Introducción
La discusión pedagógica que desarrollan los sistemas educativos actuales advierten la necesidad de reconocer que la impronta tecnológica y la dinámica de los procesos sociales están generando un necesario cambio en el proceso de enseñanza-aprendizaje, al incorporar las tecnologías de la información y las comunicaciones que, en consecuencia, promueven el uso de metodologías orientadas a responder a las necesidades de la sociedad y facilitar la adaptación de la enseñanza a los ritmos individuales y grupales de los estudiantes.
En este marco, las teorías de aprendizaje social identifican, como conocimiento social, el desarrollo de las habilidades relevantes para la vida, desde las cuales privilegian el autoconocimiento, la comunicación interpersonal, la independencia y la autonomía. Desde este referente, en los diferentes niveles educativos y las materias incluidas en el currículo, manifiestan el propósito de contribuir a ellas con la aplicación de los entornos virtuales en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En particular, la educación superior, prevé que sus estudiantes, mediante el currículo, puedan producir y transmitir conocimientos científicos y, al mismo tiempo, apropiarse de las herramientas necesarias para la construcción del conocimiento social que necesitan para lograr el progreso individual y colectivo, a los efectos de contribuir a la concreción de cambios sociales. Esta misión legitima la responsabilidad que tienen las universidades con la sociedad.
Las experiencias educativas en los últimos años advierten la capacidad que tiene la Educación Superior en el mundo para responder, de manera sostenible, al cambio científico, técnico y social que vive el mundo. La intencionalidad de los currículos pondera conocimientos centrados en el desarrollo personal y profesional que permitan un ciudadano responsable, comprometido y transformador y para lograrlo promueve la utilización de nuevos métodos, medios y espacios de aprendizaje, que advierten la orientación inclusiva y social que caracteriza la época en que se vive (Gamboa Alba, S., & Carballo Poma, R. (2010).
Muy a tono con lo anterior, Chacón, G., & Freddy, A. (2016) en su investigación, refiere que:
"el uso de las tecnologías proporciona un ambiente efectivo, donde los estudiantes y los profesores pueden realizar diferentes actividades de enseñanza y aprendizaje que no se pueden experimentar con los Sistemas de Gestión de Aprendizaje básicos u otras aplicaciones educativas (p. 3)".
En ello, las tecnologías de la información y las comunicaciones se convierten en una oportunidad para enseñar y aprender los conocimientos, las habilidades y actitudes necesarias para participar en las transformaciones sociales positivas, como también para propiciar la movilidad social de sus egresados.
En particular, es notable el valor que se les otorga a las plataformas virtuales para ampliar la dimensión social del conocimiento, pues tanto los contenidos como las actividades que en ellas se pueden realizar, son portadoras de la ideología del contexto sociocultural en el que se desarrolla. El contenido de las conversaciones, según sea el momento y lugar, evidencia la orientación que asume la interpretación de los discursos acerca del avance científico-tecnológico, las necesidades de desarrollo de la sociedad y los valores que deben estar presentes en la actividad conversacional y discursiva que demanda el aprendizaje en la sociedad de la información y el conocimiento (Fernández, Álvarez y Mariño, 2013, p. 283).
Un acercamiento a las particularidades de este proceso en las universidades ecuatorianas obliga a considerar el marco teórico y metodológico en que se mueven las iniciativas para favorecer la concreción de este objetivo, refrendado en el Reglamento del Régimen Académico vigente en el país y publicado por el Consejo de Educación Superior (CES, 2019), desde el cual se privilegia la valoración acerca de las posibilidades y limitaciones de la utilización de las plataformas e-learning en la construcción del conocimiento social en la educación superior.
Atendiendo a los planteamientos anteriores y desde el desempeño de la profesión de sus autores en la docencia y los procesos investigativos que participan en la Educación Superior ecuatoriana, vinculados directamente con la Cultura Física y la Informática, surgen interrogantes científicas que motivan su propuesta, a saber:
¿Qué relaciones pueden mejorarse en la Cultura Física y su aprendizaje, mediante las nuevas tecnologías?, ¿cuáles tecnologías educativas y cuáles contenidos de la cultura pedagógica son factibles de integrarse, así también cómo desarrollar conocimientos sociales en el contexto de las nuevas tecnologías?
Potencialidades de e-learning en la construcción del conocimiento
Considerada una aplicación web que integra un conjunto de herramientas para la enseñanza-aprendizaje en línea, la plataforma e-learning se presenta como una oportunidad para facilitar los procesos educativos en el complejo contexto social en que se vive, aprende y trabaja. Por su objetivo, la utilización de esta plataforma permite la creación y gestión de los espacios de enseñanza y aprendizaje, basados en la interacción comunicativa de profesores y estudiantes, dirigidos a la adquisición de una o varias competencias académicas y sociales (López, Miguel, y Fernández-Pampillón, 2008, p. 42). Estas son razones por las que se le adjudican potencialidades para ser utilizado, tanto en la enseñanza no presencial (e-learning) y/o una enseñanza en la que se combina la enseñanza en Internet, con experiencias en la clase presencial (Onrubia, 2016, p. 4).
Desde estos propósitos, el diseño del proceso de enseñanza-aprendizaje se organiza a partir de las relaciones didácticas que se establecen entre los profesores y estudiantes, las actividades y los escenarios, conformando así un modelo didáctico en el que las tecnologías de la información y las comunicaciones se asumen como herramientas en la construcción del conocimiento científico y social de los que participan de estos sistemas.
Estas plataformas se diseñan con sólidos fundamentos didácticos que han sido previamente experimentados en entornos reales y que han demostrado mejorar la eficacia de los procesos de aprendizaje y, por sus características, están basadas en el modelo de aprendizaje socio-constructivista en el que el estudiante es protagonista de su propio aprendizaje, cooperando y colaborando con el grupo para construir nuevos conocimientos, sobre todo, de carácter social (Gamboa y Carballo, 2010, p. 230).
Coincidir con esta posición, exige un análisis pedagógico y didáctico de este tema. Al respecto, se advierte un enfoque centrado en el plano metodológico, desde el cual parece referencia obligada abordar las características, implicaciones y relaciones mutuas que subyacen entre las potencialidades de e-learning y la construcción del conocimiento social. Pero, esta relación también alerta los desafíos que implica su utilización para la educación universitaria en el contexto de la sociedad actual, sobre todo, al develar las especificidades que caracterizan su concreción en la práctica educativa universitaria.
En principio, reconocer que e-learning es un sistema de enseñanza-aprendizaje que, por su organización y presentación facilita el papel activo del estudiante en el proceso de exposición a los contenidos, selección de los trayectos y ritmos de su exploración, así como un atractivo (texto e ilustraciones) y dinámico medio (sonido, animaciones, vídeo) que posibilita la relación con otras personas y accedan a este. Su valor agregado está en la posibilidad de experimentar sensación de libertad, de elección y un elevado control de la interacción, al punto de convertirse en productores de contenidos, aumentar la base de conocimiento y reforzar enlaces, en un espacio colaborativo de aprendizaje (Gewerc, 2009, p. 72.).
Pero e-learnig supone también el manejo eficiente y creativo de habilidades relacionadas con el acceso a la información, la gestión del conocimiento a través de los distintos canales y soportes digitales, desde la cual las tecnologías de la información y las comunicaciones (Tic) se han venido incorporando como herramientas de apoyo en la construcción del conocimiento. Si bien el proceso de enseñanza-aprendizaje, mediado por el computador, comparte finalidades formativas con otros modelos de aprendizaje, es necesario reconocer que e-learning se convierte en una oportunidad para la construcción del conocimiento social, toda vez que los estudiantes se convierten en protagonistas activos de aprendizaje, al trabajar en colectivo, de forma sincrónica y asincrónica.
El aprovechamiento de las posibilidades de este sistema de enseñanza ofrece oportunidades para la reflexión, el intercambio y la discusión del contenido que se aprende; amplía las interacciones desde un marco de relaciones cognitivas y afectivas medidas por el computador, que llegan a ser significativas para todos los participantes, en la medida que se logra ampliar la relación comunicativa plena con otros, a través de redes colaborativas de aprendizaje y respondan a los continuos y veloces cambios de la sociedad de la información.
Así, la relevancia que se les otorga a las interacciones sociales, que tienen lugar en las actividades de enseñanza-aprendizaje que ofrece e-learning, valoriza las posibilidades para favorecer un entorno colaborativo virtual diferente al que se produce en un entorno presencial, cara a cara. Es preciso tener en cuenta que los estudiantes comparten un espacio común. Las condiciones específicas del espacio virtual permiten acceder a formas de relación que aseguran el intercambio de mensajes y el diálogo, desde el cual tiene lugar la elaboración del conocimiento, de manera colaborativa.
De acuerdo con esta posición, uno de los aspectos más significativos del e-learning para la construcción del conocimiento social, se asocia a las condiciones para la creación de las comunidades de aprendizaje en la red. Estas potencialidades han hecho posible la difusión y uso de esta plataforma en el ámbito universitario desde el cual se pretende mejorar el trabajo académico de profesores y estudiantes, optimizar recursos tecnológicos disponibles, flexibilizar la oferta académica para atender a todas las necesidades y potencialidades de los estudiantes y, en consecuencia, mejorar la calidad del proceso formativo.
Sin embargo, unido a las ventajas que proporciona la utilización e-learning en los sistemas de enseñanza-aprendizaje, también enfrenta limitaciones que se convierten en desafíos didácticos que es preciso atender, sobre todo, por los cambios que promueve, tanto en el rol de los docentes, como en los modos de aprender, en las formas de compartir y comunicar el conocimiento, en los tiempos y espacios en los que el aprendizaje sucede.
Las limitaciones y desafíos de e-learning en la Educación Superior
El cambio en la orientación educativa que promueve e- learning en la educación superior se identifica con la función del profesor y los estudiantes; los primeros tienen la responsabilidad de guiar a los estudiantes en un amplio número de fuentes de información y del conocimiento que deberá ser seleccionado, evaluado, adaptado para guiar a los estudiantes en la construcción colaborativa del conocimiento, que se genera en un marco de interacciones significativas para el aprendizaje. Ahora, el profesor pasa de ser un facilitador que propone tareas, problemas o proyectos y promueve motivaciones en los estudiantes para lograr que ellos puedan construir el conocimiento significativo para ellos y para aquellos con los que comparten el mismo espacio de aprendizaje.
Luego, al ampliarse la función del estudiante y del profesor en las interacciones que tiene lugar en el entorno de aprendizaje virtual; la construcción del conocimiento se hace cada vez más social, en la medida que constituye una experiencia de trabajo colaborativo y de comunicación grupal, desde la cual se logra una mayor contextualización y relevancia social del aprendizaje y se contribuye al crear una cultura enfocada en el crecimiento y desarrollo de los ciudadanos.
Desde esta perspectiva, la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje mediante e-learning, se hace cada vez más social en la medida que proporciona oportunidades para que las interacciones entre el profesor y los participantes proporcionen información relevante para la vida y propicien el desarrollo del pensamiento reflexivo y crítico; la independencia y autonomía en la toma de decisiones consolida la necesidad de participar y colaborar en la socialización de los saberes que cada uno construye desde la interpretación y las actitudes que asume ante los problemas y situaciones científico tecnológicas y sociales que enfrentan.
Estas consideraciones han llevado a convertir a e-learning en un reto en la educación superior, pues la concepción que se asume deberá responder con objetividad y contextualización a interrogantes como: en qué momento, qué objetivos y qué tipo de aprendizajes, se quieren alcanzar. Estas decisiones informan de la racionalidad didáctica que se sigue al reflexionar acerca de qué contenidos, con qué recursos y qué actividades pueden realizarse. La limitación en este sentido se identifica con las posibilidades que tenga el docente para tomar las decisiones más adecuadas (Mondéjar y Vargas, 2006).
Asimismo, conviene tener en cuenta que la experiencia en la utilización del e-learning en la enseñanza y el aprendizaje, en la educación superior, también responde a los propósitos y posibilidades académicas que tiene la asignatura que imparte, según plantean López y Hernández, (2016) sobre:
"El profesor deberá entonces enfrentar un proceso de análisis valorativo de las potencialidades de la plataforma para cumplir los objetivos de formación; pero resulta una exigencia establecer la correspondencia de estas con la racionalidad epistemológica de la materia y las características de los estudiantes en función del programa que se impartirá". (p. 8)
Es en este entramado de relaciones que el profesor debe identificar el tipo de conocimiento social que se construye y las estrategias que se utilizarán para lograrlo, lo cual avala las potencialidades de este tipo de plataforma para cumplir los objetivos de formación de este sistema educativo. Al respecto, se advierte que este tipo de plataforma facilita la gestión, la organización del conocimiento, el uso de representaciones hipertextuales y la adquisición de información a través de simulaciones que facilitan el cumplimento de los objetivos de este nivel educativo.
Superar estas limitaciones es necesario para asegurar la extensión y uso sostenible de la plataforma e-learning. Estas cuestiones pueden ser resueltas por los profesores en la medida que consigan el dominio de los conocimientos de la disciplina que imparte y se disponga a resolver las cuestiones didácticas que muchas veces encubre el déficit de información y conocimiento de las ventajas que esta plataforma les ofrece.
Las decisiones didácticas dependerán del grado de conocimiento y destreza en el manejo de las plataformas y la disposición que tenga para cambiar sus métodos de enseñanza y enfrentar el aprovechamiento de las posibilidades de las herramientas virtuales, en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero, al mismo tiempo, es necesario reconocer que el profesor valora el cambio como una carga adicional a su actividad habitual y tiende justificar la falta de disposición para implicarse, de manera activa, en este proceso, con los problemas que enfrenta, sobre todo los relacionados con la falta de tiempo, las insuficiencias en el desarrollo de habilidades informáticas, los difusos estándares de calidad para el e-learning y la falta de reconocimiento oficial de la actividad de los profesores, al elaborar el material didáctico que demanda.
Luego, no se trata entonces de reconocer las ventajas de esta plataforma, sino de saber descubrir y experimentar nuevas aproximaciones didácticas para avanzar en el uso rentable, sostenible y de calidad de la tecnología e-learning, en correspondencia con el modelo pedagógico que asume la institución educativa. Como refiriera Obando en su investigación:
"La enseñanza y el aprendizaje (…) en un ambiente virtual de aprendizaje, favorecen la interacción y la distribución de la presencia docente. Esta se debe promover desde los aspectos cognitivos y afectivos, pues en el caso estudiado se privilegia de manera relevante la dimensión de la gestión de significados, lo que genera pocos espacios para promover las gestiones correspondientes a la parte afectiva y social, factores necesarios para la construcción de conocimiento en la actual sociedad de la información" (p. 40).
Con el compromiso de aportar a la comprensión de este tema y despejar las concepciones que se entretejen alrededor de los análisis y reflexiones que los profesores universitarios poseen, se llevó a cabo un estudio de opinión, con profesores de la carrera Cultura Física, de manera que faciliten su cometido.
Material y métodos
La experiencia de los autores, como docentes universitarios de la carrera de Cultura Física, permite confirmar que en las últimas décadas, los profesores han asumido la irreversibilidad del cambio didáctico que tiene hoy la universidad ecuatoriana; sin embargo, esta apreciación global deja también sentada la necesidad de develar las potencialidades y limitaciones con que se viene generando la concreción de iniciativas y propuestas didácticas, sustentadas en la plataforma e-learning que se utilizan para la construcción del conocimiento social en los estudiantes.
Al compartir el interés por este tema, se realizó una investigación cuantitativa, con el empleo de métodos y técnicas que permitieron recopilar información y su análisis en la carrera de Cultura Física, en la Universidad de Guayaquil pues, por la especificidad didáctica de sus programas y la orientación de la tradición práctica de esta área del saber, se aprecian restricciones en la valoración y utilización de e-learning. Por tanto, se decidió explorar, mediante encuesta, a docentes y estudiantes, así también observaciones sistemáticas del proceso de enseñanza-aprendizaje en las plataformas e-learning y las experiencias de didácticas que se utilizan en la carrera, sobre todo, en las posibilidades y limitaciones con que se utilizó este tipo de recurso.
El estudio se basó en la selección deliberada de una muestra, de 98 docentes universitarios, (60 % de la población), que representaba la diversidad de formación y experiencia como profesores universitarios. Pero, también consideró la disposición y compromiso para participar en el proceso.
Para el estudio, se trianguló la información obtenida mediante el cuestionario y la observación, en los cuales se indagó acerca de las concepciones y prácticas de implementación de proyectos curriculares sustentados en la plataforma e-learning, teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos tecnológicos y las posibilidades de interconectividad que disponen. Como ejercicio obligado se utilizó un grupo de discusión en el que se promovió el análisis de los resultados del cuestionario.
Se emplearon procedimientos de la estadística inferencial para obtener conclusiones sobre el análisis de los datos recopilados en la muestra de investigación, así como su determinación, la media y frecuencias de los datos que facilitaron los resultados que se presentan a continuación.
Resultados y discusión
Los resultados advierten que el 100 % de los profesores reconocen el valor de e-learning, al destacar que las finalidades formativas de este tipo de plataforma se orientan a convertir a los estudiantes en protagonistas activos de aprendizaje y fomentar el trabajo de manera colaborativa en la construcción del conocimiento, estimulando el desarrollo de la reflexión, el intercambio y la discusión del contenido. Al mismo tiempo, el 87 % de los profesores destacan que, al favorecer un entorno colaborativo virtual y acceder a formas de relación que aseguran el intercambio de mensajes y el diálogo, se logra elaborar el conocimiento y crear comunidades de aprendizaje en la red, lo cual amplía las posibilidades de relaciones sociales.
Sin embargo, un grupo de profesores (el 60 %) consideran no tener preparación para asumir este tipo de modelo didáctico, pues advierte que tienen limitaciones en las habilidades tecnológicas (55 %) y no conocen los procedimientos para trabajar en la plataforma (68 %). Además, consideran que las materias que enseñan tienen pocas posibilidades para utiliza e-learning (40 %) y un 35 % declara no tener mucho tiempo para optar por esta metodología de trabajo.
Al indagar acerca de las potencialidades que presentan para asumir una didáctica basada en e-learning, consideran que reconocen la importancia del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje e identifican que utilizar los entornos virtuales es una exigencia y una necesidad de la educación superior porque crea posibilidades para atender a la mayor cantidad de estudiantes; amplia los espacios de interacción y abre las posibilidades de cada estudiante en el proceso de construcción del conocimiento.
También, reconocen que la interactividad que se genera en las actividades de enseñanza-aprendizaje utilizando e-learning, es muy valioso para lograr respetar los ritmos de aprendizaje y promover la reflexión crítica en torno a diversas temas y autores, en un ambiente de colaboración y cooperación, formativo y de interacción permanente que permite acentuar la formación de valores y aprendizajes sociales como la autonomía, la confianza en sí mismo y la comunicación.
La posición de los profesores ante la posibilidad de utilizar este tipo de plataforma es positiva; sin embargo, tiende a ser conservadora, sobre todo al insistir en que las materias que se imparten necesitan un tiempo de presencialidad y advierten que les resulta difícil poder modificar la concepción con que se formaron y llevan tiempo enseñando.
Al respecto, enfatizan en el carácter demostrativo y de desarrollo de habilidades físicas y metodológicas que incluye el desempeño profesional del profesor de cultura física. No obstante, refieren la utilidad de la plataforma como medio para mantener abierta la comunicación entre estudiantes y profesores, lo que hace posible que el proceso de enseñanza-aprendizaje se ajusta a los tiempos y necesidades de los estudiantes.
Al indagar en la relación entre estas concepciones y sus experiencias en la aplicación de e-learning, advierten que han recibido información en curso de formación y capacitación, que han compartido los resultados de otros profesores y que se han informado de manera autodidacta ante las exigencias que establece el modelo pedagógico actual; pero, aun no desarrollan con sistematicidad experiencias de este modelo didáctico y existe cierto desconocimiento de cómo utilizar las herramientas web 2.0 como blogs, wikis, redes sociales/profesionales o foros de discusión.
En cuanto a los recursos que ofrece la plataforma, es notable que los profesores reconozcan las posibilidades de intertextualidad y comunicación; asumen que estos son los conocimientos más importantes que propicia e-learning; pero, solo el 34 % de los profesores reconoce que esta plataforma puede contribuir a la construcción de conocimientos sociales. Tal consideración, al ser analizada en la discusión grupal, está relacionada con la intencionalidad académica que se le atribuye y la visión sectaria con que analizan los contenidos de enseñanza-aprendizaje.
El 78 % de los profesores expresaron que están interesados en prepararse para implementar e-learning en su trabajo académico pues, no solo les permite optimizar el uso de los recursos tecnológicos disponibles, sino mejora la calidad de su trabajo al flexibilizar los tiempos, la profundización y adecuar la oferta académica a las necesidades y potencialidades de los estudiantes.
Al respecto recomiendan que se les organicen cursos y se les entrene para utilizar la plataforma e-learning. Insisten en que no se cuenta con instructivos o manuales que les permitan apropiarse de las consideraciones teóricas, didácticas que fundamentan la utilización de este tipo de plataforma para la enseñanza-aprendizaje de asignaturas de la carrera Cultura Física. Agregan, además, un reclamo relacionado con la existencia aún de dificultades en el acceso y disponibilidad de la red que pueden afectar el desarrollo de actividades virtuales.
Ante la discusión de la posibilidad de utilizar en la carrera e-learning, el 98 % de los profesores aseguran que es más apropiado utilizar el modelo mixto que combina su uso en actividades presenciales y virtuales, sobre todo, si se toma en cuenta que las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte tienen como tradición que el proceso de enseñanza-aprendizaje, por su carácter técnico procedimental y actitudinal se desarrolle en un contexto o medio físico determinado. Sin embargo, el 100 % acepta la idea de que existen asignaturas en las que los estudiantes pueden analizar, reflexionar, desarrollar y examinar sus capacidades a través de unos contenidos mediante esta plataforma virtual.
Al identificar el tipo de contenido que tiene posibilidades de ser abordado mediante e-learning, los profesores tienen una postura abierta. En este sentido, identifican que los temas teóricos y metodológicos de asignaturas del ciclo general Lenguaje, Metodología de la Investigación, Idiomas o Computación, así como con asignaturas de la profesión, tales como: Fisiología de la Educación Física y el Deporte, Didáctica de la Educación Física o de contenidos de deportes específicos. Estas materias pueden incluirse en actividades apoyadas en esta plataforma; el 98 % mantiene su posición en que deberá combinarse con actividades presenciales, sobre todo prácticas, en las que desarrollen habilidades para la enseñanza y el aprendizaje de la cultura física. No obstante, el 62 % afirma que pueden utilizarse para la evaluación curricular de todas las materias.
Al reconocer las ventajas de e-learning para ampliar las posibilidades formativas de la interacción entre el profesor y los demás participantes y diversificar el acceso al conocimiento académico, respondiendo a las necesidades y potencialidades de los estudiantes, los profesores advierten la contribución de los entornos virtuales para ejercitar el pensamiento reflexivo y propiciar el desarrollo de la independencia, la colaboración y autonomía como aprendizajes que se pueden desarrollar en la educación superior.
Sin embargo, en este marco, la naturaleza didáctica de las decisiones, en correspondencia con el objetivo, los contenidos y actividades que se diseñan para favorecer e-learning, descansa no solo en el accesos a la tecnología y la disposición de los profesores a utilizarlos; es evidente que una limitación para lograrlo está en la falta de preparación para el manejo de las plataformas y, en particular, para cambiar los métodos de enseñanza que permitirán el aprovechamiento óptimo de las herramientas virtuales en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A modo de conclusión, se plantea que el tránsito a los modelos didácticos mediados por computadores amplía, cada vez más, las posibilidades de utilizar los recursos o aplicaciones que faciliten el intercambio de ideas y conocimientos de manera atractiva, al mismo tiempo que promueve la elaboración de propuestas que pueden ser compartidas con otros.
De manera particular, e-learning está teniendo una amplia recepción en la educación universitaria, al asegurar que este le proporciona al estudiante la apropiación de conocimiento, habilidades, actitudes que le permitan desenvolverse en el contexto en vivo y en su forma. En ellos, descansa la contribución de esta plataforma a la construcción de conocimientos sociales.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que la contribución e-learning descansa en la función que se les atribuye a las decisiones didácticas y a la preparación que tienen los profesores para direccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El estudio realizado con profesores de la carrera Cultura Fisca de la Universidad de Guayaquil reveló que los profesores de la carrera Cultura Física confirman las ventajas que e-learning tiene en el proceso de formación de los estudiantes universitarios, sobre todo, para desarrollar habilidades y valores relacionados con el manejo de entornos virtuales útiles para el autoaprendizaje de temas relacionados con la gestión del conocimiento, la construcción de conocimientos sociales; pero advierten que existen limitaciones referidas a la racionalidad de determinados contenidos del currículo que precisan actividades presenciales por lo que apuestan por un modelo didáctico mixto.
En correspondencia con esta situación, los profesores llaman la atención acerca de las limitaciones que aún existen entre el profesorado en cuanto al manejo de los recursos e-learning y las dificultades de conectividad que pueden enfrentar. Se justifica así el reclamo de los profesores acerca de la necesidad de promover cursos e indicaciones que les permitan aprender a fundamentar el proceso tecnológico y didáctico de e-learning en la Educación superior.