Introducción
A nivel mundial, el 16 % de las pérdidas auditivas incapacitantes en adultos se debe al ruido en el lugar de trabajo.1) Y es que, a la luz de las recientes investigaciones, la exposición al ruido ya sea de forma intermitente o continua, puede producir progresivamente daños a la salud auditiva de los trabajadores expuestos.2
El ruido puede afectar negativamente no solo al sistema auditivo, sino también al sistema cardíaco, al ritmo circulatorio, presión arterial, sistema respiratorio, sistema digestivo o sistema nervioso autónomo. En el campo biopsicosocial, se sabe que afecta las etapas del sueño, la comunicación verbal, las relaciones interpersonales, además el desempeño laboral debido al aumento del estrés y la irritabilidad.3
La pérdida de audición inducida por ruido se ha transformado en un inconveniente de salud pública, ya que es frecuente en todo el mundo y aqueja a cerca de trecientos millones de personas, en su mayoría en países menos desarrollados; muchos de estos ocurren en entornos laborales donde la exposición al ruido es variable. De acuerdo con lo anterior, uno de los ambientes más peligrosos correspondería a las empresas mineras, algunas de las cuales cuentan con programas preventivos y otras con algunas limitaciones.
En el Perú existe un auge en la actividad minera, lo que implica una gran demanda laboral en la industria, sin embargo, estos trabajadores mineros tienen mayor riesgo de incapacidad sonora ocupacional.4) Debido a las consecuencias irreversibles para los trabajadores, la solución se relaciona con las medidas preventivas que se puedan establecer, por lo que en el sector minero peruano, la hipoacusia1 se puede determinar mediante exámenes específicos según los métodos y lineamientos de la guía técnica para realizar audiometría ocupacional (GEMO 05) del Ministerio de Salud (MINSA).5) La GEMO 05, en su anexo N° 3 - Ficha audiológica ocupacional, incluye información importante sobre el historial médico y laboral del trabajador, lo que ayuda a encontrar correlaciones entre los estímulos acústicos y los valores de las pruebas de audición.6
En ese sentido, las empresas contratistas del sector minero realizan anualmente un control de audiometría, para lo cual el personal acude al centro especializado como una clínica ocupacional, que cuenta con autorización de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) donde se realizó la presente investigación. No obstante a ello, el problema en nuestro país sigue siendo la falta de información integral sobre los resultados de las pruebas auditivas a los trabajadores de la industria minera peruana.7) Esta falta de información no permite la toma de decisiones de las autoridades del estado, de los empleadores del sector minero quienes deben garantizar un ambiente de trabajo seguro y saludable, tampoco ayuda en la labor de sensibilizar a los trabajadores expuestos a ruido y sus familias sobre las consecuencias sociales de la pérdida auditiva inducida por ruido.
Por ello, se realizó el presente estudio para obtener información sobre esta importante enfermedad profesional que afecta a sectores de la población económicamente activa de nuestro país cómo la minería, cuyos resultados permitirán realizar recomendaciones a las distintas entidades encargadas del control y prevención de esta patología.
El presente estudio servirá para seleccionar los puestos de trabajo que se incluirán en el plan de conservación de la audición en las empresas contratistas mineras. Los empleadores pueden esgrimir los datos obtenidos como un instrumento de alerta temprana para la salud auditiva de sus trabajadores, para caracterizar el grado de sordera potencial en los puestos típicos de los contratistas mineros y para un seguimiento más eficaz de las medidas de prevención de la exposición al ruido. La relevancia del presente estudio se sustenta en la poca investigación realizada sobre la pérdida auditiva en las empresas contratistas mineras en todo el país; el presente estudio servirá de fuente de información para futuras investigaciones relacionadas al tema en particular. El estudio se realizó en una Clínica Ocupacional autorizada y se contó con evidencia de las audiometrías que se realizan de forma rutinaria a los trabajadores.
Según la guía de práctica clínica para evaluación médica a trabajadores de actividades con exposición al ruido (GEMO 03) del MINSA y el código de Clasificación Internacional de Enfermedades, la hipoacusia (CIE-10: H91.9) es una disminución no especificada de la capacidad auditiva.8 En el audiograma de tonos puros se consideran los siguientes niveles: (NIOSH, 1998) 0 < 25 dB audición normal; Pérdida auditiva leve de 26-40 dB; Pérdida auditiva moderada de 41-55 dB; 56-70 dB pérdida auditiva moderada a severa; Pérdida auditiva severa de 71-90 dB; Pérdida auditiva severa > 90 dB. Para la población adulta, especialmente la expuesta al ruido, la clasificación utilizada define una pérdida de 25 dB.8) La pérdida de audición probablemente inducida por ruido (PAIR, en lo sucesivo en el texto), tiene características específicas graficadas en los audiogramas como: una hipoacusia neurosensorial bilateral, simétrica, que inicia su descenso en frecuencias agudas con la presencia de un escotoma en las frecuencias 4000 o 6000 Hz. Asimismo, las hipoacusias no inducidas por ruido son las conductivas y las neurosensoriales unilaterales o simétricas, sin presencia de escotoma en frecuencias agudas.9
Ahora se sabe más sobre los efectos perjudiciales del ruido y su correlación con el tiempo de exposición, y como se menciona en una investigación de Zhou y otros10 en China, en la que se demostró una correlación directa entre el grado de pérdida auditiva de los trabajadores y el nivel y la duración de la exposición al ruido y, por tanto, factores individuales como el sexo, la edad, y las precauciones necesarias para evitarlo. Según lo revisado por Monroe y otros11 se concluyó que existe una gran necesidad de programas de conservación de la audición en el sector minero de África, como recurso preventivo para reducir la incidencia de pérdida auditiva entre los trabajadores del sector. Existen muchos estudios respecto a los efectos del ruido en general y también sobre la eficacia de las diferentes medidas preventivas existentes para la protección auditiva en trabajadores de la industria en general.
Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), un estudio de trabajadores expuestos a ruido ocupacional de alto riesgo, comparó la prevalencia de la pérdida auditiva en nueve sectores de la industria y descubrió que el sector minero tenía la prevalencia más alta entre los trabajadores con cualquier grado de discapacidad auditiva (17 %), seguido de la construcción (16 %) y la industria manufacturera (14 %),12 razones por las que se consideró necesaria una actualización sobre el tema anterior, en base a las investigaciones que evalúan específicamente la pérdida auditiva inducida por ruido en la industria minera. A partir de ello, se espera mejorar el conocimiento de la adecuada evaluación de riesgos de estos trabajadores y mejorar el diseño de estrategias de prevención. Por ello la presente investigación tiene como objetivo determinar el grado de pérdida auditiva en el personal que trabaja en empresas contratistas de mineras peruanas 2018 al 2019.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo transversal, en una muestra de 213 trabajadores de las empresas contratistas mineras que fueron evaluados con la ficha de audiometría en el período 2018 al 2019, seleccionados a partir de un muestreo al azar de una población de 476 trabajadores de contratistas mineros que acudieron a la Clínica Ocupacional en el período mencionado.
Se incluyeron pacientes con estudio de audiometría, trabajadores que laboren en cualquiera de las empresas contratistas mineras. Se excluyeron del estudio a los trabajadores con sordera previa al ingreso y a los que tuvieron infección en proceso en algún oído. La variable principal fue el grado de pérdida auditiva y las covariables que se incluyeron fueron: edad, sexo, cargo, rubro empresarial, horas de exposición y experiencia laboral.
La técnica para la recolección de los datos fue la observación, y el instrumento de medición fue una ficha de recolección de datos (anexo 1), se revisó la ficha audiológica ocupacional (anexo 2) que registra la audiometría realizada a los trabajadores de las empresas contratistas mineras con el equipamiento de audiometría. Estos datos ya estaban registrados y se procedió a la evaluación de cada una de las fichas de audiometrías seleccionadas en el muestreo, con la finalidad de distinguir su clasificación gráfica asociada a hipoacusia probablemente inducida por ruido; este análisis estuvo a cargo del profesional certificado por el Consejo de Acreditación en Conservación Auditiva Ocupacional (CAOHC). Una vez ejecutada la recopilación de datos con los instrumentos establecidos fueron ingresados en el programa Excel (versión 2014), posteriormente se creó una base de datos en el paquete estadístico IBM SPSS Statistic, versión 25 en español.
El análisis realizado fue principalmente descriptivo. Para variables categóricas, los resultados se presentan en tablas y gráficos expresados en cantidades y porcentaje. Asimismo, se utilizaron tablas de doble entrada expresadas en cantidades y porcentaje, para registrar posibles relaciones se aplicó la prueba de Chi cuadrado con un nivel de significancia del 5 %.
Resultados
En la tabla 1, se observa que del total de trabajadores 213 (100 %), el 16 % presentaron audiometría normal y el 84 % (179) presentaron algún tipo de audiometría alterada, registrándose una prevalencia del 38 %. Así mismo, un 24,9 % (53) presentaron hipoacusia neurosensorial, probable inducida por ruido (HN-PIR), de los cuales un 1,4 % (3) son mujeres y 23,5 % (50) son varones.
Normal | 9 | 4,2 | 25 | 11,7 | 34 | 16,0 |
Hipoacusia conductiva | 4 | 1,9 | 34 | 16,0 | 38 | 17,8 |
Hipoacusia neurosensorial, no inducida por ruido (HN-NIR) | 7 | 3,3 | 70 | 32,9 | 77 | 36,2 |
Hipoacusia neurosensorial, probable inducida por ruido (HN-PIR) | 3 | 1,4 | 50 | 23,5 | 53 | 24,9 |
Hipoacusia mixta | 0 | 0,0 | 11 | 5,2 | 11 | 5,2 |
Total | 23 | 10,8 | 190 | 89,2 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 11.6.
p = 0,02 < 0,05; existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
En la tabla 2, se observa que del total de trabajadores que presentaron hipoacusia neurosensorial (probable inducida por ruido) 53 (100 %), un 47,2 % (25) tienen edades entre 36 a 45 años, y si ampliamos el rango de 30 a 50 años apreciamos que se alcanza hasta 79,2 % (42). En la tabla 3, se observa que del total de trabajadores que presentaron hipoacusia neurosensorial (probable inducida por ruido) 53 (100 %), un 71,7 % (38) tienen el cargo de mantenedores y operarios principalmente. Mientras que en la tabla 4, se observa que del total de trabajadores con hipoacusia neurosensorial (probable inducida por ruido) 53 (100 %), un 73,6 % (39) corresponden a los rubros empresariales de construcción, mantenimiento y servicios mineros en su conjunto.
Pérdida auditiva | ||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
≤ 25 | 6 | 2,8 | 1 | 0,5 | 2 | 0,9 | 2 | 0,9 | 1 | 0,5 | 12 | 5,6 |
26 a 30 | 9 | 4,2 | 7 | 3,3 | 4 | 1,9 | 2 | 0,9 | 0 | 0,0 | 22 | 10,3 |
30 a 35 | 12 | 5,6 | 12 | 5,6 | 23 | 10,8 | 8 | 3,8 | 2 | 0,9 | 57 | 26,8 |
36 a 40 | 6 | 2,8 | 9 | 4,2 | 24 | 11,3 | 14 | 6,6 | 4 | 1,9 | 57 | 26,8 |
41 a 45 | 1 | 0,5 | 6 | 2,8 | 10 | 4,7 | 11 | 5,2 | 1 | 0,5 | 29 | 13,6 |
45 a 50 | 0 | 0,0 | 1 | 0,5 | 5 | 2,3 | 9 | 4,2 | 1 | 0,5 | 16 | 7,5 |
51 a 55 | 0 | 0,0 | 1 | 0,5 | 4 | 1,9 | 3 | 1,4 | 2 | 0,9 | 10 | 4,7 |
56 a 60 | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 3 | 1,4 | 1 | 0,5 | 0 | 0,0 | 4 | 1,9 |
61 a 65 | 0 | 0,0 | 1 | 0,5 | 2 | 0,9 | 3 | 1,4 | 0 | 0,0 | 6 | 2,8 |
Total | 34 | 16,0 | 38 | 17,8 | 77 | 36,2 | 53 | 24,9 | 11 | 5,2 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 61,8 p = 0,001 < 0,05 existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Pérdida auditiva | Total | |||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Administrativo | Conductor | Mantenedor | Operario | Supervisor | ||||||||
Normal | 8 | 3,8 | 3 | 1,4 | 14 | 6,6 | 5 | 2,3 | 4 | 1,9 | 34 | 16,0 |
Hipoacusia conductiva | 2 | 0,9 | 3 | 1,4 | 17 | 8,0 | 11 | 5,2 | 5 | 2,3 | 38 | 17,8 |
HN-NIR | 2 | 0,9 | 7 | 3,3 | 31 | 14,6 | 27 | 12,7 | 10 | 4,7 | 77 | 36,2 |
HN-PIR | 0 | 0,0 | 6 | 2,8 | 19 | 8,9 | 19 | 8,9 | 9 | 4,2 | 53 | 24,9 |
Hipoacusia mixta | 0 | 0,0 | 2 | 0,9 | 4 | 1,9 | 4 | 1,9 | 1 | 0,5 | 11 | 5,2 |
Total | 12 | 5,6 | 21 | 9,9 | 85 | 39,9 | 66 | 31,0 | 29 | 13,6 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 30,41, p = 0,016 < 0,05 existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Carpintería | 0 | 0,0 | 1 | 0,5 | 3 | 1,4 | 2 | 0,9 | 1 | 0,5 | 7 | 3,3 |
Construcción. | 6 | 2,8 | 10 | 4,7 | 22 | 10,3 | 15 | 7,0 | 4 | 1,9 | 57 | 26,8 |
Electricidad | 6 | 2,8 | 4 | 1,9 | 14 | 6,6 | 5 | 2,3 | 2 | 0,9 | 31 | 14,6 |
Manejo de residuos | 0 | 0,0 | 4 | 1,9 | 2 | 0,9 | 1 | 0,5 | 2 | 0,9 | 9 | 4,2 |
Mantenimiento | 1 | 0,5 | 4 | 1,9 | 11 | 5,2 | 12 | 5,6 | 1 | 0,5 | 29 | 13,6 |
Servicios Ambientales | 3 | 1,4 | 0 | 0,0 | 2 | 0,9 | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 5 | 2,3 |
Servicios mineros | 8 | 3,8 | 6 | 2,8 | 10 | 4,7 | 12 | 5,6 | 0 | 0,0 | 36 | 16,9 |
Tecnologías de información | 5 | 2,3 | 8 | 3,8 | 12 | 5,6 | 6 | 2,8 | 1 | 0,5 | 32 | 15,0 |
Telecomuni- caciones | 5 | 2,3 | 1 | 0,5 | 1 | 0,5 | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 7 | 3,3 |
Total | 34 | 16,0 | 38 | 17,8 | 77 | 36,2 | 53 | 24,9 | 11 | 5,2 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 55,35 p = 0,006 < 0,05; existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
En la tabla 5, se observa que, de los 53 trabajadores con hipoacusia neurosensorial (probable inducida por ruido), un 62,2 % (33) tuvieron en promedio entre 4 a 5 horas de exposición por jornada de trabajo, mientras que (tabla 6), un 51 % (27) refirieron tener experiencia laboral entre 11 a 20 años en su labor, y un 34 % (18) tuvieron experiencia laboral entre 1 a 10 años; de este grupo de trabajadores un 75,5 % declaró usar algún tipo de protección auditiva, ya sea tapones auditivos u orejeras y un 24,5 % (13) declaró no usar protección auditiva alguna (tabla 7).
Normal | 6 | 2,8 | 8 | 3,8 | 15 | 7,0 | 4 | 1,9 | 1 | 0,5 | 0 | 0,0 | 34 | 16,0 |
Hipoacusia conductiva | 8 | 3,8 | 5 | 2,3 | 8 | 3,8 | 13 | 6,1 | 4 | 1,9 | 0 | 0,0 | 38 | 17,8 |
HN-NIR | 9 | 4,2 | 17 | 8,0 | 15 | 7,0 | 22 | 10,3 | 10 | 4,7 | 4 | 1,9 | 77 | 36,2 |
HN-PIR | 5 | 2,3 | 4 | 1,9 | 9 | 4,2 | 19 | 8,9 | 14 | 6,6 | 2 | 0,9 | 53 | 24,9 |
Hipoacusia mixta | 1 | 0,5 | 2 | 0,9 | 1 | 0,5 | 5 | 2,3 | 2 | 0,9 | 0 | 0,0 | 11 | 5,2 |
Total | 29 | 13,6 | 36 | 16,9 | 48 | 22,5 | 63 | 29,6 | 31 | 14,6 | 6 | 2,8 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 35,74 p = 0,01 < 0,05 existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Normal | 30 | 14,1 | 4 | 1,9 | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 34 | 16,0 |
Hipoacusia conductiva | 27 | 12,7 | 9 | 4,2 | 1 | 0,5 | 1 | 0,5 | 38 | 17,8 |
HN-NIR | 41 | 19,2 | 31 | 14,6 | 4 | 1,9 | 1 | 0,5 | 77 | 36,2 |
HN-PIR | 18 | 8,5 | 27 | 12,7 | 5 | 2,3 | 3 | 1,4 | 53 | 24,9 |
Hipoacusia mixta | 3 | 1,4 | 7 | 3,3 | 1 | 0,5 | 0 | 0,0 | 11 | 5,2 |
Total | 119 | 55,9 | 78 | 36,6 | 11 | 5,2 | 5 | 2,3 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 35,44 p = 0,000 < 0,05 existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Normal | 14 | 6,6 | 10 | 4,7 | 10 | 4,7 | 34 | 16,0 |
Hipoacusia conductiva | 18 | 8,5 | 9 | 4,2 | 11 | 5,2 | 38 | 17,8 |
HN-NIR | 39 | 18,3 | 21 | 9,9 | 17 | 8,0 | 77 | 36,2 |
HN-PIR | 23 | 10,8 | 17 | 8,0 | 13 | 6,1 | 53 | 24,9 |
Hipoacusia mixta | 8 | 3,8 | 1 | 0,5 | 2 | 0,9 | 11 | 5,2 |
Total | 102 | 47,9 | 58 | 27,2 | 53 | 24,9 | 213 | 100 |
Chi cuadrado: 5,08 p = 0,74 > 0,05 no existe relación estadística.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Discusión
Se encontró que, en relación con los resultados de la audiometría normal, un 84 % de los sujetos presentaron algún tipo de audiometría alterada con una prevalencia de 38 %, valor que supera a la prevalencia de daño auditivo de un 7,04 % obtenida por Zencovich.13 De la misma manera, los resultados del presente estudio reportan un 24,9 % de trabajadores con PAIR con una prevalencia de 11,1 %, siendo este resultado menor que el de 14,5 %, encontrado en el estudio mencionado anteriormente.13) Lo anterior, pone en evidencia que el personal de las empresas contratistas mineras se exponen a diversas fuentes de ruido durante su jornada, dependiendo del tipo de actividad que realizan.
En relación con el sexo, se reportó la mayor parte de pérdidas auditivas en trabajadores del sexo masculino con un 23,5 % presentando PAIR resultado mayor al obtenido por Zencovich en el cual todos fueron masculinos,13) mientras coincide con Kialliham, quien encontró que la mayoría de los trabajadores estudiados eran hombres, ocupando puestos operativos en la minería de producción. Algunos de estos sujetos estudiados trabajan en áreas de operación donde la exposición al ruido excede los valores legalmente permitidos y, como tal, corren el riesgo de desarrollar pérdida auditiva ocupacional.14
Con respecto a la edad, se encontró que un 79,2 % de los sujetos con PAIR están en el rango de edad entre 30 a 50 años y se demostró encontró relación estadística directa entre pérdida auditiva y el rango de edad (p< 0,05), lo que coincide con el estudio de Medina, que reportó que los trabajadores presentaron PAIR en una edad promedio de 44,48 ± 13,99 años.7
En relación al grado de pérdida auditiva según el cargo, un 71,7 % de los trabajadores afectados laboró en los cargos de mantenedores y operarios, igualmente con relación estadística directa (p< 0,05), estos resultados difieren de los obtenidos por Zencovich, donde los mantenedores y operarios presentan 1,56 y 2,12 veces menos probabilidades de daño auditivo respecto a los administrativos.13 El presente estudio se relaciona con las conclusiones de Macías, que concluye que un factor determinante para la pérdida auditiva de los trabajadores mineros, además de la falta de cultura preventiva en seguridad y salud en el trabajo, está en el hecho de que las mayores labores mineras se desarrollan con altos niveles de ruido debido a la interacción con equipos como perforadoras, cargadoras, locomotoras, etc.15
La prevalencia mayor en los resultados con PAIR corresponde a los rubros empresariales de construcción, mantenimiento y servicios mineros en su conjunto, particularmente el personal de las empresas contratistas, que se expone a altos niveles de ruido en sus actividades cotidianas, teniendo como principales fuentes emisoras los equipos de minería y herramientas de poder como martillos neumáticos, compresores, perforadoras, entre otros, además de permanecer, el 62,2 % de ellos, durante 4 o 5 horas como promedio de exposición a ruido por jornada de trabajo; estos resultados coinciden con los obtenidos por Noroña y Laica, que concluyeron que la exposición a ruido superior a 85 dB durante más de 8 horas al día afecta significativamente la probabilidad de sufrir de sordera,16 mientras que Medina demostró que los factores asociados a la PAIR entre los trabajadores mineros de Yanacocha - Cajamarca estaban relacionados con el número de horas de exposición al ruido.7
Los resultados de la presente investigación reportaron un 75,5 % de los trabajadores manifestando usar algún tipo de protección auditiva, ya sea tapones auditivos u orejeras; mientras que Ullman y otros, que estudiaron los factores de riesgo del mal ajuste de los protectores auditivos en 200 trabajadores de diez sitios mineros en Estados Unidos, encontraron que el 26,7 % de ellos tenían pérdida auditiva, a pesar de haber afirmado que usaban la protección auditiva en el 73,9 % de su jornada de ocho horas en un entorno ruidoso.17 En ese mismo sentido, la investigación de Kialliham concluyó que la gran mayoría de las personas que trabajan en áreas con exposición al ruido por encima de los valores legalmente permisibles, con riesgo de desarrollar hipoacusia ocupacional, usan protección auditiva de calidad y tienen disponibilidad de los mismos.14
Conclusiones
Se encontró que el personal que trabaja en empresas contratistas mineras peruanas, presentaron algún tipo de audiometría alterada con una prevalencia del 38 %, del cual 24,9 % presentaron hipoacusia neurosensorial (probable inducida por ruido), con mayor predominio del sexo masculino y rango de edad entre 30 y 50 años, experiencia laboral entre 11 y 20 años, la mayor incidencia se encontró en los cargos de mantenedores y operarios, pertenecientes a los rubros empresariales de construcción, mantenimiento y servicios mineros. El 62,2 % labora entre 4 a 5 horas con exposición a ruido por jornada y un 75,5 % declaró usar algún tipo de protección auditiva.