Introducción
La constante globalización y trasformación pedagógica demanda de la Educación Superior una formación integral, que fragüe un profesional capaz de transformar la sociedad donde vive, con gran capacidad de resolutividad a los problemas que se presenten, esto objetivo solo se logra si desde los primeros años de su formación en las carrera se considera la integración de las disciplinas, pero esto no se presenta de esta forma, generalmente el proceso de formación de habilidades investigativas se relaciona con la asignatura Metodología de la Investigación u otras cercanas a ella, en lugar de abordarse como eje transversal durante sus estudios universitarios.(Guerrero, 2007)
En 1999, según los estándares internacionales para la educación médica se expresó acerca de la investigación: "En el currículo se deberían incluir los elementos para formar a los alumnos en el pensamiento científico y los métodos de investigación". (Karle, 2003), cuestión que resalta la importancia del dominio del método científico y la investigación durante el proceso de formación de profesionales, lo que reviste vital importancia especialmente en la carrera de odontología.
La formación y desarrollo de habilidades investigativas en la formación de profesionales ha sido revisada en diversas investigaciones educativas a nivel internacional, según ha planteado Martínez Rodríguez & Márquez Delgado (2014), refieren que una de los criterios fundamentales de estos artículos ha radicado en la correlación entre los términos formación de habilidades para la investigación o desarrollo de habilidades investigativas y el de formación para la investigación o para la investigación. (Pereda, 2015)
Veitia Cabarrocas (2014), refiere que la formación de habilidades investigativas constituye una necesidad debido a que la investigación no solo es uno de los procesos característicos de la educación superior, sino que representa una función específica de la ocupación profesional, además que prepara al egresado para afrontar con éxito los requerimientos del desarrollo científico-técnico contemporáneo.
La universidad del siglo XXI según expresara Horruitiner Silva (2006), no solo tiene que resguardar la cultura sino desplegarla y promoverla, esto significa a criterio de los autores que solo la investigación científica permite hablar de auténtica formación de graduados universitarios.
Por tal motivo consideramos importante abordar la temática de las habilidades investigativas y realizar consideraciones teóricas relacionadas con el desarrollo de habilidades investigativas y su rol protagónico en la formación del profesional de la carrera de Odontología en la presente investigación.
Desarrollo
Con los constantes cambios científicos y tecnológicos en el mundo actual la academia se enfrenta a nuevos retos, esta realidad le exige capacidad de responder a las innovaciones necesarias dentro del sistema educativo y a los cambios de los enfoques y modelos de la formación profesional, por lo que la educación superior establece de forma prioritaria su misión entre las demandas sociales correspondientes en cada momento histórico y cultural concreto.
Una de las tareas fundamentales de la universidad contemporánea constituye la investigación, su existencia garantiza el cumplimiento de su encargo social, de no contar con esta ese centro educación superior quedaría reducido puramente a la transferencia de conocimientos, sin el perfeccionamiento pertinente de los modos de actuación, es por esto que la universidad tiene el encargo de preparar a los estudiantes y atender sus insuficiencias en correspondencia con las necesidades de la sociedad, para así garantizar su desarrollo científico y profesional.
Como se ha afirmado anteriormente dentro de las funciones sustantivas de los centros universitarios está la investigación, y tiene ese deber de introducirse por el sendero de la producción de conocimientos, contribuyendo así al desarrollo de la ciencia universal (Sánchez Puentes, 2014); y la ciencia no es la simple acumulación de conocimientos, sino que implica su producción y aplicación.
La evolución de la educación superior significa también transformaciones en la formación pedagógica, se hace necesario la formación de un profesional capaz de autoperfeccionarse, instaurar los cambios necesarios para lograr los deseados en su modo de actuación profesional, determinado a indagar y proyectar continuamente nuevas opciones basadas en la ciencia, que ayuden a convertir la realidad educativa en la que se desenvuelve profesionalmente. Este profesional, por la naturaleza de su actividad, debe ser un eterno investigador, por esta razón se plantea que la preparación para la investigación es un componente básico en la formación profesional de carácter pedagógica y constituye un punto de aceptación entre los especialistas, tanto en la prédica, como en las propuestas curriculares.
La indagación implica el desarrollo de habilidades, refiere Sánchez Puentes (2014), que éste hacer del saber-hacer no es un pragmatismo ni un proceder espontáneo, significa un proceder instruido, es operar de forma reflexiva, por lo que al estudiante requiere , más que conversar de la ciencia, hay que enseñarle a hacer ciencia.
El componente investigativo contribuye al mejor desempeño del estudiante en las labores relacionadas con la actividad científica estudiantil y una vez graduado al desarrollo de conocimientos, actitudes, habilidades y hábitos en el ámbito de la investigación, logrando desarrollar una cultura investigativa, así como transforma su pensamiento en crítico y reflexivo.
En Cuba en la Facultad de odontología de la universidad de Villa Clara se analizó como en el Plan de estudio C señaló el comienzo de la formación investigativa de los estudiantes desde el currículo, liderada por la disciplina rectora en la verticalidad de la carrera, formulada explícitamente en el modelo del especialista, donde se expresa que la actividad investigativa formaba una de las funciones a ejercitar por este profesional una vez graduado; introdujo un salto cualitativo en la formación integral y específicamente en la investigativa del estudiante.
En otros estudios realizados en Cuba diferentes facultades de odontología se comprobaron insuficiencias que indican la necesidad de una mejora a corto y mediano plazos, utilizando estrategias creadas para ese fin, pensando en el próximo plan de estudio.
En el curso 2008-2009 en la Facultad de odontología de Villa Clara, con la aplicación del Plan D se realizó un diagnóstico para comprobar la formación de habilidades investigativas curriculares alcanzadas por los educandos, donde identificaron dificultades que limitaron dicho proceso, lo cual sirvió de base para el diseño de su propia estrategia.
En la educación superior, las competencias deben surgir a partir de los problemas profesionales que deben afrontar los graduados durante su formación en el pregrado y en su desarrollo en el postgrado, como sujetos activos de la sociedad, capaces de producir conocimientos científicos.
Los problemas profesionales que debe solucionar el egresado de la carrera de odontología y que son específicas de este, no deben confundirse con la realización de actividades técnicas más o menos complejas que tradicionalmente enfrenta este profesional.
La investigación constituye tarea obligada en el quehacer diario del profesional de las ciencias de la salud, forma parte de su herramienta principal para el diagnóstico y el tratamiento en cada entidad, por lo que es necesario agregar la actitud investigativa a formación del pregrado, partiendo de estos planteamientos Machado Ramírez & Montes de Oca (2009), consideran importante advertir y llamar a la reflexión acerca de la significación que conlleva la preparación de los educandos en la dimensión investigativa del currículo desde el pregrado y continuar hasta el posgrado , ya sea a través de la incorporación o el perfeccionamiento de estrategias en los currículos. (Larrea, 2013)
Sin el componente investigativo, la gestión de la universidad quedaría reducida a la mera transferencia de conocimientos, sin el desarrollo adecuado de los modos de actuación de estos profesionales, es por esto que la facultad de odontología tiene el compromiso de prepararlos de forma adecuada, con el objetivo de atender sus insuficiencias en correspondencia con las necesidades sociales y formarlos de forma integral para su futuro desempeño profesional.
Canto Pérez (2014), expresa que esto se produce porque el desarrollo de habilidades investigativas durante sus estudios en el pregrado contribuye a la formación integral de los estudiantes, que repercute en la preparación para su desempeño como un profesional competente; pero esto no se produce espontáneamente, esto debe ser intencionado, por lo que debe ser planeada, orientada y controlada por los profesores; y por lo tanto, debe formar parte de los currículos de las carreras universitarias.
Canto Pérez (2014), considera significativo informar y reflexionar acerca de la importancia que tiene la preparación de los estudiantes en la cultura investigativa desde el pregrado como parte del currículo y continuar su formación permanente en el posgrado, que puede ser con la incorporación o el perfeccionamiento de estrategias en los currículos como lo planteó Machado Ramírez & Montes de Oca (2009), o de varias acciones como son las referidas por Canto Pérez (2014), entre las que se encuentran: investigaciones estudiantiles, las actividades prácticas , las actividades de educación en el trabajo, la inscripción de los educandos en los proyectos de investigación de los educadores, entre otras.
Se reitera que como uno de los principales objetivos de la Educación Superior es la producción del conocimiento mediante la investigación científica por parte de los docentes y educandos durante la formación de pregrado, pero no se puede hablar de este componente de la vida académica universitaria sin la formación de las habilidades investigativas en los componente personales del proceso de enseñanza aprendizaje, como son los profesores y estudiantes, pero para alcanzar este objetivo en los estudiantes es requisito indispensable que el docente domine estas habilidades investigativas.
La investigación también puede evolucionar la enseñanza a través de los propios proyectos de aprendizaje que crea el estudiante y cuando el docente es capaz de instruir utilizando métodos de investigación que sean factibles, que sean más objetivo y más práctico el aprendizaje alcanzado
La investigación para la formación de competencias profesionales tiene particulares adicionales principales, entre las que se encuentran que está regida y orientada por un profesor, como parte de su ocupación docente y que los investigadores no son profesionales de la investigación en ese momento, sino sujetos que están en formación.
De igual forma en las facultades de odontología se deben ejecutar investigaciones con la participación de sus estudiantes, para que logren desarrollar habilidades investigativas, que logren producir conocimientos científicos para convertirlos en profesionales competentes en su futura actividad laboral.
Guijarro Intriago, Candell Saldarreaga, Dávalos Vasconez & Monserrate Barco (2018), al hacer una exploración bibliográfica referente a la formación de competencias profesionales, pudo identificar que en las carreras de turismo en las universidades de Ecuador que tienen asignaturas orientadas a la formación para la investigación; sin embargo, estos conocimientos no se aplican en los componentes docentes.
Es indudable que la capacidad para desarrollar investigaciones se logra haciendo investigación; basado en este precepto algunos centros de estudios universitarios están implementando programas trasversales, con el objetivo de crear un ambiente que permita identificar y reafirmar la vocación investigativa en general o en área específica, esto lo dirige un investigador de carrera y un grupo de educandos o profesores que desean iniciarse en la investigación.
La investigación constituye una herramienta del proceso enseñanza-aprendizaje; es decir, su propósito es divulgar información existente y contribuir a que el estudiante la integre como conocimiento (aprendizaje) desde la práctica.
Varios autores del contexto universitario de Ecuador concuerdan en que el tratamiento al componente investigativo es frágil, lo que trae como resultado que la formación de habilidades investigativas es insuficiente. Del estudio de la obra de estos autores se pudo comprobar que la formación las habilidades antes referidas permanece relacionada con la disciplina metodología de la investigación. De igual forma existen discrepancias sobre la determinación de cuales habilidades investigativas son fundamentales para los estudiantes universitarios.
Autores de otros países tales como Chirino Ramos, 2002; Machado & Montes de Oca, 2008; han referido el tratamiento de estas habilidades, en algunos casos como competencias investigativas, planteando que existen que existen problemas en el proceso de enseñanza aprendizaje de estas en los estudiantes de los centros universitarios; esta situación coincide con lo que sucede en las universidades en Ecuador.
Estas habilidades no reciben un correcto tratamiento, por lo que pudiera afirmarse que estos centros universitarios no cumplen las dimensiones del proceso de formación “instructivo, educativo y desarrollador”, planteado por Álvarez de Zayas, 1999, lo que restringe la aportación que estas habilidades investigativas ofrecen a la formación integral de los educandos en las universidades.
Personalidades académicas en el Ecuador, representantes del CES, han asegurado que en la educación superior de su país la formación de habilidades investigativas constituye una problemática que no ha sido tratada a nivel de estas, expresada en la falta de eficiencia en lo relativo al porcentaje de estudiantes que se matriculan contra los estudiantes que se gradúan, por lo que la universidad no está generando los conocimientos necesarios para dale solución a los problemas que tiene esta sociedad
De lo anteriormente planteado se infiere que esta situación se presenta de forma similar en la carrera de odontología, siendo necesario que se garantice el proceso formativo desde su dimensión investigativa y científica, para de esta forma lograr desarrollar una cultura de investigación como afirma Cintra Lugones (2013), citado por Espinoza Troconi (2016), donde expresa que viabiliza enseñar, instruir, educar, por lo que se eleva la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje, permitiendo desarrollar a los estudiantes de forma constante, elevando paulatinamente sus conocimientos, todo basado en fundamentos filosóficos, pedagógicos, psicológicos, y sociológicos, entre otras, capaces de descubrir el carácter histórico-concreto de los vínculos entre la formación de pregrado y la labor científico-investigativa desarrollada por las condiciones histórico-concretas de la universidad.
Como afirma Espinoza Freire, Rivera Ríos & Tinoco Cuenca (2016), es una necesidad educación superior que los estudiantes sean competentes, que se convierte al saber hacer, es necesario que adquieran los conocimientos disciplinares, además los utilicen e integren en sus etapas de formación de pregrado, en su actividad técnico profesional y en su rol en la sociedad; esto significa que más que conocimientos y habilidades tiene que ver con la comprensión de lo que se hace; de esta forma se explicita la significación de competencias investigativas que deben alcanzar los estudiantes y que se toma como antecedente para la investigación que se desarrolla, es decir que un estudiante es competente cuando sabe hacer, participa y coopera y se implica con lo que hace, llegando formarse como investigadores.
De esta manera, es una exigencia que el claustro de profesores de los centros universidades y los espacios áulicos donde se desarrollan los respectivos procesos de aprendizaje, constituyan verdaderos espacios que brinden oportunidades relacionadas con la formación profesional integral, donde invada la producción del conocimiento científico utilizando diferentes vías como es : la búsqueda información, la síntesis y la utilización de las tecnologías de la información científica como auténticos desafíos y encargos que tienen hoy estas instituciones.
De igual forma, Rizo (2004) citado por Espinoza Freire, et al. (2016), especifica que importante que los docentes que enseñan investigación, utilicen competencias investigativas para transferirlas a sus estudiantes, expone que la investigación supone una aproximación a los conocimientos teóricos que fundamenta la actividad investigativa, además señala de darle un sentido reflexivo y aceptarla como un proceso en continua construcción y reconstrucción, pues como la ciencia genera conocimiento constantemente, la obsolescencia de esta es constante, plantea que la mejor forma de aprender a investigar es investigando y si es desde la práctica es mucho mejor, pero brindando atención a los niveles pedagógico, cognoscitivo y comunicativo.
En el contexto Venezolano realizaron una investigación Espinosa Troconi (2016), donde se identificó que en la práctica formativa de la carrera de odontología coexisten condiciones en los alumnos referente a la investigación científica, basada en las dificultades presentes en la formación pretérita de los docentes y del plan de estudios, dentro de las cuales se encontraban la presencia de un enfoque tradicional en el aprendizaje de la odontología, desarrollo de actividades prácticas con los pacientes que no son sistemáticas lo que limita el desarrollo de habilidades propias de la profesión, utilización de paradigmas de investigación que conducen a la reproducción de conceptos y teorías invariables ya desactualizadas, así como la utilización de procedimientos de tipo memorístico, matemáticos y mecanicista en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Refiere Espinoza Troconi (2016), que son insuficientes los rudimentos teóricos que aporta la Metodología de la Investigación en la carrera de odontología, agrega que es importante que cada educando llegue a alcanzar cualidades específicas tales como creatividad, tener espíritu innovador, motivación permanente hacia la labor que realiza y participar activamente, tener sentido de pertenencia, sentirse implicados en alcanzar un nivel elevado en el desarrollo socio-económico y en el cultural.
Plantea García Valcárcel (2000), citado por Espinoza Troconi (2016), que en la investigación científica cada ciencia o rama del saber tiene sus especificidades; pero se puede afirmar que todas persiguen como objetivo graduar un profesional con una formación integral, competente para revolver los problemas de la sociedad, para ello debe realizarlo de forma activa, autónomo, con responsabilidad y alto sentido de pertenencia.
Espinoza Troconi (2016), refiere que para lograr el proceso de formación científico-investigativa en la práctica de los alumnos en los centros universitarios propone varias soluciones a esta situación; se destacan como vías expeditas, no únicas, para ello y cito:
“Añadir la Metodología de la investigación como una asignatura del currículo con niveles perennes de actualización, concreción y diferenciación.
Emplear métodos de investigación como vías de enseñanza.
Utilizar el enfoque indagativo en el aprendizaje con tareas diferenciadas.
Desarrollar habilidades científico-investigativas a través de trabajos prácticos e investigativos para discutir en clases, plenarias y/o talleres.
Incorporar talleres y cursos especiales de investigación científica como asignaturas optativas o electivas según consideración del colectivo docente, teniendo en cuenta las exigencias del plan de estudios de la carrera”.
Consideramos que estas propuestas pueden ser factibles en la carrera de odontología, para que el estudiante participe activamente en su proceso formativo, comprometido en su desarrollo científico e investigativo, que le posibilitará dominar el método científico para que pueda transformar y solucionar los problemas que se presenten en su entorno, de esta forma adquirir los modos de actuación de su futuro desempeño profesional.
Es revelador que el profesor en el proceso de enseñanza aprendizaje en sus diferentes formas ya sean teóricas o prácticas, donde se impartan contenidos, les presente diferentes situaciones problémicas vinculadas a su futuro ejercicio profesional, para que el estudiante pueda indagar, razonar, investigar, formular diagnósticos y pueda responder objetivamente los problemas planteados.
Espinoza Troconi (2016), plantea que ante condiciones determinadas, el profesor debe exponer estrategias y/o opciones para darle solución, teniendo en cuenta niveles graduales de complejidad en lo referente a las habilidades indagativas individuales en cada momento que transcurra el proceso formativo.
Se ha reflexionado desde el ambiente pedagógico, se ha expresado que para lograr un pensamiento científico-investigativo en alumnos que cursan sus estudios universitarios
Es importante que se apropien de significados, sentidos y experiencias como aspectos esenciales que inciden directa e indirectamente sobre los que se encuentran en el proceso formativo al mover el pensamiento de lo empírico a lo teórico.
Se fortifican las potencialidades referentes a la raza humana con la investigación, pero solamente se logra cuando se han adquirido los aprendizajes esenciales por los alumnos durante sus estudios universitarios del pregrado, continúa en su formación laboral, se forman valores superiores, se generan y reconstruyen conocimientos que se pueden comparar con los ya existentes.
Las experiencias investigativas de alumnos que cursan el pregrado, sienten la ineludible responsabilidad y se establecen en los distintos aspectos que expresan la dialéctica del pensamiento en el proceso de formación científica e investigativa, y se descubren a través de un sistema dinámico de formas que pactan las transformaciones objetivo-subjetivas, las cuales incluyen un proceso de aprobación de la dialéctica, las que deben ceñirse a las formas del pensamiento individual y social.
La cultura investigativa surge como una opción de progreso y avance científico no sólo referido a la esfera profesional, sino también en lo social, por lo que es significativo impulsarla desde los estudios en el pregrado para conseguir profesionales con mayor sentido de pertenencia con la labor que libran, capaces de innovar el medio donde se desempeñan, de aquí su repercusión en la sociedad , así se van desarrollando en ellos cualidades como son la responsabilidad, la profesionalidad, la autonomía, lo que posibilita el autoaprendizaje constante y la reajuste sistemático de los conocimientos.
Machado & Montes de Oca (2009), refieren que las habilidades investigativas constituyen eje transversal de la formación investigativa. “El desarrollo de habilidades investigativas es una de las vías que permite integrar el conocimiento a la vez que sirve como sustento de autoaprendizaje constante; no solo porque ellas facilitan la solución de las más diversas contradicciones que surgen en el ámbito laboral y científico, sino además porque permiten la autocapacitación permanente y la actualización sistemática de los conocimientos, lo cual es un indicador de competitividad en la época moderna”. (Machado & Montes de Oca, 2009)
Respondiendo a la necesidad de elevar la calidad en la docencia, se están realizando transformaciones en las universidades actualmente, que van dirigidas a la formación de habilidades investigativas como es la realizada por la Universidad Metropolitana del Ecuador, la cual consistió en emplear un estudio de caso integral en la materia de Metodología de la Investigación Científica para alumnos de las carreras de
Gestión Empresarial y Ciencias Administrativas y Contable, que favoreció la adquisición de sus habilidades, lo cual se reflejó en la elevación de los resultados en el desempeño docente de los alumnos en esta carrera.
A criterio de los autores de la presente investigación en la formación de profesionales de la odontología se pueden utilizar el estudios de casos en la práctica clínica, pues cada paciente es un caso a estudiar y solucionar el problema de salud que posee, ya que como planteara Pérez Faure, 2014 esta forma organizativa docente es practicable
en materias de carácter eminentemente práctico, ese es el caso de esta carrera, donde es imprescindible la aplicación del método clínico como expresión del método científico de la profesión, mediante al cual el estudiante adquiere y profundiza sus conocimientos en la práctica, forma y desarrolla habilidades específicas que responden a su currículo , las cuales va formando y desarrollando en la actividad y en la comunicación al interactuar con el medio social, las cuales responderán a la actividad profesional a la que se dedicará una vez graduado.
Teniendo en cuenta el análisis realizado en el presente artículo los autores de este nos sumamos a los criterios de Montes de Oca Recio & Machado Ramírez (2008), y a los enunciados en este mismo sentido por Bravo López, Illescas Prieto & Lara Díaz 2016, cuando plantearon que el futuro profesional ha llegado a desarrollar habilidades investigativas: “Cuando domina integralmente las acciones y procesos asociados que le permiten transitar por el ciclo lógico del conocimiento científico para la solución de problemas que acontecen en las diversas esferas de su quehacer académico, laboral y propiamente investigativo”.
Conclusiones
En las facultades de Odontología es necesario que se desarrollen adecuadamente las habilidades investigativas como habilidades profesionales, las cuales responden a su formación integral en el campo académico, científico e investigativo.
La cultura investigativa surge como una opción de progreso y avance científico no sólo referido a la esfera profesional, sino también en lo social en lo social, por lo que es importante fomentarla desde el proceso formativo para lograr profesionales más comprometidos, capaces de transformar el medio donde se desempeñan, porque permiten la autocapacitación permanente y la actualización sistemática de los conocimientos, lo cual es un indicador de competitividad en la época moderna.
Es necesario que se tracen estrategias para el tratamiento de los contenidos desde las asignaturas básicas o profesionalizantes como eje transversal del currículo durante la carrera.