Introducción
En la gama de la problemática educativa, de manera especial en el área de Comunicación, dos son los problemas más álgidos: la escasa pasión por la lectura y la deficiente comprensión lectora de nuestros estudiantes. Una tendencia a nivel mundial demuestra que en 22 países descendió la acción intencionada de la lectura por placer en un promedio de 5 puntos porcentuales y se ha establecido que los estudiantes del sexo masculino de 15 años son los que menos leen (Armijo Solis, 2017).Por otra parte, la comprensión lectora es deficiente. Las evaluaciones nacionales e internacionales corroboran que el Perú sigue ubicándose en los últimos puestos en la lista del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA); de manera similar, los resultados nacionales en las evaluaciones censales siguen siendo desalentadoras. Sin embargo, todos estamos en la obligación, desde nuestra perspectiva, desterrar sistemáticamente este álgido problema cultural.
En un momento, cuando un individuo lee contenido, se involucra en la compleja gama de cognitivas proceso de aprendizaje. La conciencia, la comprensión y la capacidad se utilizan simultáneamente para reconocer o crear significado a partir del texto. Aunque se pueden percibir palabras y contenidos, estudiantes puede que no sepa lo que se lee con certeza. Saber cómo comprender el contenido es básico para estudiantes (Hethesia & Gnana, 2020).
La fluidez lectora continúa desarrollándose durante la escuela secundaria. El texto expositivo, debido a su mayor dificultad, aparentemente necesita apoyarse y exagerar más la prosodia al leer para poder entenderlo (Álvarez-Cañizo, et al., 2020).
El deficiente hábito de lectura de los estudiantes que llegan a la educación superior no sólo afecta su cultura general sino repercute significativamente en sus aptitudes investigativas, carentes de pensamiento crítico, e incluso reflexivo, lo que limita su papel proactivo, es por ello la necesidad de abordar está problemática desde la educación básica (Barzola, et al., 2020).
Vendo zapatos de bebé sin usar, el cuento más corto del mundo, fue la inspiración para investigar respecto de las minificciones. Este, La culta dama, El dinosaurio, Veritas odium parit, entre otras minificciones, sirvieron como material didáctico en sesiones de comprensión lectora tanto en la Institución Educativa de Educación Básica Regular (EBR) “San Joaquín y Santa Ana” - Nivel Secundario y en el Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) “Nuestra Señora de la Asunción”, del Ciclo Avanzado de Educación Básica Alternativa de la ciudad de Cutervo, región Cajamarca (Perú), cuyos resultados, didácticamente hablando, fueron halagadores.
A partir de esta grata experiencia vivida en estas instituciones se demuestra y corrobora que las minificciones constituyen una eficaz herramienta para cultivar la pasión por la lectura y una poderosa estrategia para desarrollar la comprensión de textos, sobre todo para potenciar proceso cognitivos lectores superiores como la inferencia, la criticidad y la creatividad. Es así que, la presente apología pretende sacar de los tracismo a este neo género y constituirlo en un panegírico en favor del uso pedagógico de la minificción en la Educación Básica Regular y Alternativa. Este artículo de revisión se sustenta en trabajos y propuestas que ya se han venido desarrollando, de manera especial en instituciones de educación superior, en otras latitudes.
Metodología
Esta investigación bibliográfica, para su estructuración, ha partido de la búsqueda, procesamiento, organización y análisis de la información, empezando por la conceptualización y caracterización de este neo-género, las mismas que se desarrollaron en los meses de julio y agosto del año 2020. Para la consecución de esta investigación se ha recurrido a 07 libros, 01 ponencia, 08 tesis y 17artículos, seleccionados con la ayuda del buscador Google. Los artículos, textos, tesis y libros utilizados como sustento de este artículo guardan afinidad con el campo que pretendemos auscultar, los mismos que, a propósito, son escasos. Para efectos de este estudio, a la minificción también se le denominará, indistintamente: microrrelato, microcuento o mini cuento.
Desarrollo
En el arte literario podemos encontrar desde cuentos largos hasta muy cortos; sin embargo, no todo cuento corto o muy corto es una minificción; es el caso del haiku (“Primavera en el hogar. / No hay nada / y sin embargo hay de todo”; de Masaoka Shiki (Di Verso, 2018); o el del cantar popular o ‘pechada’, que se practica en Cajamarca; de manera especial, en la provincia de Cutervo: “Cortos y largos son los caminos de la vida, / cortas, las sendas de la suerte. / Todo empieza con la vida… todo acaba con la muerte”. Estas muestras, por ejemplo, no corresponden a la minificción.
Los primeros visos de la minificción los encontramos en Hemingway, Vallejo, Borges, Cortázar. Históricamente, la minificción hispanoamericana marca su presencia en 1917 con “Ensayos y poemas” de Torri. En 1970 se escribió la primera antología de minificciones. Este neo género es asunto de tesis de grado y artículos especializados a partir de 1970 y en el presente siglo(Noguerol, 2011). Otro tópico a considerar es el de Marqués (2017), que afirma que la minificción se acomoda perfectamente a los nuevos soportes tecnológicos y se adapta cabalmente a la Literatura Digital. Por su parte, la constitución como libro, encaja perfectamente en la percepción contemporánea de espacio-tiempo (Montoya & Morales, 2017).
En el artículo Espectografías: minificción y silencio se recoge la de Zavala (2017), quien la define como híbrida (Noguerol, 2011). En el libro Minificción Mexicana, este mismo autor, afirma que es la narrativa literaria de extensión mínima y que generalmente no abarca una página impresa, siendo su brevedad experimental y lúdica.
Desde la perspectiva de Andres-Suárez la minificción es una supra categoría literaria poli genérica que agrupa a los micro textos literarios ficcionales en prosa. (Noguerol, 2011). La revista Zona define a la minificción como híbrida: va entre el relato y el poema. Zavala (2017), en Breve y seductora: La minificción en la enseñanza de la Teoría literaria, señala que es irónica y cómplice del lector. También la define como un tipo de texto independiente caracterizado por su extensión y constitución(González, 2011).ParaRodríguez Romero(2007), es un género de la contemporaneidad con un alto grado de intelectualización. En otro acápite se dice que tiene sus raíces en adivinanzas, fábulas, epitafios, refranes, haikus y que, en la segunda mitad del XX, se constituyó en un género con estilo peculiar.
En definitiva, la minificción es un ente ultra breve, híbrido, autónomo, multi genérico, estructuralmente acabado, altamente intelectualizado, cerrado en su dimensión formal y estructuralmente abierto en su interpretación.
Es breve y sintética al ensamblarse en la concisión y rotundidad del aforismo es sugerente porque no se avoca a explicar un suceso, sino que lo sintetiza y sugiere, intelectualizándolo de tal forma que exige un receptor trans codificador y artificioso (Rodríguez Romero, 2007); es libre en su forma al no aceptar nudo, desarrollo y desenlace, provocando, por el contrario, pasmo en el lector y finalmente, es intertextual por cuanto refiere textos, personajes recurrentes, temática, épocas, parodias, etc. al interior del relato, en el que el lector construye el sentido del texto.
La minificción tiene 6 características básicas: Brevedad, diversidad, complicidad, fractalidad, fugacidad y virtualidad. A estas se agrega la incomplitud (González Cruz, 2013).Bravo consideran que este género está estrechamente ligado a la música, de manera especial con el rap, caracterizado por la exactitud en la palabra seleccionada, la construcción de frases, aforismos y sentencias que imprimensus canciones (Dotras, 2018).
El género microficcional se ha adaptado y ha sembrado su simiente en la literatura, principalmente, infantil, trayendo consigo un cambio en el paradigma del lector (Álvarez Ramos, 2020). Ordóñez dice haber elegido al microrrelato por las peculiaridades que posee como recurso didáctico (Ordóñez, 2017). Si bien es cierto, son escasos los estudios pedagógicos o didácticos de las minificciones; proponemos a continuación un marco teorético que plantea el uso de las mismas en el campo educativo:
Katrien De Hauwwere en El microrrelato en América Latina: El Canon Argentino afirma que las minificciones se acomodan a nuestra actual forma de vida; considera que esta es el preludio del hombre del mañana. (De Hauwere, 2008). En adelante se requiere de un lector capaz de comprender, analizar e interpretar lo que lee (González, 2011).
En Breve y seductora: la minificción en la enseñanza de teoría literaria, Zavala (2017),afirma que la minificción siempre ha tenido una vocación pedagógica y considera que es la clave que nos espera a la vuelta del milenio. Se reafirma en que las minificciones son “las estrategias más productivas de la enseñanza”.
En El relato breve o minificción, como estrategia para el análisis de los elementos narrativos en la competencia literaria de los estudiantesGonzález (2011), establece que lo presto de la vida contemporánea nos exige adaptarnos a la fragmentación de la realidad. La virtualidad y lo acelerado del conocimiento exige la producción y lectura de textos breves, por lo que se requiere hacer un viraje en los paradigmas de la enseñanza-aprendizaje. Asimismo, cuando un estudiante se enfrenta a una minificción pone en juego sus conocimientos y su vocación lectora.
Es indudable que la práctica pedagógica se sustenta en el uso de estrategias y la metodología adecuada y guardan relación con los cambios sociales (Torrecilla Sánchez, et al., 2016). En esta última parte son considerados teorías pedagógicas que sustentan el uso de las minificciones en el campo de la enseñanza aprendizaje: La Teoría del Aprender - desaprender - reaprender y La didáctica de la pedagogía histórico-crítica de Gasparín.
La Teoría del Aprender - desaprender - reaprender es importante en nuestra propuesta por cuanto el aprendizaje se relaciona íntimamente con el desarrollo del ser humano y este, a su vez, con el entorno y las oportunidades que lo rodean; es decir, al ser humano lo determinan: el ambiente cultural, el factor histórico y el contexto social. En este sentido, el uso de las minificciones favorece este proceso del APRENDER - DESAPRENDER - REAPRENDER. Con el solo hecho de usarlas, se deja de hacer lo mismo y de la misma manera. Usar los microrrelatos es experimentar otro camino y eso es justamente lo que persigue este paradigma. Al desaprender reconocemos lo desfasado; talvez dio sus frutos, pero ya no da los resultados esperados.
La didáctica de la pedagogía histórico-crítica de Gasparín nos plantea que es o tempo maduro para o processo de libertação. Primeiro na mente. Depois, na organização. Por fim na prática (Gasparín, 2011). En este contexto en que necesitamos lectores libres, eficaces, y capaces de comprender lo que leen, los docentes estamos en la obligación de contribuir al logro de mejores aprendizajes; uno de ellos, la enseñanza de técnicas de lectura que agreguen el valor interpretativo, inferencial, crítico y creativo lector.
En este sentido y considerando la Praxis: ir de lo simple a lo más complejo la didáctica de la pedagogía histórico-crítica permitiría: 1. Ampliar conceptos. 2. Potenciar las habilidades de pensamiento y contenido. 3. Autodeterminar el trabajo estudiantil. 4. Desarrollar la autodisciplina y autoevaluación. Todo esto se logrará desarrollando los procesos didácticos: Motivación, Recuperación de saberes previos, Conflicto cognitivo, Problematización y multidimensionalidad, Construcción del aprendizaje y Consolidación (Gasparín, 2011).
En suma, la didáctica de Gasparín (2011), es afín a esta propuesta, por lo que nos ratificamos en el uso pedagógico de las minificciones por cuanto estas contribuyen a desarrollar las capacidades metacognitivas; ayudan al estudiante-lector a analizar sus fortalezas, debilidades y necesidades; favorecen a alcanzar metas y objetivos lectuales y, más que todo, potencian el aprendizaje autónomo.
Finalmente, bajo los argumentos descritos y la aplicación de esta experiencia en estudiantes de Secundaria (EBR) y Avanzado (EBA) de las instituciones educativas mencionadas nos ratificamos en proponer el uso de las minificciones o microrrelatos como un potente recurso pedagógico que acrecienta la pasión por la lectura y desarrolla la inferencia, el análisis, la criticidad, la creatividad en el desarrollo lector.
Conclusiones
El microrrelato tiene sus orígenes en el acervo popular, pero no todo minitexto es una minificción. Esta dio sus sorbos con Hemingway, Vallejo, Darío, Borges y Cortázar y sentó su partida de nacimiento con Torri, su fundador. Asimismo, con la publicación de la primera antología minificcional de1970 se dio inicio a la producción formal de microrrelatos y, desde fines del siglo XX y principios del XXI, la minificción afirmó sus bases como género novísimo en las letras universales; además, se convirtió en un importante referente en la teoría literaria y la investigación científica.
Por ser un subgénero emergente definimos a la minificción como un subgénero ultra breve, híbrido, autónomo, multigenérico, estructuralmente acabado, altamente intelectualizado, cerrado en su dimensión formal y estructuralmente abierto en su interpretación. Se caracterizan por su brevedad (síntesis), sugerencia o complicidad, libertad en su forma o diversidad, intertextualidad, fractalidad, fugacidad y virtualidad.
La virtualidad y lo acelerado del conocimiento exige la fragmentación de la realidad; por tanto, la producción y lectura de textos breves, requiere de un viraje de paradigmas didácticos por cuanto las minificciones ponen en juego los conocimientos y la vocación lectora de los estudiantes, instituyéndose en un potente recurso de la lectura integral.
La Teoría pedagógica del aprender-desaprender-reaprender está intrínsecamente relacionado con el desarrollo del ser humano que es resultado del entorno y las oportunidades que lo rodean: su contexto cultural, histórico y social. Esta teoría plantea la necesidad de permutaciones de mentalidad, la recopilación de nueva información y la búsqueda de nuevas formas o estilos de aprendizaje. En este sentido, las minificciones favorecen este proceso pues son un nuevo recurso en el nuevo proceso lector en el que hay que desechar, resignificar y recodificar el proceso lector a través de una nueva estrategia de comprensión lectora y desechar lo que no sirve.
La didáctica de la pedagogía histórico-crítica de Gasparín plantea que es tiempo propicio para el proceso de libertad: de la mente, de las organizaciones y, por fin, de una práctica. En este sentido necesitamos lectores libres, eficaces, y capaces de comprender lo que leen. La aplicabilidad de esta didáctica de la pedagogía histórico-crítica a través de las minificciones permitiría que los estudiantes lectores amplíen sus conceptos, potencien sus habilidades de pensamiento y contenido, desarrollen su autodeterminación y disciplina y se autoevalúen. Finalmente, las minificciones van a formar lector autónomo, capaz de evaluar su propio progreso.