Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al síndrome doloroso lumbar como un importante problema de salud, constituye la principal causa de vivir con discapacidad durante años1) y genera alto costo económico por las incapacidades, gastos en medicamentos y rehabilitación.2
En 2015, el dolor lumbar fue responsable de 60,1 millón de años de vida ajustados por discapacidad; un aumento del 54 % desde 1990, observándose el mayor aumento en los países de ingresos bajos y medios. Representa el 7,6 % o 42,5 millones de años vividos con discapacidad en todos los grupos de edad, encabezando la lista de causas de discapacidad en 126 de 195 países y territorios en 2017.3 Se ha convertido en un gran problema de salud pública que genera una carga médica y económica considerable para los individuos, las familias y la sociedad.4
El Proyecto de Morbilidad Global de Enfermedades mostró que el dolor lumbar tuvo una prevalencia puntual global de 9,4 %, siendo mayor en hombres (10,1 %) en comparación con mujeres (8,7 %). Este mismo estudio mostró que la prevalencia fue mayor en Europa occidental (15,0 %), seguida de África del Norte/Oriente Medio (14,8 %) y (6,5 %) seguida de América Latina Central (6,6 %).5
Datos arrojados en la memoria estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social las dorsopatías consideradas como enfermedad de trabajo en 2015 representaron el 10,3 %, en 2016, 13,2 %, 2017, 14,9 %, 2018, 17,4 %, 2019, 18,3 %, 2020, 1,4 %, 2021, 2.1 % y 2022, 3,6 %.6
La Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social definen como riesgo de trabajo a los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo. Accidente de trabajo, se define como toda lesión orgánica o perturbación funcional inmediata o posterior, producida repentinamente en ejercicio o con motivo del trabajo, incluyendo aquellos que se produzcan al trasladarse el trabajador directamente de su domicilio al lugar del trabajo y de éste a aquél. A la enfermedad de trabajo se la define como todo estado patológico derivado de la acción continuada de una causa que tenga su origen o motivo en el trabajo o en el medio en que el trabajador se vea obligado a prestar sus servicios.7,8
La detección de los riesgos de trabajo trae consigo beneficios para el trabajador en compensaciones en especie y económicas; para el instituto y empresas se incrementa la viabilidad para desarrollar y elaborar recomendaciones médicas y técnicas preventivas, correctivas y de capacitación en los procesos que pudieran derivar en el desarrollo de ciertas patologías y controlar las exposiciones ocupacionales.8
El médico familiar es generalmente el primer contacto con los pacientes, pudiendo realizar una sospecha temprana hacia un probable origen laboral.
Wu y otros,9 realizaron un análisis de la prevalencia de síndrome doloroso lumbar en relación con los años de discapacidad que se condicionan, basados en estadísticas a nivel mundial en el periodo de 1990 a 2017, estimaron que cerca de 577 millones de personas presentaron este padecimiento. Concluyen que se incrementa proporcionalmente el número de años vividos con discapacidad y que quizá se deba a la falta de reconocimiento de la importancia la patología.
En Estocolmo, Badarin y otros,10 realizaron un estudio en el período 2006 a 2010, donde relacionaron el dolor musculoesquelético con la edad, comorbilidades, tipo de carga física en el trabajo, educación y alteraciones psicológicas. Entre los factores laborales se encontraron levantar cargas pesadas, estrés extenuante, posiciones inclinadas, movimientos repetitivos o posiciones forzadas.
Durante los años 2008 a 2012 en Cuba, Díaz-Piñera y otros,11) efectuaron un estudio en los trabajadores dictaminados con invalidez total, colocándose en primer lugar las enfermedades del sistema osteomuscular; los principales factores de riesgo ergonómico asociados fueron las posturas forzadas, movimientos repetitivos, esfuerzos musculares y carga durante la actividad laboral. Los trabajadores con mayor riesgo de sufrir este tipo de trastornos fueron los estibadores, choferes, maleteros, entre muchos más.
Ponce y otros,12 analizaron el costo de la atención del paciente con lumbalgia mecánica del 2010 al 2012 en el IMSS en Querétaro, estudiando expedientes de pacientes de 20 a 60 años que se les otorgó incapacidad temporal para el trabajo. Observaron que el costo total promedio por paciente con lumbalgia mecánica fue de $ 1744, la incapacidad es el costo más elevado ($ 1083), seguido de gabinete (394 dólares), consultas ($ 108) medicamentos y laboratorio.
En el año 2017, en la ciudad de Mexicali, se realizó una intervención de retroalimentación a médicos familiares en una unidad de medicina familiar (UMF), con el fin de optimizar la prescripción de certificados de incapacidad temporal para el trabajo, observándose resultados favorables posterior a sesiones de intervención, logrando disminuir el número de certificados expedidos.13
Se sospecha de un subregistro de esta patología sobre todo de origen laboral, debido a las características propias de la localidad y sus actividades laborales, de ahí la importancia de realizar una búsqueda intencionada durante el interrogatorio inicial al paciente para descartar origen laboral. Es por ello que el objetivo del estudio fue evaluar la detección del síndrome doloroso de etiología laboral en Mexicali en el año 2022, con posterioridad a una intervención educativa.
Métodos
Estudio cuasi experimental en médicos familiares que aceptaron participar en el estudio y que cumplieron con al menos el 80 % de asistencia a las dos charlas de la intervención educativa impartidas de febrero a abril del 2022, las cuales incluyeron temas relacionados con aspectos generales, legales y procedimientos para la clasificación y calificación del síndrome doloroso lumbar, así como aspectos generales de seguridad e higiene, riesgos ergonómicos y su evaluación. La duración de cada charla fue de dos horas. Se incluyeron cinco unidades de medicina familiar (UMF), a los médicos familiares participantes se les aplicó un cuestionario elaborado ex profeso al inicio de la primera plática y el segundo cuestionario al final de la segunda charla que se efectuó a los 15 días posteriores. Este cuestionario incluía cinco preguntas abiertas sobre: a) causas de lumbalgia, b) definición de riesgo de trabajo, c) diferencias entre una incapacidad por enfermedad general y una por riesgo de trabajo, d) ¿entre su población en que profesiones sospecharía de dolor lumbar de origen laboral?, e) al final se expone un caso clínico y se les pide describan cuál sería su abordaje y recomendaciones. El nivel de conocimiento se midió en base al número de respuestas correctas; obteniéndose porcentaje con relación a las mismas, y posteriormente, éste se clasificó como bajo (0-50 %), medio (51-95 %) y alto conocimiento (> 95 %).
Se recolectaron datos de los médicos (tipo de contratación, turno laboral, unidad de adscripción y calificación obtenida), posteriormente se obtuvo la base de datos del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) de Baja California, que incluía información de los trabajadores que generaron un dictamen de enfermedad de trabajo con diagnóstico de síndrome doloroso lumbar en el período 2019-2021.
Finalmente se solicitó la base de datos del OOAD Baja California para obtener la información de los dictámenes por enfermedad de trabajo con diagnóstico de síndrome doloroso lumbar en el período enero a diciembre/2022, realizándose el análisis estadístico descriptivo de los datos obtenidos, mediante el programa estadístico SPSS versión 22.
Resultados
La frecuencia global del síndrome doloroso lumbar de etiología laboral en el área urbana de Mexicali OOAD Baja California durante los últimos 4 años fue de 43 casos; en el año 2019 fue de 16 casos, en 2020, cinco casos, en 2021, uno y en el año 2022, posterior a la intervención educativa fue de 21 casos. Se observó que la frecuencia se incrementó durante el último año.
En cuanto a las características de los casos con síndrome doloroso lumbar predominaron: el rango de 31 a 50 años, el sexo masculino (76,7 %). Las ocupaciones mayormente observadas fueron: Operadores de maquinaria industrial con el 30,23 % y choferes con 16,27 % (tabla 1).
(n= 43) |
||
---|---|---|
Por grupo de edad | ||
20-30 | 3 | 7,0 |
31-40 | 12 | 27,9 |
41-50 | 20 | 46,5 |
51-60 | 7 | 16,3 |
61 o más | 1 | 2,3 |
Por sexo | ||
Hombre | 33 | 76,7 |
Mujer | 10 | 23,3 |
Por ocupación | ||
Pintores | 2 | 4,6 |
Mecánicos y técnicos en mantenimiento | 6 | 14,0 |
Vendedores y promotores | 5 | 11,6 |
Choferes | 7 | 16,3 |
Operadores de maquinaria industrial | 13 | 30,2 |
Trabajadores de apoyo en la industria | 4 | 9,3 |
Oficios varios | 6 | 14,0 |
Fuente: Base de datos de la investigación.
Durante la realización de las charlas de intervención se contó con asistencia y aceptación de 114 médicos en las cinco UMF que conforman el área urbana de Mexicali. De acuerdo con el tipo de contratación de los médicos familiares 97 fueron de base y 17 eventuales. En relación con el turno laboral 55 médicos laboraban en el turno matutino, 58 en turno vespertino y uno en turno nocturno (tabla 2).
|
||
---|---|---|
Por unidad de medicina familiar | ||
UMF 16 | 25 | 22,0 |
UMF 37 | 12 | 10,5 |
UMF 31 | 20 | 17,5 |
UMF 28 | 35 | 30,7 |
UMF 40 | 22 | 19,3 |
Por tipo de contratación | ||
Base | 97 | 85,0 |
Eventual | 17 | 15,0 |
Por turno laboral | ||
Matutino | 55 | 48 |
Vespertino | 58 | 51 |
Nocturno | 1 | 1 |
Fuente: Base de datos de la investigación.
Se estadificó el nivel de conocimiento de manera individual al inicio de la intervención educativa, clasificándose en bajo (0-50 %), medio (51-95 %) y alto conocimiento (> 95 %) (tabla 3).
|
||
---|---|---|
Nivel de conocimientos | ||
Bajo | 0 | 0 |
Medio | 78 | 68,42 |
Alto | 36 | 31,57 |
Fuente: Base de datos de la investigación.
También se midió el nivel de conocimiento con calificaciones promediadas por unidad de medicina familiar (UMF) previo y posterior a la intervención (tabla 4).
Discusión
En base a los datos obtenidos antes y después de la intervención educativa, la frecuencia de síndrome doloroso lumbar de origen laboral se incrementó en el año 2022.
Referente a las características de los trabajadores que presentaron síndrome doloroso lumbar de etiología laboral predominaron: el sexo masculino, el rango de 30 a 50 años y los oficios de choferes y operadores de maquinaria. Similar a lo observado por Stamenkovic y otros,14 donde la tasa de dolor lumbar crónico en personas jóvenes se ha incrementado. Noriega y otros,15 mencionan que esta patología se presenta mayormente en trabajadores expuestos a esfuerzos, cargas físicas pesadas, posiciones forzadas, pacientes con alta exigencia laboral. Díaz-Piñera y otros,11) analizaron los dictámenes de invalidez de trabajadores determinando que los trastornos musculoesqueléticos fueron los más frecuentes y los trabajadores con mayor riesgo de sufrir este tipo de trastornos fueron los estibadores, choferes, personal de mantenimiento, trabajadores agrícolas, entre muchos más.
En cuanto a la intervención educativa se contó con adecuada asistencia en las cinco unidades visitadas, logrando involucrar a los médicos familiares, siendo la mayoría personal de contratación de base en los turnos matutino y vespertino. Se mostró interés en obtener información del síndrome doloroso lumbar de origen laboral, sobre todo en lo referente a factores de riesgo en los ambientes de trabajo y sobre los procedimientos de calificación de enfermedades de trabajo.
En base a las calificaciones obtenidas en los cuestionarios aplicados, podemos ver que mejora considerablemente el porcentaje de calificación grupal por UMF, logrando un alto conocimiento en el 100 % de los médicos intervenidos. El efecto fue similar al observado por Lanz y otros,13 donde se demostró una disminución en el número de certificados expedidos, así como la actitud de los médicos en relación con dicha prescripción de estos posterior a intervención educativa.
Cabe mencionar que, los médicos familiares cuentan con buenas herramientas para el diagnóstico y manejo del síndrome doloroso lumbar y solamente se realizó un reforzamiento en relación con los procedimientos para la sospecha, investigación y calificación de dicha patología cuando tiene origen laboral; lo cual puede ayudar a disminuir en lo posible el riesgo de cronicidad y complicación de los pacientes.
Este estudio puede servir como base para posteriores investigaciones.