacto en la calidad de las actividades personales y profesionales, en que están involucrados.
Propiciar el incremento de la independencia cognoscitiva de los participantes, así como una organización más autónoma de sus aprendizajes, durante el desarrollo de las actividades académicas e investigativas orientadas.
Elevar la formación integral del claustro en función de lograr cambios sostenibles e impacto del programa.
Con el propósito de identificar los resultados alcanzados en cada una de las ediciones, de la Maestría en Educación, se utilizaron diferentes métodos científicos, que han permitido constatar cambios sostenibles en el programa. Entre los métodos se pueden mencionar: estudio de los documentos inherentes al plan de estudios, a los informes de autoevaluación, elaborados en cada proceso de acreditación, las encuestas, las entrevistas aplicadas a profesores, maestrantes, egresados y empleadores.
Resultados relevantes alcanzados por la Maestría en Educación
Entre los resultados relevantes alcanzados por la Maestría en Educación, y que dan cuenta de la presencia de cambios sostenibles logrados como resultado de los diferentes procesos de evaluación de su impacto, se pueden precisar los siguientes:
La Maestría en Educación mantiene la categoría de Programa de Excelencia desde el 2006.
La tradición en la formación de máster. El programa de la Maestría en Educación tiene 20 años de vigencia, con 233 másteres egresados del país y 14 extranjeros.
Las solicitudes de matrícula al Programa han estado por encima de las cuotas asignadas por organismos y centros en cada edición.
La articulación coherente de la Maestría en Educación con programas de formación de doctores, un total de 19 egresados de las ediciones concluidas han obtenido el grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas o en Ciencias de la Educación.
La determinación de los impactos del Programa en atención a las estrategias seguidas y la socialización de los resultados en diferentes eventos científicos.
La participación de los maestrantes en diferentes eventos científicos de manera sistemática.
La vinculación de profesores y maestrantes del programa a proyectos de investigación.
La intervención de un claustro de profesores y tutores con elevadas categorías docentes y científicas. Participan doctores en Ciencias en diferentes especialidades, con reconocido prestigio, experiencia en el área de conocimiento y con elevado nivel científico.
La garantía, de parte del claustro, de la calidad y sistematicidad en la orientación y la tutoría, desde el inicio del programa hasta su culminación.
La aplicación de los resultados de las investigaciones realizadas por los maestrantes en diferentes esferas de la vida social y educativa del territorio.
La socialización de los resultados alcanzados por el programa en diversos eventos nacionales e internacionales, publicaciones en revistas y otras fuentes, así como la presentación de sus impactos en convocatorias de premios.
La dirección del programa garantiza con calidad la planeación, organización, ejecución, control de las actividades del programa y el monitoreo del impacto, así como la difusión, legalidad de la documentación y atención de las necesidades de los profesores, tutores y maestrantes.
La formación integral de los egresados de la Maestría en Educación es reconocida en los centros donde laboran, han sido avalados los resultados aplicados de las investigaciones, han elevado la calidad de los procesos de enseñanza aprendizaje en que participan, multiplicando sus saberes al resto de los miembros de los claustros respectivos y logrando, además, una mayor incorporación al trabajo investigativo.
La amplia gama de oportunidades que ofrece el programa a sus egresados ya que centra el interés en el desarrollo de las capacidades y por ende en el empleo de estas para la mejora de la calidad de vida personal y profesional.
CONCLUSIONES
La Maestría en Educación de la Universidad de Cienfuegos, es un programa pertinente, que da respuesta necesidades sociales del territorio, sus objetivos y contenidos se corresponden con los criterios que argumentan tal fundamentación.
El impacto del Programa se ha constatado en la elevación de los niveles de desempeño de sus egresados que dan muestras de mayor capacidad para asumir y dar solución a las situaciones profesionales en las que se insertan.
La evaluación de impacto del Programa ha resultado de gran utilidad, ya que ha contribuido a la mejora del mismo. No se concibe hablar de impacto sin evaluar los cambios producidos, lo que lleva a plantear que los procesos de evaluación deben ir unívocamente relacionados a la instauración de cambios sostenibles.
Durante veinte años el programa se ha desarrollado sobre la base de instrumentar cambios sostenibles, lo que ha permitido a sus egresados contribuir a la solución de problemas del entorno educativo.