INTRODUCCIÓN
Las nuevas exigencias en la Educación Superior cubana constituyen premisas para la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, se trata de potenciar el protagonismo de los estudiantes en el proceso de formación y redimensionar el papel de la evaluación en su carácter cualitativo y formativo.
El carácter formativo de la evaluación en la Educación Superior ofrece una adecuada actividad pedagógica de forma sistemática, ordenada, donde se propician las experiencias históricas-culturales. Esto hace posible que el estudiante perfeccione las habilidades, actitudes y los valores que se expresan en su modo de actuación profesional.
Desde esta perspectiva, Ortiz y Sanz (2016); Castillo (2018) coinciden en que la tarea de evaluar supone integrarla de modo permanente durante las actividades de aprendizaje. Bertrán Lamorú (2020) plantea que se debe utilizar formas menos tradicionales de evaluación y dar a conocer a los estudiantes cuáles son los criterios que se utilizan para valorar su desempeño, de modo que lo ayude a desarrollar su capacidad de autoevaluación, espíritu crítico y autocrítico, acompañado del criterio de sus compañeros a través de la autoevaluación y coevaluación.
En la literatura especializada, se encuentran diversas clasificaciones y nominaciones relacionadas con las funciones de la evaluación del aprendizaje. Entre ellas, la función social, la de control y la pedagógica; esta última considerada como orientadora de diagnóstico, de pronóstico, creadora de ambiente escolar, afianzamiento del aprendizaje, de recurso para la individualización de retroalimentación de motivación y de preparación de los estudiantes para la vida Garcés (2015); Ravela, Picaroni & Loureiro (2017) y Moreno (2018). Otros ofrecen criterios sobre las funciones como evaluación diagnóstica, sumativa y formativa.
La función formativa de la evaluación es un término introducido en la década del 60 y refería que los estudiantes podían aprender la mayor parte de los contenidos entregados por la escuela, siempre que en ella se consideraran sus ritmos y modalidades específicos de aprendizaje (Pino, Clavero, Ayala y Falcón 2017).
De esta manera, las características fundamentales de la evaluación formativa son: la retroalimentación y la regulación del aprendizaje mediante la valoración de los conocimientos y las habilidades que los estudiantes adquieren y desarrollan, Martínez y Arrieta (2016); Bizarro, Sucari y Quispe (2019). En el ámbito de la Educación Física, algunos investigadores Ruiz (2012), Hernández y Mola (2016) destacan la evaluación formativa como un tema emergente por los resultados obtenidos en esta especialidad, que revelan el carácter tradicional de las prácticas evaluativas por la falta de claridad para su aplicación, así como el insuficiente uso de instrumentos adecuados que posibiliten la regulación y retroalimentación necesaria.
En la formación del profesional de la Cultura Física, desde su creación, se han elaborado proyectos investigativos con propuestas de cambios en el sistema de evaluación del aprendizaje de los estudiantes que cursan la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física, cuyo objeto de estudio se dirige a las particularidades del proceso de enseñanza-aprendizaje, sustentados en el enfoque integral-físico-educativo.
La evaluación de los aprendizajes desde el enfoque integral-físico-educativo permite realizar un trabajo dinámico, en el que se incorpora la toma de decisiones con base en el juicio experto del docente y el conocimiento por el contacto diario con los estudiantes, así como las evidencias recolectadas para la retroalimentación.
Esta forma de evaluación reviste gran importancia en la formación integral de los estudiantes porque precisa de un proceso personalizado, consciente y sistémico que ocurre en cooperación con el profesor y el grupo.
De ahí, que el profesor debe crear un espacio para la autorreflexión y autoevaluación de las actividades docentes, que posibilite la sistematicidad de este proceso y eleve el conocimiento del estudiante para una autovaloración objetiva, que pueda influir positiva o negativamente en su desempeño.
Sin embargo, en la práctica educativa de la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física, en ocasiones, coexisten comportamientos que reflejan la presencia de una didáctica tradicional. Ello se evidencia desde el empleo excesivo de métodos reproductivos, así como una evaluación que se centra en los resultados, caracterizada por la emisión de un juicio de valor al finalizar cada periodo de enseñanza.
Estas prácticas evaluativas desfavorecen el papel protagónico de los estudiantes, al no potenciar la regulación y retroalimentación de su propio aprendizaje, lo cual se contrapone al enfoque formativo que se exige. Además, se evidencia insuficientes orientaciones específicas para el uso de diferentes técnicas e instrumentos que propicien la evaluación formativa.
Las apreciaciones antes expuestas fundamentan un problema a resolver para el cual se determinó como objetivo: diagnosticar el estado actual de la evaluación formativa en la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se caracterizó por su enfoque cualitativo, al tratarse de los procesos y vivencias manifestadas por los participantes (profesores y estudiantes), los que interesaban por sus percepciones, actitudes y modos de actuación. Para ello, se utilizaron varios métodos como: el análisis de documentos, la observación y las encuestas que sirvieron para identificar las insuficiencias en el proceso evaluativo de la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física.
Para sentar las bases que permitieron un adecuado nivel de partida e indagar sobre la evaluación formativa, se seleccionó la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física, por constituir una de las esferas de actuación del profesional de la Cultura Física y abarcar mayor tiempo en el mapa curricular de la carrera, además de ser una de las esferas con mayor nivel de insatisfacción por parte de los estudiantes. Esto indicó la necesidad de transformar la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje, particularmente, en el sistema de evaluación.
La investigación se realizó en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes "Manuel Fajardo", a partir del curso 2016-2017; tuvo un enfoque predominantemente cualitativo porque se centró en el estudio de la evaluación formativa desde la complejidad y subjetividad que manifestaron los participantes en este proceso.
En la constatación inicial, se recolectaron datos de tres fuentes fundamentales: profesores, estudiantes y el diseño curricular de la disciplina. En este sentido, se seleccionaron a 27 profesores de manera intencional, bajo el criterio de poseer más de diez años como especialista en la Educación Física. También fueron seleccionados 133 estudiantes del segundo año, por haber cursado las asignaturas (Gimnasia Básica, Atletismo, Baloncesto, Fútbol y Teoría y Metodología de la Educación Física) que sirvieron para el análisis del diseño curricular.
En la constatación del estado actual de la evaluación formativa desarrollada, se realizó un diagnóstico pedagógico que permitió definir debilidades en la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física en tres fases: la primera dirigida a la preparación, organización y planificación del diagnóstico. La segunda al desarrollo, y la aplicación del mismo. La tercera a la culminación del proceso de diagnóstico.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El estudio de la evaluación formativa en la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física contempló varias fases:
Una primera fase de planificación y organización del diagnóstico que tuvo como objetivo esencial, la planificación para la descripción de las representaciones que tenían los profesores y los estudiantes. A partir de la definición de los objetivos, la determinación de los contenidos y la elaboración de los instrumentos.
Una segunda fase para la aplicación del diagnóstico, su esencialidad estuvo en la aplicación de los instrumentos de investigación seleccionados para obtener la información necesaria de las diferentes fuentes.
La tercera fase de culminación del proceso de diagnóstico tuvo como objetivo: analizar la información recopilada para la identificación de qué le falta al profesional de la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física para desempeñarse de manera efectiva en el proceso de la evaluación formativa.
A partir de la aplicación de las encuestas a los profesores para comprobar la preparación didáctica metodológica que poseían con respecto a la evaluación formativa, se identificaron debilidades tales como: la escasa planificación, organización, regulación y control para la autoevaluación y coevaluación. Un 52 % consideraba que su preparación era regular respecto al tema. Así como el 59 % de los profesionales refirieron que era insuficiente la planificación, organización y control de la evaluación formativa en el trabajo metodológico de la disciplina. El 44 % coincidió que son escasas las orientaciones teórico-prácticas para el empleo de instrumentos adecuados que les permitieran realizar la evaluación formativa. Todo ello refuerza el criterio de que los docentes tenían buena preparación al realizar prácticas evaluativas dirigidas a los resultados del aprendizaje del estudiante, es decir, una evaluación sumativa.
En la revisión y análisis de los documentos, el sistema de evaluación para la carrera de licenciatura en Cultura Física plantea que debe tener un carácter formativo, lo que implica, desde esta perspectiva, que la autoevaluación va convirtiéndose en una necesidad impostergable en el proceso formativo de la personalidad del estudiante. Sin embargo, existen incongruencias en la derivación de los objetivos de las asignaturas relacionadas con la autoevaluación declarada en el modelo del profesional.
El cumplimiento de estas condiciones precisa de un sistema de evaluación debidamente estructurado por componentes fundamentales como son: criterios, técnicas, instrumentos y sujetos responsables que permitan planificar, ordenar y ejecutar una evaluación acorde con las nuevas exigencias del modelo de formación.
En la investigación, fue pertinente el análisis de los programas de las asignaturas de la disciplina (Gimnasia Básica, Atletismo, Baloncesto, Fútbol y Teoría y Metodología de la Educación Física); en ellas, se analizaron los objetivos y cómo estaba orientado el sistema de evaluación del aprendizaje de los estudiantes.
La concepción de evaluación que se tenía en estas asignaturas demostró la ausencia de un enfoque formativo, al trabajar con una salida metodológica fragmentada, desprovista del carácter continuo y regulador para lograr las transformaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por esta razón, se revela como debilidad del análisis de los documentos: incoherencias en la derivación de objetivos declarados en el modelo del profesional que propicien, desde la disciplina y asignaturas, realizar la evaluación formativa.
En el análisis de documentos, también se comprobó que los profesores diseñaban tareas docentes para evaluar el aprendizaje en las que se integraban otras disciplinas de la carrera; al respecto, se hace necesario proponer nuevas actividades que faciliten un mejor desarrollo de esta integración.
De igual forma, se demostró que, en ocasiones, favorecen los procesos de autoevaluación y coevaluación y enfatizaban en la retroalimentación para corregir errores a tiempo. Sin embargo, a pesar de prescindir de la retroalimentación, de ningún modo reajustan el proceso de enseñanza a partir de los resultados obtenidos en el aprendizaje de los estudiantes.
En la utilización de variados recursos didácticos novedosos para la evaluación formativa, siempre se observó en la asignatura de Teoría y Metodología de la Educación Física el empleo de mapas conceptuales y técnicas participativas para evaluar contenidos conceptuales.
Las asignaturas Gimnasia Básica, Atletismo, Baloncesto y Fútbol utilizaban con frecuencia las preguntas orales, escritas, guías de observación para examen teórico-práctico y trabajos extraclases.
En síntesis, la información recopilada a través de varios métodos fue contrastados mediante una triangulación metodológica. En ella, se comprobó que en las asignaturas de la disciplina existe un mayor tratamiento hacia la evaluación sumativa, caracterizada por la emisión de un juicio al finalizar cada periodo de enseñanza, en la cual no se potencia el papel del estudiante para lograr la autonomía e independencia aspirada.
En consecuencia, al valorar los criterios de los estudiantes en relación con la evaluación formativa, se hizo la estimación de su desempeño en los contenidos cognitivos, procedimentales y actitudinales mediante una observación estructurada, cuyos resultados generales se muestran en la figura 1, lo que evidencia que la regulación y retroalimentación constituyen los indicadores de mayor dificultad en los contenidos procedimentales y actitudinales (Figura 1).
Los resultados obtenidos en el desempeño cognitivo fueron interesantes, pues ninguno realizaba una valoración justa del aprendizaje porque centraban sus intereses de obtener la máxima calificación, aspectos que no son determinantes en la evaluación formativa. Del mismo modo, se apreció la falta de valoraciones y reflexiones que sirvieran para retroalimentar el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como la insuficiente formulación de preguntas que invitaran al debate y a la reflexión dentro de las clases.
En la observación de los modos de actuación, desde el indicador procedimental, se exhibió un mejor desempeño del estudiante al resolver tareas simples en el orden práctico que demandaban, en mayor medida, de un nivel de asimilación reproductivo. Por otro lado, quedó demostrado que a veces llegaban a resolver tareas más complejas, las cuales prescindían de un mayor nivel de aplicación y de creatividad. Se reveló que no contaban con habilidades para autorregular el aprendizaje por su propia gestión y la interacción del grupo.
En el desempeño actitudinal, se evidenció que casi siempre manifiestan respeto y responsabilidad al emitir un juicio de valor sobre el aprendizaje de sus compañeros; más no se tenía en cuenta el análisis crítico de los errores que permitiera realizar la regulación de cómo aprende y qué debe mejorar para retroalimentar el proceso de enseñanza.
Los resultados obtenidos se orientan hacia la reformulación de nuevos objetivos con la finalidad de transformar concepciones, modos de actuación y motivaciones de los estudiantes hacia la evaluación formativa. De modo que aprendan a autoevaluar su desempeño y evaluar a sus pares para ofrecer una adecuada retroalimentación al proceso de enseñanza-aprendizaje.
A partir de las indicaciones para el diseño de los planes de estudio "E", uno de los retos a vencer es contar con diseños curriculares pertinentes que sienten las bases para propiciar un incremento continuo de la calidad y la eficacia en la formación integral de los profesionales (Varona, 2020). La contrastación de los resultados para determinar criterios en cuanto a las acciones de regulación y retroalimentación del proceso de enseñanza-aprendizaje reveló insuficiencias estratégicas para que el estudiante aprenda autorregular su propio aprendizaje y coevaluar a sus compañeros.
De acuerdo con Hamodi, López y López (2015); Moreno (2018) consideran que participar en procesos de coevaluación a través del diálogo entre pares supone para profesores expertos y noveles un estímulo a la reflexión (auto) crítica y al crecimiento profesional. Como observados, generan una actitud más abierta ante la observación por los compañeros y como observadores facilitan el análisis de la actividad docente.
Estudios realizados por Hernández y Parrales (2019); Mola, Sosa y Góngora (2020) demuestran que regularmente los docentes aceptan sus fallas, que se cuestionan y generan propuestas para mejorar su propia práctica evalua tiva, donde indican un cambio de mentalidad y un desplazamiento de sus concepciones hacia la evaluación formativa.
Por consiguiente, las transformaciones en la evaluación del aprendizaje y el logro en que esta sea más cualitativa y formativa constituyen premisas para los profesores de la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física, de manera que perfeccionen sus modos de actuación. Así quedó demostrado que las propuestas, desde el sistema de evaluación de los programas de las asignaturas (proyectos de exámenes parciales y finales), se enfocaban hacia una evaluación tradicional.
En el desempeño del estudiante, se manifestaban escasas habilidades para realizar una valoración justa de su aprendizaje, con desinterés y desmotivación por retroalimentar el proceso de la enseñanza, lo que demuestra escasas habilidades para la construcción de sus conocimientos, así como el desarrollo de sus actitudes y dominio de procedimientos para el autoaprendizaje.
CONCLUSIONES
El análisis de las indagaciones teóricas y empíricas aplicadas en la investigación posibilitaron el diagnóstico real y contextualizado a las características del docente y de los estudiantes de la disciplina Teoría y Práctica de la Educación Física para la evaluación formativa, identificándose los principales problemas existentes como insuficiente sistema de conocimientos del objeto en movimiento, en el que se encuentran inmersos hechos, fenómenos, conceptos, magnitudes, leyes, principios y teorías; insuficiente sistema de habilidades, que incluye las relaciones del hombre con el objeto, a través de habilidades intelectuales, métodos y estrategias de aprendizaje, insuficiente sistema de valores que incluye los sentimientos, intereses y modos de actuación.
Las deficiencias encontradas durante el diagnóstico realizado demuestran que, a pesar del empeño de los profesores por enseñar y desarrollar habilidades sobre la evaluación en los estudiantes, se necesita incrementar los esfuerzos por garantizar la calidad en el proceso formativo de la licenciatura en Cultura Física.