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Cofin Habana
versión On-line ISSN 2073-6061
Cofin vol.11 no.2 La Habana jul.-dic. 2017
El costo-beneficio    como herramienta de decisión en la inversión en actividades científicas    
   
Cost-benefits    as a Decision Tool for the Investment in Scientific Activities    
   
Anailys Aguilera    Díaz    
   
Universidad de    la Habana, Cuba    
   
RESUMEN        
   
Para un adecuado    proceso de toma de decisiones, estas deben ser evaluadas atendiendo al costo-beneficio    correspondiente a cada curso de acción. Ciertamente, este proceso constituye    una de las mayores responsabilidades de las administraciones que se encuentran    enmarcadas en los nuevos avances científicos y tecnológicos. Resulta    importante, asimismo, determinar el costo de las actividades científicas    y, en correspondencia, valorar el rendimiento de la inversión realizada.    El presente artículo tiene como objetivo abordar los aspectos que se    relacionan con el análisis del costo-beneficio en la inversión    de las actividades científicas del sector de la salud.     
   
PALABRAS CLAVE:    actividad científica, beneficio, costo, inversión, rendimiento,    toma de decisiones, valoración.     
   
ABSTRACT    
   
For a proper making-decisions    process, such decisions should be assessed according to the cost-benefits analysis    for each course of action. Certainly, this process represents one of the main    responsibilities of administrations involved in the new scientific and technological    advances. It is important, likewise, to determine the cost of scientific activities    and, consequently, to assess the output of the investment made. The present    paper is aimed to deal with aspects related to the cost-benefits analysis in    the investment of scientific activities in health sector.    
   
KEYWORDS:    Scientific Activity, Benefit, Cost, Investment, Output, Decision-Making Assessment.        
   
INTRODUCCIÓN    
   
La máxima    eficiencia y eficacia de las entidades solo es posible a partir de la aplicación    de procesos de mejoramiento continuo en los que, teniendo en cuenta las características    del nuevo paradigma internacional, la gestión del conocimiento resulta    ser el factor clave. En tal sentido, entre las particularidades del nuevo panorama    asociado a los cambios tecnológicos se hallan las siguientes:     
   
- El creciente rol de las innovaciones tecnológicas.
- La creciente demanda de información y nuevos conocimientos.
- La gran demanda de investigaciones aplicadas.
- La comercialización del nuevo conocimiento.
- La generación      y difusión de las nuevas tecnologías.     
 
Debido a ellas,    la gestión de la ciencia y la tecnología cobra gran importancia    para llevar a cabo los procesos de transformación en el contexto económico    actual.    
   
Los cambios que    se han producido en el mundo en el último decenio han facilitado a las    organizaciones una mayor competencia y eficiencia para administrar sus recursos    y se le ha brindado especial atención a los intangibles en tanto generadores    de nuevos servicios, productos, patentes, tecnologías y proyectos. Por    tanto, la gestión del capital humano ha adquirido una significación    especial para el éxito de las organizaciones.    
   
Dado que los aspectos    intangibles son, en la actualidad, la verdadera fuente de creación de    valor de las organizaciones, se ha vuelto necesario gestionarlos en la misma    medida que los tangibles. Esto es particularmente importante respecto al capital    humano, ya que ningún activo tangible o intangible genera valor si no    existe un acto humano que lo movilice.    
   
Paralelamente,    resulta imprescindible que las empresas realicen una adecuada gestión    económico-financiera que permita verificar y evaluar la eficiencia con    que se opera. Esta gestión propicia la adopción de determinadas    acciones encaminadas hacia la solución de cualquier problema que pueda    estarla afectando, así como la transmisión de información    necesaria a los niveles superiores.    
   
En su accionar    diario en este nuevo contexto, las empresas se encuentran ante situaciones difíciles    que requieren una toma de decisiones rápida, actual y eficaz, para resolver    problemas o para poder evitarlos en un futuro.    
   
La economía    cubana y el sistema empresarial, no son ajenos a los efectos de los grandes    cambios que se han producido en el mundo. Para enfrentar estos retos, se han    trazado nuevas estrategias con el fin de incrementar al máximo la eficiencia    y la productividad, resultados alcanzables si se acompañan de una correcta    evaluación de las decisiones administrativas.     
   
Desde tiempos antiguos,    el hombre se ha interesado por todo lo que ha tenido, tiene y tendrá    que ver con el ser y, en torno a este, han existido dos posiciones, la idealista    y la materialista. Esta relación entre el pensar y el ser ha desarrollado    corrientes filosóficas que se diferencian porque la posición idealista    privilegia las ideas y su existencia de manera independiente, mientras que la    concepción materialista postula que el pensamiento y la conciencia son    consecuencia de la materia como aspecto primario. En ambas corrientes, se trata    de establecer la relación que existe entre el pensamiento humano y el    mundo que lo rodea. No obstante, independientemente de la concepción    del mundo que defienden una y otra, queda claro que ambas admiten la existencia    e importancia de las ideas.    
   
Cuestiones como    la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, el lenguaje o la capacidad    intelectual, han estado vinculadas al desarrollo mismo. Junto a la evolución    de las sociedades, se hallan las ciencias naturales y el progreso técnico,    para lo cual se precisa comprensión, conocimiento y juicio. Así,    preocupadas por las razones de la existencia, nacieron la filosofía y    la ciencia y, en la búsqueda del porqué de los métodos    y procedimientos que se utilizan en cualquier actividad, se originó la    noción de técnica.    
   
1.    EL DESARROLLO DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA    
   
En el contexto    actual, abordar las diversas facetas de la vida social no resulta posible sin    que estén presentes, de una forma u otra, la ciencia y la tecnología.    
   
El conocimiento    es un rasgo que diferencia al hombre del resto de los seres vivientes y ha transformado    a la sociedad de tal manera que, en la actualidad, resulta imprescindible prácticamente    en cualquier actividad. Es por ello que la aplicación de la ciencia y    la tecnología son aspectos esenciales en las sociedades modernas pues,    a partir de la revolución y desarrollo de las innovaciones, se considera    en constante evolución no solo a los procesos de producción, sino    también a toda la estructura económica.    
   
La Revolución    Científico-Técnica (RCT), la llamada Revolución de la Informática    y las Comunicaciones, entre otras, se consideran como etapas importantes en    la concepción del mundo moderno. La segunda tiene como base el desarrollo    de las nuevas tecnologías y pone de manifiesto en todo su esplendor la    importancia del conocimiento como recurso y factor indispensable en las principales    áreas del conocimiento.     
   
En principio, la    función de la ciencia se vincula a la adquisición de conocimientos,    al proceso de conocer, cuyo ideal más tradicional es la verdad, en particular,    la teoría científica verdadera. Por ende, dos de los atributos    de ese conocimiento son la objetividad y el rigor. La función de la técnica,    por su parte, se relaciona con la realización de procedimientos y productos    que se caracterizan por su utilidad desde el punto de vista práctico.    Constituye un saber cómo, sin exigir necesariamente un saber por qué.    Ese por qué, es decir, la capacidad de ofrecer explicaciones, es propia    de la ciencia (Núñez, 1998).    
   
Asimismo, el desarrollo    de la ciencia ha estado vinculado al proceso de industrialización, por    tanto, ha evolucionado de conocimiento puro a una visión que integra    las diversas dimensiones del trabajo científico. No obstante, puede admitirse    que conocer y explicar son atributos incuestionables de la ciencia al vincularse    con el saber y, la técnica, aunque respaldada por conocimientos, tiene    como propósito principal realizar procedimientos e instrucciones eficaces    como soporte de ese conocimiento, para alcanzar determinados objetivos. En una    forma muy primaria y elemental, es posible afirmar que la ciencia se asocia    al conocer y la técnica al hacer. La técnica, además, ha    sufrido un proceso de diferenciación que ha dado lugar a la tecnología,    arista que tiene a la ciencia como base estructural.    
   
Al respecto, se    señala que la técnica es un proceso derivado de la relación    activa del hombre con el medio (naturaleza y otros hombres), a través    del cual el individuo conoce y transforma creadoramente esa conexión    y extiende sus posibilidades a partir de los medios que produce. Desde esta    perspectiva, tiene como elementos esenciales la interrelación hombre-naturaleza,    la relación entre los hombres y la acumulación de conocimientos    que esta propicia y que permite, a su vez, la transformación de la realidad,    del hombre mismo con sus determinadas destrezas y del resultado, entendido como    la creación de medios que alargan las posibilidades del hombre al apropiarse    de la realidad (Flores, Jiménez e Isaar, 2000).    
   
Por otro lado,    es importante tener en cuenta los productos implicados en los procesos de transferencia    de tecnología, cuestión que se relaciona con la innovación    y su difusión. La innovación se considera como un acto de aplicar    nuevos cambios técnicos para alcanzar crecimiento, competitividad y sostenibilidad.    En este sentido, la innovación tecnológica constituye la acción    mediante la cual se incorpora, por primera vez, un determinado cambio técnico    que fue materializado a partir de los progresos que se derivan del conocimiento    acumulado.     
   
Para lograr el    éxito empresarial en este entorno, la aplicación de las innovaciones    tecnológicas debe ser sistemática y poseer un nivel de organización    de la gerencia empresarial y del proceso productivo, de forma tal que los nuevos    productos o servicios superen a los existentes y cubran los costos asociados    para obtener ganancias.     
   
Asimismo, la innovación,    en su estrecha vinculación con la ciencia y la técnica, se inserta    cada vez más en la vida social, por lo que este factor es la clave para    lograr el crecimiento sostenido de las empresas. Estas últimas, a su    vez, para mantenerse en esta dinámica, se ven obligadas a actuar de un    modo más eficiente y eficaz, de manera que encaminan su gestión,    estrategias y decisiones hacia la reducción de los costos y el incremento    de los beneficios.     
   
2.    ANÁLISIS DEL COSTO-BENEFICIO. SU EMPLEO EN EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES    
   
Desde el punto    de vista empresarial, uno de los objetivos más importantes a lograr es    la rentabilidad, sin dejar de reconocer que existen otros tan relevantes como    crecer, agregar valor a la entidad y demás. Sin rentabilidad no es posible    la permanencia de la empresa a mediano y largo plazos. Para que esta exista,    los ingresos tienen que ser mayores que los egresos, o sea, es preciso que los    ingresos por ventas sean superiores a los costos.     
   
Todas las empresas o negocios en la actualidad tienen muy bien trazado su objetivo principal, dirigido, específicamente, a incrementar su nivel de rentabilidad a partir de la obtención de utilidades, por lo que enfocan sus esfuerzos hacia las diferentes estrategias que posibiliten lograrlo.
 
    
   
Para el cálculo    y cuantificación de las utilidades se encuentra la contabilidad, que    juega un papel primordial dentro del sistema informativo de una entidad. Es    por esto que la información económico-financiera que de ella se    obtiene es de gran importancia, tanto para usuarios internos como externos,    siendo estos últimos su destino fundamental. Debido a todo esto, se divide    en dos campos: contabilidad financiera o general y contabilidad de gestión,    gerencial o administrativa. En la figura 1 se expone la finalidad de cada una.    
       
   Por otra parte, muy vinculada a la obtención de utilidades de una empresa    se encuentra la toma de decisiones, como una de sus funciones más importantes.    Su relevancia reside en el hecho de que en ella se resume la cultura y el conjunto    de creencias y prácticas gerenciales de la entidad. Se enfoca, asimismo,    hacia diferentes líneas, entre la que se encuentra la contabilidad de    gestión.     
   
Es precisamente    la contabilidad gerencial, como se ha visto, una de las ramas de las ciencias    contables y económicas en las que se enmarca, en gran medida, el aspecto    social, pues tiene, como principal objetivo, el aporte de elementos para tomar    las mejores decisiones a partir del estudio de los costos y los beneficios asociados    a las diferentes alternativas o cursos de acción.    
   
Una herramienta    que resulta indispensable para el logro de este objetivo es el análisis    del costo-beneficio. El encargado de realizarlo debe estar familiarizado con    el proceso completo de la toma de decisiones, centrar su atención en    los propósitos de la decisión, los métodos de predicción,    los modelos de decisión y los resultados alternos.    
   
Para los administradores,    el proceso de toma de decisiones es, sin dudas, una de las mayores responsabilidades;    por ello es importante que se hable de contabilidad gerencial o administrativa,    ya que constituye un punto clave para el buen funcionamiento de una empresa,    ya sea industrial o comercial.     
   
Los altos mandos    la gerencia y el departamento administrativo , se enfrentan constantemente a    situaciones que afectan directamente el funcionamiento de la empresa. La información    que obtengan acerca de los costos y de los gastos en que incurre la organización    para realizar su actividad, es de vital importancia para la toma de decisiones.    Esto hace que hoy en día la contabilidad de gestión tenga gran    significación frente a la necesidad de los usuarios de la información.        
   
El objetivo primordial    de la contabilidad gerencial consiste en facilitar la información precisa    para el desarrollo de la actividad productiva. El modelo de costos que vaya    a aplicarse a la empresa dependerá de sus características operativas,    de sus posibilidades y de sus limitaciones; pero siempre debe dirigirse al logro    de un perfeccionamiento de la información y control que permita a la    gerencia optimizar la toma de decisiones.     
   
Es necesario destacar    que la evolución de la contabilidad de gestión ha estado muy vinculada    al desarrollo de las organizaciones, lo que es evidente teniendo en cuenta que    su objetivo consiste en brindar información oportuna a la gerencia, por    lo que tiene que responder a sus necesidades a partir de los requerimientos    del entorno.     
   
En las condiciones    actuales, la contabilidad de gestión mantiene su importancia. Puede señalarse    que es más necesaria su función cuando aumenta la complejidad    organizativa, existe más presión competitiva y es fundamental    el control de la gestión. Asimismo, todas las acciones que realiza atienden    a sus tres propósitos básicos: valuación de inventarios,    planeación y control y toma de decisiones (Amat, 2000).     
   
Por tanto, para    lograr la eficiencia y eficacia en el empleo de sistemas y mecanismos de planificación,    control y uso de los recursos con mayor grado de economía, es condición    indispensable contar con métodos adecuados que permitan examinar y evaluar    el cumplimiento de estos aspectos y ganar en prontitud y calidad de la información    que se brinda para la toma de decisiones, en correspondencia con el comportamiento    del entorno y los escenarios donde se mueve la organización.     
   
Cuando se necesita    tomar una decisión, el análisis del costo-beneficio puede ser    utilizado y no se circunscribe a una disciplina académica o campo en    particular. Incluso se aplica a las decisiones personales, pues el hombre, como    ser racional, evalúa las posibles variantes para determinar el camino    que debe seguir.    
   
3.    METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DEL COSTO-BENEFICIO    
   
El análisis    del costo-beneficio es un proceso que, de manera general, se refiere a la evaluación    de un determinado proyecto, de un esquema para tomar decisiones de cualquier    tipo. Ello involucra, de manera explícita o implícita, determinar    el total de costos y beneficios de todas las alternativas para seleccionar la    mejor o más rentable. Este análisis se deriva de la conjunción    de diversas técnicas de gerencia y de finanzas con los campos de las    ciencias sociales, que presentan tanto los costos como los beneficios en unidades    de medición estándar usualmente monetarias para que se puedan    comparar directamente.     
   
La técnica    del costo-beneficio se relaciona de manera directa con la teoría de la    decisión. Pretende determinar la conveniencia de un proyecto a partir    de los costos y beneficios que se derivan de él. Dicha relación    de elementos, expresados en términos monetarios, conlleva la posterior    valoración y evaluación.     
   
Este método    puede aplicarse no solo al mundo empresarial, sino también a obras sociales,    proyectos colectivos o individuales, entre otros, para lo cual se debe prestar    atención a la importancia y cuantificación de las consecuencias    económicas y/o sociales. La clave es encontrar o tomar la decisión    adecuada, o sea, la que aportará mayor rentabilidad, de un conjunto de    posibles soluciones o propuestas.    
   
Es importante señalar    que tomar una decisión implica elegir entre dos o más cursos de    acción alternativos, por lo que el costo de oportunidad es otro factor    a tener en cuenta, pues representa lo que se deja de ganar por haber rechazado    el valor de la siguiente mejor opción. Siguiendo esta lógica,    uno de los preceptos que propone el análisis costo-beneficio consiste    en que no importa que tan adecuada sea la solución otorgada a un problema,    la alternativa, o la propuesta, pues no dejará de tener un costo. En    tal sentido, algunas cuestiones clave en el análisis serían:     
   
- Si el costo de la solución sobrepasa el del problema.
- Si la solución es más cara pero trae mejorías que no se cuantifican en términos monetarios e influyen en el aspecto social.
- ¿Se debe      considerar aquella información que afecta los posibles cursos de acción?          
 
En fin, cada análisis    es diferente y requiere un pensamiento cuidadoso e innovador, pero eso no quiere    decir que no se tenga una secuencia estándar de pasos y procedimientos    a seguir. Los pasos comunes a realizar en el análisis costo-beneficio    serían los siguientes:    
   
- Formular los objetivos y metas que se persiguen con el proyecto.
- Examinar los requerimientos y limitaciones.
- Determinar y/o estimar en términos monetarios los costos y beneficios relacionados con cada opción.
- Incorporar toda la información importante además de los datos de costos y beneficios de cada una de las alternativas.
- Distribuir los costos y beneficios a través del tiempo.
- Convertir la corriente futura de costos y beneficios a su valor actual.
- Establecer una relación donde los beneficios sean el numerador y los costos el denominador (beneficios/costos).
- Realizar una comparación de las relaciones beneficios-costos en las diferentes propuestas. La mejor solución es la que ofrece el más alto nivel de relación.
- Determinar el beneficio neto de cada posible decisión. Se calcula mediante la diferencia entre los beneficios presentes y futuros y los costos en los que se incurre para su realización.
- Evaluar y comparar cada alternativa.
- Tomar la decisión      en función del enfoque utilizado, las metas y los objetivos.    
 
Para decidir la    mejor alternativa se pueden considerar otras herramientas, entre las que se    destaca la utilización de métodos y criterios de valoración    de proyectos que toman en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Por otra    parte, existen diversos enfoques en el análisis del costo-beneficio pero,    en esencia, el objetivo es la cuantificación máxima posible de    los beneficios y costos en términos monetarios. Por ende, para el logro    de los pasos referidos, se deben dominar los conceptos de este análisis.        
   
Desde el punto    de vista de las ciencias empresariales, el costo se define, generalmente, como    el conjunto de recursos sacrificados o dados a cambio de alcanzar un objetivo    específico. Se mide en unidades monetarias que deben ser pagadas para    adquirir bienes o servicios. Por tanto, es un valor empleado para la elaboración    de un producto o la prestación de un servicio. La incursión en    los diferentes costos se realiza para obtener beneficios presentes o futuros.    Cuando estos se consiguen, los costos se convierten en gastos, por lo que estos    últimos se consideran como un costo que ha producido un beneficio que    ya ha expirado (Horngren y Foster, 2007).    
   
El costo está    vinculado generalmente a la producción, pero es aplicable a cualquier    tipo de actividad. Su propósito no es solo obtener beneficios, sino también    ser un instrumento para el control y la toma de decisiones. En estos aspectos    coinciden, de manera general, Amat y Soldevila (2000); Mallo, Kaplan y Meljem    (2000); Cuevas (2001); Polimeni, Fabozzi y Adelberg (2005); Horngren (1991)    y Chacón (2009). La gerencia necesita conocer el costo del producto elaborado,    pues este contiene una información de suma importancia que le permite    medir sus ingresos y fijar el precio. Asimismo, constituye un indicador fundamental,    al permitir la comparación de los resultados obtenidos en distintos períodos,    y ayudar así a encontrar nuevas vías para el uso racional, óptimo    y planificado de los recursos productivos.     
   
El beneficio, por    su parte, es la ganancia que se obtiene de una inversión o actividad    comercial. Para su cálculo se debe determinar el costo del problema y    el de la solución. Esta última constituye una expresión    para designar la ganancia que se obtiene en una actividad determinada.     
   El valor del beneficio se obtiene deduciendo los costos totales de los ingresos    totales. Por tanto, la diferencia entre lo que se gasta en la producción    o prestación de un servicio y el precio de la venta es la ganancia obtenida.    
   
Al determinar los    beneficios asociados a un proyecto específico, así como sus costos,    se realiza una comparación que permite decidir si es adecuada la alternativa.    Cuando los beneficios exceden los costos, es provechoso el resultado del proyecto,    o sea, genera una utilidad o beneficio neto; en cambio, si sucede lo contrario,    el proyecto no resulta ventajoso.     
   
La evaluación    que se realiza en el análisis costo-beneficio permite obtener el rendimiento    de un proyecto o negocio. Este resulta rentable cuando los beneficios que se    obtienen permiten recuperar lo invertido teniendo en cuenta la tasa deseada    por el inversionista o empresario.    
   
Por otro lado,    en el mundo de la administración financiera existen varios criterios    para decidir si un determinado proyecto es provechoso y factible. Según    Mascareñas (2005), la valoración de una empresa es, fundamentalmente,    una forma de medir la eficacia de la gestión realizada en la empresa.    Es un problema típico de análisis de proyectos de inversión.    Entre los criterios se pueden encontrar:    
   
1. Valor Actual    Neto (VAN): equivale a descontar o actualizar el valor de una serie de flujos    de efectivo futuros del proyecto. Esta actualización se realiza mediante    una tasa para lograr el descuento en el momento actual. A este valor se le resta    la inversión inicial y el resultado es el VAN del proyecto que constituye    una medida de beneficios en términos absolutos. Entonces, si VAN >    0 la inversión produciría ganancias por encima de la rentabilidad    exigida; si VAN < 0, ocurriría lo contrario y, por último,    si? VAN = 0 no se podría hablar ni de ganancias ni de pérdidas.    
   2. Tasa interna de rendimiento (TIR): constituye una tasa de descuento que iguala    el valor descontado de los flujos de efectivo futuros con la inversión    inicial, es decir, iguala el VAN a cero. Representa la rentabilidad, en términos    relativos, generada por un proyecto de inversión que depende de la cuantía    y duración de los flujos de tesorería.     
   3. Período de recuperación descontado (PRD): cantidad de años    que se requieren para recuperar una inversión a partir de los flujos    netos de efectivo descontados. Tiene como objetivo determinar el tiempo en que    se recupera la inversión inicial.    
   4. Razón beneficio/costo (B/C): este índice se define como la    relación entre los beneficios y los costos o egresos de un proyecto.    Su cálculo se basa en la relación entre el valor actual de las    entradas de efectivo futuras y el valor actual del desembolso original. Divide    la corriente descontada de beneficios entre la de costos, por lo que este método    también tiene en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Si se incurre    en otros costos además del desembolso inicial, la razón debe contemplarlos    mediante la comparación del VAN de las entradas de efectivo con el VAN    de todas las salidas, independientemente del periodo en el que ocurran.    
   
Por otro lado,    dos aspectos determinantes en el éxito de la aplicación de estas    técnicas lo constituyen la estimación de los flujos de efectivo    y la selección adecuada de la tasa de descuento.     
   
De forma general,    los criterios de evaluación muestran la conveniencia de aceptar o rechazar    un proyecto. En la práctica, se pueden presentar discrepancias entre    ellos, debido a las particularidades de cada uno y a los objetivos que se persigan    con la evaluación. En lugar de ser sustitutivos entre sí, son    complementarios pues, en la mayoría de los casos, miden diferentes aspectos.    Por tanto, la aplicación de uno u otro para tomar una decisión    dependerá de lo que la empresa pretenda lograr con el proyecto.     
   
Asimismo, el análisis    de los estados financieros (Estado de situación y Estado de resultados)    y de los indicadores financieros, fundamenta y expone las fortalezas, debilidades,    oportunidades y amenazas desde el punto de vista económico. Todas las    herramientas profesionales disponibles para sustentar la toma de decisiones    respecto a cómo encarar un proceso de evaluación de un determinado    proyecto, pueden ser utilizadas para que el análisis sea más completo    e integral.     
   
Finalmente, para    evaluar un proyecto y tomar la mejor decisión, se evalúa comparando    el valor descontado de cada alternativa, se analiza cuál de las distintas    opciones ofrece un mejor rendimiento sobre la inversión y se determina    cuál de las soluciones proporciona los mayores beneficios en relación    con los costos o recursos invertidos.    
   
No obstante, los    análisis que se pueden hacer en torno a este aspecto son diversos, en    dependencia de los objetivos que persiga la organización o ser individual.    Es indudable que el manejo eficiente y eficaz de los recursos o de una inversión    determinada debe corresponderse con los nuevos enfoques y tendencias de la contabilidad    estratégica. En tal sentido, lograr este propósito constituye    una tarea fundamental que se realiza con determinados costos y con una alta    tasa de retorno que se convierte en una nueva fuente generadora de resultados    para el desarrollo socioeconómico de las organizaciones.    
   
4.    EL COSTO-BENEFICIO EN EL SECTOR DE LA SALUD PÚBLICA. UTILIZACIÓN    EN LA INVERSIÓN EN ACTIVIDADES CIENTÍFICAS     
   
En Cuba, existe    el Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica (SCIT) para potenciar    el progreso socioeconómico de las organizaciones a partir de los avances    de la ciencia y la técnica, y teniendo en cuenta el factor humano como    eje esencial de este desarrollo.     
   
Esta forma organizativa    permite la implantación participativa de la política científica    y tecnológica que el Estado cubano y su sistema de instituciones establecen    para un período determinado, conforme a la estrategia de desarrollo económico    y social del país y a la de ciencia y tecnología.    
   
El SCIT cubre un    espacio muy amplio que va desde la asimilación, generación y acumulación    de conocimientos, hasta la producción de bienes y servicios y su comercialización.    En este proceso pasa, entre otras, por las siguientes actividades: investigaciones    básicas, aplicadas, trabajos de desarrollo tecnológico, social    y de gestión y actividades de interfase.    
   
Tiene la misión    fundamental de potenciar el papel de la ciencia y la tecnología en función    del desarrollo económico y la elevación de la calidad de vida    de la población. Está integrado por los órganos gubernamentales    que ejercen su dirección, planificación y organización,    las entidades que ejecutan actividades científicas, tecnológicas    y de innovación, y las organizaciones que actúan en la cooperación,    integración e interfase entre las diversas instituciones que participan    del ciclo científico-productivo.    
   
Dentro de las instituciones    de salud, aquellas que ejecutan actividades científicas tienen un alto    valor agregado, precisamente por el desempeño de su capital humano. Teniendo    en cuenta entonces la importancia de las actividades que se realizan en estos    centros, se efectúa un acercamiento a la problemática del costo-beneficio    en el sector de la salud y en aquellas entidades que se dedican al desarrollo    de investigaciones científicas en particular.    
   
La gestión    en la salud o gerencia de servicios de salud, se relaciona con la optimización    de recursos financieros, tecnológicos y humanos, a partir de la planificación,    organización, dirección y control de las organizaciones orientadas    al fomento y cuidado de la salud. Por ello, las investigaciones que se realizan    en el sector deben incluir resultados clínicos, económicos y humanísticos.        
   
Los clínicos    se refieren a la eficacia o efectividad de la investigación desarrollada    en el contexto de los servicios de salud, los económicos se relacionan    con el costo y la utilización de recursos para el desarrollo de investigaciones    vinculadas a la obtención de la eficacia clínica, y los humanísticos    tienen que ver con la calidad de vida obtenida con la aplicación del    resultado de las investigaciones.    
   
Las investigaciones    científicas tienen un alto costo, no solo por los suplementos necesarios    para el desarrollo de sus procesos, sino también porque incluyen un aspecto    poco medido que es, precisamente, el costo del capital humano que desarrolla    las investigaciones. Esto resulta particularmente importante en empresas que    basan el desarrollo de sus producciones y/o servicios en las capacidades y destrezas    de su potencial humano. Este último debe ser altamente calificado a partir    del tipo de actividad que realizan las instituciones y considerado como un valioso    activo pues constituye el elemento fundamental de la organización. Permite    a la empresa tener ventajas competitivas que la diferencien del resto de las    organizaciones del mercado y comprende, entre otros elementos, el conocimiento,    la competencia, las habilidades, capacidades, aportes, los valores, el potencial    innovador y la experiencia de los individuos dentro de la organización.    
   
Chiavenato (2009)    se refiere a la importancia del factor humano en la era de la información    y considera a las personas, ya no como un recurso de la organización,    sino, fundamentalmente, como sujetos activos que toman decisiones, emprenden    acciones, crean innovaciones y agregan valor. Con este enfoque, el autor busca    la individualización de las personas en tanto seres humanos dotados de    habilidades y capacidades intelectuales, y enmarca una nueva visión del    campo de la gestión del talento humano.    
   
El desarrollo del    potencial humano contribuye al mejoramiento de la vida en las sociedades modernas,    teniendo en cuenta que estas se insertan en la era del conocimiento. La salud    siempre ha sido un pilar fundamental en lo referente a la calidad de vida, por    lo que, desde tiempos remotos y hasta la actualidad, se desarrollan múltiples    investigaciones que contribuyen a lograr este propósito.    
   
En este sentido,    desde sus inicios, la Revolución cubana ha favorecido la elevación    del nivel de vida de la población y, de manera especial, de su estado    de salud. Para ello, se elaboran constantemente múltiples programas con    el fin de contrarrestar y prevenir enfermedades. Sin embargo, actualmente no    es secreta la situación económica, política y social que    enfrenta el país, la cual ha propiciado insuficiencias en el sistema    y en el registro y cálculo de los costos, que no permiten precisar los    gastos de cada producción o servicio ni los elementos que forman parte    de ellos. Esta situación se agudiza en las unidades presupuestadas, entre    las que se encuentra el área de la salud.     
   
Una empresa de    salud es una organización compleja desde todo punto de vista. Si bien    hay diferentes tipos de instituciones, los productos/servicios que se "fabrican"    comparten las mismas características:    
   
- Son intangibles, aunque algunos de los elementos que se utilizan para prestarlos sean tangibles (medicamentos, materiales, placas, instrumentos de laboratorio y demás).
- No son homogéneos, es decir, un mismo producto/servicio puede variar en sus costos dependiendo del objeto al que se dirige. A su vez, la misma patología, estudio o investigación puede originar distintos gastos.
- Son manuales, o sea, no se pueden fabricar en una cadena de producción; los produce la "mano" del hombre.
- No es fácil      hallar una unidad de medida, es decir, cuantificar su producción.     
 
Ahora bien, desde    el punto de vista de la economía en el sector salud, se denominan costos    hospitalarios al conjunto de indicadores que permiten evaluar la eficiencia    del trabajo de las diferentes entidades. En este sentido, muestran cuánto    le cuesta a un hospital realizar las actividades que le son inherentes de acuerdo    con su nivel de atención médica. En ellos se refleja el grado    de eficiencia con que se utilizan los medios básicos, así como    su óptima utilización. Posibilitan, además, conocer cómo    incide cada unidad organizativa en la gestión general de la institución.    En su análisis se manifiesta entonces el nivel de productividad alcanzado,    el grado de eficiencia con que se utilizan los activos fijos tangibles y la    utilización de medicamentos y otros recursos materiales. Al mismo tiempo,    la complejidad del estudio se determina teniendo en cuenta las múltiples    y diversas acciones que ocurren en la actividad hospitalaria. Por último,    de estas particularidades, se deriva la necesidad de integrar al registro contable    de las instituciones de salud cualquier sistema de costos que se implante.     
   
Asimismo, es finalidad    de los costos en salud garantizar la emisión de información sobre    los resultados económicos de las actividades de cada entidad para alcanzar    los objetivos siguientes:     
   
- Posibilitar la toma de medidas oportunas con el fin de obtener el máximo de eficiencia en la ejecución presupuestaria y elevar la eficacia de la gestión en general.
- Permitir a los niveles de dirección del Sistema Nacional de Salud, mediante el conocimiento de los costos que se ejecutan, evaluar económicamente las entidades y, al mismo tiempo, elaborar y fundamentar índices para mejorar el proceso de la planificación financiera.
- Brindar a los      dirigentes y trabajadores la educación económica necesaria al      facilitarles información acerca de las acciones que se ejecutan en      cada área de trabajo, de manera que se les otorgue participación      en los análisis de los resultados.    
 
El Ministerio de    Salud Pública (MINSAP) de Cuba clasifica como costos directos aquellos    que se pueden identificar plenamente o asociar a servicios que se están    ejecutando, así como a los que permiten establecer su correspondiente    relación con un área organizativa determinada, la cual tiene la    responsabilidad de decidir su empleo o utilización. Generalmente, pueden    considerarse directos los gastos originados por el pago de la fuerza de trabajo    que ejecuta directamente las acciones, los consumos de los materiales utilizados    y los servicios, así como otras obligaciones que puedan asociarse de    forma directa a la actividad que se ejecuta. Por otra parte, se clasifican como    costos indirectos los que constituyen gastos o partes de gastos que no pueden    asociarse de manera directa a la ejecución de las actividades y, por    regla general, se originan en otras áreas organizativas que apoyan las    acciones de los que los reciben. Entre estos pueden encontrarse los costos que    se establecen con la finalidad de apoyar las actividades fundamentales que se    realicen en la institución.     
   
Para determinar    el costo de un producto, servicio, investigación u otro objetivo de salud    los elementos que deben ser considerados son:     
   
- Insumos directos como medicamentos, placas, muestras u otros que se asocien directamente al objeto en cuestión.
- Gastos por la utilización de la fuerza de trabajo.
- Servicios comprados para la ejecución.
- Otros costos      indirectos.    
 
Dentro de estos    aspectos se encuentra la fuerza de trabajo, elemento que en las instituciones    que desarrollan las investigaciones científicas adquiere gran significación,    aunque en la actualidad es medido superficialmente. Las empresas normalmente    conocen el costo de las personas, pero solo en términos de la retribución    o compensación por el trabajo realizado; y desconocen el verdadero costo    del capital humano formado que se traduce en el valor que aportan a las organizaciones.    Comenzar a comprender y determinar o medir los costos del capital humano, permite    desarrollar su gestión eficiente.     
   
Se consideran,    de manera general, como costos de capital humano, los pagos y beneficios a personas    en la nómina. Sin embargo, no se incluyen los siguientes costos:     
   
- Costos de reclutamiento.
- Gastos asociados a la selección del personal como los de examen médico.
- Verificación de datos.
- Costos asociados      a cursos de capacitación (licenciatura, doctorado, maestría      y demás), conferencias, entre otros, que garantizan la adquisición,      por parte de los trabajadores, de los conocimientos y habilidades necesarias      para desempeñar su puesto de trabajo actual.     
 
No solo debe considerarse    el costo del capital humano desde el punto de vista de las retribuciones, pues    representa para la organización una estrategia clave para lograr ventaja    competitiva y facilita la toma de decisiones estratégicas.    
   
Según los    autores consultados, en la gestión de recursos humanos intervienen diferentes    fases o procesos, los principales son los siguientes: reclutamiento, selección,    contratación e inducción, capacitación (formación    y desarrollo) y desempeño laboral.    
   
Los procesos de    reclutamiento y selección en el área de recursos humanos juegan    un papel importante y estratégico. De la correcta selección del    personal, dependerá que los desembolsos futuros de la empresa para la    permanencia de cada individuo seleccionado se conviertan en una inversión    que permita, mediante su costo, lograr mayores beneficios y utilidades. Para    conseguir que las inversiones en capital humano generen los resultados esperados,    se requieren procesos de inducción y capacitación adecuados, para    que cada persona logre, a través del tiempo, potenciar sus conocimientos    y habilidades.     
   
A partir de esta    perspectiva, es posible afirmar que la permanencia de los trabajadores en la    empresa debe considerarse como una inversión a largo y no a corto plazo,    ya que implica una mayor inversión en la selección e inducción    del personal, y el aumento de los costos de capacitación que deben evaluarse    en un largo periodo de tiempo, que es cuando verdaderamente se obtienen los    beneficios concretos.     
   
La actividad científica    en el sector de la salud se presenta como una tarea de alto impacto que repercute    en la población en general. Por tanto, determinar el costo de los recursos    que se invierten en la adquisición, formación y permanencia de    las personas que desarrollan esta labor, y el beneficio que se asocia con la    aplicación de las investigaciones científicas, posibilita la realización    de un adecuado análisis costo-beneficio.    
   
La inversión    en actividades que garanticen y mejoren el desarrollo del capital humano en    cada uno de los procesos forma parte del costo del capital humano de las empresas,    además de las retribuciones que cada trabajador recibe por el pago equitativo    en términos de su propio esfuerzo, resultados y en comparación    con otros obreros.    
   
Atendiendo a lo    anterior, debe incorporarse a los elementos de costo tradicionales, el costo    por la gestión de recursos humanos como parte del costo de fuerza de    trabajo, pues el costo por la formación del capital humano incrementa    significativamente el de las investigaciones científicas.     
   
Poseer la información    apropiada sobre los costos constituye un poderoso instrumento de control para    el desarrollo eficiente de la actividad científica y para la toma de    decisiones. Esto se debe a que la existencia de ciertos factores que influyen    sobre el monto de los costos, como es la formación del capital humano,    determinan la importancia de su conocimiento para su análisis.    
   
En aras de mantener    la condición de potencia médica, las instituciones de salud, como    el resto de las empresas, deben contar con una dirección eficiente que    garantice un control preciso de los recursos que posee. Además, es preciso    tener un registro adecuado de los hechos económicos que permitan conocer    lo que cuesta producir y analizar periódicamente los resultados obtenidos    para determinar los factores que están incidiendo en ellos, de manera    que puedan tomarse decisiones según corresponda. Asimismo, el Sistema    de Salud Pública cubano establece que mantendrá dos principios    básicos: su condición de sector presupuestado y el carácter    totalmente gratuito de sus servicios.    
   
A partir de los    elementos ofrecidos, y debido a la importancia conferida al desarrollo del factor    humano en el sector de la salud, el análisis del costo-beneficio consiste    en determinar, primeramente, el costo de las actividades científicas    teniendo en cuenta todos los elementos presentes en su ejecución y, en    segundo lugar, el beneficio mediante el resultado de la aplicación de    las actividades científicas.     
   
5.    CONSIDERACIONES SOBRE LA VALORACIÓN DE LA INVERSIÓN EN ACTIVIDADES    CIENTÍFICAS    
   
Si bien el costo    se determina mediante la cuantificación de los recursos utilizados (insumos,    fuerza de trabajo y otros), y se destaca como elemento preponderante el costo    por la inversión en la formación del capital humano que ejecuta    las actividades científicas, se presentan como un reto, o sea, como cuestiones    a solucionar, las siguientes interrogantes:     
   
- ¿Qué puede hacer el individuo una vez que se invirtió en su formación y desarrollo?
- ¿Cómo valorar el rendimiento que reporta la inversión en la formación del personal que realiza las actividades científicas?
- ¿Cómo repercute esa inversión realizada en los resultados económicos y sociales de la organización?
- ¿Qué rendimiento reporta la inversión realizada?
- ¿Cómo potenciar el impacto de la formación del capital humano en los resultados de la empresa?
- ¿Es rentable para la organización lo que se invierte en capital humano?
- ¿Qué decisiones sobre la inversión en capital humano resultan beneficiosas?
-  ¿Cómo      evaluar las decisiones de inversión en la formación del capital      humano a cargo de las actividades científicas?    
 
Para establecer    un adecuado análisis costo-beneficio, este debe encaminarse hacia los    costos y beneficios que se derivan de la ejecución de los objetivos de    la institución. El desafío consiste no solo en determinar el costo    de las actividades científicas, sino también en valorar el rendimiento    de la inversión en la actividad científica para el proceso de    toma de decisiones. Es por ello que la integración de herramientas de    Contabilidad gerencial, Administración financiera y Gestión de    capital humano permite valorar el rendimiento de la inversión en las    actividades científicas; es decir, establecer un procedimiento que permita    cuantificar el rendimiento de la actividad científica y compararlo con    la inversión realizada para el logro de una actividad científica    eficaz. El método que se utilice se convierte en un instrumento de trabajo    que contribuye a la adopción de mejores decisiones para mantener, ajustar    o perfeccionar la inversión en actividades científicas.     
   
Bajo el razonamiento    del costo-beneficio pueden ser evaluados todos los acontecimientos y acciones,    ya que el objetivo de este análisis consiste en valorar y determinar    la opción que brinda los mayores resultados al menor costo invertido.        
   
Queda claro que,    independientemente de los métodos, herramientas y procedimientos que    se utilicen, el individuo es el factor clave y de su formación depende    el desarrollo de la sociedad y de la actividad científica en particular.    Esta formación, y las decisiones que se derivan del análisis del    costo-beneficio, son las que posibilitan la contribución de las acciones    científicas a una gestión eficiente, en mayor o menor medida.    
   
Conclusiones    
   
Para aumentar la    probabilidad de tomar la mejor decisión en la gestión empresarial,    la gerencia debe entender y aplicar las relaciones costo-beneficio. En el análisis    que se deriva de esta conexión, se realiza una evaluación que    permite obtener la rentabilidad de un proyecto, a partir del detalle de los    costos y beneficios que de él se derivan, tanto de manera directa como    indirecta.     
   
Asimismo, la gestión    eficiente y eficaz de las actividades científicas en los servicios de    salud debe estar en correspondencia con los nuevos enfoques y tendencias de    la contabilidad estratégica y la gestión de capital humano. En    tal sentido, el tratamiento de la valoración de la inversión en    actividades científicas de forma integrada, permite utilizar herramientas    gerenciales y financieras en combinación con la gestión del capital    humano en el contexto socioeconómico cubano actual. Finalmente, los resultados    que se obtendrían permitirían planificar, controlar y tomar decisiones.    
   
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Recibido: 1/3/2017    
   Aceptado: 15/5/2017    
   
Anailys Aguilera Díaz, Universidad de la Habana, Cuba, Correo electrónico: anailys@fcf.uh.cu

 
 








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