INTRODUCCIÓN
El Dr. Armando Hart Dávalos, Ministro de Educación, designó en 1964 a la Dra. Dulce María Escalona Almeida, primero como Directora y después como Decana, del Instituto Pedagógico Enrique José Varona. Ella asumió la responsabilidad de concebir y echar a andar al Varona. Para cumplir esta misión contó con un destacado equipo de profesores todos de excelencia y con una larga trayectoria dedicada a la educación en Cuba.
A partir del curso escolar 1966-1967, contó con la inestimable colaboración del profesor Rolando E. Buenavilla Recio y, a partir de ese momento, la vida de este destacado educador se mantuvo unida al Varona hasta el final de su existencia.
Uno de los retos asumidos por los profesores que laboraron en el Varona fue el compromiso de formar en lo ideológico-político-cultural, en lo personológico y en lo metodológico, a los profesionales que pondrían en práctica las transformaciones educacionales en Cuba. Al hacer un análisis del trabajo hecho por los hombres y las mujeres que han contribuido al desarrollo de esta institución, hay que destacar al profesor Rolando Buenavilla Recio.
Es indudable que la vida y la obra de este destacado Educador no caben en el estrecho marco de un artículo, pero aun con tal limitante, puede ser punto de partida, un intento para incitar una seria y profunda investigación acerca de su quehacer pedagógico y como educador social.
DESARROLLO
Rolando Esteban Buenavilla Recio nació en la ciudad de Camagüey, el 26 de diciembre de 1928, hijo de un matrimonio humilde, pero con valores morales muy elevados. En Camagüey, vivió toda su etapa infantil y la adolescencia. Hizo, en esta ciudad, toda la enseñanza primaria, secundaria e inició el bachillerato, que terminó en el Instituto 1 de La Habana, en 1949.
Comenzó su vida laboral como maestro interino y sustituto, en la enseñanza del idioma inglés en el Centro Especial 2, sito en Aramburu, entre Neptuno y Concordia, en Centro Habana, desde 1956 hasta 1960. En 1961 laboró en la Escuela de Instructores de Arte, en el Hotel Comodoro. En 1963 comenzó a trabajar en la Escuela Secundaria Básica Carlos Juan Finlay, como profesor de Historia y simultaneó en la Escuela Secundaria Básica Antonio Maceo, anexa a la Escuela Normal de Maestros de La Habana.
En 1964 comenzó a trabajar en el Instituto Preuniversitario Especial Raúl Cepero Bonilla, plaza ganada por oposición, como profesor de Historia General. Entre 1964 y 1967, cursó la Carrera Profesoral Superior de Historia en el Instituto Pedagógico Enrique José Varona. En el curso escolar 1966-1967 ingresó, a solicitud de la Dra. Escalona, como profesor del Departamento de Pedagogía, donde ocupó el cargo de Jefe del Departamento de Historia de la Pedagogía y después fue Vicedecano de la Facultad. Esta fecha marcó un hito en la vida del Profesor Rolando Buenavilla.
Al crearse el Destacamento Pedagógico Universitario Manuel Ascunce Domenech, a inicios de la década de los 70, en respuesta a un llamado de Fidel a los jóvenes graduados de décimo grado que marcharían a enseñar en las recién creadas Escuelas Secundarias Básicas en el Campo y matricular en los Institutos Pedagógicos para estudiar la carrera profesoral, con la aplicación del principio de vincular la teoría con la práctica, el Dr. Buenavilla fue de los primeros en ocupar su puesto en la vanguardia de esa fuerza y marchó a trabajar, con todos los requerimientos que esa tarea implicaba, a las filiales pedagógicas creadas al efecto.
En 1978, cuando se creó el Destacamento Pedagógico Internacionalista Che Guevara, integrado por estudiantes de segundo año de la Licenciatura en Educación, provenientes de los institutos superiores pedagógicos del país, con la misión de contribuir a elevar el nivel de instrucción del pueblo angolano, el profesor Buenavilla permaneció en Angola entre 1979 y 1981 al frente del equipo de profesores cubanos y angolanos que laboraban en el Instituto Normal de Educación, de la provincia de Kwanza Sur. Allí derrochó maestría pedagógica, cultura e interés de contribuir a la formación de los futuros profesores angolanos, enseñando las asignaturas Pedagogía General, Teoría de la Educación, Didáctica General, Práctica Docente e Higiene Escolar.
La misión educativa en Angola dio una nueva dimensión a la formación de profesores en Cuba. Puso a prueba, en otro contexto, el valor de la pedagogía cubana. La experiencia de Angola sirvió de fundamento a la colaboración en otros países hermanos como Mozambique, Etiopía y Nicaragua, entre otros.
El Dr. Buenavilla cursó y dirigió numerosos posgrados. Fue miembro de la Asociación de Historiadores de Cuba, de la Asociación Nacional de Pedagogos de Cuba, de la Comisión de Activistas de Historia del Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido desde 1969 hasta 1972 y miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País desde 1985. Participó en los congresos de Pedagogía y Universidad desde sus inicios.
Participó en numerosas investigaciones: Historia de la Educación: periodo colonial, bajo la dirección del Dr. Gaspar Jorge García Galló; Influencia de la personalidad del profesor en el alumno, 1974; La preparación de profesores, realizada a nivel nacional, orientada por el Ministerio de Educación; Historia de la Escuela de Pedagogía, entre otras. Publicó numerosos artículos acerca de la didáctica y la pedagogía, así como recibió premios, reconocimientos y medallas.
Hasta aquí, una apretada síntesis de la trayectoria laboral de este destacado educador. Pero el Dr. Buenavilla fue mucho más que un excelente profesor frente a un aula. Hablar de este maestro, para muchos de sus compañeros, se torna apasionante y retador a la vez; nadie como él por su capacidad de atraer a los estudiantes en sus clases. Era, sencillamente, el profesor de excelencia, que la cubanía y su condición patriótica que lo acompañó siempre, su cultura y sapiencia, le brotaban por los poros.
La resistencia a lo mal hecho era algo proverbial en él, su oposición a la injusticia y la indignación ante la explotación de los más humildes, fue siempre una tónica en su accionar en la vida. Entendió bien la naturaleza humana, colocó, en el epicentro de su vida, la grandeza de José Martí, el espíritu fundador de Julio Antonio Mella, el antiimperialismo de Antonio Guiteras, la sabiduría de Lázaro Peña, la fortaleza ideológica del Che y la cultura de hacer política de Fidel. Su pensamiento creador lo colocó al nivel de su tiempo, el que entendió desde la condición de cubano, patriota y educador, compartido con el carácter socialista de su Revolución.
Todos los que le conocimos en cada fase de las decenas de tareas cumplidas, tendremos siempre una anécdota para recordarlo. Su confianza en los más jóvenes, por convicción, no por decreto; su profesionalidad para buscar siempre la palabra exacta en cada comentario, su irrenunciable raíz patriótica y su infinita capacidad de soñar con una educación mejor, son imágenes recurrentes al recordarlo. A manos llenas, entregó Maestría, no la que se ofrece en un programa, sino la que sin mucho esfuerzo podíamos apreciar en cada uno de sus actos, ya fuera para explicar alguna de sus tantas ideas acerca de la enseñanza, como para advertir dónde se encontraba la médula del problema.
Pareció tener siempre el recurso exacto para convencer, aunque, a decir verdad, su fórmula para salir airoso estribaba en acudir constantemente a sus diversos y sólidos conocimientos, a su gran experiencia y a su proverbial amplia cultura.
El Dr. Buenavilla no fue solo un excelente profesor en su extensa trayectoria laboral, sino que esta estuvo acompañada de una intensa vida política y social en su comunidad, y en otras esferas del quehacer dejó constancia para la historia: el 15 de diciembre de 2015, en la actividad del Varona por el Día del Educador, se le hizo entrega de la Estrella Martiana, máxima condecoración que concede el Movimiento Juvenil Martiano a las personalidades de la educación y el deporte que acumulan una trayectoria excepcional, con resultados relevantes en el quehacer educacional, científico y deportivo, y que constituyen símbolos de decoro, virtud, humanismo, valentía y altruismo, valores presentes en la vida, el pensamiento y la obra de nuestro Apóstol y Héroe Nacional José Martí, lo cual constituye expresión fehaciente del respeto, el reconocimiento y la admiración a quienes hacen de la educación una obra de infinito amor; en el Diploma entregado, en el cual se halla inscrito el poema de Martí “Yugo y estrella”, se destacan en las cinco puntas de la estrella que representa la distinción, cinco rasgos de personalidad que se expresan en el poema y que sus acreedores son muestra elocuente de ellas: decoro, humanismo, virtud, ética y revolucionario, que resultaría muy extenso citar en este artículo, y el Dr. Rolando Buenavilla fue portador de esos valores.
Este prestigioso profesor durante 59 años de trabajo en el sector educacional, le dedicó 51 a la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, en la que contribuyó a la formación inicial y continua de varias generaciones de maestros. Su contribución a la educación se ha evidenciado en Cuba y en otros países donde ha brindado su colaboración. Resaltan su presencia como trabajador internacionalista en la hermana República de Angola (1980-1982), durante los años difíciles de la posguerra, así como la labor realizada en la República Bolivariana de Venezuela y la República Dominicana, en especial en la formación de doctores.
La obra científica del Dr. Buenavilla no se puede resumir en las breves páginas de un artículo, pero se hace necesario dejar constancia de su intenso trabajo, para que las nuevas generaciones de profesores y estudiantes del Varona, tengan una noción de quién fue este destacado Maestro de Maestros:
Entre las múltiples publicaciones realizadas por este destacado profesor figuran, a manera de ejemplo:
“La metodología de la preparación y la realización de los seminarios por parte de los profesores de Ciencias Sociales”. En: Varona, No. 1, La Habana, diciembre de 1978.
Historia de la Pedagogía en Cuba. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1995.
Historia de las mujeres en América Latina. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995.
La lucha del pueblo por una escuela cubana, democrática y progresista en la República Mediatizada. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995.
“Evolución histórica de la escuela rural en Cuba en los siglos XIX y XX”. Ponencia, La Habana, 1995.
Propuesta de actividades para incentivar el interés profesional. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995 (Coautor).
“Sembradores de ciencia y cultura”. En: Varona, No. 22, La Habana, enero-junio, 1996.
“Historia de la Pedagogía en Cuba”. Ponencia. Congreso Pedagogía’97, La Habana, Cuba.
“Manuel Avelino Ricardo Hidalgo”. En: Revista de Ciencias Políticas, La Habana, 1998.
Martí y la educación. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1996.
“Proceso de investigación de la Historia de la Educación”. En: EcuRed, La Habana, 2002.
Metodología de la investigación de la vida y la obra de destacados investigadores. Ministerio de Educación, La Habana, 2004.
“Julio Antonio Mella: pensamiento y acción político-pedagógicos”. En: Varona, No. 41, La Habana, julio-diciembre, 2005.
“José Martí: un joven de talento”. En: Varona, No. 43, La Habana, julio-diciembre, 2006.
“José Martí: paradigma de educador social para la integración de América latina”. En: Historia de la Pedagogía en Cuba, La Habana, 2006.
¿Cómo abordar el estudio de educadores destacados?: Rafael María de Mendive. Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río, 2006.
“Algunas consideraciones epistemológicas para la conceptuación de la Historia de la Pedagogía en Cuba”. Ponencia. La Habana, 2007.
“Figuras destacadas de la cultura nacional: su contribución al desarrollo de la educación y la teoría pedagógica cubana”. Proyecto de investigación. Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, La Habana, 2008.
Gaspar Jorge García Galló: político, investigador y destacado pedagogo de orientación marxista. En: Varona, No. 50, La Habana, enero-junio, 2010.
Significado del ideario pedagógico de Fidel Castro. Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, 2010.
Fulgencio Oroz, mártir del magisterio. En: Varona, No. 51, La Habana, julio-diciembre, 2010.
“El liderazgo en Cuba dentro de la cultura de hacer política”. Intervención especial en el Centro de Estudios Martianos, La Habana, 21 de abril de 2012.
“El liderazgo de la cultura política”. En: Periódico Granma, 30 de marzo de 2012.
“Lázaro Peña fue un educador social”. Ponencia. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, La Habana, 15 de diciembre de 2013.
“Plataforma teórico-metodológica para el estudio del magisterio de Simón Bolívar”. En: CubaEduca, La Habana, 2013.
“Educación en valores para la vida ciudadana. Estrategias curriculares”. Ponencia en coautoría. Congreso Pedagogía, La Habana, 2013.
“Naturaleza y alcance de la Pedagogía cubana”. En: CubaEduca, La Habana, 2014.
“Gaspar Jorge García Galló: político, investigador y destacado pedagogo de orientación marxista”. En: Varona, No. 58, La Habana, enero-junio, 2014.
“Tendencias del desarrollo de las ideas sobre educación”. En: Multimedia, La Habana, 2015.
Estudio de la evolución histórica de la formación de Instructores de Arte en Cuba, La Habana, 2015.
“Palabras de elogio durante la imposición de la Categoría Docente Especial de Profesor de Mérito a los docentes Luisa América Toledo Martínez y Carlos Rojas Arce”. En: Varona, No. 60, La Habana, enero-junio, 2015.
“Maestro Siempre”. Ponencia. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, La Habana, 28 de junio de 2016.
La consumación de la obra del Dr. Buenavilla en nuestra Universidad de Ciencias Pedagógicas es haber teorizado acerca del concepto de escuela y demostrar que el Varona constituye una escuela de educación; teorizó sobre la existencia de una escuela en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, desde su fundación, en 1964. Para fundamentar su tesis él planteó:
Hoy se discute en los círculos especializados sobre el concepto de escuela. Para acercarnos a esta temática en educación, podemos acudir a tres definiciones, entre otras existentes, que se relacionan dialécticamente y, por tanto, no pueden separarse arbitrariamente, pues no se disuelven una en la otra:
La escuela, como un conjunto de caracteres comunes que, en educación, distingue la manera de conducir la enseñanza en relación con la etapa histórica de que se trate. Su fin fundamental es mantener la identidad nacional y cultural de un pueblo o nación.
Método, estilo de un maestro o profesor que, desde su institución, y sin perder el rumbo de los planos a que les debe fidelidad (nación, institución), crea su manera personal de proyectar la enseñanza. Logra solidez en el conocimiento de sus alumnos y tiene seguidores que continúan divulgando la manera especial de enseñar que le fue trasmitida. Estos alumnos acaban, a veces, por encontrar su propio camino, en lo teórico y en lo metodológico, y entonces dicen, como Aristóteles acerca de su maestro Platón, después de seguir sus doctrinas por veinte años, al encontrar sus propias ideas: Amigo de Platón, pero más amigo de la verdad.
Método, estilo de una institución escolar que, sin transgredir los principios generales (nacionales), se distingue por su forma peculiar de concebir el proceso educativo, logra egresados con una gran solidez en el conocimiento y aporta, tanto a las ciencias de la educación como a las disciplinas en particular.
Si tomamos como punto de partida, por ejemplo, los conceptos acerca de la escuela que se expresan en esta última definición, podemos entonces tratar de responder la interrogante:
¿Constituye el Varona una escuela de educación?
Para dar una respuesta coherente, debemos comenzar por definir: ¿Cuáles son los aportes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona a la obra educacional cubana, desde su fundación, en 1964?
En el proyecto de investigación denominado “El aporte teórico y práctico del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona a la obra educacional de la Revolución cubana”, más conocido como Proyecto Varona, desarrollado por un selecto equipo de especialistas de esta institución, donde laboró el Dr. Buenavilla, como figura descollante, se aborda esta problemática. Allí se plantea:
El Varona ha contado y cuenta con un considerable número de intelectuales de primera línea, que es difícil que no hayan aportado a la institución. Entre los principales aportes del Varona, se pueden citar, entre otros:
La organización y el desarrollo del Plan del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce, pues el Varona dirigió, mediante el trabajo de sus especialistas, la elaboración y la puesta en práctica del Plan de Estudio del Destacamento, uno de los mejores que ha existido en la formación de profesores de la educación general media en Cuba, según criterio de la mayoría de los expertos.
En el diagnóstico y el pronóstico científicos que se realizó como antecedente de la primera etapa del Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, iniciado en 1975, así como en la elaboración de los planes y los programas de estudio, los ejercicios de oponencia para su aprobación, los libros de texto y las recomendaciones metodológicas, en que participaron destacados profesores de esta institución. Este particular tuvo una doble repercusión, pues se colaboró con el Sistema Nacional de Educación y, al mismo tiempo, con los necesarios cambios que debía enfrentar la institución.
La concepción de la educación avanzada, muy peculiar de esta institución, se conformó, consolidó y extendió más allá de la propia Universidad, pues también ha influido en los cursos de posgrado, maestrías y doctorados.
La recuperación de la filosofía de la educación y la sociología educativa, con la producción de textos, artículos y otros materiales orientadores de esta disciplina, la ha enfrentado la institución para hacer comprender la importancia que tiene conocer, con profundidad, los fundamentos del proceso pedagógico.
La educación comparada, que ha alcanzado un nivel teórico importante; aquí logró seguidores, quienes han creado una línea de trabajo propia, por lo que han aportado sus saberes al desarrollo de la educación comparada, como ciencia.
El aporte a la historia de la educación y la pedagogía, al pensamiento educativo cubano, lo que se evidencia en la periodización, de extraordinario valor, acerca de la historia de la educación cubana, publicada en la primera parte de la Obra Científica, que abarcó hasta finales del siglo xviii.
Han existido aportes a la metodología de la investigación educacional, en la que la institución posee un estilo y su forma peculiar de enfrentarla. Se polemiza, con una sólida posición científica, sobre las teorías de la complejidad, la diversidad, la socio-crítica, así como el pensamiento existencial y posmoderno, y en lo relativo a la sexualidad y el enfoque de género. Los especialistas de la institución, sin dejar de reconocer que el pluralismo de ideas es permisible, consideran que este no puede ser nunca indiferenciado.
La existencia de un grupo multidisciplinario de educación sexual y la Cátedra de Sexología y Educación Sexual, desde 1996, forman parte del grupo de consultantes de las Naciones Unidas en este tema, así como en el de género.
La creación de una escuela en la enseñanza de la Geografía y su metodología de enseñanza en Cuba, que es muy empleada actualmente por los estudiantes y profesores de esa y otras disciplinas docentes. Son numerosos los estudiantes y profesores que siguen sus ideas en este sentido.
La creación de una escuela para la enseñanza de la lengua materna, que tiene múltiples seguidores en el país, que defienden sus puntos de vista. Su influencia ha trascendido a otras provincias y al extranjero.
El desarrollo de la enseñanza problémica en el país, lo que ha significado un importante paso de avance en la enseñanza. La utilización de este enfoque se hizo de una forma creativa, sin copiar lo que se había iniciado en otros lugares.
Un aporte indiscutible del Varona es la obra Martí y la Educación, que enfrentó y logró desarrollar la teoría educativa martiana; el estudio de la obra de nuestro Apóstol relacionada con sus conceptos sobre la educación, ha prendido en todo el país y tiene múltiples seguidores.
La creación de un movimiento muy positivo acerca de los medios de enseñanza, que tiene muchos seguidores y sus experiencias se han transferido a otras técnicas audiovisuales para perfeccionar la enseñanza. Hoy en día, el problema de la tecnología educativa es evaluado convenientemente por los especialistas, para cuidar que no se convierta en un fin en sí misma.
En lo relativo a la ética y la axiología se ha creado una escuela, que encuentra aceptación entre los estudiantes y en otras instituciones, pues se analizan, entre otras temáticas de interés, los principios sobre la formación de valores.
La pedagogía general y la didáctica teórica han alcanzado un auge importante con los trabajos de sistematización, que se dedican a teorizar sobre la enseñanza en las nuevas circunstancias históricas que vive el país.
La proyección de la psicología educativa hacia lo personológico, humanizó el proceso educativo que se centraba en la actividad y la comunicación, como acciones en las que se percibían con claridad a los protagonistas esenciales del proceso didáctico. Se percibe un reconocimiento al cognitivismo de base social, en el proceso de orientación de la enseñanza. Este procedimiento desarrolló mucho la formación de las habilidades intelectuales. Este aporte es de importancia, porque no existía en el país un trabajo más completo que este.
La enseñanza de la historia se comprometió con este fundamento y esto ha tenido un gran impacto, por cuanto, el número de profesores del Varona superaba al resto de los del país.
El trabajo desarrollado en la Educación Primaria y sus novedosos métodos en la formación de maestros para la educación preescolar, primaria, especial y logopedia es, sin lugar a dudas, un aporte de la escuela Varona a la educación cubana.
En la enseñanza de lenguas extranjeras, el Varona ha sentado cátedra en la formación integral de sus estudiantes, quienes salen muy bien preparados y pueden enfrentar otros retos en el uso de las lenguas inglesa y francesa.
En la Educación Especial ha sentado una escuela en nuestra institución, la cual cuenta con especialistas de primera línea.
El Centro de Estudios de la Facultad de Ciencias de la Educación, desde su fundación, reunió a un grupo de profesores que han aportado al pensamiento educativo y, con ello, la institución ha vivido un “momento de oro”, con los resultados de ese grupo de trabajo, que se encuentra a la vanguardia del pensamiento educativo cubano. La obra Reflexiones teórico-prácticas sobre las Ciencias de la Educación representa un momento de gran elevación teórica, así como otras producciones científicas.
Por todas estas consideraciones, es que se puede asegurar que la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona constituye una escuela de educación, que ha contribuido al desarrollo de la educación cubana, sustentada, entre otros méritos, por haber tenido y tener en su seno a profesores que han sido y son de excelencia, por la forma creativa del cumplimiento de su misión social, por su saber y, sobre todo, por su tacto y agudeza en la dirección del proceso pedagógico.
Además de ser un destacado académico, el Dr. Rolando Buenavilla tuvo una intensa vida política y social. Los siguientes ejemplos así lo certifican: fue delegado al Primer Congreso de la Uneac, en 1961; delegado al Primer Congreso de los CDR, en 1976; miembro de la Dirección Municipal de los CDR en 10 de Octubre, desde 1976 hasta 1986; director del Centro de Educación Político-Ideológica de los CDR, Seccional Lawton, en el municipio de 10 de Octubre desde 1974 hasta 1980; delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular, por elección, municipio de 10 de Octubre, desde 1976 hasta 1980; presidente de la Comisión de Comercio del Poder Popular, municipio de 10 de Octubre, desde 1976 hasta 1977; vicepresidente de la Comisión Provincial de Arquitectura, Planificación y Medioambiente, de Ciudad de La Habana, desde 1977 hasta 1980; secretario ideológico de la Zona de los CDR, desde 1970 hasta 1980; Vanguardia Anual del Varona, en 1992; Vanguardia Anual de la Facultad de Pedagogía en 1983 y 1992; recibió la distinción “La utilidad de la virtud”; el Diploma de alumno-fundador del Varona y el de Trabajador Internacionalista. Recibió todas las placas conmemorativas del Varona, la Distinción por la Educación Cubana, la Distinción Rafael María de Mendive, la Medalla XL Aniversario de la FAR, la Medalla José Tey y la Orden Nacional Frank País de primer y segundo grados, en reconocimiento a las actividades docentes, políticas y sociales desarrolladas por este profesor.
Además, participó en todas las movilizaciones de trabajo productivo, escuelas al campo, escuelas de la defensa, construcción de túneles y otras actividades organizadas en el Varona, según la circunstancia requiriera. Siempre se opuso rotundamente a que lo liberaran, por su avanzada edad, de la guardia obrera, a la que jamás faltó.
El Dr. Rolando Buenavilla, en unión de su esposa, la profesora Edith Tápanes Beltranena, formaron una familia, junto a sus hijos Rolando y Luis Francisco Buenavilla Tápanes. Este profesor era militante del Partido Comunista de Cuba, de las Milicias Nacionales Revolucionarias y de los Comités de Defensa de la Revolución, desde su fundación.
CONCLUSIONES
El profesor Rolando Buenavilla Recio entregó sus mejores y más lúcidos años al Pedagógico Varona y a las tareas de la Revolución. En su excelencia como educador, este Maestro fue muy modesto y desinteresado, al punto que rechazó, en más de una ocasión, que se le propusiera como Profesor Emérito de la Universidad, que tanto contribuyó a crear. Su condición de maestro era su máximo orgullo.
Ahora, que se marchó, poco a poco, una generación brillante de profesores cubanos, que echaron pie en tierra con la Revolución hasta el final, urge que los jóvenes educadores en formación conozcan a quienes les han abierto los cauces que ellos recorrerán.
Una de las innumerables tareas que cumplió como fundador del Varona, fue la de recopilar la historia de esta institución, mientras pudo. El día 2 de septiembre de 2017 dejó de existir el querido profesor Rolando Buenavilla, fundador y pilar de nuestra Universidad. La última voluntad de nuestro maestro fue que sus cenizas se depositaran en el patio del Museo de la Alfabetización. El 6 de septiembre de 2017 se cumplió su última voluntad, en ese preciso lugar, donde se encuentra toda la documentación de la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961, epopeya que marcó el inicio a la Revolución Educacional, a la que consagró su vida, porque el Varona, la educación y la Revolución fueron el sentido de la ejemplar vida del profesor Rolando Buenavilla Recio.
¡Hasta siempre, querido maestro!