Introducción
La educación mundial, en todos sus niveles, se vio afectada en su desarrollo regular por la aparición de la pandemia por coronavirus COVID-19 declarado por la Organización Mundial de la Salud. Ante este escenario, comenzó la virtualización de la educación.
La COVID-19 ha impactado de manera desfavorable en los estudiantes universitarios en todo el mundo (Vidal Ledo, et al., 2021); ocasionó la suspensión de la enseñanza presencial, por lo que se buscaron alternativas para continuar el proceso docente-educativo aún en condiciones de restricciones, aislamiento social, entre otros inconvenientes.
El mundo no estaba preparado para una disrupción a semejante escala. Los cierres temporales de instituciones de educación superior (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2020) por causa de la pandemia del COVID-19 ya dejaron de ser noticia porque ya son mayoría los países donde han dejado de operar presencialmente Las escuelas y universidades de todo el mundo cerraron sus puertas, afectando a 1.570 millones de estudiantes en 191 países (Giannini, 2020); de ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe. Esta situación sin precedentes tiene consecuencias en cascada en las vidas de los estudiantes, tanto si están cursando estudios en el extranjero como en su propio país(Malo Álvarez, et al., 2020).
Los cierres, como medida para contener la pandemia de COVID-19, han llevado a un despliegue acelerado de soluciones de educación a distancia para asegurar la continuidad pedagógica. Los obstáculos son múltiples, desde: la baja conectividad; la falta de contenido en línea alineado con los planes de estudio nacionales; hasta un profesorado poco preparado para esta "nueva normalidad".
El impacto más inmediato ha sido, obviamente, que el cese temporal de las actividades presenciales de las IESha dejado a los estudiantes en una situación totalmente nueva y sin una idea clara de cuánto tiempo vaya a durar con impactos inmediatos sobre su vida cotidiana, los costos soportados y sus cargas financieras y, por supuesto, la continuidad de sus aprendizajes.
Los estudiantes han tenido que reorganizar su vida cotidiana para ajustarse a una situación de confinamiento. Una encuesta acerca de los principales problemas a los que se enfrentan los estudiantes durante la pandemia, realizada a los directores de las cátedras UNESCO en todo el mundo (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2020), ofrece como principales preocupaciones: la conectividad a internet, el aislamiento social, el equipamiento tecnológico, las cuestiones financieras y la ansiedad relacionada con la pandemia.
Entre los impactos pedagógicos que ha traído la educación a distancia, se encuentran:
Falta de equipamiento y conectividad. Las últimas cifras disponibles de la Unión Internacional de Telecomunicaciones ofrecen un panorama sombrío: en América Latina, solo el 52 % de los hogares cuenta con equipamiento tecnológico y conectividad de banda ancha. En Ecuador no sobrepasaba el 40 % a inicios de la pandemia (Giannini, 2020).
La oferta se concentra en pocas universidades y, en particular, en los posgrados (Pedró, 2020).
Las competencias docentes y de los estudiantes. En el caso de los docentes, se ha generado lo que se ha dado en llamar Coronateaching, que no es otra cosa que la expresión de los esfuerzos docentes por usar los escasos recursos tecnológicos disponibles para dictar sus cursos, como si siguieran en situación de aula. En definitiva, en transformar las clases presenciales a modo virtual, pero sin cambiar el currículum ni la metodología (Escañero, 2019). Esto puede generar frustración y agobio debido a la adaptación a una modalidad educativa nunca experimentada sin la correspondiente capacitación para ello. En el caso de los estudiantes cuentan con niveles significativamente más bajos de competencia de autorregulación y disciplina.
De acuerdo con lo antes planteado,Bianchi Zizzias (2021), considera necesario un ajuste emergente debido al contexto sanitario, con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para afrontar la situación. Esto ha repercutido en el rol y en las características medulares de las instituciones educativas y, como resultado, la educación se ha visto afectada de forma radical por la emergencia de la cultura digital(Paredes Chacín, et al., 2020), provocando la imperiosa necesidad de innovar(Tejedor, et al., 2020).
En este contexto de emergencia Ecuador, con un servicio de Internet de banda ancha creciente, aún no llega a la totalidad de los ciudadanos, sobre todo aquellos que viven en las zonas rurales. Fuentes oficiales reportan que el 89 % de la población de ecuatorianos se encuentran conectados a través de un móvil y el 69 % de la población son usuarios de internet (Santana Sardi, et al., 2020).
La COVID-19 ha evidenciado la urgente transformación que demandan los sistemas educativos tradicionales y la importancia de poseer una estrategia educativa virtual, así como un alumnado y un profesorado con habilidades y competencias para la enseñanza y el aprendizaje en el ciberespacio.
Esta investigación tiene como objetivo general: identificar los efectos de la pandemia por coronavirus (COVID-19) en la Educación Superior Universitaria, en particular en los estudiantes y docentes de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote y, en consecuencia, proponer un sistema de acciones que contribuya a una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
La presencia de esta pandemia ha traído consigo cambios radicales en la sociedad y la economía en todo el mundo. La educación superior no es una excepción, las instituciones se han visto en la obligación de continuar con la formación de los estudiantes por medio del uso de las tecnologías. Se trata de una experiencia nueva ante la que el estudiante pueda sentirse confundido para desarrollar sus competencias y habilidades personales.
La suspensión de las actividades presenciales ha sido extremadamente rápida en el mundo entero(Sánchez Mendiola, et al., 2020). La decisión acerca de la clausura temporal de las IES ha venido urgida por el principio de salvaguarda de la salud pública. En América Latina, las medidas de confinamiento o cuarentena se tomaron prácticamente de forma inmediata y, en algunos casos, con una perspectiva temporal larga. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo puedan durar estos cierres.
La falta de referencias a crisis semejantes en el pasado hace difícil poder predecir qué pueda suceder en el futuro inmediato. De la revisión documental, se resumen los efectos presentes en estudiantes y docentes.
Estudios realizados evidencian incrementos en los niveles de ansiedad, depresión y estrés en los estudiantes asociado a la pandemia de COVID-19 (González Velázquez, 2020), en comparación a los estudiantes en épocas normales, anteriores a la pandemia (Cobo Rendón, et al., 2020). Un estudio bibliográfico (Geldes & Muñoz, 2020; Giannini, 2020;Meroño, et al., 2021), permite citar los efectos siguientes:
Problemas de conectividad y falta de acceso oportuno a la red.
Escasez de equipos para recibir las clases.
Desmotivación hacia el estudio.
Necesidad de socializar con la comunidad educativa.
Retrasos en las actividades académicas.
Escaso conocimiento de las plataformas educativas virtuales.
Cansancio, problemas en la visión y musculares por las posiciones por pasar largas horas frente a la computadora o al celular.
Los estudiantes requieren atención, apoyo de la sociedad, de las familias y de las universidades. El formato virtual exige fomentar más autonomía, visión crítica y desarrollar en los alumnos habilidades de autoaprendizaje, autorregulación y autodisciplina. Sin embargo, el acceso a los recursos es fundamental para tener éxito. El porcentaje de hogares (Figura 1) con conexión a internet y conectividad en América Latina y el Caribe es apenas del 45 %, según la Base de datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones del 2020.
Los docentes dejaron el salón de clase tradicional, al que han estado acostumbrados por décadas, para convertirse de manera obligada en usuarios de las herramientas tecnológicas que existen para interactuar a distancia entre ellos mismos y sus estudiantes, al tiempo que tienen que atender las presiones personales del confinamiento y sus implicaciones económicas, de salud y afectivas(Sánchez Mendiola, et al., 2020).
Sin duda, los docentes también están afectados por los efectos de la pandemia COVID-19. Entre los efectos más citados por la exigencia de la continuidad de la actividad docente bajo la modalidad virtual se encuentran (Giannini, 2020; Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2020; Prada Nuñez, et al., 2021):
Falta de conocimiento de las TIC.
Baja conectividad.
Falta de contenido en línea alineado con los planes de estudio.
Escasa preparación en el uso de las plataformas educativas virtuales.
Evidentemente, estos elementos provocan ansiedad y estrés en los docentes que tienen la alta responsabilidad de la continuidad de estudios y la atención a todos los estudiantes, en particular a los más vulnerables.
Materiales y métodos
En la presente investigación es empleado un enfoque mixto, en tal sentido se recolectó y analizó información sobre los efectos de la COVID-19 en la educación superior universitaria. El tipo de investigación empleada es de carácter descriptivo, exploratorio y explicativo, se indagan en los aspectos asociados a los efectos de la COVID-19, en particular, en el sector educacional; tema que, aunque ha sido analizado por diversos autores e instituciones, aún revela importantes elementos y procederes para llevar a cabo una educación inclusiva y de calidad, según dictan los objetivos de la agenda 2030 para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe:
De campo, la información recolectada proviene de autoridades, docentes y estudiantes desde su entorno natural.
Documental, la información documental para sustentar la investigación sobre el COVID-19 es extraída de artículos, libro y medios de prensa.
Descriptiva, se establece una descripción sobre los efectos de la COVID-19 en estudiantes y docentes y un sistema de acciones para el futuro de la educación superior universitaria.
Entre los métodos empleados se encuentra el análisis de documentos vinculados a la COVID-19 y sus efectos, así como el análisis y síntesis e inducción-deducción, para estudiar el objeto como un sistema, su composición y su estructura. Se utilizan como técnicas para la captura, análisis y procesamiento de información la entrevista para indagar sobre los efectos de la COVID-19 en el sector educacional, en particular en estudiantes y docentes.
Hipótesis:
Si se identifican los efectos de la pandemia de COVID-19, en estudiantes y docentes, se podrá establecer un sistema de acciones paraapoyar la continuidad de estudios.
Para la aplicación de las entrevistas se escoge una muestra por conveniencia integrada por 12 docentes y 43 estudiantes dela Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote. La guía de entrevista fue elaborada de acuerdo a los criterios establecidos por (Hernández Sampieri & Mendoza Torres, 2018)y en aproximación a la propuesta de El Assafiri Ojeda, et al. (2018).
Resultados y discusión
Las entrevistas a estudiantes y docentes son realizadas de manera telefónica con el empleo de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, de acuerdo a la situación epidemiológica que vive el país.
La figura 2 muestra las respuestas de los estudiantes sobre los efectos que ha provocado la pandemia COVID-19 en sus estudios. Los resultados reflejan, como mayores efectos que ha provocado la pandemia en los estudiantes, los siguientes: el 91 % lo asocia a problemas de conectividad y falta de acceso oportuno a la red, el 77 % a la necesidad de socializar con la comunidad educativa, seguidos de la desmotivación hacia el estudio y el escaso conocimiento de las plataformas educativas virtuales con valores de 63 % y 56 %, respectivamente.
Al preguntar a los estudiantes acerca de la efectividad de las clases y la comprensión de los encuentros virtuales, una mayoría del 51 % coincide en que son poco efectivas, según la figura 3; mientras que el 61 % las comprende, de forma bien o regular, en correspondencia con la figura 4.
En cuanto a la evaluación de los efectos de la pandemia COVID-19 en los docentes, la figura 5 ilustra la necesidad de focalizar la atención en dos elementos fundamentales: el primero, vinculado a la falta de contenido en línea alineado con los planes de estudio (83 % de coincidencia); y, el segundo, relacionado con la escasa preparación en el uso de las plataformas educativas virtuales, con el 75 %. No obstante, y aunque en menor medida, también hay que prestarle atención a la baja conectividad y a la falta de conocimiento de las TIC.
Propuesta del sistema de acciones para apoyar la continuidad de estudios
A partir del complejo panorama educativo y económico que sufren las universidades en el Ecuador y en coincidencia con Canaza Choque (2020); Miguel Román (2020); y Bianchi Zizzias (2021),se proponen un sistema de acciones que contribuyan a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
Acompañar a los docentes en el proceso de mudar los contenidos pedagógicos a las aulas virtuales.
Mejorar las capacidades de los docentes en el uso de las plataformas educativas virtuales.
Reformular los contenidos curriculares, adaptándolos a las necesidades concretas de los espacios y tiempos educativos.
Permitir la accesibilidad de los estudiantes a la educación a distancia.
Crear espacios para la comunicación y cooperación grupal; así como, para la formación docentes prácticos, multidisciplinarios e innovadores.
Promover oportunidades de aprendizaje para los estudiantes.
Fortalecer las competencias digitales con el empleo de las TIC e instituir un pensamiento computacional en el sector formativo.
Desarrollar las competencias necesarias para dar soluciones a una época de permanentes cambios.
Planificar metodologías compatibles con la presencialidad y la virtualidad.
Proveer a docentes y alumnos de los recursos técnicos necesarios para cumplir con la igualdad de oportunidades.
Otorgar becas y oportunidades de intercambios a estudiantes y docentes.
Desarrollar nuevas formas de titularizaciones.
Repensar la necesidad de Universidades abiertas e inclusivas.
Redefinir un nuevo modelo educativo capaz de impulsar y proyectar el desarrollo de nuevas formas y métodos de aprendizaje en tiempos críticos.
Revisar los planes de estudio, replantearlos en diseños curriculares más resilientes y flexibles.
Avanzar en la informatización del sistema de educación, así como la generación de contenidos digitales y audiovisuales.
Actualizar los programas de formación e investigación de las universidades en función de las necesidades del desarrollo de las TIC.
Impulsar y asegurar el derecho a la educación superior de todas las personas en un marco de igualdad de oportunidades, constituirá un delineador de las próximas décadas. Esto significa, no dejar a nadie atrás, ni mucho menos fuera del sistema una vez atravesado la pandemia. En consecuencia, gobiernos e IES deberán establecer mecanismos que permitan generar una mayor capacidad de resiliencia de la enseñanza superior ante futuras dificultades. De hecho, la reanudación de las actividades presenciales deberá verse como una oportunidad para repensar y rediseñar los procesos de enseñanza y aprendizaje regidos por la atención a la equidad y la inclusión social en el tiempo y espacio que sea (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2020).
Por lo tanto, fue posible identificar los efectos de la pandemia por coronavirus (COVID-19) en estudiantes y docentes. Mediante el desarrollo de entrevistas y encuestas se registraron las opiniones y valoraciones de los implicados en el estudio.
De los resultados del estudio realizado se constata que, los mayores efectos que ha provocado la pandemia de COVID-19 en los estudiantes se relacionan con los problemas de conectividad y falta de acceso oportuno a la red (91 %), la necesidad de socializar con la comunidad educativa (77 %), la desmotivación hacia el estudio (63 %) y el escaso conocimiento de las plataformas educativas virtuales (56 %). De igual manera, aunque la “nueva normalidad” aboga por la virtualización de la educación en pos de hacer partícipe y protagonista al alumno de su propio aprendizaje, los estudiantes manifiestan una insatisfacción del 51 % de inefectividad de la educación en línea; sin embargo, una mayoría del 61 % logra comprensión en los encuentros virtuales, al menos de forma regular.
En cuanto a los docentes, los mayores efectos provocados por la pandemia de COVID-19 se centran en la falta de contenido en línea alineado con los planes de estudio (83 %) y la escasa preparación en el uso de las plataformas educativas virtuales (75 %).
Estos resultados permitieron la propuesta de un sistema de acciones en contribución a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad enfocadas a la atención de los efectos provocados por la pandemia de COVID-19.
Conclusiones
El actual escenario de la pandemia ha reorientado la ruta del funcionamiento de las sociedades modernas y de toda actividad adherente a ellas. Las IES como parte de este escenario están llamadas a reinventarse y re-estructurar sus funciones sustantivas rectoras para dar continuidad al proceso formativo.
Identificar los efectos de la pandemia de COVID-19 en estudiantes y docentes de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote, permitió la propuesta de un sistema de acciones que permitan cerrar la brecha digital existente, mejorar el empleo de las TIC y las capacidades de los docentes en el uso de las plataformas educativas virtuales, actualizar los planes de estudio y programas de formación e investigación, reforzar las capacidades pedagógicas, entre otras, en contribución agarantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.