INTRODUCCIÓN
Luego de culminado el primer trimestre del año 2020, las condiciones en las que se desarrollaba el proceso de enseñanza-aprendizaje en la mayoría de los sistemas y niveles educativos cambiaron producto al confinamiento obligatorio ante la crisis sanitaria global, a consecuencia de la pandemia por la COVID-19; ello impuso la modalidad virtual en la educación y puso en evidencia sus "(…) limitaciones estructurales" (Fernández, 2021, p. 50).
A pesar de que el sector educativo es uno de los que muestra mayor desarrollo en materia tecnológica a nivel social (Rodríguez et al., 2018), la urgencia en la continuidad educativa mostró las insuficientes competencias digitales de los docentes, lo que generó la proliferación de cursos de capacitación relacionados con las tecnologías virtuales de aprendizaje y de participación educativa (Fernández, 2021) y puso de manifiesto que "(…) el nivel de formación continua es directamente proporcional al nivel de competencia digital docente" (Pozo-Sánchez et al., 2020, p. 1).
Las particularidades del nivel inicial de educación convirtieron a la modalidad virtual en un reto para los docentes parvularios, la familia y los gestores pedagógicos; además, para los que delinean las políticas educativas a nivel del macrosistema, pues "La pandemia está afectando todos los aspectos de la vida de los niños: su salud física, su desarrollo, sus posibilidades de aprendizaje" (UNICEF, 2020, p. 4). Según Pozo-Sánchez et al. (2020, p. 1) "(…) las mujeres disponen de mayor nivel en la creación de contenidos digitales que los hombres", lo que puede tener una incidencia positiva en el nivel inicial de educación.
El acceso a internet, la tenencia al uso de un dispositivo electrónico con determinadas características y el apoyo familiar al niño son condicionantes para realizar una educación infantil virtual. En este sentido, durante la gestión didáctica, se establece una relación entre la comunicación pedagógica virtual y las herramientas de enseñanza-aprendizaje virtual, entre las que se destacan el uso de las plataformas de gestión educativas, las videoconferencias y las redes sociales.
En los niños, el confinamiento ocasionó efectos nocivos como fueron las reacciones emocionales negativas, problemas en el sueño y en la conducta. (Erades y Morales, 2020). Una de las dimensiones de la actividad humana más afectada, durante este periodo, lo constituyó la movilidad. A pesar de haberse terminado el confinamiento, muchos centros educativos continuaron su actividad en modalidad virtual, lo que impidió el acceso de los niños a la Educación Física infantil, los recreos y las actividades lúdicas como formas de promoción de actividad física en las instituciones educativas (Cárcamo-Oyarzun et al., 2022).
La actividad psicomotriz infantil como expresión de la Educación Física de los niños, no solo ofrece oportunidades para su desarrollo, sino para el aprendizaje motriz. (Aguilar et al., 2021). Las limitaciones de la motricidad en la Educación Física, al igual que en otras áreas del conocimiento, refleja la relación teoría-práctica, pero acentuado producto a su relación con las prácticas corporales (Miragem y Almeida, 2021). La gestión virtual de la actividad física escolarizada obligó a hacer un giro del proceso enseñanza-aprendizaje dirigido más al saber que al saber hacer, lo que ha generado cambios no solo en los niños, sino en los docentes. Faltaría corroborar las hipótesis que se han establecido del posible impacto en la motricidad a largo plazo.
La relevancia de alcanzar un buen desarrollo de las habilidades motrices básicas en la etapa infantil radica, no solo en el propio desarrollo de habilidades motoras, sino en la influencia positiva que puede ejercer en otras dimensiones del ser humano como la biológica, cognitiva, afectiva, social y psicológica (García-Marín y Fernández-López, 2020). A su vez, el aprendizaje y desarrollo de las habilidades motoras básicas está relacionado positivamente por los niveles de desarrollo en lo bio-psico-social y lo ambiental (Adamo et al., 2016).
La evaluación del desarrollo de las habilidades motrices básicas puede realizarse mediante diferentes test estandarizados. El Test of Gross Motor Development (TGMD-2) propuesto por Ulrich (2000) es muy utilizado y es considerado la única herramienta cualitativa con un protocolo estandarizado (Luz et al., 2017). Sin embargo, aunque se ajusta al rango de edades del estudio abarca doce destrezas agrupadas en habilidades locomotrices (6) y manipulativas (6), a pesar que no están consideradas en el currículo inicial (Ministerio de Educación, 2014) o que en este hay destrezas no consideradas en la prueba. Resulta comprensible, desde el punto de vista pedagógico, emplear los recursos didácticos que ofrece el currículo, no solo como orientación para la gestión de los aprendizajes, sino como forma de evaluación de las destrezas que incluye.
En consecuencia, se pretende conocer cómo se comportan los niveles de desarrollo en el ámbito de expresión corporal y motricidad curriculares, en un grupo de niños de 4-5 años, una vez que han concluido su proceso de enseñanza-aprendizaje en la modalidad virtual. La investigación, se planteó como objetivo caracterizar los niveles de desarrollo de la expresión corporal y motricidad, alcanzados mediante modalidad virtual en un grupo de niños de la escuela de Educación Básica Víctor Murillo Soto, al finalizar el período lectivo 2020-2021.
MATERIALES Y MÉTODOS
En la investigación, se utilizó una metodología con enfoque cuali-cuantitativo de tipo transversal, no experimental. Se utilizó un muestreo no probabilístico intencional y estratificado realizado en la escuela de Educación Básica Víctor Murillo Soto, del cantón Duran, en Ecuador conformado por todos los niños de 4 a 5 años de edad (32) matriculados en inicial II de la jornada matutina, un docente y 32 padres de familia. Los instrumentos de investigación del estudio de campo, se aplicaron en el mes de marzo de 2021, al cierre del ciclo lectivo 2020-2021 y como parte de la actividad tutor-estudiante de la práctica preprofesional, correspondiente a la carrera de Educación Inicial de la Universidad de Guayaquil. Se operacionalizaron las variables educación en modalidad virtual, expresión corporal y motricidad en cuatro dimensiones: percepción de resultado, estrategias de implementación, percepción de su impacto y niveles de desarrollo. Los indicadores se pueden apreciar en la Tabla 1.
No. | Indicadores | No. | Indicadores |
1 | Percepción de la educación en modalidad virtual | 10 | Reptar a una distancia de 10 metros |
2 | Actividades motrices infantiles en modalidad virtual | 11 | Correr y saltar de forma continua en superficies inclinadas. |
3 | Efectos de las estrategias virtuales | 12 | Patear pelotas rodadas de frente |
4 | Efectos de la motricidad infantil en la educación | 13 | Lanzar y atrapar pelotas a 3 metros con parábola |
5 | Uso de espacios físicos en modalidad virtual | 14 | Control postural durante la carrera con cambios de dirección |
6 | Efectos de la motricidad infantil en la comunicación | 15 | Control postural en la posición de pie |
7 | Efectos de la motricidad infantil en la socialización | 16 | Control postural al caminar sobre una viga de 25 cm de altura |
8 | Interés por la motricidad infantil en modalidad virtual | 17 | Coordinación de movimientos de cadera y rodilla |
Instrumentos
Se aplicaron tres instrumentos, el primero fue un cuestionario para padres de familia con el objetivo de conocer su opinión sobre la educación en modalidad virtual que reciben sus hijos. El instrumento aplicado cuestionó lo siguiente: 1. ¿Considera usted que su hijo recibe una educación de calidad integral en esta modalidad virtual?, 2. ¿Cree usted que la educación que está recibiendo su hijo en modalidad virtual beneficia todos los ámbitos de aprendizajes?, 3. ¿Entiende usted que el buen desenvolvimiento del ámbito de expresión corporal y motriz es esencial en la educación de su hijo?, 4. ¿Piensa usted que la educación virtual puede reemplazar los ambientes y espacios físicos de aprendizaje motriz en los niños de 4 a 5 años?, 5. ¿Opina usted que saltar, correr, atrapar, patear, caminar y rodar son ejemplos de habilidades fundamentales que su hijo debe dominar a esta edad de 4 a 5 años?, 6. ¿Considera usted que las estrategias utilizadas en la modalidad virtual empleadas por el docente de la institución aportan a la educación de calidad de su hijo?, 7. ¿Entiende usted que es posible obtener una educación de calidad a nivel motriz sin acceder al espacio físico de la institución? y 8. ¿Concibe usted que el desarrollo de la expresión corporal ayuda a que su hijo controle el movimiento de su cuerpo mejorando la confianza y seguridad en sí mismo? Evalúe en una escala con los siguientes rangos: de acuerdo, totalmente de acuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo.
El segundo instrumento fue una entrevista estructurada al docente, contentivo de cinco preguntas que se muestran a continuación:
¿Cree que los niños desarrollan relaciones de comunicación y sociabilización mediante la práctica de movimientos corporales?
¿Realiza actividades de movimientos corporales con los niños en esta nueva modalidad virtual?
¿Es necesario que los docentes utilicen estrategias virtuales innovadoras para el buen desenvolvimiento del área corporal y motriz?
¿Los niños muestran interés frente al estímulo corporal que visualizan por medio de la clase virtual sincrónica?
¿Cuáles son las habilidades que más ayudan al desarrollo psicomotriz de los niños de 4 a 5 años de edad?
El tercer instrumento fue una guía de observación estructurada, se empleó para valorar la variable niveles de desarrollo de expresión corporal y motricidad; se evaluaron los siguientes indicadores: 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 18 (Tabla 1). Los mismos reflejaron las destrezas que los niños de 4 a 5 años ecuatorianos deben alcanzar, según el currículo vigente. El alcance de las destrezas curriculares, se expresó en cuatro objetivos de aprendizajes (Ministerio de Educación, 2014):
Lograr la coordinación dinámica global en las diferentes formas de locomoción para desplazarse con seguridad.
Controlar la fuerza y tono muscular en la ejecución de actividades que permitan la realización de movimientos coordinados.
Desarrollar el control postural en actividades de equilibrio estático y dinámico afianzando el dominio de los movimientos del cuerpo.
Lograr la coordinación en la realización de movimientos segmentarios identificando la disociación entre las partes gruesas y finas del cuerpo.
Para la valoración del nivel de desarrollo de la expresión corporal y motricidad, se empleó como escala categorial: nivel iniciado, adquirido y en proceso, los que se establecieron en el currículo de Educación Inicial para la valoración del nivel de desarrollo de las destrezas, en correspondencia con el cumplimiento de los objetivos establecidos en el ámbito de expresión corporal y motricidad. En la categoría de adquirido, el niño cumplió el objetivo establecido para la destreza; en el iniciado, el niño no alcanzó el objetivo para la destreza y en la categoría en proceso, el niño cumplió parcialmente el objetivo (Ministerio de Educación, 2014). El desarrollo práctico de la observación se realizó mediante una lista de cotejo. Los datos empíricos obtenidos fueron procesados mediante los recursos de la estadística descriptiva.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Resultados del cuestionario aplicado a los padres de familia
En la pregunta No. 1, el 43 % de los encuestados opinó que su hijo recibió una educación de calidad integral. Este resultado evidenció los niveles de insatisfacción en más de la mitad de los padres. En las respuestas a la pregunta No. 2, más de la mitad de los padres consideró que las clases de manera virtual no beneficiaron todos los ámbitos de aprendizajes, lo que se contrapone a la afirmación de Gamboa et al. (2019) acerca de que la motricidad es esencial para la construcción de distintos aprendizajes, pues los niños establecen conceptos durante la exploración de su entorno.
Más de dos tercios de los padres de familia opinaron (pregunta No. 6) que las estrategias en la modalidad virtual empleadas por el docente de la institución aportaron a la educación de calidad de su hijo. En un estudio realizado en España, sobre la apreciación de la enseñanza-aprendizaje virtual, se concluyó que "El grado de satisfacción de las familias, con respecto a la docencia que están recibiendo los hijos en primaria, destacan los centros privados en un 60 %, mientras que los centros públicos en un 37 %" (Cabrera et al., 2021, p. 251).
La opinión de los padres investigados, se avino más a los resultados del sistema educativo privado español, lo que evidenció estados similares en diferentes contextos educativos. La satisfacción de los padres con el proceso de enseñanza-aprendizaje que se realizó con sus hijos fue un importante factor que se encontró relacionado con su participación en la formación infantil (Colás Bravo y Contreras, 2013) y por consiguiente, en la determinación de la calidad del sistema educativo (Andrés Cabello y Giró Miranda, 2016).
Las respuestas a la pregunta No. 3 del cuestionario mostraron que aproximadamente el 50 % de los padres fueron de la opinión que el buen desenvolvimiento del ámbito de expresión corporal y motriz fue esencial en la educación de su hijo; sin embargo, 29 de ellos creyeron que las habilidades motoras expresadas en el currículo inicial deben ser dominadas por sus hijos (pregunta No. 5). Las principales concepciones sobre la motricidad reafirmaron su importancia y relevancia en la formación integral de los niños (Callado, 2018; Cabrera y Dupeyrón, 2019). En una revisión bibliográfica, se plantea que "(…) la motricidad no solo permite el desarrollo motor del alumnado, sino porque a través de ella el niño expresa y comunica sus emociones y adquiere conocimientos, siendo el movimiento un factor determinante en el aprendizaje para la acción" (Viciana et al., 2017, p. 101).
Si bien es cierto que los estudios muestran cómo los docentes reconocen el valor de la motricidad infantil, no siempre la organización escolar otorga la distribución temporal que se requiere para la formación integral de los niños. (Alonso et al., 2020) en consecuencia, otros estudios exponen que algunos docentes no tratan suficientemente la formación motriz infantil por insuficiente experiencia y competencias para ello (Delgado y Montes, 2017). Sin embargo, es relevante que se desarrollen los patrones motrices sin descuidar los otros ámbitos curriculares, puesto que tienen el mismo valor en la formación integral del niño (Bernate, 2019).
En esa misma dirección, estudios en Ecuador manifiestan que el docente parvulario ha de abordar los contenidos desde la perspectiva motora, a través de las habilidades motrices básicas con la finalidad de optimizar esa energía y direccionarla al logro de aprendizajes (Simbaña et al., 2022). Estas afirmaciones pueden hacer florecer el tipo de vínculo entre la percepción de la familia y el desempeño del docente parvulario en relación a la motricidad.
Las tres cuartas partes (75 %) de los encuestados consideró que la modalidad virtual no puede remplazar los ambientes y espacios físicos de aprendizaje motriz en niños de 4-5 años de edad (pregunta No. 4); igualmente, la mitad de los padres fue de la opinión que no se puede obtener una educación de calidad a nivel motriz sin acceder al espacio físico de la institución (pregunta No. 7). Un estudio realizado en Ecuador que correlaciona las variables ambientes y espacios físicos con el desarrollo motriz infantil expresa que existen marcadas dificultades motoras, tanto gruesas como finas, en los niños de educación inicial de 4 a 5 años, del centro de Educación Básica Dr. José Ricardo Martínez Cobo, asociadas a limitaciones con espacios especializados (Pinargote et al., 2019). Estos resultados reafirman las opiniones de los padres de familia de la muestra.
Los padres opinaron, en más de un 90 %, que la expresión corporal y motricidad ayudaron al control motriz y a mejorar la confianza y seguridad de sus hijos (pregunta No. 8), lo que se aviene con las afirmaciones de los resultados investigativos en Ecuador que plantean que mientras mayor capacidad de lenguaje y esquema corporal se desarrolle en el niño, mayor dominio alcanzará en la coordinación de movimientos amplios de la locomoción y, por consiguiente, en la seguridad y confianza motriz (Simbaña et al., 2022).
Resultados de la entrevista realizada al docente de inicial II que labora con los niños de la muestra
En resumen, el docente parvulario entrevistado valoró suficientemente el papel de la motricidad como factor de desarrollo de la comunicación y las relaciones sociales de los niños y consideró que la comunicación fue imprescindible en su desarrollo y crecimiento, esto lo justificó al afirmar que, a través de la expresión corporal y motricidad el niño trasmitió estados de ánimos, sentimientos y pensamientos. Esta respuesta encuentra respaldo en un estudio realizado para reforzar las relaciones sociales mediante un programa motriz (Sánchez et al., 2022); en él se concluye que cuánto mejor es el desarrollo motor del niño, más probabilidades tiene de establecer relaciones positivas con sus pares, de la misma manera, cuánto mejores relaciones tienen el niño con su grupo, más posibilidades de involucrarse en la práctica de actividades motrices.
Continúa el docente al afirmar, las clases virtuales constituyeron una limitación para el desarrollo de la interactividad infantil en los espacios físicos, no siempre los niños encontraron compañía en el hogar para ejercitar motrizmente las actividades que orientó el docente. Las estrategias que se emplearon estuvieron direccionadas a que el niño se motivara a realizar actividades motrices bajo la tutoría de un adulto en el hogar, donde medió la pantalla del dispositivo electrónico utilizado o como parte de las tareas lúdicas.
Estos aspectos indicados por el docente coinciden con los resultados investigativos de Carrasco et al. (2021) que apuestan a estrategias motrices en modalidad virtual centradas en el juego, en la posibilidad de disponer de un espacio físico pequeño en el hogar y el apoyo de la familia para su ejecución. En este sentido, el apoyo familiar, se corresponde con la concepción del potencial de generar relaciones coordinadas entre el juego familiar y el juego educativo escolar (Toro et al., 2022) muy a tono con la modalidad virtual, donde la presencialidad infantil está en el hogar.
En consecuencia, el docente consideró como parte de su respuesta que un dispositivo electrónico no pudo reemplazar las áreas físicas y el entorno escolar de un aula de clases o de una institución, lo que armoniza con la afirmación de que lo más importante no es el dispositivo electrónico, sino los componentes pedagógicos y la creatividad docente en el proceso en modalidad virtual, según Carrasco et al. (2021); en esa misma línea, se reafirma la propuesta de programa de integración de movimientos en la enseñanza de contenidos académicos de Nielsen et al., (2022) para la etapa de Educación Inicial, en tiempos de confinamiento o inactividad motriz, como una alternativa a la modalidad virtual.
Con el surgimiento de las clases en línea, se ha tornado un poco difícil mantener la atención y el interés en los niños. Es más complejo para el ámbito de expresión corporal y motricidad emplear recursos y estrategias didácticas virtuales que para el resto de los ámbitos de la Educación Inicial. Se reconoció que las habilidades que más ayudan al desarrollo psicomotriz del niño fueron las asociadas a los aprendizajes para la formación integral como, por ejemplo, sostener un crayón o un lápiz, usar tijeras, reglas y otros objetos, además de saltar, correr, atrapar, patear, caminar y rodar.
Resultados de la observación realizada a los niños de la muestra
Objetivo de aprendizaje | Indicador | Nivel Inicial | Nivel en proceso | Nivel adquirido | |||
F | % | F | % | F | % | ||
1 | 9 | 4 | 13,00 | 6 | 18,75 | 22 | 68,75 |
1 | 10 | 12 | 37,70 | 5 | 15,62 | 15 | 46,87 |
1 | 11 | 15 | 46,87 | 7 | 21,87 | 10 | 31,25 |
2 | 12 | 2 | 6,25 | 20 | 62,50 | 10 | 31,25 |
2 | 13 | 8 | 25,00 | 10 | 31,25 | 14 | 43,75 |
3 | 14 | 5 | 15,62 | 18 | 56,25 | 9 | 28,12 |
3 | 15 | 9 | 28,12 | 7 | 21,87 | 16 | 50,00 |
3 | 16 | 8 | 25,00 | 10 | 31,25 | 14 | 43,75 |
4 | 17 | 6 | 18,75 | 11 | 34,37 | 15 | 46,87 |
4 | 18 | 12 | 37,50 | 9 | 28,12 | 11 | 34,37 |
En el objetivo de aprendizaje No. 1, como se aprecia en la Tabla 2, se valoraron tres indicadores (9, 10, 11). Los resultados del indicador No. 9 mostraron que más de las dos terceras partes de los niños valorados cumplió el objetivo curricular, al saltar de un pie a otro de manera autónoma y alternadamente; sin embargo, también se evidenció retardo en su alcance en cuatro sujetos de la muestra. En el indicador diez, se puso de manifiesto la falta de coordinación motriz en más de la mitad de los niños evaluados cuando reptaron en la posición decúbito dorsal. El indicador 11 mostró un pobre desempeño motriz durante la coordinación de la carrera y el salto de forma continua, pues más de la mitad de los niños no lo alcanzaron al concluir su período lectivo.
Los resultados de estos tres indicadores que se sintetizaron en lograr coordinación dinámica global en diferentes formas de locomoción para que el niño se desplace con seguridad, armonizaron con los obtenidos en Ecuador, por Simbaña et al. (2022) con niños de la misma edad cuando señaló que son pocos los niños que dominan las destrezas relacionadas con la coordinación de correr y saltar en diferentes direcciones.
El objetivo No. 2 (Tabla 2) referido a movimientos coordinados de patear y lanzar-atrapar, tuvo dos indicadores (12 y 13). Los resultados de la observación en el indicador No. 12, mostraron que más de las dos terceras partes de los niños no lograron los niveles de coordinación óculo-pedal que planteó el currículo; en el indicador No. 13, se evidenció que más de la mitad de los niños investigados no alcanzaron los objetivos del subnivel, al exponer pobre coordinación óculo-manual con baja anticipación al movimiento.
Los resultados del cuestionario aplicado a 38 docentes de Círculos Infantiles, en Cuba (Peraza et al., 2020) confirmaron que los niños de la Isla de la Juventud, se encontraron entre las categorías de regular y mal en el desarrollo de estas habilidades motrices básicas, en modalidad presencial. Esta comparación llevó a la reflexión de que el confinamiento por COVID-19 pudo tener repercusiones sobre el nivel de desarrollo motriz; sin embargo, es complejo determinar si previamente ya existía esta limitación (Sánchez et al., 2020).
El tercer objetivo de aprendizaje (Tabla 2) tuvo tres indicadores (14, 15, 16). En el indicador No. 14, un tercio de los niños logró mantener el control postural durante la carrera con cambio de dirección; para el control postural, en el indicador No. 15, la mitad de los sujetos no logró mantener equilibrio estático; igualmente, en el indicador No. 16, se manifestaron limitaciones en más de la mitad de los niños para mantener el equilibrio en la viga de 10cm de ancho y a 25 cm de altura del suelo. Estos pobres resultados, se ajustan a las conclusiones de un estudio en España (Ramos et al., 2022) que afirma que como consecuencia del confinamiento por SARS-CoV-2, se produjo un empeoramiento de los valores de equilibrio en niños de 11-12 años.
El cuarto objetivo de aprendizaje, como se aprecia en la tabla 2, incluyó dos indicadores para valorar el desempeño de los niños en relación a la coordinación motriz segmentaria (17 y 18). Los resultados en la evaluación del indicador No. 17 evidenciaron insatisfacción en el alcance deseado, en más de la mitad de la muestra; en el indicador No. 18, la tercera parte fue la que logró la categoría de adquirido. Estos resultados, se contraponen a los alcanzados en un estudio con niños de 5 años en Perú (Aujtukai, 2022) donde el 88 % presentó un desarrollo normal en relación a la coordinación segmentaria.
Esta investigación puso en evidencia las limitaciones motoras de la muestra, al no alcanzar los objetivos de aprendizajes al finalizar el período lectivo en la modalidad virtual, como fueron la coordinación global, segmentaria, control postural y equilibrio dinámico en la etapa de confinamiento y los establecidos en los documentos curriculares. Ello coincidió con otros resultados en Ecuador que afirman "(…) en el área motora la constante es un desarrollo promedio" (Sánchez-Reyes et al., 2020, p. 204). Concuerda, además con un estudio en Costa Rica que asegura que más del 50 % de la muestra de estudio (niños de cinco años) presentaron dificultades en su desarrollo psicomotor (Herrera et al., 2022) e igualmente, en los estudios de Román y Contreras (2017) que evidenciaron un "Déficit en el área motriz fina y gruesa" (p. 39) en niños, posterior a la etapa de confinamiento por COVID-19.
Las limitaciones de este estudio estuvieron asociadas a su carácter transversal que no permitió comparar el impacto de las estrategias virtuales en el aprendizaje motriz infantil, debido a la carencia de referentes en los aprendizajes motrices en modalidad presencial, así como el tamaño de la muestra.
CONCLUSIONES
Los padres de familia de los niños del estudio, se mostraron a favor de la modalidad presencial en relación al alcance de objetivos de aprendizajes motrices, de aprovechar los espacios físicos en las instituciones educativas infantiles y de lograr una educación de calidad para sus hijos.
Se reveló una contradicción entre el discurso docente y los niveles reales de desarrollo de la expresión corporal y motricidad infantil, en correspondencia con las exigencias curriculares del subnivel. La alocución va más al deber ser de la didáctica motora virtual que a la realidad educativa.
Los niveles de desarrollo de la expresión corporal y motricidad en los niños de 4-5 años de edad estudiados fueron bajos, si se tiene en cuenta que alrededor de una tercera parte de ellos se alcanzaron al finalizar el período lectivo en la categoría de adquirido en las destrezas del subnivel.