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EDUMECENTRO
versión On-line ISSN 2077-2874
EDUMECENTRO vol.10 no.4 Santa Clara oct.-dic. 2018
Gestión del conocimiento en Bioseguridad: su conveniencia para la disminución de riesgos en los laboratorios
Knowledge management in Biosecurity: its suitability for reducing risks in laboratories
María del Carmen Galdós Sánchez, Manuel Maurilio Basulto Barroso, Lidyce Quesada Leyva
Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Cuba.
Sra. editora:
Teniendo en cuenta la latente amenaza de riesgos en el trabajo en los laboratorios, los autores precisan enfatizar en la formación continua acerca de las necesarias medidas de bioseguridad para preservar la salud de los profesionales y trabajadores en esas entidades, así como de la comunidad.
La bioseguridad debe entenderse como una doctrina de comportamiento encaminada a lograr actitudes y conductas que disminuyan el riesgo del trabajador de la salud para adquirir infecciones en el medio laboral. Compromete también a todas aquellas personas que se encuentran en el ambiente asistencial, el cual debe estar diseñado en el marco de una estrategia de disminución de riesgos.1 Es un tema generalmente obviado en los laboratorios, ya sea por desconocimiento, falta de un entrenamiento apropiado del personal técnico, y sobre todo por la creencia de: "a mí no me va a pasar nada".
La Bioseguridad como disciplina nació durante la década del 70 del siglo XX, en respuesta operativa hacia los riesgos potenciales de los agentes biológicos modificados por la ingeniería molecular. En 1983 la Organización Mundial de la Salud (OMS) edita el Manual de bioseguridad en el laboratorio, reconocida como la publicación internacional de referencia.2
En 1985 el Center of Disease Control of Atlanta (CDC) desarrolló una estrategia de "Precauciones universales para sangre y fluidos corporales" para referirse a las preocupaciones que existían acerca de la transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), en el lugar de trabajo.3 La aparición del mencionado virus originó la publicación de normas de bioseguridad internacionales, nacionales, regionales y provinciales, de instituciones científicas y asistenciales; también la creciente preocupación acerca del bioterrorismo ha despertado un gran interés en temas vinculados con la bioseguridad en los últimos años.4
Es relevante destacar la educación y capacitación continuas del personal médico y no médico como única manera de estimular el cumplimiento de las normas de bioseguridad. Estas medidas tienden no solo a la prevención de la diseminación entre pacientes sino también a la protección de los trabajadores, su familia y el medioambiente.5,6
La garantía del aprendizaje de la bioseguridad está dada por la adecuada capacitación de los recursos humanos que laboran frente a riesgos físicos, químicos, psicofisiológicos y fundamentalmente biológicos. Los errores humanos y las técnicas incorrectas pueden poner en peligro incluso las mejores medidas destinadas a proteger al personal de laboratorio. Por esta razón, es elemento clave para prevenir las infecciones adquiridas, los incidentes y los accidentes en el laboratorio, tener percepción del riesgo y estar bien informados e instruidos sobre el modo de reconocer y combatir los peligros que entraña trabajar en ese entorno.7,8
El proceso de formación debe comenzar por los dirigentes, quienes deben velar por que los procedimientos y prácticas de seguridad en el laboratorio formen parte de la capacitación básica de los empleados, sobre todo de los nuevos. Deben poner a disposición del personal el código de prácticas y las directrices locales, incluido el manual de seguridad o de operaciones.9,10 Este conocimiento favorece el cumplimiento de las buenas prácticas en el laboratorio, el empleo de técnicas adecuadas así como el uso correcto de medios de protección para preservar la comunidad y la elaboración de los planes de contingencia ante desastres naturales y biológicos.4
En Camagüey, el Centro de Inmunología y Productos Biológicos (Cenipbi) es un escenario que posee las condiciones para capacitar a los profesionales sobre el tema en los municipios de la provincia. Allí la bioseguridad tiene como palabra clave la capacitación; esta estrategia permite establecer las bases para un ambiente de trabajo seguro y ordenado.
Se han identificado necesidades de aprendizaje sobre la bioseguridad entre los profesionales que solicitan servicios en los laboratorios de las ciencias básicas biomédicas y en las instituciones de salud de la provincia, debido a las diferencias en la formación y perfil de los que laboran en temas relacionados con esta disciplina; por lo que fundamentar la metodología para la gestión del conocimiento con la ejecución de un curso de bioseguridad de los laboratorios de ciencias básicas biomédicas, en el ámbito de las especialidades vinculadas con la salud, permite el desarrollo de un escenario para la gestión del conocimiento, la ciencia, la innovación y la tecnología en la universidad y los centros de salud participantes para potenciar el nivel de conocimientos teóricos y vincularlos con la práctica.
Declaración de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Sistema de Gestión de la Calidad del Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre, NT No 15 MINSA / DGSP - MANUAL DE BIOSEGURIDAD. Lima, Perú: Pronahebas; 2004.
2. Organización Mundial de la Salud. Manual de Bioseguridad en el laboratorio. 3ra ed. Ginebra: OMS; 2005.
3. Rey León I, Clemente M, Valdivia Juan C, Sánchez Dávila AM. Comportamiento del personal de salud ante procedimientos médicos en personas seropositivas. Rev Cubana Enfermer [Internet]. 2007 [citado 5 Nov 2017];23(2):[aprox. 13 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192007000200003
4. Ruiz de Somocurcio Bertocchi JL. Conocimiento de las medidas de bioseguridad en personal de salud. Horiz Med [Internet]. 2017 [citado 13 Mar 2018];17(4):[aprox. 6 p.]. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-558X2017000400009
5. Vera Núñez D, Castellanos Sánchez E, Rodríguez Díaz PH, Mederos Escobar TT. Efectividad de Guía de Buenas Prácticas en la bioseguridad hospitalaria. Rev Cubana de Enfermería [Internet]. 2017 [citado 25 Feb 2017];33(1):[aprox. 14 p.]. Disponible en: http://www.revenfermeria.sld.cu/index.php/enf/article/view/1208/228
6. Callaway E. Biosafety concerns for labs in the developing world. Nature. 2012;485(7399):425.
7. Burnette RN, Connell ND. Biosecurity challenges for the IBC: An exploration of the roles and responsibilities of Institutional Biosafety Committees in the age of terrorism and biosecurity, now and for the future. Ensuring National Biosecurity. Elsevier; 2016:185-200.
8. Berns K. Grand challenges for biosafety and biosecurity. Front Bioeng Biotechnol 2014;17(2):35.
9. Dickmann P, Heather S, Nigel L. Biosafety and biosecurity: a relative risk-based framework for safer, more secure, and sustainable laboratory capacity building. Frontiers in public health. 2015;3:241.
10. Katz R, Sorrell EM, Kornblet SA, Fischer JE. Global health security agenda and the international health regulations: moving forward. Biosecur Bioterror. 2014;12(5):231-38.
Recibido: 19 de marzo de 2018.
Aprobado: 11 de septiembre de 2018.
María del Carmen Galdós Sánchez. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Cuba. Correo electrónico: mgaldos.cmw@infomed.sld.cu
Este artículo está publicado bajo la licencia Creative Commons