Introducción
El mundo contemporáneo caracterizado por un desarrollo científico tecnológico acelerado y con un consecuente crecimiento de los volúmenes de información científica, demanda una búsqueda permanente del mejoramiento del accionar de los cuadros en el desarrollo económico, social y político.1
La Revolución y el Partido Comunista de Cuba, inmersos en un proceso de actualización del modelo económico social de desarrollo socialista, exige proyectar la actualización de los métodos y el estilo de trabajo de los cuadros, con el propósito de ejercer la responsabilidad de controlar, impulsar y exigir el cumplimiento de los acuerdos del Sexto y Séptimo Congreso, y de la Primera Conferencia Nacional. Se materializan a través de los Objetivos de Trabajo del Partido Comunista Cubano, en especial, el número 73 que expresa: “Garantizar que los cuadros y sus reservas se distingan por una sólida preparación técnica y profesional, su ejemplo personal, probadas cualidades éticas, políticas e ideológicas, y asuman los principios consagrados en la Constitución de la República, así como la política del Partido, sean o no militantes del PCC o la UJC”.2
El perfeccionamiento de la dirección es una problemática de gran actualidad y relevancia nacional, que lleva a la búsqueda de cuadros capaces de mostrar posibilidades que se traduzcan en actitudes, conocimientos, comportamientos, valores y competencias que faciliten el cumplimiento de los objetivos de la organización.
En ese contexto, la valoración y el desarrollo de las competencias deviene necesidad de la práctica de la dirección, tema ampliamente abordado,1,3,4 donde confluyen componentes motivacionales, cognitivos y cualidades de la personalidad que permiten que se desarrollen desempeños deseables en la actuación profesional.
Como resultado de las indagaciones empíricas y teóricas se asume que los cuadros de la Dirección Municipal de Salud en Cienfuegos presentan dificultades en las competencias, que se evidencia en:
Insuficiente conocimiento de las competencias inherentes a sus funciones.
La preparación que recibieron como reserva de cuadros no fue suficiente.
El asesoramiento que deben recibir no cumple aún las expectativas.
Resulta escasa la labor de autopreparación que realizan.
Ante la impronta del tratamiento de esta problemática es que se desarrolló la presente investigación que tuvo como objetivo Comparar la autovaloración que realizan los cuadros de la Dirección Municipal de Salud de Cienfuegos sobre las competencias que deben tener como directivos y las que realmente poseen.
Métodos
Se trató de una investigación de desarrollo, llevada a cabo en el municipio de Cienfuegos en el segundo semestre del año 2019.
Se aplicó un muestreo aleatorio simple de proporciones con las probabilidades p (de acuerdo) y q (en desacuerdo) iguales al 50 % (probabilidad = 0,5), para obtener el número máximo de elementos de la muestra. La fórmula para el muestreo n = (Npq) / [(N-1)E2 /4 +pq], donde N = población total (universo), E = error, dado por los investigadores.
Con población total N = 136 y E = 0,06, se obtuvo un tamaño de la muestra de n = 92 cuadros. Los 92 cuadros fueron seleccionados de forma aleatoria simple.
Se emplearon métodos teóricos para profundizar en las revisiones documentales y bibliográficas sobre la temática objeto de estudio. Se utilizó como método empírico la encuesta y desde el punto de vista estadístico-matemático se presentaron los resultados en números absolutos y frecuencia.
A los efectos de la investigación se asumió como competencia: “aquellos comportamientos observables y habituales que posibilitan el éxito de una persona en su función directiva”,1) clasificadas en competencias estratégicas, intratégicas y de eficacia personal.1
Se aplicó un cuestionario donde los cuadros debían responder acerca de las competencias que consideraban que exige el cargo que desempeñan y las que poseían como directivos; las respuestas se catalogaron en una escala Likert de tres posibilidades (alto, medio y bajo).
Resultados
Al encuestar a 92 cuadros de la Dirección Municipal de Salud de Cienfuegos más del 97 % consideraron que el cargo exige un alto grado de las competencias estratégicas, intratégicas y de eficacia personal (Fig. 1).
Al indagar sobre la percepción de los encuestados en relación con las competencias estratégicas que poseen como directivos, los resultados avalaron que la motivación al logro y la actualización político-ideológica fueron competencias presentes en alto grado (80,43 y 78,26 % respectivamente). Más del 50 % consideraron que de forma media presentan competencias para el pensamiento estratégico, el desarrollo del capital humano, la solución de problemas y conflictos, así como la aplicación de técnicas de negociación. Por su parte reflexionaron poseer baja competencia para el desarrollo de la política de cuadros y reservas el 53,26 % de los directivos (Fig. 2).
Relacionado con la autovaloración de las competencias intratégicas que poseen los directivos, los mejores resultados se alcanzaron en el compromiso con la organización donde el 92,39 % consideraron tener alta competencia. La administración del tiempo fue reconocida como el indicador de más bajos resultados, el 54,35 y el 23,91 % consideraron tener media y baja competencia para lograrlo (Fig. 3).
Para la competencia de eficacia personal se reconoció el autocontrol y la disciplina como las competencias que se poseen en más alto grado. Cifras cercanas al 50 % de los cuadros consideraron ser en grado medio dinámico, creativo, responsable y carismático (Fig. 4).
Discusión
Las insuficiencias presentes en la competencia para el desarrollo del capital humano alertan sobre la situación existente en este sentido, evidencian limitaciones en la capacidad para emprender acciones eficaces para mejorar el talento y las capacidades propias y del colectivo de trabajo que dirige1,3 lo cual debe ser atendido.
El pensamiento estratégico constituye una prioridad para la dirección científica y el logro de resultados cualitativos superiores en cualquier organización,3,5,6 la insuficiente competencia en este aspecto apunta hacia la necesidad de preparar a los cuadros para anticiparse a los problemas y para lograr la necesaria visión de futuro3 que exigen los momentos actuales.
En dirección se demanda que la preparación para la solución de problemas y la toma de decisiones,5) así como la técnica de la negociación constituyan prioridades a atender, para adoptar las mejores soluciones. La toma decisiones eficaces bajo incertidumbre, exige enfoques adecuados, especialmente en situaciones difíciles y que suponen retos.
La experiencia demuestra que es cada vez más importante la negociación a partir del análisis profundo, la comprensión y la aceptación de los involucrados,3) evitándose las imposiciones, que en ocasiones generan un clima institucional desfavorable y resistencia a los cambios.
No estar preparados para asumir coherentemente la preparación de cuadros y reservas como cuestión estratégica y prioritaria,1,3,5) que compromete en ocasiones la continuidad del trabajo e incluso la promoción de directivos con resultados por no tener garantizada la continuidad necesaria, es una realidad que debe encontrar respuesta en futuras propuestas para revertir la actual situación.
Administrar adecuadamente el tiempo implica establecer prioridades, delegar de forma correcta y respeto a los demás, asuntos prioritarios que se unen a la disciplina, la responsabilidad, el dinamismo y la creatividad que debe caracterizar a un directivo competente.3,5
Las insuficiencias presentes en las competencias de los directivos requieren un manejo integral para lograr las transformaciones que exigen los momentos actuales. Desde esa óptica, la autopreparación juega un rol fundamental, pero a criterio de los investigadores no resulta suficiente. Se deben explorar alternativas que contribuyan a transformar la realidad existente a través de las modalidades de postgrado,7,8,9,10) lo cual abre un campo para futuras investigaciones y publicaciones científicas.
Los directivos reconocen que el cargo que desempeñan exige poseer en alto grado todas las competencias sobre las cuales fueron encuestados, se identificaron mayores dificultades en las competencias estratégicas e intratégicas que poseen.