INTRODUCCIÓN
El levantamiento de potencia empieza a practicarse a finales de los años cincuenta del siglo pasado en los míticos gimnasios de culturismo que tan de moda, se empezaban a poner de moda en los Estados Unidos. El levantamiento de potencia, pesas-potencia, o simplemente potencia (en inglés powerlifting) es un deporte de fuerza que se compone de tres eventos: la sentadilla, el press de banca y el peso muerto (Austin & Mann, 2021 y Dennis, 2021). En comparación a la halterofilia, que comprende movimientos de abajo hacia arriba, los del levantamiento de potencia tienen una menor trayectoria; sin embargo, las dos disciplinas deportivas requieren de mucha fuerza muscular. En las características principales consultadas se observa que en la halterofilia se usa más la fuerza-velocidad y la técnica (Everett, 2020), mientras que en el levantamiento de potencia predomina más la fuerza máxima (Travis et al., 2020; Ferland et al., 2020) en parte porque los movimientos del levantamiento de potencia se realizan con una menor trayectoria.
En estos últimos años, se argumentan supuestos problemas de columna, de rodillas, y de otras articulaciones directamente relacionadas con el movimiento técnico del powerlifting relacionado con la sentadilla (Bengtsson et al., 2018), pero son aspectos que normalmente se relacionan con el proceso de dirección del entrenamiento deportivo, como sería la ineficiente ejecución motriz de una técnica específica como la mencionada, un aspecto común en diversos deportes relacionados, como es el caso de la halterofilia y otros deportes (Falk et al., 2021; Mena Pila & Morales, 2018).
Desde el punto de vista técnico, la sentadilla realizada en donde se baja por completo reduce las posibilidades de lesiones en la columna y en las rodillas (Lavorato, 2009) y se demuestra que en las personas que entrenan con una buena técnica de sentadilla, previenen algunos tipos de lesión relacionadas con la sobrecarga y sobreuso de la articulación de la rodilla y la zona baja de la espalda (Escamilla, 2014). Sin embargo, existen autores que fundamentan sus peligros, generalmente al realizarse un movimiento técnico deficiente (Lavorato, 2009).
En el caso de las rodillas, la explicación es física aplicada o mecánica motriz, detener las sentadillas a los 90° ejerce una presión contra la barra, mayor que la del peso mismo para poder vencer la inercia del descenso y revertir el movimiento (Boyle, 2018). Como la media sentadilla se puede realizar con un peso mayor que la sentadilla profunda, se somete a un terrible stress de los ligamentos. Se sabe que a 90° aproximadamente, los ligamentos cruzados y el tendón rotuliano, se encuentran en máxima tensión al ser ellos, junto a los músculos del cuádriceps, los encargados de frenar el peso de la barra en la media sentadilla.
En contraposición, el frenado de la sentadilla profunda la realiza el tope anatómico natural: el apoyo de glúteos e isquiotibiales sobre gemelos y talones. El esfuerzo que realiza la articulación de la rodilla cerca del ángulo 90° es el mayor en todo el recorrido, por lo que es de imaginar qué es lo que sucede si se pretendiera frenar allí con una carga excesivamente pesada.
En los deportes donde el levantamiento o conducción de peso externo es fundamental, los análisis biomecánicos proporcionan una fuente extensa de datos que son explorados ampliamente desde el punto de vista mecánico y fisiológico; (Játiva et al., 2021; Godoy & Ruiz, 2022 y Navarrete et al., 2022), dentro de estos datos, se incluyen parámetros cinéticos y cinemáticos que son útiles para comprender la locomoción humana, midiendo y conectándolo con el rendimiento específico en cada modalidad deportiva (Mon-D. et al., 2019 y Mon-López et al., 2019).
El análisis biomecánico de cualquier gesto técnico relacionado con el deporte nos proporciona datos que nos da una mejor visión del movimiento, tanto mecánico como fisiológico (León et al., 2016), lo cual evidencia una mejor comprensión de los parámetros cinemáticos y cinéticos del movimiento humano. La sentadilla libre es un ejercicio utilizado como parte de una rutina de entrenamiento para algunos deportes o como acondicionamiento físico, este ejercicio al realizarlo bien es muy completo, ya que trabaja los músculos tanto del tren superior e inferior; sin embargo, una mala ejecución de este ejercicio provocaría lesiones musculares y articulares como se ha afirmado en Lavorato (2009).
La sentadilla es un ejercicio ampliamente utilizado para el acondicionamiento físico, ya que pone en funcionamiento al mismo tiempo varios músculos; no obstante, una mala posición podría conducir a lesiones a nivel de la espalda y la rodilla, las cuales son especialmente comunes en sujetos sin acondicionamiento físico. En este estudio, los datos de sentadillas se analizan en sujetos sin acondicionamiento físico, organizados en dos grupos, uno compuesto por mujeres y otro por hombres, para evaluar posibles implicaciones en la articulación de la rodilla como acción prospectiva a futuro.
Dado lo anterior, se planteó como propósito preliminar de la investigación analizar biomecánicamente la técnica de sentadilla libre en el levantamiento de potencia por géneros, al ser base teórica y metodológica para el diseño prospectivo de otras investigaciones, como sería las relacionadas con las posibles implicaciones positivas y negativas en el movimiento articular de la rodilla y para el perfeccionamiento del rendimiento técnico del deporte objeto de estudio.
MATERIALES Y MÉTODOS
La presente investigación fue considerada de tipo descriptiva-correlacional, se utilizó un muestreo intencional no probabilístico, al seleccionar a 42 levantadores (se clasifican numéricamente para protección de datos), con un rango etario comprendido en las áreas de mayor madurez biológica (categorías juveniles y senior; 17-28 años). Los sujetos estudiados fueron clasificados en dos grupos independientes según el género, el grupo 1 (20 sujetos, género masculino) y el grupo 2 (22 sujetos, género femenino), pertenecientes a los gimnasios "Power Fitness" y "Planeta Fitness" en la ciudad de Quito, Ecuador. Para evitar distorsión de los resultados, se realizó una comparación de los rangos etarios entre géneros, con vistas a establecer equilibrio etario en ambos grupos independientes.
Se estudió la técnica de la sentadilla (dos intentos por persona), todo bajo un escenario controlado, eligiéndose el mejor intento desde una perspectiva biomecánica. Para la presente investigación fue necesaria una carta de consentimiento informado.
En el movimiento se analizaron las siguientes variables:
Ángulos rodilla y cadera (º): se consideraron de referencia puntos anatómicos (rodilla: maléolo lateral, cóndilo femoral y trocánter mayor; cadera: cóndilo femoral, trocánter mayor y acromion).
Pico de velocidad máxima (m/s): se obtuvo una medida que va desde el cóndilo Femoral hasta el trocánter mayor.
Trayectoria: se trazó una línea vertical imaginaria, donde se tomó de referencia el centro de la barra. Y se realizó el seguimiento respectivo de la barra en función de los efectos de la fuerza de gravedad en sus dos ejes.
Para la recolección de datos se utilizó una cámara que captura 60 fotogramas por segundo, un trípode para brindar estabilidad y evitar perturbaciones no controladas, el cual logra captar datos verídicos y exactos del movimiento técnico. Para el análisis de los datos se utilizó el programa Kinovea en su versión 0.9.3 y para la tabulación de los datos el programa SPSS V25, se aplicó la prueba U de Mann-Whitney (p= 0,05) al no existir una distribución normal de los datos y contarse diferencias significativas entre las dos muestras independientes con los rangos promedios obtenidos a un nivel de confiabilidad del 95 %.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La tabla 1 evidenció los resultados obtenidos del género masculino, donde las últimas filas mostraron los valores promedio, mínimo y máximo, así como la desviación estándar de las cuatro variables bajo análisis, más la edad (Tabla 1).
Los valores medios o promedios, en cada variable obtenida del género masculino (Tabla 1) se posicionaron, para el caso de la edad, en 19.65 años (≈20), con un valor máximo de 28 años y un valor mínimo de 17 años (categoría juvenil y senior); mientras que la media, en la variable ángulo, se estableció en 66. 16º, con un valor máximo de 88º y un valor mínimo de 44º.
En cuanto a la variable velocidad, la media se estableció en 1.26m/s, con un valor máximo de 2.01m/s y un valor mínimo de 0.49m/s. Por otra parte, los valores medios establecidos en el centro de gravedad como parte de la trayectoria del movimiento se ubicaron para el eje X en 0. 39º y para el eje Y en 0. 67º, con sus respectivos valores máximo y mínimo.
Para el caso de la tabla 2, se registraron los valores obtenidos para el género femenino, y al igual que en la tabla 1, se describen los valores medio, mínimo y máximo, así como la desviación estándar que poseen los datos en su comparación (Tabla 2).
La media alcanzada en la variable edad, se estableció en 20.76 años (≈21), con un valor máximo de 25 años y uno mínimo de 17 años y al igual que en el género masculino el rango etario se encontró entre la categoría juvenil a senior, rango donde se alcanzó la mayor madurez biológica posible y por ende las máximas posibilidades de rendimiento deportivo, tal y como se especificó en Weineck (2019) que incluyó el componente fundamental de la técnica deportiva, pues en los deportes eminentemente técnicos se llega más tarde a la cima del rendimiento, tal y como se define por Bercovici (2021) .
Por otra parte, la media alcanzada en la variable ángulo, se estableció en 67. 11º, con un valor máximo de 117.9º y un valor mínimo de 41º, mientras que en la variable velocidad, la media se estableció en 1.03m/s, con un valor máximo de 2.3m/s y un valor mínimo de 0.48m/s. En el caso de los valores medios establecidos en el centro de gravedad para el eje X se ubicó en 0. 40º y para el eje Y en 0.68º.
Para establecer la comparación entre géneros, en cuanto a los resultados registrados en las tablas anteriores, la Prueba U de Mann-Whitney (Tabla 3) para dos muestras independientes establecen la existencia o no de diferencias estadísticas (Tabla 4).
Edad | Angulo | Velocidad | Centro Gravedad. X | Centro Gravedad. Y | |
H de Kruskal-Wallis | 1,396 | ,038 | 2,788 | ,001 | ,038 |
gl | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sig. asintótica | ,237 | ,845 | ,095 | ,979 | ,845 |
a. Prueba de Kruskal Wallis. b. Variable de agrupación: Grupos
La tabla 3 evidenció los resultados con la Prueba U de Mann-Whitney, al comparar los resultados registrados en ambos géneros. La variable edad mostró la no existencia de diferencias significativas (p=0.237), muestra de un rango etario similar en ambos géneros y un indicador controlado que posibilitó la no distorsión de los resultados, debido a las diferencias existentes en la madurez biológica que suelen presentar distintos rangos etarios, con énfasis en categorías iniciales de formación.
La madurez biológica puede presentar distorsiones en diferentes componentes de la preparación deportiva, como sería el caso de la técnica, donde, según Játiva et al. (2021), al comparar diferencias biomecánicas en la técnica de arranque en halterofilia, entre deportistas élites y novatos, se determinaron diferencias significativas en el ángulo del segundo halón de la rodilla (p=0.011) y en el pico de velocidad máxima en el primer halón (p=0.046). En otras investigaciones, como la presentada en Navarrete et al. (2022), se determinan diferencias significativas en la técnica de snatch al comparar diversas variables biomecánicas en categorías de iniciación y desarrollo.
Al comparar los ángulos del movimiento analizado, la Prueba U de Mann-Whitney no especificó diferencias significativas, el (p=0.845) indicó que el movimiento en ambos géneros no tuvo diferencias notables en términos de técnica deportiva, aunque el rango promedio fue menor en el género femenino (20.64), quizás por la mayor capacidad de flexibilidad articular que normalmente posee este género (Rodríguez, 2010), aunque dicha variable debe ser analizada en el futuro mediante pruebas empíricas.
Por otra parte, el indicador velocidad, tampoco presentó diferencias significativas por género (p=0.095), aunque de todas las variables o indicadores analizados fue el que mayores diferencias presentó, según se estableció con los rangos promedios alcanzados. El género masculino resultó el de mayor dato numérico (24.20) y, por ende, el de mayor velocidad de ejecución motriz; factor que pudo estar influenciado por la mayor masa muscular que posee este género y una mayor capacidad de fuerza, lo que influyó directamente en la velocidad articular (Véliz & Cid, 2020).
Para el caso de los valores obtenidos con el centro de gravedad, la Prueba U de Mann-Whitney tampoco mostró diferencias significativas, ni para el eje X (p=0.979), ni para el eje Y (p=0.845), por lo que se dedujo que en las variables analizadas no se presentan diferencias notables en la técnica de sentadilla libre.
Al tenerse en cuenta los resultados del presente estudio, así como los factores de integralidad propios del rendimiento deportivo (Calero-Morales, 2011), se determinó que el promedio de flexión de la articulación de la rodilla para hombres y mujeres cumple con los criterios de minimización, debido a que sobrepasan el grado fundamental que radica hasta los 40 grados; por lo que, se pudo comprobar que aparentemente ninguna persona sufre de alguna patología en la articulación de la rodilla y que ambos géneros presentaron un rendimiento similar en el componente técnico que llevó a deducir la existencia de una adquisición adecuada de la técnica deportiva.
AGRADECIMIENTOS
Al gimnasio "Planeta Fitness" y al gimnasio "Powerfitness", al Gerente Jonathan Toapanta Arteaga y a Juan Carlos Albán, por la apertura y disponibilidad brindada al momento de realizar el estudio en los respectivos establecimientos. Al grupo de investigación AFIDESA, de la Universidad de las Fuerzas Armadas-ESPE.
CONCLUSIONES
La técnica de sentadilla libre analizada, en su comparación por géneros, no evidenció diferencias significativas, aspecto que permitió deducir un nivel técnico similar entre los géneros estudiados. Se concluyó que, si es correcta la ejecución motriz específica en el deporte estudiado, el componente técnico del entrenamiento deportivo en powerlifting se cumple satisfactoriamente, independientemente del género entrenado.