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Introducción
La retroalimentación formativa se ha establecido como un componente fundamental en el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje en instituciones de educación superior. Su relevancia radica en el reconocimiento generalizado de su profundo efecto en el progreso académico y el desarrollo personal de los estudiantes (Espinoza, 2021). Este fenómeno educativo ha suscitado un creciente interés tanto en la investigación académica como en la práctica pedagógica, debido a su potencial para mejorar la calidad del aprendizaje y promover el desarrollo de habilidades clave en los estudiantes universitarios (Mollo y Deroncele, 2022).
La retroalimentación formativa se refiere a la información proporcionada a los estudiantes sobre su desempeño académico con el fin de apoyar su progreso y facilitar la mejora continua (Anijovich & Cappelletti, 2020). A diferencia de la retroalimentación sumativa, que se centra en la evaluación del desempeño final, la retroalimentación formativa se orienta hacia el proceso de aprendizaje, brindando a los estudiantes orientación específica y acciones correctivas para alcanzar los objetivos de aprendizaje (Medina y Mollo, 2021).
En el contexto universitario, la retroalimentación formativa desempeña un papel fundamental en la promoción del aprendizaje activo y la autonomía del estudiante (Huayhua et al., 2021). Al proporcionar información detallada sobre el rendimiento de los estudiantes, los profesores pueden identificar áreas de fortaleza y debilidad, así como ofrecer estrategias efectivas para mejorar el desempeño académico (Talledo et al., 2022). Esta retroalimentación personalizada y constructiva no solo permite a los estudiantes comprender mejor los conceptos y habilidades, sino que también fomenta su autoconfianza y motivación intrínseca hacia el aprendizaje(Cedeño y Moya, 2019).
La retroalimentación formativa se define como la información proporcionada a los estudiantes sobre su desempeño con el propósito de promover el aprendizaje y el desarrollo de habilidades. Es un componente fundamental de la enseñanza efectiva, ya que permite a los estudiantes comprender sus fortalezas y áreas de mejora, así como también les ofrece orientación sobre cómo pueden mejorar su rendimiento académico (Revilla et al., 2020).
La importancia de la retroalimentación formativa radica en su capacidad para cerrar la brecha entre el desempeño actual del estudiante y el rendimiento deseado. A través de una retroalimentación oportuna, específica y constructiva, los estudiantes pueden identificar áreas en las que necesitan trabajar y recibir orientación sobre cómo pueden mejorar (Haughney et al., 2020; Paterson et al., 2020). Esto contribuye no solo al desarrollo académico de los estudiantes, sino también a su desarrollo personal y profesional (Álvarez et al., 2021).
A pesar de su importancia reconocida, la implementación efectiva de la retroalimentación formativa en el contexto universitario presenta diversos desafíos (Wongvorachan et al., 2022; Rakoczy et al., 2019). Estos desafíos pueden incluir la falta de tiempo y recursos, la sobrecarga de trabajo docente, así como las diferencias individuales en la percepción y aceptación de la retroalimentación por parte de los estudiantes (Hussain et al., 2019; Gálvez, 2023). Además, la retroalimentación formativa exitosa requiere habilidades específicas por parte de los profesores, como la capacidad para ofrecer comentarios claros, específicos y constructivos de manera oportuna (Martínez et al., 2023).
Por lo tanto, es fundamental comprender cómo se lleva a cabo la retroalimentación formativa en el contexto universitario, así como identificar estrategias efectivas para superar los desafíos asociados con su implementación. Este estudio tiene como propósitos abordar estas cuestiones, explorando el impacto de la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza y aprendizaje en estudiantes universitarios.
Los hallazgos de este estudio no solo contribuirán al cuerpo de conocimientos existentes sobre la retroalimentación formativa en el contexto universitario, sino que también proporcionarán recomendaciones prácticas para mejorar su implementación y maximizar su impacto en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Al hacerlo, se espera promover un ambiente educativo más efectivo, centrado en el estudiante y orientado hacia la mejora continua del aprendizaje.
Las dimensiones de la retroalimentación formativa pueden variar dependiendo del enfoque específico utilizado en la investigación o la práctica educativa (Anijovich y Cappelletti, 2020). Sin embargo, algunas de las dimensiones comunes que suelen considerarse son las siguientes: formas, momentos y efectos.
Las formas se refieren a las diferentes maneras o modalidades en las que se proporciona la retroalimentación a los estudiantes. Esto puede incluir una variedad de enfoques y técnicas utilizadas para comunicar información sobre el desempeño del estudiante y cómo pueden mejorar. Algunas formas comunes de retroalimentación incluyen comentarios escritos, discusiones uno a uno, evaluaciones de pares, autoevaluaciones, retroalimentación oral, entre otros.
La dimensión momento se refiere al momento en el que se proporciona la retroalimentación dentro del proceso de aprendizaje. Esta examina cuándo se ofrece la retroalimentación en relación con la realización de una tarea o actividad específica por parte del estudiante. La dimensión efectos se refiere a los resultados o impactos que tiene la retroalimentación en el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes. Esta dimensión examina cómo la retroalimentación formativa afecta el progreso de los estudiantes hacia los objetivos de aprendizaje y su desarrollo académico en general.
La retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de estudiantes ha captado un interés considerable en la literatura académica, con numerosas investigaciones que exploran estos aspectos en distintos entornos educativos. En este contexto, se destaca el estudio realizado por Cervantes et al. (2021), en México. Los resultados principales de esta investigación se han organizado en tres metacategorías: (i) el fomento de habilidades profesionales para la elaboración efectiva de propuestas de intervención, dividido en cuatro subcategorías; (ii) el papel del tutor durante el proceso de formación, compuesto por cuatro categorías de análisis; y (iii) las contribuciones del profesorado en su campo profesional, que abarcan dos categorías. Estas tendencias también subrayan la importancia de la formación en los ámbitos personal, académico y social de los estudiantes.
Un aporte significativo es el de Mackintosh (2021), cuyos hallazgos sugieren que aquellos estudiantes que completaron trabajos formativos tenían considerablemente más posibilidades de alcanzar una calificación A, en contraste con los estudiantes que no realizaron este tipo de trabajo, quienes tenían una mayor probabilidad de reprobar. No obstante, tanto el análisis cuantitativo como el cualitativo sugieren que este patrón no estaba relacionado con la cantidad de retroalimentación recibida, su naturaleza o el individuo del cuerpo académico que la impartió.
Un estudio relevante es el realizado por Zhu et al. (2020), cuyos hallazgos mostraron que i) los estudiantes con puntajes iniciales más altos en promedio tenían más probabilidades de revisar después de la retroalimentación automatizada, ii) las revisiones se relacionaron positivamente con los aumentos de puntaje y iii) la retroalimentación contextualizada fue más efectiva para ayudar al aprendizaje. Los hallazgos de este estudio brindan información sobre el uso de retroalimentación automatizada para mejorar la redacción de argumentaciones científicas como parte de la instrucción en el aula.
Del mismo modo, el estudio efectuado por Linarez (2022), cuyos hallazgos revelan una correlación positiva moderada, evidenciada por un coeficiente de correlación de Spearman igual a 0.672. Esto confirma la existencia de una relación directa entre las variables de retroalimentación formativa y el aprendizaje en el curso de Acto Jurídico.
Fundamentado en todo lo expresado en líneas anteriores el objetivo de este estudio es establecer el impacto de la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los estudiantes de una universidad privada del Callao, Perú. Como hipótesis de la investigación se planteó que la retroalimentación formativa tiene un impacto significativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los estudiantes de una universidad privada del Callao, Perú.
Materiales y métodos
El estudio se efectuó considerando el enfoque cuantitativo y diseño no experimental transversal, de tipo básica y nivel explicativo (Hernández y Mendoza, 2018). Por tanto, se recogieron datos proporcionados por los participantes en un momento específico, sin que exista manipulación de variable alguna. De este modo se obtuvo la información sobre la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza y aprendizaje en estudiantes universitarios.
La población de estudio incluyó a 95 estudiantes de la Facultad de Ingeniería de una universidad privada del Callao, Perú, quienes estaban inscritos en la asignatura de Proyecto de Investigación. Para este estudio, se utilizó una muestra censal. que abarcó a los 95 estudiantes, representando la totalidad de la población objeto de estudio.
En este estudio, se decidió emplear una encuesta como método principal para recopilar información. Para este propósito, se diseñó un cuestionario estructurado que constaba de un total de 24 preguntas. Estas preguntas abordaron las variables y sus respectivas dimensiones. En el caso de la variable retroalimentación formativa, se consideraron las dimensiones de Formas, Momento y Efectos. Mientras que para la variable proceso de enseñanza y aprendizaje, se tomaron en cuenta las dimensiones de Planificación, Ejecución y Evaluación.
La validez del instrumento se evaluó mediante el juicio de expertos, quienes confirmaron que las preguntas estaban directamente relacionadas con el propósito del estudio. Por lo tanto, se demostró que el cuestionario era apropiado para ser administrado a los participantes del estudio. En cuanto a la confiabilidad, se evaluó utilizando el coeficiente Alfa de Cronbach a través de una prueba piloto realizada en individuos con características similares a los sujetos del estudio principal. El resultado obtenido fue de 0.832, lo que indica un nivel de confiabilidad muy alto.
En cuanto a los procedimientos llevados a cabo para la realización de la investigación, en primer lugar, se obtuvo la autorización correspondiente de la institución para acceder a la muestra de participantes y utilizar los instrumentos de estudio. Luego, los datos obtenidos a través de la aplicación de los cuestionarios fueron organizados y estructurados en una base de datos, alineándolos con los aspectos relacionados con el objeto de investigación. Después, se llevó a cabo el procesamiento y análisis de los datos utilizando técnicas estadísticas descriptivas, utilizando el software informático SPSS. Por último, es fundamental mencionar que durante la realización del estudio se consideraron aspectos éticos de beneficencia, no maleficencia, justicia, autonomía e integridad.
Resultados
Los datos obtenidos de la muestra proporcionaron información significativa sobre las características sociodemográficas de los participantes del estudio. Estos detalles se presentan en la Tabla 1, donde se observa que de los 95 encuestados, el 53.68% (51) son hombres, en contraste con el 46.32% (44) que son mujeres, lo que indica que la mayoría de los participantes son del género masculino.
Respecto a la edad de los estudiantes participantes en el estudio, se observa que el 58.95% (56) tienen edades comprendidas entre los 21 y 23 años. Por otro lado, el 22.11% (21) se sitúa en el rango de 24 a 26 años, mientras que el 18.95% (18) tienen entre 18 y 20 años de edad. Por ende, la mayoría de los estudiantes tienen edades comprendidas entre los 21 y 23 años.
Por último, en relación al ciclo académico de los estudiantes que conforman la muestra, se destaca que el 44.21% (42) se encuentran en el octavo ciclo. El 29.47% (28) están cursando el noveno ciclo, mientras que el 26.32% (25) están en el séptimo ciclo. En este sentido, es evidente que la mayoría de los estudiantes están matriculados en el octavo ciclo.
Tabla 1 Datos sociodemográficos de la muestra
| Variables sociodemográficas | N | % | |
| Género |
Masculino Femenino |
51 44 |
53.68% 46.32% |
| Edad |
18-20 años 21-23 años 24-26 años |
18 56 21 |
18.95% 58.95% 22.11% |
| Ciclo |
Séptimo Octavo Noveno |
25 42 28 |
26.32% 44.21% 29.47% |
Fuente: Elaboración propia
En cuanto a los hallazgos descriptivos de las variables y dimensiones del estudio, según se detalla en la Tabla 2, en lo que respecta a la variable de retroalimentación formativa, se observa que el 41.94% (39) de los participantes reportó un nivel regular, el 38.71% (36) indicó un nivel bueno, mientras que el 19.35% (18) precisó un nivel malo. Por consiguiente, esta variable se situó en un nivel regular. Este resultado sugiere que, según las mediciones o evaluaciones realizadas en el estudio, la retroalimentación proporcionada a los estudiantes universitarios no exhibe una calidad excepcionalmente alta que fomente un aprendizaje significativo o una mejora sustancial en el desempeño académico, aunque tampoco es insuficiente o ineficaz.
En relación a las dimensiones de la retroalimentación formativa, en la dimensión de formas, el 40.00% (38) de los participantes informó un nivel bueno, el 37.89% (36) indicó un nivel regular, mientras que el 22.11% (21) alcanzó un nivel malo, lo que sugiere un nivel alto en esta dimensión. Esto implica que la retroalimentación se ha proporcionado de manera variada y creativa, haciendo uso de múltiples métodos, medios y estrategias especialmente seleccionados para maximizar su impacto en el aprendizaje del estudiante. Además, ha sido excepcionalmente efectiva, detallada y adaptada a las necesidades individuales del estudiante.
Respecto a la dimensión momento, el 44.21% (42) de los participantes informó un nivel regular, el 37.89% (36) precisó un nivel bueno, mientras que el 17.89% (17) indicó un nivel malo, prevaleciendo así un nivel regular en esta dimensión. Estos hallazgos reflejan que la retroalimentación se ha entregado en momentos apropiados durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, aunque podría haber ciertas áreas de oportunidad para optimizar la sincronización o la frecuencia de esta retroalimentación.
En cuanto a la dimensión efectos, el 42.11% (40) reportó un nivel regular, el 41.05% (39) precisó un nivel bueno, mientras que el 16.84% (16) señaló un nivel malo, por lo que prevaleció el nivel regular en esta dimensión. Este resultado sugiere que, en general, la retroalimentación ha tenido un impacto moderado en el aprendizaje de los estudiantes. Puede haber habido algunos beneficios evidentes, pero también algunas áreas donde la retroalimentación no ha sido tan efectiva como se esperaba.
En lo que respecta a la variable del proceso de enseñanza y aprendizaje, el 43.62% (41) de los participantes señaló un nivel bueno, el 39.36% (37) precisó un nivel regular, mientras que el 17.02% (16) indicó un nivel malo, lo que sugiere predominantemente un nivel bueno en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. Esto implica que los métodos de enseñanza utilizados, así como las estrategias de aprendizaje implementadas, han resultado efectivos en el logro de los objetivos educativos y en el fomento del aprendizaje de los estudiantes.
En relación a las dimensiones del proceso de enseñanza y aprendizaje, en la dimensión de planificación, el 47.37% (45) de los participantes reportó un nivel alto, el 35.79% (34) señaló un nivel regular, mientras que el 16.84% (16) precisó un nivel malo, destacando así el predomino del nivel bueno en esta dimensión. Lo que sugiere que la organización y preparación de las actividades educativas por parte de los docentes ha sido satisfactoria y efectiva. En términos prácticos, esto implica que la planificación de las clases, la secuencia de los contenidos, la selección de recursos y materiales didácticos, así como la definición de los objetivos de aprendizaje, han sido adecuados y han contribuido de manera positiva al proceso de enseñanza y aprendizaje.
Respecto a la dimensión de ejecución, el 44.21% (42) de los participantes informó un nivel bueno, el 41.05% (39) indicó un nivel regular, mientras que el 14.74% (14) precisó un nivel bajo. Por consiguiente, prevaleció un buen nivel en esta dimensión. Lo cual implica que la implementación práctica de las actividades educativas por parte de los docentes ha sido satisfactoria y efectiva. En términos concretos, esto sugiere que los métodos de enseñanza utilizados durante las clases han sido adecuados y han facilitado el aprendizaje de los estudiantes. Los docentes han logrado llevar a cabo las actividades planificadas de manera competente y han demostrado habilidades pedagógicas efectivas para transmitir los conceptos y facilitar la comprensión de los contenidos.
Finalmente, en lo referente a la dimensión de evaluación, el 41.05% (39) de los participantes reportó un nivel regular, el 38.95% (37) indicó un nivel bueno, mientras que el 20.00% (19) señaló un nivel malo, lo que refleja una prevalencia de nivel regular en esta dimensión. Estos resultados sugieren que, aunque se están llevando a cabo actividades de evaluación, pueden existir áreas de oportunidad en cuanto a la claridad de los criterios de evaluación, la retroalimentación proporcionada a los estudiantes, la diversidad de métodos de evaluación utilizados, entre otros aspectos.
Tabla 2 - Resultados descriptivos de las variables y sus dimensiones
| Variable/ Dimensiones | f | % | f | % | f | % |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Malo | Regular | Bueno | ||||
| Retroalimentación formativa | 18 | 19.35 | 39 | 41.94 | 36 | 38.71 |
| Formas | 21 | 22.11 | 36 | 37.89 | 38 | 40.00 |
| Momento | 17 | 17.89 | 42 | 44.21 | 36 | 37.89 |
| Efectos | 16 | 16.84 | 40 | 42.11 | 39 | 41.05 |
| Proceso de enseñanza y aprendizaje | 16 | 17.02 | 37 | 39.36 | 41 | 43.62 |
| Planificación | 16 | 16.84 | 34 | 35.79 | 45 | 47.37 |
| Ejecución | 14 | 14.74 | 39 | 41.05 | 42 | 44.21 |
| Evaluación | 19 | 20.00 | 39 | 41.05 | 37 | 38.95 |
Fuente: Elaboración propia
Para determinar si los datos seguían una distribución normal y seleccionar la prueba adecuada para examinar la hipótesis de investigación, se empleó la prueba de Kolmogórov-Smirnov, tal como se detalla en la Tabla 3. Los resultados de las variables y dimensiones indicaron que el valor de Sig < 0.05, lo cual sugiere que los datos no mostraban una distribución normal. Por consiguiente, se optó por utilizar una prueba no paramétrica, en concreto, el Chi-cuadrado.
Tabla 3 - Normalidad de los datos
| Variable | Estadístico | gl. | Sigma |
|---|---|---|---|
| Retroalimentación formativa | 0.324 | 95 | 0.000 |
| Formas | 0.246 | 95 | 0.000 |
| Momento | 0.125 | 95 | 0.008 |
| Efectos | 0.223 | 95 | 0.000 |
| Proceso de enseñanza y aprendizaje | 0.179 | 95 | 0.000 |
| Planificación | 0.328 | 95 | 0.010 |
| Ejecución | 0.105 | 95 | 0.005 |
| Evaluación | 0.125 | 95 | 0.003 |
Fuente: Elaboración propia
Los resultados del análisis de Chi-cuadrado se exponen en la Tabla 4, donde el valor de p es 0.032, lo que indica que es menor que el nivel de significancia establecido en 0.05. Este hallazgo llevó al rechazo de la hipótesis nula (H0) y a respaldar la hipótesis alternativa (H1). Por consiguiente, se puede concluir que la retroalimentación formativa ejerce un impacto significativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje en los estudiantes universitarios analizados.
Discusión
En este estudio se pudo precisar que la retroalimentación formativa ejerce un impacto significativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje en los estudiantes de una universidad privada de Lima. Dicho impacto se comprobó mediante la prueba de Chi cuadrado y el p-valor = 0.032 < 0.05, por lo que se pudo aprobar la hipótesis formulada.
Asimismo, los resultados descriptivos revelaron niveles diversos en diferentes aspectos del proceso educativo. La retroalimentación formativa y el momento alcanzaron un nivel regular, con un 41.94% (39) y un 44.21% (42) respectivamente. En contraste, las dimensiones de formas y efectos fueron evaluadas como buenos, obteniendo un 40.00% (38) y un 41.05% (39) respectivamente. Además, se destacó un nivel bueno en el proceso de enseñanza y aprendizaje, particularmente en las etapas de planificación y ejecución, con puntajes de 43.62% (41), 47.37% (45) y 44.21% (42) respectivamente. Sin embargo, la dimensión de evaluación mostró un nivel regular, con un 41.05% (39).
Estos hallazgos reflejan la coherencia con los resultados del estudio llevado a cabo por Linarez (2022), el cual reveló una correlación moderadamente positiva, indicada por un coeficiente de correlación de Spearman de 0.672. Este descubrimiento respalda la idea de que existe una conexión directa entre la retroalimentación formativa y el proceso de aprendizaje en el ámbito del curso de Acto Jurídico.
Adicionalmente, estos resultados coinciden con los hallazgos de Mackintosh (2021), que indican que los estudiantes que completaron trabajos formativos tenían muchas más probabilidades de obtener una calificación alta en comparación con aquellos que no realizaron este tipo de trabajo. Por otro lado, los estudiantes que no participaron en estos trabajos tenían una mayor probabilidad de reprobar. Esto evidencia el impacto significativo de la retroalimentación formativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Además, lo descubierto se alinea con los hallazgos de Zhu et al. (2020), quienes encontraron que los estudiantes con puntajes iniciales más altos tenían una mayor propensión a revisar después de recibir retroalimentación, y estas revisiones estaban correlacionadas positivamente con mejoras en los puntajes. Los hallazgos de esta investigación respaldan lo afirmado por Cervantes et al. (2021), quienes sostienen la relevancia de la retroalimentación formativa en los aspectos personales, académicos y sociales de los estudiantes.
Una de las posibles limitaciones que podrían haber incidido en este estudio es la percepción subjetiva de los estudiantes sobre su propio aprendizaje y la retroalimentación recibida, todo lo cual pudo influir en los resultados del estudio, especialmente si los estudiantes tienen diferentes expectativas o actitudes hacia la retroalimentación.
Este estudio puede contribuir a promover una cultura de retroalimentación constructiva y continua entre estudiantes y docentes universitarios. Esto puede incluir iniciativas para fomentar la retroalimentación entre pares, la autorreflexión de los estudiantes y el diálogo abierto sobre la retroalimentación entre todos los miembros de la comunidad educativa. Además, este estudio puede identificar áreas adicionales de investigación que requieran exploración adicional, como la efectividad de diferentes tipos de retroalimentación formativa, el impacto de la retroalimentación en diferentes disciplinas académicas o el papel de la retroalimentación en la promoción de la equidad educativa.
Conclusiones
Se logró establecer que la retroalimentación formativa ejerce un impacto significativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje en los estudiantes de una universidad privada de Lima. Dicho impacto se comprobó mediante la prueba de Chi cuadrado y el p-valor = 0.032 < 0.05, por lo que se pudo aprobar la hipótesis formulada.
Además, los resultados descriptivos mostraron un nivel regular en la retroalimentación formativa, con un 41.94% (39), y en la dimensión de momento, con un 44.21% (42), mientras que las dimensiones de formas y efectos obtuvieron un nivel bueno, con un 40.00% (38) y un 41.05% (39) respectivamente. Por otro lado, se observó un nivel bueno en el proceso de enseñanza y aprendizaje, en las dimensiones de planificación y ejecución, con un 43.62% (41), 47.37% (45) y 44.21% (42) respectivamente, y un nivel regular en la dimensión de evaluación, con un 41.05% (39).
Dentro de este contexto, la retroalimentación formativa tiene un impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes universitarios, ya que les permite identificar áreas de mejora, corregir errores y desarrollar habilidades y competencias relevantes para su disciplina. Además, permite promover la autorregulación del aprendizaje entre los estudiantes universitarios al fomentar la reflexión, la autoevaluación y la planificación de acciones futuras para mejorar el desempeño académico.
Con base a los hallazgos de este estudio, se recomienda fomentar un ambiente en el que los estudiantes se sientan cómodos dando retroalimentación a los profesores sobre sus experiencias de aprendizaje y sobre la efectividad de la retroalimentación que reciben. Esto puede lograrse a través de encuestas de satisfacción del curso, sesiones de retroalimentación abierta o grupos de enfoque con estudiantes.
Asimismo, se recomienda explorar herramientas y plataformas tecnológicas que faciliten la retroalimentación formativa, como plataformas en línea para enviar y recibir comentarios sobre tareas, sistemas de gestión del aprendizaje (LMS) con funciones de retroalimentación integradas, o herramientas de retroalimentación por pares.
