Introducción
Los cambios cada vez más acelerados que se producen en el contexto internacional y nacional obligan a utilizar la ciencia como el método eficaz para dar solución acertada a los problemas que se presentan en un entorno cada vez más turbulento, con cambios impredecibles. En ello, las Universidades tienen el reto de formar profesionales que den respuesta a tales cambios y para ello sus profesores deben encontrar soluciones viables que garanticen este encargo puesto que, en ocasiones, los planes de estudio vigentes no tienen concebido dotar a los estudiantes de las herramientas pertinentes que los guíen en la búsqueda de soluciones a problemas de la práctica mediante procederes que avalen el uso de técnicas y métodos científicos.
En este sentido, investigaciones realizadas enfatizan en el papel educativo y formador del vínculo laboral de los estudiantes y el papel de la disciplina principal integradora en las carreras universitarias desde la relación universidad-sociedad y el rol de los tutores en ello. En correspondencia, se realizan propuestas metodológicas, modelos, metodologías para perfeccionar o incluir el componente laboral en diferentes carreras, en su mayoría carreras del perfil pedagógico. Domínguez, & Baute (2016).
Por su parte, la revisión a los planes de estudio D de la carrera Contabilidad y Finanzas en el Curso Regular Diurno (CRD) y en el Curso por Encuentros (CPE) y al plan E de Turismo, en la modalidad de CPE tienen en cuenta lo apuntado con anterioridad; sin embargo evidencian que en el primer caso no está concebido que los alumnos reciban la asignatura Metodología de la investigación, y en el segundo, la reciben en el segundo año de la carrera y, sin embargo, desde el primero se concibe en algunas asignaturas el trabajo de curso como examen final. Cuba. Ministerio de Educación (2010a, b, c)
En tal sentido, la Metodología de la investigación debiera ser una de las asignaturas que forme parte del plan del estudio desde los primeros años de todas las carreras universitarias, como vía para potenciar la labor investigativa y propiciar en los estudiantes el desarrollo de las habilidades, que les permitan, con recursos metodológicos propios de la investigación-acción, particularizar en las problemáticas de su desempeño o de su organización para así fundamentar las alternativas de solución a los problemas de la práctica.
Para cumplir tal propósito, Guadarrama (2012) reconoce en sus planteamientos la necesidad de desarrollar en los estudiantes habilidades investigativas, que se les debe preparar en el manejo de sistemas informáticos en la búsqueda de fuentes, en las habilidades para la presentación oral y escrita de los resultados de investigación para la elaboración de propuestas de introducción de los resultados investigativos en la práctica social, ya sea en el sector productivo o de los servicios.
Todo lo anterior posibilita a los estudiantes en formación contribuir, desde la ciencia, a la mejora continua de las organizaciones, acercarlos a los problemas y dotarlos de los instrumentos necesarios para buscar la solución más adecuada por la vía científica.
Sin embargo, para ello requieren del necesario acompañamiento de los docentes en su rol de tutores, así como de las personas que durante su práctica laboral también asumen esta responsabilidad.
(Domínguez, & Rojas, 2021) al referirse a la importancia de la tutoría plantean que:
…la tutoría es considerada como una herramienta de gran utilidad y significación en la formación del profesional. Si bien los docentes durante mucho tiempo han dedicado gran parte de su actividad a la formación académica, relacionada con determinadas áreas de la ciencia, lo que sin dudas constituye un elemento fundamental para su formación, es innegable la necesidad de la formación integral del hombre, que constituye hoy un principio esencial de la responsabilidad social de la Universidad y el rol del docente (p. 225).
En la modalidad de CPE también es factible y, sobre todo, oportuno contar con tutores que guien a los estudiantes - trabajadores durante su etapa de pregrado, aun cuando esta forma de estudio ofrece a los estudiantes matriculados conocer mejor a su organización y estar al tanto de los principales problemas que allí se presentan para así resolverlos.
No obstante, al indagar sobre ello, se aprecia que lo hacen desde la experiencia y no con la utilización de la ciencia como método y, en muchos casos carecen de tutores, tanto de la Universidad como de especialistas o personal con experiencia en las empresas o entidades donde laboran que puedan guiarlos en este empeño; lo que después puede y debe incidir en temas objeto de investigación para los trabajos de curso y tesis de grado.
En la opinión de las autoras y a pesar de los objetivos expresados en los planes de estudio, en ocasiones y de manera particular en la modalidad de CPE, no es muy común que los estudiantes, en su mayoría, investiguen y busquen la solución a los problemas que se presentan en su organización con la utilización de técnicas y métodos científicos; ni sientan motivación por presentar los resultados de los trabajos que realizan dentro de la propia carrera en los diferentes eventos y actividades que de esta índole se desarrollan en la Universidad, lo que les daría la posibilidad de socializar esas experiencias e incluso enriquecerlas con las experiencias de otros, para su posterior puesta en práctica en las organizaciones donde laboran.
Las autoras consideran que una de las causas pudiera estar en el desconocimiento de la metodología a seguir para la presentación de estos tipos de trabajo.
Desarrollo
Garantizar el desarrollo de habilidades investigativas en los estudiantes en formación para que contribuyan, desde la ciencia, a la eficiencia y eficacia de las organizaciones; se acerquen a sus problemas y tengan las herramientas necesarias para buscar la mejor solución por la vía científica, es una de las funciones del profesor universitario, al ser el responsable de estimular en ellos la participación en los diferentes tipos de trabajo investigativo, la incorporación a los grupos científicos y propiciar la presentación de estos trabajos en eventos de este tipo.
Una primera aproximación al tema apunta a la necesidad de buscar alternativas desde lo metodológico para la elaboración de los trabajos de curso, por cuanto devienen en el primer acercamiento a la investigación científica que permite sistematizar las habilidades relacionadas con la indagación bibliográfica y la valoración teórica de un determinado conocimiento y su contextualización en una organización determinada.
Sin embargo, una dificultad que afrontan los estudiantes para ello es que, en muchos casos, la Metodología de la investigación no está concebida en la carrera o no la reciben antes de realizar estos trabajos, lo que impide que puedan, por tanto, formar y desarrollar las habilidades necesarias para cumplir con las exigencias de un texto científico.
Por consiguiente, resulta necesario esclarecer primero, desde lo estipulado en los documentos normativos emitidos por el Ministerio de Educación Superior con respecto a los trabajos de curso como modalidad de examen final.
Acerca de los trabajos de curso como modalidad de examen final
El tema de la evaluación en cualquier nivel educativo es siempre polémico por cuanto existe diversidad de criterios al respecto, en correspondencia con los autores que los sustentan y de ello no está exenta la Educación Superior.
Reafirmando este razonamiento (Yero, Almaguer, & Bello, 2017) plantean que:
La evaluación del aprendizaje es un componente del proceso de formación y una vía para elevar su efectividad, constituye una necesidad en la Educación Superior Cubana y uno de los asuntos más polémicos, constituyéndose a la vez en una vía para contribuir al perfeccionamiento del modelo económico cubano. (p. 127)
Desde el punto de vista de Hernández, Pérez, & Mesa, (2021) “el problema fundamental de la evaluación no es saber qué se va a evaluar, sino cómo se va a evaluar de manera que se cumpla con las funciones pedagógicas y formativas de la evaluación”. (p.368). Cuestión esta con la que se concuerda por parte de las autoras de este trabajo.
El trabajo de curso, al considerarse una de las formas en que puede ser evaluado el estudiante al concluir una asignatura, no está ajeno a las exigencias que dimanan de esta condición y como tal requiere ser gestionado de manera efectiva por los actores involucrados en este proceso.
A juicio de (Pulido, & Barreiro, 2020):
La gestión del proceso de evaluación del aprendizaje en la educación superior cubana debe considerar la manera en que los estudiantes se apropian del contenido, es decir, la forma en que el educando hace suyo los conocimientos, habilidades, valores y actitudes propios de su futura profesión, que le permitirán auto transformarse y transformar el entorno socio-laboral y social de forma innovadora y creativa. (p. 4)
De acuerdo con en el Reglamento de trabajo docente y metodológico de la Educación Superior, aprobado mediante la Resolución Ministerial 2/2018, queda establecido en su Artículo 145 que la defensa del trabajo de curso constituye uno de los tipos de evaluación final que puede utilizarse en las asignaturas del plan de estudio de la carrera. (p. 691). Cuba. Gaceta Oficial de Cuba (2018)
Más adelante plantea en su Artículo 170 que:
Para los planes de estudio “D”, los tipos de actos de evaluación final a utilizar son: a) El examen final. b) La defensa del trabajo de curso. c) La evaluación final de la práctica laboral. En estos planes de estudio, cada comisión nacional de carrera seleccionó el tipo de acto de evaluación final a utilizar en las asignaturas del currículo base, que se especifican en el plan del proceso docente aprobado oficialmente por el Ministro de Educación Superior. (p. 696)
Por su parte, el Artículo 173 del citado Reglamento precisa que:
La defensa del trabajo de curso es el tipo de acto de evaluación final que comprueba el grado de cumplimiento, por cada estudiante, de los objetivos propuestos para este tipo de trabajo investigativo, según esté asociado a los formulados en las asignaturas, las disciplinas o el año académico en cuestión. En estos trabajos de curso se debe manifestar la tendencia a integrar contenidos de algunas asignaturas afines ya cursadas por el estudiante en otras disciplinas o en años académicos anteriores. (p.697)
Por otra parte, y en correspondencia con su carácter regulador, en el referido Reglamento no se evidencia la fundamentación teórica y la metodología para su realización, la cual permita establecer los requisitos específicos para cuando esta forma de evaluación final es solo de una o varias asignaturas o es parte del trabajo de diploma que los estudiantes realizan como forma de culminación de estudios. En ocasiones, tampoco desde las disciplinas declaradas en el modelo del profesional de las carreras, se le da al trabajo de curso de asignatura un tratamiento que sistematice las acciones para su planificación, orientación, realización y evaluación.
Sobre este particular las autoras, ya citadas, Hernández, Pérez, & Mesa, (2021) al referirse a los trabajos de curso como forma de evaluación, lo hacen desde la perspectiva de que su estructura se utilice como técnica de evaluación del componente investigativo a partir de determinados indicadores.
Dadas estas circunstancias, profesores interesados en este tema, por su implicación didáctica, han profundizado en él y ofrecen sus consideraciones al respecto.
Metodología
En principio, y atendiendo al caso que ocupa el presente trabajo, resulta conveniente aclarar la conceptualización del trabajo de curso como evaluación final de la asignatura.
En la revisión bibliográfica realizada se pudo constatar los puntos de vistas y propuestas que ofrecen investigadores del tema en diferentes áreas del conocimiento.
Con respecto a ello Parra (2009) concibe el trabajo de curso “… como forma organizativa del trabajo investigativo de los estudiantes que les permite profundizar, sistematizar y generalizar los conocimientos, las técnicas y los métodos adquiridos, además de que se apropien de otros conocimientos y desarrollen habilidades profesionales con independencia y creatividad”. (p. 5)
Por otra parte, un colectivo de autores de la Universidad de Ciencias Informáticas (2013) plantea que:
Trabajo de curso es un trabajo investigativo que les permite a los estudiantes solucionar problemas o tareas profesionales para profundizar, ampliar, consolidar y generalizar los conocimientos adquiridos; aplicar, con independencia y creatividad, las técnicas y los métodos adquiridos en otras formas organizativas del proceso docente educativo, desarrollar los métodos del trabajo científico. Además, permite el acercamiento a otras áreas del conocimiento, la búsqueda de alternativas de solución para estos problemas y el carácter interdisciplinario de este proceso docente.
Tamargo, B, Pons, N., & Hernández, X (2018) al proponerse la aplicación de un instrumento que facilitara la elaboración del trabajo de curso en una asignatura, parten de concebir esta forma de evaluación final como un proceso de varias etapas a partir de dos premisas fundamentales: la relación, contenido - evaluación y la integración con otras asignaturas que también realizan trabajos de curso.
Por otro lado, Morales, Márquez, & Rodríguez (2018) insisten en que el trabajo de curso responde a la concepción y objetivos de la asignatura y en tal sentido sostienen que:
…el trabajo de curso de asignatura es el tipo de trabajo investigativo de los estudiantes mediante el cual demuestran la aplicación de métodos, técnicas, habilidades, procedimientos y valores en función de la solución de problemas profesionales y personales; la profundización, actualización y generalización de conocimientos, teniendo en cuenta los objetivos de la asignatura. (p. 3)
Obsérvese que en los dos últimos casos hay una referencia específica a la relación de los trabajos de cursos con una o varias asignaturas, lo que resulta de interés para la fundamentación del presente trabajo.
El resultado del análisis efectuado por diferentes autores y la compatibilidad con los razonamientos aportados, permitió establecer como criterios de las autoras que: el trabajo de curso es el tipo de evaluación final en que, a partir de las relaciones interdisciplinarias y de acuerdo con el año que cursan los estudiantes, estos pueden profundizar, actualizar y generalizar el sistema de conocimientos, habilidades y valores en correspondencia con los objetivos de la asignatura y los problemas profesionales de la carrera.
Resulta preciso enfatizar en la condición expresada en la anterior definición acerca de que se corresponda con el año que cursan los estudiantes. De acuerdo con ello, es recomendable que en los primeros años de la carrera el trabajo de curso tenga un carácter referativo, en el que recopilen información bibliográfica monotemática sobre un determinado tema del sistema de conocimientos de la asignatura, expliquen los fundamentos de un problema sin llegar necesariamente a proyectar la solución.
Resulta coincidente además con las fuentes consultadas, la necesidad de establecer una metodología que concrete pasos o etapas para la elaboración de los trabajos de curso, luego de considerar que no solo constituyen el cierre evaluativo en determinada asignatura, sino todo un proceso de orientación y control a lo largo del semestre.
Metodología para la realización de los trabajos de curso en la asignatura Administración general
La asignatura Administración general se imparte en el 4to año de la carrera Contabilidad y Finanzas tanto en el Curso Regular Diurno (CRD) como por Curso por Encuentros (CPE). Su programa de estudios responde a las transformaciones en el sistema organizacional que apuntan a una mayor competitividad, eficiencia en el uso y control de los recursos, mayor eficacia en el logro de los objetivos, la informatización de los procesos organizacionales y la introducción de sistemas y tecnologías administrativas de avanzada.
De ahí que el objeto de estudio de la disciplina lo constituyen el sistema de relaciones administrativas que regulan el funcionamiento y desarrollo de las organizaciones, así como la determinación de las condiciones necesarias de manifestación y aplicación de esas relaciones que propicien mayor, eficiencia, eficacia, efectividad y competitividad en la vida económica, sociopolítica, ideológica y espiritual de la sociedad.
La modalidad de CPE tiene como ventaja la posibilidad de conocer cómo se mueve la administración en el mundo empresarial en su proceso de gestión para dar cumplimiento a cada una de las funciones del ciclo administrativo.
El sistema de evaluación de esta asignatura lo conforman evaluaciones frecuentes a lo largo del semestre, una parcial y un trabajo de curso como evaluación final. Y es ahí donde radica la principal problemática, por cuanto no está concebido en el Plan de estudio la asignatura Metodología de la investigación para ofrecerles las herramientas necesarias para incursionar en esta forma de trabajo investigativo, a pesar de que en el primer semestre de este mismo año académico también deben presentar un trabajo en la asignatura de Administración financiera gubernamental y antes de efectuar el ejercicio de culminación de estudio deben realizar una publicación.
Todo ello obliga al profesor universitario a buscar alternativas que contribuyan al desarrollo de las habilidades investigativas imprescindibles para enfrentar la realización de trabajos de curso como tipo de evaluación final, lo que a su vez requiere de un sistemático intercambio interdisciplinario y de todos los profesores de la carrera en el orden metodológico y de la indispensable auto preparación del profesorado.
En la búsqueda de soluciones ante tal problemática, hubo una primera aproximación al tema en el departamento de Dirección y Gestión Turística en reunión metodológica en que se ofrecieron precisiones acerca del Trabajo de curso como evaluación final en el CRD y CPE, a partir de la experiencia de las autoras de este artículo. Como resultado del intercambio, se acordó continuar profundizando en el tema para lograr unidad de criterios al respecto, sobre todo, en lo concerniente a los pasos para su elaboración y presentación.
A medida que se siguió profundizando y como consecuencia de la revisión bibliográfica realizada se pudo constatar que esto es una problemática que preocupa también a docentes de otras Universidades en diferentes carreras, en tanto ya se apuntó con anterioridad que solo se cuenta con el carácter normativo de este aspecto en el Reglamento de Trabajo docente metodológico.
La búsqueda evidenció que en este intento hay disímiles propuestas: acciones metodológicas, etapas, guías, instrumentos. La sistematización de tales propuestas conllevó a asumir el carácter de proceso en su realización y a delimitar etapas en su confección, pero con una interrelación tal que evidenciara esta condición. En correspondencia con ello se determinaron cuatro etapas:
Las etapas y su interrelación se aprecian en la figura 1.
Las etapas están interrelacionadas. La orientación se hará desde el inicio del curso o el primer encuentro en el caso del CPE y se precisará la fecha de entrega para la revisión por parte de los profesores, pero no se circunscribe a ese momento. En esta etapa se facilita a los estudiantes las indicaciones tanto para la confección del informe escrito como para su presentación (Anexo 1).
A lo largo del semestre y en la misma medida en que avanzan en su elaboración pueden seguir recibiendo orientaciones y aclaraciones al respecto. Para llevar a cabo el control deben seleccionarse los tutores que guiarán el proceso de elaboración, quienes mediante consultas pueden valorar el progreso.
La experiencia práctica ha corroborado que los estudiantes, con la realización de estos intercambios antes de la presentación final, comprenden la necesidad de utilizar la investigación para buscar la mejor solución a los problemas que se puedan presentar en sus organizaciones, que reconocen lo común y lo disímil de cada problema, así como que un mismo problema puede tener diferentes vías de solución.
Todo lo anterior confirma la necesidad de este asesoramiento y control a lo largo del semestre, lo que debe ser tenido en cuenta por los profesores en la planificación docente de la asignatura con la organización de, al menos, dos talleres, en dependencia de las horas/clases para socializar los resultados parciales obtenidos.
El proceso cierra con el acto de evaluación final, consistente en la exposición oral del trabajo por los miembros del equipo, en el caso de que intervengan varios estudiantes, el cumplimiento de los indicadores a tener en cuenta en el informe escrito y además se tendrán previstas preguntas orales confeccionadas previamente y entregadas al tribunal para la evaluación individual de los estudiantes.
En el anexo 1 se plasman las indicaciones para la realización de los trabajos de curso y los requisitos que deben tener la memoria escrita.
La implementación de estas consideraciones ha hecho posible la obtención de resultados satisfactorios en la asignatura tanto en su acto de evaluación final en que las calificaciones de los estudiantes revelan puntuaciones entre cuatro y cinco puntos, como en el desarrollo de las habilidades investigativas. Como resultado relevante en este último aspecto está la participación de tres alumnas de la carrera Contabilidad y Finanzas del curso 2017-2018 en el evento nacional de Gestión Empresarial y Administración Pública (GEAP) en el 2019.
Ahora bien, las condiciones de pandemia, que han caracterizado los años 2020 y 2021, han impuesto el distanciamiento físico y la modalidad a distancia. Tal situación ha cambiado los esquemas tradicionales en el proceso de enseñanza - aprendizaje, tanto para el docente como para el estudiante, al requerir de la comunicación a través de las tecnologías y las plataformas digitales.
Asumir esta modalidad pudiera tener sus ventajas por cuanto se coincide con Pupo Kairuz, A. R., & Plaza Benavide, B. (2021) quienes la consideran como un proceso de transformación y desarrollo mediante el cual una persona adopta nuevas formas de pensamiento, que le permiten tener nuevos comportamientos y actitudes para mejorar su calidad de vida, y al mismo tiempo mejorar su empresa o su desarrollo como profesional. (p.140).
Estos cambios en el proceso de enseñanza - aprendizaje inciden de manera directa en la evaluación como componente de este proceso, lo cual requiere de ser estudiado en profundidad.
Desde las posiciones de (García-Peñalvo, et al., 2020; Vicenti, 2020), citados por Cabello, F & Luna, J. M. (2020): estudiar el fenómeno del ajuste de las formas de impartición de contenidos y especialmente su evaluación en el nivel educativo superior para el sistema escolarizado, ante la interrupción de la interacción presencial por motivo de la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, es de suma importancia y vigencia; especialmente en un momento en que las actividades académicas no se han reanudado en la forma como eran antes de la citada emergencia sanitaria, con el objeto de plantear alternativas que supongan formas e instrumentos de evaluación del aprendizaje susceptibles de seguir aplicándose entre tanto no se retorne al sistema presencial ordinario, o se recurra cada vez más a contextos híbridos o virtuales de educación superior, ya sea durante la continuación de la interrupción de la educación presencial o una vez que esta se reanude. (p. 395)
En tal sentido, sin embargo, se afianza el papel del docente como facilitador del proceso y se refuerza a la tutoría como elemento sustancial y singular en este tipo de educación.
Estas circunstancias se han tenido en cuenta para el perfeccionamiento del presente trabajo, lo que será evaluado con posterioridad como parte de la mejora continua de la propuesta.
Conclusiones
El Trabajo de curso no es un tipo de evaluación final más. Es todo un proceso contentivo de etapas relacionadas entre sí e inviolables en su cumplimiento para guiar a los estudiantes en su desempeño y estos puedan concluir con resultados satisfactorios que den cumplimiento a los objetivos previstos en la asignatura.
Contar con una metodología al respecto deviene para los estudiantes en pautas para su elaboración, además de ganar en seguridad y confianza al presentarse al acto de exposición final.
La experiencia obtenida con la aplicación de esta metodología en la asignatura Administración General se ha extendido a la carrera de Gestión Turística.