Introducción
La COVID 19 se convirtió en una epidemia mundial que ha azotado a la mayoría de los países del mundo, desde los primeros casos identificados en diciembre del 2019 a la actualidad se han infectado más de 132,7 millones de personas y las muertes superan los 2,8 millones. Las afectaciones de la COVID-19 no solo han repercutido en la salud de las personas, sino que también ha incidido directamente en todos los ámbitos de la vida política, económica y social (Foladori & Delgado, 2020).
La educación no quedó al margen de la pandemia y ha sido uno de los sectores más afectados por las medidas de confinamiento que los gobiernos han tomado a escala global. Desde que se declaró por la Organización Mundial de la Salud el estado de emergencia sanitaria, los centros educativos cerraron sus puertas, los estudiantes se quedaron en casa para recibir las clases y los docentes pasaron a la modalidad de teletrabajo (Muñoz & Lluch, 2020). A partir de ese momento la educación se transformó, necesitó de nuevos modelos pedagógicos de aprendizaje virtual y de la utilización de plataformas casi desconocidas para poder mantener el proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia.
Vidal, et al. (2021), consideran que la pandemia evidenció que las instituciones de educación superior no estaban preparadas para las transformaciones que ocasionó el confinamiento y cierre de universidades. Además, de la necesidad de motivación para el cuerpo docente y el universo estudiantil para migrar a nuevas modalidades de estudio, así como, la capacidad tecnológica e infraestructura fueron elementos que influyeron directamente en la preparación de las universidades para enfrentar los nuevos retos de la virtualidad en época de pandemia (Jiménez & Ruiz, 2021).
Machado, et al. (2019), desarrollan un estudio antes de la pandemia de la COVID 19 para valorar la calidad de vida de los docentes universitarios, y llegan a la conclusión de que alrededor del 25% de los docentes tienen una carga horaria semanal de 32 horas, más del 50% manifestó que trabajan hasta 40 horas semanales y un porcentaje reducido labora más de 45 horas, esto provoca un desgaste físico y emocional en estos docentes por sobrecarga de trabajo y estrés académico.
Sin embargo, a partir del período de confinamiento generado por la epidemia sanitaria de la COVID 19, se realizan un grupo de transformaciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la educación superior. Estas transformaciones han tenido un impacto importante en la práctica docente y en la utilización de medios y métodos de enseñanza, lo que ha generado un espacio importante de investigación (Dos Santos, et al., 2021).
Por su parte Pillaca (2021), investiga la relación que existe entre la satisfacción de vida de los docentes que imparten clases de manera virtual y los efectos físicos y mentales que en ellos se han producido posterior a la COVID 19. En su estudio incluye 56 docentes seleccionados de manera intencional y evidencia que los docentes que mayor nivel de satisfacción tienen con la vida sufren un mayor desgaste emocional, bajos niveles de personalización y valoran muy alto su realización personal.
Marsollier & Expósito (2021), desarrollan un estudio sobre las estrategias que utilizan los docentes en la actualidad para enfrentar los retos de la virtualidad producto de la COVID 19. Para ello encuestan a docentes y directivos de instituciones educativas en Argentina y obtienen como resultados que: los docentes para disminuir el estrés y la fatiga emocional utilizan las estrategias de aceptación, planificación y enfrentamiento activo, y no utilizan otras como la desconexión, el humor y el desahogo.
Medina, et al. (2021), realizan una investigación para evaluar la sobrecarga laboral de los docentes en América Latina por el teletrabajo y la modalidad de enseñanza virtual en período de pandemia. Su investigación pone de manifiesto que los docentes consideran un significativo incremento de la carga laboral, han tenido que reorganizar su vida laboral, personal y social, se ha vulnerado su tiempo de atención a los hijos y familia, se ha incrementado considerablemente el tiempo de preparación de clases y se han visto afectados por la deserción estudiantil.
Otro trabajo desarrollado por Espinosa, et al. (2021), profundiza en el desempeño de los docentes por el riesgo de tener estrés por el trabajo y la estrategia a seguir según el agotamiento emocional. Estos autores en su investigación aplican el cuestionario del Inventario de Desgaste De Maslach (MBI) en inglés y logran evidenciar el nivel de desgaste emocional de los docentes y elaboran un plan de prevención para disminuir el nivel de Burnout y mejorar el desempeño de este grupo sometido a estrés laboral.
Montes de Oca, et al. (2021), evalúan el nivel de estrés generado por las tecnologías en los docentes de una universidad estatal de México, en período de contingencia sanitaria por COVID 19. Los investigadores aplican la prueba de Salanova, et al. (2014),a un total de 533 docentes de esta institución de educación superior para determinar el nivel de tecno estrés y los resultados arrojan que existe un elevado índice de estrés en el cuerpo docente y que es, además, un riesgo psicosocial que pone en riesgo la salud de los docentes y el funcionamiento de la institución.
Alania, et al. (2021), desarrollan una investigación para establecer una escala para la determinación del Inventario de Estrés Académico en épocas de pandemia, para ello aplican el cuestionario vía electrónica a más de 900 miembros de la comunidad universitaria de Junín. Una vez recolectados los datos se procesó el instrumento mediante el Coeficiente de Correlación de Pearson para determinar la validez de constructo y la fiabilidad por medio del coeficiente Alfa de Cronbach que obtuvo un valor superior al 94%. Esto permitirá en un futuro evaluar el estrés académico de esta población universitaria.
Es evidente que la epidemia sanitaria ocasionada por la COVID 19 ha tenido un impacto significativo en la vida personal y laboral de los docentes universitarios producto de las transformaciones que se han llevado a cabo en todos los procesos educativos, sin embargo, es necesario profundizar en los niveles de desgaste emocional de este importante grupo social. Es por ello que se desarrolla esta investigación con la finalidad de evaluar el desgaste emocional de docentes universitarios en entornos virtuales de aprendizaje durante la pandemia.
Materiales y métodos
La investigación que se desarrolla posee un enfoque mixto, se combinan elementos cuantitativos para garantizar la representatividad de los datos y elementos cualitativos para el análisis e interpretación de la información obtenida sobre el desgaste emocional de docentes en modalidad virtual por pandemia.
Según el alcance la investigación es descriptiva pues está encaminada a evaluar el desgaste emocional que han sufrido los docentes de la educación superior producto de la enseñanza por modalidad virtual posterior a la emergencia sanitaria generada por la COVID 19.
Para el estudio se incluirán 56 docentes de una institución de educación superior del Ecuador que llevan tres semestres impartiendo sus asignaturas en modalidad virtual y han desarrollado todas sus actividades mediante teletrabajo. Estos docentes componen la totalidad de los que laboran en una facultad.
En la investigación se aplicará el método de expertos para determinar los ítems que conformarán el instrumento para evaluar el desgaste emocional de los docentes que laboran en modalidad virtual y teletrabajo, además, ese cuestionario se les aplicará a los 56 docentes de la facultad seleccionada para el estudio.
Resultados y discusión
Desde diciembre de 2019 la sociedad mundial se transformó por la llegada de una de las enfermedades más mortales de la historia, la COVID 19, ocasionada por el coronavirus SARS - CoV - 2 la que ha arrebatado más de 2,8 millones de vida en un año y medio. Esta pandemia también ha alterado las normas de convivencia social y la normalidad social, lo que ha afectado a millones de personas a nivel global.
La educación superior ha sido muy afectada por el confinamiento social producto la epidemia sanitaria mundial y se ha visto obligada a cambiar todos sus procesos y migrar a la modalidad virtual de enseñanza y al teletrabajo. Esto ha ocasionado que los docentes modifiquen sus esquemas de trabajo, creen sus propios medios de enseñanza y se adapten a la virtualidad de una manera muy abrupta generando altos niveles de estrés y desgaste emocional.
El desgaste emocional no un síntoma nuevo en algunas profesiones, desde finales de los años setenta del pasado siglo se desarrolla estudios para evaluar el agotamiento de profesionales por altas cargas de trabajo, esto también se conoce como Burnout o Síndrome de Quemado. Desde ese entonces hasta la actualidad se han diseñado instrumentos que permiten evaluar este desgaste. A continuación, se muestra un resumen de los principales instrumentos empleados.
MBI: El Maslach Burnout Inventory (MBI) fue el instrumento original creado por Maslach y Jackson en el año 1981 para evaluar el desgaste emocional y contaba con 47 ítems. Este instrumento se aplicó a más de mil trabajadores del sector de los servicios en los Estados Unidos de América y mediante un proceso de reducción se disminuyó a 22 ítems que permiten la autoevaluación de las personas en cuanto a sus competencias para desarrollar el trabajo, el desgaste emocional y despersonalización. De este instrumento original se derivaron varias versiones posteriores.
MBI-HSS: El Maslach Burnout Inventory-Human Service Survey (MBI - HSS) es un instrumento que se desarrolla para personas que trabajan en servicios humanos y evalúa las mismas tres variables del MBI, pero específicamente para el trabajo con humanos y con un enfoque asistencial. Este instrumento ha sido ampliamente utilizado en el contexto mundial.
MBI - ES: El Maslach Burnout Inventory-Educators Survey (MBI - ES) se desarrolla específicamente para evaluar el agotamiento emocional de los docentes, posee igualmente 22 ítems que evalúan la frecuencia con siete opciones de respuesta. La combinación de los elementos permite identificar si el docente sufre de este síndrome o no, lo que permite trazar estrategias de acción para cuidar la salud de los profesionales de la educación.
MBI - GS: El Maslach Burnout Inventory-General Survey (MBI-GS) es una versión modificada del MBI original en la cual se evalúa el desgaste emocional en personas de cualquier profesión, solo se diferencia en que en este instrumento se reajustan los constructos a medir (agotamiento, eficacia cinismo). El MBI-GS se centra en aspectos relacionados con el agotamiento emocional, fatiga física y emocional.
SBSHP: Staff Burnout Scale for Health Professionals (SBS-HP) es una escala elaborada para evaluar el desgaste emocional del personal que trabaja en la salud y está compuesta de 20 ítems que evalúan aspectos relacionados con los efectos cognitivos, afectivos, conductuales y psicofisiológicos del personal que atiende pacientes. El instrumento se validó con la aplicación a 97 trabajadores del área de enfermería.
BM: Otro de los instrumentos elaborados en la década de los 80 del pasado siglo es el Burnout Measure (BM) que incorpora para la evaluación del síndrome de Burnout el tedio, es decir aplica otras escalas para evaluar el Burnout en profesionales de diferentes campos de la producción y los servicios. Este instrumento cuenta con 21 ítems que evalúan aspectos como desgaste físico, emocional y mental.
SMBQ: La Shirom-Melamed Burnout Questionnaire (SMBQ), fue desarrollado para evaluar el desgaste por estrés en pacientes hospitalizados o en tratamiento, cuenta con 22 ítems que evalúan la frecuencia de fatiga física, desgaste asociado al conocimiento y debilidad asociadas a altas cargas de estrés.
TBS: También se conoce el Teacher Burnout Scale (TBS) con 21 ítems, desarrollado en el año 1987 a partir del estudio realizado a 365 profesores, este evalúa aspectos como: satisfacción profesional, apoyo recibido por parte de las autoridades, estrés asociado a altas cargas de trabajo y actuación de los docentes frente a los estudiantes.
TSI: El Teacher Stress Inventory (TSI) fue creado por Schutz y Long para evaluar factores de estrés en docentes con 36 ítems que definen: ambigüedad de funciones, estrés, comportamiento organizacional, satisfacción laboral, calidad de vida, estrés relacionado con las funciones que desempeña el docente y apoyo por parte de las autoridades.
HBAS: En el año 1993 Holland y Michael proponen un instrumento llamado Holland Burnout Assement Survey (HBAS), el cual fue aplicado a 150 docentes y se estandarizó con 18 ítems y cuatro escalas de valoración vinculadas a: valoración positiva sobre el proceso de enseñanza, apoyo de las autoridades, compromiso de los docentes con el proceso de enseñanza y conocimiento sobre el síndrome de Burnout, las que miden el agotamiento de los docentes.
CBPR: Este instrumento llamado Cuestionario de Burnout del Profesorado Revisado (CBPR) fue desarrollado por Moreno, et al., en el año 2000 como una nueva variante del MBI-ES, el cual incluye nuevos indicadores asociados a aspectos sociales, demográficos, organizacionales, administrativos y el estrés asociado a altas cargas de trabajo.
EDO: Uribe propone la Escala de Desgaste Ocupacional (EDO) para evaluar el desgaste ocupacional o síndrome de Burnout aplicado a 523 voluntarios mexicanos. Este instrumento es muy similar al MBI, pero incorpora siete subescalas relacionadas con aspectos psicosomáticos, trastorno del sueño, aspectos psicosexuales, problemas gástricos, dolor, depresión, elementos psiconeuróticos y la depresión.
Evaluación del desgaste emocional de docentes universitarios
Para la evaluación del desgaste emocional en los docentes universitarios se propone el siguiente procedimiento.
Etapa 1. Identificación de los ítems a incluir en el instrumento.
Etapa 2. Reducción del listado de ítems (Método de expertos)
Etapa 3. Aplicación del instrumento
Etapa 4. Valoración de los resultados
Identificación de los ítems
Para la selección de los ítems a incluir en el instrumento se realizó un levantamiento de los principales indicadores que se evalúan en los métodos citados en el epígrafe 1 y que se relacionan con el desgaste emocional. Posteriormente se seleccionaron 11 especialistas que validaron sus competencias para ser seleccionados como expertos, en la tabla 1 se muestran los resultados de la selección de estos.
Experto | Nivel de formación | Kc | Ka | Kcomp |
---|---|---|---|---|
1 | PhD | 1 | 1 | 1 |
2 | MSc | 0,9 | 0,8 | 0,85 |
3 | PhD | 0,9 | 1 | 0,95 |
4 | MSc | 0,8 | 0,8 | 0,8 |
5 | MSc | 0,7 | 0,6 | 0,65 |
6 | Esp | 0,7 | 0,8 | 0,75 |
7 | PhD | 0,9 | 0,8 | 0,85 |
8 | PhD | 1 | 0,9 | 0,95 |
9 | Dr | 0,7 | 0,6 | 0,65 |
10 | PhD | 1 | 0,8 | 0,9 |
11 | MSc | 0,8 | 0,7 | 0,75 |
Kc - coeficiente de conocimientos; Ka - coeficiente de argumentación; Kcomp - coeficiente de competencia
En el estudio se escogen los expertos que demostraron un alto coeficiente de competencia en el tema, es decir los que el Kcomp. es superior a 0,7.
Estos expertos seleccionados revisan una lista inicial de 34 ítems recopilados de instrumentos que miden el desgaste emocional y mediante el criterio Delphi reducen esta lista a 13 elementos, es decir se escogen aquellos ítems donde la coincidencia de los expertos es superior al 80%. En la tabla 2 se presentan los ítems seleccionados por los expertos
Ítems | Nivel de Coincidencia (%) |
---|---|
Se siente emocionalmente defraudado | 100 |
Demasiado tiempo dedicado al trabajo | 100 |
Agotamiento al final de la jornada laboral | 100 |
Cansancio al trabajar con otras personas | 100 |
Frustración en el trabajo | 100 |
Depresión | 100 |
Presencia de ansiedad | 100 |
Impotencia | 100 |
Irritabilidad | 89 |
Impaciencia | 89 |
Sentimiento de soledad en el trabajo | 89 |
Concentración en el trabajo | 89 |
Agotamiento antes de iniciar la jornada laboral | 89 |
Aplicación del instrumento
Con estos 13 ítems se elabora un cuestionario que se aplicará a los docentes que se incluirá en el estudio. Este tendrá una escala de cinco valores
Para el estudio se incluye al 100% de los docentes de una Facultad (56) perteneciente a una institución de educación superior ecuatoriana, los cuales dieron su consentimiento para participar en la investigación. A continuación, se caracteriza la muestra.
Género: 33 Mujeres (59%) y 23 hombres (41%)
Edad: 9 (26 a 35 años) para un 16%, 32 (36 a 45 años) para un 57%, 12 (46 a 55 años) para un 21,4% y 3 (56 a 65 años) para un 5,6%
Dedicación: 38 docentes a tiempo completo (67,8%), 12 docentes a medio tiempo (21,4%) y 6 docentes a tiempo parcial (10,8%).
Título de cuarto nivel: 51 Máster en Ciencias (91%), 3 Doctores en Ciencias PhD (5,6%) y 2 Especialistas (3,4%) (Tabla 3).
Valoración de los resultados de la aplicación del instrumento
Ítems | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 |
---|---|---|---|---|---|
Se siente emocionalmente defraudado | 1 | 8 | 34 | 13 | - |
Demasiado tiempo dedicado al trabajo | - | 4 | 22 | 27 | 3 |
Agotamiento al final de la jornada laboral | - | 7 | 13 | 16 | 20 |
Cansancio al trabajar con otras personas | 7 | 19 | 27 | 3 | - |
Frustración en el trabajo | 18 | 16 | 22 | - | - |
Depresión | 4 | 11 | 20 | 19 | 2 |
Presencia de ansiedad | 10 | 17 | 23 | 5 | 1 |
Impotencia | 3 | 21 | 27 | 2 | 3 |
Irritabilidad | 11 | 15 | 21 | 9 | - |
Impaciencia | 2 | 9 | 30 | 13 | 2 |
Sentimiento de soledad en el trabajo | 23 | 30 | 3 | - | - |
Desconcentración en el trabajo | 6 | 16 | 24 | 15 | 5 |
Agotamiento antes de iniciar la jornada laboral | 2 | 12 | 17 | 13 | 12 |
Total | 86 | 185 | 283 | 122 | 36 |
Para la evaluación del desgaste emocional se establecen 4 escalas según el análisis comparado de otros instrumentos:
Teniendo en cuenta las respuestas de los docentes a los 13 ítems del instrumento se estableció la siguiente valoración que aparece en la tabla 4.
Desgaste emocional | Cantidad | Porcentaje |
---|---|---|
Muy alto | 12 | 21,4 |
Alto | 23 | 41 |
Medio | 17 | 30,3 |
Bajo | 4 | 7,3 |
Total | 56 | 100 |
Finalmente, para conocer los ítems más afectados se determina el impacto global de cada uno de ellos sumando el valor total de cada fila al multiplicar el número de docentes que marcaron esa categoría por el valor de la escala. La escala de valoración se presenta a continuación (Tabla 5).
Ítems | Total |
Se siente emocionalmente defraudado | 171 |
Demasiado tiempo dedicado al trabajo | 197 |
Agotamiento al final de la jornada laboral | 217 |
Cansancio al trabajar con otras personas | 138 |
Frustración en el trabajo | 116 |
Depresión | 172 |
Presencia de ansiedad | 138 |
Impotencia | 149 |
Irritabilidad | 140 |
Impaciencia | 172 |
Sentimiento de soledad en el trabajo | 92 |
Desconcentración en el trabajo | 195 |
Agotamiento antes de iniciar la jornada laboral | 189 |
En la tabla 6 se presenta la valoración de cada uno de los ítems incluidos en el instrumento aplicado.
Desgaste emocional | Cantidad de ítems | Porcentaje |
---|---|---|
Muy alto | 4 | 30,7 |
Alto | 3 | 23 |
Medio | 4 | 30,7 |
Bajo | 2 | 15,6 |
Total | 13 | 100 |
El análisis de los instrumentos empleados para evaluar el desgaste emocional, Síndrome del Quemado por el Trabajo o Síndrome de Burnout arrojó que existen alrededor de 34 indicadores o estándares para medir el desgaste emocional. Estos instrumentos han sido diseñados para diferentes entornos laborales, sin embargo, no se han considerado períodos excepcionales de trabajo o emergencias por epidemias sanitarias mundiales.
En la evaluación del desgaste emocional autores como Arrogante & Aparicio (2020); González, et al. (2020); y Lozano (2021), recomiendan la utilización de los instrumentos ya validados como el MBI, MBI-HSS y MBI-ES por haber demostrado alta fiabilidad. Sin embargo, en la investigación se presenta un nuevo instrumento que integra aspectos relacionados con el desgaste emocional de varios cuestionarios ya validados.
Para la evaluación del desgaste emocional se diseña un cuestionario propio que incluye indicadores de otros instrumentos ya validados y que es sometido a una evaluación de expertos para disminuir hasta 13 los ítems para la evaluación del desgaste emocional en docentes en modalidad virtual producto de la COVID 19. Además, se establecen escalas para medir el desgaste emocional de los 56 docentes incluidos en el estudio y la valoración del nivel de impacto de cada ítem.
Los resultados de la evaluación general del cuestionario aplicado a los docentes en modalidad virtual arrojaron que el 21,4% de los docentes poseen un muy alto desgaste emocional, el 41% posee un alto desgaste, lo que implica que más del 60% del personal docente está expuesto a desgaste emocional, aspecto que coincide con los trabajos presentados por Rivera, et al. (2018). Sin embargo, el estudio realizado por Casanova, et al. (2019), evidencia que los docentes de la Universidad de Cienfuegos presentan bajo desgaste emocional al aplicar el Inventario de Burnout Potencial.
En cuanto al análisis individual de cada uno de los ítems, los de mayor afectación e impacto son: alto nivel de agotamiento al final de la jornada laboral, demasiado tiempo dedicado al trabajo, bajo nivel de concentración mientras realizan el trabajo lo cual se repite en investigaciones desarrolladas por Posada(2018); y Vinueza, et al. (2020), en docentes de otras instituciones educativas.
Un aspecto que llamó la atención en el estudio realizado es que el 75% de los docentes manifiestan que en esta modalidad virtual posterior al período de epidemia sanitaria de la COVID 19, se sienten cansados antes de iniciar la jornada laboral por el esfuerzo que deben realizar para preparar los materiales didácticos y los medios de enseñanza y el acceso continuo a las plataformas virtuales.
Conclusiones
La epidemia sanitaria generada por la COVID 19 a nivel mundial no solo ha cobrado importantes vidas y generados efectos catastróficos en la economía global, también ha incidido en el propio comportamiento de la sociedad y se han transformado todas las esferas de la vida cotidiana. Ante esta realidad la educación superior se vio obligada a migrar a escenarios virtuales para tratar de dar continuidad a modelos pedagógicos tradiciones basadas en la presencialidad, esto por supuesto impuso nuevos retos a los docentes para asimilar estos cambios.
En la investigación se propone un procedimiento para evaluar el desgaste emocional de docentes universitarios en entornos virtuales de aprendizaje, el cual parte de un análisis de los instrumentos empleados para determinar este desgaste y la identificación de los indicadores utilizados en estos instrumentos. Una vez identificados 34 indicadores utilizados por diferentes autores se emplea el método de expertos para disminuir la cantidad de ítems y confeccionar un instrumento que evalúe el desgaste emocional de los docentes universitarios.
Los resultados de la aplicación del procedimiento evidenciaron que más del 62% de los docentes incluidos en el estudio posen un alto y muy alto desgaste emocional producto de su trabajo en entornos virtuales de aprendizaje, a la vez que consideran que los elementos que más han influido en este desgaste son: alto nivel de agotamiento al final de la jornada laboral, demasiado tiempo dedicado al trabajo y bajo nivel de concentración mientras realizan el trabajo.