Introducción
Las habilidades sociales, están referidas a la manifestación de un conjunto de conductas específicas, las cuales se utilizan competentemente para realizar una tarea, acción o problema de carácter interpersonal. De igual manera, las habilidades sociales son concebidas como comportamientos aprendidos en la vida diaria y no como atributos de la personalidad (León & Lacunza, 2020).
En ese sentido, las habilidades sociales son indispensables para la vida; puesto que, ayudan a relacionarse de manera conveniente con los otros, intercambiar información, comunicarse, construir una nueva amistad, pedir ayuda, etc. Por el contrario, la falta de las mismas impacta negativamente en el desarrollo de destrezas interpersonales y académicas, facilitando la aparición de trastornos psicológicos como la depresión, frustración y baja autoestima, los que se consideran como desencadenantes de males mayores que traspasan las aulas como el acoso escolar, las drogas, el vandalismo, etc. claro indicativo de que la sociedad carece de estas habilidades (Salimi et al., 2021).
El desarrollo de las habilidades sociales es de gran influencia en la formación holística de los estudiantes; en ese sentido los docentes constituyen una referencia significativa para los mismos, contribuyendo directamente en su desarrollo socioemocional, a través de modelaciones o interacciones (docente - estudiante, estudiante - estudiante), las mismas que pueden presentarse de forma intencional o espontánea.
La educación y el aprendizaje son procesos que se dan desde el inicio de la vida hasta la muerte. Estos procesos se supeditan a las oportunidades, opciones, motivaciones; y a las posibilidades que encuentra cada ser humano en su entorno familiar y social. Así mismo; para que una persona demuestre competencia en una tarea no solo requiere que tenga dominio del saber, del hacer o de ciertas actitudes; sino que también se requiere de la motivación; es decir el querer hacer y esto va unido al aspecto socioemocional, importante para el desempeño de las personas. Por lo tanto, la escuela no solo debe ser un escenario para formar a los estudiantes en contenidos, sino también debe ser el ambiente propicio para el desarrollo de habilidades para la vida, las que contribuirán a la obtención de un aprendizaje que trascienda las aulas, es decir un aprendizaje para la vida (Aristulle & Paoloni-Stente, 2019).
El Aprender a convivir juntos, es uno de los pilares fundamentales de la educación; por lo tanto, es importante preparar a los estudiantes para desenvolverse en el ámbito interpersonal, en un ambiente de respeto y asertividad, promoviendo un clima comunitario saludable. Contribuyendo a que alcancen competencias indispensables para el desarrollo humano y así enfrentar, de manera efectiva, los retos que supone la vida diaria, impulsando a la vez la competitividad para obtener una transformación adecuada hacia la madurez, promoviendo el entendimiento de la presión por parte de los pares así como el manejo de las emociones (Estrada & Mamani, 2020).
La práctica de relaciones interpersonales positivas (asertivas, gratificantes y recíprocas) en los adolescentes, contribuyen al despliegue de sus potencialidades, fortalecimiento y bienestar emocional, reducción del estrés y depresión, satisfacción con la vida misma y al mejoramiento significativo de la competencia social (Lacunza & Contini, 2016).
A causa de los diferentes cambios biopsicosociales, que experimentan los adolescentes; pueden generar en ellos, el surgimiento de la depresión; la misma que afecta negativamente la capacidad cognitiva, las relaciones interpersonales, la salud emocional, el rendimiento académico y la toma de decisiones de los adolescentes. Frente a ello, es fundamental, desarrollar en los estudiantes de educación secundaria habilidades sociales como la cooperación, responsabilidad, afirmación y autocontrol a fin de mitigar progresivamente la depresión estudiantil y alcanzar una adecuada salud mental en los educandos. Promover un apropiado nivel de competencia social en los adolescentes, contribuye a la construcción de una percepción positiva e idónea de su personalidad, la misma que se convierte en un factor protector de gran trascendencia, frente al surgimiento de posibles cuadros de depresión (Zhuojun & Enright, 2021).
(Caballero et al., 2017), los contextos sociales donde se desenvuelven los adolescentes, inciden en el andamiaje de su competencia social; ya que estos, pueden brindar, o no, factores protectores (normas, valores, etc), y en efecto generar, estudiantes con habilidades sociales positivas o con déficits en ellas.
En ese sentido las aulas constituyen un ambiente trascendental para aprender a convivir juntos y lograrlo es tarea de todos los autores involucrados, siendo los docentes los que juegan un papel trascendental para su desarrollo. La aplicación en el aula de diferentes estrategias psicopedagógicas contribuye para fortalecer y mejorar las relaciones interpersonales favoreciendo el clima escolar condición básica para el desarrollo de los aprendizajes (Estrada et al., 2020).
Esta investigación presenta una relevancia significativa, puesto que desde la perspectiva epistemológica proporciona un aporte estructurado de saberes y concepciones teóricas que describen la importancia de las habilidades sociales en los adolescentes. Desde la óptica práctica, estos conocimientos deben ser considerados como material de consulta para quienes se encuentren inmiscuidos e involucrados en el proceso de desarrollo de las competencias sociales de los estudiantes, del nivel de educación secundaria.
En el presente trabajo de investigación, se analizaron 08 artículos científicos del idioma inglés y 12 artículos correspondientes al lenguaje español; los cuales pertenecen a las base de datos Scopus y SciELO, desde el año 2016 hasta julio del año 2021. El objetivo de la presente investigación, consiste en sistematizar la producción científica sobre habilidades sociales en estudiantes de educación secundaria, teniendo en cuenta la relevancia de las habilidades sociales y su impacto en el desarrollo integral de los estudiantes,
Para ello, es preciso plantearse la pregunta: ¿Cuáles son los aportes de los estudios recientes sobre habilidades sociales en educación secundaria?
Metodología
La investigación se basó en una revisión bibliográfica, de tipo descriptiva. A través de la cual se ha analizado y sistematizado un conjunto de concepciones y perspectivas teóricas de veinte expertos, en materia de habilidades sociales en estudiantes del nivel de educación secundaria. De igual manera, se utilizó la metodología Prisma, lo cual permitió organizar de manera estructurada el presente trabajo investigativo. Para la revisión bibliográfica se utilizaron las bases de datos Scopus, SciELO, desde el año 2016 hasta julio del 2021, así como la utilización de fuentes primarias de información.
Desarrollo
Esteves et al., (2020), sostienen que la adolescencia es una etapa en la que se desarrollan una serie de cambios físicos, mentales, emocionales y sociales, que generan un conjunto de dificultades en el proceso de la búsqueda del equilibrio personal y social. La familia, juega un rol fundamental para el desarrollo de las habilidades sociales en los adolescentes, ya que en ella se adquieren comportamientos sociales imitativos, útiles para la vida diaria. Por lo indicado, la funcionalidad familiar debe promover: comportamientos saludables, comunicaciones claras y directas, el establecimiento de roles entre sus integrantes, la capacidad de resolución de problemas, cohesión, comprensión y solidaridad, de tal forma que se constituya, en el elemento protector y preventivo ante los factores de riesgo y sobre todo contribuir al desarrollo de las habilidades sociales en los adolescentes. Asimismo, afirman que existe una correlación positiva, entre habilidades sociales de estudiantes del nivel de educación secundaria y la funcionalidad familiar de los mismos, en los componentes de asertividad, comunicación, autoestima y toma de decisiones.
Los padres representan un factor clave en el desarrollo de habilidades sociales de los hijos. En ese sentido (Madueño et al., 2020); manifiestan que las conductas parentales, son un conjunto de comportamientos específicos, que utilizan los padres para interactuar con sus hijos, con la intencionalidad de guiarlos, hacia el desarrollo social. Existiendo una relación directa entre la percepción de los adolescentes, estudiantes de educación secundaria, sobre las practicas parentales (padre y madre) positivas y la existencia de habilidades sociales. Asimismo, aseveran, que los padres deben actuar frente a sus hijos, manifestando actitudes o acciones, tales como: dedicación de tiempo para dialogar y estar juntos, concertación, participación en la toma de decisiones, confortación, autonomía, afectividad, asistencia y evaluación positiva.
Torres & Hidalgo, (2020), sostienen que las habilidades sociales en los adolescentes, contribuyen a mejorar sus aprendizajes escolares y facilitan su adaptación al mundo social, de una manera más eficaz; por lo que un déficit de las mismas, podría ocasionar dificultades en su nivel de aprendizaje. Asimismo, aseveran que existe relación entre las habilidades sociales y el rendimiento académico, pero no una relación causal directa; sino como una relación de factores atribuibles entre sí. De igual manera, concluyen que un nivel alto de habilidades sociales, se relaciona con un nivel alto de rendimiento académico; de igual manera un nivel medio de habilidades sociales se vincula con un nivel medio y bajo de rendimiento académico y un nivel bajo de habilidades sociales, se relaciona con un nivel bajo de rendimiento escolar.
La Resiliencia, es la capacidad que tienen las personas para enfrentar con éxito las diferentes adversidades o problemas que se presentan en la vida. Para (Sosa & Salas, 2020); existe una correlación positiva entre la capacidad de resiliencia y las habilidades sociales de los adolescentes (habilidades para enfrentar al estrés, habilidades de planificación, habilidades para comunicación, habilidades como alternativas a la violencia y habilidades asociadas a los sentimientos); ello implica, que a mayor capacidad de resiliencia, mayor nivel de habilidades sociales. De igual manera afirman que la resiliencia y las habilidades sociales, son elementos esenciales para el desarrollo socioemocional de los estudiantes, ya que contribuyen a su adaptación social y a enfrentar satisfactoriamente las diferentes adversidades, que puedan surgir en la vida cotidiana.
En ese sentido para (Brandão et al., 2019); es de suma importancia desarrollar estrategias educativas, motivadoras, innovadoras e interdisciplinarias, que contribuyan a prevenir y enfrentar satisfactoriamente, situaciones de acoso escolar y en efecto evitar consecuencias como ansiedad, conductas antisociales, problemas de salud mental y/o problemas académicos. Es trascendental que los adolescentes, ejerzan el protagonismo y liderazgo frente a las situaciones de acoso escolar, para ello es necesario desarrollar aptitudes y habilidades sociales, que contribuyan a la toma de decisiones, al manejo emocional, a expresar su pensamiento crítico a la solución de problemas vinculados al acoso escolar. A nivel de Institución Educativa, se debe contar con una enfermera escolar, quien lidere estrategias de prevención, fortalezca el rol docente, promueva la participación de los padres de familia, genere intervenciones educativas basadas en el diálogo, utilizaron instrumentos de seguimiento, promueva conductas saludables y apoye de forma constante a los estudiantes, para hacer frente al acoso escolar.
Palomar & Victorio, (2018); la conducta prosocial está referida a comportamientos filántropos voluntarios, en beneficio de otras personas, se manifiesta a través de la cooperación, compasión, apoyo y cuidado de los demás. Asimismo, se constituye en un beneficio personal para la persona que lo practica, ya que presenta un efecto social positivo y contribuye al ajuste social de la persona. Los predictores de conducta social (responsabilidad social, razonamiento moral, empatía, factores familiares y escolares, prácticas parentales y fraternales, popularidad, comportamiento social eficiente e influencia de los pares), influyen significativamente en el nivel de conducta prosocial de los adolescentes. La conducta prosocial en la adolescencia, puede ser considerada como un instrumento, para la adquisición de relaciones interpersonales, felicidad y éxito. Los resultados de la investigación, determinaron que a mayor nivel del predictor de socialización en los adolescentes (competencia social, relaciones positivas con los pares, apoyo social general y de amigos, estilo parental positivo y soledad), mayor nivel de conducta prosocial, así como menor nivel de oposicionismo. De igual manera, se encontró que el comportamiento social y el apoyo percibido en los adolescentes, son los mejores predictores positivos de la conducta prosocial, ello implica que aquellos adolescentes que son socialmente más eficientes, exitosos y más apoyados, tienden a retribuir con mayor altruismo hacia sus pares.
El desarrollo de las habilidades sociales es un gran reto para los sistemas de educación. En ese sentido (Salimi et al., 2020), resalta la importancia de las actividades de aprendizaje para el desarrollo de habilidades sociales, como es el caso de estudio del colegio Bengawan Solo Nature School de Indonesia cuyo enfoque de aprendizaje y plan de estudios difiere al de otras escuelas formales y tiene como propósito capacitar a estudiantes a través de diferentes actividades para promover el liderazgo, habilidades para la vida, el ser emprendedores, pensar científicamente y el amar el medio ambiente. Quien concluye que, para influir en el desarrollo de las habilidades sociales en los estudiantes, en primer lugar, se les debe involucrar desde la etapa de planificación de las clases, en segundo lugar, para la implementación de los aprendizajes se tiene que tomar en cuenta diversos procedimientos, recursos y además procurar que la fuente de estos aprendizajes involucre a los padres de familia, quienes facilitaran y acompañaran a los estudiantes en diversas actividades incluso fuera de las aulas, como proyectos sociales; y finalmente la evaluación de los aprendizajes adquiridos debe incluir procedimientos e instrumentos que tomen en cuenta aspectos cognitivos, afectivos y habilidades de una forma integral, lo que ayudará a comprobar que el aprendizaje y desarrollo de las habilidades sociales es óptimo. Asimismo, (Salimi et al., 2021), determinaron que el perfil de habilidades sociales de los estudiantes de este colegio, contiene 05 aspectos fundamentales que son: la cooperación, afirmación, responsabilidad, empatía y autocontrol.
Para (Lopesa et al., 2021), las habilidades sociales se distinguen por fomentar la cooperación entre pares, requerimiento fundamental en el ámbito profesional; ya que promueve el trabajo en equipo y favorece la calidad de las interacciones sociales. Así mismo Lee y col (como se citó en Lopesa et al., 2021) manifiesta que, a mayores habilidades sociales en el aula mayor será la cooperación entre los estudiantes y los conflictos se reducirán. Es por ello que, combinar el aprendizaje activo basado en proyectos con un programa de capacitación en habilidades sociales en alumnos de Ingeniería, genera efectos positivos en la interacción social y el trabajo en equipo, siendo que, los alumnos manifiestan sentirse apoyados y mejor preparados para el trabajo en equipo con la presencia de un programa de habilidades sociales en el aula, aumentando el compromiso, satisfacción, motivación y aprendizaje.
La educación y el rendimiento académico son una fuente importante de estrés para los estudiantes, el mismo que surge por el apremio de obtener altas calificaciones y la preocupación de recibir malas calificaciones, lo que generalmente produce un efecto negativo en el estado de ánimo de los estudiantes reflejado en la disminución del rendimiento, el logro educativo y laboral, pudiendo también afectar el sueño, la salud física, así como originar el uso de sustancias toxicas En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud ( 1996 ) declara que, para que exista una plena participación de los estudiantes en el proceso educativo, deben gozar de buena salud y sentirse emocionalmente seguros; por lo que, desarrollar habilidades sociales y emocionales en los estudiantes, es un reto que favorece su transformación, volviéndolos más resilientes y con capacidad de afrontar el estrés (Pascoe et al., 2020 y Vestad & Tharaldsen, 2021).
Así mismo; Vestad & Tharaldsen, (2021), analizan las experiencias de estudiantes de secundaria inferior de Noruega con componentes de una intervención de aprendizaje social y emocional en relación con el afrontamiento del estrés académico. Esta intervención tuvo como objetivo promover cinco competencias sociales y emocionales: habilidades de relación, regulación emocional, atención plena, mentalidad de crecimiento y resolución de problemas. Se realizaron tres entrevistas de grupos focales de estudiantes (n = 26). Los hallazgos muestran que; los estudiantes experimentaron la conciencia plena, la resolución de problemas y la mentalidad de crecimiento de las competencias sociales y emocionales como un apoyo para hacer frente al estrés académico. Sin embargo, en relación a la regulación emocional y las habilidades de relación fueron estimadas como más complejas de emplear, debido a que, los adolescentes experimentan nuevas y complicadas relaciones sociales y, también, perciben ambos aspectos positivos e influencias negativas de la interacción social que son importantes durante esta etapa de la vida. Por lo que esto; genera nuevos retos para el empleo de habilidades de relación como una manera de batallar con el estrés académico.
Para (Estrada E et al., 2020) la práctica de estrategias psicoeducativas generan un efecto positivo en el desarrollo de las habilidades sociales, ese fue el caso de 25 estudiantes del quinto grado de educación secundaria de una institución educativa rural de Madre de Dios, Perú; donde se aplicaron estrategias psicoeducativas enfocadas al desarrollo de la comunicación y la autoestima, estrategias para el control de la ira, el conocimiento y la práctica de valores, así como estrategias para la correcta toma de decisiones; obteniéndose como resultado desarrollo favorable de las habilidades sociales de los estudiantes. Así mismo estos resultados acentúan el papel que cumplen los programas de intervención y la aplicación de estrategias orientadas a ejercitar y promover el desarrollo de las habilidades sociales en escolares del nivel de educación primaria y secundaria; por lo que se debe priorizar la ejecución de políticas educativas nacionales y regionales enfocadas en la enseñanza de las habilidades sociales que resultan indispensables y que junto a las habilidades cognitivas y afectivas complementan el desarrollo holístico del estudiante.
Estrada Araoz & Mamani Uchasara (2020) determinaron que, a mayores niveles de desarrollo de habilidades sociales el clima social escolar será más saludable y viceversa. Con este fin aplico como instrumentos de recolección de datos: la Lista de Evaluación de Habilidades Sociales y la Escala de Clima Social Escolar; posteriormente halló el coeficiente de correlación, obteniendo como resultados que existe una correlación moderada, directa y significativa entre las variables de estudio.
Resulta por lo tanto necesario, que los docentes identifiquen, en el aula, a los adolescentes en situación de riesgo y determinen cuáles son sus niveles de habilidades sociales, para poder potenciarlas.
(Johnson et al., 2021), estudió los efectos de una capacitación social virtual en las habilidades de comunicación y afirmación en estudiantes de secundaria, del sexto, séptimo y octavo grado de cuatro escuelas intermedias públicas en Dallas en situación de riesgo, para mejorar la comunicación en el aula. Los hallazgos de este estudio mostraron que una breve capacitación social virtual de ocho sesiones en la escuela secundaria es un modelo factible que puede lograr efectos positivos en el comportamiento social, y para ello, la referencia del docente es una forma confiable de identificar a los estudiantes que podrían beneficiarse de la formación; obteniendo soluciones viables para los adolescentes que luchan socialmente en el entorno educativo mediante la provisión de capacitación social virtual basada en la evidencia. Siendo algo innovador que amplía las intervenciones de habilidades sociales estancadas, utilizando los avances de la tecnología virtual, el coaching social en tiempo real que promueve la comunicación social y la afirmación. Además, los estudiantes demuestran una mayor precisión en el reconocimiento y la comprensión de los matices sociales, conversacionales y emocionales para formular y ejecutar mejor una respuesta prosocial, creando una base sólida y segura para el razonamiento social y la resiliencia.
A pesar de que; el aprendizaje socioemocional es un planteamiento muy prometedor para el desarrollo y la adaptación positiva de los alumnos, el incremento del éxito académico e inclusive para la prevención de problemas de conducta. Ljubetic & Maglica, (2020), manifiesta que aún no existe un planteamiento ordenado de la puesta en marcha del aprendizaje socioemocional en diversos países. Como es el caso particular de Croacia, que cuenta con una plataforma formal y legal para implementar el aprendizaje socioemocional en los documentos clave que regulan las prácticas educativas y asistenciales del país; sin embargo, su implementación es escasa, y ocasional.
Por lo que; una institución educativa eficaz debe promover el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales de los alumnos; y para lograr esto, el papel del docente es fundamental; por lo que se requiere reforzar su confianza, a través de una formación profesional pertinente que promueva el desarrollo de sus propias habilidades y posteriormente incorporando estos temas en su práctica docente diaria; y a nivel macro se debe plantear el establecimiento de políticas educativas, que incluyan metas educativas con resultados cognitivos y no cognitivos.(Schiepe-Tiska et al., 2021).
Passeri, et al (2021); realizaron un estudio acerca del impacto de las habilidades sociales (HHSS), motivación para el aprendizaje (MA) y la percepción de apoyo social (PAS) en el rendimiento escolar de un grupo de adolescentes; los cuales estuvieron constituidos por estudiantes de edad regular y discentes con discrepancia etaria (Educación Primaria); dichos investigadores encontraron que los estudiantes pertenecientes al grupo edad regular, desarrollaron sus habilidades sociales (Asertividad, empatía, autocontrol, y civilidad) de una forma más significativa a comparación del grupo discordante; ello permitió a los estudiantes mejorar sus aprendizajes de forma relevante; de igual manera consideran a la motivación como un elemento trascendental en el proceso de enseñanza aprendizaje, la cual debe ser regulada estratégicamente para contribuir de forma significativa a la formación integral de los educandos. Asimismo afirman que la ayuda social (padres de familia, docentes, amigos, sociedad en general) dirigida a los estudiantes de educación secundaria es de suma importancia, ya que proporciona orientaciones y estímulos volítivos al estudiante; los cuales facilitan el aprendizaje y la resolución de problemas en la vida diaria. Frente a ello concluyeron, que el empleo adecuado, oportuno y estratégico de las HHSS, MA y PAS impactan positivamente en el rendimiento académico de los estudiantes de educación secundaria.
Conclusiones
En el aspecto educativo, las habilidades sociales permiten mejorar el rendimiento académico e interacción social de los adolescentes; ante ello, los docentes deben estar capacitados en este rubro, para promover en sus estudiantes, el desarrollo de dichas habilidades. Asimismo, en las diferentes experiencias curriculares, se debe promover su aprendizaje estructurado, empleando la cooperación, empatía, autorregulación, responsabilidad, motivación, compromiso y resiliencia; acompañado de un adecuado fortalecimiento de la salud mental.
El comportamiento parental adecuado (diálogo asertivo, comprensión, resolución de problemas, solidaridad) influye positivamente en el desarrollo de habilidades sociales en los estudiantes del nivel de educación secundaria; y a la vez previene y protege de los factores riesgo estudiantil. Esto debe ser comprendido de forma consciente, por padres e hijos, para fortalecer dicha relación directa.
Se debe desarrollar políticas educativas, concreticen; un conjunto estructurado de estrategias psicoeducativas, en la cual se utilice la comunicación, protagonismo y/o liderazgo estudiantil, el buen manejo emocional, ayuda psicológica (psicólogo), resiliencia, toma adecuada de decisiones; lo cual permitirá un incremento significativo del nivel de habilidades sociales en estudiantes de educación secundaria; y en efecto utilizarlas para prevenir y enfrentar satisfactoriamente, situaciones de riesgo personal o social.
Actualmente en la era de la digitalización, se debe promover las capacitaciones virtuales sobre habilidades interpersonales dirigidas a estudiantes del nivel de educación secundaria; las cuales, al ser ejecutadas pertinentemente, van a contribuir a enfrentar con éxito el estrés académico, superar situaciones de riesgo social y por ende mejorar su nivel de competencia social en los educandos.
En educación básica regular, específicamente en el nivel de educación secundaria se debe trabajar con los estudiantes, el desarrollo de predictores de conducta social, de tal forma que se configuren como instrumentos esenciales para mejorar los comportamientos prosociales y establecer un buen clima escolar, que contribuya a la formación holística de los educandos.