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Conrado

versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.15 no.70 Cienfuegos sept.-oct. 2019  Epub 02-Dic-2019

 

Artículo original

Acercamiento a los estudios sobre las familias religiosas en la ciudad de Cienfuegos

Approach to studies on religious families in Cienfuegos’s city

0000-0002-7707-1646Salvador David Soler Machán1  *  , Olga Lidia Suárez del Villar López2  , 0000-0001-9210-3004Regla Dolores Quesada Cabrera1 

1 Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba

2 Museo Hermanas Giralt. Cienfuegos. Cuba

RESUMEN

El presente trabajo aborda la importancia de la perspectiva sociocultural para el estudio de las familias religiosas populares de la Regla de Osha en Cienfuegos, desde consideraciones antropológicas, históricas y filosóficas. Se centra en la interpretación de los elementos que componen las familias religiosas que pueden emplearse para su estudio, contiene además el estado del arte de investigaciones efectuadas en este aspecto desde un estudio exploratorio y el empleo del paradigma cualitativo para la determinación de los universos que identifican la práctica, interacciones y patrones religiosos populares de estas familias de los Ilé de Ocha como expresión del patrimonio inmaterial.

Palabras-clave: Perspectiva sociocultural; Regla de Osha; antropológicas; familias; religiosidad

ABSTRACT

This paper addresses the importance of the socio-cultural perspective for the study of popular religious families of the Osha Rule in Cienfuegos, from anthropological, historical and philosophical considerations. It focuses on the interpretation of the elements that make up religious families that can be used for their study, also contains the state of the art of research carried out in this area from an exploratory study and the use of the qualitative paradigm for the determination of the universes that identify the practice, interactions and popular religious patterns of these Ilé de Ocha family as an expression of intangible heritage.

Key words: Sociocultural perspective; Osha's Rule; anthropological; families; religiosity

Introducción

Como fenómeno sociocultural la religión, es algo que el individuo no hereda genéticamente, sino que es transmitida y enseñada a través de profundos procesos culturales y sociales en diferentes momentos históricos de la sociedad. Sus orígenes se encuentran en el propio surgimiento de la humanidad, donde existieron sociedades sin creencias o instituciones religiosas, pero también han existido personas escépticas, no creyentes o irreligiosas no solo en nuestra sociedad actual, sino en otras sociedades históricas y desde la perspectiva sociocultural ha cumplido una función socializadora y, por tanto, ha de ser enseñada, practicada y trasmitida en los contextos diversos sobre cosmovisiones individuales y colectivas.

Desde el enfoque marxista el concepto que los autores han considerado más ajustado, por parecerles el más completo y abarcador, es el dado por Federico Engels en el Antidühring cuando plantea “la religión no es otra cosa que el reflejo fantástico que proyectan en la cabeza de los hombres aquellas fuerzas externas que gobiernan su vida diaria, un reflejo en el que las fuerzas terrenales revisten la forma de poderes suprarrenales”. (Engels, 1978) Su expresión sociocultural se evidencia con mayor fuerza en los procesos generados por la religiosidad entendida como el conjunto de manifestaciones asumidas por la religión en la vida cotidiana de los diferentes individuos y grupos sociales con una extensión mayor que el de culto propiamente dicho, pues podrían existir tantos tipos de religiosidad como personas además de agrupaciones sociales existentes.

No es un criterio uniforme al respecto, la autora por su acercamiento al tema asume el de Ramírez Calzadilla (1993), “la religiosidad la definimos como el grado y modo con que las creencias y prácticas religiosas se presentan en la conciencia y conducta del creyente o grupo de creyentes. En este concepto se advierte un aspecto… relacionado con la intensidad religiosa de la cual depende el nivel de regulación de la conciencia religiosa sobre la conducta del creyente… y otro a partir del tipo de elaboración del contenido de las ideas y prácticas religiosas”.

La investigación fue un estudio exploratorio descriptivo. Se seleccionó esta modalidad pues este tipo de estudio de corte etnográfico requiere descripciones densas que permita el conocimiento de las familias religiosas populares, en el municipio de Cienfuegos, posee como objetivo demostrar desde la teoría y la práctica un proceso sociocultural relacionado con las familias religiosas populares Para su estudio, es imprescindible conocer y emplear unidades de análisis como prácticas socioculturales, redes y patrones de interacción social, modos de actuación, memoria colectiva, representación simbólica, significante social, fiesta popular y tradicional, festividad religiosa, las cuales permiten conocer su contexto, lleno de interpretaciones que se emplean en función del propio desarrollo del sujeto. Por tanto, se desacraliza el poder exclusivo de un paradigma que reinó por más de dos siglos en las ciencias sociales y cuyos rasgos principales se definen por considerar a la población investigada como objeto pasivo, incapaz de analizar científicamente su realidad y encontrar soluciones para sus problemas (Sarria, 2006).

Desarrollo

El objeto de estudio de la investigación que dio origen a este artículo se relaciona con el estudio de las familias religiosas populares, por la importancia que posee en los procesos de identidad cultural. La perspectiva sociocultural conecta la religión con lo histórico y lo cultural o más bien con una combinación histórica cultural, dando como resultado un producto identitario, que identifica y distingue la sociedad por sus disímiles rasgos, donde las culturas también se transforman. Muchas formas religiosas son resultantes de esas combinaciones y el sincretismo no es extraño a las expresiones religiosas, cualquiera de ellas y menos aún a las formas populares. Por eso, al explicar la religión, hay que considerar sus raíces históricas culturales, las que a su vez determinan funciones específicas de lo religioso.

En lo cultural, la religión ofrece elementos de unidad para colectivos humanos, bien sea por proponer antepasados comunes, un mismo origen o paternidad en símbolos representativos del grupo, en sentimientos que actúan en una función integradora o en otros aspectos que identifican la colectividad. En circunstancias críticas cuando otros factores de unidad, políticos, ideológicos, étnicos, se someten a dudas, los religiosos comienzan a ocupar un lugar importante y cabe la posibilidad de que agrupaciones religiosas lo utilicen como factor de concertación, pero se encuentran también ciertos rasgos propios que imprimen peculiaridades en una unidad dialéctica de lo idéntico y lo diverso (Soler, 2016).

Los estudios sobre religión marcan dos ejes principales: como origen y como función social de sus significantes, que se tejen en el conjunto de relaciones sociales donde se insertan las prácticas socioculturales asociadas a este fenómeno, descansa en la visión acerca de la función social de sus significantes.

Desde lo sociocultural y por su carácter popular tiene su centro en la familia religiosa entendida como “grupo social religioso con manifestaciones de religiosidad popular que mantienen una relación individuo-individuo o individuo-grupo, donde predomina un clientelismo padrino-ahijado a partir de servicios religiosos normados de acuerdo con los criterios personales, las visiones y percepciones, la eficacia del culto, las conductas y la relación santero-orisha desde una vinculación con lo sobrenatural, que norma, desde la actuación de los orishas, las maneras, formas, ritos, ceremonias, ofrendas, entre otros, del participante, así como sus relaciones con sus hermanos de santo, otros grupos religiosos y la sociedad en general”. (Soler, 2003)

Es un núcleo básico en el mantenimiento religioso por ser una estructura no institucionalizada con independencia, sustentada en consagraciones y prácticas religiosas continuas que se mueven en varios niveles sociales y ajustadas a las improntas, necesidades, aspiraciones y anhelos de las cotidianeidades de acuerdo con la experiencia, lugar jerárquico, nivel cultural y religioso y sistema de interacciones e intereses, colocando las estrategias para el empleo de las representaciones simbólicas, el conocimiento del grupo, la protección de sus miembros, los roles de los mismos, la actividad compensatoria de sus servicios, las posibilidades del aprendizaje, los criterios socio políticos y su actividad ritual y práctica.

El espectro de la familia no es estático, crece considerablemente, lo que considera Calzadilla como un significado metautilitario, que conduce a la ampliación del espacio y áreas de las religiones populares. La familia religiosa, por tanto se expresa como una construcción sociocultural de amplio papel movilizativo, perceptivo, y representativo, expresado en ocasiones en oportunidades conflictivas de acuerdo a su práctica religiosa, interpretaciones, posiciones y estructuración de servicios religiosos, que buscan en la solución de sus problemas sociales la referencia visualizadora y socializadora de su grupo (Soler, 2006).

La familia en sus prácticas individuales y colectivas construye en los ámbitos socioculturales una estructura, expresión popular y social en constante transformación. Su estructura se establece a partir de los siguientes elementos: liturgia, ritual o ceremonial religioso. Está configurada por el conjunto de actividades y procederes que son realizados en el marco de cualquier religión.

Otro elemento institucional es que estará formada por el conjunto de estructuras, organizaciones, sacerdocio, órdenes y jerarquías, sistema disciplinario, estructura eclesial, etc. Su importancia es extraordinaria, por cuanto le pertenencia en sentido estricto a una u otra religión, está condicionada en gran medida por la aceptación por parte del creyente de los elementos institucionales propios de ésta u otra religión.

La conciencia religiosa: asume un fundamento ideológico, con una cosmovisión sustentada ontológica, filosófica y teológicamente en creencias y concepciones. A partir de estas se cristaliza el sistema de valores religiosos asumidos en lo institucional y expresados de forma litúrgica. La conciencia religiosa adquiere variados grados de elaboración, desde ideas aisladas poco estructuradas hasta conjuntos de representaciones y sistemas complejos. La conciencia religiosa colectiva presupone representaciones y sistemas complejos que resumen el conjunto de elementos compartidos por los miembros de una religión particular y adquiriere una significación social.

La funcionalidad social de las prácticas socioculturales en el sistema de relaciones en que se expresan se define a partir de modos de comportamientos y tipos de actuaciones moldeadas por la conciencia religiosa colectiva que tipifica sus rasgos. De ahí que toda práctica religiosa condicionada por la conciencia religiosa colectiva como forma predominante de conciencia, sea en esencia una práctica sociocultural.

Desde el paradigma predominante en los estudios socioculturales, las prácticas se sitúan en el centro del proceso, lo que determina lo mismo en uno u otro sentido su indicación hacia la actividad, significantes e interrelaciones que tienen lugar en el proceso de conformación de estas. Toda práctica se encuentra asociada entonces con dos elementos fundamentales: un significado que apunta hacia la actividad, a partir de los diversos y concretos modos de actuación, y otro elemento que torna hacia lo simbólico, es decir hacia la representación ideal, cuyo contenido se encuentra determinado por la tradición, vista como todo aquello heredado y socialmente útil con sus sistemas de significantes.

Por tanto, las acciones religiosas se constituyen, en prácticas socioculturales, difieren unas de otras no solo por el contexto y las condiciones en que se desarrollan, sino por los diversos valores que las tipifican. Lo religioso ha constituido a lo largo de la historia un elemento tipificado de prácticas, pero no obstante no se puede reducir su análisis al simple hecho de su comprensión, ya sea como actividad o como representación ideal.

Resulta imprescindible tener en cuenta una serie de componentes como: el sistema que conforma la estructura religiosa, los elementos históricos que intervienen en la asimilación de la práctica concreta en que se soporta la tradición y los que se mezclan en el proceso de interacción de las redes sociales, en el cual se inserta dicha estructura.

A la hora de abordar la jerarquía en los estudios religioso, la perspectiva sociocultural vuelve a jugar un papel fundamental. La significación social de un hecho se expresa desde la asimilación y desasimilación de códigos a través de los cuáles se interactúa en el sistema de relaciones de un contexto. Así se constituyen prácticas socioculturales que comprenden costumbres, creencias, modos de actuación y representaciones que se han estructurado basándose en prácticas del pasado funcionalmente utilitarias para interactuar en el presente. Esta significación se manifiesta en actuaciones concretas o como historia desde la memoria colectiva, referida esta a aquellos elementos que se representan en el imaginario únicamente en formas simbólicas (Quiñones, 2006).

Esta perspectiva, permite identificar e interpretar las determinaciones contextuales históricas, económicas, políticas y estructurales en el proceso de conformación y sedimentación de las prácticas religiosas, caracterizar su relevancia, describirla en todos sus aspectos de forma lógica, coherente penetrando en su naturaleza en función de la interpretación el mundo.

Los estudios sobre religión en la provincia de Cienfuegos se iniciaron con el inventario realizado por el Atlas de la Cultura en la década del ochenta. En las entrevistas realizadas a las técnicas del Atlas por Consuelo Cabrera y. Ada Rodríguez Autrive, quienes estuvieron a cargo de esta actividad, manifestando que aparejado al proceso investigativo y el levantamiento etnológico efectuado se desarrollaron varios eventos denominados Simposios de la Cultura Cienfueguera, en los cuales presentaron los primeros trabajos referentes al tema de la religión. (Almaguer, 2008)

En la década del noventa se desarrollaron importantes estudios sobre religiosidad popular, vinculados a la organización de talleres sobre dicho tema en el Instituto Superior Pedagógico, denominados Sincretismo e Identidad, dirigidos por la Dra. Lilia Martín Brito y Ricardo Llaguno, importante experto con un alto nivel empírico en estudios de religiones populares, muy vinculado a los estudios de música y canto, que se realizaron por aquel entonces en las zonas de Palmira, Lajas y Abreus.

Entre el 2001 y el 2004, el evento se perfeccionó teórica y metodológicamente, se incorporaron varias temáticas que engendraron, a decir de sus participantes, un movimiento investigativo donde se imbricaba a científicos, practicantes, feligreses y jerarquías religiosas denominándose Aggó-Ilé (con permiso de la casa).

Este evento actualmente, por el alcance de los participantes, los científicos incorporados, así como la trascendencia de las acciones desarrolladas se ha convertido en uno de los espacios críticos más sobresalientes, aunque su visión es muy localista (Almaguer, 2008).

A partir del 2003 aparecen una serie de investigaciones del Museo Municipal de Palmira sobre: Elegguá y sus caminos, Changó, el Orisha más adorado en este municipio cienfueguero; las manifestaciones de la religiosidad popular en dicho municipio, el expediente de declaratoria como tesoro Humano Vivo al culto de Changó en Palmira y los altares afrocubanos. Estas son las investigaciones que, con mayor frecuencia se dedican a los estudios de religiosidad popular.

Resultaron imprescindibles los textos de familias religiosas afrocubanas de Salvador David Soler, las investigaciones sobre significado y significantes religiosos y culturales de este autor junto a Nereida Moya, los estudios del Museo Municipal de Palmira y los de Manuel Martínez Casanova sobre religión popular en el centro de Cuba y en Palmira. Estos trabajos sintetizan, reflexionan, acerca de la conceptualización de este fenómeno sociocultural, en especial por su explicación sobre los procesos ceremoniales, el empleo de ritos, tributos, danzas, cantos sobre todo los tutorados por Salvador David Soler por la forma crítica, particularmente desde la mirada hacia el patrimonio, al momento de estudiar de estudiar las religiones populares.

Con la apertura de la carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales se iniciaron grupos de estudios sobre religiosidad popular insertados en los proyectos: Gente de Costa y Luna, bajo la orientación metodológica del MSc. Salvador David Soler, con una nueva dimensión en estos estudios y la profundización en los elementos teóricos y metodológicos.

Se realizaron diferentes estudios de familias religiosas por parte del Museo Municipal de Palmira, como tesis finales del curso de Museología o dentro de la exposición permanente del Museo, vinculadas a estudios nacionales e instituciones que desarrollaban temas aprobados por la Academia de Ciencias, como el Centro de Antropología, el Museo de Guanabacoa y Regla, la Casa de África, la Universidad Central de las Villas, entre otros

En Cienfuegos los estudios del sistema socio- religioso incluyen elementos que revisten gran importancia para este tipo de investigación, ellos se encuentran: la compresión de las funciones diversas y contradictorias de la religión en el marco cubano, la asociación de las principales formas religiosas concretas a modelos socioculturales establecidos en Cuba, la posibilidad de una autonomía de las ideas religiosas en relación con las ideologías, las políticas, además de la presencia de expresiones y manifestaciones religiosas que se han fortalecido posterior a los años noventa como las festividades, procesiones, prácticas en sus diversas evidencias con un fuerte contenido sociocultural, de los valores religiosos en la sociedad actual.

El primer criterio metodológico asumido para el ejercicio científico se basa en el ajuste de los estudios religiosos al principio que plantea: partir de la realidad concreta específica para la constatación de los hechos sociológicos y sobre esta base desarrollar los análisis y valoraciones de la religiosidad popular desde la significación de estos hechos.

Dentro de los factores que han motivado el acrecentamiento de las investigaciones se encuentran: el incremento de ceremonias y festividades religiosas, así como de las personas que participan en ellas, aumento de los servicios religiosos, demanda de literatura religiosa y aparición de publicaciones que facilitan la comunicación.

El estudio se sustentó en el enfoque sistémico de la religión para revelar gnoseológicamente su estructura interna y la dinámica de las relaciones de los elementos componentes entre sí y la de estos, con otros sistemas o elementos externos. Se asume el paradigma cualitativo dado la necesidad de interpretación del estudio de la familia religiosa, la complejidad de los procesos de indagación, recogida de información y análisis.

Se centró en métodos etnográficos, dada la facilidad para validar la información, registrar conocimientos, habilidades, proyectos individuales y colectivos, los patrones, normas presentes en la festividad como expresión sociocultural que determinan la interacción que se produce en el proceso sociocultural. Se selecciona según el tipo de estudio el método etnográfico porque constituye el método de investigación por el que se aprende el modo de vida de una unidad social concreta, persigue la descripción o reconstrucción analítica de carácter interpretativo de la cultura, formas de vida y estructura social del grupo investigado.

Desde la interpretación sociocultural (Soler, 2003), el método para el estudio de las familias religiosas es por tanto, la exploración de la naturaleza de la festividad como expresión y fenómeno de la manifestación sociocultural y como prácticas de grupos o familias religiosas que inciden en la comunidad circundante, tanto como religión, como práctica comunitaria cultural. El empleo de datos no estructurados que dependen de acciones y manifestaciones contextuales de una familia religiosa popular que implica prácticas, patrones de interacción específicos de acuerdo a las exigencias de la estructura religiosa y por tanto inciden en las particularidades de las comidas, bebidas, cantos, danzas, tronos, estéticas, entre otros.

El estudio permitió analizar el fenómeno de las generalizaciones sobre lo singular que representan el fenómeno de las familias religiosas y se particularizó en una de Cienfuegos, que su trayectoria en la actualidad, denota su funcionamiento y desarrollo.

Se conocieron las principales teorías relacionadas con la religiosidad popular y las familias religiosas populares de la regla de Osha, en especial la relacionada con sus fiestas y los procesos socioculturales vinculados al patrimonio inmaterial.

Se obtuvo y registró información personal de la familia religiosa estudiada, se contrastaron con los actores sociales y los destinatarios de los procesos sociales y culturales. La visualización y contrastación de los datos ceremoniales, la cronología de la Ilé de Ocha, permitieron valorar los diferentes enfoques de niveles de comportamientos, conocer el sistema de opiniones de jerarquías para la validación como elemento de folklor y evaluar las dimensiones, tiempo-espacio.

La investigación se desarrolló en las siguientes etapas:

  1. Etapa inicial. En esa etapa el investigador se familiarizó con el contexto a investigar en la casa de los miembros de la familia y en conversaciones informales siticas, así como con ahijados, además de observar los contextos religiosos y las relaciones que allí se establecieron. En ella se tomaron decisiones acerca del proceso a partir de la elaboración de los objetivos de la investigación, la selección de los métodos y las técnicas la elaboración de las técnicas y el trabajo de mesa así como la estrategia investigativa.

  2. Vinculado al campo. La implementación de las técnicas, la recogida de la información los debates de las estrategias investigativas y el análisis de la información, la contrastación y triangulación y la validación de la información recogida. Se estableció el relato con las personas de la muestra seleccionada. Se elaboraron las acciones a partir de la estructura de los estudios socio religiosos en esa primera etapa, se sometió a una indagación diferida al marco teórico conceptual y una breve caracterización de la familia como exploración y dimensiones para su definitiva conformación.

En el estudio de los resultados del trabajo exploratorio, se consultaron además de las tesis, los textos de Houtar (2006), sobre religiosidad popular desde la perspectiva sociocultural, se puede perfeccionar de manera científica, los estudios religiosos al principio que plantea: partir de la realidad concreta específica para la constatación de los hechos sociológicos y sobre esta base desarrollar los análisis y valoraciones de la religiosidad popular, desde la significación de estos hechos. Dentro de los factores que motivan el incremento de las investigaciones se encuentran:

  • Incremento de ceremonias y festividades religiosas, así como de las personas que participan en ellas.

  • Incremento de los servicios religiosos.

  • Demanda de literatura religiosa y la aparición de publicaciones que facilitan la comunicación.

  • Una presencia mayor de lo religioso en el arte y viceversa.

  • Preponderancia de investigaciones y eventos realizados referentes a los fundamentos teóricos y metodológicos, que hacen de las religiones populares una singularidad en los estudios sobre religiones afrocubanas en Cuba.

  • El incremento de los inventarios del patrimonio Inmaterial y los Tesoros Humanos Vivos vinculadas a los saberes, conocimientos y actuaciones de las religiones populares, en especial en la región central de Cuba.

Esto se ha visto favorecido en el escenario de estudio por el desarrollo de estrategias promovidas por las instituciones religiosas, la institucionalización de la Asociación Yoruba de Cuba, la participación de creyentes en proyectos sociales y culturales, el incremento de los recursos humanos y materiales, la ampliación de sus espacios sociales que influyen en las estrategias de vida, modelos de conductas, en la estabilidad familiar y grupal (Soler, 2017).

Esta estrategia metodológica y epistemológica alcanza un punto máximo de debate críticos, valoración y actualización en el evento Aggó-Ilé (con permiso de la casa). Este evento en los momentos actuales por el alcance de los participantes, los científicos incorporados, así como la trascendencia de las acciones desarrolladas lo han convertido en uno de los espacios críticos más sobresalientes en Cienfuegos y en Cuba, en un espacio de debate de gran valía con respecto a las familias religiosas y sus actuaciones sociales en las dimensiones populares.

Al respecto Soler (2003), plantea en su trabajo Las familias religiosas en Cienfuegos: “Para estudiar la religión en Cienfuegos es indispensable comprender las relaciones y regularidades sociales, culturales que se establecen entre las familias religiosas y biológicas, pues ellas están íntimamente ligadas, lo que influye en la norma, la práctica de los cultos, sus formas de transmisión y las estrategias de crecimiento grupal y social”. Este criterio es de suma importancia para comprender las formaciones de las Ilé de Ocha en la provincia de Cienfuegos, especialmente, en la zona donde surgen los principales cabildos y posteriormente las continúan por varias causas como: las necesidades sociales, culturales y económicas de los sectores más pobres y los negros, lo que posibilitó la interpretación y empleo de aquellas expresiones en función de las expectativas de vida de los individuos, donde la relación con lo sobrenatural juega un papel jerárquico en el mantenimiento del culto y en especial de la casa y su familia.

La religión yoruba se encuentra vinculada a un concepto de familia religiosa determinada por el conjunto de vivos y muertos que surgen de un ancestro común. Estos ancestros con poderes (aché) fueron idolatrados y divinizados hasta convertirse en orishas. En la relación individuo-individuo-individuo-grupo la familia religiosa se fue constituyendo a partir de un orisha que posee una gran fuerza dentro del panteón yoruba por su jerarquía y en especial en la región de Cienfuegos.

Se debe dejar claro que los procesos de construcción de familias religiosas en el caso de Cienfuegos adquieren una particularidad en la confluencia de las familias biológicas con las religiosas y como expresión de mantenimiento y continuidad de las manifestaciones y las prácticas religiosas que cohesionan socialmente la práctica en las comunidades y pueblos.

Los descendientes de esclavos buscaron una forma de oficializar su religión y sus santos y para eso desarrollaron innumerables acciones como asiento de santos, trabajos de ebbó, apadrinamientos, consejos y prácticas religiosas muy seguidas y en especial la fiesta de Ochún el 8 de septiembre, la más importante porque asistían muchas mujeres, lo que se mantiene hasta hoy.

Conclusiones

La perspectiva sociocultural es de gran valor metodológico, epistémica y ontológica para el estudios de las religiones populares vinculadas a la religión de Ocha, pues permite desde la compresión de las prácticas, interacciones, símbolos y patrones, comprender la cosmovisión y actuaciones de la sociedad y sobre todo las relaciones individuales y colectivas. Conecta la religión con lo histórico y lo cultural o más bien con una combinación histórico cultural, que da como resultado un producto identitario, el cual identifica y distingue la sociedad por sus disímiles rasgos, que permite la utilización como factor de concertación, pero se encuentran también ciertos rasgos propios que imprimen peculiaridades en una unidad dialéctica de lo idéntico y lo diverso.

La familia religiosa es un grupo social religioso o con manifestaciones de religiosidad popular que mantienen una relación individuo-individuo o individuo-grupo, donde predomina un clientelismo padrino-ahijado a partir de servicios religiosos normados de acuerdo con los criterios personales, las visiones y percepciones, la eficacia del culto, las conductas y la relación santero-orisha desde una vinculación con lo sobrenatural, que norma desde la actuación de los orishas, las maneras, formas, ritos, ceremonias, ofrendas, entre otros, del participante, así como sus relaciones con sus hermanos de santo, otros grupos religiosos y la sociedad en general. Además de ser un núcleo básico en el mantenimiento religioso por ser una estructura no institucionalizada con independencia, sustentada en consagraciones y prácticas religiosas continuas que se mueven en varios niveles sociales, culturales y económicos.

Referencias bibliográficas

Engels, F. (1978). Anti-Dûhring. La Habana: Pueblo y Educación. [ Links ]

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Ramírez Calzadilla, J. (1993). La Religión: Estudio de investigadores cubanos sobre la temática religiosa. La Habana: Política. [ Links ]

Soler, S. D. (2003). El estudio de las familias religiosas en Cienfuegos. Cienfuegos: CPPC. [ Links ]

Soler, S. D. (2006). La Cultura Popular y tradicional como expresión del Patrimonio Inmaterial. Cienfuegos: CPPC . [ Links ]

Recibido: 16 de Julio de 2019; Aprobado: 15 de Octubre de 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: dsoler@ucf.edu.cu

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