Introducción
El ejercicio docente es uno de los ejercicios profesionales más complicados y exigente dada la gran cantidad de escenarios, contenidos, conocimientos y dinámicas propias de tan noble labor. Un estudio a cabalidad conduce a valorar a los profesores como líderes axiológicos culturales.
La práctica docente es de carácter social, objetivo e intencional. En ella intervienen los significados, percepciones y acciones de las personas involucradas en el proceso educativo (alumnos, docentes, padres, autoridades, etc.). También intervienen los aspectos político-institucionales, administrativos y normativos, que, en virtud del proyecto educativo de cada país, delimitan el rol del maestro. Maestros y estudiantes se constituyen en sujetos que participan en el proceso (no son objetos ni meros productos). De este modo, los docentes son los encargados de llevar a cabo y también de articular los procesos de aprendizaje y generación de conocimientos, de recrearlos, a través de la comunicación directa, cercana y profunda con los alumnos que se encuentran en el aula (Fierro, et al., 1999; Romero, et al., 2021).
Los interrogantes mencionados nos orientaron en una doble vertiente teórica sobre los valores. Cuando preguntamos ¿qué transmite el docente en términos de valores a través de su práctica cotidiana y qué medios utiliza para ello?, nos ubicamos en la perspectiva sociológica de los valores; es decir, los abordamos como productos culturales expresados principalmente en sistemas normativos que llegan al sujeto mediante el proceso de socialización que vive el alumno guiado por el maestro en la escuela.
Sin embargo, saber qué tipo de valores transmite el docente no era lo único interesante, sino también qué oportunidades ofrece él mismo para promover el desarrollo de la moralidad en los alumnos; por lo tanto, se retomó la perspectiva psicopedagógica, que entiende a los valores como construcciones individuales o subjetivas basadas en las preferencias de modos de comportamiento, que se traducen en orientaciones particulares que guían la actuación de los sujetos y ofrecen criterios para conducirse en situaciones de conflicto que implican una decisión moral. A lo que el docente transmite en términos de valores y las oportunidades que ofrece para el desarrollo de la moralidad de sus alumnos se le llamó oferta valoral del docente (Fierro & Carbajal, 2003).
“Nuestro contexto social padece profundas deficiencias que tienen que relacionarse con lo ético. La educación se considera como una herramienta básica para superar estas deficiencias”. (Ochoa & Peiró i Gregori, 2012)
“La misión de construir sociedades basadas en una adecuada gestión de los conflictos, en las que el establecimiento de relaciones interpersonales justas y equilibradas se caracterizan por el respeto mutuo y la empatía, dentro de normas democráticas y equilibradas entre derechos y deberes, requiere la adquisición de un conjunto de habilidades por parte de los individuos que las integran, y de un modo especial, los docentes, tanto en ejercicio como en formación”. (Zahonero Rovira & Martin, 2012)
Antes que la enseñanza se ponga en práctica, hay condiciones previas que subyacen al acto de enseñar. No son los resultados de lo que produce o debe producir la enseñanza, ni la aplicación de unas determinadas reglas o métodos, por el contrario, forman parte de los requisitos necesarios, fundamentales e indispensables para que sea posible enseñar algo a alguien. Por eso no son los componentes de una receta ni un conjunto de normas que hay que aplicar formal o mecánicamente. Son fundamentos, criterios, perspectivas, elecciones, posicionamientos y convicciones, que están en la base que le otorga sentido al enseñar, y carga de significado el aprender (Martínez, et al., 2013; Morales, 2014).
Cuando se analiza el perfil del egresado de una casa de estudios universitarios, se puede percibir con facilidad que la formación va dirigida a un ser humano integral y complejo que se desenvuelve y brinda sus saberes a una sociedad que gira a la velocidad de la globalización que vive el mundo actual tan cambiante e inmerso en los adelantos tecnológicos. Pareciera que la esencia del ser humano no es cardinal, y cuando se sigue indagando en la misión y visión de las instituciones educativas se establece una contradicción debido a que se preparan profesionales en las diferentes áreas del conocimiento con muy poca formación humana (Febres, 2013).
“La calidad en la formación del profesional depende no sólo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículum universitario sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional. El amor a la profesión, la responsabilidad, la honestidad constituyen valores esenciales reguladores de la actuación de un profesional competente”. (González, 2001)
En expresión de los docentes, la muestra general coloca entre los cinco valores más importantes para el ejercicio de la docencia los siguientes: integridad, profesionalismo, respeto, competente en la materia y solidaridad. Los menos importantes fueron: congruencia, demócrata y colaboración (Serna Rodríguez & Luna Serrano, 2011).
Debemos entender los valores, desde el punto de vista ético-moral, como la significación que actos, hechos, objetos, fenómenos y procesos tienen para nosotros y para los demás. Son cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad y principios que orientan nuestro comportamiento en una sociedad, organización o grupo (Gutiérrez-Vega, et al., 2011; Schlesinger, et al., 2014).
“Un aspecto fundamental en los docentes elegidos es su pasión. Consideramos que el abordaje de la pasión es central para entender la buena docencia y guiar la formación docente. Así, la pasión se deja ver como una realidad evidente dándole a las personas y sus cualidades humanas un rol protagónico en el éxito pedagógico. Volver sobre los afectos, las emociones, las pasiones, nos coloca en el centro de la relación pedagógica”.
Day (2006), define a la pasión como compromiso moral y emocional, preocupación por los alumnos, energía, sentido claro de identidad, creatividad, capacidad de reflexión dialéctica y compasión. Sin lugar a duda, los docentes elegidos por los estudiantes de la carrera de Historia son, en su mayoría, docentes apasionados (Aguirre & De Laurenttis, 2016).
Sabemos que la educación en valores y los valores que hay que resaltar en la educación superior garantizan el futuro en la educación, nosotros los educadores somos los amigos de esos pueblos. Esta tarea educativa no es posible son la cooperación de las instituciones, en este caso la universidad, por ello es imprescindible trabajar de la mano, acompañando el proceso de formación integral desde un proyecto de vida. Por eso, este estudio busca resaltar y aportar los valores que hay que resaltar desde el quehacer educativo y aportar a la educación superior un aspecto por seguir trabajando (Díaz, 2006; Molina, et al., 2008).
La aproximación a la realidad educativa de la Universidad UNIANDES Quevedo y la Unidad educativa INSUTEC, ha permitido determinar algunas de las realidades que caracterizan los procesos de gestión educativa desde el ámbito de la axiología y la formación de valores en las diversas etapas de la vida. De este estudio emergen aspectos como:
Los docentes tienen diversas formaciones Filosóficas, éticas y axiológicas, en dependencia de su origen nacional y sus experiencias de vida.
El colectivo docente de ambas instituciones considera que los valores son parte esencial de la formación humana.
Existe una predisposición a colocar la formación en valores como uno de los elementos centrales del proceso formativo, aunque es un terreno en la práctica académica muy complicada desde su diseño e implementación.
Metodología
Esta investigación se organizó considerando un enfoque mixto, es decir desde una perspectiva informativa cuantitativa y cualitativa. Realizando procesos de triangulación informativa, en el marco de una investigación acción, en la cual se desarrollan aproximaciones a los ámbitos teóricos y empíricos, todo ello sustentado por la naturaleza compleja de la axiología y su formación.
Se asumió como contexto de la investigación a dos instituciones académicas, a saber: La Unidad Educativa INSUTEC y La Universidad Regional Autónoma de Los Andes, extensión Quevedo. Se consideró como población objeto de estudios a los docentes de ambas instituciones y se parte del criterio de la formación integral de los seres humanos durante toda su vida.
Durante la experiencia, se emplearon diversos métodos, de los cuales destaca el Histórico Lógico, el cual permitió la comprensión de la evolución de la axiología y sus ámbitos formativos. En el interés de establecer los análisis categoriales, el estado del arte y los sustentos referenciales se recurrió al método Analítico - Sintético, el cual aporto una herramienta valiosa para caracterizar al objeto de estudio, es decir la formación axiológica en los docentes de las instituciones educativas analizadas. Se ordenaron los resultados desde la visión que permiten el método sistémico y el de la modelación, lo cual permitió la elaboración de los resultados transformadores alcanzados en esta investigación.
Desarrollo
Al desarrollar la experiencia investigativa con énfasis en los procesos académicos, se han podido evidenciar carencias en la formación e interpretación axiológica de los desafíos profesionales. Siendo evidente la existencia de tres grandes planos para el trabajo docente en relación con la formación axiológica como se muestra en la gráfica.
La interpretación correcta de categorías como: condición humana, moral, ética, Responsabilidad social, sostenibilidad, se ha vuelto recurrente en la discusión que a nivel educativo se tiene sobre la formación humana, más no todas las instituciones desarrollan una comprensión exacta de la dialéctica que se genera en la interacción estudiantes docentes y como en esta relación gravitan condicionales axiológicas. En una reflexión sobre el tramado de relaciones que se dan en la formación de valores, emergen tres grupos de carácter fundamental, desde lo genérico podrían se clasificados en valores universales, profesionales e institucionales.
La búsqueda de una comprensión sobre la práctica educativa tanto en INSUTEC como en la Universidad UNIANDES de Quevedo, permitió revelar las dinámicas que, durante los últimos 5 años, han ido fomentando un trabajo integrado de formación axiológica, que se inscribe en la realidad de los procesos de certificación de la calidad educativa en ambas instituciones.
Las encuestas, entrevistas y observaciones desarrolladas por el equipo investigador, así como el análisis documental de diversos informes institucionales permitieron evidenciar el trabajo intencionado de fortalecimiento de la formación axiológica en las dos instituciones, con énfasis en la labor de los docentes. Emergiendo como principal resultado, la estrategia que a continuación se grafica.
En la estrategia, se parte de considerar tres grandes ejes formativos de los valores, a saber:
Los valores universales, ello condicionó el trabajo formativo en asuntos relativos a la Ética, la Moral y la Condición Humana.
Los valores Profesionales, asociada esta formación específicamente a aquellos elementos que desde el punto de vista de las carreras o especializaciones singularizan el actual ético-profesional.
Los valores institucionales, un eje que se considera trascendentes pues da cuenta de la impronta humana que singulariza la formación en ambas instituciones educativas, desde una pertinencia a su filosofía formativa y a su carácter.
La concreción de la estrategia ha permitido construir procesos que desde la epistemología y la axiología enriquecen la práctica educativa, los cuales se estructuran en la primera etapa y direccionan el accionar pedagógico. En la segunda etapa, se logra poner en práctica un grupo de acciones afirmativas en relación con la formación en valores, siendo este motor impulsor de cambios en la concepción y el imaginario colectivo en relación con tan importante asunto. Es muy satisfactorio el constatar la valía que tiene el desarrollo de acciones de mejora desde la gestión de la estrategia, cuando se logran observar y valorar los diversos comportamientos de los estudiantes en la solución de problemas académicos que refieren un posicionamiento ético y moral.
Los resultados alcanzados en el orden teórico y conceptual permiten pensar la formación profesional desde su concepción, asumiendo la realidad de la axiología y sus realidades en función de lograr profesionales cada vez más críticos y transformadores, ello se convierte en una fortaleza del claustro docente de ambas instituciones educativas, lo cual las inserta en la corriente de pensamiento universal que reconoce a la Axiología como un área de interés en el trabajo educativo.
Es muy valioso el compendio que emerge de las encuestas, entrevistas y los procesos de observación científica, con énfasis en las valoraciones ético-profesionales de los estudiantes, tanto en sus trabajos desarrollados por los estudiantes del bachillerato, los proyectos integradores, en las simulaciones de audiencia, como en los trabajos de titulación. Lo anterior demuestra la incidencia de los colectivos docentes en un área tan compleja como la formación humana desde los valores. Lo interesante del estudio radica, en como se han logrado en primer lugar organizar un trabajo de formación colectiva, respetando la continuidad de estudios.
En el plano de la formación docente, se ha abierto con la investigación realizada un interesante campo de reflexiones individuales y colectivas, que sitúan este estudio en le marco de las políticas nacionales educativas y de las políticas de gestión de la calidad educativa para ambos centros educacionales, lo cual se refleja en el empoderamiento de los docentes y como estos concretan el trabajo educativo en función de formar personas creativas y emprendedoras comprometidas con sus contextos vivenciales.
Conclusiones
Al finalizar el estudio se concluye que, en el ámbito del diagnóstico realizado en las instituciones educativas, se han podido corroborar las situaciones problémicas que determinaron la intervención, y se ha logrado sustentar desde lo teórico, la trascendencia que tiene la formación en valores para el correcto desarrollo humano de los estudiantes. Ha de destacarse que tanto la Unidad Educativa INSUTED como la Universidad UNIANDES, extensión Quevedo, han asumido el desafío de la preparación y empoderamiento de sus docentes en el ámbito de la axiología, desde la necesidad creativa que presupone abordar una temática muchas veces esquematizada y considerada un tabú en el orden metodológico instrumental. Los resultados de la propuesta y su aplicación parcial son una muestra de la fortaleza que significa desarrollar en los claustros docentes una visión holística de los valores desde una interpretación compleja de estos y su practica formativa. La estrategia desarrollada se proyecta como herramienta fundamental para el trabajo docente y significa un paso de avance en el desarrollo institucional.