INTRODUCCIÓN
La época actual exige la preparación con excelencia de un profesional de la educación que pueda responder a las nuevas demandas que en las diversas esferas de su actuación le plantea la sociedad.
Este proceso formativo profesional pedagógico se inserta en el contexto de la complejidad del mundo actual caracterizado por la existencia de un sistema capitalista de globalización neoliberal donde impera la hegemonía ideológica y política de los países más ricos, encabezados por Estados Unidos, que agudizan las contradicciones de los problemas contemporáneos, donde, en la esfera de la educación, se manifiesta la existencia de una tendencia con una orientación economicista, que promueve un desarrollo tecnocrático y de competitividad y, por otra parte, la presencia de una tendencia con una orientación humanista, en la que, el conocimiento adquiere una dimensión cultural, que aboga por un desarrollo sustentable y por un progreso incluyente con un fundamento ético-humanista.
En el caso particular de Cuba, la formación del profesional de la educación, tiene como premisa el contexto del reordenamiento económico, institucional, producto de la paulatina implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, del Partido Comunista de Cuba y la Revolución para la actualización del modelo económico y social, y de la ejecución del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, que debe conducir a un modelo educativo, para el salto cualitativo en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes en los diferentes niveles de enseñanza y centros educacionales, procesos que requieren de profesionales revolucionarios e integrales, capaces de contribuir al desarrollo del futuro del país.
Esto exige la preparación de un profesional de la educación, con sentimientos de amor por la profesión, así como una estructuración de su jerarquía de valores en correspondencia con los priorizados por la sociedad, a partir de un proceso formativo con un enfoque profesional pedagógico que le permita interiorizar su modo de actuación profesional.
De ahí que la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico, del profesor de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, se deriva de la especificidad de su objeto de estudio y la condición de este fundamento teórico-metodológico de la ideología de la Revolución Cubana para la dirección del trabajo que le corresponde realizar en el futuro, en su labor educativa y que trasciende las asignaturas, porque supone la formación de las nuevas generaciones en la continuidad del proceso socialista cubano desde sus fundamentos.
Por ello, la formación inicial del profesional de Marxismo-Leninismo e Historia, tiene como objetivo principal formar un profesional que se caracterice por una sólida preparación política e ideológica basado en los principios de la ideología de la Revolución Cubana: martiana, marxista-leninista y fidelista, para dar respuesta a las necesidades de preparación de la sociedad cubana y, en especial, de los adolescentes y jóvenes como continuadores del proceso de construcción del socialismo.
No obstante, es necesario prestar atención a las debilidades, que en la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico, pueden presentar los estudiantes, lo que hace vital el estudio sistemático de esta categoría para enriquecer desde los aportes teóricos la labor que se desarrolla, en la práctica, en el contexto universitario, por el colectivo de profesores responsabilizados con la formación integral de estos estudiantes, responsables en el futuro de la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas relacionadas con el ciclo histórico y las vinculadas con la formación ciudadana de los adolescentes y jóvenes, lo que debe contribuir al desarrollo integral de la personalidad de estos, en estrecha relación con la familia y la comunidad, donde esté insertada su centro educativo.
En este sentido, el artículo tiene como objetivo argumentar la importancia de la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico en los estudiantes de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia.
DESARROLLO
La Educación Superior cubana, en particular las especialidades de perfil pedagógico, está llamada a formar profesionales competentes, con preparación científica para aceptar los retos de la sociedad moderna y con un amplio desarrollo humanístico para vivir en la sociedad de esta época y servirla con sencillez y modestia, de acuerdo con los valores fundamentales de la nación.
En esa universidad científica, tecnológica y humanística, la formación de profesionales de la educación, se estructura a partir de un modelo de amplio perfil, cuya cualidad fundamental es la profunda formación básica, con dominio de los aspectos esenciales para su ejercicio profesional, asegurando la capacidad de desempeñarse con éxito en las diferentes esferas de su actividad laboral.
De ahí que, en la formación inicial pedagógica, sea una atención prioritaria, desde la concepción del modelo del profesional, tanto el período del ejercicio de la profesión como en la etapa de la formación inicial.
En este sentido es importante reconocer que la formación inicial pedagógica marca pautas decisivas para formar una actitud ante la profesión y desarrollar las bases del futuro desempeño, permitiéndole una identificación con esta que favorezca un modo de actuación profesional pedagógico; la que, al decir de Chirino, prepara al estudiante para el ejercicio de las funciones profesionales pedagógicas y se expresa mediante el modo de actuación profesional que va desarrollando a lo largo de toda la carrera.
En correspondencia con las exigencias de este contexto universitario cubano, se desarrolla, la preparación de los futuros profesionales de la educación de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, la que se debe caracterizar por la integración de diferentes componentes del proceso formativo: académico, científico-investigativo y el extensionista, para el logro exitoso de la incorporación de estos al período de la práctica preprofesional, como profesores responsabilizados con la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje y la educación de un grupo de adolescentes y jóvenes, lo que demanda la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico, desde el inicio del estudio de la especialidad, de acuerdo con el objetivo y las funciones de la profesión.
La categoría modo de actuación profesional forma parte del sistema de categorías asumidos por la Educación Superior cubana para la formación de los profesional, la legitimación de este concepto en Cuba está intrínsecamente condicionado en su concepción pedagógica: la que privilegia desde la formación inicial el componente laboral como expresión de su enraizamiento en los principios estudio-trabajo y teoría-práctica; cuestión que enfatiza en una formación en, desde y para la práctica como factor clave de aprendizaje y desarrollo profesional.
No obstante, es importante tener en cuenta su análisis histórico, pues la introducción del concepto modo de actuación profesional del docente, en la ciencia pedagógica tiene sus antecedentes a partir de la década de los 70 y 80 del pasado siglo XX con investigaciones de autores como Davidov (1979) y Kuzmina (1987).
Donde los aportes del investigador (1987) sobre este tema, está relacionado en particular con el concepto de maestría pedagógica, que formula en el contexto de los estudios sobre la labor del maestro en las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que al decir Pelegrino, es crucial para la precisión del núcleo psicológico del concepto modo de actuación profesional pedagógico.
Posteriormente en la década de los 90 del siglo XX se realizaron las investigaciones de autores cubanos como García (1997) y Gala (1999), y en las primeras décadas del actual siglo XXI, se destacan investigaciones de autores tales como Castillo (2001), Alfonso (2002), Addine y García, (2003 y 2006), Pla (2005) Miranda y Páez (2007), Márquez (2008), Garcés (2008), Pelegrino (2012), Chacón (2012), entre otros.
Quienes de manera general caracterizan el modo de actuación profesional pedagógico, desde el punto de vista de su relación con la actividad profesional pedagógica que desarrollan los docentes como que representa una actividad pedagógica integrada por un sistema y una secuencia de acciones generalizadas, en él, el profesional, actúa sobre el objeto de trabajo con el propósito de transformarlo y autotransformarse, también se revela la manera particular de desempeñarse el docente, también se manifiesta un determinado nivel de dominio de los conocimientos, habilidades, valores más generales del objeto de la profesión, que constituye un proceso estable, dinámico, personológico, sistémico, mediante una actuación reflexiva, comprometida, consecuente, flexible y personalizada donde el profesor autovalora adecuadamente la manera en que actúa profesionalmente y, por último, que se identifica con las funciones del profesional de la educación (orientación educativa, docente-metodológica, investigativa y de superación).
No obstante, es importante destacar que el modo de actuación no solo es resultado, que se manifiesta en la puesta en práctica de conocimientos, habilidades y actitudes en los contextos educativos donde interactúan los profesores, sino que constituye un proceso de formación inicial, donde los estudiantes, en este caso los futuros profesionales de la educación de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, deben apropiarse de las herramientas para luego ejercer en su práctica preprofesional y en el ejercicio de la profesión, en el eslabón de base, un modo de actuación de acuerdo con el modelo de profesional que demanda la escuela en particular y la sociedad cubana en general.
Sobre este tema también aparecen otras investigaciones que caracterizan al modo de actuación profesional pedagógico como proceso en formación inicial y no solo como resultado, como algo determinado, como cosa conocida. En este sentido se destacan autores cubanos y extranjeros como Guerra (2000), Chirino (2002), Velázquez (2005), Parra (2007), Viera (2008), Páez (2010), Quintero (2011), Zerpa (2012) y Satiesteban y Parra (2015).
Estos autores determinan varios factores que consideran de gran importancia en la formación inicial del modo de actuación del futuro profesional de la educación que se aspira a lograr, siempre en correspondencia con la realidad y las exigencias de la sociedad actual, las que sirven de referentes en la formación inicial del modo de actuación de los estudiantes de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, y que contribuyen a comprender las acciones a desarrollar en estos jóvenes durante esta etapa, así como los resultados deseados.
De ahí la necesidad creciente de que se forme desde los primeros años de la carrera de esta especialidad una relación entre la lógica de la profesión para que se traduzca en acciones consecuentes y lo que demanda la institución educativa en particular y la sociedad en general a los estudiantes. En este contexto el estudiante comienza a formularse interrogantes dirigidas a cómo hacer para convertirse en un buen profesional, cómo hacer para educar correctamente y transmitir desde la ciencia todos los comportamientos y valores acordes con los principios de la sociedad cubana, lo que son aspectos a tener en cuenta y para dar respuesta en el proceso de la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico.
Este proceso formativo inicial, resulta importante en los futuros profesionales de la educación de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, en tanto el modo de actuación se construye en la misma medida en que se logra un cambio cualitativo en las conductas de los estudiantes. Por ello, existen varios aspectos válidos a tener en cuenta en la formación inicial de este proceso, de los futuros profesores relacionados con:
La influencia en la formación inicial pedagógica de los profesores responsabilizados con la formación pedagógica. Ya que este proceso debe caracterizarse, desde el primer año de la carrera, por la marcada intensión de la formación del modo de actuación profesional pedagógico que implicará el logro exitoso de las tareas y funciones de este profesional en el futuro. Este proceso puede ser exitoso si los docentes que tienen a su cargo esta actividad formativa, asumen un modo de actuación profesional en correspondencia con las necesidades de esa formación.
La incorporación en las conductas de los estudiantes de los rasgos de los profesores que mejor modelan el proceso, que establecen relaciones de empatía y tolerancia sobre la base del respeto, la comprensión y la ayuda mutua en el proceso formativo.
Los profesores responsabilizados con el desarrollo del proceso formativo deben mostrar dominio de los contenidos impartidos y transmitir a los profesionales de la educación en formación inicial, métodos de trabajo pedagógico desde una posición de respeto a la individualidad de los estudiantes, donde prime la reflexión, la polémica y se establezcan relaciones de comunicación favorables.
Transmitir desde diferentes las disciplinas/asignaturas de la profesión, los conocimientos científicos, tecnológicos, medioambientales, históricos, económicos, entre otros, lo que les permitirá en su futura actividad pedagógica manifestar una cultura general.
El desarrollo de un proceso docente-educativo que conduzca de manera gradual al estudiante a la ejecución de tareas profesionales de mayor relevancia e interés profesional que tributan a la apropiación de la tarea fundamental de la profesión. Estimulando en estos las capacidades profesionales para la ejecución de acciones en el orden pedagógico, psicológico, sociológico e informático.
Reconocer, estimular y valorar las realizaciones individuales, así como trabajar sobre el error y evaluar este como un momento necesario para el mejoramiento del modo de actuación profesional y generar niveles de ayuda para que los estudiantes puedan vencer los obstáculos e imponerse a las adversidades.
La formación en los estudiantes de los rasgos que tipifican el modo de actuación profesional pedagógico, que como parte de un proceso estable y dinámico irán adquiriendo durante su formación inicial tales como: ser amante de la lectura, ser sensible y humano ante los conflictos sociales y personales, sentirse y mostrarse satisfechos con lo que hacen, demostrar su identidad profesional basada en el amor y respeto hacia su profesión y al ser humano, generar ambientes afectivos durante el ejercicio de su práctica de familiarización y saber utilizar las tecnologías de la información y la comunicación, en la gestión y procesamiento de la información.
Poner de manifiesto en cada actividad que se desarrolla con los estudiantes la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, porque en este proceso influyen tanto los conocimientos y habilidades profesionales pedagógicas, propios de la esfera cognitivo instrumental, como los valores pedagógicos, sentimiento de pertenencia a la profesión y la autovaloración positiva de sí como profesional de la educación, que pertenecen a la esfera afectivo-motivacional, que son transmitidos por los docentes formadores a los estudiantes, quienes de manera gradual lo asimilan y posteriormente lo manifiestan.
Escuchar atentamente los criterios de todos los estudiantes, por parte de los profesores que intervienen en el proceso de formación inicial de manera que les proporcionen a estos seguridad psicológica sobre la base de la comprensión y el rechazo a los juicios críticos y dañinos.
El estímulo al desarrollo de intereses y motivos hacia la profesión a través de la transmisión de vivencias emocionales y sentimientos positivos en torno a la labor del profesor, lo que contribuye a una mayor motivación de los estudiantes hacia la futura actividad de educar a otras generaciones, así como la comprensión de su rol como estudiante de una carrera pedagógica.
En este sentido, la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico, en los estudiantes de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia, posibilita, desde el desarrollo del componente instructivo de su formación, estrechamente vinculado al componente educativo, que el profesional de la educación en formación inicial, a la vez que desarrolle sus procesos intelectuales, forme su personalidad de manera integral, enfatizando en el significado afectivo, motivacional, que esos contenidos van alcanzando para él, lo que le permitirá pensar, sentir y actuar como si fuese un profesor.
CONCLUSIONES
La formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico, en los estudiantes de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, constituye un proceso formativo, de aprehensión gradual de nuevos saberes, los que se inician desde el primer año de la especialidad y se enriquecen a lo largo del desarrollo de la carrera, donde el modo y la manera que se utiliza para formar a los estudiantes en este proceso constituye un modelo para la formación integral de la personalidad de sus estudiantes en el futuro.
El proceso de la formación inicial del modo de actuación profesional pedagógico contribuye a la educación del joven profesor, de los valores y principios fundamentales de la sociedad cubana, que son síntesis del pensamiento martiano-marxista-leninista como componentes esenciales de la Revolución Cubana, en las que se ha sustentado la política educacional del país y que están en la esencia de la labor del profesional de la especialidad de Marxismo-Leninismo e Historia.