Introducción
Durante los últimos años se le ha dado importancia al desarrollo de un conjunto de habilidades como la facilidad de comunicación, responsabilidad, empatía, capacidad de resolver problemas, espíritu de servicio, tolerancia a la presión, actividad y respeto a las opiniones; conocidas como habilidades blandas o sociales, las cuales no son incluidas en un programa específico de formación profesional y que, sin embargo, son necesarias para desempeñar adecuadamente un liderazgo.
Teniendo en cuenta el modelo de gestión por competencias, lo anteriormente mencionado cobra importancia al momento de realizar una selección del personal, ya que se busca en el futuro trabajador: habilidades, aptitudes, actitudes y conocimientos que generen un impacto positivo a fin de que se cumplan los objetivos que como organización o institución se tienen (Cordero, 2017).
Diferentes estudios muestran por qué las habilidades, blandas son importantes y por ello la necesidad de enseñarlas, desarrollarlas y fortalecerlas. Es necesario que estas habilidades se vayan fomentando desde etapas tempranas. Para prosperar como ciudadanos globales en el mundo moderno, los niños deben desarrollar habilidades del siglo XXI”. (Mateo & Rucci, 2019, p. 12)
En ese sentido, países europeos financian el programa Erasmus, el cual se encarga de realizar intercambios a estudiantes en diferentes universidades de países distintos por un periodo de 6 a 9 meses con la finalidad de fomentar la responsabilidad, la independencia y la madurez; asimismo, el programa también permite que los participantes sean más tolerantes y abiertos a otras culturas. Esta práctica refuerza el impacto de las habilidades, blandas. En la figura 1 podemos apreciar los resultados del programa Erasmus.
De esa forma, en el proceso de adquisición de habilidades blandas, no solo la implementación de programas como el Erasmus debe ser aplicado, sino que involucra la formación de educadores socioemocionalmente aptos ya que son ellos los principales ejecutores del fortalecimiento de habilidades blandas en niños y en jóvenes. En las instituciones se posee escasa formación socioemocional de los educadores; como consecuencia se presentan efectos negativos para los estudiantes relacionados a su mismo bienestar profesional. Además, se ha visto que esta formación socioemocional intencionada por los docentes tiene efectos duraderos en la vida adulta de los estudiantes. (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2020)
Se entiende como habilidades blandas al conjunto de capacidades de la persona para interactuar con otros haciendo frente a diferentes situaciones por medio de una toma de decisiones asertivas, como se cita en Guerra-Báez (2019). Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó desde 1993 la iniciativa basada en el enfoque educativo que propone que las habilidades blandas se incluyan en la educación formal; el proyecto se denominó Habilidades para la vida y tuvo el propósito de ayudar a mejorar la capacidad de vivir una vida más saludable, así como difundir la enseñanza de las habilidades desde la infancia a nivel mundial, clasificándolas en habilidades cognitivas, sociales y emocionales (Cháves, & Dorado-Martínez, 2019).
La formación educativa requiere de personas líderes que no solo posean conocimientos, sino que dispongan de habilidades blandas para poder interactuar, relacionarse socialmente con los demás y dichas habilidades puedan ser reflejadas en los educandos. Las habilidades blandas guardan relación con las destrezas necesarias para poder adaptarse a cualquier circunstancia en el presente y que los individuos puedan trasladar a distintos ámbitos laborales o sociales, por lo que también se han denominado como habilidades socioemocionales para el siglo XXI. (Mozgalova, 2021).
La investigación sigue la línea de calidad y gestión educativa, además que considera que es importante que la gestión en educación considere el desarrollo de habilidades blandas tanto en los trabajadores como en los estudiantes. En el primer caso, cada profesión requiere no solo del dominio de conocimientos y técnicas, sino también del desarrollo de las habilidades blandas que permitan que el futuro profesional sea socialmente apto (Marrero, 2018). Para el segundo caso las habilidades blandas se desarrollan desde temprana edad; claro está que estas habilidades primero se deben aprender en casa mediante la interacción con los padres y familia cercana, pero también son necesarias desarrollar, aprender y fortalecer durante la escolaridad y vida académica.
Si bien es muy importante valorar a las personas por sus conocimientos y sus aportes intelectuales en el campo laboral, lo es también el tener habilidades sociales; estas últimas no son tomadas en cuenta para asumir un puesto como líder en una institución educativa debido a que, en muchas oportunidades, la falta de empatía o el débil manejo en la toma de decisiones han causado dificultades en la dirección o en el manejo de aula en una institución educativa. Por lo tanto, es importante desarrollar estas habilidades para crear un entorno en el que los estudiantes puedan resolver problemas, puedan relacionarse y convivir adecuadamente con quienes los rodean.
Las habilidades blandas han sido tratadas teóricamente en los diferentes niveles de educación a continuación se describen los aportes encontrados en cada uno.
A nivel universitario, se debe señalar que los docentes son los primeros que deben conocer y practicar las habilidades blandas, ya que estas permiten expresar y entender las emociones de los demás, lo que permite orientar el pensamiento y el comportamiento hacia las metas trazadas. Marrero (2018) expresa que para lograr el desarrollo integral no basta solo con adquirir conocimientos en un área específica, sino que es necesario complementar el proceso con la práctica de habilidades blandas, ya que estas permitirían el autocontrol, la confianza en sí mismo y una comunicación eficaz. El autor agrega que los docentes deben demostrar el manejo de dichas habilidades debido a que el modo en el que ellos se desenvuelven influenciará en el aprendizaje de los estudiantes.
(Fuentes, et al., 2021), mencionan que, en la actualidad, hay una creciente demanda de trabajadores competentes en habilidades blandas; sin embargo, se hace evidente que estos trabajadores no están preparados porque para el fortalecimiento de dichas habilidades no se ha tomado en cuenta el sistema educativo desde los niveles básicos al superior, por lo que se hace evidente que las habilidades blandas son importantes para que las personas puedan conseguir un trabajo en donde puedan compartir sus conocimientos, adquirir experiencia laboral y más adelante obtener mejores cargos. González, et al. (2021) indican que durante la última década las organizaciones buscan profesionales capaces de adaptarse a las diferentes necesidades que la institución para la cual trabaje demande: específicamente para dar solución a problemas, ser capaces de integrarse, ser innovadores y que posean conocimientos más allá de su área.
Por ello, es de suma importancia que las instituciones académicas universitarias puedan enseñar e implementar, junto con la enseñanza de conocimientos específicos, las habilidades blandas. Guerra-Báez (2019) se refiere a las habilidades, blandas como importantes para el buen desenvolvimiento de las personas en el ámbito profesional, por lo que ratifica como necesario que, en las diferentes instituciones de educación superior, sean fomentadas y desarrolladas porque esto permitirá que el futuro profesional pueda resolver problemas con facilidad y tener un mejor control de sus emociones. El desarrollar estas habilidades en los profesionales conlleva al éxito respectivo.
Estas habilidades del siglo XXI están siendo muy reconocidas y valoradas en el ámbito laboral, por lo que es urgente agregarlas en un currículo que permita su fortalecimiento desde la educación básica y se continúe en educación superior hasta que el profesional, con todo el conocimiento adquirido, pueda enfrentar a una sociedad en la que no está solo, sino rodeado de personas que como él necesitan comunicación, para resolver problemas en grupo, tomar sabias decisiones y fomentar el pensamiento crítico. Se hace urgente tomar en serio y educar en dichas habilidades, incluyéndose en el currículo brindado por Estado, y que, a la par de los conocimientos, se desarrollen estrategias en las experiencias de aprendizaje para realizar trabajos de grupo, desarrollo de talleres, juego de actividades lúdicas, artísticas y musicales con la finalidad de llevar a la práctica el uso dichas habilidades socioemocionales, creando así círculos de ayuda, protección para ser repetidos en experiencias presentes o futuras (González, et al., 2021).
Como se ha visto anteriormente, las habilidades se desarrollan en la convivencia social con la guía y dirección del docente; en educación existen modelos educativos que promueven el aprendizaje social y que facilitan el desarrollo de la comunicación entre pares y la toma decisiones.
En los últimos dos años, la pandemia ha afectado al mundo entero tanto en el sistema de salud, económico, laboral y académico; en este último aspecto la educación se vio obligada a usar la virtualidad como medio para continuar con la formación escolar y académica y nuestro país no fue ajeno a este cambio; todos los niveles, desde inicial a superior, se adaptaron a una enseñanza virtual que requirió el dominio de habilidades duras, pero sobre todo requirió demostrar las habilidades blandas por parte de quienes impartían las clases como los que las recibían. La adaptación, de presencial a virtual, para muchos no ha sido posible, debido a no poder comunicarse asertivamente a través de medios alternativos. (Maldonado, 2020) Esta pandemia ha demostrado que las habilidades blandas son importantes y necesarias para el trabajador y estudiante.
Esta problemática es reforzada en el informe de Conferencia Anual de Educación (CADE Educación IPAE, 2019), el cual manifiesta que las instituciones educativas deben exigir en su currículo el desarrollo de habilidades blandas porque permitirán a los escolares desenvolverse mejor en la sociedad e incentiva a los docentes a adquirir compromisos para responder a esta exigencia actual.
De allí se plantea la siguiente pregunta: ¿por qué es importante incluir en el currículo para la formación profesional el desarrollo de habilidades blandas?
Este trabajo tiene por objetivo analizar la importancia de la enseñanza de habilidades blandas en la educación y se presenta como problema la falta de un currículo para la adquisición y desarrollo de habilidades blandas en las instituciones educativas (Hernández, & Neri, 2020).
Materiales y métodos
En la presente investigación, la metodología empleada corresponde a una selección de artículos científicos, referente al tema de habilidades blandas; el tipo de investigación es cuantitativo, debido a que se ha realizado un análisis documental y descriptivo de los textos; los métodos teóricos empleados fueron el histórico-lógico, pues se tuvo en cuenta la secuencialidad donde se limitó por periodo de tiempo del 2017 al 2021, mediante la búsqueda de artículos científicos usando la técnica de lectura comprensiva de textos descriptivos y explicativos.
El proceso de búsqueda se inició delimitando las variables de estudio “habilidades blandas” y “educación” en bases de datos como Scopus, Scielo, Latindex y WOS (Web of Science).
Los artículos revisados son menores a 5 años de publicación; se efectuó la revisión de 17 artículos y 2 informes de instituciones gubernamentales. En la Tabla 1 se puede observar la cantidad de artículos seleccionados con su respectiva base de datos y año de publicación.
Base de datos | Año de publicación | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | ||
Scopus | 1 | - | 1 | 3 | 4 | 9 |
Scielo | - | - | 5 | - | - | 5 |
WOSS | - | - | - | - | 1 | 1 |
Latindex | - | 1 | 1 | - | - | 2 |
Dialnet | 1 | - | - | - | - | 1 |
Informes | - | - | 1 | 1 | - | 2 |
TOTAL | 2 | 1 | 7 | 5 | 5 | 20 |
En los artículos se realizó la búsqueda de palabras claves relacionadas al tema como habilidades blandas, educación y desarrollo de habilidades. Se utilizaron el análisis y la síntesis. El análisis implica la separación de un tema integral en sus partes con el fin de lograr su estudio más detallado.
Resultados
En el análisis de revistas, todas relacionadas a la educación, el ámbito pedagógico y social, se puede responder a la pregunta planteada al inicio de la revisión: ¿Por qué, es importante incluir el desarrollo de habilidades blandas en el currículo?
En la Tabla 2 se distingue cómo los diferentes artículos mencionan como relevante el implementar dentro del currículo de formación profesional a las habilidades blandas.
Categoría | Habilidades blandas | Porcentaje en mención | Autor | ||
---|---|---|---|---|---|
Habilidades interpersonales | Negociación | 2% | (Fuentes, et al., 2021) | ||
Trabajo en equipo o colaborativo | 16% | Quijada (2019) | |||
Desarrollo de la creatividad | 10% | Guerra-Báez (2919) | |||
Empatía | 2% | ||||
Habilidades de decisión y pensamiento crítico | Resolución de problemas | 11% | (Fuentes, et al., 2021) | ||
Toma de decisiones | 2% | Quijada (2019) | |||
Investigación documental | 1% | Hernández, & Neri (2020) | |||
Liderazgo | 9% | Guerra-Báez (2919) | |||
Organización | De Cassia, Della, & Waki (2019) | ||||
Habilidades de autocontrol y afrontamiento | Aumentar la confianza | 1% | (Fuentes, et al., 2021) | ||
Responsabilidad | 1% | ||||
Fijarse objetivos y metas | 2% | ||||
Adaptabilidad | 1% | ||||
Inteligencia emocional | 3% | ||||
Manejo del estrés | 2% | ||||
Administración del tiempo | 12% | ||||
Habilidades comunicativas | Comunicación (Escuchar, leer, expresión oral, expresión escrita | 19% |
Guerra-Báez (2919) |
||
Total | 100% |
Fuente: Adaptado de Zepeda, Cardozo, & Cortés (2019)
En la Tabla 3 se aprecian las habilidades consideradas importantes por los diferentes autores para fortalecer el desarrollo profesional de los estudiantes. Estas se dividieron en categorías: la primera denominada habilidades interpersonales, en esta categoría se considera a la comunicación interpersonal, a la negociación, el trabajo en equipo o colaborativo y el desarrollo de la creatividad; la segunda categoría habilidades de decisión y pensamiento crítico, esta categoría se divide en resolución de problema, toma de decisiones, investigación documental, liderazgo, organización; en la categoría habilidades de autocontrol y afrontamiento tenemos las siguientes: responsabilidad, fijarse objetivos y metas, adaptabilidad, inteligencia emocional, manejo del estrés y administración del tiempo. (Maldonado, 2019) Por último, se encuentra la categoría de habilidades comunicativas que comprende las habilidades de escuchar, leer, expresión oral y expresión escrita (Krüger, & Chiappe, 2021).
Teniendo en cuenta la mención realizada sobre las habilidades en los artículos analizados, se tiene presente que la habilidad de comunicación, seguida del trabajo en equipo, administración del tiempo y resolución de problemas son las más citadas y merecen ser incluidas en los currículos para preparación profesional.
Discusión
El artículo de esta investigación se centró en la revisión valida y confiable de diferentes artículos que estudian las habilidades blandas; en este sentido, se realizó un análisis descriptivo y sistemático de los aportes presentados en los artículos. Esta revisión confirma que las habilidades blandas son de importantes para la formación profesional y deben ser incluidas en el currículo de estudio.
Los artículos analizados han sido publicados en revistas indexadas en Scopus, Scielo y WOSS.
Los resultados obtenidos permiten apreciar que las habilidades blandas no se están tomando en cuenta, salvo en los países de Chile y México. Según los artículos publicados, los programas educativos ya los han incrementado en el currículo y hacen talleres desde preescolar para que desde temprana edad los niños vayan adquiriéndolas.
Conclusiones
Por último, podemos concluir que los autores mencionados en este artículo coinciden que las habilidades blandas son importantes para el desarrollo integral personal y profesional tanto en los estudiantes como en los docentes. Las habilidades blandas en los últimos años son relevantes a la hora de adquirir un empleo, es por eso que deben ser consideradas en la maya curricular de los futuros profesionales.
Después de un análisis de los artículos revisados, se determina que, a pesar de la importancia de implementar estas habilidades en las planificaciones curriculares, no se han encontrado artículos donde mencionen como desarrollarlas desde el nivel prescolar.
Los aportes de las habilidades blandas en las instituciones educativas de educación básica y superior contribuyen a las mejoras de la calidad educativa ya que permiten construir conocimientos, mejorar la calidad de vida de las personas tanto profesional como personalmente, permitiendo tener una mejor relación con las personas.