Introducción
La problemática de la orientación se ha convertido en uno de los grandes retos de las instituciones educativas, alcanzando una dimensión social. Sin embargo, aunque las concepciones en torno a este asunto han evolucionado, prevalece el interés en circunscribir como áreas de mayor interés la toma de decisiones y la elección de carrera, según las diferentes problemáticas planteadas por la universidad.
La orientación implica un proceso encaminado a establecer ayuda a los sujetos, de manera que puedan lograr alcanzar niveles superiores en su desarrollo humano y crecimiento personal, a partir del conocimiento de la realidad, así como acciones planificadas que permitan su ejecución y evaluación.
La concepción de Collazo (2001), refiere la necesidad de orientación, que se manifiesta a lo largo de toda la vida, que resulta esencial en las diferentes etapas de formación y desarrollo de la personalidad y sobre todo en aquellos momentos en que a la persona se le hace difícil la toma de decisiones y no alcanza sentirse debidamente preparada para ello.
Asumir, desde esta perspectiva el proceso de orientación profesional, Pino (1999), implica considerar el papel activo del estudiante en el proceso de elección profesional, es ante todo la comprensión de la necesidad de organizar todo el sistema de influencias educativas para que el alumno pueda expresar, en corresponden cia con su nivel actual de desarrollo, sus necesidades, opiniones y reflexio nes y participar en el proceso de su propia formación profesional futura.
Justamente la propuesta que se presenta, parte de la concepción de la orientación profesional, como una relación de ayu da, en la conformación como meta del proyecto de vida, por lo que se valora de valiosa la intención de reafirmar la significación del desarrollo personal como consecuencia de la autodeterminación profesional de la per sonalidad, desde el rol del psicopedagogo en la institución educativa.
Desarrollo
La concepción de la orientación se expresa como un proceso continuo, coherente y colectivo. Cada joven debe tomar decisiones autónomas en términos de un éxito social y profesional. Debe ayudar al desarrollo de habilidades para tomar decisiones, así como para ver más claramente las condiciones para el diseño y ejecución de sus proyectos a lo largo de toda la vida. (Cronbach, 1972)
En este análisis, la concepción de la orientación hacia la profesión, ha sido concebida como servicios que se destinan a la ayuda de las personas en función de la toma de decisiones educativas y formativas. En este sentido Watts (2009), puntualiza que se distinguen tres aspectos para el proceso de orientación: el asesoramiento con carácter individualizado que permita la toma de decisiones teniendo en cuenta las necesidades del sujeto; el desarrollo de competencias que favorezca la autogestión del individuo para poder trazar la trayectoria desde el punto de vista profesional y la arista informativa que permite conocer acerca de las diferentes profesiones.
Las consideraciones en torno a la orientación profesional ha sido abordada por diferentes autores, como Rojas (2003); De León, et al. (2008); Mendoza (2008); Nagy (2008); Merino (2016); Hernández (2008) y Rojas (2018). En éste sentido conciben la necesidad de implicar al sujeto, al significar su participación en el proceso de elección profesional auto determinada, al considerar que es una relación de ayuda que se establece con el estudiante para facilitar el proceso de desarrollo de la identidad profesional del mismo.
Es importante considerar los criterios de Rascován (2005, 2010); y Ribeiro (2009), que hacen alusión a que el proceso de orientación debe poseer un perfil con carácter multi e interdisciplinar en relación a la dinámica en que se manifiesta el contexto social. Es por ello que apuntan la necesidad de considerar la relación dialéctica entre las personas y el contexto social en que se desenvuelven.
Según Ribeiro (2009), “la noción de la carrera debe ser considerada como proyecto social en el que se manifiesta una construcción conjunta desde el proyecto de vida personal y una dinámica relacional con el contexto”. (p. 146)
Este autor sostiene que la realidad se construye en una interrelación desde el ámbito psicosocial que se expresa desde la práctica y el discurso social. Los fundamentos epistemológicos de esta afirmación lo sustentan en la teoría del construcccionismo social donde cada sujeto se construye desde el punto de vista social desde las relaciones y la práctica psicosocial, en una relación bilateral. Desde esta perspectiva considera que una propuesta socioconstruccionista para la Orientación se basa en disponer de un espacio para que los sujetos puedan instrumentarse y plantear sus proyectos de vida.
Por su parte Merino (2016), señala que la orientación profesional, forma parte del proceso educativo que transcurre a lo largo de la vida, que poseen relación con la construcción de un proyecto académico-profesional, que influye en el desarrollo profesional.
Según Almeyda & García (2017), el proceso de orientación profesional, se relaciona con los principios de prevención y la intervención social, teniendo en cuenta que favorece en los estudiantes la transición académica del nivel de enseñanza pre-universitaria a la universitaria, en la que se manifiesta que la decisión implica la calidad del acceso a la Educación Superior.
Considerando el análisis anterior, el tema de la orientación hacia la carrera se ha tratado desde diferentes puntos de vista, pero hay coincidencias en elementos que denotan que todo individuo en uno u otro momento tiene necesidad de la orientación.
Ahora bien, la actividad de orientación profesional, está relacionada con la posibilidad del joven de la elección en un área profesional donde se va a desenvolver durante toda su vida, que se hace más compleja, cuando no dispone de las herramientas para realizar un proceso de elección autodeterminada.
En las instituciones educativas del preuniversitario, se necesita de la labor de orientación a los estudiantes, teniendo en cuenta sus vivencias, capacidades, motivaciones y posibilidades reales, en función del desarrollo de competencias para conformar su proyecto de vida, y su influencia en el proceso de una elección de la profesión. Es por ello que resulta pertinente brindar un servicio de orientación profesional que le permita al joven elegir la carrera según sus intereses, aptitudes y las posibilidades reales.
Desde el rol del psicopedagogo en la institución educativa, se enfatiza en la necesidad de aprovechar las potencialidades de éste especialista para el proceso de orientación hacia la carrera. En este sentido Henao, Ramírez, & Ramírez (2006), refieren que entre los modelos de intervención psicopedagógica se encuentran los programas de orientación hacia la carrera que posee como propósito el asesoramiento y la orientación vocacional.
Autores como Castilla (2005); Henao, et al. (2006); Sanchiz (2008), son del criterio que que los profesionales que se desempeñan como psicopedagogos, poseen las competencias para desarrollar intervenciones en los procesos de orientación hacia la carrera, que para ello deben establecer relaciones con otros profesionales en la institución que permita que los estudiantes logren elaborar un proyecto de vida y elegir de forma asertiva una profesión u ocupación.
Lo que confirma Bellido (2010), al enfatizar que los profesionales en psicopedagogía, tienen las posibilidades, para desde su función orientadora, desarrollar los programas de orientación vocacional y profesional.
Al respecto señala Rivera (2014), que aunque en el campo de acción del psicopedagogo, se encuentra la orientación vocacional, que permita a la población adolescente elegir una vocación o profesión que le posibilite alcanzar su desarrollo personal y social, no siempre se aprovechan estas posibilidades desde la participación de profesionales en psicopedagogía, teniendo en cuenta que dentro de los roles de quienes ejercen la psicopedagogía se encuentran los de colaborar con los centros educativos, docentes, estudiantes y demás agentes educativos, que permite un mejoramiento del proceso de orientación hacia la carrera en los estudiantes.
Enfatiza la autora que “es importante que los profesionales en orientación propicien la participación activa de los estudiantes durante el proceso de búsqueda de información acerca de la oferta educativa, características de las profesiones, demanda y opciones labores para que, pueda analizarla y compararla con sus motivaciones, capacidades y destrezas”. (p. 7)
En esta perspectiva el psicopedagogo es un profesional de la educación que posee preparación psicológica, pedagógica, científica y metodológica para estructurar estrategias de intervención en la atención de sujetos, en diferentes áreas. En este particular a través de las prácticas pedagógicas innovadoras, crea las condiciones en la institución que permita desarrollar los procesos de orientación, en función de sus necesidades individuales, grupales, sociales y profesionales, brinda servicios de orientación profesional mediante una relación de ayuda con los estudiantes que le permita construir su proyecto de vida y elegir la profesión de manera autodeterminada.
Concepción desde la carrera Licenciatura en Educación, Pedagogía Psicología, en la Universidad de Cienfuegos
En un estudio realizado en el 2019, los instrumentos aplicados en el proceso de diagnóstico, en las instituciones educativas de preuniversitario en el Municipio de Cienfuegos, se constató que la orientación hacia la profesión:
Se centra más en la actividad informativa en relación a las diferentes carreras.
En la entrevista grupal con los estudiantes, refieren que la orientación profesional ha estado centrada en la información sobre las carreras sin profundizar en su contenido, campos de acción, así como las tareas profesionales que deben enfrentar.
La esencia de su elección profesional, se ajusta al estatus social y las bondades económicas de la carrera. Aunque reconocen la significación social en relación a las opciones en que solicitan la carrera, no conocen el contenido de la profesión.
Tienen la idea de la carrera a estudiar, sin embargo no se manifiesta una relación entre ésta y las posibilidades reales de su estudio, teniendo en cuenta las características personales desde el conocimiento de sí mismo.
No se percibe la existencia de objetivos profesio nales claramente definidos orientados al contenido de la futura profesión.
Desde estas consideraciones, es importante significar que las personas que realizan el proceso de orientación profesional en las instituciones educativas, poseen otras funciones que les impide ejecutar acciones personalizadas desde los objetivos de la orientación.
En este sentido Lagos & Palacios (2008), aseguran que éste debe ser un proceso planificado y coordinado técnicamente por el orientador, que entre los propósitos se encuentra acompañar, informar y asesorar a los estudiantes en relación a la toma de decisiones para su continuación de estudios. Así mismo enfatizan que “el rol del orientador debiera estar enfocado en poner a disposición del estudiante las herramientas necesarias para que su decisión optimice la relación entre sus posibilidades, necesidades y expectativas, y a su vez sea coherente con la trayectoria biográfica trazada por él mismo”. (p. 210)
Es por ello que las necesidades de formación que poseen los estudiantes en el área profesional, toda vez que se encuentran en el momento de elección de la carrera, en la cual debe primar la autodeterminación, exige de una atención sistemática y coherente con sus necesidades y potencialidades. Esto indica que los psicopedagogos que realzan su actividad profesional en estas instituciones, se encuentran en condiciones de establecer un programa de orientación y asesoría a los estudiantes y docentes, en tanto cuentan con las competencias profesionales para estas funciones y así contribuir a un proceso de elección autodeterminada, a partir de la elaboración del proyecto de vida personalizado en los estudiantes.
Atendiendo a esta perspectiva las premisas para el proceso de orientación profesional en la institución son las siguientes:
La orientación es una relación de ayuda, entre el orientador y el orientado, que permita el conocimiento de sí mismo, y un crecimiento personal a partir del proceso de autodeterminación.
La orientación profesional es un área que forma parte del proceso de orientación psicopedagógica.
Considerar los principios del proceso de orientación: prevención, desarrollo y acción social.
El diagnóstico como procedimiento básico, en función de conocer el nivel de intereses profesionales en los estudiantes.
El diseño del proceso de intervención psicopedagógica individual y grupal, según las potencialidades y necesidades.
Desde el rol del psicopedagogo en la institución educativa, promover las acciones de orientación hacia la carrera.
La participación de los estudiantes de la carrera Pedagogía Psicología, en su rol protagónico en el proceso de orientación hacia la profesión, en el que se puede manifestar la tutoría entre iguales, donde los estudiantes de niveles superiores facilitan el proceso de orientación hacia la carrera.
La orientación profesional hacia la carrera, con énfasis en Pedagogía Psicología, parte del propio rol profesional de este especialista y su desempeño en la institución educativa. Desde su accionar en el gabinete psicopedagógico como espacio o estructura organizativa donde se proyecta todo el trabajo del profesional encaminado al diagnóstico, orientación, asesoría y tratamiento psicopedagógico se concibe la orientación hacia la carrera en los espacios virtuales encaminados a la publicidad y divulgación de la carrera y en la propia institución educativa, como se puede apreciar en la Figura 1.
Es importante demostrar el rol profesional del psicopedagogo a partir de la función de orientación psicopedagógica, para ello establece nexos con la comunidad educativa para el logro de la influencia coherente de todos los factores en la educación profesional de la personalidad del estudiante, lo que se traduce en la orientación a familias y miembros de la comunidad, en aras de que se posibilite una elección profesional en base a intereses y rasgos personales, a partir de una panorámica consciente de las particularidades de las disímiles profesiones a que puede aspirar. Así como promover un ambiente en la institución educativa al que le sean inherentes la comunicación asertiva, el debate, la reflexión participativa, la búsqueda y enfrentamiento de las contradicciones, la creatividad y autoafirmación personal a través del trabajo en grupo y la colaboración.
El diagnóstico de intereses profesionales de los estudiantes, constituye el punto de partida para el diseño de una estrategia de orientación hacia la profesión, que tenga en cuenta las potencialidades y necesidades determinadas en los estudiantes. La capacitación a los docentes, resulta de un aspecto significativo a considerar, desde las sesiones de trabajo en función de instruirlos acerca del proceso de toma de decisiones y autodeterminación profesional de estudiantes del preuniversitario.
La intervención se concibe desde las modalidades, métodos y técnicas de orientación individual y grupal que promuevan en los estudiantes el conocimiento de sí mismo, el reconocimiento de la historia personal, valores, aptitudes, preocupaciones, capacidades, limitaciones, expectativas e ideales y la confrontación de tales aspectos personales con la realidad social y laboral en que se insertará.
El desarrollo de sesiones de orientación grupal se encamina al tratamiento de temáticas como la elaboración de un proyecto de vida, la autorrealización, autoestima, estilos de vida sanos, toma de decisiones, resolución de conflictos, habilidades sociales, lo que tributará al crecimiento personal, la preparación para el futuro y el establecimiento de las bases para una personalidad íntegra y madura. La relación grupal facilita la credibilidad de los mensajes al ser transmitidos por iguales y favorece que se creen ambientes de cooperación y ayuda.
Conclusiones
A partir de los referentes teóricos, se precisa que la orientación es un proceso sistémico y continuo y se aborda según objetivos indivi duales y sociales en los que está inmerso el sujeto para que este lo revierta en su ámbito de actuación. Desde este punto de vista se trata de relacionar exigencias con preferencias, a partir de crear una relación interpersonal con las necesidades del contexto y los recursos o potencialidades del sujeto.
Las instituciones educativas correspondientes al preuniversitario, necesitan de especialistas que puedan contribuir al proceso de orientación profesional de los estudiantes. En tanto debe ser concebida como parte del proceso educativo, desde la organización de las diversas actividades que forman parte del sistema de trabajo de los agentes educativos que poseen la responsabilidad del proceso formativo, en la que se impliquen con el psicopedagogo en el proceso de orientación.
El psicopedagogo se convierte en una figura medular que puede contribuir a este proceso, a partir las competencias y herramientas que posee desde su rol profesional, para establecer una relación de ayuda, que contribuye a un proceso de elección autodeterminada, a partir de la elaboración del proyecto de vida personalizado en los estudiantes, así como el proceso de asesoría a directivos y docentes.