Introducción
En las últimas décadas, las transformaciones debido a la globalización, los avances tecnológicos, los cambios en los paradigmas socioeducativos y la explosión de avances científicos útiles para los procesos de estimulación y orientación de la formación de la personalidad para el ingreso a la educación superior, se convierten en un imperativo para asegurar la calidad en la formación de los futuros profesionales.
En este contexto, bajo las prerrogativas de una nueva cultura de la calidad; las universidades han reconceptualizado su modelo de enseñanza - aprendizaje del estudiante, trabajando para acortar cada vez más la distancia entre los planes de estudio y las demandas del mundo laboral. De modo que el estudiante universitario no solo deberá apropiarse de conocimientos, sino también desarrollar habilidades especializadas y personales más generales que permitan una formación continua y su inserción en el desarrollo socioeconómico de la sociedad, con el dominio de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para la actividad sociolaboral y la vida.
Para cumplir este propósito las influencias educativas inician desde los primeros años de la vida con la familia, la escuela y los medios que la sociedad tiene para sedimentar su objetivo de formación, el ciudadano. Sin embargo, al Bachillerato se le adjudica la responsabilidad de asegurar las condiciones básicas para una formación universitaria básica que permita la integración de los estudios superiores o enfrentar el mundo laboral, así como probar sus habilidades reales para seguir adelante (Muñoz Jofré et al., 2010). Luego, este ciclo educativo permite orientar y guiar a los estudiantes en la toma de decisiones para hacer frente a los cambios del desarrollo de la sociedad.
Se entiende que en las condiciones actuales la formación integral del bachiller es una necesidad y debe estar orientada, en lo fundamental, al desarrollo personal y social; por lo que su encargo se comparte con la familia e instituciones sociales. De manera que pueda integrar el sistema de influencias educativas, trabajar de forma coherente y armónica la orientación profesional, entendido como un proceso en el que se moviliza a todos los factores interactuantes, en función de guiar la elección de su carrera profesional, que definirá la vida que llevará al terminar la formación profesional, lo cual repercutirá directa e indirectamente en su vida familiar, laboral y social (Bravo & Vergara, 2018).
La elección familiar es una decisión que marcara el futuro de una persona. Además, tiende a complejizarse en la medida en que no “siempre se lleva a cabo en función de la vocación de quien toma esta decisión, ya que en ésta (...), suelen intervenir ciertos factores, ya sean estos internos o externos al sujeto que pueden llegar a influir” (Mendoza, 1994, p.10); de manera errónea o no, dependiendo del conocimiento que tengan los diferentes entes que intervienen en el proceso de dicha elección. Pero ella puede ser influenciada por factores como la familia, la economía, los intereses personales y medios masivos de comunicación.
La elección de la carrera profesional no puede ser una decisión que puede ser tomada a la ligera, por eso más de un siglo la psicología, reconoce la importancia de la orientación vocacional y profesional a lo largo de la vida. Al considerar que esta es una tarea esencial de la personalidad en la juventud y la adultez; en la actividad profesional confluyen las necesidades de satisfacer la identificación y desarrollo de motivos, interés, aspiraciones personales y sociales.
Desde esta postura, los sistemas educativos han identificado la necesidad de contar con programas de orientación vocacional, los cuales son desarrollados por diversas instituciones educativas. En ellos, los estudiantes de último año de bachillerato, padres de familia, en general, reciben influencias de orientación para la elección profesional futura (Navarrete et al., 2020).
En Argentina el programa educativo de orientación vocacional trabaja los antecedentes sociales, históricos y actuales en la juventud, la educación, el trabajo. En este caso, se trabaja en la elección de curso al final de la escuela secundaria; que provoca la reflexión en torno a la participación en el mercado laboral. Sugiere que no solo se realizan actividades específicas para abordar la futura profesión docente, sino que también se integran la materia curricular y los comportamientos claramente expresados en la materia.
En Brasil, las escuelas deben orientar a los estudiantes en la elección de áreas de conocimiento o práctica profesional. Se realizan acciones concretas y sistemáticas, definidas por cada institución y enfocadas principalmente en la aplicación de herramientas especializadas y la provisión de información sobre carreras universitarias y mercados laborales. Mientras en Perú, el sistema educativo cuenta con una dirección de tutoría y docencia; que utiliza para el trabajo un Cuadernillo de Orientación Profesional para uso en las instituciones educativas nacionales, para desenvolver un esquema de trabajo organizado con estudiantes de cuarto y quinto grado de secundaria. Su propósito principal es que los alumnos construyan una vida que integre sus rasgos y contexto y promover su crecimiento, cumpliendo así gradualmente sus ambiciones personales.
En Chile, a partir del 2019 el Ministerio de Educación marca las pautas para trabajar la orientación profesional en el currículo, al tiempo que las instituciones educativas desarrollan talleres de orientación que realizan una variedad de actividades, con un enfoque situado en la reflexión y el conocimiento de las opciones profesionales. Esta propuesta ha permitido la toma de decisiones necesarias para la elección de la carrera y planificación de vida. El énfasis en reconocer y atender los factores protectores y de riesgo; planes y metas; relaciones interpersonales se considera un aspecto básico para asegurar las condiciones de la elección profesional futura Olivos (2012).
Siguiendo esta línea, y en los últimos años, la educación en el Ecuador, ha legitimado en su modelo educativo una relación entre la educación, la vida y el trabajo. Reconociendo la necesidad de guiar este trabajo desde la evaluación de las aptitudes, se logran identificar las necesidades sociales como componente que deberá interrelacionarlo con la elección de una carrera. Es así que, la guía eficiente de estas aspiraciones profesionales, es esencial para el progreso estudiantil hacia el ámbito productivo. En este marco, es esencial la evaluación psicométrica para recopilar la información personal necesaria.
En la literatura, existe cierto consenso al afirmar que las aptitudes para una profesión están relación con las capacidades que tienen las personas para realizar determinadas funciones dentro de un esquema de actividad laboral o perfil profesional. Esta puede mejorarse con la capacitación y/o la experiencia, por lo que juega un papel importante en la elección profesional; pues, la formación que reciben implicará un crecimiento en el desempeño profesional exitoso. Se explica así la relevancia que asume entonces la evaluación de las aptitudes como el primer momento para solventar las insuficiencias que se pueden presentar, sobre todo, en los estudiantes del bachillerato, quienes deberán continuar estudios universitarios.
En efecto, la dirección de la elección profesional en estudiantes del bachillerato, es un tema complejo pues en el confluyen las expectativas familiares, las demandas social-laboral y las aptitudes del estudiante. En este marco, resulta un desafío de toda la oferta educativa, pues ella debe crear los criterios adecuados para la elección de la carrera profesional, como un debido proceso de planeación, investigación, reflexión y sin dejar de tener en cuenta el predominio de las habilidades y capacidades que se pueden reconocer en cada individuo Moreno (2010). Téngase en cuenta que la elección de una carrera profesional es una clara demostración de la personalidad, es decir, que si los intereses vocacionales van de la mano con la personalidad se plasmará en su desempeño en el ámbito laboral, académico y pasatiempos (Borja Toro, 2021).
En esta tesitura, se entiende que la elección de carrera profesional siempre ha sido un proceso complejo para los adolescentes que culminan el bachillerato. Es común la confusión, la indecisión, pero la preparación para la elección de las carreras profesionales posibilita el desarrollo de las capacidades durante toda su vida académica, es imprescindible. Por tanto, se considera la identificación de las aptitudes profesionales de gran importancia para que cada individuo influya en el óptimo desarrollo (Merino & Saul, 2020).
Las aptitudes profesionales, son aquellas características que se expresan de manera intrínseca en el sujeto. Se define como una acción que influye en su mayor productividad, mayores beneficios y mayor satisfacción para sí mismos y para la sociedad con menos esfuerzo (Chan Chi, 2021). Por un lado, constituyen un conjunto de habilidades y destrezas que ayudan a tener una comprensión clara de las fortalezas y limitaciones de las personas al establecer metas u objetivos en función de sus condiciones presentes en el entorno. Por otro lado, estos actúan como predisposiciones básicas para que a través de la experiencia escolar y de vida, el conocimiento de las vivencias y aprendizaje, aumenta con el tiempo (García, 2018).
Sin embargo, la aptitud es expresión de la brecha que existe entre el entendimiento de las fortalezas y habilidades del ser, pero el aprendizaje y la orientación pueden derivarse no solo del desarrollo de la persona, sino también del entorno en que se insertará a lo largo de la vida. Holland, explica la relación que existe entre el sujeto y su aptitud vocacional, hace énfasis en la conducta por la interacción entre la personalidad y su entorno; dentro de esta teoría abordan seis tipos de personalidad: realista, investigador, artístico, social, emprendedor y convencional.
Estos elementos van en compañía de ambientes que propicien el fortalecimiento de destrezas y habilidades y a la vez les permitan expresar actitudes y valores en función de la resolución de conflictos. Si se conoce el ambiente de un individuo y su capacidad de sociabilización contribuyen para predecir la elección vocacional y asegurar su éxito profesional y la adquisición de logros en varios ámbitos (Prieto et al., 2017). Al evaluar es de gran utilidad medir el grado de congruencia entre las aptitudes de una persona y los requisitos básicos para la actividad laboral.
Se explica así que la evaluación de la aptitud, contribuye a incrementar la calidad intelectual a nivel superiores, sobre todo, de aquellas que tienen una relevancia en los múltiples oficios y profesiones ya que, de cualquier otra manera, la naturaleza de la elección profesional está marcada por el conocimiento de movimientos de la aptitudes para asumir la elección profesional desde la autodeterminación; pues, deben asumirse que las aptitudes profesionales son esenciales en la manera en que se le otorga orden a los valores típicos de la profesión (Sánchez, et al., 2014).
En este marco, la evaluación de las preferencias, inclinaciones o los gustos hacia una determinada profesión sirven de marco a la toma de decisiones por una carrera universitaria; pero, en cualquier caso, es necesario considerar el carácter esencial de las aptitudes profesionales, pues incluyen rasgos tanto sociales como psicológicos que influye en las capacidades mentales y las características emocionales que son de gran importancia para cada individuo. Se trata de indagar a través del consciente e inconsciente, cognitivo y afectivo del individuo mediante los procesos psicológicos la orientación vocacional del adolescente; pero, también influye las aspiraciones que en el orden familiar, social y educativo.
Es preciso comprender que la evaluación es la acción de juzgar o medir mediante un procedimiento, o sea, de indicar qué tan bien o qué tan mal se comporta el aspecto sometido a valoración. La evaluación implica cotejar la realidad contra una serie de criterios preestablecidos que ofrece las perspectivas para reforzar y guiar el cumplimiento de los objetivos de la formación y del aprendizaje (Equipo editorial, Etecé, 2020).
Por tanto, la evaluación de las aptitudes, habilidades y capacidades que ejecuta el ser humano, es para conocer a profundidad como un estudiante utiliza esos conocimientos previamente adquiridos y cómo serán utilizados dentro y fuera del aula clase; es el propio estudiante quien decide seguir enriqueciendo estas aptitudes y conocimientos. Se puede deducir que este tipo de evaluación, pretende ofrecer información acerca de las circunstancias que se le presente en la vida cotidiana. En este contexto, se consideran aspectos de relevancia aquellos que permiten tener una visión más amplia de los criterios de desempeño y cómo se poseen, ya que son estos los que se espera de un profesional en el área de trabajo diariamente (Rosario, 2008).
La evaluación de aptitudes se direcciona en conocer cómo será el desempeño que desarrolla la persona en su puesto de trabajo o, en el caso de gestión del talento humano la selección del personal, influye el conocimiento prospectivo acerca de cómo actuará ante situaciones prácticas o simuladas del ejercicio profesional. Entonces, se trata de interpretar cómo aquellos conocimientos, habilidades, valores que se integran a la competencia laboral solicitada, permiten demostrar su desempeño o su mayor esfuerzo si es que le falta conocer bien su área.
En este caso, los test que se aplican permitirán conocer cuáles son las aptitudes que ha desarrollado el individuo, y por ende la clasificación del personal (Flores, 2007). Por tanto, tiene como finalidad averiguar el conocimiento concreto que el sujeto tienen en posesión, los cuales pueden ser analizadas en base para su función en las áreas o puestos que se vaya a ejercer, permitiéndole ser eficaz y eficiente en sus futuras actividades (Molina, 2006).
En efecto, al evaluar las aptitudes es posible certificar qué áreas de desarrollo profesional son "coherente" con la formación que recibe para así lograr la compatibilidad, no solo de los estudios, sino de las experiencias de vida que le proporcionarán el crecimiento necesario para obtener el éxito en su vida personal, profesional y social. Más allá de la clasificación que puede registrarse en las diferentes bibliografías, es posible identificar un grupo de aptitudes que constituye el referente importante para la investigación:
Aptitudes abstractas o científicas: son las destrezas, habilidades que posee un individuo para poder dar respuestas a sistemas gráficos, mediante el razonamiento del estudio de los diferentes principios y teorías que facilitan el análisis de los procesos, mediantes los cuales se llega a una conclusión, analizando todos los detalles que compone un ejercicio (Equipo editorial, Etecé, 2020).
Aptitudes numéricas: se conoce como la habilidad que tiene una persona para resolver operaciones matemáticas que tienen un cierto grado de complejidad, además se entiende como la capacidad de encontrar los términos faltantes de una secuencia lógica, mediante la ejecución de diversas operaciones donde buscan un resultado matemático con mayor precisión en el menor tiempo posible (Centro de Estudios Financieros, 2019).
Aptitudes verbales: es la habilidad que presenta un individuo en el manejo del lenguaje, expresando sus ideas de manera clara, capacidad de entender diversos textos, oraciones, párrafos, mediante la lectura y escucha del lenguaje hablado. Esta aptitud es muy importante para la formación académica de diversos profesionales en el área de la literatura, entre otras (Pérez, 2012).
Aptitudes espaciales: es la capacidad de imaginar cuerpos en otras dimensiones. Se refiere a la habilidad y destreza que tiene una persona para poder proyectar en su memoria las diversas posiciones de otros objetos, además de visualizarlos dentro del espacio donde está trabajando, para luego plasmarlos, se requiere el manejo de la geometría y el espacio para poder desarrollar de manera eficaz este proceso (Erazo, 2014).
Aptitudes mecánicas: es la capacidad de entender y comprender en los cuerpos u objetos mecánicos, el funcionamiento de sus piezas y deducir cómo se realizan dichos procesos, por los cuales fueron creados. El razonamiento y los conocimientos sobre dicha área son muy importantes para el trabajo de diversos campos como lo es en todas las ramas de la ingeniería (Equipo editorial, Etecé, 2020).
Aptitudes artísticas-plásticas: se trata de la habilidad y capacidad para combinar colores, el manejo de las diferentes formas según el contexto que se está utilizando y la técnica respectiva, también se debe tener la capacidad de formar y desarrollar este tipo de aptitud en cuadros artísticos donde se plasma todos los sentimientos que se quiere dar a conocer a través de la elaboración de una pintura que impacte al espectador (Erazo, 2014).
Aptitudes musicales: aquella destreza que permite a los individuos tocar un instrumento en el área musical de una forma extraordinaria, tienen la capacidad de entender las notas musicales con facilidad y con ellas elaborar una canción, además tienen la facultad de crear letras musicales con el buen uso armónico y artístico del sonido (Equipo editorial, Etecé, 2020).
Aptitudes sociales: este tipo de actitud es muy valorada en el ambiente y comunidad donde se encuentra, aquí se ve reflejada la habilidad que tiene el individuo para entablar una relación interpersonal con las demás personas, la facilidad con la cual encaja en la sociedad, verificar cuál es su papel en la integración de los individuos para establecer conexiones sociales (Erazo, 2014).
Aptitudes ejecutivas: es la capacidad que tiene una persona para liderar y organizar a los demás y poder crear estrategias que faciliten el alcance de los objetivos propuestos como grupos de trabajos. Tiene la habilidad de conseguir la superación de cada uno de los integrantes del grupo con el cual se está trabajando, alcanzando así el máximo desempeño de los mismo (Equipo editorial, Etecé, 2020).
Aptitudes persuasivas: es la habilidad de convencer a las demás personas mediante argumentos bien estructurados y comprensibles que fundamenten la información que se está dando a conocer y el receptor puede cambiar de opinión a partir de la idea expuesta. Esta habilidad es muy utilizada por las personas que están siendo parte de un debate para defender su posición, además de convencer a los espectadores (Erazo, 2014).
En consecuencia, la evaluación debe considerarse como una ampliación de la experiencia educativa y de crecimiento y no como un paso más, o al menos, un movimiento sin pausa, una interacción incorporada que crea, a partir de la impresión de los encuentros y puertas abiertas al desarrollo. Esto explica que de acuerdo con la evaluación de las aptitudes ofrece una perspectiva necesaria para reforzar y combinar el aprendizaje, así como el cumplimiento de objetivos o propósitos en cualquier campo de estudio.
En Ecuador, el Ministerio de Educación, mediante el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) indica que a través de los ejes de orientación vocacional y profesional, los estudiantes deben conocer en profundidad cómo elegir la carrera universitaria, y establece que el proceso transita a partir de los siguientes momentos “autoconocimiento, información, formación y toma de decisiones”. Indica como aspecto básico, la aplicación de varios instrumentos de evaluación, orientados a medir las aptitudes del estudiante.
Las pruebas, en forma de cuestionarios de contexto, se aplican para evaluar los factores intraescolares y extraescolares que inciden en la formación y desarrollo de los estudiantes. La aplicación se ejecuta a través de un cronograma previamente establecido, pero es importante que los niños y jóvenes respondan las pruebas con sinceridad, responsabilidad y honestidad, pues los resultados permitirán hacer seguimiento a la calidad de la educación y con ello proponer estrategias de mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje que brinda el sistema educativo nacional.
Sin embargo, existen falencias en cuanto a la proyección de este proceso. Por cuanto, durante las prácticas de campo en los DECE, se pudo constatar que existe una brecha entre las actitudes profesionales de los estudiantes, las aspiraciones y expectativas de los padres y las opiniones de los docentes acerca de la elección profesional de estudiantes de bachillerato. Como un aspecto básico de este tema, se reconoce que el desconocimiento que se posee afecta la proyección de actividades de las instituciones educativas.
Materiales y métodos
Los aspectos señalados anteriormente sirven de base para promover este tipo de estudio, que emplea la metodología de investigación cuali-cuantitativa, y asume un enfoque ecológico de la evaluación de las aptitudes profesionales. Desde el punto de vista cualitativo, se priorizó el análisis situacional en que se encuentran los estudiantes de bachillerato, como método de recolección de datos, para comprender los hechos y construir una visión general de la situación. Desde el punto de vista cuantitativo, se utilizó la estadística objetiva para la obtención de los resultados e información numérica de la población investigada. En este sentido se utilizaron instrumentos estandarizados.
Dentro de la metodología cualitativa, se emplearon métodos y técnicas descriptivas con el fin de definir los rasgos más relevantes y propiedades de determinados procesos, grupos o fenómenos como objetos de estudio (Sampieri et al., 2014). De manera concisa, estos aspectos de la metodología pretenden recabar información relevante de las variables estudiadas y realizar un análisis de las diferencias y características que lo representan. Permitió el análisis, desarrollo y descripción de los objetivos planteados de la presente investigación sobre las aptitudes vocacionales y la elección de carrera.
Al mismo tiempo, y siguiendo a Ferreyra (2014), esta es también una investigación exploratoria que permite ahondar en la realidad que atraviesa la relación entre las aptitudes de los estudiantes y las aspiraciones y expectativas que tienen docentes y padres acerca de la carrera que pueden ser elegidas; lo cual también le imprime a la investigación, según Naranjo (2014), un sesgo correlacionar al referir el grado de relación que existe entre las variables de la investigación.
La muestra intencional aleatoria estuvo constituida por 102 estudiantes del tercero de bachillerato, de las diferentes unidades educativas de la ciudad de Babahoyo. La selección respondió a criterio de conveniencia debido a la facilidad de acceso del grupo de investigación a la institución educativa y la voluntariedad de estas para participar en la investigación. El proceso transcurrió en tres momentos que se describen a continuación.
En un primer momento se aplicó la técnica entrevista semiestructurada a docentes, directivos, acerca de sus consideraciones respecto al tema y las actividades que realizan en la institución para fortalecer el proceso de orientación profesional hacia las carreras universitarias y la observación, para valorar la contribución de la escuela a la identificación y estimulación de las aptitudes, así como la orientación vocacional que se lleva a cabo en estas instituciones. Además, se aplicó el cuestionario de autoidentificación de las aptitudes profesionales de los alumnos.
En un segundo momento, se procedió a la aplicación del estudio psicométrico se optó por los test mentales que aportó la comprensión de la problemática sobre las aptitudes profesionales en estudiantes en este caso, se utilizaron los diferentes test:
Test “Chaside es un cuestionario con 98 preguntas enfocadas a identificar los intereses y aptitudes para la selección de una vocación. Los intereses son inclinaciones o disposiciones naturales que poseen las personas hacia una o varias actividades, objetos o individuos que están dirigido a la orientación profesional que tienen los estudiantes del segundo nivel de formación académica.
Test de Inteligencias Múltiples de H. Gardner ayuda a descubrir cuál es el grado predominante que tiene una persona en los ocho tipos inteligencias: (Lingüístico-Verbal, Lógico-Matemática, Visual-Espacial, Kinestésica o Corporal-cinética, Musical, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalista)
Prueba De Aptitud Diferencial (DAT) el propósito de la prueba es evitar que los resultados que alcanzan las personas dependan del aprendizaje de materias escolares específicas, consta de ocho pruebas que se mencionan a continuación: Razonamiento verbal, Habilidad numérica, Razonamiento abstracto, Velocidad y precisión perceptual, Razonamiento mecánico, Relaciones espaciales, Uso del lenguaje, Ortografía
Resultados y discusión
Los resultados de la aplicación de los métodos y técnicas demuestran por qué la selección de la carrera universitaria y el éxito en la vida profesional futura de los jóvenes universitarios dependerá de las posibilidades que estos tengan de identificar la relación que existe entre el grado de desarrollo de las aptitudes profesionales; las aspiraciones y las influencias psicoeducativas que se generan desde el bachillerato. En este sentido, la exploración de la observación y entrevista semiestructurada con los directivos y docentes permitió confirmar que con independencia de las actividades que se realizan en las instituciones educativas para orientar a los estudiantes para la elección de la carrera universitaria aún es insuficiente el trabajo que se realiza con los estudiantes y padres.
Por un lado, no existe un sistema de actividades coherente que respondan a los diferentes momentos en que se debe estimular el autoconocimiento de las aptitudes y las potencialidades que estas crean para una u otra elección. Las estrategias y programas del DECE incluyen actividades para realizar orientación vocacional/profesional en que se realizan, sobre todo, en los últimos años del bachillerato; pero, existen falencias en la aplicación de las pruebas psicométricas, ya sea por acceso, por tiempo o por dificultades en el manejo de la información que aporta en la actividad de orientación, lo cual explica que se privilegie el carácter informativo.
La aplicación del cuestionario de autoidentificación de aptitudes que se aplicó a los estudiantes y padres, confirmó que existe una diferencia entre las aptitudes que reconocen los estudiantes y los que los padres identifican. Los padres -aun cuando pueden tener un conocimiento específico de este tema- sobredimensionan la valoración, incluso con respecto a los resultados que se muestra en el estudio que desarrolla el DECE y el análisis del producto de la actividad que se registra por los docentes. Tal como puede apreciarse el déficit en el desarrollo de las aptitudes se concentran en las habilidades artísticas, mecánicas y sociales
Los resultados de la evaluación psicométrica Figura 1 revelaron, que no existe relación entre las aptitudes que se identifican en los estudiantes, con el perfil de la futura carrera que eligen como posible elección. En este caso, se identificaron las aspiraciones de los estudiantes, con las áreas en las que ha venido preparando en el último año académico.
El test “Chaside” develó que el 76% de los estudiantes están inclinados por dos o más áreas, entre ellas la que más sobresale es el área de Medicina y Ciencias de la salud. Los estudiantes coincidieron con los mismos intereses y habilidades necesarias para estas áreas tales como, la investigación, la precisión, el censo-perceptivo, las analíticas, todas dirigidas a ayudar. De igual manera acerca de las aptitudes un total de 40 estudiantes reconocen poseer habilidades altruistas, solidarias, pacientes, comprensivas, respetuosas, y persuasivas. El área con mayor prevalencia es medicina y ciencias de la salud. Tabla 1
En lo que respecta al segundo test direccionado a las inteligencias múltiples, las habilidades interpersonales sobresalen con un mayor porcentaje, dando a conocer que la inteligencia social prevalece en la mayoría de estudiantes. Esta se distingue por las capacidades de entender a la gente, liderar, organizar, comunicar y resolver conflictos. Además, se despliega una gama de carreras que van desde gerencia, administrador, periodista, político, vendedor, agente de viajes, trabajador social, sociólogo, profesor, hasta psicólogo.
Test de orientación vocacional Chaside | Cantidad |
---|---|
Administrativas y contables | 7 |
Humanísticas y sociales | 12 |
Artísticas | 20 |
Medicina y Ciencias de la Salud | 25 |
Ingeniería y computación | 13 |
Defensa y seguridad | 6 |
Ciencias exactas y agrarias | 4 |
Varias | 6 |
Total | 102 |
Fuente: Estudiantes del tercero de bachillerato de las diferentes unidades educativas de la ciudad de Babahoyo
Al analizar los resultados del Test de Inteligencias Múltiples de H. Gardner se pudo constatar que los estudiantes han desarrollado diferentes inteligencias con énfasis en los intereses artísticos, tal y como se aprecia en el Figura 2:
Es evidente que los estudiantes muestran diferentes aptitudes como sensibilidad, imaginativo, creativo, detallista, innovador, intuitivo, paciente, espontáneo y se interesa por trabajos estéticos, armónicos, visuales, auditivos, de observación, de manual y análisis; lo que les posibilita la orientación hacia la carrera artística. En este mismo orden presentan aptitudes como ser paciente, comprensivo, respetuoso, persuasivo, servicial, observador y se interesan por temas de carácter investigativo, analítico, ayudar, todas vinculadas a la Medicina y Ciencias de la Salud.
Es significativo que los estudiantes direccionan su inteligencia interpersonal, lo que los prepara y relaciona con profesiones cómo gerente, administrador, periodista, político, vendedor, agente de viajes, trabajador social, sociólogo, profesor y psicólogo. Por último, de acuerdo a los resultados obtenidos en base a la investigación se logró determinar que las aptitudes: Artísticas, Medicina y Ciencias de la Salud, son las más elegidas por los estudiantes. Los intereses que prevalecen son: investigativo, censo-perceptivo, curar, rehabilitar, analítico; lo cual informa acerca de las aptitudes que desempeñan en esta área las cuales son: solidario, paciente, comprensivo. La aplicación de la Prueba De Aptitud Diferencial (DAT) reveló los siguientes resultados de la evaluación de las habilidades, tal y como se muestra en el Figura 3.
En correspondencia con los datos extraídos en la encuesta se concluye que el 25% de los estudiantes manifiestan que reciben de sus padres y tutores orientación o guía para escoger una carrera universitaria. La referencia con respecto a las vías que utiliza para ejercer información refieren son las plataformas virtuales. Sin embargo, el 15% orientan por medio de actividades escolares, el 20% definido utilizan conferencias motivacionales en la que acompañan a sus hijos para así permitirles razonar sobre su futuro y tengan una idea de que deben seguir para culminar sus estudios. Se explica así que el 60% de los estudiantes reconocen que sus padres les impulsan y apoyan en la selección de una carrera universitaria, por lo que solo el 20% lo hace de manera autónoma. Estos datos coinciden con la información de la encuesta a padres y tutores.
Los padres y tutores que participaron en el estudio no aceptan que desconocen las aptitudes profesionales de sus hijos. Sin embargo, ellos consideran de gran importancia la necesidad de profundizar en el estudio; sobre todo porque sin dudas hay una discordancia entre los intereses vocacionales, las aptitudes profesionales que deben desarrollar para asegurar éxito a elección de una carrera universitaria. Se refuerza la idea de que el estudiante no tiene los argumentos necesarios para elegir un área de formación profesional; por lo que insisten que esta decisión no se puede tomar fuera del círculo familiar (60%), aun así el 20 % de los padres no se preocupan por orientar a sus hijos por medio de algún recurso y dejan esta actividad en manos de la institución educativa.
Hay cierto consenso en que los padres de familia pueden y deben estar al tanto del tema, y asegurar la orientación de sus hijos respecto a su posible vocación, pero es notable que refuercen la idea de que los docentes deben estar preparados y capacitados para poder brindar información acerca de lo que son las aptitudes profesionales, y como se refleja en cada uno de ellos.
La triangulación de la información de los test, las encuestas, las observaciones y entrevistas semiestructuradas permitió constatar que en general existe una incoherencia entre los resultados de los estudiantes, los padres de familia o tutores con lo que aportaron los test psicométricos, ya que los estudiantes reflejan un nivel de desconocimiento de sus actitudes profesionales. Aunque los padres tengan interés en ayudar a sus hijos en el momento de la elección de la carrera, que es una incertidumbre y estrés en los estudiantes, refuerza la idea de que la causa de estos problemas está precisamente en las fallas que presentan las actividades de orientación profesional en la institución educativa y en la familia.
Finalmente, el estudio demostró que los padres tienen un cierto conocimiento respecto a las aptitudes profesionales que tienen y desarrollan sus hijos, conocen de alguna manera, en que áreas o asignaturas tiene mejor desenvolvimiento, permitiendo que dentro del hogar se maneje esas aptitudes, habilidades, conocimientos y capacidades. Todo esto provocará que los estudiantes puedan desenvolverse en una amplia gama de elección, lo cual puede ser mediado por un intencional y adecuado proceso de orientación vocacional/profesional que ponga atención en el conocimiento de los requisitos de relevancia para determinada actividad profesional. En este sentido se propone desarrollar acciones tales como:
Primero. Promover desde la dirección académica de la universidad una intervención y orientación profesional que tome como base los resultados de la evaluación psicométrica para formar grupos de estimulación previa en base al conocimiento de las características de la actividad profesional, integrar las aptitudes y tipos de inteligencia que deben desarrollarse para el éxito en la actividad de estudio y el desarrollo profesional laboral.
Segundo. Elaborar catálogos promocionales, trípticos, guías de autodiagnóstico y espacios de consejería virtual atendidos desde la universidad con información, videos, que permitan las interacciones con estudiantes y egresados que puedan personalizar la información a padres, estudiantes y docentes acerca de las características esenciales propias de los profesionales en relación directa con las aptitudes y la vocación.
Tercero. Discutir los resultados de la evaluación psicométrica con docentes y especialistas del DECE para personalizar la orientación a estudiantes cuya evaluación no corresponde con la declarada intención profesional, asumiendo que el proceso de reorientación. En este período significa un cambio en el proyecto de vida que debe ser acompañado por especialistas.
Cuarto. Organizar un programa de intercambio virtual, televisivo, radial donde se promocione el conocimiento de las necesidades locales, regionales, nacionales de las profesiones y socialice las posibilidades de estudio y las exigencias de formación previa y aptitudes que debe poseer el estudiante.
Quinto. Convocar una vez al mes el encuentro de graduados, egresados de estudiantes universitarios en un coloquio, taller o puertas abiertas para socializar con padres y estudiantes el conocimiento de la profesión.
Los investigadores consideran que las aptitudes profesionales son la base fundamental para ingresar a la universidad, lo cual permite que las personas tengan un buen desempeño. Es importante trabajar dentro de las áreas educativas. Sin embargo, es este tipo de aptitudes, conocimientos o habilidades que serán primordiales para su vida profesional y personal. Los padres de familia y docentes conocen la importancia del tema tratado y buscan fomentar o trabajar en ellos estos puntos claves para su vida.
Conclusiones
La selección de la carrera universitaria y el éxito en la vida profesional de los jóvenes universitarios dependerá de las posibilidades que estos tengan para identificar la relación que existe entre el grado de desarrollo de las aptitudes profesionales, las aspiraciones y las influencias psicoeducativas que se generan desde el bachillerato.
Los resultados de la evaluación psicométrica advierten la incoherencia con que esta relación tiene lugar y sobre todo en las insuficiencias del tipo de influencias que padres, docentes y autoridades académicas universitarias deben abordar para superar los obstáculos que frenan una adecuada elección profesional. Por ello, se debe facilitar mediante un proceso sistemático y coherente de orientación profesional que involucre al estudiante en el autoconocimiento de sus potencialidades y aptitudes.